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Show me your teeth por LadyHenry

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Notas del capitulo:

 

Happy Birthday Akisuki!

 

XII. Las esposas de Batman... esto de Dios.

(Obviamente Batman tendría esposos, y la iglesia aprueba la poligamia divina, pero la homosexualidad heroica, y no heroica, no)

 

Intentaban Cruzar en silencio la entrada que comunica el patio del convento con las celdas, estaban en fila encabezados por Van der Rohe, que esperaba el momento en que parase el flujo de gente que entraba y salía. Mientras tanto Elliot se dedicaba a entretener a la monja que custodiaba el puesto de información. El convento estaba justo entre de la basílica de San Patrick y el museo religioso.

-¿Todavía no?-preguntó Jordan impaciente.

-No, mierda, esto parece el coño de la Bernarda, todo el mundo entra a joder-se quejó Vince.

-Estamos en un convento hombre, no diga esas cosas-le reprendió Tommy, le estaba pillando el punto a tirarle de la lengua a Vince-. Podría oírle alguna monjita.

-A buenas horas, esas furcias religiosas hace rato que están todas folladas de atrás pa' adelante.

-De atrás pa' alanteeeee-coreó Baudelaire.

-Shhh-siseó Randy mirando con enojo al loro, su abuela sabía cómo hacer regalos chungos.

-Nos van a descubrir por el loro-se quejó Jordan.

-No creo, la mayoría son unas abuelas, fijo que están más sordas que Hanna Montanna.

-¿Ésa está sorda?-se sorprendió Jordan.

-Hay que estarlo para aullar así, puede que consiga distraerte con sus modelitos de putilla pero a un oído entrenado ni poniéndose tetas aerostáticas lograría engañarlo.

-¿Te gusta?-preguntó Randy mirando a Jordan escéptico.

-No es mi tipo-se encogió de hombros.

-Vaya, ¿Y cuál es tu tipo?

-Pues...-Jordan tenía la sensación de haber caído en una especie de trampa de la que le era imposible salir bien librado.

-Le gustan las nenazas con carita linda y pintadas como puertas que van divas post modernas y se gastan un buen paquete-opinó Vince echándole un evaluador vistazo al look de Randy.

-Oiga métase en sus asuntos-replicó Jordan molesto.

-Alguien tiene falta de echar un casquete-rió Vince.

-Yo tengo mucha falta-suspiró Tommy.

-No jodas con la pinta de guarrilla que llevas.

-Las apariencias engañan, mírese a usted, es el vivo ejemplo-respondió Tommy sonriendo sardónicamente.

-¿Por qué?-cuestionó Vince igual de sonriente.

-Le aseguro que a nadie se le pasaría por la cabeza que hable así viendo lo elegante que luce.

-No es para tanto coño, hago cosas mucho más extrañas, te mearías encima si las supieras-aseguró Vince rememorando mentalmente algunas de sus hazañas en sus comienzos en el COVISEM.

-No hace falta que lo jure, prefiero permanecer ignorante-le advirtió Tommy.

-Ahora-dijo Vince de repente y todos cruzaron la puerta con rapidez.

-Genial, estamos dentro, ¿hacia dónde vamos?-preguntó Tommy aliviado.

-Tenemos que llegar al final del pasillo y encontrar la puerta que da al sótano-respondió Randy.

-¿Por dónde está?-indagó Jordan.

-No lo sé-respondió Randy.

-Qué mierda me estás contando engendro travestido, no puedes traernos hasta aquí sin saber dónde está el puto libro, joder.

-Joderrrrrrrr-repitió Baudelaire.

-Tampoco es para ponerse así, sí sé dónde está el libro, lo que no sé es cómo llegar-se encogió de hombros restándole importancia al detalle.- Hagamos una cosa, yo me voy con Jordan y usted con Tommy, el primero que encuentre el acceso llama a los otros y le da las indicaciones.

-Te voy a moler el culo a palos como no lo encuentres.

-Es usted el que no estaba satisfecho con ver la copia.

-Nieto de la mamona de Irina tenías que ser...

Randy tomó  a Jordan de la mano y se dirigió al ala izquierda, dejando a Tommy en una situación incómoda, se limitó a seguir a Vince por el ala derecha. El camino estaba libre, o eso creían, porque de repente se escuchó un aullido de dolor precedido de un golpe. Ambos detuvieron su marcha y aguardaron en silencio escondidos tras las gruesas cortinas que estaban a los lados del ventanal.

-¿Qué te ha pasado hija?-escucharon preguntar alarmada a una de las monjas.

-No ha sido nada, un golpe tonto, me he resbalado en el último escalón-respondió la joven mientras sobaba su adolorido tobillo.

-Será mejor que vayas a la enfermería para asegurarnos de que no es nada grave-insistió la monja.-Yo tengo que ir a hablar con el cartero, trae un certificado. Espera aquí quieta hasta que mande a alguien a por ti.

-Como quiera-suspiró la joven resignada, quería seguir a los intrusos, estaba segura de que Tommy tenía algo que ver con lo que le pasaba a su ex novio, y estaba dispuesta a cualquier cosa con tal de destapar la conspiración, que imaginaba se estaba desarrollando en su contra.

-Oiga esa chica es Mary Sue, será mejor que nos demos prisa-dijo Tommy susurrando mientras tironeaba de la chaqueta de Vince.

Vince lo miró asintiendo, y se disponía a retomar el camino cuando en su móvil sonó la sintonía de Oh No, Not You Again.

-Shhh-siseó Tommy poniéndose el índice en los labios, reprendiendo a Vince con la mirada por dejarse el móvil con sonido.

Pero Vince respondió como si nada.

-¿Qué coño pasa?

-Encontramos la puerta, pero está cerrada-le comunicó Randy.

-Pues fuérzala joder.

-NO sé.

-¿Y el macarrilla?

-¿Jordan?

-No tu puta abuela...

-Tampoco sabe, no es algo que sea muy común saber...

-Tu abuela sabe, dile que te enseñe coño.

-Lo tendré en cuenta... Vengan al ala izquierda y en el tercer tramo de escaleras bajen, cuando lleguen al final cojan a la derecha, estamos al final del pasillo.

-Ok, ya vamos.

Mary Sue se hizo la despistada para que salieran, esperó un poco, y cojeando los siguió, intentando no hacer mucho ruido.

Consiguieron llegar al final de las escaleras sin interrupciones, aunque Tommy tenía la desagradable sensación de que los vigilaban.  Cuando llegaron ante la puerta Vince intentó forzarla con una tarjeta y un ganchillo de los que llevaba Randy para apartar el flequillo, sin éxito.

-Me cago en todos los putos cerrajeros, panda de cabrones, ahora tendré que ir al coche para coger herramientas.

-Está bien, llamaré al padre Elliot para que le cubra, espere en la entrada del patio-suspiró Tommy obstinado.

Mary Sue estaba agazapada en el rellano, escuchando atentamente, no le gustó nada eso de que el padre Elliot anduviera con ellos, confiaba en que estuviera fingiendo para salvar a Tommy, el chico era muy ingenuo y confiado, no había más que verlo pasearse en casa de Roy en pijama corto. Nadie en su sano juicio tentaría a un libertino lujurioso como Roy de esa manera, ella había intentado explicarle a Tommy que aunque él mirara a Roy como un padre protector, y le agradeciera dejarle pasar tiempo con él para aliviar su soledad, Roy veía en su joven cuerpo un pedazo de carne muy sabroso al que hincarle el diente.

La conversación telefónica de Tommy había sido reveladora aunque confusa. Hablaba de forzar la entrada del sótano para ir a las cajas de seguridad de las reliquias para buscar un "el libro rojo", por lo que dedujo que ese libro era vital para salvar a Aleix. Ahora estaba todo claro, sólo tenía que hacerse con el libro para averiguar qué estaba pasando, estaba resuelta a solucionarlo ella misma, así evitaría que Tommy tuviera que exponerse, él y esos dos amigos suyos, el menor tenía una pinta un tanto extravagante, lo que en su estado se conocía como maricona rebelde. Estaba decidida, en cuanto se hiciera con el libro iría a consultarle a Xabat, el guía espiritual de su grupo de jóvenes caminantes del amor (espiritual), fuera lo que fuera él sabría encaminarla hacia la salvación.

Cuando Vince salió del edificio fue corriendo hacia el cuarto donde guardaban las llaves, allí dejaban la llave de los dormitorios todas las mañanas antes de empezar el retiro espiritual, tomó un manojo de llaves donde se encontraban las del sótano y el cuarto de contadores, desde allí podía acceder a la cámara de seguridad sin ser vista por Tommy, no quería ponerle en peligro haciéndole partícipe de su plan, por lo que había visto ese tal Vince era peligroso.

Una vez dentro de la cámara miró el registro, el único libro rojo estaba en la caja nº 69, el número más blasfemo después del 666. Introdujo la contraseña señalada  y tomó el ansiado libro, después limpió sus huellas dactilares y salió pitando, tenía que  ir a pedirle hora a Xabat, y para eso iba a tener que fugarse unas horas y buscarlo en la ciudad, ya que no volvería al convento en tres días.

Fue al dormitorio guardó el libro en su mochila y aprovechando que era la hora del almuerzo se escabulló con facilidad. Media hora después estaba en un auto bus rumbo al centro, echándole una ojeada al libro. Estaba flipando en colores,  no entendía un carajo de lo que ponía, pero las ilustraciones eran de lo más reveladoras, sobre todo los retratos donde salían hombres y mujeres vestidos de época luciendo los colmillos más afilados que hubiera visto en humanos.

Mientras tanto Elliot, Randy, Tommy y Jordan intentaban recuperarse de la sarta de insultos más larga y malsonante que hubieran escuchado nunca, y eso que Jordan iba a partidos de jockey sobre hielo. Después de todo lo que habían buscado, justo al abrir la caja donde estaba registrado el libro se encontraron con un vacío decepcionante y preocupante.

Randy se alegraba de haber sacado copias, así le indemnizarían, de resto todos suspiraban abatidos. Intentando calmar a Van der Rohe y su loro, el único consuelo del director era haberse lajado la cinta de seguridad, así sabría quién era el desgraciado que le había birlado su objetivo, sólo tenía que averiguar su identidad e ir a por él, la idea de desquitarse a palos le encantaba.

Llegaron hasta el patio sin problemas, pero tuvieron que esperar a que un grupo de jóvenes parroquianos terminara sus oraciones al aire libre. Vince intentaba contactar con Ilych cuando un bulto negro y abullonado tropezó con él, haciendo que se tambaleara y su móvil se cayera, cuando se giró para ver quién era el imbécil que lo había atropellado se espantó dando rienda suelta a su lengua creativa

-Joder, ¿qué son éstas, furcias del señor o pandilleras de Batman?

-Creo que es el hábito de la orden respondió Elliot conteniendo la sonrisa.

-Pues dan más miedo que Robin disfrazado de Pipi Calzaslargas.

-Blasfemo, modere su lenguaje en la casa del señor-gritó la monja escandalizada.

-Cómame la polla, y cállese la puta boca.

-¿Qué ha dicho?-preguntó indignada a modo retórico.

-Joder encima sorda, que me coma la polla, la  PE-comenzó a deletrear Vince.

-Peee-coreó Baudelaire.

-O

-Ooo

-Elle

-Elleee

-Señor, la RAE eliminó la LL del alfabeto-le informó Tommy.

-¿No jodas entonces ya no existe?

 

-Sí, pero no como letra, tendría que decir pe-o-ele-ele-a

-Pero qué  clase de mierda es ésa-bramó Vince indignado-. Pues mejor vaya a rascarse el chocho, CHE-se dispuso a deletrear de nuevo.

-Esto... la che tampoco existe como letra, sería  ce- hache- o...

-Pues mis pollas y mis chochos seguirán teniendo elles y ches ¿algún problema?

-Como guste...

-¿Hay más cambios que deba saber?

-No creo que esté preparado para afrontarlos.

-De puta madre, mejor nos damos prisa antes de que se corra la voz entre las golfas y venga  uno de esos pederastas con faldones, porque con esas pintas que llevan van provocando... especialmente el enano mariconazo -dijo señalando  a Randy.

- Eso es homofobia-protestó Randy.

- Es la jodida verdad-replicó Vince.

-Hay mejores maneras de decirlo, el chico es afeminadamente femenino...-intentó conciliar Elliot.

-También se traviste el muy huevón, si es que va pidiendo guerra ¿por qué te crees que llevan vestidos y joyas los secuaces de dios?

-Porque es el uniforme-respondió Elliot algo ofendido.

-Para reconocerse hostias, son unas putas reinonas ¿has visto esos gorros que usan? No nos engañemos, su vestimenta es jodidamente gay, si pones juntos a uno de ABBA y a un cardenal en navidad, la única diferencia es que el sueco irá ajustado y ellos van de largo, son más clásicos...

-Me parece muy... interesante su opinión sobre nuestros uniformes de trabajo, pero tenemos que salir de aquí cuanto antes-le cortó Elliot agobiado.

-Cierto, tengo que ver al hijo de perra que se llevó el libro y consultar el manual de torturas medievales.

-¿Para qué quiere ese manual?-preguntó Randy suspicaz.

-¿Se te ocurre algo que no sea buscar métodos de tortura?-exclamó Jordan.

-Pues no... pero...

-Es para darle su merecido a ese cabronazo estúpido, quiero buscar algo jodidamente especial para agradecerle, ya sabes algo de su estilo de mierda, y si está en un convento nada mejor que retomar la puta inquisición.

-Entiendo.

-¿Y nosotros qué hacemos ahora?-cuestionó Elliot.

-Yo me piro al COVISEM.

-Nosotros vamos a reclamarle al seguro-dijo Randy.

-Yo me voy a un club a ver si ligo-exclamó Tommy.

-¿Qué?-se sorprendió Elliot.

-No me mire así, tengo mucho estrés encima-se defendió Tommy.

-Mejor te vienes conmigo y así ves a tu amigo Aleix, seguro que le hace ilusión-suspiró Elliot resignado, ni loco dejaba a Tommy solo, con lo caótico que se estaba poniendo todo seguro que se ligaba a un vampiro y se liaba más la cosa.

 

 

 


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