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Turandot por Dulce_Pena_Hime

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Notas del capitulo:

Ohayoo

Además del trabajo, Tengo razones fuertes para mi retraso en el cap. (Razones que descontrolan a cualquiera)

Comentarios abajo

SEGUNDO ACTO: ZAHARA

ESCENA 9: UNA HISTORIA SIN CONTAR

 

  • - ¡TORMENTA! - Grito Bill al entrar, siendo seguido de Hiro. - Se avecina una tormenta del extremo norte... viene directo a nosotros............
  • - ¡¿Qué?! - Pregunto el Sultán.
  • - Rage la vio desde el techo... no nos queda mucho tiempo. - Añadió
  • - ¿Cuánto tiempo? - Pregunto él sultán.
  • - Menos de 5 minutos, está muy cerca
  • - ¡Shuichi! - El nombre salió de sus labios casi sin darse cuenta.
  • - Toquen la alarma, cierren todas las puertas, que nadie salga, es la orden
  • - ¿Qué? ¡No! ¡¡Shuichi está allá afuera!! - Dijo Yuki furioso ante la orden.
  • - Usted no saldrá de aquí
  • - ¿Y QUE PASARA CON SHUICHI?
  • - Quizá esté dentro del palacio, aún falta lugares por ver.
  • - ESTA ALLÁ AFUERA
  • - No estamos seguros
  • - ¡LO SÉ! LO CONOZCO. ESE NIÑO SE ESCAPA CADA QUE PUEDE
  • - No podeos hacer nada... Es muy riesgoso salir en una tormenta de arena
  • - .......
  • - Lo siento, pero si el príncipe Shuichi está afuera... no hay nada que podamos hacer
  • - ¡...!

 

Apretó los puños con fuerza al escuchar esas palabras ¿Dejar a Shuichi allá afuera, expuesto a la tormenta?  ¡No! ¡No podía! ¡¡NO LO HARÍA!! ¡¡NUNCA!!

Sin pensarlo dos veces se giro sobre sus pies y camino hacia la salida con rápidas y largas zancadas.

 

  • - ¡Príncipe! ¿A dónde va? - Pregunto el Sultán
  • - A buscarlo
  • - Usted no puede salir
  • - No podrá detenerme. - Fue el reto que lanzo Yuki sin miramiento alguno, saliendo por aquella habitación.
  • - ...... - Thoma y K lo miraron irse por unos segundos, solo ara después voltear a verse y asentar con la cabeza.
  • - Sultán. - Dijo Seguchi para después hacer una ligera reverencia. - Comprendemos perfectamente que esta orden es por seguridad de todos; pero él es nuestro príncipe y futuro Rey; y lo seguiremos hasta el fin del mundo.
  • - Marqués Seguchi.
  • - Le aseguro que volveremos, los cuatro. - Y tras esas palabras hizo otra reverencia y se fue junto con el rubio, pero fueron interceptados por Hiro.
  • - Voy con ustedes.
  • - No. - Dijeron los dos al unisonó.
  • - Pero el príncipe Shuichi
  • - ... - K se adelanto y le puso una mano en el hombro. - Eres muy valiente, pero no estás preparado para esto. Nosotros somos guerreros y sabemos que haces. Déjalo en nuestras manos.
  • - ... - Hiro trato de refutar pero no pudo hacerlo, pues sabía que aquellas palabras eran ciertas, y que si iba podía ser solo un estorbo. - Encuéntrenlo, por favor. - Fue lo único que pudo decir.
  • - Lo prometo.

 

Y tras esas palabras se fueron, bajo la suspicaz mirada del Sultán, quien no podía negar que estaba enojado, sobre todo con Yuki por haberlo desobedecido; pero no le quedaba duda alguna de que admiraba su determinación: imponerse a él por salvar a su prometido. Además, la fidelidad de su escolta era algo formidable.

 

+-+-+-

 

[ http://albertoxd.files.wordpress.com/2007/07/_40818423_foto10.jpg ]

La gran nube se acercaba más y más, Shuichi no sabía qué era eso......... solo sabía que le daba mucho miedo y que no tenía a dónde correr......... Entonces su mente reacciono en la pequeña choza que estaba a su espalda, corrió alrededor de ella en busca de la puerta, hasta que la encontró, hecha de madera vieja. Se metió, descubriéndola abandonada.........

Escucho un fuerte rugido en la parte de afuera y luego a casa de movió de forma vertiginosa, haciendo que granos de arena entraran por entre las ramitas de paja.........

Shuichi se arrincono contra una de las paredes, haciéndose un ovillo y cubriéndose los oídos con sus manos, mientras cerraba los ojos con fuerza para no ver nada

 

  • - ¡Yuki ayúdame! - Pensó entre sollozos

 

Yuki, Yuki, Yuki. ¿Dónde estaba Yuki? ¿Por qué no iba con él? ¿Por qué tardaba tanto? ¿Dónde estaba? Seguramente estaba en el palacio, ignorando que él había salido, pensando que estaría en cualquier otro lugar de ese inmenso lugar.

Maldijo el momento mismo en el que se le ocurrió salir del palacio, pues ahora mismo estaría dentro de aquellas paredes, resguardado de esa cosa que desconocía; siendo protegido por Yuki, quien no dejaría que nada malo le pasara.

 

+-+-+-

 

Se habían cubierto con unas capas y turbantes de color pardo para cubrirse de la arena; para proteger su vista habían puesto sobre sus ojos una tela delgada que no tuviera mucho espacio entre los tejidos de esta para que no se colaran los finos granos de arena, pero con la suficiente separación como para poder visualizar un poco.

Iban a pie, pues aunque los dromedarios pudieran estar durante una tormenta de arena; era probable que se asustaran y causaran algún accidente.

Caminaban lo más rápido que podían, aferrando los pies a la arena, poniendo una mano delante de sus rostros para que esta no golpeara tan fuerte sobre sus caras cubiertas y les diera mejor visibilidad, mientras luchaban contra la corriente del aire que quería empujarlos hacia atrás.

No tenían ni la más mínima idea del lugar al que se dirigían; solo sabían que debían moverse rápido por entre las calles para encontrar a Shuichi.

 

  • - ¿En dónde demonios se metería? ¡Maldita sea! ¿Por qué siempre hace su santa voluntad? - Pensaba el rubio sin dejar de avanzar.

 

Estaba preocupado por el bienestar del menor, y esa misma angustia lo estaba haciendo enojar de una forma que nunca antes había experimentado.

Caminaron por largos tramos, metiéndose entre las calles, encontrando todo completamente vacío... tenían menos de 10 minutos y ya habían recorrido una tercera parte de la ciudad; aunque no sabían como

 

+-+-+-

 

Apretó sus manos contra sus oídos para ya no escuchar eso mientras pensaba

 

  • - ¿Qué hago? - Musito algo lloroso.

 

Podía quedarse ahí y refugiarse hasta que fueran por él, si es que iban por él. O podía salir y tratar de llegar al palacio entre esas fuertes ráfagas de aire ¿Qué hacer?

Estaba nervioso, asustado, confundido... y hasta cierto punto perdido. Se abrazó a sí mismo y se pego a la pared mientras decidía que hacer......... pero entonces paso algo que no esperaba.

La puerta cayo haciendo un sonido estruendoso que lo hizo da un respingo. Levanto la cabeza y vio que la casa comenzaba a colapsarse, volando con el aire.

 

  • - ¡¡AHH!! - No pudo evitar gritar, justo en el momento mismo en el que la casa se le vino encima; no lo aplasto, pues la mayoría de las pajitas voló con el aire; pero si pudo sentir la agresividad del viento que lo golpeaba, las partes de su piel que estaban expuestas ardían un poco por el golpeteo y rozar de la arena.

 

Trato de abrir los ojos, pero sintió como el viento lleno de arena no se lo permitía; así que los cerró con fuerza al mismo tiempo que se hacía un ovillo sobre la arena y la paja, intentado cubrirse lo mejor posible.

No supo cuanto tiempo estuvo así, podían ser segundos o minutos, pero para él ya habían pasado eternas horas, siendo golpeado por la arena.

 

+-+-+-

 

Yuki avanzaba lo más rápido que podía, era difícil moverse entre el sucio viento arenoso y buscar al mismo tiempo, el tiempo pasaba rápidamente pero la tormenta no terminaba, de hecho ya había durado mucho tiempo, pareciera incluso que no tenía fin ¡Demonios! ¿En dónde estaba Shuichi?

De repente la tormenta arrecio con una fuerte ráfaga de aire que obligo a los tres a hincarse en el suelo para evitar salir disparados

 

  • - La tormenta arreció. - Dijo K
  • - Debemos regresar - Comentó Seguchi
  • - ¡No! - Dijo determinado le rubio.
  • - Si nos quedamos aquí podremos salir heridos. - Manifestó el de ojos esmeralda
  • - ¡NO ME IRÉ SIN SHUICHI!
  • - Estamos en las afuera de la ciudad ¡Aquí no hay nada! - Añadió K
  • - Demos la vuelta, busquemos en otro lado.
  • - Es peligroso... y...
  • - ¡SHUICHI! - Llamo el rubio de repente, parándose como pudo y corriendo hacia en frete.

 

Thoma y K miraron hacia adelante, notando que varios metros más enfrente se veían unas telas y unos cabellos rosas que se agitaban con el fuerte viento.

 

+-+-+-

 

El pelirrosa temblaba un poco, sintiendo aquellos latigazos de forma agresiva sobre todo su cuerpo, golpes que a la larga lo iban lastimando ¡Que ya se detuviera! ¡Qué parará! ¡¡¡BASTA!!!

 

Y de repente se detuvo...... su cuerpo ya no era golpeado por la arena, peo podía sentir como el aire se colaba un poco y mecía sus cabellos; pero también sintió un poco de peso sobre él, uno muy ligero; abrió los ojos y vio que era cubierto por algo que restaba la cantidad de luz, levanto la vista y se encontró con una persona a la que no podía verle el rostro.

 

  • - ¿quien...? 
  • - Cállate  
  • - ¡...! - Esa voz hizo latir su corazón con gran fuerza, llenándolo de emoción, pero el tono tajante que uso también le hizo sentir temeroso, porque parecía enojado. 
  • - ...nhh... 
  • - ... - Le escucho ahogar un débil quejido, que sonó como si estuviera apretando los dientes ¿Acaso Yuki se había lastimado? Claro que si, porque ahora Shu no recibía ni un solo golpe de la arena o el viento......... todo el impacto lo estaba recibiendo el futuro rey.

 

Y de pronto...... Nada......... ni luz, ni una ligera brisa de viento ¿Qué estaba sucediendo?

 

  • - ¿K, Seguchi? - Pregunto Yuki.
  • - Nuestro deber es protegerlo, príncipe. - Dijo el de ojos azules.

 

Los dos hombres se habían acercado para tratar de cubrir con sus cuerpos a los dos príncipes de la mejor manera posible, siendo ellos quienes recibieran la mayor cantidad de los impactos.

No supieron bien cuanto tiempo estuvieron así, cubriéndose de la arena lo mejor que podían en ese lugar que estaba tan expuesto a la tormenta, pues era en las afueras de la ciudad; ninguna calle ni nada hacía que las ráfagas de viento aminorarán su velocidad.

Y de repente; así como aquella tormenta vino...... se fue......... Dejando que la luz y el calor volvieran a reinar. Mostrando una ciudad completamente bañada por arena.

 

A lo lejos solo lograba verse una masa de arena, que de repente se movió, dejando ver a K y Thoma, cayendo toda la arena de sus capas al mismo tiempo que se quitaban los turbantes.

Sobre el suelo se veía una masa más pequeña de color pardo, que cuando se movió dejo ver a Yuki, semiacostado en el suelo y con debajo de él, Shu tenía arena y paja por todo el cuerpo, mostrando sus cabellos revueltos por el vientos.

El rubio príncipe se levanto y se quito el turbante para sacudir la cabeza un poco para quitarse los leves rastros de arena que le quedaron. Y mientras Yuki hacía esto, Shuichi se levantaba, sacudiendo sus cabellos y ropas para quitarse la arena de forma rápida, entonces se atrevió a ver al rubio

 

  • - yuki, yo............

 

No alcanzo a decir nada más......

 

"PAALSSSS"

 

Sintió algo sobre su mejilla, algo que ardía y le había volteado el rostro, tenía los ojos bien abiertos. No pudo evitar llevarse una mano a su mejilla para tocarla, le dolía y estaba caliente, no dudaba que roja...... Eso era verdad ¿Paso lo que creyó que paso? ¿Yuki le soltó un revés? ¿Por qué? Se sintió herido, enojado, decepcionado,furioso.

 

  • - ¿yu............ yu...ki.........? - Susurro de manera apenas audible volteando a ver al otro, quien tenía la cabeza un poco baja, haciendo que sus cabellos rubios cubrieran sus ojos, mientras que su boca estaba apretada.
  • - ¿Por qué? - Dijo sin separar mucho los labios.
  • - ......
  • - ¿POR QUÉ LO HICISTE? - Le grito furioso sujetándole de los brazos con algo de fuerza y sacudiéndolo un poco de manera agresiva.
  • - ......
  • - ¡¡¿POR QUÉ?!!
  • - ......
  • - TE DIJE QUE ZAHARA ERA PELIGRO. TE PEDI QUE NO SALIERAS DEL PALACIO SIN DECIRME ¿ES MUCHO PEDIR?
  • - .........
  • - ¿POR QUÉ NO PUEDES QUEDARTE QUIETO?
  • - .........
  • - ¡MALDICIÓN SHUICHI! PIENSA POR UN MOMENTO QUE TUS ACTOS TIENEN CONSECUENCIAS. ¡TE PUDO PASAR ALGO!
  • - .........
  • - ¿NO TE DAS CUENTA DE LO PREOCUPADO QUE ME TENIAS?
  • - ...me......me... lastima... - Dijo apenas con un hilo de voz
  • - ...Hhhff... - Exhalo el aire de sus pulmones y abrazo al chico con fuerza, con una mano en su espalda y la otra sobre su cabello, sintiéndolo, queriendo asegurarse de que en verdad estaba bien; que ahora ya estaba seguro entre sus brazos.
  • - ...pe... perdón... - Sollozo el chico, captando finalmente el proceso de ese regaño.
  • - ... - Yuki enredo sus dedos en aquella cabellera, sintiéndola algo granulosa por la arena; le reconfortaba saber que el chico estaba bien pero...... acerco su rostro al chico, llegando hasta su oído en donde dejo salir unas palabras que lo estaban matando por dentro - Si algo te hubiera sucedido... yo......... - No termino la frase que sonaba suave y dolorosa al venir de su garganta
  • - ......... - Shuichi no dijo nada; solo sintió unas tremendas ganas de llorar

 

El rubio aún estaba preocupado, pero más aliviado de haberlo encontrado a tiempo, antes de que el ojo terminara..., o quien sabe cómo pudo haber terminado el pelirrosa.

 

+-+-+-

 

Volvieron al palacio sin decir ni una sola palabra, en todo el camino Yuki los guió, llevando a Shu de la muñeca para que no se alejara y caminando a paso apresurado, haciendo que el chico casi tuviera que correr para alcanzar su larga zancada. En cuanto entraron Yuki soltó a Shu, sin dirigirle ni una sola mirada y se volteo levemente para ver a su escolta.

 

  • - Seguchi, Informa al Sultán que hemos vuelto, que lo encontramos y todos estamos bien.
  • - A la orden, Lord. - Dijo haciendo una ligera reverencia.
  • - K, informa que saldremos mañana al alba; que alisten los caballos para entonces.
  • - Como ordene Lord.

 

El rubio suspiro cansado, hecho los hombros hacia atrás y camino hacia adelante, siendo seguido del menor.

 

  • - Yuki ¿A dónde vamos?
  • - No hables en plural
  • - ¿Eh?
  • - Yo voy a descansar, tú no sé.
  • - ¿Qué? - Se detuvo en seco.

 

Las palabras salían ácidas de la boca del rubio, frías y crueles; Shuichi se sintió mal, Yuki nunca antes le había hablado de esa forma.

 

  • - ¿Qué voy a hacer?
  • - Lo que se te pegue la gana; al fin y al cabo es lo que siempre haces. - Y se fue, dejándolo solo.

 

¿Qué había sido eso? ¿Yuki estaba enojado? ¿Por qué lo estaba tratando tan cruel? ¡No entendía! Sintió un molesto nudo en la garganta y sus ojos arder; pero no se iba a poner a llorar en ese momento, menos por razones que desconocía.

Estaba consciente de que había errado, pero tampoco era para que lo tratara de esa manera ¡Ni que fuera para tanto! Entonces ¿Por qué se sentía tan mal? ¿Por qué quería esconderse para que nadie lo viera? ¿Por qué quería llorar? ¿Por qué dolía tanto?

 

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La noche cayó; y Shuichi no se sentía muy bien que digamos. Le habían llamado la atención por haberse escapado.

Hiro le había rezado una letanía de lo irresponsable que había sido.

Ayaka se encargo de emparejarle la otra mejilla con otra bofetada por haber preocupado de esa manera a Yuki y a todos los demás

El Sultán le había dicho palabras crueles, recriminándolo de que si algo malo le hubiera sucedido a alguno de los habitantes de Asgard hubiera sido total y completamente su culpa; entre otras cosas que menciono como su falta de criterio, su desobediencia y el hecho de que no estaba preparado para el papel que se supone debía desempeñar.

Se sentía perdido; necesitaba un poco de aire; y por esa misma razón se fue al jardín que tenía la fuente, sentándose en esta y escuchando el movimiento del agua a sus espaldas.

No podía dejar de pensar en lo sucedido; en lo irresponsable que había sido; pero era algo que tenía que hacer, DEBÍA comprar ese brazalete, era más que necesario...... Podía olvidar todo lo demás, menos eso.

Suspiro de forma cansada, pues nadie podía comprender eso; porque no sabía cómo explicarlo......... tal vez Yuki si lo entendería, pero este hombre no quería hablar con él; ya que en cuanto se llegaban a encontrar en algún pasillo, el rubio de inmediato se daba media vuelta y se iba por donde había venido, sin disimular nada.

Eso dolía ¡Todo lo de Yuki dolía! Ese abrazo que le dio, esas delicadas palabras que susurro en su oído, ese dolor y esa preocupación que acompañaron al rubio tanto tiempo, ese enojo que hacía que aún no le hablara, esos brillantes ojos que contenían lágrimas de preocupación, esas crueles y últimas palabras que le dedico.

No le gustaba eso pero ¿Por qué? Si eso era perfecto para que él y Yuki se separaran ¡Para no casarse!

Entonces recordó el sobre que llevaba entre sus ropas; se levanto y comenzó a rebuscar para ver si no lo había perdido, pero lo encontró en un bolsillo de su pantalón, completamente arrugado; lo sujeto con ambas manos y suspiro aliviado al mismo tiempo que se sentaba.

Lo miro por unos momentos y pensó en abrirlo pero sus manos se detuvieron. Sus cabellos cubrieron sus ojos y mantuvo los labios bien cerrados. Dudo por un solo segundo antes de poner la mano en una de las esquinas y tratar de abrirlo.

 

 "Él te agrada, más de lo que tú mismo te has querido dar cuenta, y si te agrada  es por qué ha hecho cosas por ti, cosas que no ha hecho por nadie más; como arriesgar su vida?"

 

La voz de la castaña vino a su mente clara y firme, como solo ella era capaz de hablar.

Se detuvo y negó con la cabeza, pues no se sentía capaz de abrir el sobre y leer ese nombre. Por unos segundos paso por su cabeza la idea de deshacerse de ella, así que la tomo por el centro para romperla

 

"No me quiero casar con Yuki! ¡NUNCA ME CASARE!"

 

Recordó sus propias palabras, aquellas que había dicho una y otra y otra vez, como su fuera su himno.

Esa siempre había sido su idea, pero ahora, con Yuki, sentía que algo había cambiado... ya no le importaba que le dijeran: prometido, ni que el rubio lo abrazará o lo molestará......... pero ¿Qué era eso? ¿Por qué ese cambio? ¿De dónde esa sensación?

Se modio el labio inferior, negó con la cabeza, dejando el sobre encima de su regazo.

 

"¿NO TE DAS CUENTA DE LO PREOCUPADO QUE ME TENIAS?

 

Sacudió bruscamente su cabeza de un lado al otro, tratando de sacar esa voz de su mente, intentando calmar esa indecisión para tomar la mejor decisión, pero solo consiguió marearse un poco y que su cerebro continuara confundido.

 

¡Si algo te hubiera sucedido... yo............!"

 

Él ¿qué? ¿Qué haría si algo le pasaba? ¿Por qué dejo la frase incompleta? ¿Por qué se escucho tan necesitada?

 

  • - ...no sé qué hacer... - Finalmente las palabras salieron de sus labios, al mismo tiempo que se cubría la cara con las manos porque tenía ganas de ponerse a llorar.

 

Estaba confundido, nada seguro de lo que ahora quería. No conocía del todo al rubio como  pero tampoco era tan desconocido...... Yuki lo confundía, el rubio había llegado a alterar su mundo y había puesto su mundo completamente de cabeza; haciendo que todo fuera un verdadero desastre en su vida.

 

  • - ¿Por qué Yuki? ¿Por qué tuviste que aparecer en mi vida? ¿Te odio? ¿Te aborrezco?

 

Empezaba a querer estar a su lado, hablar con él, verlo, escucharlo, sentirse protegido en sus brazos, sentir las ligeras caricias que le daba, el dulce beso que recibía ocasionalmente......... pero......... no podía ¡No debía romper su promesa! ¡¡NUNCA!!

 

+-+-+-

 

Esa noche Shu durmió solo en la habitación; desconociendo por completo el paradero del rubio, y aunque trato de esperar a que este volviera termino por ser vencido por el sueño.

La mañana llego y los cuatros salieron rumbo a Turandot después de haberse despedido y agradecer al Sultán por darles asilo en su palacio.

Partieron en un completo silencio que solo era roto por las suaves pisadas de los caballos sobre la arena.

 

El Sultán les había dado ropas especiales para el viaje que tendrían que llevar: frescas pero que les protegieran de los dañinos rayos del sol.

Shuichi vestía con un pantalón blanco holgado del cual caía una especie de faldón que llegaba hasta sus tobillos que tenía en las orillas una cintilla de color rosa; traía una ombliguera de manga corta; y sobre esta ropa una capa con capucha de color blanca y con las orillas rosas.  [ http://img75.imageshack.us/i/10nc8.jpg/ ]

Hiro traía puesto un pantalón blanco y una especie de kazaka del mismo color, en las orillas tenía cintillas de color rojo; de igual manera tenía puesta una capa con capucha blanca y con la orilla roja. [ http://www.pobladores.com/data/pobladores.com/wo/lu/wolusiter_black_tiger/channels/hell_strife/images/4299763trc.jpg ]

Seguchi vestía un pantalón blanco y una camisa del mismo color, sobre las cuales tenía puesta una capa con capucha blanca y con cintillos de color verde

K traía pantalón y camisa de color negro, con unos cinturones rojos en la cadera sobre la cual tenía unas dagas; encima de estas tenía una capa con capucha de color blanco con cintillos de color rojo.

Yuki por su parte vestía un pantalón y una camisa de cuello alto de color blanco y sobre esto una capa con capucha con cintillos de color azul   [ http://4.bp.blogspot.com/_ZzeMJKdnVnY/Ssv_cE2WA0I/AAAAAAAAATE/R4PIHSZ_Ws8/s400/reservoirchronicle_end_32.jpg

http://letsfallasleep.files.wordpress.com/2008/11/sakura-substitute.jpg?w=413&h=610 ¬¬ Que original soy T.T]

 

El viaje comenzó tranquilo, andando en completo silencio por entre las dunas, cubriendo sus rostros con las capuchas y viendo hacia enfrente: Yuki y Seguchi iban a la cabeza, siendo seguidos de Hiro y Shuichi, y al final K para evitar que los otros dos tuvieran algún problema.

Durante ese trayecto Shuichi se sintió mal, no por el calor, ya que en esos días se había "acostumbrado" al clima; la razón por la que se sentía así era porque nadie, ni siquiera Hiro le había dirigido la palabra para nada que no fuera lo estrictamente necesario. ¿Por qué? ¿Acaso le estaban haciendo la ley del hielo? ¿Por qué? ¿Por escaparse? ¡Por favor! Ni que hubiera sido para tanto ¿O sí?

Se sentía muy molesto por eso, pero no se atrevía a preguntar nada, porque sabía que había hecho mal al salirse sin avisar.

 

  • - ¿Podemos descansar un poco? - Casi lo suplico, diciendo las palabras de forma suave. No era que estuviera cansado, pero no tenía ganas de cabalgar.
  • - Pararemos en la noche - Las palabras de Yuki fueron secas, casi las escupió; y eso fue algo que molesto mucho al oji-violeta.
  • - Pero... - Musito y se detuvo. - No pienso avanzar más - Gruño la frase que anteriormente le había servido para detenerlos, esperando que esta vez lo hiciera
  • - Si quieres, quédate - Respondió sin detenerse, seguido de los otros 3, demostrando que no se detendrían.
  • - ¡...! - Shuichi no pudo evitar sorprenderse; ¿En verdad no se iban a detener? La respuesta le fue más que lógica.

 

Lo comprendió y les siguió el paso de manera más lenta, retrasándose un poco para mantenerse algo alejado de ellos pero no lo suficiente como para perderlos de vista ni parecer que iba solo. Sabía que no iban a importar sus berrinches o caprichos, lo cansado o hambriento que estuviera; ellos no se iban a detener hasta el anochecer y si Shuichi se parada lo iban a dejar.........

Se dio cuenta de que estaban enojados con él... muy enojados, y eso le dolía muchísimo; pero lo que más le dolía era el distanciamiento de Yuki; la manera en la que el rubio lo trataba lo estaba lastimando demasiado: no lo volteaba a ver y cuando hablaba lo hacía más que nada para los otros, pero cuando le hablaba a él era tan frio y cortante que incluso parecía que lo odiaba......

Tardaron 7 días exactos en volver; ni uno más... y había llegado al medio día tal y como habían partido de Zahara: en completo y sepulcral silencio.

Aunque se habían cambiado de ropa, esta vez traía la misma ropa con la que había salido de Zahara.

 

  • - De vuelta a casa. - Dijo aliviado el pelirrojo al ver su ciudad desde la parte lejana de una loma.
  • - Veo que extrañaba su tierra Nakano-san
  • - Así es, marques Seguchi ¿Acaso usted no extraña Asgard?
  • - Claro que lo extraño, pero es interesante conocer lugares y personas
  • - Eso es algo que no puedo objetarle
  • - Y la gastronomía, no podemos olvidarla. - Rió K uniéndose a la conversación.

 

Los hombres continuaban hablando, Shuichi no les estaba prestando atención, su vista estaba fija hacia otro lugar, hacia el lado este... lejos de la ciudad...

Hacía tiempo que no hablaba, parecía deprimido, ignorando las conversaciones de los otros que de todas maneras no iban para él; la razón de su mutismo era porque tenía muchas cosas en la cabeza, cosas que no podía acomodar, entender o asimilar.

 

  • - Será mejor que dejémonos de charlas y llegar al palacio de una buena vez. - Añadió Yuki
  • - Como ordene - Respondió Seguchi.
  • - Hiro. - Hablo finalmente el pelirrosa con voz monocorde, haciendo que Yuki, Thoma y Hiro voltearan a verlo, mientras que Yuki solo miraba hacia enfrente pero prestándole toda su atención. El viento agitaba un poco sus cabellos magenta, provocando que sus ojos no se vieran.
  • - ¿Sí? - Pegunto Hiro al ver que se había quedado completamente callado
  • - Dile a mi hermano que los veré en la cena - Añadió como una orden sin dejar de ver al este.
  • - A la orden - Respondió el pelirrojo con calma.

 

Hiro no podía negar que se había enojado por la irresponsabilidad del menor, pero cuando el rubio le ordeno que no le dirigiera la palabra al chico a menor que fuera necesario y que sería así hasta que volvieran a Turandot, se sintió mal pero obligado a seguir esa orden, porque sabía que haría escarmentar al menor, era la única manera para que el menor se diera cuenta de que las cosas que hacía tenían serias consecuencias.

Pero ahora que veía de esa forma a su príncipe se daba cuenta de que se les había pasado la mano; y no podía evitar sentirse mal por ello.

 

  • - Nos vemos - Se despidió y jalo de la correa de su caballo para ir hacia donde dirigía la vista y comenzar a cabalgar con un rápido trote.
  • - ¿A dónde va? - Pregunto Yuki al pelirrojo.
  • - Con la persona que más quiere
  • - ¿Ehh? - Yuki sintió algo muy desagradable en su pecho y la boca de su estómago, una compresión que le causaba un dolor agudo muy intenso...... sentía celos. ¡¿Quién era esa persona?!

 

+-+-+-

 

Avanzaba a todo galope por entre los prados, con la vista fija en frente y los pensamientos puestos en llegar hasta su destino......... pero aunque su mente se concentraba en eso, sus sentimientos estaba completamente revuelto; llenos de dudas y decisiones que no podía tomar.

Todas las noches se había quedado observando aquel sobre por largas horas, pensando en sí debía abrirlo o no ¿Qué era lo mejor? No lo sabía, porque de hecho no había nada "Mejor" en todo eso. Solo sabía que no se atrevía ni a abrirlo ni a romperlo, pero que deseaba con todo el corazón saber el verdadero nombre de Yuki......... conocer su historia.

 

+-+-+-

 

Llegaron hasta el recinto principal; en dónde se encontraba Ryuichi esperándolos.

 

  • - Rey - Saludo Yuki haciendo una pequeña reverencia siendo seguido de los otros 3.
  • - Tardaron más de lo planeado ¿Acaso hubo algún problema? - Pregunto Ryuichi con calma.
  • - Pequeñas complicaciones de viaje, solo eso. - Dijo Yuki con calma.
  • - Ya veo. - Musito entrecerrando los ojos; sabía que algo más había sucedido, porque cuando pregunto el rubio presionó levemente los labios. Por el momento no iba indagar, esperaría un poco para después preguntar por todos los pormenores del viaje. Volteo el rostro hacia los lados y después miro a Yuki. - ¿Y mi hermano? - Pregunto sin más
  • - Perdone la intromisión rey. - Dijo Hiro dando un paso hacia enfrente. - El príncipe pidió una disculpa por no estar presente; dijo que regresaría al ocaso - Anuncio Hiro.
  • - ¿A dónde fue? ¿A la cañada?
  • - No, en dirección contraria
  • - ... - Sonrió de forma comprensiva. - Comprendo.
  • - ... - Yuki lo miro de forma fija, no le gustaba esa mirada y mucho menos no saber que estaba sucediendo.
  • - Deben estar cansado; vayan a descansar, les veré en la cena.

 

K, Thoma y Hiro hicieron una pequeña reverencia para después retirarse a sus habitaciones. En efecto, estaba cansados después del viaje ¿Quién no lo estaría después de cabalgar por tanto tiempo?

Sin embargo, Yuki no se movió de su lugar y solo se quedo observando al rey de Turandot.

 

  • - ¿Sucede algo? - Pregunto ladeando la cabeza un poco.
  • - Disculpen mi intromisión pero... me gustaría saber a dónde se dirigió - Cuestiono Yuki.
  • - ¿Eh? ¿Acaso no lo sabe? - Pregunto con total inocencia.
  • - ¿Saber qué?
  • - Shuichi fue a ver a la persona que más quiere en este mundo. - Sonrió de manera amistosa, demostrando que todo estaba bien
  • - ...... - El rubio no pudo evitar fulminarle con la mirada y apretar los dientes ¿Qué clase de respuesta era esa?
  • - ... - Ryu se dio cuenta de su enojo, pero no le prestó mayor atención y respondió correctamente. - Fue a hacer una visita a la abuela
  • - ...
  • - Al cementerio real

 

+-+-+-

 

Shuichi llego a un enorme campo lleno de lápidas de mármol blanco, caminaba  casi por inercia por el lugar, hasta que llego a una capilla grande y sin pensarlo mucho abrió las grandes puertas de madera, las cuales hicieron un horrible sonido a vejez.

Con lentitud camino por el largo pasillo, sus pasos con trabajos se escuchaban en el silencioso lugar.

En el atrio se encontraba una hermosa estatua de Natura elaborada con mármol; a sus pies un ataúd de piedra gris, a simple vista exageradamente pesada, y labrada en la tapa se encontraba el relieve la figura de una mujer en pose mortuoria

Se detuvo a un lado de esta y con su mano acaricio el frío y duro lecho de muerte.

 

  • - Abuela... me haces mucha falta - Musito al mismo tiempo que ponía una débil sonrisa y sus ojos se cristalizaban un poco.

 

Bajo el rostro, dejando que sus cabellos cubrieran sus ojos, pero claramente se podían ver delgadas y brillantes lágrimas resbalando por sus mejillas.

 

Siempre me contabas de tus viajes, de los lugares que conocías, de los paisajes, de las personas.........

Y yo...... Yo solo deseaba conocer más y más, tus historias no solo me arrullaban para dormir, me hacían soñar esos lugares, imaginarlos...... y creer que viajaba a tu lado...

Cuando te ibas de viaje me dejabas llorando, prometiendo que volverías pronto; y cuando volvías, corría hacia ti para escuchar tus aventuras y haciéndote prometer que cuando creciera me llevarías contigo y me enseñarías todos los lugares que conocías

 

Sorbió la nariz levemente, pero sin secar las lágrimas que resbalaban sin control por sus mejillas levemente teñidas de carmín por el llanto.

 

Y cuando enfermaste... Ahh...  Cuando enfermaste dejaste tus excursiones, pero nunca dejaste contarme historias ni de jurarme que yo pronto viajaría y recorrería el mundo. ¡Qué tonto fui! Porque yo creía que te pondrías bien y viajaríamos los dos juntos............ nunca entendí en realidad esas palabras, no quise entenderlas......

 

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  • - ¿Al cementerio real?
  • - Shu hizo la promesa de que cuando saliera de viaje, a la primera persona a la que vería al volver sería a ella.
  • - La persona que más quiere en este mundo. - Musito el rubio, comprendiendo finalmente esas palabras, ese cariño tan intenso que Shu le guardaba a su abuela.
  • - Hubo problemas en el viaje ¿verdad?
  • - ¿Eh? - Pregunto Yuki desconcertado, pues no esperaba esa pregunta que más bien era una afirmación; Ryuichi era demasiado perspicaz.
  • - Cuando mi abuela estaba viva; Shu siempre recurría a ella, sobre todo cuando se sentía triste o confundido. ¿Sabes? Aún lo hace.
  • - ......
  • - Shu era muy pequeño cuando mis padres murieron, y refugio todo ese cariño en nuestra abuela. Ella también lo quería mucho, era su pequeño angelito.
  • - ......
  • - Solo a ella obedecía, solo con ella se refugiaba cuando tenía miedo, solo a ella le contaba sus problemas, solo en ella confiaba para aprender...... y por lo mismo, solo ella podía llamarle la atención.
  • - ......
  • - Y aunque viajara mucho, siempre tenía tiempo para sus niestos......
  • - ...
  • - Sin embargo, un día enfermo...... y esa misma enfermedad la llevo a la tumba en pocas semanas.
  • - ...
  • - Aún así, ella nunca se estuvo triste ni mostraba su dolor delante de Nosotros. Shuichi, no sabía que le quedaban pocos días de vida, él creía firmemente que se mejoraría pronto. Y ella jamás le dijo la verdad, nadie podía decirle.
  • - Debió ser muy duro para él cuando ella falleció.
  • - ... -Bajo el rostro, permitiendo que sus cabellos cubrieran sus ojo.
  • - Ese...... fue mi primer error como Rey y como hermano.
  • - ¿Qué?
  • - Shu............ no sabía
  • - ¡...!

 

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Cuando falleciste  yo solo tenía 7 años y no estuve presente en tu funeral... No me dejaron despedirme de ti, no me dijeron que te paso... ¡ME MINTIERON! Me dijeron que te habías curado milagrosamente y te habías ido de travesía... una muy larga...... que tardarías mucho en volver ¡¡MENTIRA!! ¡¡MENTIRAA!!

Dijeron que era muy pequeño para viajar contigo ¿POR QUE ME MINTIERON? ¿POR QUE NO ME DIJERON LA VERDAD? ¡YO TE AMABA! Y NO ME DIERON LA OPORTUNIDAD DE DESPEDIRME DE TI, DE VERTE POR ULTIMA VEZ... ¿POR QUE?

 

El grito del chico inundo el lugar, su voz no se quebró en ningún momento, pero su dolor era muy grande. La irá golpeaba en su pecho con fuerza, las lagrimas resbalaban por sus mejillas sin control alguno, su cuerpo temblaba por impotencia y las fuerzas menguaron en él, dejándose caer de rodillas sobre el suelo, quedando con las manos y la cara apoyadas sobre la tapa, llorando sin consuelo, sacando todo el dolor de su corazón.........

 

¡ODIO QUE YA NO ESTES AQUÍ!

¡¿Por qué?! ¿Por qué no entendí que esa fue nuestra despedida............? ¿Por qué tuvo que ser así, sin que yo supiera? Había tantas cosas que quería decirte.

 

 

 

FLASH BACK

 

La luz del día comenzaba a menguar, dejando el cielo en tonos violetas y naranjas, era una vista hermosa desde la ventana de aquella amplia habitación.

 

  • - Abuelita, abuelita ¡¡MIRA!! - Grito emocionado un pequeño Shuichi de tan solo 7 años, vestido con una sencilla yukata blanca con bordados de flores de Sakura rosa y obi rosa. - Abue, abue. - Llamo de nuevo, corriendo de la ventana hacia el futón sobre el que estaba recostada una mujer.

 

A pesar de tener ya 60 años, su cuerpo se veía más joven: Su rostro estaba pálido era ovalado y con unas leves arrugas  en los ojos y la comisura de sus labios; sus cabellos de color lila estaban sueltos sobre la almohada, enmarcando su cara. Su cuerpo era cubierto por una yukata blanca y frazadas del mismo color.

 

  • - Abuelita, despierta, tienes que ve resto.
  • - Mm.. La mujer gimió ligeramente y entreabrió sus cansados ojos de color violeta oscuro, sonriéndole de manera débil a su pequeño nieto. - ¿Qué pasa, angelito?
  • - Mira abue, mira ¡¡Pájaros!!

 

La mujer volteo a la ventana y vio una parvada de aves volando hacia el horizonte, perdiéndose entre los colores del atardecer. Pero después desvió su vista hacia su pequeño nieto, viendo lo feliz que estaba, aquel brillo tan especial en sus ojos y era infinita sonrisa que siempre tenía en la cara.

No pudo evitar sentirse melancólica, pues algo le decía que no volvería a ver a su pequeño nieto de nuevo.........

Con cuidado y debilidad levanto su mano y alcanzo los cabellos del niño, acariciándolos

 

  • - ¿Eh? - Shu volteo a verla con extrañeza.
  • - Te quiero mucho, mi pequeño angelito
  • - Yo también te quiero mucho abuelita ¡¡Te quiero de aquí a las estrellas!! - Añadió con felicidad.
  • - Ven, amor, dale un beso y un abrazo a tu abuela.
  • - Te voy a dar miles.

 

Se acomodo casi sobre ella, beso la mejilla de la mujer y después la abrazo, rodeando su cuello con sus delgado bracitos, escondiendo su rostro en el pecho de la mujer y sonriendo muy feliz.

Ella pudo sentir el escaso peso del niño, y el calor que emanaba su cuerpo. Quería recordar ese momento con su nieto; sabiendo que era el último......... porque algo le decía, que ya no le quedaba más tiempo............ que era la hora de partir.

Sintió un nudo en la garganta y una opresión en su pecho al mismo tiempo que las lágrimas empezaban a formarse en sus ojos.

La muerte no le dolía por ella, ya había vivido muchas cosas buenas y malas; había ayudado a su pueblo, se había enamorado y se había desilusionado; había concebido un maravilloso hijo que se caso con una gran mujer y que lamentablemente se habían adelantando a ella. Había tenido dos hermosos y angelicales nietos que la querían mucho......... y eran estos dos los que más le dolían; porque ahora tendrían que arreglárselas solos.

Pobre Ryu, tomaría la corona siendo tan joven, tan inexperto; pero era inteligente, sabría cómo hacer las cosas bien, confiaba mucho en él.

Pobre Shu, no recordar a sus padres y ahora perder a su abuela ¿Qué culpa tenía? Era solo un niño.........

Pero el destino es así: solo dice quién, cuándo y cómo muere, sin importar a quienes se deje.

 

  • - ¿Te lastimo? ¿Te duele? - Pregunto Shu al sentir un pequeño sollozo de su abuela.
  • - No, cariño. Así estoy bien. - Respondió
  • - ... - Shu se enderezó un poco y la miro. - Abuelita, no llores. Yo voy a estar contigo, siempre voy a estar contigo.
  • - ... - Sonrió de forma dulce, lo acercó a ella y beso su frente. - Lo sé, mi cielo. Yo también voy a estar contigo. Lo abrazo de nuevo, haciendo que su oído quedará pegado a su boca. - Y voy a cuidarte para que nada malo te pase. - Acaricio sus cabellos con suavidad, con una débil pero sincera sonrisa en sus labios, mientras las lágrimas escurrían de sus ojos sin control alguno.

 

FIN FLASH BACK

 

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  • - Yo......... tome decisiones que no me correspondían......... creyendo, ingenuamente, que le hacía un bien a mi hermano.

 

FLASH BACK

 

La noche estaba llena de estrellas y la ventana estaba abierta, dejando entrar una cálida brisa nocturna.

Sobre el futón estaba Noriko, respiración con dificultad, su piel estaba fría casi traslucida.

Ryuichi, con tan solo 15 años, estaba arrodillado a un lado de ella, viendo lo mucho que sufría mientras un galeno la examinaba. Pero después de unos minutos de estar evaluándola, solo pudo levantar la vista hacia el joven y negar con la cabeza, haciendo que las lagrimas escaparan de sus ojos azules. El hombre guardo todas sus cosas y se retiro en silencio; sabiendo que ese era un momento privado para la familia, mientras que Ryu trataba de secarse las lágrimas con su mano libre, tenía que ser fuerte.

 

  • - Ahh... ahh...... Ry... ryu...... - Musito la mujer entreabriendo sus ojos y viendo a su nieto.
  • - Aquí estoy abuela.
  • - ...¿qué......... quhe... dijo......? - Pregunto.
  • - Dice que es una recaída, solo eso... que te vas a poner bien.
  • - ... - Sonrió con las escasas fuerzas que tenía. - ...men...tih...roo...sooh...
  • - ¿eh?

 

La mujer abrió los ojos y lo miro, demostrándole que a ella no podía engañarla.

Los ojos de Ryu se llenaron de lágrimas una vez más... y esta vez no pudo contener su llanto.

 

  • - ¡Abuela! - Dijo el menor soltando la mano de la mujer y abrazándola, llorando sin desconsuelo y mojando sus ropas.
  • - ...no... llores......... cielo... no llores...... todo... estará bien......... yo...... estaré con ustedes......

 

No supo cuanto tiempo estuvo llorando; de lo único que fue consciente es que no quería soltar a su abuela. Se quedaron así por largo rato, sin decir nada para que la despedida fuera menos difícil.

Los dos sabían desde hacía tiempo que eso pasaría; pero era difícil de aceptar.

 

  • - Te quiero mucho, abuela.
  • - ...yo también...... te... quiero... mucho...... ange...lito... - La voz apenas y le salía en un rasposo murmullo que poco a poco se iba apagando en su garganta.

 

La noche continuó su transcurso de forma lenta, solo podían escucharse las suaves y acompasadas respiraciones de los dos...... dejando que los segundos se convirtieran en minutos... y luego en horas..................

Fue en la madrugada de la siguiente noche, cuando un Ryuichi somnoliento sintió como la mano que estaba sobre sus cabellos resbalo lentamente hasta llegar al suelo; eso fue necesario para saber lo que había sucedido.

No quiso moverse de su lugar, el nudo en su garganta no le permitió hablar y las lágrimas volvieron a aflorar de sus ojos al mismo tiempo que abrazaba con más fuerza el cuerpo de su abuela.

No se dio cuenta de cuando el cielo comenzó a aclararse, pero sabían que ya habían transcurrido algunas horas; y hasta entonces fue consciente de qué no podía quedarse toda la vida ah, abrazando y llorando a su abuela; tenía que reponerse por su propio bien, por el bien de su pueblo y por el de Shuichi... eso era lo que Noriko hubiera querido.

¡¡Shuichi!! De repente recordó a su hermano ¿Cómo le iba a explicar? ¿Cómo decirle que su abuela no volvería a abrir los ojos? ¿Ya no lo vería? ¿Cómo hacerle entender a un pequeño que la persona que tanto amaba ya no estaba ahí? No...... no, no sabía cómo......... no...... no podía...... no quería verlo llorar; debía pensar rápido que iba a decirle ya que el tiempo se le estaba terminando; en cualquier momento Shu despertaría y querría ver a su abuela para darle los "buenos días"

 

FIN FLASH BACK

 

 

 

  • - Shuichi tenía 7 años ¿Qué podía entender de la vida y la muerte? ¿Cómo le podíamos explicar que ella no volvería? ¿Qué ella había muerto? - Comento.
  • - ¿Qué le dijo?
  • - Que se había curado milagrosamente y se había ido de viaje mientras él dormía. Que sería una travesía muy larga y tardaría en volver. - Respondió - Eso fue lo único que se me ocurrió.
  • - ...
  • - Sé que solo tenía 15 años y no tenía experiencia en nada; pero esa es una excusa a la que no puedo recurrir; no debí engañarlo.
  • - ...
  • - En fin. Shuichi se enojo mucho con mi abuela, dijo que ella le prometió que lo llevaría es su próximo viaje; y en su arrebato se encerró en sus aposentos una semana entera
  • - ......
  • - Varias veces me preguntaba por ella, me pedía que la hiciera volver. Que ahora que ya era Rey podía hacerla venir.
  • - ......
  • - El decía que al ser Rey podía hacer lo que quisiera... que la hiciera regresar para que nunca más lo dejara.
  • - ...
  • - Le ocultamos la verdad por 3 años
  • - ...
  • - Pero no lo descubrió de la peor manera.
  • - ¿Cómo?
  • - Por terceras personas.
  • - ......
  • - Una vez, vino un conde de otro reino y pidió asilo en el palacio. Durante la cena, él hombre comento algo como: "La emperatriz Noriko era una gran mujer, es una lástima que haya muerto"
  • - ¡...!
  • - Shu no supo como tomar esa noticia. Es la primera y única vez que lo he visto de esa manera.

 

FLASH BACK

 

  • - No es verdad ¡No es verdad! ¡¡¡DIME QUE NO ES VERDAD!!! - Grito Shuichi con fuerza, viendo a su hermano, quien lo miraba con preocupación.
  • - Shu, cálmate. - El castaño trato de acercarse a su hermano, pero este retrocedió sin dejar de verlo.
  • - ¡¡¡CONTESTA!!!
  • - ......
  • - Dime......... - Se le quebró la voz. - Dime que no es cierto......... dime que ella volverá.
  • - ...yo...... ahh... Shu......... lo siento... pero...
  • - ¡¡¡NOOO!!! - Grito Shuichi, retrocediendo y agarrando su cabeza por los costados, negándose a creer lo que acababa de escuchar. Eso era cierto ¡Era imposible! - No... no... no... ¡NOOO! - Sin poder evitarlo se soltó a llorar, cubriéndose la cara con ambas manos mientras llamaba una y otra vez a su abuela
  • - Shu. - Susurro el rey con melancolía, solo para después acercarse a su hermano y tratar de abrazarlo.
  • - ¡NO ME TOQUES! - Grito, agitándose y retrocediendo como podía para alejarse de Ryuichi.
  • - ¡Shuichi!
  • - ¡NO ME TOQUES! ¡NO QUIERO QUE TE ME ACERQUES! ¡¡NO TE ACERQUES A MI, NUNCA!! ¡¡NUNCA MÁS ME VUELVAS A HABLAR!!

 

Aquella palabras le dolieron en el alma al castaño, quien solo pudo bajar la cabeza y permitir que sus ojos se ocultarán detrás de sus cabellos.

 

  • - Me mentiste...... me mentiste...... ¡Me mentiste!
  • - .........
  • - ¡¡TE ODIO!! - El menor se puso de pie lo más rápido que puso y se echo a correr
  • - ¡¡Shuichi!! - Ryu corrió detrás de él... pero Shuichi siempre había sido muy rápido y no pudo alcanzarlo

 

FIN FASH BACK

 

 

 

  • - Ese día se enojo como nunca antes o después lo ha hecho. Grito que me odiaba y después escapo del palacio.
  • - .........
  • - Desapareció por días, no podíamos encontrarlo en ningún lado.
  • - .........
  • - Esos han sido los cuatro días más angustiantes de toda mi vida
  • - ...
  • - Lo encontraron al anochecer el cuarto día, escondido en la capilla donde yace el cuerpo de mi madre, oculto en un pequeño hueco bajo los escalones, no sabemos cómo se metió en ese lugar.
  • - ¡...!
  • - Estaba muy grave; neumonía crónica por el frío y la humedad.
  • - .........
  • - La fiebre lo hacía delirar y llamarla una y otra vez.......
  • - ¡...!
  • - Fue una angustia terrible; porque los médicos habían dicho que era probable que Shu no sobreviviera.
  • - .........
  • - Pasó casi una semana para que se recuperará......... pero seguía molesto.

 

FLASH BACK

 

Entreabrió sus ojos, no sabía qué hora era, ni que día ni nada......... solo sabía que se sentía cansado, le dolía la cabeza, le raspaba la garganta y le dolía el pecho cada vez que respiraba.

Sintió una mano más grande sujetando la suya, bajo la mirada y pudo ver claramente como su hermano estaba ahí, recostado a su lado, sosteniendo su mano y dormitando. Quiso sonreír y hablarle para despertarlo, pero entonces recordó lo que había sucedido días atrás, de la terrible noticia de la que se enteró. Y todo ese cariño que sintió se transformo en un sentimiento nada agradable. Jalo su mano para que Ryuichi ya no la sujetara, pero ese movimiento hizo que el mayor despertara.

 

  • - Mmm... - Gimió Ryu entreabriendo los ojos y viendo a su hermano, quien en esos momentos lo miraba a la cara con sus grandes ojos color amatista, los labios cerrados y una expresión neutral en su rosto. - ¡Shuichi! - Dijo animado al verlo despierto.
  • - ...... - Pero el otro no respondió.
  • - ¿Cómo estás? ¿Te sientes mejor? - Le puso la mano en la frente. - Ah... ya no tienes temperatura.
  • - ...... - Shu tomo la mano de su hermano por la muñeca y la quito de su frente, pero Ryu no le tomo importancia a ese gesto
  • - Me tenías muy preocupado.
  • - ......
  • - Debes tener hambre ¿verdad? Te pediré algo de comer, dime ¿Qué se te apetece?
  • - ......
  • - ¿eh? ¿Shu?
  • - ......
  • - ¿Qué te pasa? ¿Te sientes bien?
  • - ...
  • - Shu, dime algo, por favor.
  • - ... - El menor abrió la boca y una sola frase salió de su boca. - te odio.
  • - ¡...!
  • - ... - El menor no le prestó atención a la cara de su hermano, simplemente se giro para darle la espalda, cerró los ojos y trato de dormirse una vez más, pues estaba muy cansado.

 

FIN FLASH BACK

 

  • - No lo culpo por haberme dicho eso, estaba muy lastimado y quería desquitarse con alguien.
  • - Pero le dolieron esas palabras; aún le duelen.
  • - Claro que me duele. Lo dijo de una forma tan cruel.
  • - ......
  • - Esa fue la última vez que escuche su vos. No hablo para nada los 3 meses siguientes , no sonreía, no jugaba, poco comía y casi no dormía; era como si estuviera sonámbulo
  • - ...
  • - Después comenzó a hablar de nuevo, pero siempre eran monosílabos o frases cortas; solo lo necesario, aunque nunca dirigidas a mí; a mí solo me veía con frialdad.
  • - ......
  • - ¿Imagina esos dulces ojos con una mirada fría? Duele ¿No crees?
  • - ... - Yuki no pudo evitar imaginarlo y asentar con la cabeza, porque no había duda alguna de que no quería verle esa mirada al chico.
  • - Le tomo más de un año asimilar la noticia y salir de ese estado, poco a poco su actitud para conmigo fue cambiando, pero nunca nos perdono que no le dijera la verdad esa vez.

 

El rubio analizó toda la historia, nunca hubiera esperado escuchar que Shuichi viviera algo así, si bien, desde que conoció al chico se dio cuenta de que este era un imán para los problemas; lo que había vivido de niño era el colmo de la exageración.

La emperatriz Noriko había sido una mujer muy especial para Shuichi, la persona más querida de su infancia y por la que más lágrimas habia derramado. Una persona que le dio todo su cariño, apoyo y protección; alguien que lo aconsejaba y lo reprendía cuando era necesario. Un pilar fuerte y firme tras el cual se sentía seguro. ¿Podía él ofrecerle eso a Shuichi cuando no le había confiado ni su propio nombre?

 

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El sol comenzaba a ponerse, haciendo que la capilla se viera en tonos naranjas.

Shuichi ya se había calmado... había descargado una ansiedad que no sabía bien de dónde venía, quizá de todas las cosas que había vivido en el viaje de Zahara, quizá de esa ley de hielo que le impusieron, quizá de mucho más atrás ¡A saber! Pero como fuera, ahora podía sentir como el aire entraba libre a sus pulmones y también tenía la cabeza un poco más clara.

Ahora sí podía hablarle a su abuela de aquello que tanto quería contarle.

 

¿Sabes? Conocí a un hombre; no por mi gusto pero sí por mi culpa. Él fue quien vino a mí, todo por mi tonto jueguito para no casarme ¿Te acuerdas de la promesa que te hice? ¿La de no casarme nunca? Bueno, para eso fue el juego que hice... pero este hombre logro ganarme, y me dio mucho coraje.

Aun no se su nombre, yo le llamo Yuki porque me recuerda a la nieve: es fría blanca brilla con la luz del sol y también es......... hermosa.

 

Sus mejillas se tiñeron de carmín sin poder evitarlo al recordar aquel rostro perfecto, con cabellera rubia, unos penetrantes ojos color ámbar y una sonrisa torcida que le venía de maravilla.

 

Ese hombre es así: frío y atractivo, pero cálido como el sol cuando quiere. Es el Príncipe de Argard.

Y es sobre él que quiero hablarte. Este hombre me ha ayudado muchas veces, me ha salvado la vida; me cuida, se preocupa, me protege, e incluso ha arriesgado la vida por mí. Creo que nadie antes lo ha hecho, al menos no como lo ha hecho él...... como si no le importará nada con tal de salvarme.........

Este hombre me hace sentir extraño: muchas veces me hace enojar, hasta parece que le gusta molestarme; pero cuando necesito ayuda es el primero en estar a mi lado. También me ha abrazado, y cuando lo hace, mi corazón late con mucha fuerza, como si quisiera salirse de mi cuerpo ¿Por qué abuela? ¡No lo entiendo!

Al principio me negaba en tratarlo y casarme con él... pero ahora......... creo que no me importaría casarme con él y romper mi promesa.

En muchas ocasiones me recuerda a ti, pero a él lo veo diferente que a ti, y lo que siento por él es diferente a lo que sentí por ti......... pero......... ¡No lo entiendo! ¡¡No sé que siento!!

Me siento feliz pero con miedo, quiero que me abrace al mismo tiempo que quiero que me suelte; deseo estar a su lado así como quiero que se aleje de mí lo más posible...... Me confunde, y detesto sentirme así.

A veces creo que hubiera sido mejor no conocerlo; pero en cuanto este pensamiento llega a mi cabeza lo desecho porque............ no sé porque......

Me mira, me habla, me abraza, me acaricia, me besa... de una forma que me hace desea que no deje de hacerlo nunca.

Cuando Yuki es dulce me hechiza, con un pequeño vistazo logra que quede prendado a él ¿Por qué?

¿Sabes? Él día de la boda me escape, diciéndole que nunca sentiría nada hacia el y accidentalmente caí al fondo del mar.........  y él me salvo arriesgo su vida... y esa noche me dijo que si no quería casarme, investigara su verdadero nombre.

 

Saco el sobre de entre sus ropas y lo miro fijamente

 

Tengo la respuesta en mi mano, en este sobre que me entrego la princesa Ayaka, pero no me atrevo a abrirlo.

Abuela ¿Qué debo hacer? Cuando llegue a ese lugar, solo quería saber su nombre, aún quiero saberlo...... pero no sé si quiero saberlo de esta manera o que sea él quien me lo diga......

Me dijo que si se lo preguntaba me respondería, pero creo que ya no lo hará, porque está enojado conmigo, sé que hice mal pero tampoco era para que actúe de esa forma; estos días ha sido muy cruel conmigo, me duele que sea así...... Creo que finalmente logre fastidiarlo...... creo que ya me odia ¿Es eso abuela? ¿Yuki me odia? ¿Por ser tan caprichoso? ¿Por ponerlo en peligro tantas veces?

 

Shu se puso una mano en la mejilla, recordando el momento mismo en el que el rubio lo había abofeteado.

 

  • - ¿Me odias, Yuki? - Musito

 

"Si algo te hubiera sucedido... yo..."

 

No sé qué pensar.

 

La noche cayó finalmente, el lugar se oscureció completamente y Shuichi con trabajos podía ver algo frente a sus ojos gracias a la luz de la media luna que había sobre el firmamento. Eso quería decir que ya era hora de volver, pues el camino hacia el palacio era un poco largo.

Suspiro y se levanto del frío suelo, sintiendo su cuerpo levemente entumecido.

 

  • - Te traje un regalo. - Dijo mientras buscaba entre sus ropas y sacaba el brazalete que había ido a comprar. - No podía decidirme por ninguno, pero el señor me dijo que este brazalete atrae la fortuna. - Añadió mientras dejaba sobre la lápida un brazalete de color dorado que tenía colgadas varias hileras de monedas que brillaban un poco con la escaza luz de la luna. [ http://www.artesanias-egipcias.com.ar/DSC01785SC-640X480.jpg ] - Vendré a verte en otra ocasión, nos vemos después abuela, muchas gracias por escucharme, por favor, ayúdame a tomar la mejor decisión.

 

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Medía noche y Shuichi no volvía.

Yuki seguía despierto, pues había decidido no dormir hasta saber que ese baka estuviera a salvo es el palacio.

Caminaba por el pasillo sin rumbo fijo mientras pensaba que ese chico ya se había tardado demasiado...

¿Estaba preocupado? La respuesta era un rotundo sí; pero para él era imposible preocuparse por el chico, sobre todo porque ese joven era un experto en meterse en problemas.

No podía dejar de pensar en el pelirrosa y en lo mal que se veía durante el viaje de regreso a Turandot; no le quedaba duda alguna de que se le había pasado la mano con el chico, pero es que tenía que hacer algo así para ver si el menor reaccionaba y dejaba de ser tan espontaneo e irresponsable con sus decisiones ¡¿Qué acaso no se daba cuenta de que algo malo podía sucederle?! Pues sin duda era así porque de lo contrario sería más prudente.

Quizá debía hablar con él y aclarar las cosas, tal vez decirle sus sentimientos, pero no sabía cómo comenzar una conversación con él.

 

  • - ¿shuichi...? - Musito al ver una silueta moverse con algo de rapidez por un largo pasillo.

 

El pelirrosa caminaba en la oscuridad, en un silencio abrumador, sus pasos no se escuchaban, su vista apenas alcanzaba a enfocar el lugar con la escasa luz de la luna. Se detuvo frente a la puerta de su recamara y un suspiro liviano salió escapo de sus labios sin siquiera darse cuenta, pues nadie lo había visto entrar, lo que significaba que no podrían regañarlo por llegar tan tarde.

 

  • - ¿te has dado cuenta de la hora? - La voz de Yuki atrás de él le hizo dar un respingo pues no lo había escuchado llegar.
  • - no haga eso... me asusto - Respondió para voltear a encararle, los 2 hablaban en voz baja, solo audible para ellos y de esa manera no despertar a alguien más.
  • - no has respondido a mi duda
  • - pues si..., ya sé que pasa de media noche, pero no pude llegar antes. Lo siento... un momento ¿por qué lo voy a sentir? ya estoy en mi país, así que no le debo explicaciones a usted.
  • - pero tampoco es para que llegues a esta hora
  • - ahora me va a decir que debí avisarle ¿cierto? pero sabe, ya no estamos en Zahara y en Turandot yo puedo cuidarme solo...
  • - si, quedo visto la última vez - Añadió con gran sarcasmo
  • - ¿Qué ha dicho? - Le gruño alzando un poco la voz.
  • - no levantes la voz, todos están durmiendo, no creo que quieras despertarlos ¿o sí?
  • - ... - Sin poder evitarlo se cubrió la boca con ambas manos.
  • - no te estoy recriminando nada, solo te digo que ya es tarde para estar fuera
  • - ¿y qué?
  • - ¿cómo que: y qué? que estés en tu país no quiere decir que no pueda pasarte algo
  • - ¿no me diga que estaba preocupado?
  • - pues si
  • - me subestima ¿acaso cree que no puedo cuidarme yo solo? ya no soy un niño, cumplí la mayoría hace más un año
  • - la madurez no se marca con la edad, no por eso ya eres invulnerable; además, no sabes cuidarte o eso es lo que has demostrado en todo este tiempo; baka
  • - ¡No me diga baka!
  • - No grites

 

Silencio por unos segundos, solo viéndose a los ojos de forma.

 

  • - ¿me va a decir que necesito protección y que usted me la dará? - Soltó
  • - eres necio
  • - lo herede de mi abuela
  • - si ya lo sé; así como también sé es dónde estabas
  • - ¿qué? ¿có...? ¿se lo dijo mi hermano cierto?
  • - si, ¿y qué?
  • - Bueno. - Cruzo los brazos. - entonces ya sabe todo sobre mi, sin embargo yo no sé nada sobre usted
  • - vamos de nuevo con lo mismo ¿no piensas quitar el dedo del renglón?
  • - no hablo solo de su nombre
  • - ¿...?
  • - Hablo te todo lo demás
  • - ...
  • - ¿quién es? ¿Qué quiere? ¿Por qué vino?
  • - ......
  • - ¿por qué me odia?
  • - yo no te odio
  • - ¡claro que me odia! después de esa tormenta comenzó a odiarme ¿no es así?
  • - ¿de dónde sacaste semejante tontería?
  • - no es tontería, es la verdad
  • - claro que no - Dijo para levantar una mano y acariciar su mejilla con suavidad. - ¿cómo podría odiarte? - la pregunta salió de manera muy suave de sus labios, mientras que aquella dulce caricia alejaba esos pensamiento de la mente del menor...... sin embargo eso solo confundió más los revueltos sentimientos de Shuichi.
  • - ¿qué quiere? ¿qué busca de mí? ¿por qué me protege tanto? no lo entiendo, me cuesta trabajo comprenderlo...
  • - ...
  • - esa mirada, esos abrazos, esas caricias, ese tono de voz, esa sonrisa, esos besos, esa ayuda...
  • - ...
  • - ¿qué es lo que quiere?
  • - te lo diré si me dices que quieres tú...
  • - no me evite la pregunta - Le gruño para después bajar su rostro. - siempre hace lo mismo.
  • - ......
  • - no importa cuántas veces lo haga, siempre evita mis preguntas.
  • - yo sé muy bien lo que quiero
  • - pues entonces, dígamelo. - Levanto del nuevo el rostro, retando a Yuki

 

El silenció reino por unos segundos, en donde ambos se  ambos viéndose fijamente a los ojos, la mirada de Shuichi pedía respuestas a su duda y Yuki no se la estaba dando...

Mientras que el rubio analizaba si era correcto lo que quería hacer...... pero ya verdad es que ya no podía con tanto...... lo quería, lo deseaba...... lo amaba.

 

  • - lo que quiero... - Susurro al mismo tiempo que tomaba el rostro de Shuichi por su mentón para sostenerle.

 

El corazón del menor dio un tumbo extraño en su pecho, pero también sintió un hormigueo extraño en el estómago mientras veía como Yuki se acercaba a él de forma lenta, notando como el otro entrecerraba los ojos al mismo tiempo que inclinaba levemente la cabeza hacia uno de sus costados.

Inconscientemente los ojos de Shu se entrecerraron al sentir el cálido y suave aliento del rubio sobre su rostro.

 

  • - es a ti... - El susurro sonó muy suave, apenas audible sobre los labios del pelirrosa, para después sellarlos con un suave beso

 

Sus amatistas entreabiertas brillaron con algo de intensidad, un sutil rubor cubrió sus mejillas mientras sentía como sus labios hormigueaban agradablemente al sentir el contacto de la boca de Yuki; notando que el rubio tenía los ojos cerrados.

La temperatura de su cuerpo aumento un poco y su corazón latió con más fuerza, provocándole una sensación agradablemente vertiginosa recorriendo su torrente anguineo.

Y sin saber cómo y por  acto reflejo, cerró los ojos y separo un poco sus labios incitando al rubio a entrar en ella...

 

CONTINUARÁ

Notas finales:

gente baila tangos con la muerte cuando menos se lo espera......... y después descubres que en realidad pudo ser solo un aviso que no fue comprendido de la forma correcta...

Hace como 3 semanas (El 22 de Julio para ser precisa) casi me atropella una ESTUPIDA, xq no la puedo catalogar de otra manera, ya que arranco muy rápido, hablando y riendo por teléfono con una mano, y poniéndose el cinturón de seguridad  con la otra mano ¡Y EL VOLANTE BIEN GRACIAS!

Este fin de semana; me informas que atropellan a una de mis tías y fallece; no pude evitar pensar en que lo mismo me pudo ocurrir días atrás; y que tampoco quedo exenta en el futuro de este hecho.

No sabemos quién fue el que lo hizo; ya que se dio la fuga. Y ahora solo pienso en sus hijos (Unos niños solamente) que ya no volverán a ver a su mamá

No digo esto para que me compadezcan; el año pasado, creo que aprendí a ver y valorar las cosas de otra manera (Aunque no niego que me duele y asusta perder a alguien)

Les digo esto para que se cuiden mucho; en verdad: volteen al cruzar una calle, no se brinquen los semáforos, no se avienten a "valor mexicano", si hay puente ¡úsenlo!, caminen por la banqueta, si es de noche fíjense de los autos, algunos olvidan prender las luces o solo traen los cuartos (Como si no hubieran pagado las luces con todo el carro).

Y si manejan, no lo hagan bajos los efectos de alcohol, drogas o si están muy cansados, nos se pasen los amarillos, enciendan sus luces y espejeen. En verdad; no seamos de esos irresponsables que dicen: "Saber manejar" solo porque saben maniobrar un volante y cambiar velocidades; el estar delante de un volante es una gran responsabilidad que si no estamos dispuestos a tener ¡No la tomemos!

Todos tenemos personas que nos quieren y siempre esperaran nuestro regreso a casa; y el ya no volver a escuchar un "hola" o "ya llegue" es un dolor muy grande.

La muerte es natural, la vida efímera...... entonces, disfrutemos de ese pequeño parpadeo que nos llena de muchas cosas buenas y malas que sin únicas e irrecuperables, pero hagámoslo sin ser irresponsables.

 

Mary:

1976 - 2010.

Te quiero mucho y siempre te querré; no te preocupes por los niños.

Descansa en paz.

 

 

Nos vemos, en verdad cuídense, besos

Matta nee


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