Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Turandot por Dulce_Pena_Hime

[Reviews - 736]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Kyaaa!!! ^o^

¿Sabian que mi numero favorito es el 8 y después del 0... y justo con 8 capitulos tengo 100 Reviews..... *o* Me siento Tan pero tan feliz por eso *-*

Bueno, le dejo este cap... cuando mi reloj marca media noche (Mi hora favorita) *0*

Espero les guste este nuevo cap ^-^

SEGUNDO ACTO: ZAHARA

ESCENA 2: HORA DE FINGIR... UN ROMANCE

 

Cabalgaban lento por entre las calles de la ciudad, Shu no dejaba de voltear de un lado al otro, viendo como la gente caminaba por entre las calles, los niños corrían y jugaban, otras personas vendían sus productos; pero todos volteaban curiosas para ver a los recién llegados.

 

  • - Es el futuro rey de Asgard...
  • - Si... es él...
  • - La princesa Ayaka cancelo su compromiso hace casi dos años
  • - ¿A que habrá venido?
  • - ¿Quiénes serán los otros dos?
  • - ¿No traen ropa de Asgard?
  • - ¿Vendrán de otro lugar?
  • - Pero vienen juntos ¿no es así?
  • - ¿Alguien sabe quién es o de qué país viene?
  • - Es un chico muy hermoso ¿cómo se llamara?
  • - ¡No que si sea atrevido decirlo, pero el príncipe de Asgard y ese joven noble hacen una linda pareja!

 

Los cuchicheos llegaban a los oídos de los viajeros, quienes lo ignoraban, aunque Shuichi se moría de ganas por responderles a algunos: "No vengo con ESTE" "No tenemos NADA que ver" y sobre todo: "NO HACEMOS BOTINA PAREJA"

Finalmente, y tras un largo tramo, llegaron a la entrada del palacio, que se veía aún más espectacular de cerca que de lejos [ http://liv14.files.wordpress.com/2008/04/las-mil-y-una-noches.jpg ]

Shuichi no pudo evitar abrir la boca y mirar hacia arriba.

 

  • - Sean bienvenidos a Zahara - Dijo un chico de cabellos castaños.
  • - Gracias. - Respondió Yuki mientras bajaba del caballo para darle las cuerdas de este.

 

Thoma, Hiro y K imitaron al futuro rey para después bajar todas las cosas que traían en el caballo.

Shu estaba a punto de bajar de su caballo, cuando Yuki se paró a uno de los costados del corcel y le extendió los brazos; Shu no pudo evitar poner mala cara ante ese caballeroso gesto, más que nada por venir precisamente del rubio, ya que no le hubiera importado que K, Seguchi o Hiro lo ayudaran a bajar ¡Pero ¿por qué él?!

Yuki no se inmuto ante la mala cara del menor, simplemente - y con un gesto - le indico que ya estaban dentro del castillo, lo cual quería decir que ya estaban empezando a observarlos.

Total que con un silencioso chasquido de lengua, Shuichi acepto su ayuda, colocando las manos sobre los hombros del rubio y permitiendo que este le sujetara de la cintura. No le costó ningún trabajo sostenerlo con firmeza y al mismo tiempo suavidad; para él, el chico era tan liviano como una pluma.

Por su parte, Shuichi no pudo evitar sentirse extraño por los pocos segundos que estuvo en el aire y siendo sostenidos únicamente por los brazos del rubio; sin poder evitarlo se sonrojo. Cuando Yuki lo puso en el suelo, ninguno de los dos se soltó y simplemente se quedaron viendo a los ojos por algunos segundos, hasta que Shu fue capaz salir de ese hechizo, retirando rápidamente las manos del rubio, esquivando el rostro y retrocediendo unos cuantos pasos para que le soltará. ¿Qué era esa sensación tan extraña? No lo sabía, pero no le gustaba sentirse así, era............ ¿molesto?

 

  • - Síganme, los llevaré dónde el Sultán. - Ofreció el chico.

 

Caminaron por los largos y amplios corredores de aquel palacio. Shuichi y Hiro miraban el lugar más que sorprendidos; Nakano era mucho más discreto al voltear hacia todas direcciones, pero Shuichi no dejaba de maravillarse hasta con la más minina vista que encontraba; casi corría por  los pasillos, giraba sobre sus pies para no perder detalle del lugar, levantaba el rostro para mirar la parte interna de las cúpulas, se asomaba en cada ventana encontraba; descubriendo exóticos animales que andaban libres por los jardines.

 

  • - ¡WWUAAAAA! Que pájaro tan bonito - Shu asomándose por aquella ventana de un segundo nivel, mientras observaba a un "ave del paraíso" revolotear en el jardín.

 

Aquel era solo unos de los tantos jardines del palacio: un amplio prado lleno de diversas aves de coloridos plumajes. En el centro de aquel jardín, una hermosa fuente blanca de la cual provenían extraños brillos cuando le daba el sol.

 

  • - ¡Qué agua tan cristalina! - Dijo Shuichi asomándose un poco más, sacando la mitad de su cuerpo y apoyando su peso en sus manos.
  • - Te vas a caer. - Llamo Yuki mientras le ponía la mano en la espalda para que dejara de retar a la gravedad con su propio peso.
  • - Ahh... pero es que... quiero ver más.
  • - Ya podrás hacerlo después... y desde abajo.
  • - Mññm... - Puso mala cara y dejo de asomarse por la ventana, notando como Yuki se alejaba de nuevo para ir con aquel chico que los había llevado hasta ahí.
  • - El sultán los espera. Síganme. - Pidió aquel chico.
  • - Muchas gracias Bill-san - Respondió Thoma para caminar por el pasillo.
  • - Shuichi - Llamo el rubio mientras caminaban, pues el pelirrosa se había quedado en la ventana
  • - Si, ya voy - Dijo tratando se seguirlos pero se detuvo a unos pasos justo cuando escucho un extraño sonido proveniente de una extraña vasija de barro colocada en el suelo, en una parte lejana y solitaria. - ¿Ehh? - Musito para acercarse a ella, se inclino y toco la vasija blanca decorada con oro - con la yema de dos de sus dedos - como si se tratara de una puerta cerrada
  • - Sssssssshhhhhsss. - Era un sonido algo similar a una sonaja, cosa que despertó el espíritu curioso del menor.
  • - ¿Qué será? - Musito para enderezarse un poco y tomar la tapa de la vasija. - No creo que haga daño si miro un poquito. - Pensó mientras levantaba un poco la tapa y la alejaba lentamente. - Haber...... - Estaba a punto de asomar la cabeza cuando alguien le sujeto la mano y la guió para colocar la tapa en su lugar.
  • - No lo hagas. - La voz de Yuki sonó firme atrás de él, provocando que el menor volteara a verlo con algo de desconcierto por esa orden.
  • - ¿Ehh? ¿Por qué? - Musito extrañado mientras Yuki lo hacía ponerse de pie, ya que en ningún momento le soltó la mano.
  • - Porque es peligroso. - Respondió escueto mientas caminaba por el pasillo, halando al chico de la mano; mejor no soltarlo, era obvio que si lo descuidaba un momento haría alguna tontería, ya llevaba dos en menos de tres minutos.
  • - ¿Peligroso? - Shu no ponía resistencia alguna al ser llevado por el rubio, ya que aún estaba más que intrigado por ese sonido tan extraño. - ¿Que hay ahí adentro?
  • - Después te lo explico, ahora solo camina.
  • - ...... - Giro el rostro hacia atrás, ya no se veía la vasija, pero seguía curioso por saber que era lo que había ahí dentro. ¿En verdad era algo peligroso? ¿Algo tan pequeño podía ser tan peligroso?

 

Caminaron por el largo pasillo blanco hasta llegar a una gran puerta, la cual se abrió dejando ver un amplio salón. Al fondo se encontraban una base más alta por tres escalones, adornada por varias cortinas blancas que caían del techo y se acomodaban a los costados de la sala.

En aquella base había una gran cantidad de cojines rojos con bordados en dorados. Y sentado sobre uno de esos cojines se encontraba un hombre de edad avanzada de piel morena clara, regordete, abundante barba gris y pequeños ojos castaños; vestido con un traje de pantalón y camisa blancos, un extraño gorro del mismo color y una capa roja cayendo por su espalda [ http://api.ning.com/files/R*JbHrROHmg*xltqlAEa-MZiLXPszUup3XCd17FH2ssHC0K20QEM7U5r2VkdOmOuCW-VJkROze0ZMH033SltX9nFc7oYhKqc/sultan.jpg ]. A su lado, una hermosa chica, de la misma edad que Shuichi, de largo cabello castaño y grandes ojos azules; vestida con traje de top y larga falda diversos colores, pero siendo primordial el rojo, mientras varias piedras adornaban las ropas. [ http://www.odaliscadanzaoriental.com/ropaindia/conjpunj08.jpg ]

 

  • - El príncipe de Asgard y su prometido el príncipe Shuichi de Turandot; escoltados por el marqués Seguchi, el capitán K y el caballero Hiroshi.
  • - ¿prometido? - La chica dejo salir esa palabra en clara señal de sorpresa y hasta enojo. - Ese chico ¿Es el nuevo prometido de......? - No podía creerlo

 

Entonces recordó algo, aquel extraño rumor que llego a su tierra, la historia de un príncipe maldito que asesinaba a todo aquel que quisiera comprometerse con él y que no fuera capaz de salir victorioso del "juego de la muerte". El príncipe del reino de Turandot, El príncipe siren. ¿En verdad era ese chico de ojos violeta y cabellos magenta? Si lo miraba bien, no parecía tan malévolo como narraban las historias, aunque las apariencias solían ser engañosas.

Miro al rubio y sutilmente torció el gesto en forma de desaprobación. Si el rumor era cierto, eso quería decir que: el príncipe de Asgard jugo y salió victorioso ¡¡JUGO!! ¡¡ARRIESGO SU VIDA EN ESA ESTUPIDEZ!! Eso solo significaba que el rubio seguía siendo el mismo que ella conoció, aquel joven arrogante y necio que adoraba enfrentarse a los retos más absurdos por simple regocijo de su ego. Así que ese "niño" era su nuevo reto; aunque si pensaba con lógica, el reto era el juego ¿no era así? ¿Por qué seguía con ese mocoso? Si ya lo gano, ya se podía pasar a retirar; ya gano el juego ¿Qué no?

De nuevo miro a Shuichi. ¿Qué tenía ese chico de especial? Cierto, era atractivo, pero a simple vista no le notaba nada que fuera diferente o extraordinario; solo era un simple mocoso de buen ver y con título de noble ¿Por qué él?

Shuichi sintió claramente la mirada de Ayaka sobre él, así que la miro a los ojos, obteniendo una recelosa mirada por parte de la castaña, lo que provoco que Shu se sintiera extraño y esquivara el rostro. No le había gustado en lo absoluto como le había visto esa chica, había desaprobación, rechazo y enojo en su mirada ¿Por qué? Si no se conocían.

La castaña entrecerró los ojos ante aquel movimiento del menor; un príncipe tan terrible no podía esquivar la mirada simplemente porque le veían de mala forma, lo cual solo indicaba una cosa: Ese chico en realidad no era el tal siren. Y si en verdad lo era, no era tan cruel como se rumoraba. ¡¡¿Qué demonios estaba pasando?!!

 

  • - Sultán Ukai, princesa Ayaka. Es un placer volver a verlos. - Yuki hizo una pequeña reverencia, siendo seguido de los otros cuatros. Luego de unos segundos, Yuki se enderezo, y los demás hicieron los mismo
  • - Sean bienvenidos al reino de Zahara. Espero que en su viaje no hayan tenido inconvenientes.
  • - Solo algunas complicaciones, pero nada alarmante. - Más que nada respondió por cortesía.
  • - ¿Me pareció escuchar bien? Ese chico es tu prometido, príncipe de Asgard. - Pregunto el sultán mientras le dirigía una mirada al pelirrosa.
  • - Así es, hace un mes que estamos comprometidos
  • - ...... - Shuichi intento decir algo en contra de ello, algo como: "Eso es mentira, no nos vamos a casar"; pero el pelirrojo alcanzo a sujetarle de la mano, recordándole lo que Yuki le había pedido hacía unos momentos atrás. Por lo cual tuvo que morderse la lengua para no hablar. Aunque aquella reacción no paso desapercibida para el perspicaz sultán. Verlo enarcar las cejas en forma de molestia no era algo que hiciera una persona que estaba feliz con su compromiso.
  • - ¡En hora buena! Me alegra mucho que finalmente aceptara contraer matrimonio, después de varios años de evadirlo. - Dijo con notable alegría, como si no hubiera visto los gestos que había hecho Shuichi ante la mención de la palabra "matrimonio" - Aunque, es una lástima que no contrajera nupcias con mi hija, espero tengan un futuro prospero
  • - Agradezco su buena voluntad sultán
  • - Han llegado en buen momento. Mañana en la noche celebraremos una recepción para presentar al prometido de mi amada hija.
  • - Me alegra mucho escuchar eso, sultán. - Dijo Yuki para después mirar a Ayaka. - Espero pueda ser feliz en su nuevo compromiso, princesa Ayaka.
  • - Agradezco tus deseos, príncipe. - Dijo la chica, con una voz suave y una gentil sonrisa.

 

Shuichi no había ni dicho ni pió, se había quedado ahí parado, a un lado del rubio, viendo a este y a sus acompañantes actuar como nunca antes lo habían hecho.  ¿Eran así las normas de etiqueta? No lo sabía, ya que normalmente el no seguía esas normas: siempre se las brincaba porque a su reino llegaban muy contados cortesanos extranjeros, y todos los aristócratas de su reino ya sabían que Shuichi era muy espontaneo y no seguía las normas. Tal vez era eso - sumado a que nunca había salido de Turandot - lo que provocaba el hecho de que no se supiera comportar como era debido, mucho menos saber si era bueno hablar, o aún menos que se supone que debía decir.

 

  • - Sakuma Shindou Shuichi-kun es su nombre ¿Cierto?
  • - ¿Ehh? Ahh... etto...... S-Sii... - Tartamudeo el pelirrosa viendo al hombre, sorprendido por el repentino hecho de que le hablara.
  • - Veo que está un poco nervioso
  • - Bueno es que... nunca había salido de Turandot y bueno yo ehh... jajajaja - Sin duda alguna, Shuichi no sabía cómo actuar, no era muy propio y no conocía a otros reyes aparte de su hermano y futuramente Yuki, con quienes nunca había actuado como debía ser tratado un rey.
  • - Y hasta ahora ¿Qué le ha parecido Zahara?
  • - Ahh... pues......... hace calor... - Hablaba por hablar.
  • - Disculpe a mi prometido, el viaje lo ha fatigado

 

Shuichi miro a Yuki extrañado por esa intromisión

Yuki solo le dirigió una rápida, molesta y gélida mirada en señal de "Ya no habrás la boca", mirada que rápidamente atemorizo al menor.

 

  • - Pues es quien mejor se ve de ustedes. - Dijo el sultán. - Parece ser que cabalgaron toda la noche
  • - Así fue, señor.
  • - Ya veo; en ese caso, no los molestare más, deben estar exhaustos. - Aplaudió dos veces, haciendo que 10 sirvientes llegaran a la puerta y se formaran en una línea
  • - ¡¡......!! - Shuichi jamás había visto tal control ni tanta autoridad por parte de un solo hombre, su hermano no era así con sus vasallos
  • - Conduzcan a nuestros invitados a sus aposentos.
  • - A la orden sultán - Dijeron al unisonó
  • - Vayan a descansar. Espero que su estancia sea magnánima en mi reino.
  • - Gracias su alteza, es un placer saludarlo de nuevo - Y dicho esto, Yuki hizo una pequeña reverencia al igual que sus acompañantes y salieron de ahí siendo escoltados por los sirvientes a diferentes habitaciones

 

Una vez que estuvieron fuera, y la gran puerta se cerró a la espalda de ellos, Shuichi se atrevió a hablar

 

  • - Yuki
  • - ¿mm?
  • - Bueno , es que... nunca lo había visto actuar tan formal - Comento
  • - Es un sultán ¿Cómo crees que debería actuar?
  • - Ahh... pues... no lo sé... - Levanto los hombros. - Al único emperador que conozco es a mi hermano.
  • - ¿Y qué supones que soy yo: un peón?
  • - Usted todavía no es rey. - Se cruzo de brazos
  • - Pero lo voy a ser.
  • - ......... - Hizo un puchero. - Pero aún no lo es. - Dijo a forma de berrinche con rápidas palabras.
  • - Jah! Como sea. Tienes que aprender a comportarte como un noble, Shuichi.
  • - ¿Por qué?
  • - Ya te dije que ese hombre es muy conservador, es muy obsesivo con las normas de etiqueta, así que no quiero que andes haciendo tonterías; un pequeño error puede molestarlo
  • - ¿En serio?
  • - ¿Quieres comprobarlo?
  • - ...Creo que no. - Sonrió tímidamente.
  • - ¿Quieres que te enseñe?
  • - ¿Enseñarme?
  • - Practica conmigo sobre cómo debes tratar a un rey
  • - ¿Qué? ¡¿Con usted?!
  • - ¿Conoces a otro rey por aquí cerca?
  • - ¿Y cómo?
  • - Pues eso es obvio, haciéndome reverencias, pon...
  • - Olvídelo. - Interrumpió. - Prefiero hacer enojar al sultán antes de hacer una reverencia delante de usted. Además, no espere que algún día lo trate como a un rey, no me ha dado un solo motivo para tratarlo como tal.
  • - ¿Algún día? ¿Eso quiere decir que te casaras conmigo? - Dijo mientras le dirigía una rápida mirada
  • - ¡Claro que no! - Lo gruño molesto.

 

+-+-+-

 

Mientras tanto, dentro de aquella gran habitación.

 

  • - Rage - Llamo el hombre sin moverse de su lugar.
  • - Sus ordenes, Sultán. - Dijo una chica de gafas y cabello corto, haciendo una pequeña reverencia delante de aquel hombre. - Quiero que vigiles al príncipe de Asgard y a su "prometido" - La última palabra la soltó con sarcasmo. - Si notas algo extraño quiero que me lo informes de inmediato
  • - Sí, señor. - Dijo la chica antes de darse la vuelta e irse.
  • - ¿Por qué razón has pedido eso? - Pregunto Ayaka.
  • - Las reacciones que tuvo el príncipe Shuichi cuando mencione la palabra "compromiso" no fueron muy buenas. Quiero saber si me están viendo la cara. - Respondió
  • - Así que también lo noto. - Pensó la chica.

 

+-+-+-

 

Entro a esa gran habitación, con paredes decoradas con pinturas, el techo formado; la mullida cama de frazadas amarillas estaba en el centro de la habitación y tras ella un gran espejo que cubría toda la pared; de un lado había una amplia mampara de papiro con decoraciones de aves de paraíso, del otro lado un umbral que conectaba con un amplio balcón en forma de media luna y rodeado de un barandal hechos de gruesos fustes [ http://ciudadpedestre.files.wordpress.com/2009/02/hindu.jpg más o menos esta]

 

  • - Esta habitación es enorme - Musito el pelirrosa corriendo hasta llegar al balcón, asomándose por él. - Vaya ¿Cuánto metros serán hasta el suelo? ¿30? - Pregunto viendo que bajo el balcón, se veía el hermoso jardín de la parte trasera del palacio, y no muy lejos la fuente.
  • - ¿Te gusta?
  • - Si, tiene una vista preciosa. - Musito maravillado.
  • - Si, la vista desde esta habitación es muy buena, sobre todo en las noches
  • - Esa es otra razón por la que me gusta. - Se giro para sonreírle de forma maliciosa al rubio. - A esta altura, usted no se podrá brincar en las noches, como lo acostumbra hacer en Turandot. - Se regocijaba de solo pensar en eso ¡¡al fin se libraba del rubio!!
  • - ... - Yuki lo miro sin decir nada. Entonces sonrió de forma cínica mientras se cruzaba de brazos. - No hay necesidad de eso
  • - ¿Ehh?
  • - Vamos a quedarnos los 2 en esta habitación
  • - ¡¡¿QUEEEEEEEE?!! - Ese grito casi atravesó la lejana puerta de la habitación
  • - ¿Qué esperabas? ¿Tengo que recordarte las normas?
  • - ¡Ah nooo! - Reclamo - Quedamos en que no iba a decir a que venía y que yo no iba a ser grosero con usted, pero nunca hablamos eso de dormir juntos, además.........¡¡......!! ¡¡¿q-quee... haa-...cee...?!!
  • - ...... - Yuki lo tenía atrapado contra el barandal, con una mano en su cintura y la otra sujetando suavemente su mentón mientras le daba un dulce y apenas marcado beso cerca de la comisura de sus labios, uno que a lo lejos simulaba muy bien un beso en los labios.
  • - S-suel... - Musito mientras se estremecía levemente, cerraba los ojos con fuerza y tenía las mejillas levemente teñidas de carmín. Yuki había sido atrevido con él en ocasiones anteriores, pero nunca lo había hecho de forma tan repentina ni había sido tan ¿brusco?; no le gustaba eso. - ya... ya no... - Susurro al sentir como el cálido aliento de Yuki recorría su mejilla y llegaba a su oído.
  • - shhh... nos están espiando. - Musito serio y en un tono tan bajo que Shu con trabajos lo escucho.
  • - ¿ehhh...? - Musito quedamente y volteo levemente el rostro para verlo.
  • - ... - Yuki le miraba de forma fija y sería, demostrando en su semblante formal que no estaba mintiendo, y de hecho se notaba algo molesto, como si no le gustara que lo vigilaran ¡Obvio! ¿a quién le gusta que lo espíen? - y-yo......... ¿qu- que debo hacer? - Musito bajito, algo cohibido pero convencido de que debía quedarse dónde estaba
  • - Abrázame
  • - ¡......! - Le miro sin saber que decir o hacer.
  • - Solo pon tus manos en mi espalda.

 

Dudo por unos segundos, pero tras ello levanto las manos de forma lenta y las puso sobre la espalda de Yuki. Era una sensación extraña, tal vez se debía a que era la primera vez que lo abrazaba, aunque no sabía si se podía llamar un abrazo a eso.

 

  • - relájate. - Susurro de nuevo a su oído.
  • - estoy relajado - Soltó molesto en un suave murmullo que resulto más ahogado por tener la cara tan cerca del pecho del rubio.
  • - si claro. - Dijo sarcástico. - si estuvieras relajado no estarías temblando. - Llevo una de sus manos al cabello de Shuichi para pegarlo más a su cuerpo
  • - ¡¡¡......!!! - Sintió la cara muy caliente por estar en esa posición con el rubio, fue por lo mismo que presiono con sus manos la ropa del rubio. - ¿Cuánto más? - Soltó.
  • - solo un poco más.
  • - .........
  • - Escucha. Aunque no quieras, vas a tener que compartir la cama conmigo, a menos que quieras que nos decapiten
  • - ...
  • - Aunque... si lo prefieres nos regresamos a Turandot y te casas conmigo
  • - Tsk...
  • - ... - Sonrió discretamente ante aquel chasquido
  • - Podré hacer esto, se lo aseguro. - Dijo Shuichi molesto, no le gustaba darse por vencido.
  • - ...... - Ese mocoso sin duda alguna era un necio, pero eso era mejor, ya que hacía su reto aún más interesante.

 

Se quedaron en silencio  y "abrazados" por algunos minutos, sintiendo aquella cercanía demasiado extraña.

Yuki no sentía aquello de forma desagradable, por el contrario, sentir aquel chico entre sus brazos: un cuerpo pequeño, delgado y cálido; unos cabellos sedosos, suaves y con aroma a fresas. Si bien maldecía por no poder ver ese rostro que estaba oculto en su pecho,  valía la pena el privarse de esa mirada violeta por unos segundos con tal de que Shuichi le "regresara el abrazo".

Por su parte, Shu se sentía MUY raro en los brazos del rubio, no sabía si era una sensación desagradable o no. El aroma a bosque que tenía el rubio era muy sutil y agradable, el calor que le transmitía era un tanto molesto por lo caluroso que era ese lugar. La forma tan gentil en la que lo sostenía en sus brazos le hacía sentir seguro, pero al mismo tiempo tenía miedo a algo ¡y le desesperaba no saber a qué demonios era!

Sin ser del todo consciente, Yuki cerró los ojos y presiono un poco su mano sobre aquellos cabellos magenta, enredándolos en sus dedos y acercando un poco más al menor contra él.

Se sonrojo al sentir como aquel abrazo se hizo un poco más posesivo por parte del rubio, aquello ya no le estaba gustando, porque esa sensación extraña en su interior se había intensificado, haciéndolo sentir extraño en los brazos del rubio, ¿estaba incomodo? No lo sabía.

 

  • - N-nee... Yu-yuki - Trastabillo un poco las palabras
  • - ¿mmm...? - Susurro suavemente, sin dejar de oler aquellos cabellos y hasta jugando un poco algunos de esos mechones con entre sus dedos.
  • - ¿...to-todavía......... nos espían...?
  • - no.
  • - ¡¡¿Ehh?!! - Pregunto extrañado, dejando de abrazar al rubio para apoyar sus manos en el pecho de Yuki y separarlo de él.
  • - ... - Yuki dejo de abrazarlo en cuanto sintió como Shu lo empujo hacia atrás, sin embargo, no quito sus mano de aquella estrecha cintura mientras le miraba fijamente a los ojos.
  • - ¡¿Qué fue lo que dijo?!
  • - Que hace unos minutos que dejaron de espiarnos. - Soltó con calma, sin dejar de mirar aquellos ojos.
  • - ¿Y por qué no me lo dijo antes? ¿Por qué me siguió abrazando?
  • - Porque quise.
  • - ¡¡Uuuyy!! - Gruño molesto, cruzándose de brazos y esquivando el rostro hacia un lado mientras hacía un puchero
  • - ... - Yuki sonrió de nuevo al ver aquel berrinche por parte el menor - ¿Te molesto que te mintiera?
  • - Pues claro que me molesto ¿Qué esperaba? ¿Qué se lo celebrara?
  • - No, pero.........
  • - ¿Pero qué? - Le miro de mala forma
  • - Pero... si tanto te molesta ¿Por qué aún sigues entre mis brazos?
  • - ¡¡......!! - Quedo rojo como manzana al darse cuenta de que Yuki le sujetaba de la cintura con ambas manos. - su-suélteme. - Ordeno empujando al rubio un poco para que lo soltara.

 

No se opuso al menor, sabía que de no hacerlo terminaría por hacerlo enojar de verdad, y no quería echar a perder los avances que llevaba con él, porque aunque Shu se negará, él sabía que las cosas estaban avanzando a su favor. Aún así... no pudo evitar pensar en lo que había sentido mientras lo abrazo: esa extraña sensación que tuvo de envolverlo de forma más intensa y hasta posesiva, de hundir su rostro en aquellas hebras  y inhalar profundamente el aroma que desprendía, de sentir más cerca el calor de aquel chico ¡¡Maldita sea!! ¿Qué demonios estaba pensando? ¡Con un demonios! Sería un idiota si terminaba enredado en su propio juego de seducción. ¡No! No es que estuviera cayendo en sus propias redes

Suspiro cansado y se llevo una mano a la frente para masajear su cien mientras cerraba los ojos, tal vez la desvelaba y el viaje le estaba haciendo pensar cosas extrañas. ¡Era eso! Se estaba cayendo de sueño y al estar en esa posición y con ese aroma se empezó a arrullar. ¡Era eso! ¡¡SOLO ESO!!

 

  • - ¿Se siente mal? ¿Le duele algo?
  • - No, solo tengo sueño. Me dormiré un rato. - Dijo mientras le daba la espalda al chico para entrar a la habitación.

 

Suspiro por un momento y tras ello bajo el rostro, era seguro que el rubio estaría muerto de cansancio ¿Quién no después de cabalgar toda la noche? Se sintió responsable por la fatiga del rubio, si no se hubiera desmayado por el calor, el rubio no estaría cansado... aunque tal vez aún no llegarían a Zahara.

 

  • - ¿Qué te pasa? - Le pregunto Yuki al notarlo entre pensativo y melancólico
  • - Nada...yo solo......... mmphh... creo que debo darle las gracias....... y... disculparme, por lo de ayer.

 

Miro al chico por algunos momentos y tras ello exhalo el aire de sus pulmones. Se acerco al menor  y con una mano le levanto el mentón para mirarle a la cara, notando como aquellas orbes le miraban con algo de duda por aquel gesto.

 

  • - Este lugar te dio mucha curiosidad ¿cierto? ¿Por qué no vas a dar una vuelta?
  • - ......... - Lo miro desconcertado por el cambio de tema, como si le restara importancia al hecho de que lo hubiera cargado toda la santa noche.
  • - ¿De acuerdo?
  • - ......ehh... ahh... s-si. - No supo que más decir ante aquello.
  • - Bien. - Musito acariciando sutilmente su mejilla antes de darle la espalda. - Sígueme. - Dijo caminando hasta la entrada de la habitación, una gran puerta con decorados dorados. La abrió y aplaudió dos veces, provocando que un joven llegara ahí en menos de 30segundos. Yuki tomo al pelirrosa del hombro y lo hizo ponerse medio paso delante de él. - Guía al príncipe, que conozca el lugar, pero no salgan del palacio. - Dijo.
  • - Sus órdenes, señor. - El joven hizo una reverencia delante de los dos.
  • - ... - Shuichi miro al chico y tras ello al rubio, quien lo acerco un poco a él y beso su frente, provocando que Shu se ruborizara una vez más.
  • - Te veo después. Y no hagas travesuras

 

El chico asentó y avanzo por el pasillo siendo seguido del sirviente, bajo la atenta mirada del rubio, quien no dejaba de pensar en aquel beso que le había dado al menor, uno que no era necesario pero si era uno que quería darle ¿Por qué? ¡¡Ahhh!! Sin duda alguna necesitaba dormir. El calor y el cansancio estaban aturdiendo su mente. ¡¡Solo era eso!! ¡¡¡SOLO ESO!!!

 

CONTINUARÁ

Notas finales:

¿Que les parecio? Espero les haya gustado... y ahora lo importante

¿Que papel creen que juegue Ayaka en todo esto? ¿Sera comprensiva, celosa, venenosa, complice? ¡¿Ustedes que creen?!

Bueno, nos vemos, kuidense y besos...

Matta ne!!! ^o^


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).