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Turandot por Dulce_Pena_Hime

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Notas del capitulo:

Hola a tod@s mis lectores... les dejo este capítulo para que tengan algo que hacer el fin de semana y no tengan con malos pensamientos XD jejeje... sorry, pero tengo sueño (Xq anoche no dormí más de 3 horas y mis neuronas no carburan bien... ando medio mal jeje)

Dedicado a:

   Hotarubi_iga Por sus ánimos no solo en el review... también por sus platicas en el msn... ¡Muchas gracias amiga! ^^

   Luffisa Por la recomendación de la película de "La fierecilla domada"... no la he encontrado en mi ciudad ¬¬... pero sigo en su búsqueda ^-^ ¡Muchas gracias!

NOTA: La escena de la playa se me ocurrió cuando me fui de vagaciones *//* (algo bueno tenía que resultar de haber ido a donde no quería: un lugar caluroso XD)

PRIMER ACTO: TURANDOT

ESCENA 5: CITA

 

Aquel día el clima agradable: cielo azul sin nubes, sol radiante, clima templado; y para hacerlo más agradable aún: ¡NO HABÍA CLASES!

Thoma había salido con los demás para ver unas extensiones de tierra al otro lado del país, cerca de la frontera con "Nederlanden" un pequeño país con el que tenían tratos de comercio. Él no había querido ir para evitar estar cerca del rubio. Mejor día no había podido tener el pelirrosa desde la llegada de los nobles de Turandot: día sin clases y día sin Yuki ¡Que mejor!

 

 

Andaba por los corredores del palacio, andando con pequeños brinquitos mientras pensaba en ¿cómo disfrutaría de su día libre? Debía planearlo bien, ya que sabía que este no se repetiría con frecuencia con K y Thoma como sus nuevos custodios.

Dio la vuelta en un pasillo y choco de frente contra alguien, por fortuna no iba rápido, ni la otra persona tampoco, por lo que ninguno de los dos cayó al suelo, solo de se estabilizaron un poco por fracción de segundos.

 

  • - Auch. - Dijo sobándose la frente
  • - Fíjate por donde andas... baka. - Le reclamo Yuki mientras se cruzaba de brazos vestía un traje parecido al del chico en color azul con violeta [ http://www.areyouhellbound.com/forum/picture.php?albumid=53&pictureid=1145 el del centro]
  • - ¡Y no me diga Baka! - Hizo un puchero para después mirar al rubio. - ¿Qué no fue con mi hermano y los demás?
  • - Detesto todo eso de extensiones de tierra y demás tramites idiotas. - Dijo con calma
  • - Vaya... y lo dice quien será Rey
  • - Mi deber es ver que mi pueblo este bien, no andar comprando terrenos a diestra y siniestra; que eso lo haga Seguchi que para algo es el consejero real
  • - ......mmm...
  • - Oye ¿Hay algo interesante por aquí?
  • - Eh ¿Interesante?
  • - Ellos estarán fuera hasta tarde y, francamente, no pienso quedarme todo el día dentro del palacio ¡Ni que estuviera loco!
  • - Ya veo... Bueno, si quieres podemos ir a la ciudad.
  • - ¿En serio? - Se acercó al chico, poniendo su rostro a su altura. - ¿Algo así como una cita? - Su voz fue un sensual ronroneo acompañado de una coqueta sonrisa.
  • - ¡¡...!! - El rubor cubrió sus mejillas. - To-tonto ¡Claro que no! - Dijo muy avergonzado, retrocedido dos pasos y mirando hacia otro lado.

 

Yuki sonreí ante aquella reacción; lo había notado unos días atrás, siempre que le decía algo así al chico, le sonreía o lanzaba algún piropo... el chico se sonrojaba e insultaba por la pena que le daba que le hablaran de esa forma, puesto que no sabía cómo actuar... y eso era algo que le encantaba al rubio, una reacción completamente natural, ingenua y, hasta cierto punto, atrayente.

 

+-+-+-

 

Era una ciudad grande, varias casas de estilo oriental se dejaban ver por ambos lados de las calles, la mayoría de un solo nivel. Las calles eran amplias y por ellas se dejaba ver gran cantidad de gente, una ciudad alegre y viva.

 

  • - Buen día, príncipe Shuichi. - Saludaban las personas que se encontraban al chico caminando por la calle, deteniéndose y haciendo una ligera reverencia.
  • - ¡Hola, buen día! - Saluda el chico con una gran sonrisa y sin dejar de caminar, siendo seguido del rubio, quien veía a la gente y cuando estos le saludaba él lo hacía con un "buen día" de forma tranquila.

 

La gente que iba quedando tras ellos se juntaba para murmurar sobre la "joven pareja" que salía a dar un paseo... no paraban de hablar de "la primera cita", de lo bien que se veían juntos, y que sus ropas hacían un juego completo.

Yuki escuchaba lejanamente las palabras, sonriendo discretamente al ver las habladurías que levantaban sus presencias y más altanera se volvía su sonrisa la notar que el chico trataba de mostrarse tranquilo pero que no dejaba de murmurar molesto cosas como: "no es cierto" "no me voy a casar" "ya dejen de decir que somos novios" etc., etc., etc.

 

Era bien sabido que Turandot era de los reinos más abundantes en recursos naturales que existían sobre toda Gaia; tampoco le era difícil de comprender que entre los aldeanos y el príncipe existiera buena comunicación, pues ahora que ya había tratado más a Shuichi se daba cuenta de que él chico era muy sociable, dulce y sincero, sin duda alguna todos en su reino le querían. El rubio no se sorprendía de nada, ni de la magnificencia del pueblo ni la relación que los aldeanos tenían con Shu.

 

  • - ¡Frutilla! - Grito emocionado mientras corría hacia un puesto.
  • - ... - Yuki suspiro y lo siguió hasta el dichoso puesto, viendo como el chico no dejaba de ver aquella fruta.

 

En ese momento se le había olvidado todo el coraje que estaba guardando por haber escuchado un "que hermosa pareja hacen"

 

  • - ¡Se ven deliciosa! - Dijo fascinado, mirando las fresas como si fueran las últimas del mundo.
  • - Y ¿Por qué no compras algunas?
  • - Es que... jeje... olvide cargar dinero. - Dijo con un ligero rubor en sus mejillas por la pena
  • - Ahhh... - Suspiro de forma resignada, aunque tal vez eso le ayudaría a tener un punto más a su favor para conquistar al chico ¡Total! ¿Qué más daba comprar un poco de fresas? Estaba a punto de abrir la boca cuando......
  • - Adelante, Príncipe-sama.
  • - ¿Eh? - Shuichi levanto la vista y miro al dueño del local, un hombre de edad avanzada, cabellos, bigote y barba de color blanco
  • - Puede tomar las que guste
  • - ¡¿En serio?! - Dijo muy feliz, con la mirada brillante y una radiante sonrisa en su rostro. - ahh... pero no traigo dinero.
  • - Suficiente me paga con la hermosa sonrisa que acaba de regalarme, príncipe-sama
  • - ¡¡¿De verdad puedo?!!
  • - Por supuesto
  • - ¡Muchas gracias, abuelo! - Shuichi sonrió y cogió cerca de 10 fresas, llevándose una a la boca. - ¡Están riquísimas! - Se giro hacia el rubio y le extendió las manos llenas de fruta. - ¿Quiere una?

 

Por un momento Yuki no dijo nada, simplemente se le quedo mirando fijamente a la cara ¿Ese era el pago de las fresas? ¿Esa sonrisa y esa mirada llena de felicidad? De ser así, Shuichi no había tomado ni el 15% del pago, porque aquel angelical rostro merecía más que solo 10 frutillas. ¡Maldito viejo! Le hizo sonreír como él nunca él había hecho con solo regalarle fruta. ¡Le había ganado la jugada! ¡Se había llevado esa sonrisa que se supone debió haberle correspondido a él!

Un extraño sentimiento inundo su pecho, sentía como le ardía la sangre y como su corazón se oprimía levemente, se sentía molesto. ¿Celos? ¡NO! Claro que no. ¿Su orgullo estaba herido? ¡Si, era eso! Aquel hombre hirió su orgullo al arrebatarle tan hermosa y sincera sonrisa al chico, gesto que él no había logrado en todos esos días.

Apretó los labios y miro por sobre el hombro del pelirrosa, mirando fijamente a ese hombre, quien le regreso la mirada de forma tranquila.

 

  • - ¿Sucede algo? - Pregunto el pelirrosa dejando de sonreír
  • - ... - Miro fijamente al pelirrosa, notando como esa dulce sonrisa se había borrado para mostrar desconcierto total en sus finas facciones
  • - ¿Acaso no le gustan?
  • - ... - Llevo su mano hasta las del chico, tomo una y se la llevo a la boca.

 

Sin duda alguna estaba deliciosas, suave, dulce, jugosa, su boca quedo inundada del sabor de aquella fruta, haciéndole recordar aquel día que pudo inhalar el aroma del pelirrosa, reconociendo que eran muy parecidos. ¿Así sabrían sus labios... su piel?

 

  • - ¿Está muy rica? - Pregunto con una gentil sonrisa.
  • - ... - Lo miro fijamente a los ojos y por una fracción de segundos desvió su vista a aquellos labios que se miraban humectados y dulces. - ... exquisito sabor... - Dijo más que nada pensando en otra cosa que no era la fruta.
  • - ... - Shuichi le sonrió, pues no comprendió el doble sentido de sus palabras. - ¿Seguimos?
  • - Si
  • - Gracias de nuevo, abuelo. - Dijo el chico y continúo su camino, llevándose otra fruta a la boca. - ¡Están muy ricas!

 

El hombre les miro alejarse y sonrió, el sí había notado las reacciones del mayor, y fácilmente pudo distinguir los celos que reflejaron sus ojos cuando le sonrió a él ¿Lo sabía el joven príncipe de Asgard? ¿Comprendería ese sentimiento? Probablemente no, ya que aquel conocimiento que él tenía era algo que le había dado la experiencia, cosa que sin duda alguna les faltaba a ambos príncipes.

 

  • - El amor puede llegar a confundirse con otros sentimientos... pero, sin duda alguna, están hechos el uno para el otro.

 

No lo decía solo porque se vieran bien juntos... aquel hombre era grande, y aquello le daba cierta sabiduría......... sabía leer a través de los ojos... podía ver que esas miradas que ambos se dirigían eran sutilmente diferentes, tan sutil que incluso ellos ignoraban hacerlo

 

+-+-+-

 

Poco a poco fueron alejándose de la ciudad, las casas iban escaseando y el aire se volvía un tanto salino

 

  • - Estaba deliciosas.
  • - Veo que te gustan mucho las fresas
  • - ¡Me fascinan! Es mi fruta favorita. ¿Cuál es la suya?
  • - ............ la manzana, supongo.
  • - ¿Supone?
  • - Me gusta, pero no me voy a comer 10 manzanas por eso. En cambio tu, estoy seguro que te comerías 100 libras de fresas
  • - Jajá... no lo dudo
  • - Ahhh... no tienes remedio, eres un glotón de primera.
  • - ¡No soy glotón!

 

Caminaron un poco más hasta llegar a la playa

 

  • - Esta vacio
  • - Por aquí siempre esta así - Dijo Shuichi acercándose a la playa pero sin llegar al agua. - Este lugar me gusta mucho, es muy tranquilo y puedo pensar un rato. - Se llevo la mano hasta sus cabellos y los hecho tras su oreja. - Es... uno de mis lugares favoritos

 

Yuki le miro fijamente, mirando la espalda del pelirrosa, notando como sus cabellos y sus ropas se agitaban gentilmente con el viento. Había escuchando claramente esas palabras "uno de sus lugares favoritos" sin duda alguna, el menor se estaba abriendo un poco más con él... y eso le agradaba... porque quería conocer más de él... conocerlo a fondo... saberlo todo......... pero esos eran pensamientos que solo estaban en su subconsciente y corazón, pensamientos que no dejaba llegar a su cabeza, o que esta se encargada de distorsionarlos diciéndole "Así... un poco más y lo tendrás en tus manos... Shuichi no se te escapara, lo tendrás"

 

Shuichi noto el mutismo del rubio y no pudo evitar girar un poco para mirarlo, con una de sus manos cerca de su oído para evitar que sus cabellos cubrieran su rostro y con sus grandes amatistas mirando aquellos soles dorados......... esa era una vista preciosa que Yuki tenía del menor.

 

  • - ¿Sucede algo? Esta mas callado que de costumbre
  • - ...... - De costumbre, se escuchaba como si se conocieran de hacía mucho tiempo atrás. - ¿Hasta dónde llega? - Dijo viendo hacia un extremo, como si eso fuera en lo que había estado pensando cuando solo era una rápida salida a la pregunta del chico.
  • - Bueno... Pasa los límites de Turandot; aunque no sé hasta dónde llegue, nunca la he recorrido toda.
  • - Tal vez sea un buen momento para averiguar.
  • - Quizá

 

Empezaron a caminar por la orilla de la playa, en completo silencio, viendo hacia enfrente sin prestarle atención a nada...  por ese tiempo ambos se sintieron cómodos en aquel mutismo, con la arena bajo sus zapatos y el aire meciendo sus cabellos...

Caminaron por más de una hora, hasta que Shuichi se detuvo.

 

  • - Creo que no llegaremos a ningún lado así.
  • - Supongo que tienes razón

 

Se sentaron un rato en la arena, viendo el mar aunque era Shuichi quien lo miraba, pues Yuki se la pasa lanzándole rápidas miradas la pelirrosa, centrándose en sus labios, sus ojos, sus cabellos que se mecían con el viento y acariciaban su rostro. Era tan... hermoso......... sentía la extraña necesidad de alargar su mano hasta aquel rostro y acariciarlo, saber si esa piel era tan suave como parecía... pero ¿de dónde esa necesidad? Solo podía venir de un lado, y eso era: el seducir a Shuichi

 

  • - ¿Le gusta la vista? - Pregunto el menor, volteando a ver al rubio
  • - Si... es magnífica. - Dijo para después mirar hacia enfrente para que le chico no lo descubriera.

 

Recordó que ya con anterioridad había visto sus levemente sus piernas, pero solo poco más arriba de la rodilla; y que bajo aquella yukata blanca que usaba para dormir se simulaba magníficamente su cuerpo, pero en ese momento tuvo deseos de poder mirar un poco más del chico, quería contemplar algo más de aquella virginal piel; y por eso se le ocurrió una idea que quizá podía funcionar.

 

  • - ¿Por qué no nadamos un poco?
  • - ¿Qué?
  • - ¿No me digas que no sabes nadar?
  • - No es eso, claro que sé.
  • - ¿Entonces?

 

Shuichi se quito los zapato, algo que Yuki comprendió como buena señal, pero al ver que el chico se levantaba, se sacudía la ropa para quitar la arena y caminaba hacia la orilla con los zapatos en su mano y levantando un poco sus faldas para que sus ropas no se mojaran con la escasa agua que mojaba sus pies con cada pequeña ola que llegaba comprendió que no había logrado nada.

Chasqueo la lengua, maldijo por lo bajo y se levanto, alcanzando al chico, parándose unos pasos atrás de él, evitando que el mar le alcanzara.

 

  • - ¿Por qué no?
  • - No se puede nadar en estas aguas. - Una suave ola mojo sus pies un poco, solo por unos segundos para después volver al mar, dejando la arena húmeda
  • - ¿Qué?
  • - Cualquiera que entre al mar está condenado a morir
  • - ......
  • - Se dice que una criatura milenaria vive en el fondo del mar... y devora a toda criatura que entra en su territorio
  • - Pero tu... te estás mojando los pies
  • - ¡Hablo enserio, Yuki! - Hizo un puchero

 

Se acerco al chico y se paró a su lado, mirándolo fijamente, Shuichi no pudo evitar girar para quedar e frente a él y levantar la vista para ver a ese hombre, aquellos ojos eran extraños pero muy atrayentes ¿Qué ocultaba esa mirada tan enigmática? No lo sabía pero se sentía extrañamente atraído a ella.

Sintió su corazón latir con fuerza, haciendo que por un momento se asustara de ello, temiendo que Yuki lo escuchara. Inconscientemente soltó sus ropas, dejando que el agua mojara la orilla de su vestido; llevo su mano hasta su pecho y lo apretó discretamente para tratar de calmar su palpitar.

El viento agito sus ropas y sus cabellos, haciendo que varios mechones rosas cayeran sobre su rostro, dificultándole un poco la vista

El rubio levantando la mano y moviendo aquellos cabellos rosas para retirarlos de su cara, pasándolos tras su orea para que no le estorbaran.

Shuichi no pudo evitar jadear y sonrojarse levemente ante aquel gesto mientras sentía como la mano del rubio había acariciado levemente su rostro al hacer eso.

Se quedaron mirándose por algunos segundos que parecieron eternos, Yuki sin quitar la mano del costado del rostro del pelirrosa.

 

  • - ¿Por qué? - Dijo el rubio
  • - ¿Eh?
  • - Dime ¿a qué le temes? ¿Por qué rehúsas casarte?
  • - ... - Shuichi bajo el rostro y apretó más su pecho. - eso es...... un secreto.
  • - ... - Se acerco un paso más y tomo aquel rostro entre sus manos para hacer que levantara la cara y le mirara. - ¿no confías en mi?
  • - ...yo... es que yo...... - No supo que más decir, no sabía cómo explicarle las razones del porque no quería decirle, así como tampoco podía contarle sus motivos
  • - Quiero saberlo
  • - ......
  • - Quiero conocer todos tus secretos, Shuichi
  • - ¡¡...!! - Se sonrojo levemente por aquellas palabras, por la forma en la que su nombre salió de sus labios, había sonado tan......... tan dulce, que le dio algo de miedo, más que nada por la forma en la que su corazón había reaccionado: con un fuerte palpitar que le hizo estremecer.

 

Retrocedió un poco para liberarse del rubio y de nuevo esquivo el rostro hacia un lado.

 

  • - ¿A que le temes? ¿De qué huyes? Dímelo.
  • - ...no puedo...
  • - ¿Por qué...?
  • - ...yo... no puedo... - Bajo la cabeza.

 

Se acerco de nuevo a él, le tomo de los hombros y lo acerco un poco más a él, sin llegar a abrazarlo, pero permitiendo que la cabeza de Shuichi quedara levemente apoyada sobre su pecho.

Shuichi cerró los ojos, por alguna extraña razón se sintió bien en ese momento, se sentía protegido y le gustaba esa sensación.

Yuki por su parte tenía la necesidad de acercarlo más a él y abrazarlo, pero se contuvo, sentía que aún era muy pronto para ello, prefería hacer las cosas lento......

No se dieron cuenta de cuánto tiempo pasó hasta que notaron como el cielo poco a poco se iba tiñendo de colores cobrizos, pero no solo eso, poco a poco oscuras nubes se iban formando en el firmamento

 

  • - Está bien, no te presionare...
  • - ......
  • - Solo espero que cuando te sientas listo, confíes lo suficiente en mi como para decírmelo
  • - Yuki... - Levanto el rostro y lo miro.

 

Sus miradas se habían encontrado por algunos momentos, perdiéndose en el fondo de sus océanos, hasta que un lejano trueno retumbo en el cielo, haciendo brincar levemente al chico, quien se asusto por el repentino sonido.

 

  • - Fue solo un trueno ¿o que acaso te dan miedo?
  • - No... es solo que no lo esperaba. - Dijo esquivando la mirada hacia el mar, notando el cielo cada vez más y más oscuro y denso.
  • - Es hora de volver. Es tarde, empieza a hacer.
  • - ...si... tiene razón. - Otro trueno retumbo en las aguas, haciéndoles mirar hacia el mar
  • - Caerá una tormenta
  • - Mi hermano me dijo esta mañana que los sabios la pronosticaron; pero dijo que no llegara a la costa. Solo hará frío y viento.

 

+-+-+-

 

Cuando volvieron al palacio, el sol ya se había puesto, el aire comenzaba a arreciar y pequeñas gotas de agua cayeron del cielo; el emperador y los demás aun no volvían; les dio perfectamente tiempo de jugar "damas chinas" un rato y olvidar lo que había sucedido en la playa.

Fue a mitad del tercer juego que volvieron los demás... y por la hora ya solo se dedicaron a cenar y irse a la cama...... aunque como era costumbre, Yuki se escapo de su habitación para ir a visitar al chico. Ambos seguían con la misma ropa con la que habían salido ese día.

La noche era un poco de frío y el viento ayudaba a que se frío aumentara. Shuichi estaba sentado en su futón, Yuki observaba el cielo nublado desde el quicio que separaba la habitación del balcón y no había hablado casi nada dese que estaban en la habitación.

 

  • - ¿Puede bajar la persiana? - Pidió Shuichi
  • - Claro - Bajo la persiana y miro al chico. - ¿Tienes frío?
  • - Si.
  • - ¿Y con solo bajar la persiana desaparecerá? - Dijo mientras arqueaba la ceja no muy convencido de que aquello fuera muy funcional
  • - Bueno......... en Turandot el clima es templado, así que cuando construyeron el palacio no previeron eso.
  • - ......
  • - Pero al menos la rejilla ayuda a que no se filtre tanto aire frío ¿no cree? - Dijo mientras se abrazaba a sí mismo para aminorar el frío que sentía
  • - ....... - Sin decir nada se acercó al menor para sentarse a su lado y segundos después pasar su brazo por la espalda del chico
  • - ¡¡...!! ¿Q-e qué hace? - Pregunto moviéndose rápido y alejándose un poco de él.
  • - Nada
  • - ¿Nada? ¡Me está abrazando!
  • - Si, ya lo sé
  • - Entonces ¿Por qué dices que no estás haciendo nada?
  • - Porque no estoy haciendo nada malo. - Respondió para volver a poner su brazo tras Shuichi. - Si te abrazo se te quitará el frío más rápido.
  • - ¡¡......!! ¿Cómo sabes eso?
  • - Vengo de Asgard, el país del norte. - Eso tenía lógica, en ese país hacía mucho frío

 

No hizo nada ni dijo más, se dejo abrazar por el rubio; esa posición hizo que el rubor cubriera sus mejillas y para que Yuki no se diera cuenta bajo la cabeza.

Siguieron así por largo rato, hablando muy poco de todo y de nada a la vez, las respuestas de Shuichi eran cortas ya que estaba algo cohibido por la forma en la que Yuki lo abrazaba, y no solo porque lo estaba abrazando, sino porque el rubio movía sutilmente los dedos de su mano trazando pequeños circulitos sobre el brazo del chico...

A pesar de estar consciente de los sutiles avances que el rubio iba haciendo, apenas y percibía esas caricias tan gentiles y ligeras. Apenas y había notado cuando la mano libre del rubio había empezado a juguetear con sus cabellos y cuando él mismo se había apoyado levemente en el pecho del príncipe; en ocasiones las manos del rubio recorrían suavemente alguna parte de su cuerpo, lugares y caricias que no asustaran al chico y rompieran la atmosfera que se había ido creando poco a poco: rozar manos, brazos, cintura, cuello, rostro, nuca.

Shuichi poco a poco se iba perdiendo en aquellas sensaciones tan maravillosas y sin darse cuenta empezaba a disfrutar de aquel contacto tan íntimo, Cerrando los ojos, respirando acompasadamente y dejándose hacer por las manos del futuro rey.

 

  • - ¿Sabías que eres muy lindo? -Murmuro en su oído con voz suave.
  • - ... - Tan perdido había estado en esas sensaciones tan...... ¿agradables? Que no se dio cuenta de que ya estaba recostado boca arriba sobre el futón con Yuki acostado a su lado; con un brazo abrazándolo por la espalda y con su otra mano acariciando un poco su cuello
  • - Shuichi
  • - ¿sí? ... - Sus palabras eran muy suaves y tranquila, sintiendo como el rubio besaba sutilmente tras su oreja, apenas tocándolo
  • - ¿Por qué siempre te escondes tras esa mascara de niño mimado y engreído?
  • - Yo no me escondo
  • - Jah jajaj... - Se rió discretamente. - No que va... - Musito suavemente.
  • - No soy el único que se esconde
  • - ¿Noo? - Susurro sobre el oído del chico, ocasionándole un agradable estremecimiento.
  • - Us- usted...... también lo hace
  • - ¿Por qué me sigues hablando con formalidad?
  • - ...no lo sé... creo que es costumbre...
  • - ...mm...
  • - ¿Le molesta?
  • - ...un poco, pero puedes seguir haciéndolo si así te sientes cómodo
  • - ......Yuki; dígame una cosa...
  • - ¿Qué quieres saber?
  • - ¿Por qué no me ha dicho su nombre? ¿Qué oculta?
  • - ... - ¿Otra vez con eso? Dejo lo que estaba haciendo para enderezarse y mirar desde arriba al chico, se veía hermoso desde esa perspectiva: sus cabellos esparcidos en la almohada, su infantil rostro levemente sonrosado, sus expresivos ojos brillando, sus carnosos labios entreabiertos, incitándolo a besarle. - ¿Por qué tanta obsesión con saber mi nombre? - Pregunto acariciando su rostro con delicadeza, retirando algunos mechones de su frente, sintiendo la mirada del pelirrosa clavada en la suya de una manera muy tranquila
  • - ¿Por qué no me lo quiere decir? - Shuichi sentía como aquellos dedos acariciaban su mejilla, llegaban a su cuello y volvían a subir a su rostro para pasar algunos mechones tras su oreja.
  • - Te lo repetiré por centésima vez: No me gusta
  • - Tonterías - Dijo algo molesto para enderezarse de la cama retirando las manos de Yuki de él. - ¿Cómo pretende me que case con alguien de quien no conozco su nombre? - Soltó la pregunta sin siquiera pensarla.
  • - ... - Frunció levemente el ceño. ¿Había entendido bien? ¿Shu ya aceptaba que se iban a casar? ¿Ya no se negaría al matrimonio? Eso solo quería decir una cosa: ¡¡Estaba enamorado de él!!
  • - Si me oculta su nombre puede ocultarme algo más ¿no es así?
  • - Algo ¿cómo qué?
  • - ¡No sé! Que no venga de Asgard, Que no sea el futuro rey, Que tenga hijos, Que ya este casado con alguien más. - Se cruzo de brazos - Creo que puedo sacar muchas conjeturas por el simple hecho de no saber su nombre
  • - Y yo creo que tienes mucha imaginación.
  • - ¿Me esconde algo?
  • - Mmm... no. No hay nada que ocultarte. Es solo que no quiero que me llames por mi nombre
  • - ¿Por qué?
  • - Ya te dije que no me gusta.
  • - Es una sandez.
  • - Tal vez sí. - Dijo sujetándole la cara del mentón para obligarlo a mirarle. - Pero no me importa. - Y Dicho esto lo beso.

 

Sus mejillas se tiñeron por la vergüenza, abrió los ojos por la sorpresa al mismo tiempo que contenía la respiración por el puro y simple asombro. No podía creer que estuviera unido labio a labio con el rubio.

Podía sentir la suave y cálida la textura de esos delicados labios, y como la lengua del rubio acariciaba sutilmente la discreta unión de sus labios probando muy ligeramente el sabor que tenía la boca del rubio. ¡Por Dios! Quería profundizar ese beso, profanar su boca y que sus lenguas danzaran juntas.

Por unos momentos de shock no supo qué hacer; hasta que, sin saber cómo, logro reaccionar, colocando sus manos sobre el pecho de Yuki y empujando para separarlo de él. El príncipe se retiro al sentir aquel rechazo, y logro ver como Shuichi se cubría la boca con ambas manos.

 

  • - ¡¡¿QUE CREE QUE HACE?!! - El grito se escucho ahogado por que sus manos cubrían sus labios.
  • - ¿Te enojas por un beso? Vamos, si acabo de acaríciate y tú no hiciste nada para evitarlo; al contrarío te dejabas, y incluso jugabas con mis dedos.
  • - ............ - Se sonrojo a más no poder, eso era cierto, pero ¡¡un beso!! Eso era muy diferente a que lo abrazara y rozara muy levemente sus brazos y cara. - ¡¡No tenía porque besarme!! ¡¿Quién le dio permiso?! ¡Dijo que no haría NADA que no quisiera!
  • - ¡Por favor! - Sonó altanero y sarcástico
  • - ¿Qué?
  • - Admite que te gusto
  • - ¡¿Qué?!
  • - Que te gusto que te besara, y la razón es porque te atraigo. - Dijo sujetándole de nuevo el mentón
  • - ¡Claro que no! - Trato de girar el rostro pero Yuki no le permitió mover la cabeza pues le sujeto con más firmeza y lo acercó un poco más a él, haciendo que sus rostros quedaran a escasos 10 centímetros
  • - O estas mintiendo, o ere la persona más testaruda que he conocido.

 

Shu lo miraba fijamente a Yuki, viendo aquellos dorados y brillantes soles que le miraba fijamente mientras sentía la suave, acompasada y cálida respiración del rubio sobre su rostro. Por alguna extraña razón Shuichi no podía dejar de ver aquellos ojos, sentía aquella respiración en su rostro de forma agradable y el calor que emanaba ese cuerpo le era reconfortante ¿Qué era eso? No lo sabía pero sentía la cara caliente y su corazón acelerado, golpeando con fuerza contra su pecho y haciendo que temiera que el futuro rey pudiera escuchar su palpitar.

No supo bien cuanto tiempo estuvo bajo el hechizo de aquella mirada, solo pudo ver como aquellos ojos se entrecerraban, que aquel rostro se inclinaba un poco hacia su lado derecho y acercaba a él.

Jadeo el escaso aire de sus pulmones y salió de aquel "embrujo" cuando sintió aquellos labios sobre los suyos en una sutil caricia, apenas tocándolos

 

  • - ¡¡¡NO QUIERO QUE ME BESE!! - De nuevo lo empujo, haciendo que Yuki le soltara.
  • - Tsk... Que mentiroso. - Dijo molesto
  • - ¡¡No estoy mintiendo!!
  • - Claro que sí. Te mientes a ti mismo
  • - ¡...! ¿Mentirme?
  • - Hace días que deseas que pase algo entre nosotros
  • - ¡¡¿QUEEEE?!! ¿De dónde saca eso?
  • - Me dejas acercar más; miras mis labios cuando te hablo; no te opones de que te abrace o te acaricie el rostro; te sonrojas cuando te digo algo lindo; y buscas alguna excusa, por demás absurda, para que me quede más tiempo.
  • - .........
  • - Admítelo. Ese beso lo deseabas desde hace tiempo.
  • - ......
  • - Y lo que paso en la playa esta tarde me demuestra que tengo razón
  • - ......
  • - Te estás interesando por mi ¿No es así, niño?
  • - ¿Qué tonterías dice? ¡Yo no estoy interesado en usted! ¡Nunca me he interesado y nunca me interesare por usted! ¡¡Y no quiero que nunca pase nada entre nosotros!! ¿Entendió?
  • - Y ¿Cómo pretendes evitar eso? Nos casamos en pocos días
  • - Aunque usted se case conmigo, yo NO me casare con usted
  • - ¿...? - Lo miro con duda sin entender esas palabras.
  • - Nunca sentiré nada hacia su persona. No dejare que se me acerque. Jamás dejare que me bese. Así que olvídese de que dormiremos en la misma cama o que le daré hijos y herederos al trono ¡¡Búsquelos en otro lado!!
  • - ¿Hablas de que te cometa adulterio?
  • - Si quiere hacerlo. - Se cruzo de brazos. - A mi no me importa ni me importará, porque ya le dije que no lo quiero ¡Ni lo querré nunca!
  • - Nunca digas nunca, mi querido Shu-chan
  • - ¡¡NO ME DIGA ASÍ!!
  • - ......
  • - ¡¡Rayos!! ¿Por qué tenía que hacer ese estúpido juego? ¿Por qué tenía que venir usted? ¿Por qué tenía que acertar las malditas preguntas? No sabe cómo me arrepiento de eso. Si pudiera regresar el tiempo lo haría...
  • - ¿Para qué?
  • - Para decirle que si a otra persona ¡¡Casarme con cualquiera que NO fuera usted!!
  • - ...... - Aquellas palabras hicieron enfadar al rubio, que aunque no lo demostró ya se estaba cansando de aquello.
  • - ¡¡CASARME CON MI VERDADERO PROMETIDO!! ¡¡Aquel al que eligieron mis padres para que fuera mi esposo!!
  • - ......
  • - Así no hubiera tenido que conocerlo.
  • - ......
  • - Cualquier otra persona hubiera sido mejor que usted
  • - ......
  • - ¡qué importa quién hubiera sido! ¡¡él que sea hubiera estado bien!!
  • - ......
  • - No me agrada, ni ayer ni hoy ni nunca
  • - Ya escuche bastante de tus groserías, mocoso.
  • - ¡Pues si ya está harto de mí! ¡¡LARGUESE!!
  • - ¿Qué te hace creer que te libraras tan fácilmente de mí?
  • - ......
  • - Lo siento pero no. Me quedo y tú no puedes evitarlo.
  • - ......
  • - Te casaras conmigo quieras o no. - Se acercó al chico y con un movimiento algo brusco le levanto la cara del mentón. - Y serás mío esa misma noche.
  • - Tal vez pueda tomar mi cuerpo, pero jamás me entregare a usted.
  • - ......
  • - Tendrá que forzarme y entonces créame que lo odiaré mucho más de lo que ya lo odio
  • - El odio ya es un sentimiento Shuichi.
  • - ¡Lo detesto! Jamás dejare de detestarlo.
  • - ...... - Lo soltó y se dio media vuelta para salir de ahí. - Ya lo veremos mocoso
  • - ¡Váyase al diablo! - Se cruzo de brazos. - Espero pase algo antes de la boda y nunca me case con usted
  • - Pues rézalo con ansias mocoso... por que se te acaba el tiempo.
  • - ¡¡ojala se muera durmiendo!! - Le grito fuertemente.

 

Así termino aquel día que había pintado muy bien durante la mañana y la tarde...

Resulta irónico que una simple acción; una palabra dicha, no dicha o mla dicha pueda dañar tanto algo.

Resulta absurdo que alguien niegue lo que en verdad siente... por simple obstinación

 

CONTINUARÁ

Notas finales:

Bien, lo admito... el final esta medio extraño (todo el capitulo esta medio extraño) no sñe ustedes, lo senti algo forzado en algunas partes... pero fue lo mejor que me salio ¬¬...

Ahora bie, la pregunta aqui es ¿Quien cometio el error para que las cosas se pusieran tensas entre ellos dos? ¿Yuki o Shuichi? ¿Acaso ambos? Ustedes que opinan...

Y para quienes leen protegerte... quiero decirles que el cap esta a medias (tengo un bloqueo que, espero, se deba a cansancio) pero espero poder terminarlo de escribir este fin de semana y subirlo, a mas tardar, este marte (aunque hare lo posible porque sea el domingo, no aseguro nada...

Bueno, lo mejor será dejarle hasta aquí... porque ya me aparecen dos botones de "agregar fic" así que me voy a dormir...

Nos vemos, kuidense y besos

Matta nee!! ^-^


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