Turandot por Dulce_Pena_Hime

PRIMER ACTO: TURANDOT

ESCENA 6: TRATO

http://lh5.ggpht.com/_mF3m3ITH6Dk/SGUND7XgU2I/AAAAAAAAC3Q/SB7tKAHxMFY/Minitokyo%5B1%5D.Vector.Art.Tsubasa.Reservoir.Chronicle_263858.jpg [Las ropas que traen Yuki y Shu por si lo olvidaron]

Pudo sentir como sus pies perdían algo firme que pisar y como rápidamente dejaba de ver a Yuki y a Hiro para tener como panorama el cielo azul. Se aterro, estaba cayendo, iba a morir. Cerró los ojos con fuerza y sin ser consciente abrió la boca

• - ¡¡¡YUKIII!!! - Grito el primer nombre que se le vino a la cabeza, en su voz se reflejaba lo aterrado que estaba y la ayuda que suplicaba.$
• - ¡¡SHUICHI!!
• - ......... - Aquel grito le hizo abrir los ojos, logro ver como el rubio se arrojaba hacia el vacio sin importarle nada que no fuera alcanzarlo y evitar que se lastimara. - ¡Yukiiii! - Esta vez jadeo aquel nombre, rápidamente extendiendo una de sus manos para tratar de alcanzar la mano que Yuki le extendía, pero estaban demasiado lejos el uno del otro.

Shuichi cayó en el agua, de espaldas y con un fuerte golpe al dar contra las olas.........

Solo instantes después Yuki entraba, con ambas manos hacia enfrente y el cuerpo en perfecta vertical.........

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A pesar de que la sal del mar le dijera que cerrara los ojos para no irritarlos, él los mantuvo abiertos, viendo borroso por toda la cantidad de agua.

Remolinos de agua salina y las afiladas rocas era lo único que podía apreciar a sus lados. Procuraba no moverse mucho de su lugar mientras buscaba con la vista pistas que le llevaran hasta Shuichi.

Ahora, sin duda alguna, deseaba que en su caída Shuichi no hubiera terminado atrapado por las corrientes dispersas del mar o no podría hacer nada para salvarlo. Lo único bueno es que era medio día, algo que le ayudaba un poco con la visibilidad.

Agito la cabeza hacia los lados, hacia arriba, hacia abajo, forzando su vista por alcanzar a encontrar al menor ¡¡Rayos!! Solo había caído unos segundos después de él y ya lo había perdido de vista; sin duda alguna aquella quebrada era un arma mortal.

¡Shuichi! ¡Shuichi! ¿Dónde demonios se había metido? Debía encontrarlo pronto, antes de que.................. mejor no pensar en esa probabilidad.

Movió un poco más su vista y con mucho esfuerzo logro ver algo que estaba más al fondo, algo blanco.

• - ¡Shuichi! - Pensó Eiri tratando de nadar hacia dónde estaba aquella forma, sin embargo, el largo traje que tría y la espada sujeta a un cinturón le impedía moverse libremente.

Primero empezó a batallar con aquel pedazo de tela que se sujetaba, quitándose la cinta de la cintura para quitarse todo aquello y quedar únicamente con un pantalón y una kazaka; después desabrocho el cinturón que portaba la funda de la espada para liberarse de su arma. Una vez  libre, nado con mayor fluidez hacia el fondo.

Con mucho trabajo y nadando contra las traicioneras corrientes marina, pudo llegar hasta el pelirrosa, quien estaba aprisionado por largas y gruesas algas, no solo eran sus ropas las que estaban envueltas, también sus muñecas, tobillos, cuello y ni que decir del adorno de la cabeza, las cuentas se habían enredado terriblemente con las algas. El golpe que se había dado contra las olas lo había dejado sin sentido y la falta de aire no ayudaba mucho.

Saco un pequeño puñal que siempre llevaba en una de las botas y comenzó a liberarlo con rapidez. Primero su cuerpo, luego seguía el ajuar. Yuki en verdad empezaba a odiar esas ropas ¿Para qué diablos tantas prendas tan largas y estorbosas? Con razón el chico había caído. ¿Quién no se tropezaría con tanta ropa que limitaba los movimientos?

¡¡Rayos!! Esos vestidos, lo resbaladizo de las plantas y la falta de aire no ayudaban en nada a ninguno de los dos. ¿O se las quitaba de alguna forma? ¿O de plano ambos se morían ahogados?

Sin detenerse a pensarlo, tomo la primera opción. Rasgo el obi para soltar los kimonos, hasta dejarlo con una delgada Yukata blanca que le servía como fondo de los kimonos. Soltó la daga para sostener al chico con suavidad y firmeza; con su brazo izquierdo rodeo su cintura y con la derecha su nuca, pegándolo a su cuerpo para sostenerlo bien.

Trato de nadar, pero el movimiento de las algas le hicieron ver algo que no esperaba. En sus ojos se reflejo algo más que sorpresa, se notó un poco de miedo. Inconscientemente y en forma protectora, abrazo un poco más al menor, dejando ese angelical rostro escondido en su pecho, como si el chico en su desmayo pudiera ver lo que tenían a la vista en ese momento.

"¡Maldición!" Grito para sus adentros. Debía salir de ahí ya

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Varios caballeros ya buscaban por la playa a los príncipes, otros había bajado por las afiladas rocas de la cañada para buscar por encima del agua alguna señal de vida, pero no había rastro del paradero de ninguno de los dos

• - ¿Los encontraron? - Pregunto K al llegar a la playa montado en su caballo acompañado de Seguchi.
• - No, aún no - Respondió Hiro que estaba parado sobre la arena viendo aquellas bajas olas que llegaban hacia la costa
• - Entrare para buscarlos - K bajo de su caballo, y empezó a caminar hacia el mar
• - ¡No lo haga! - Hiro le detuvo firmemente del brazo. - ¡Morirá si lo haces!
• - ¿Ehh?
• - Una criatura milenaria vive en el fondo de ese cañado
• - ...
• - Mizuchi.
• - ¿Mizuchi? - Repitió Seguchi, le parecía haber leído algo sobre esa criatura hace muchos años, pero no estaba seguro de aquello.
• - Así es...... esta criatura devora a quien entre a sus dominios, que es precisamente este mar.
• - ............
• - Nadie que haya entrado al mar sale con vida.
• - ¿Estás diciendo que un monstruo se comió a los príncipes?
• - ...... - Bajo el rostro triste, no quería pensar en esa posibilidad pero.........
• - ... - K se jalo del brazo. - Yo no creo en seres mitológicos. - Respondió tratando de caminar hacia el mar. - Salvare a los príncipes
• - ¡¡Espere... capitán K!! - Esta vez Hiro se detuvo delante de él. - Es muy peligroso, no.........
• - ¡LOS PRÍNCIPES! - Aquel grito interrumpió esa disputa.

Los tres dejaron la discusión y voltearon hacia el mar.

Yuki venía caminando, pequeñas olitas arremetían de su cintura para abajo, haciendo que le costara algo de dificultad avanzar, aún así lo hacía con rapidez;  tenía la vista fija en un desfallecido Shuichi, a quien cargaba en sus brazos.

Shuichi tenía en su cuello, brazos, piernas y tobillos trozos de algas que se le habían enredado y que Yuki había cortado con la daga, sus cabellos estaban revueltos con partes del adorno roto y la planta acuática; una de sus manos descansaba sobre su propio abdomen y la otra colgaba por su costado, su cabeza estaba apoyada en el hombro del rubio; la Yukata, semi transparente por el agua, se le se pegaba a su cuerpo sin cuidado alguno dejando ver un poco de su piel.

En cuanto llego a la costa, K se quito la kasaka de encina para tenderla sobre la arena, permitiendo que Yuki se inclinara y dejara al chico sobre aquella tela para evitar que la arena se pegara a su cuerpo mojado. Seguchi también se quito la suya, pero él se la puso al rubio sobre los hombros para evitar que se enfermara por las corrientes de aire.

• - ¡Príncipe Shuichi! - Llamo asustado Hiro, también se quito la Kasaka y con ella cubrió a su príncipe para evitar que la corriente de aire le hiciera daño, después de ello se inclino cerca de él. - ¡Príncipe! - Repitió para intentar despertarlo
• - Dale espacio ¿quieres? - Dijo el rubio antes de empujarlo hacia atrás para que se moviera.
• - ......
• - ...... - Yuki se movió rápido, levanto el rostro del chico y le abría la boca para después unir sus labios con los del pelirrosa.
• - ¡¡¿Qué hace?!! - Pregunto Hiro molesto acercándose de nuevo a Yuki y tratando de quitarlo.
• - ¡Aléjate! - Ordeno de nuevo, tirando con fuerza al pelirrojo, quien cayó sentado en la arena.

Yuki "beso" a Shuichi una vez más y de repente este comenzó a toser agua y tomar aire de forma desesperada; Yuki se alejo un poco de él para poder darle espacio y que pudiera respirar todo el oxígeno que quisiera. Entonces Nakano lo comprendió: Shu aún tenía agua dentro de sus pulmones y el rubio le había dado respiración de boca a boca para sacársela.

Se sentía terriblemente mal, le dolía la espalda, tenía frío y sentía el cuerpo sumamente pesado. El aire que respiraba le quemaba los pulmones por la sal que había consumido ¡¡rayos, como ardía el simple hecho de inhalar profundamente!! Pero necesitaba aire, sentía que si no tomaba todo el oxigeno que sus pulmones pudieran consumir le iban a estallar. Tomo una gran bocanada de aire que le quemo los pulmones y le obligo a toser una vez más de una forma muy dolorosa, aquello le hizo comprender que debía tomar poco aire o no podría respirar aunque aquello era complicado; poco a poco se fue calmando al tomar el aire necesario, aunque aún dolía al inhalar. Estaba cansado, muy cansado... quería dormir, solo eso, dormir un rato. Abrió los ojos, sintiendo que le ardían y notando que tenía la vista borrosa; apenas pudo semi distinguir el rostro de su salvador los volvió a cerrar. Sin saber cómo ni porque, comenzó a quedarse dormido, pero antes de hacerlo, pudo sentir como esa persona le acariciaba la mejilla y le susurraba un: "tranquilo, está a salvo".

• - ¡Príncipe Shuichi! - Llamo Hiro al ver que había perdido el sentido.
• - Está bien. - Dijo Yuki sin quitarle la vista al chico
• - ¡¡SHUICHI!! - Aquel grito los hizo voltear. Ryuichi cabalgaba hacia ellos lo más rápido que daba su corcel. Apenas llego, bajo del animal casi de un brinco y corrió hacia su hermano para levantarlo un poco y apoyar su rostro contra su pecho. - Shuichi... Shuichi... Shuichi... - Llamo repetidas veces el emperador.
• - Shuichi está bien. - Comento Eiri, quien estaba arrodillado del otro lado del menor. - Solo necesita descansar un poco.
• - ...... - Abrazo un poco más a su hermano y miro al rubio, quien hasta ese momento dejo ver lo agitado y cansado que estaba por lo sucedido. - Gracias...... muchas gracias por salvarlo. - Dijo apenas con voz, con lágrimas en los ojos pero sin poder sonreír, eran demasiadas emociones las que tenía dentro de sí como para poder externar algo.
• - ......... - Le regreso la sonrisa por escasas fracciones de segundo y tras ello esquivo el rostro, primero miro al pelirrosa y después hacia algún punto del mar.

Todo había sido tan rápido; Shuichi había estado en peligro de muerte, y él simplemente no había pensado ni en él mismo con tal de salvarle la vida. Nunca antes había hecho algo así en su vida, jamás se arriesgaba por alguien más, menos por alguien que ni de su familia era. ¡Un momento! Pero estaban comprometidos ¿Eso ya los hacía formar parte de la misma familia? Pero Shuichi no quería casarse con él y por esa razón cayó al barranco ¿Por qué salvarlo? Tal vez por caridad humana, pero ¿Arriesgarse a morir? ¡¡¿Por alguien que se había puesto en peligro a sí mismo?!! ¿Que eso no era estúpido?

¡¡Pero había sido un accidente!! El mocoso no se quería morir, de lo contrario no hubiera esperado tanto tiempo, se hubiera lanzado en la media hora que estuvo solo en el barranco. ¡Claro! Había sido un accidente, piso sus ropas, se cayó, se asusto y pidió ayuda. Pero...... ¿Por qué a él? ¿Por qué grito su "nombre" cuando no lo quería? ¿Por qué saltó?

Haber, ordenando las cosas y pensando con lucidez: Shuichi no se quería casar con él por X motivo. Él tomo aquello como un reto y lo empezó a seducir, porque ese engendro no se le escapaba vivo ¡O lo enamoraba o se dejaba de llamar como se llamaba! Ese era el plan; pero en el plan nunca entro la clausula de tener que salvarle la vida a costa de la suya propia, de hecho en su plan NUNCA estuvo el hecho de apostar su vida; porque él, de algún modo extraño, sabía que el juego de preguntas de Shuichi era una reverenda tontería y que todo eso de las terribles muertes y demás eran simples rumores inventados y exagerados.

Se desviaba del tema que tenía que analizar...... De nuevo desde el inicio: El plan era "enamorar a Shuichi" Ese era el reto. ¿Arriesgarse a salvarlo? Eso era extra al cortejo y al plan que había empezado a seguir; porque el hecho de que Shuichi se enamorara de él - como era el plan - no indicaba que él tuviera que enamorarse de Shuichi. Entonces ¿Por qué ni siquiera lo pensó para saltar por el acantilado? ¿Acaso el se estaba enamorando de Shuichi? ¡¡No, claro que no!! Eso no podía ser posible ¡Caer en su propio juego sería absurdo!

¡¡Maldita sea!! La cabeza le daba vueltas, y no precisamente por el esfuerzo físico, sino por todas las dudas que desato ese acontecimiento en él.

Además, ahora con todo esto, surgían nuevas dudas: ¿Seguían comprometidos? ¿Quería seguir comprometido con Shuichi? ¿Él chico habría cambiado de opinión ahora que se había arriesgado tanto por él? ¿Que sentía él por el chico? ¿Shu seguiría negándose? ¿Hasta dónde llegaría con tal de no casarse? ¿Y si mejor terminaba con eso de una vez por todas?

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El sol se ponía, el fin de ese día llegaba.

• - mmm... - Gimió levemente entreabriendo los ojos.
• - Príncipe Shuichi - Llamo Hiro hincado a un lado del futón del pelirrosa.
• - hiro... ¿qué paso...? - Su voz se escuchaba algo áspera, ronca y muy fatigada
• - Cayo por el desfiladero, el príncipe Yuki lo salvo ¿No lo recuerda?
• - ¿...yuki...? - Musito con dificultad. Se enderezo, siendo ayudado por su amigo.
• - ¿Príncipe? - Musito Hiro extrañado
• - ...... - Shu no dijo nada, simplemente se llevo una mano a la frente tratando de recordar algo de lo ocurrido pero todo fue tan rápido...

La discusión, el tropezar, la caía, un grito, su grito, un fuerte golpe y después todo silencio, oscuridad y falta de aire......... luego unos labios sobre los suyos y el oxigeno llenando sus pulmones, sentirse fatal, abrir los ojos y apenas distinguir esos hermosos ojos dorados llenos de preocupación para después caer en ese profundo sueño. Todo era muy extraño, muy rápido, muy confuso y con recuerdos borroso... Estaba seguro que de no ser por lo terriblemente mal y cansado que se sentía, habría pensado que todo fue un mal sueño

• - ¿Se siente bien?
• - estoy mareado y me duele todo el cuerpo...
• - Se golpeo fuertemente contra las olas y tomo mucha agua. Aunque fue un milagro que no se golpeara con las rocas
• - .........
• - Será mejor que descanse un rato más - Y dicho esto lo ayudo a recostarse, lo abrigo y espero a que el pelirrosa volviera a dormirse, que no fue una espera muy larga, antes de salir.

Cerró la puerta corrediza atrás de él y miro hacia el fondo del pasillo. Yuki estaba ahí apoyado en la pared y acompañado de K, ambos vestidos con sencillas Yukatas para descansar en casa. Sin decir nada camino hacia ellos y se detuvo a escasos dos metros de distancia.

• - Ya despertó, pero aún está débil, por eso le sugerí que volviera a dormirse. - Dijo antes de que alguno de los dos preguntará
• - ¿Lo hizo? - Esta vez hablo Yuki
• - Si, ya está durmiendo.
• - ......
• - Muchas gracias por salvar al príncipe Shuichi. - Hizo una reverencia delante del príncipe
• - ...... - Yuki no respondió, cerró los ojos y le dio la espalda para alejarse de ahí.
• - ¿Ehh? - Musito confundido ante la reacción de este.
• - ¿Príncipe? - Pregunto K
• - Estoy cansado, iré a dormir un rato.
• - ............ - Ninguno de los dos dijo nada, simplemente lo miraron alejarse.

Desde que habían vuelto al castillo, Yuki había estado TODO el tiempo fuera de la habitación del pelirrosa, sin entrar a verlo pero en espera de saber su condición. Solo había ido a cambiarse de ropa - cosa que hizo mientras un galeno evaluaba al inconsciente chico - pero luego de nuevo ahí, callado, sin expresar ninguna emoción en su rostro, pero lleno de ansiedad por esperar a que el menor estuviera bien.

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La noche cayó finalmente, tras aquel largo, cansado y extraño día, aunque todos tenían un mismo pensamiento "Ojala NUNCA se volviera a repetir algo así"

Shuichi continuaba con los ojos cerrados, algo adormilado y cansado, le dolía todo el cuerpo, sobre todo la espalda y aún le quemaba un poco el pecho cada que tomaba aire. De repente escucho el sonido de algo ligero que se movía. Sin esperar nada más, abrió los ojos y se enderezo, llevando la vista hacia aquel sonido.

• - ¡¿yuki...?! - Dijo entre sorprendido y desconcertado.

El rubio estaba parado en el umbral que conectaba de la puerta al balcón, con la mano derecha levantada para mover a un lado la persiana. La blanca luz de la luna lo contorneaba, haciéndolo lucir más atractivo de lo que era.

• - ¿Cómo te sientes? - Se auto invitó a pasar, dejando caer la persiana atrás de él.
• - ...yo... no lo sé.........bien, creo... - Respondió mientras llevaba la vista hacia sus piernas al no poderle sostener la mirada al rubio

Se sentía mal por lo que había sucedido; actuar como un mocoso mimado y caprichoso hasta el grado de ponerse en peligro y hacer que Yuki lo salvara, ¡¡Pudieron haber muerto!! ¡Pudo haber muerto! ¡Yuki pudo haber muerto!

¿Y si eso hubiera sucedido? Que le dijeran: "Casi mueres, Yuki te salvo, pero él no corrió con tanta suerte" ¿Cómo se hubiera sentido? No lo sabía y no lo quería imaginar, ya bastante responsable se sentía por lo ocurrido.

• - Tienes sueño
• - ... - Negó con la cabeza.
• - Entonces, podernos hablar.
• - ¡¿...?! - ¿En verdad quería hablar con él después de lo que había sucedido? ¿Después de su disputa? ¿Después de arriesgarse de esa forma por él?¡Ah era cierto! Lo había salvado, debía agradecérselo. Abrió la boca, pero antes de que pudiera emitir algún sonido, Yuki se le adelanto.
• - Quiero pedirte algo
• - ¿Ehh? ¿Qué cosa?
• - Que no vuelvas a ir a esa cañada
• - ¡¡¿Qué?!!
• - Que no vayas a la cañada.
• - ¿Por qué?
• - Casi te ahogas y ¿Todavía tienes la desfachatez de preguntar?
• - Mpphhmm... - Jadeo el aire de sus pulmones y se cruzo de brazos enojado por lo que le pedía ¿Que no fuera a la cañada? ¡Por favor! Ni su hermano se lo había ordenado ¿Por qué le haría caso a él?
• - Hablo enserio, Shuichi. - Dijo de forma seria al notar que al chico no le hacía ni tantita gracia esa orden
• - ... - Se desconcertó y miro al rubio, la forma en la que se lo había dicho era extraña, como un padre que regaña a su hijo ¿Hacía cuanto que nadie le hablaba así? ¡Años!
• - Ese lugar es muy peligroso, tuvimos suerte, pero no es algo que se vaya a repetir.
• - ... ...... - Bajo el rostro y pensó por unos segundos. - ¿Por qué......?
• - ......
• - ¿Por qué me salvo?
• - ¿Hubieras preferido que te dejara morir bajo el agua? - Se salió por la tangente, evadiendo esa pregunta con otra.
• - No; pero............ Mizuchi
• - Mizuchi no existe
• - ¿......?
• - Es solo una leyenda.
• - Entonces ¿Por qué nunca nadie ha podido entrar a ese mar y salir con vida?
• - ¿Que acaso nosotros no salimos con vida?
• - ¡No evada mi pregunta!
• - ... - Suspiro cansado y negó con la cabeza. - La corriente es demasiado fuerte e irregular, es muy fácil que el mar se trague a una persona.
• - .........
• - Solo eso. - Se giro para no mirar al chico y camino hacia la puerta del balcón para apoyarse en el marco.

No le había mentido, simplemente le dijo la verdad a medias, y la razón era porque no quería entrar en detalles. ¿Para qué decirle que ese mar estaba lleno de afiladas rocas, feroces remolinos y crecidas algas que se enredaban en el cuerpo y evitaban la salida? ¿Para qué decirle lo que vio?

FLASH BACK

Soltó la daga para sostener al chico con suavidad y firmeza; con su brazo izquierdo rodeo su cintura y con la derecha su nuca.

Trato de nadar, pero el movimiento de las algas le hizo ver algo que no esperaba.

Cientos de personas atrapadas en las plantas acuáticas, con sus cuerpos enmohecidos y pudriéndose por el tiempo bajo el agua, desfigurados por los peces que comían de sus carnes arrancándola a pedazos.

En sus ojos se reflejo algo más que sorpresa, se notó un poco de miedo. Inconscientemente y en forma protectora, abrazo un poco más al menor, dejando ese angelical rostro escondido en su pecho, como si el chico en su desmayo pudiera ver lo que tenían a la vista en ese momento.

• - ¡Maldición, esto ES UN CEMENTERIO! - Pensó

Bajo la mirada y vio al pelirrosa inconsciente en sus brazos, y sin poder evitarlo imagino lo que le pudo suceder a ese hermoso joven, negó con la cabeza para alejar sus negativos pensamientos de lado, debía salir de ahí ya...............

FIN FLASH BACK

• - Yuki......
• - .........
• - ...Yuki...
• - .........
• - ... - No obtuvo respuesta ¿En qué estaría pensado el rubio que no le hacía caso, a pesar de ya ser la quinta vez que le llamaba? Suspiro cansado y desvió la vista hacia sus piernas. - muchas... muchas gracias... - Dijo con voz apenada
• - ...... - Entonces Yuki lo escucho, aunque no entendió lo que le dijo, desvió la vista hacia el menor. - ¿qué dijiste?
• - Por salvarme............se lo agradezco. - Las mejillas se le tiñeron en carmín ante sus propias palabras
• - Vaya... solo faltabas tu por decir eso...
• - ¿eh?
• - Que todas y cada una de las personas que me he encontrado el día de hoy me han dicho lo mismo
• - ...
• - Pero de todas esas personas, tú eras la única de la que esperaba esas palabras
• - ¡...! - Abrió discretamente los ojos y su rubor aumento, pero Yuki no lo pudo notar puesto que Shu seguía con la cabeza baja.
• - ¿Aún deseas saber mi nombre? - soltó de pronto
• - ¿Qué?
• - Solo responde ¿Quieres saber cómo me llamo?
• - Claro que sí
• - ¿Sigues obstinado con: no quererte casar conmigo?
• - ¿A dónde quiere llegar?
• - Responde
• - ...... - Hizo una leve mueca de desagrado mientras se cruzaba de brazo. - En efecto, sigo obstinado con NO quererme casar.
• - ... - Lo miro, su boca había dicho esas palabras, pero al parecer ya no estaba tan convencidas de ellas. - En ese caso, te propongo un trato.
• - ¿un trato?
• - Has de saber que gracias a "esto" la boda se atraso
• - ¿enserio...? - La pregunta salió casi de forma esperanzada, algo que el rubio pudo notar claramente
• - Un mes.
• - ¿Un mes?
• - Así es; en la próxima luna llena intentaran a casarte conmigo otra vez; y ahora te tendrán vigilado para que no intentes huir de nuevo.
• - .........
• - Si antes de esa fecha, dices mi verdadero nombre, anulare el matrimonio y volveré a Asgard - Le dijo con calma. - ¿Qué demonios estoy haciendo? ¿En verdad quiero darle esta oportunidad? - Se regaño a sí mismo.
• - ¿habla enserio?
• - Supongo que en estos días ya debiste darte cuenta de que yo no bromeo con esas cosas
• - .........
• - ¿Aceptas?
• - ...... - Pensó por unos segundos y tras ello miro al rubio. - ¿solo eso? ¿adivinar su nombre?
• - Te lo aseguro, son muy contadas y demasiado discretas las personas que lo saben
• - ¿cómo quienes...?
• - Mi padre, mis hermanos, mi escolta y creo que mi ex prometida
• - ¡¿...ex...... ex... prometida?! - Musito extrañado por esa palabra.
• - ¿sucede algo con eso?
• - No... nada... solo me tomo por sorpresa
• - ...... - No le creyó; la forma en la que lo dijo había sido demasiado extraña, casi como si le molestara.
• - ¿Un mes? - Regreso al tema central
• - Sí, pero solo UNA oportunidad, así que no te puedes poner a decirme nombres a lo idiota todo el día.
• - ¿qué pasa si fallo?
• - No tendrás otra oportunidad para librarte de la boda
• - ...
• - Estoy haciendo lo mismo que tu
• - ...pero yo le di 3 preguntas
• - pero me diste solo una noche para responderlas; yo te doy 30 días por una sola pregunta ¿Cuál es mi nombre? - Lo miro fijamente, mientras Shuichi bajaba el rostro. - Es poco probable que pueda responder esto, tal vez sea interesante ver qué piensa hacer. - Pensó

Trataba de convencerse a sí mismo que aquello haría su juego más interesante ¿Por qué eso era verdad? Eso seguía siendo un juego ¿qué no? Esa era la razón para hacerle ese reto ¿No era así? Ver las ocurrencias que tendría y demostrar que sus retos SI eran invencibles ¡No había otra razón!  Salvar al chico no era ninguna muestra de cariño, lo hizo solo por humanidad ¡¡No por otra cosa!!

Por su parte Shuichi no dejaba de mirar sus piernas, tenía una oportunidad de librarse del matrimonio, aunque no comprendió la razón por la cual Yuki lo hacía ¿Sería bueno preguntarle la razón? Tal vez no. Tampoco estaba seguro de aceptar o no, después de todo, Yuki se había arriesgado para salvarlo ¿Eso quería decir que en verdad lo quería? ¿O era solo por no dejarlo morir? ¿Por qué lo salvo cuando había sido tan grosero con él? Estaba confundido y demasiado cansado como para analizar bien aquello; tal vez, si conocía su nombre podrá averiguar más de ese hombre.

Se sentía mareado, quizá tantas dudas lo estaban desconcertando de esa forma, y no quería seguir pensando en tantas cosas en esos momentos.

• - Acepto. - Dijo Shuichi.
• - ... - Frunció levemente a boca ante esa palabra, sin saber si aquello le molesto o no, ni si esa era la respuesta que esperaba escuchar, cómo fuera, ya estaba hecho. - Tienes hasta que la ceremonia inicie, espero que no lo olvides...
• - ...
• - Es tarde y estoy cansado, me voy a dormir. Que pases buena noche, Shuichi
• - ...Buena noche, Yuki. Y de nuevo......... gracias. - Termino Shuichi mientras veía salir al hombre.

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Al día siguiente, Shuichi vestía un Kimono naranja con vivos negros y bordados de flores en amarillo [ http://media.photobucket.com/image/kimono+anime/mAxEne_LoNesTaR88/kimono%20anime/be24b264596ed42d02ee24b9423bc523.jpg?o=124 ]

Estaba en el gran salón imperial, sentado delante de su hermano, quien no dejaba de mirarlo fijamente.

Ryuichi vestía un sencillo kimono violeta y sobre este otro kimono negro con bordados de flores de Sakura, sujetos por un obi violeta [ http://fc08.deviantart.com/fs43/f/2009/102/6/f/yuuko_ichihara_colored_by_mokonaxmodoki.jpg ]

• - Ayer nos diste un susto muy grande, Shuichi
• - Lo sé, y lo lamento; créeme que no era mi intención hacer algo así
• - ¿Entonces?
• - ...... - Esquivo el rostro
• - ¿Tanto te desagrada el príncipe de Asgard?
• - No es que Yuki me desagrade, pero............
• - No quieres casarte con él ¿Cierto?
• - .........

No supo que más decir, no estaba seguro de nada; las cosas se habían tornado complicadas desde ese incidente, o quizá fue antes.

Sabiendo que le debía la vida a Yuki, pero ¿Se la daría solo por ello? ¿Podía casarse con él? ¡¿Quería casarse con él?!

• - Shuichi.
• - Yo... quiero ir al reino Zahara
• - ¡...! ¿Al reino de Zahara? ¿A qué?

Shuichi le explico acerca de su nueva empresa: INVESTIGAR EL VERDADERO NOMBRE DEL RUBIO para no casarse.

Aunque sabía que no le iba a resultar nada fácil.

= Sabía que ni K ni Seguchi hablarían, eran muy fieles a príncipe de Asgard y ni a golpes les iba a sacar media palabra.

= El reino Asgard estaba a unas un mes de viaje, apenas alcanzaba a llegar, pero no alcanzaba a volver.

= Solo le quedaba una opción: su ex prometida, la princesa del Reino Zahara, que estaba a 7 días de viaje.

• - Por esa razón debo ir a Zahara; es mi única alternativa
• - Lo entiendo pero ¿Zahara? - Pregunto su hermano - No sabes cómo es ese lugar.
• - Cierto, pero......... Por favor, tengo que ir, solo así me salvo del matrimonio.
• - ¿Irás a ese reino por un solo nombre? ¿Tanto así deseas librarte del matrimonio?
• - ¡Sí! - Se escucho en verdad determinado
• - No conoces el lugar ¡Vamos! Nunca has salido de Turandot
• - Eso es porque NUNCA me quisiste llevar a uno de tus viajes hermano. - Se cruzo haciendo un puchero infantil.
• - Por esa actitud infantil es que jamás te lleve
• - ¡Infantil NADA! Tú eres más infantil que yo
• - ¡¡BUAA!!! Shu me dijo infantil y no es cierto
• - ¡¡¿Ya ves que si lo eres?!!
• - ¡¡¡Buuaa!!! ¡¡¡Shu me está regañando!!! ¡¡MALO MALO!!
• - Tú eres el malo porque no me deja ir.
• - Está bien - Suspiro cansado tomando una actitud seria
• - ¡¡......!! Ryuichi. - Musito desconcertado al ver que de nuevo había vuelto a ponerse serio... sí que su hermano era extraño.
• - No me opondré a que vayas
• - ¿En serio?
• - Pero Hiroshi te acompañara
• - ¡Claro! Muchas gracias, hermano. - Estaba a punto de levantarse cuando......
• - Shu-chan...En ese país preparan un pan de queso exquisito ¿Me traes unos? - Suplico un aniñado Ryuichi viendo con ojos de cachorrito a su hijo.
• - ¿Ehh? Si claro
• - Y aprovechando tu viaje... ¿Me puedes traer una de esas hermosa batas de seda?
• - ¿Eh?
• - Y quiero que lleves a mi conejo Kumagoro de vacaciones, y me traigas de esos dulces que preparan y......
• - ¡VOY A UNA MISIÓN PELIGROSA NO DE VACACIONESSSS! - Se quejo el pelirrosa moviendo las manos de arriba hacia abajo a gran velocidad.
• - Pero no te cuesta nada traer algunas cositas de recuerdo, además ¿Cuánto puedes tardar en preguntar un nombre? ¿5 minutos? Y no vas a viajar 7 días para nada más ir, preguntar y regresar ¿o sí?
• - Pues... no, pero
• - Y si no lo traes, simplemente, no sales del castillo por un mes. - Dijo caprichosamente cruzándole los brazos
• - ¡¡¿QUEEEEEEEE?!!
• - ¿Qué dices hermanito? - Sonrisa "No rompo ni un plato"
• - Qué: Ya que - Sus labios formaron un infantil puchero al ver que había perdido contra el rey del reino.

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Amanecía en Turandot cuando Shuichi salió rumbo a las caballerizas. Era hora de partir hacia ese reino conocido como: "El Oasis del Infierno"

Su equipaje era poco, pues como le había explicado su hermano, demasiado equipaje provocaría que su camino se alentara, además de que en el palacio de aquel reino le darían ropa con la que pudiera estar más cómodo, por lo que solo llevaba dos cambios de ropa más el traje que llevaba en ese momento.

Vestía un pantalón blanco que llegaba un poco arriba de sus rodillas y una kazaka rosa de manga larga y cuello alto que por enfrente llegaba hasta su cintura y atrás caía hasta sus rodillas, sus pies eran cubiertos por unas cómodas zapatillas rosas. [ http://kawaiisakuramillenium.iespana.es/kawaiisakuramillenium/sns05.jpg La ropa de Sakura]

• - Una hora tarde. Creo que me estoy acostumbrando a tu impuntualidad, Shu-chan
• - ¡¡KYAA!! ¡YUKI! - Grito por susto al verlo. - No haga eso ¡¡Me asusto!!
• - Así tendrás la conciencia. - Yuki estaba recargado en la pared Vistiendo un pantalón marrón, chaqueta azul, botas y una capa negra [ http://www.arcobosque.com/robin2.jpg añadan la capa negra y quiten la castaña]
• - Jaja... que gracioso. - Soltó apático mientras lo miraba de abajo hacia arriba. - ¿Y esa ropa?
• - De mi reino
• - Eso es obvio. No hay ropa como esa en Turandot
• - Entonces no preguntes tonterías
• - ... - Hizo un puchero. - Es odioso

Tras lo ocurrido días atrás, ninguno de los dos pudo cambiar su forma de hablarse o verse, ya que les era más fácil llevar las cosas como si aquello  no hubiera sucedido, quizá era miedo, un miedo de terminar perdiendo en su propio juego.

• - ¿Qué hace aquí?
• - ¿Qué pregunta? Es obvio que voy a ir contigo al reino de Zahara
• - ¡¡¿QUEEE? ¿POR QUEEEE?!!
• - Mmmm... - Levanto la vista la cielo como si buscara la respuesta ahí y después de ello lo miro. - Porque quiero. -Soltó sin más
• - Pues yo NO QUIERO que vaya
• - ... - Dejo de recargarse en la pared y se paro delante del chico. - Veamos, tu hermano le pidió a K que te cuidara y a Thoma que te diera clases ¿cierto?
• - Ajah ¿Que con eso? - Se cruzo de brazos
• - Que ellos son fieles a su palabra y cumplirán la promesa que le hicieron a tu hermano así te vayas hasta el otro lado del mundo
• - No me molesta que ellos quieran acompañarme, es más se los agradezco; pero eso no explica el hecho de que usted tenga que ir.
• - Ahh... parece que este enano nunca entiende - Lanzo la frase al aire, como si hablara con él mismo
• - ¡No me diga ENANO! - Y claro, Shu se enojo, no solo por el mote, sino porque no se estaba dirigiendo directamente a él
• - Veras; mi padre les ordeno que no me dejaran solo.
• - ¿eh?
• - Así que adivina: Nos vamos los tres a Zahara, contigo y con Nakano
• - ¡¡¡.........!!!
• - Para poder cumplir la petición de tu hermano y la orden de mi padre
• - ÑNNNN...... Y YO QUE CREÍ QUE CON ESO ME LIBRABA DE USTED MINIMO 14 DIAS
• - Pues ya ves que no mocoso
• - NO ME DIGA MOCOSO, TENGO UN NOMBRE POR SI NO LO SABE
• - Está bien mi Shu-chan
• - QUE NO ME DIGA SHU-CHAN. Y MUCHO MENOS AÑADA EL "MI"
• - Te ves tierno cuando haces esos berrinchitos
• - ¡YA DEJEME TRANQUILOOOOOO!

Ese viaje iba a ser muy interesante.

CONTINUARÁ