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Show me your teeth por LadyHenry

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Era más de media noche cuando el teléfono sonó en la residencia de Benjamin Mitcham, el médico jefe del COVISEM. Dejó sus binóculos en la mesilla del salón y fue hacia el condenado aparato que no paraba de sonar con la sintonía de los cazafantasmas, su larga melena negra se agitaba a cada paso, al descolgar sus ojos verdes se estrecharon mientras una incipiente sonrisa asomaba a sus labios, no sabía bien por qué, pero adoraba escuchar a Vince, sobre todo cuando estaba de mal humor.

-Buenas noches señor director-saludó en tono sensual.

-Los cojones de tu madre buenas, mueve tu puto culo aquí melenudo de mierda-bramó Vince.

-Intenta concretar más Vince, no domino la telepatía.

-Pues por lo que te pagan deberías, cabronazo.

-¿Qué ha pasado?

-Los bastardos de mis hermanastros han venido sin avisar, me han seguido y se la han chupado, ahora están medio alelados, pero cuando se espabilen van a estar cachondos como perras en celo.

-¿Los gemelos tienen el síndrome PMV?-se sorprendió Benjamin.

-Quieres un puto dibujo o qué. Deja de inflarme las bolas y ven ya.

-¿A dónde?

-¡Coñooo!-protestó Vince airado-Te paso con Ilych. Me sacas la bilis, te lo juro, un día te parto esa carita de zorra de porcelana, mamón.

-Buenas noches Benjamin-saludó Ilych-estamos en el pabellón Krauss, tardarás una media hora en llegar.

-Gracias, como siempre eres de lo más eficiente Neuman.

-No hay de qué, es mi trabajo-respondió con con sorna- procura no meterte demasiado con Vince, cuando se trata de su familia ya sabes que se pone de muy mala leche.

-Menos mal que de resto es una lindura-ironizó Benjamin.

-Claro, cómo no-suspiró el estratega-hasta después.

A Roy no le gustaban nada los continuos cuchicheos que se traían su hijo y Aleix desde que habían vuelto a juntarse, su relación con Jair ya era bastante complicada, lo último que necesitaba era que se cabreara por su desliz. Además los enfados de su pequeño no eran nada recomendables, era comedido y esperaba al momento adecuado para vengarse de una manera silenciosa, en eso se parecía a su madre.

Jair había decidido acompañarle a su encuentro con Dante, después de que Roy se comprometiera a hacer de mediador entre el vampiro y el nuevo dueño del libro, o el puto mocoso metiche como Dante lo había denominado. Iba a contarle todo lo que sabía a espaldas del COVISEM. Así lo habían decidido después de valorar sus opciones, aunque por poco, hubo disparidad de opiniones, Roy aseguraba que tener a Dante de enemigo era peor que tener a los tarados del COVISEM, Aleix opinaba igual, Randy, Jordan y Tommy pensaban que los del COVISEM eran más peligrosos, pero Jair aunque compartía su opinión decidió apoyar a su padre, quería que sintiera la venganza de Vince y sus chicos en su propia carne. Le parecía justo después de lo que había hecho con Aleix, sabía bien lo irritante que podía ponerse su mejor amigo, entendía que en pleno síndrome PMV debió ser un auténtico calvario, pero estaba harto de que su padre se comportara como un chiquillo, creía haber dejado claro que no quería que sus líos interfiriesen en su entorno,  a no ser que fueran algo serio, había insistido mucho en ese punto después de partirle la cara a uno de sus compañeros de instituto, esperaba que lo respetara.

Así que Roy acertaba de pleno al creer que su hijo se la iba a jugar, sólo que ya había empezado y él no lo había captado. Todo habría ido bien si el bocazas de Aleix no se lo hubiera ido de la lengua, lo peor fue que cuando se lo estaba recriminando Jair se había puesto de su parte, defendiéndolo y agradeciendo su confianza y sinceridad, ahora estaban más unidos que antes y a Roy no le gustaba un pelo, de hecho estaba preocupado, notaba a Aleix demasiado cariñoso con su hijo, ambos estaban saliendo de los efectos SPMV... era peligroso, no entendía por qué Jair le pasaba tantas estupideces a Aleix.

-Bien ya hemos llegado, yo iré a hablar con Dante, ustedes busquen a los del COVISEM para que les revisen lo del síndrome-propuso Roy.

-Ya estamos mucho mejor, no hace falta revisar nada-objetó Jair.

-Eso no lo sabes con certeza, cuando los llamé me dijeron que su médico estaba aquí por una emergencia-contradijo Roy.

-Salem y su grupo están tocando aquí, obvio que debe haber una emergencia-bufó Jair.

-Creí que te llevabas bien con Salem-se extrañó Aleix.

-Y así es, pero eso no quita que sus colegas sean algo inconscientes sobre todo Aster e Izhan...

-¿Izahn?

-Sí, él fue el que mordió a Marty.

-No jodas, tenías que habérmelo contado-replicó Aleix.

-Disculpa estaba muy ocupado escuchando tu experiencia como rehén vampírico...

-Chicos id con los del COVISEM ya-gritó Roy.

-No te alteres papi-sonrió Jair, sabía lo mucho que detestaba Roy que lo llamara así.

-Eso Roy, mantén la calma, a mi padre se le cae el pelo cuando se estresa-dijo Aleix.

-Tu padre tiene casi veinte años más que yo-bramó Roy ofuscado.

-Cierto, él era un respetable hombre de negocios cuando me tuvo, tú eras un mocoso cuando engendraste a Jair-razonó Aleix como si fuera lo más natural del mundo.

-Ya sabemos de quien sacaste la lentitud-atacó Roy.

-Puede ser, pero también saqué su perseverancia y resolución, ahora que sé todo lo que me gusta voy a recuperar el tiempo perdido-sonrió Aleix.

Jair sonrió ante la indignación de su padre, mientras éste miraba a Aleix como si intentara diseccionarlo, no sabía si era consciente de lo que podían significar sus palabras, odiaba lo desconcertante que era ese maldito mocoso.

Dante empezaba a desesperarse todo lo que estaba corriendo por la vampironet le hacía presagiar el caos, había mucha gente contagiada del SPMV, probablemente el concierto acabara en una orgía masiva. Todos estaban yendo a su bola sin darle importancia a las reglas básicas para la buena convivencia de vampiros y humanos, bueno los del COVISEM sí que se la daban pero su idea de ella era poco favorable para los de su raza. Además Marty se negaba a dirigirle la palabra, desde que lo tomara como rehén lo único que había dicho era que ojalá su primo Julian lo pillase y le reventara su maldita cabeza de chupasangre egocéntrico. Marty era una persona sensible, considerada, confiada y amable, era perfecto para ser su asistente, se conformaba con sus vagas respuestas ante cosas difíciles de explicar como que sólo se vieran de noche, tomaba sus excéntricos pedidos como interés por el ocultismo, y era eficiente cuidando de que nadie le molestase. Aunque lo que más valoraba en él era su discreción. Puede que si le hubiera contado la verdad le hubiese ido mejor. Le daba pena que un chico tan saludable estuviera condenado a ser un vampiro, había intentado saber qué tal le iba como neófito, según tenía entendido era demasiado arriesgado experimentando con sus habilidades sobrenaturales, pero Marty lo ignoraba, limitándose a seguirlo para no complicar más las cosas, hasta como rehén era un encanto.

Jair consiguió localizar a Cat entre el gentío,  iba de la mano con Aleix para no perderlo, al llegar a donde estaban, Cat lo miró de arriba abajo sonriendo con malicia.

-Buenas noches Jair ¿éste es tu amigo el secuestrado?-saludó Cat.

-Sí, pero puedes llamarlo Aleix para acortar.

-Hola Aleix.

-Hola Cat, ¿te llaman así por tus ojos?-preguntó Aleix.

-No, es mi diminutivo.

-Cat... ¿y de qué es diminutivo? ¿No me digas que antes te llamabas Catherine y tenías pechos?-exclamó Aleix.

-Dios no nos queda nada contigo... jodido inculto-bufó Cat.

-No te enfades, ¿cómo te llamas?-insistió Aleix.

-Catilina Enescu.

-Suena como Catalina... parece de mujer-observó Aleix curioso.

-Fue el nombre de un político romano, se rumoreaba que hacía sacrificios humanos-sonrió Cat amenazante.

-Claro, seguro que a los niños los amenazaban con que viniera Catilina a decapitarlos...

Cat se giró mirando a Aleix a los ojos y luego a Jair, suspiró mientras se imaginaba lo mucho que iba a disfrutar el resto de su presencia.

-Aleix deja ya lo del nombre ¿quieres? Tenemos cosas que hacer, no es momento de incordiar a nadie-le advirtió Jair, captando lo que había pensado Cat.

Aleix tragó en seco, su amigo se había mostrado muy comprensivo con lo de Roy, estaba seguro de que lo dejaría pasar pero también sabía que iba a cobrarse la jugada de alguna forma.

Al llegar a la ambulancia del COVISEM Banjamin parpadeó estupefacto, adoraba su trabajo, de hecho el SPMV constituía una de las partes más divertidas, pero aquello era excesivo, había perdido la cuenta de los jovencitos a los que les había suministrado bromuro aquella noche.

Era una epidemia, no tardaría en propagarse, había que cortarla cuanto antes. A pesar de ser un abanderado del poliamor, era todo un romántico que creía firmemente en que se repartía mucho amor a través del sexo casual, detalles como la corta duración o intensidad eran superfluos... pero aquello era demasiado, una libido así de subida no era sana, mermaba las facultades mentales reduciéndolas a los más bajos instintos, y repartir amor en medio de la calle o cualquier rincón por público que fuera sin atender a unas reglas básicas de civismo era como volver a la prehistoria cuando los trogloditas se comportaban como animales salvajes, y vale que un punto salvaje estaba bien , pero era un hombre de ciencias, daba gracias porque la luz del conocimiento se hubiese abierto paso ante la ignorancia supersticiosa culpable de la quema de mujeres inocentes que intentaban conocer la naturaleza y otras tantas desgracias.

Había tratado el síndrome PMV muchas veces, pero siempre de forma aislada, nada que superase a tres personas en una noche, con horas de diferencia y ninguna relación entre sí. Y Ahora había terminado de atender a la víctima número cincuenta y tres. Para colmo dos eran los hermanos gemelos de Vince, había intentado aplacar los efectos sedándolos, de momento la cosa iba bien, estaban bastantes zumbados, aunque esas sonrisitas tontas que se dedicaban al cruzar la mirada eran algo escalofriantes.

Y ahora que habían posado sus ojos en esos dos amigos que venían a revisión comenzaban a agitarse más, afortunadamente esos chicos ya habían pasado la fase aguda, no eran potencialmente peligrosos, un poco de sedante y quedarían como nuevos. Aprovecharía para interrogarles sobre sus síntomas y el desarrollo del síndrome que habían sufrido, necesitaba documentarse mejor para iniciar la búsqueda de un antídoto, no quería que la ciudad se convirtiera en una mezcla de Sodoma y Gomorra. También se llevaría a los gemelos para hacerles un seguimiento.

-Buenas noches, somos Jair y Aleix, venimos a hacernos una revisión de síndrome PMV.

-Buenas noches, soy el doctor Benjamin Mitcham, adelante.

Jair y Aleix fueron a sentarse junto a los gemelos, cosa que pareció alegrarles, lástima que Benjamin les indicase que se cambiaran de lugar.

-¿Y dónde quiere que nos sentemos? Esto no es precisamente espacioso ¿sabe?-se quejó Aleix.

-Esos gemelos están en la fase aguda del síndrome PMV, no es recomendable que se les acerquen-aclaró Benjamin.

-Vaya  putada, aunque la verdad es que se los ve... cómo decirlo... ¿relajados?-observó Aleix sorprendido.

-Es porque los he sedado, están habiendo muchas víctimas esta noche, hay que tomar medidas-aclaró el médico.

-Ya podían haberlas tomado conmigo- se quejó Jair.

-Las hubiera tomado de haber podido.

-En mi caso era posible, me mandaron al COVISEM.

-¿A la sede?

-Sí.

-No me lo notificaron, supongo que habrá algún motivo. De todas maneras quería informarme de vuestros casos con más detalle, necesito investigar a fondo los síntomas del síndrome PMV, ¿os importaría responder algunas preguntas?

-Por mí bien-respondió Aleix.

-Lo que sea para colaborar a ponerle fin a esta locura-suspiró Jair.

Gracias, iré a por mi portátil-dijo Benjamin satisfecho.

En esos momentos Vince entró a la ambulancia para ver cómo evolucionaban sus hermanastros, no le gustó nada que Viktor mirase al rubito beato putón como carne fresca, ni que Virgil le sonriese al chaval que estaba a su lado hablando con Benjamin, debía ser el lelo que secuestró el vampiro.

-Al principio estaba alucinando, totalmente flipado,  además de ver en 3D todo brillaba-contaba emocionado Aleix.

-Sí, es como si de repente todo tuviera una nitidez deslumbrante-le secundó Jair.

-Aunque lo que más impacta es cuando te los clavan, eso es raro, sientes un pinchazo pero no duele, y de pronto notas como  tu sangre fluye... algo parecido a cuando te empalmas, sólo que la sangre va hacia arriba-relató Aleix.

Vince parpadeó confuso, ese chico era un descerebrado, no podía ponerse a hablar así delante de dos chicos en la fase aguda del síndrome, era como echarle gasolina al fuego.

-Pero qué coño dices zorra calentona, quieres acabar comiéndole el rabo a Virgil mientras Viktor te revienta el culo a pollazos-bramó Vince irrumpiendo en la conversación.

Aleix lo miró de arriba abajo abriendo los ojos a más no poder, Jair le había advertido sobre el tipo que dirigía el COVISEM, sabía que tenía aspecto de gentleman y hablaba como un bucanero, pero lo que acababa de presenciar superaba cualquier cosa que se hubiera imaginado.

-¿Quiénes son esos dos?-preguntó Aleix pasando por alto la indignación del director.

-Las bastardas cachondas que te miran como si fueras un agujero gigante donde meterla, retrasado de mierda-respondió Vince.

-Oh se refiere a esos gemelos tan monos-sonrió Aleix.

-Joder Mitcham ¿qué hostias haces hablando con zoquete?

-Intento recopilar datos sobre la sintomatología del síndrome PMV.

-Pues mejor te pones a bajarles las ganas de mojar porque si no vamos a acabar todos con el culo más abierto que los chaperos de Castro la semana del Orgullo-bufó Vince.

-Vince necesito tener toda la información posible para buscar un antídoto que contrarreste los síntomas-insistió Benjamin disfrutando de la airada mirada de Vince.

-Vale pero que esa puta cuide lo que larga por su bocota de chupapollas.

-Con ese vocabulario usted mismo está favoreciendo que los gemelos se exciten.

-Pero qué dices rubia de mierda, son mis hermastros.

-Me refería a excitarse anímicamente, a alterarse, no a ponerse cachondos-aclaró Jair.

-¿Y cuál es la diferencia?-cuestionó Aleix.

 

-Jodido incordio si sigues mareándome te machacaré la lengua hasta hacertela bífida-amenazó Vince a Aleix.

-Relájate hombre, hay que mirar las cosas con perspectiva-le sugirió Aleix.

-La puta que te parió engendro retardado, la única perspectiva que vas a ver como sigas jodiéndome va a ser desde el suelo con media jeta aplastada.

-Así que por eso conoces a Castro, estás hecho toda una dominatrix-sonrió Aleix.

-Claro que sí, en estos momentos tengo atada y amordazada a tu madre y a tu viejo lo saco a pasear con una correa de pinchos, le gusta que le tire shurikens, se le pone dura-ironizó Vince.

-¿Podemos seguir con la revisión?-sugirió Aleix antes de que le acabaran atizando a su amigo.

-Veamos, aparte de notar un incremento del potencial sensorial qué más destacarían-preguntó Benjamin, alentando una de las peligrosas respuestas de Aleix.

-Pues empecé a fijarme en lo follables que son los hombres, y luego me agradó la idea de que me follara uno a mí, ya había probado de todo con tías, quería algo diferente, presentía que sería mucho más heavy que me lo hicieran a mí... no sé si me explicó...

Los gemelos estaban al borde del colapso, apenas podían moverse pero su mente iba a mil por hora, habían fantaseado con hacerle de todo al médico y a esos dos chicos tan... cómo había dicho el provocador retrasado... follables... Tenían que conseguir quitarse el embobamiento de encima, no podían aguantarse más el calentón.

-Sí Aleix, creo que has sido muy explícito, yo voy a ir fuera hasta que acabes, no quiero escuchar nada de tu experiencia con Roy-dijo Jair.

-Ya que sales llévate a Vince que también le hace falta tomar el aire-sugirió Benjamin.

-Hay que joderse con el niñato, se trajina a un cura y después se pone remilgado-replicó Vince.

-Eso dígamelo cuando se tiren a sus hermanitos-comentó Jair mientras se quedaba en shock al ver a Mary Sue vestida como cat woman en versión marea roja-.¿Ésa cosa es Mary Sue?

-¿Parece una compresa gigante?-preguntó Vince.

-Algo así...-afirmó Jair contrariado por la comparación.

-Sí, pero no te preocupes que la loca del coño está vigilada.

-Claro, cómo se me ocurre pasar por alto la eficiencia del COVISEM -ironizó Jair-. De todas formas me gustaría hablar con ella.

-¿Quieres que te diga donde se compró ese mono de zorrona necesitada?

-Sí, sería un bonito regalo para tu madre, tuvo que ser una buena zorra para parir tres engendros tan adorables.

-Pues entonces tendrás que regalárselo a mi padre, aunque teniendo en cuenta que la palmó hace años lo veo jodido.

-Entiendo... mejor vamos a charlar con Mary Sue.

-Por una vez concuerdo contigo zorrita, esa paleta tiene mucho que explicar.

Cuando Ilych vio que Vince salía de la ambulancia con cara de pocos amigos acompañado de Jair, dedujo que se había encontrado con Aleix, afortunadamente el blanco de su ira iba a ser Mary Sue, a la que dejó libre de vigilancia, a merced de su jefe sin remordimiento alguno. Lástima que su siguiente tarea fuese vigilar a Los hijos eternos de la oscura noche, no le apetecía demasiado lidiar con ese público tan entregado y salido que tenían, le preocupaba bastante el hecho de que no los dejaran bajar del escenario, pidiendo bis constantemente, intentando subirse para llegar hasta ellos, mientras el capullo de Aster se pavoneaba provocadoramente incitando al resto a desatar la locura.

Uno de los que estaba disfrutando a tope del concierto era Tommy, se había vestido para matar, bueno más bien para follar, llevaba unos vaqueros rotos por sitios estratégicos y bastante ajustados, un camiseta negra que rezaba high inflammable en rojo, se había delineado los ojos con kohl  y llevaba una pulsera con los colores del arco iris para dejar claro lo que iba buscando. Esta vez no podía fallar, estaba en un concierto lleno de gente que notaba muy excitada, no sabía si por su optimismo o porque el destino había decidido dejar de putearlo, pero lo que tenía claro era que iba a marcharse acompañado, se pasaría al lado oscuro sí o sí, nadie iba a impedirlo ni a dejarle con las ganas.

 

Vince y Jair siguieron a Mary un buen rato, creyendo que estaba buscando a alguien, cuando vieron como suspiraba aliviada al encontrar el baño Jair casi se lanza a golpearla, pero tuvo que aplacar a Vince, que en un arrebato de furia se puso a bramar obscenidades en varios idiomas.

-Contrólese un poco-pidió Jair.

-Y una mierda, esa mongola nos ha tenido media hora dando vueltas porque la muy estúpida no sabía dónde estaba el jodido baño, debería lincharla.

-No pienso interponerme entre usted y Mary Sue, pero me parece que el señor cloroformo no nos va a dejar en paz hasta que encontremos el libro rojo... Vaya a lo mejor lo lleva encima y se vistió así para camuflarlo-elucubró Jair.

-Imposible, es retardada pero no tanto, además ese mono es demasiado ajustado, me apuesto el culo a que le corta la circulación.

-A lo mejor por eso está tan desorientada, la falta de oxígeno es nefasta para el cerebro.

-Si está más perdida que el Papa en un concierto de Marylin Manson es porque es una paleta provinciana, cuya idea de guarrada se reduce a dejarse sobar el papo en una cuadra.

-Entonces la abordamos cuando salga del servicio-dijo Jair intentando cambiar la tónica de la conversación.

Pasaron diez minutos y Mary Sue no salía, Vince estaba que se subía por las paredes y Jair ya no sabía qué hacer para aplacarlo.

-Tal vez deberíamos entrar, puede que se haya desmayado o algo...

-De puta madre, lo más probable es que no logre embutirse en el mono de nuevo, pero da igual, estoy cansado y me aburro.

-No es tan torpe... o sí, mejor esperamos aquí, no quiero verla en ese estado.

-No seas llorica coño, peores cosas habrás visto...

-Pues no, suelo ser muy cuidadoso con ese tipo de situaciones.

-Tu mejor amigo es el subnormal de la ambulancia, no me lo creo.

-Que sea mi mejor amigo no significa que me acerque a sus ligues más de lo necesario.

-Pues con el último lo llevas jodido, es tu viejo-sonrió Vince divertido.

-Haga el favor de no hablar sobre ese tema...

-Ya te dije que me aburro coño.

-Está bien, vamos a entrar, pero si necesita ayuda para vestirse se encarga usted.

-Los cojones, yo a esa perra no la toco si no es para estrangularla.

-¿Y qué va a hacer?

-Para interrogar a una torda lo único que hace falta es que no sea sordomuda ¿sabes?

-Genial, esto cada vez se pone mejor.

Las predicciones de Vince se cumplieron, Mary Sue estaba encerrada en uno de los cubículos intentando terminar de ponerse el mono, había sido una mala elección, quería mucho a Xabat, pero estaba claro que no tenía ni idea de moda femenina, tener que quitarse casi todo para mear era una molestia y más en medio de un concierto, pero volver a ponérselo era aún peor, estaba claro que el látex era un tejido complicado. Estaba intentando cerrar la cremallera delantera cuando ese tipo tan grosero la llamó. Debía ser un pervertido, ¿cómo se atrevía a entrar al servicio de señoras? No tenía moral...

-Hey Red Bitch sale del meadero de una puta vez, tenemos que hablar-gritó Vince al entrar.

-Espere un momento, tengo que terminar de cerrar la cremallera-respondió Mary Sue indignada.

 

Mary Sue seguía forcejeando con la cremallera, pero estaba demasiado nerviosa con la presencia de ese malhablado, así que Vince acabó por perder la poca paciencia que le quedaba y dándole un golpe seco a la puerta la abrió, acercándose hasta Mary Sue para en un gesto rápido y habilidoso cerrar la cremallera de la discordia.

-Ala ya está, ves como no era tan difícil, joder.

-Oiga quién se ha creído que es usted, no vuelva a ponerme las manos encima pervertido.

-No te flipes tonta del culo, no te pondría las manos encima ni harto de grifa si tuviera otra opción, pero como se ve que aparte de retardada mental eres torpe tuve que cerrarte el mono de zorrona que llevas puesto, teniendo en cuenta que eres una cateta deberías ponerte algo más normalito, coño.

-Señor Van der Rohe, vaya al grano por favor-le imploró Jair.

-Así que tú estás de su parte, ¿se puede saber qué quieres hacerle al pobre Aleix? ¿No te bastó con amariconarlo?

-Yo no le he hecho nada para que eso pase, si supieras quién se lo hizo...-sonrió Jair, la única persona que se molestaría más que él por lo de Roy era Mary Sue.

-Pues seguro que este deslenguado y sus secuaces-acusó Mary Sue señalando a Vince.

-Te equivocas, como de costumbre, este hombre es el director de una organización que estudia lo sobrenatural.

-No me hagas reír, alguien como él no es serio ni de fiar, no podría dirigir nada.

-Sí puede, de hecho le pagan por ello, sólo que tiene una pequeña patología que le impide hablar con normalidad.

-Exacto, lo mío es una mierda patológica, lo tuyo es por ignorancia, zoqueta de mierda.

-Tendré que fiarme de ti por esta vez, pero te lo advierto, Xabat sabe que estoy aquí y guardará el libro con su vida si es necesario-advirtió Mary Sue.

-¿Quién es Xabat?-preguntó Jair temeroso, ese nombre no presagiaba nada bueno.

-El líder espiritual de los jóvenes caminantes del amor.

-No me jodas, estás metida en una puta secta.

-No blasfeme, no somos una secta, pienso demandarlo por injurias, acabará en prisión-amenazó Mary Sue.

-No ha ido el cabrón de Pinochet y voy a ir yo, anda ya, vete a cagar mamarracha.

-No se ponga chulito, puedo hacerle daño, se lo aviso.

-Ya me has hecho daño poniéndote esa vestimenta de guarra hortera.

-Hablo en serio...

-¿Sí? ¿Y cómo vas a hacerlo?-cuestionó Jair.

-Soy la elegida-sentenció Mary Sue con solemnidad.

-¿La elegida de qué?

-De Miss Guarrilla beata-se burló Vince.

-Soy La cazadora, el terror de los vampiros que acechan a inocentes víctimas-ensalzó Mary Sue glorificándose.

Vince y Jair se miraron sin poder contener la risa, era un cuadro demasiado grotesco y absurdo para pasarlo por alto.

-Dejen de reírse, es la verdad, Xabat lo descubrió, y ahora debo llevar  a cabo mi misión-dijo a modo de despedida.

-Quieta ahí zopenca-ordenó Vince-. Ese Xabat  está tarado, drogado, te la estás jugando o todo junto, pero tú no eres una cazadora.

-¿A no? ¿Cómo puede saberlo?

-Porque careces de habilidades básicas como detectar el peligro, de hecho te lanzas hacia él como una fulana a una buena chorra.

-Modérese de una vez o le juro que se arrepentirá, soy una mujer piadosa, pero no debo dejar que se me menosprecie de esa manera tan soez, no me obligue a castigarlo.

-Uhhh qué miedo, he matado vampiros, cazado licántropos... pero lo que me va a llevar a la tumba es hincharle la pepitilla del chirri a una locaza de la hostia.

-Es usted demasiado iverecundo, debería practicar yoga-le sugirió Mary Sue.

-Escucha bien torda inútil, mis chicos te han amenazado educadamente, pero no has hecho puto caso, si sigues entrometiéndote en nuestros asuntos te van a joder viva, así que deja de jactarte de tu apestosa ignorancia de religiosa rancia y sectaria y déjanos en paz. Entréganos el libro ahora que estás a tiempo.

-Me niego, tengo mis derechos, no voy a amedrentarme.

-Genial pues vas a tener que venirte con nosotros, así que por lo menos cállate y no molestes-dijo Jair hastiado.

-¿Cómo vas a obligarme?-le desafío Mary Sue.

-No provoques payasa, ni a la rubita ni a mí nos preocupa atizarte-respondió Vince sonriendo.

-Verás Mary Sue, deberías hacernos caso, después de todo si eres una cazadora no tendrás problemas para marcharte, darnos una lección o lo que se tercie... pero primero escúchanos, si eres piadosa tendrías que darnos una oportunidad, sin embargo nos juzgas por cosas superficiales sin ver que es la desesperación la que nos lleva a comportarnos así-argumentó Jair intentando convencerla por las buenas.

-Es cierto, está muy claro que necesitan ayuda, y aunque no me gusten debo anteponer mi misión a todo.

-Eso es, buena perraca, ahora mueve tu aplastado culo y síguenos-le indicó Vince.

Volvieron a la ambulancia, donde Aleix seguía charlando con Benjamin, contándole la experiencia de su secuestro. Cuando entraron y vio a Mary Sue con esas pintas parpadeó patidifuso, mientras ella lo abrazaba prometiéndole apartarlo de la perdición, diciéndole que era la elegida y que ahora estaba a salvo.

-¿Has bebido algo?-preguntó Aleix sorprendido.

-No.

-¿Has aceptado algún caramelito de un desconocido?-insistió.

-No-respondió de nuevo Mary Sue extrañada, ella nunca hacía ese tipo de cosas.

-Pues si no estás drogada te juro que no lo entiendo-se rindió Aleix encogiéndose de hombros.

-Ni lo intentes-suspiró Jair.

-Cómo que no, está vestida como una furcia y habla de salvarme de la perdición, eso es raro hasta para ella-replicó Aleix confuso.

-Estoy vestida así para camuflarme entre la gente pecaminosa que ha venido a escuchar música satánica, y voy a salvarte porque soy una cazavampiros, he rescatado el libro rojo, está a salvo de esos condenados-le contó Mary Sue emocionada.

Aleix la miraba evaluadoramente, buscando algún indicio que le revelara el origen de su enajenación: Si existían los vampiros, también podían existir cazadoras... pero vestirse así para camuflarse... si Dante la pillaba, se iba a enterar.

-¿Y ésta pedorra era tu novia?-preguntó Vince en tono jocoso.

-A saber qué historial amoroso tiene usted... -respondió Aleix afirmando de manera indirecta.

-Variadito... pero nada parecido a semejante ejemplar-sonrió Vince.

-No le hagas caso, está enfermo-dijo Mary Sue apenada-. Ahora podremos volver juntos, ya no tienes que ocultarme nada.

-Ah... verás...-titubeó Aleix intentando encontrar las palabras apropiadas-. ¿Recuerdas que siempre me insinuabas que Jair me estaba pegando su rollo sodomita?

-Sí.

-Pues no es que fuera Jair, pero ahora me molan los tíos.

-¿Te has convertido en un puto sarasa?-exclamó Mary Sue.

-Algo así... estoy en una fase de experimentación, pero sí me encantan los tíos... me ponen mucho-respondió Aleix sonriendo al recordar ciertas situaciones.

-Oh dios, esto es peor de lo que creía, no sólo tengo que salvarte de las garras de los vampiros, también voy a tener que reconducirte sexualmente.

-Gracias por la oferta, pero estoy bien así, y si quieres salvar a alguien primero cambia de modelito, así das a entender que lo que quieres es empujarlos hacia el abismo de la condenación carnal.

-Te llevaré con el padre Elliot, él sabrá como guiarte.

En ese momento Vince y Jair se echaron a reír, mientras Benjamin permanecía callado, guardándose las ganas de decirle cuatro cosas a esa atolondrada, no soportaba a las niñatas frustradas que iban moralizando como viejas retrógradas, tenía una teoría sobre ellas, apostaba el puesto a que todas eran unas reprimidas con falta de un buen polvo, suspiró y siguió presenciando el espectáculo.

En ese momento uno de los gemelos despertó, Virgil se sentía algo desorientado no acababa de comprender el motivo del alboroto, pero cuando fijó su vista en Mary Sue acabó de despejarse, tenía ante sus ojos a una chica con una vestimenta tan roja y ajustada que sus anhelos de sangre y sexo resurgieron con fuerza. Acto seguido Viktor despertó fijando su vista directamente en Mary Sue, para luego mirar a su hermano, ambos se sonrieron con complicidad.

-¿Qué pasa chicos?-preguntó Benjamin.

-Nada-respondieron al unísono.

-Joder, esto es muy raro, qué mierda les diste Benji-preguntó Vince preocupado.

-Un sedante, nada más.

-Pues parece como si estuvieran totalmente conectados-observó Jair sorprendido.

-Son gemelos-apuntó Mary Sue algo nerviosa por la mirada que le estaban dedicando.

-Pero es demasiado exagerado que hagan lo mismo a la vez, y que con sólo mirarse sepan lo que pasa, es más que la simple comunicación no verbal ordinaria, debe ser por la sangre vampírica-meditó Benjamin-, pero eso sólo les debería ocurrir con su portador, no entre ellos, puede que el síndrome esté más avanzado de lo que creíamos.

-Bastardos ¿recuerdan cómo era el cabrón que les mordió?-indagó Vince.

-A mí me mordió un chico bajito y rubio-respondió Viktor.

-Sí, de ojos turquesa y labios carnosos-suspiró Virgil.

-Estaba jodidamente bueno-reconoció Viktor.

-Parad ya hostias, pensad con la cabeza de arriba-interrumpió Vince-. ¿A ambos les mordió un rubio bajito de ojos claros y boca de mamón?

-Sí-respondieron al unísono.

-Entonces lo que ocurre es que se mezclaron los tres tipos de sangre y ahora todos están conectados, su síndrome está más avanzado por eso-aclaró Banjamin.

-Me cago en la puta que os parió, tenían que joderla más de lo normal, ¿es que no podían buscarse a otra sanguijuela? Hay muchas...

-No sabíamos que había estado con los dos-se defendió Viktor.

Virgil no dijo nada, estaba muy ocupado imaginando cómo el vampiro rubito se la había chupado a su hermano, le gustaba saber que por sus venas estaba corriendo su sangre mezclada, era excitante.

-Mitcham más te vale que hagas algo con estos espurios antes de que acaben jodiendo con cualquiera.

-Me temo que tendremos que buscar al vampiro que los mordió, hay que intentar revertir el efecto.

-Qué te cagas, por lo menos es un esmirriado no podrá oponer demasiada resistencia, llama a Cat y que te ayude a encontrarlo.

-Vale.

Benjamin llamó a Cat dándole la descripción del vampiro que debía traer, después dio por finalizada la ficha de Aleix, y se dispuso a comenzar con la de Jair.

-Bueno Jair, cuéntame cómo fueron los efectos de tu SPMV.

-¿Delante de toda esta gente?

-Cierto, hay algo que se llama confidencialidad entre médico y paciente, así que fuera de aquí.

-¿Desde cuándo cumples el puto juramento hipocrático?

-Lo cumplo siempre que puedo, aunque trabajando para una organización así es complicado-se defendió Benjamin.

-Está bien, venga zorras, menead el culo fuera de aquí-ordenó Vince.

-Yo me quedo, soy su mejor amigo y acabamos de pasar por lo mismo, necesita apoyo- contradijo Aleix mientras miraba a Jair implorándole que no lo dejara irse con Mary Sue.

-Está bien, Aleix puede quedarse.

-Voy a mearme de la emoción, hay que ver lo mariconazos que son-bufó Vince-venga red bitch, vamos fuera que te voy a explicar cómo colaboraremos por el bien de la humanidad.

-Preferiría que fuera otro miembro de la organización el que me diera las instrucciones.

-Joder, encima te pones mojigata, espera que llamo a Zurvan, es un damphir, un verdadero cazador, así de paso aprendes.

-Estupendo-asintió Mary Sue imaginando que Zurvan sería un honorable maestro que la podría instruir.

Mientras Zurvan dejaba su puesto y Cat localizaba a Izhan, Benjamin seguía con su entrevista.

-Entonces coincides con Aleix en los primeros síntomas, ¿también te pusiste irritable y exasperado por la falta de sexo?

-No tanto, estaba alterado, eso sí, pero lo solucioné bastante pronto.

-¿Cómo?

-A usted qué le parece, tirándome a alguien.

-¿A quién?-preguntó Aleix.

-A Elliot.

-¿El que según Mary Sue va a enderezarme?

-Sí.

-Pues no lo entiendo...

-Es cura.

-¿Te follaste a un cura?-exclamó Aleix.

-Tú te tiraste a mi padre, no me vengas ahora con el rollo moral.

-Pero no es lo mismo, yo pasé más tiempo con el mono, y nunca me había tirado a un tío, no podía tener aguante.

-Yo tampoco, tenía al lado a un tío que está bastante bueno y que también llevaba mucho tiempo aguantándose las ganas, era de esperarse...

-Cierto...

-Entonces pasaste por encima de tus reparos morales-afirmó Benjamin mientras anotaba la información.

-Sí-confirmó Jair.

-¿Y cuánto duró?

-Pues no lo sé, pero repetimos varias veces-respondió Jair mientras intentaba recordar esos detalles con más exactitud.

-Vale, por último ¿podrías decirme qué tal tienes la libido ahora?

-Está mantenida, sigo teniendo ganas de sexo pero puedo controlarme, aunque me excito por bobadas que antes no me afectaban.

-Entiendo-murmuró Benjamin mientras anotaba-. Bueno chicos, la evolución es favorable, pueden irse.

-¿No nos manda nada para controlarlo?-preguntó Jair preocupado.

-No hace falta, mientras no vuelvan a morderlos se irá aplacando solo.

-Pero... ¿y si recaemos?, estamos sensibles, podríamos cometer alguna locura...

-No será para tanto-intentó animar Aleix.

-Eso no lo sabes, puede que en un momento de debilidad te zumbes a Mary Sue-intentó asustarlo Jair.

-Eso no va a ocurrir, tú estarás ahí para detenerme.

-Cuando alguien está extremadamente cachonda no es bueno interponerse en su camino.

-No seas exagerado, mejor acostarme contigo que con ella-dijo Aleix con naturalidad mientras salía de la ambulancia, dejando a Jair boquiabierto.

-No te preocupes chico, es el SPMV el que habla, ya se le pasará, dijo Benjamin intentando consolarlo, aunque la razón de que no les administrara nada para parar el SPMV era que quería estudiar todas sus fases, no que no pudieran recaer.

En el otro extremo del pabellón Dante, Marty y Roy acababan de encontrarse. Marty miraba a Roy hambriento, esa noche con el ajetreo no había tenido tiempo de alimentarse, a Dante no le afectaba tanto porque su antigüedad le daba mayor resistencia, además tenía un buen control mental que le permitía apartar las continuas interferencias de la vampironet, en cambio Marty estaba a punto de volverse loco con tanto pensamiento cruzado. Estaba algo aturdido con las sensaciones de Los hijos eternos de la noche oscura, que estaban a cien con el concierto, de hecho estaban empezando a ver al público como un gran banquete que se le ofrecía gustoso. Quería ir y bajarlos del escenario, si seguían así no podrían controlarse. Pero Dante no lo dejaba marchar.

-¿Es que no captas lo volados que están?

-En cuanto paren de tocar se les pasará, tranquilízate.

-Y eso me lo dice un tipo que perdió su posesión más importante y acabó secuestrando al chico equivocado por una serie de malentendidos-le reprochó Marty.

-Vaya, y eso que parecía alelado-rió Roy.

-Siempre te he dicho que era un asistente muy eficiente-replicó Dante.

-Roy cariño, tú cállate, que acabaste estrenándole el trasero al mejor amigo de tu hijo, cuando se entere Tommy te vas a cagar-sonrió Marty.

-Joder, sí que te has espabilado-se sorprendió Roy- Tommy no tiene por qué enterarse, aunque puede que sea lo mejor, así se dará cuenta de que soy una mala influencia.

-Ya, claro... después el alelado soy yo-se quejó Marty.

-Marty, por favor, confía en mí, sé que te cuesta pero a estas alturas es mejor colaborar-pidió Dante agotado.

-Como quieras pero tengo hambre, necesito un tentempié.

-¿No puedes esperar un poco? No creo que me tome demasiado rato aclarar las cosas con Roy.

-No sé qué decirte, yo lo veo bastante lento...

-Genial, lo que me faltaba era que precisamente tú me soltaras eso, hay que ver que ironías tiene la vida-farfulló Roy.

-Bueno vamos al grano, ¿quién tiene el libro?

-La ex novia de Aleix.

-¿Qué es lo que sabe?

-Ni idea, sólo sé que está metida en un grupo... bueno en una secta, y se lo llevó, los del COVISEM la están buscando.

-No debería ser muy complicado recuperarlo si tomamos ventaja.

-Cómo no, con esa astucia de lince que se gastan será pan comido-sonrió Marty.

-¿Tú no tienes un primo que es amigo de Salem, el nieto de la señora Prym?-preguntó Roy.

-Sí, se llama Julian.

-Entiendo... debe ser cosa de familia.

-¿El qué?

-Ponerse irritable cuando tienen hambre-respondió Roy con su mejor cara  de "eres un puto bipolar, espero que no seas violento".

-Y dices que es la ex de Aleix...-intervino Dante volviendo al tema.

-Sí, lo sé... es un tanto... peculiar.

-Define peculiar, ese chico me sacaba de quicio a lo bestia.

-Pues es una chica de pueblo... religiosa, tradicional, bastante terca y paranoica.

-Menuda joyita, ¿cómo es que acabó en una secta siendo religiosa?

-Pues por eso, se puso radical... es extremista también.

-¿Es basta y hortera?-preguntó Marty.

-Pues sí, no tiene muy buen gusto y siempre va entre cursi y mojigata.

-Ah... entonces no será ésa- observó Marty señalando a Mary Sue.

En ese momento a Roy casi se le salen los ojos de las órbitas, últimamente había visto cosas muy extrañas, pero aquello superaba sus expectativas más aterradoras.

-Madre mía, sí que lo es.

-Pues ya me dirás que tiene de mojigata ir de látex rojo con semejante escote-dijo Marty ladeando la cabeza para mirarla mejor-. Vaya, verla así de roja me ha abierto aún más el apetito.

-Ni se te ocurra Marty, ella no-exclamó Dante.

-Marty ella no, Marty espera un poco, Marty no saltes por la ventana...-remedó a Dante- como jefe te enrollabas más.

-No tengo la culpa de que tengas el instinto de supervivencia en el traste, eres un vampiro no un caballero del zodiaco, no eres indestructible, tienes que aprender a dominar tus nuevas facultades, no puedes ir probando a lo loco sin comprender los mecanismos-argumentó Dante.

-Pero si no lo intento nunca sabré lo que puedo hacer, no es que haya tenido mucha ayuda para adaptarme.

-Es una cuestión de control mental, no es como si fueran a salirte alas de repente-bufó Dante.

-Pues ahí la jodimos, con lo disperso que eres lo llevas claro-opinó Roy.

-Tú sí que eres irónico Roy-replicó Marty enarcando las cejas, displicente.

-Dante, mejor dejas que Marty vaya a cenar, o no acabaremos esta conversación nunca.

-Pero si lo dejo tendré que buscarme otro rehén, estoy harto de perseguir mocosos, Marty es más llevadero.

-Pues no lo parece, de ser un chaval amable, excesivamente paciente y confiado, ha pasado a parecerse a mi ex mujer.

-Es que el hambre saca lo peor de los vampiros, además comparado con Aleix es un encanto.

-El noventa por ciento de la población es encantadora si se la compara con él...

-Cierto, y a quién tomo de rehén ahora...

-Salem no, su abuela podría ser problemática, Julian está como un cencerro...

-Oye, eso no es cierto, simplemente es irritable-lo defendió Marty.

-Claro, y Hulk también era irritable sólo que le daba alergia y se ponía verde...

-Pues que secuestre a Jair, no era esa su idea inicial-sonrió Marty.

 -Vale, ya lo capto, yo no me meto con tu familia y tú tampoco con la mía.

 -Cállense ya joder, me quedo con Marty y punto.

-Por qué no pruebas con el padre Elliot -sugirió Marty socarrón.

-No te pases Marty, mi paciencia tiene un límite.

-Pues me parece que lo voy a poner a prueba, o me dejas ir a comer o te pego un muerdo-amenazó enseñando sus colmillos.

-Vale, vamos a cenar.

-Y nuestro plan qué...

-Te busco en un rato, te daré la dirección del sitio donde quedaremos mañana, necesitamos un ambiente más tranquilo.

-Vale, por la mañana me informaré sobre la secta de Mary Sue, Jair me contará qué planes tiene el COVISEM y ya podremos ver cómo atacar.

-Estupendo, buenas noches Roy, disfruta del concierto y pórtate bien-se despidió Dante guiñándole el ojo mientras Marty le sonreía animadamente.

-Jodidos tarados-murmuró Roy dándose la vuelta para ir a buscar a Jair.

Lo encontró junto a Aleix, en primera fila, coreando las canciones de los hijos eternos de la noche oscura, cuando consiguió abrirse paso y llegar a su lado, Aster anunció que iban a cantar el último tema del concierto.

-Gracias por vuestra entrega, cerramos el concierto con un nuevo tema, se titula I wanna be your sexual object y está basado en nuestra experiencia con el SPMV, en el debate moral que supone desangrar a alguien dejándolo cachondo perdido, que nos dejemos llevar por nuestros instintos primarios no significa que no tengamos conciencia, va dedicado de nuestro bajista Izhan a dos gemelos contagiados, espera que puedan perdonarle, no era consciente de lo que hacía.

Al escuchar la dedicatoria los gemelos se pusieron en pie alegando que estaban mejor, Benjamin decidió acompañarlos, esperaría a que acabara el concierto para juntarlos con ese bajista chupóptero tan detallista.

La canción fue un éxito, el público había enloquecido, intentaban subir al escenario, era un caos absoluto, situación que aprovechó Cat para hacerse con Izhan, mientras Roy sacaba de allí a Jair y Aleix.

Después de explicarles su plan, Jair le facilitó la dirección de los caminantes del amor, animándolo a montar vigilancia antes del amanecer para controlar a Mary Sue, sin contarle el pequeño detalle de que Zurvan también iba a estar vigilándola. Para no acompañarle se excusó con ir a contarle a Jordan todo lo que había sucedido, para tenerlo alerta y preguntarle si los de su aseguradora habían conseguido averiguar algo, después de todo les convenía mucho encontrar el libro para no tener que pagarle. Roy aceptó encantado de que su hijo fuera tan precavido, mientras Aleix se preguntaba qué estaría tramando su amigo, no estaba al día de todo pero por su forma comedida de actuar sabía bien que iba a jugársela. Tampoco es que pudiera indagar más en esas condiciones, cada vez que pasaba alguien atractivo se quedaba embobado mirando, Jair había tenido que llamarle la atención, lo peor era que cuando empezó a gritarle mientras se ponía algo rojo por la indignación, Aleix en lugar de sentirse incómodo se había puesto cachondo, eso no era bueno, Jair solía tirarle la bronca muy a menudo, y ese jodido síndrome parecía no terminar de irse. Por su parte Jair respiró hondo y dejó su rapapolvo a medias, ver que la cara de cachorro desamparado de Aleix en lugar de indignante le había parecido adorable fue un shock, permanecer así era tan peligroso como poner a Herodes de cuidador infantil, iba a tener que controlarse o buscar a alguien con quien aplacar esos resquicios del síndrome.

Cat no tuvo problemas para llevarse a Izhan, ni siquiera protestó cuando le explicó los motivos por los que iban a retenerle unas horas, le parecía justo ayudar a buscar un remedio para el SPMV, le daba cargo de conciencia haberle hecho eso a dos hermanos.

Si Aster le parecía un tarado Izhan no se quedaba atrás, era como si la prima alegre de Candy Candy se hubiera transformado y anduviera por ahí haciendo atrocidades sin darse cuenta de las repercusiones, por lo menos iba a colaborar, aunque tampoco confiaba demasiado en los métodos de Benjamin, sus experimentos le habían costado más de un disgusto, pero si no le cortaban la fase ninfómana a los hermanastros de Vince iba a pasar algo gordo y malo.

Benjamin se había llevado a los gemelos a su nuevo laboratorio, situado en una casa en medio del bosque, la había heredado de una tía abuela, y cuando vio su localización supo que sería perfecta para montar una especie de consulta privada avanzada, donde no tuviera restricciones a la hora de investigar; los dejó encerrados mientras iba a buscar a Izhan, haciéndole creer a Cat que estaban en la clínica del COVISEM.

Izhan había resultado ser una compañía de lo más adorable, le había contado su confusión con los gemelos, a Benjamin le resultó algo chocante, creía que los vampiros tenían los sentidos más desarrollados, aunque puede que un neófito hambriento no se fije en esos detalles, con que tengan sangre en el cuerpo ya les basta y sobra.

Le pidió que esperase un poco mientras preparaba a los gemelos para su pequeña transfusión, pero  al chico le daba algo de apuro quedarse solo en ese sitio tan lúgubre, a pesar de gustarle el estilo gótico y ser un hijo eterno de la noche oscura no le iban demasiado  los caserones apartados de la civilización, puede que lo que no acabara de molarle fuera el rollo rural.

Finalmente Benjamin no pudo resistirse a esa mirada implorante y lo llevó con él, lo que no esperaba era que al abrir la puerta los   gemelos estuvieran manoseándose de una manera poco fraternal.

-Vaya creo que se han puesto demasiado afectuosos-comentó Izhan algo sonrojado.

-Parece que el síndrome está haciendo estragos, aunque es bonito ver que los hermanos se aprecian-suspiró Banjamin-. Da pena tener que interrumpirlos... Chicos parad ya, tenemos que probar un tratamiento.

-A la mierda con el tratamiento-protestó Viktor mientras sobajaba el trasero de Virgil.

-Recapacitad un poco, después podrían arrepentirse.

-Si Calígula se trajinó a sus tres hermanas a mí no me va a pasar nada, además estamos acostumbrados a compartir desde el útero materno-argumentó Virgil.

-Vaya parece que están algo sensibles-dijo Izahn apenado.

-No te preocupes, tú tira de Virgil que yo me llevo a Viktor.

Les costó bastante despegarlos, pero lo consiguieron usando algunas artimañas afectuosas, Benjamin tomó a Virgil de la cintura repartiendo pequeños mordiscos desde el cuello hasta las orejas, haciendo que aflojara el agarre con Viktor, por su parte éste tuvo a bien aceptar la invitación de Izhan, la imagen del pequeño vampiro palmeando la camilla para incitarle a que se tumbara le resultaba terriblemente abrumadora. Unos minutos más tarde Virgil descansaba en la camilla contigua. Viéndolos así de embelesados Benjamin abandonó la consulta para dirigirse al despacho, encargándole a Izhan que los vigilase mientras él  organizaba las cosas para preparar los elementos con los que documentaría las pruebas del estudio.

Benjamin había añadido a las muestras de sangre tomadas de los gemelos  la de Izhan, para obtener una mezcla que actuara inmunizándolos contra el ataque de las células vampíricas a pequeña escala, pretendía crear una especie de vacuna que desarrollara una defensa natural en sus organismos para ralentizar el avance de los síntomas.

Cuando la mezcla estuvo hecha se la suministró mediante una inyección. Tenía que esperar media hora para comprobar su efecto, al principio los gemelos cayeron algo mareados, Benjamin comprobó sus constantes y al ver que todo era normal fue a su despacho para escribir las anotaciones del seguimiento en su notebook. A penas tardó cinco minutos en conectar la cámara de seguridad que le permitiría observarles, según sus predicciones sufrirían desorientación y aturdimiento, tener que luchar contra esas células requería un gran esfuerzo, iba a ser un proceso agotador.

Pero nada de eso ocurrió, los gemelos estaban cada vez más alterados, miraban a Izhan y se miraban entre sí sonriendo, dudando, se acercaron al menor y sin previo aviso lo tomaron entre ambos. Banjamin se sorprendió, pero como buen profesional que era en lugar de ir a interrumpir la fogosa reacción que  había desencadenado su experimento, fue a analizar las muestras que conservaba de los gemelos, tenía que saber qué factor había causado un efecto rebote en el antídoto. Además había dejado la cámara grabando para visionarlo todo después en busca de alguna anormalidad.

Los gemelos habían sufrido una potenciación de los síntomas después de la inyección, la escasa resistencia de su sangre podría ser a cusa de un síndrome autoinmune genético. Había sido una posibilidad a considerar, pero las posibilidades eran muy remotas, tendría que esperar a que acabaran para sedarlos como caballos, o si no Vince lo mataría por contribuir a la vampirización de sus hermanastros.

Eran las cuatro de la mañana cuando Aster apareció en casa de su tía, trepó por el árbol que le daba acceso al desván esperando encontrarse con el resto del grupo, mientras éste esperaba verle llegar con Izhan. Así que el vocalista se quedó  medio apoyado en la ventana buscándolo con la mirada.

-¿Dónde está el renacuajo?-preguntó extrañado.

-Se suponía que contigo-respondió Misael crispado.

-¿Y eso por qué?

-Porque eres el último con el que habló ¿no te dijo nada?

-Pues sólo me dijo que iba a ayudar a Cat, así que lo dejé ir, se supone que íbamos a cooperar con los tipos del COVISEM ¿no?

-Sí, pero habíamos acordado no separarnos, ir como mínimo de dos en dos-reprochó Julian.

-Pues a mí me han dejado solo muchas veces-protestó Aster.

-No es lo mismo, a ti te tienen de topo, eres un puto gps vampírico-expuso Salem.

-¿Eso es todo lo que te enseñó ese vampiro antiguo?-indagó Aster.

-Y tú qué tienes que decir de tu conversión, ni siquiera te diste cuenta de lo que eras al principio.

-Oye estaba confuso, no te piques...

-El tema es que está a punto de amanecer e Izhan no aparece-resumió Misael.

-Un momento-intervino Julian asustado-¿captan eso?

-¿El qué?

-Oh dios ya lo recibo está con dos...

-Y son iguales-exclamó Aster.

-Genial, ya le dije que iba a tener problemas por ir mordiendo indiscriminadamente-resopló Julian.

-Yo no le veo nada de problemático a hacer un trío-dijo Aster despreocupadamente.

-Por cosas como ésta acabamos todos convertidos en chupasangres-se quejó Misael.

-Ya será para menos, Izhan se divertirá un rato y mañana por la noche volverá-intentó tranquilizarlos Aster.

-Perdimos  a mi primo y ahora al renacuajo, si seguimos así vamos a terminar cada uno vete a saber dónde, y lo peor  de todo, retenidos por algún perturbado mental con extraños gustos sexuales-se alarmó Julian.

-Bueno eso a Aster obviamente no le importa-dijo Misael mordaz.

-Voy a empezar a creer que estás celoso-replicó Aster molesto por la indirecta.

-Claro honey muero de amor por ti, por eso dejé que me convirtieras en un vampiro... ah no espera, lo hiciste a la fuerza y sin mi consentimiento.

-Chicos, dejadlo ya, así no vamos a parar a ninguna parte-interrumpió Salem llamando a la calma-. De momento no podemos hacer nada, va a amanecer en breve, mañana buscaremos a Izhan, respecto a Marty me parece que va a tener que defenderse él solito, no podemos defendernos de Dante y el COVISEM al mismo tiempo, somos demasiado inexpertos aún.

-Pero no dijiste que tú y ese abuelete vampiro habían llegado a un acuerdo-preguntó Aster confundido.

-Sí, él me dio los datos de una guía para neófitos y a cambio dejábamos de buscar el libro que puso Marty a subasta.

-¿Entonces por qué se llevó a Marty?-se extrañó Julian

-Bueno, Marty, estrictamente hablando, no es un miembro de la banda, y era su asistente, necesitaba un rehén para que no fueran a por él, y como de costumbre tu primo estaba en el momento y lugar equivocados-se excusó Salem.

-Joder, dicho así parece que estuviera haciendo horas extras-rió Misael.

-Lo que importa es que no va a hacerle daño, así que vamos a dormir, ha sido una noche ajetreada.

Lástima que el ajetreo que prosiguió después de un rato no les dejara descansar apropiadamente. Como había predicho Aster, el renacuajo estaba disfrutando de las placenteras atenciones que le dedicaban los gemelos, y eso retumbaba en la cabeza de Julian y en la de un desbordado Marty, que se estaba alimentando, cuando llegaron a su torturado cerebro unas impactantes imágenes de dos chicos idénticos que se estaban comiendo la boca desenfrenadamente mientras con sus manos estimulaban a un tercero.

Ese tercero en concordia tenía que ser Izhan, Julian había sido su creador y Marty su primer converso, sus mentes tenían una fuerte conexión. Debido a la excitante distracción Marty no controló la sangre que tomaba, y si no llega a ser por Dante hubiera matado a la chica que desfallecía entre sus brazos. No sabía bien a quién, pero le recordaba mucho a alguien, como no quería causarle el SPMV la llevó a una de las ambulancias después de borrar la marca de su cuello. El Técnico sanitario le preguntó a Marty si eran parientes, Marty se limitó a responder que no la conocía pero le había extrañado ver que diez minutos después de haberse caído, seguía sin moverse. Cuando buscaron en su cartera encontraron un teléfono, al que llamaron para informar.

-Buenas noches, ¿es usted la madre de Donna Joe?

-No, soy su hermana Mary Sue.

-Verá su hermana ha sufrido un desmayo, vamos a llevarla al hospital para revisarla-le comunicó el técnico sanitario mientras se preguntaba qué clase de hortera le ponía esos nombres a sus hijas.

-Muy bien, estaré ahí en unas horas, tengo que... bueno estoy muy lejos así que tardaré-se excusó Mary Sue nerviosa.

-No se preocupe, está en buenas manos.

Izhan también estaba en buenas manos, entre dos pares para ser exactos, que recorrían cada palmo de su pálida y suave piel. Le habían mordido, lamido, acariciado, besado... estaba muy excitado, pero no exactamente por esas suculentas atenciones, sino por el olor sofocante de la sangre, que corría vertiginosa por esos esbeltos y musculosos cuerpos, y es que poseían un sistema circulatorio extremadamente erótico, ver cómo resaltaban las venas azuladas y violáceas sobre sus pieles tersas y sudadas era pura catarsis.  Le encantaba palparlas con la yema de los dedos para sentir cómo palpitaban, aunque lo mejor era  recorrerlas con los labios, presionándolas con suavidad, succionando levemente.

Cuando Virgil tomó su miembro, Izhan cayó en la cuenta, era allí donde había más sangre acumulada, bombeando acelerada, si hubiese podido se habría lanzado a chupársela a sí mismo, pero no estaba seguro de que una de las habilidades sobrenaturales de los vampiros fuera la flexibilidad extrema, no después de que Marty acabara cojeando por caerse de una ventana y  se engancha a un seto.

Virgil empezó a recorrerlo con la lengua, envolviéndolo, ensalivándolo para lubricarlo y poder manejarlo a su gusto, Izahn lo miraba con envidia, tenía que estar pasándoselo en grande al notar cómo le estaba bombeando la polla, se le hacía la boca agua al imaginarse todo el calor y la presión que debía desprender, y cómo si de la panacea se tratase Izahn se dio cuenta de que tenía dos miembros erectos y punzantes para él solito, porque no pensaba dejar que se tocasen entre ellos, si querían algo tendrían que limitarse al suyo.

Así que empezó a hacer un 69 con Virgil mientras Viktor preparaba su apetecible trasero, dilatándolo con la lengua. Izhan estaba alucinando, era mejor de lo que había fantaseado, ese tacto firme y cálido, cada vez más turgente, la sangre se agolpaba llegando a un punto álgido, quería morderlo, quería sentir su sabor ardiente, pero Virgil le apartó, dejándolo con las ganas.

Se volteó en busca de Viktor y empezó a succionar con avidez, disfrutando más del proceso, jugando a retardarlo, esperando acabar como merecía esta vez. Notó a Virgil detrás, lo trajo con una de sus manos, poniéndolo a la misma altura que su gemelo. Y entonces paró para acercarlos hasta tenerlos lo más juntos posibles, juntando sus miembros para devorarlos, masajeándolos mientras chupaba el glande con fruición, notando cómo se concentraba la sangre.

Mientras el vampiro se dedicaba a hacerles la mejor mamada que hubiesen experimentado nunca, los gemelos se besaban, jugando a torturar zonas claves como el cuello, las orejas y los pectorales. No podían resistirlo más, pero querían acabar de otra manera. Viktor se separó dejando que Izhan se ocupara de su hermano al completo, mientras él terminaba de dilatarlo para empezar una tortuosa penetración, no le costó abrirse paso, pero sí mantener el ritmo, nunca había sentido tanto calor y presión sobre su cuerpo, era sofocante, demasiado intenso.

A Izhan le costaba mantenerse en su lugar, esas embestidas lo hacían tambalear, y sin darse cuenta aumentó la intensidad de las succiones haciendo que Virgil acabara sin percatarse hasta el final. Casi le da un pasmo, necesitaba beber un poco de esa sangre o se volvería loco. Afortunadamente Virgil lo beso vorazmente mientras su hermano terminaba de follarlo, le gustaba la expresión anhelante de Viktor, jadeando mientras se mordía el labio inferíor, sonrojado de tanto besar. Quería disfrutar de esas vistas un poco más, así que limitó sus movimientos con el beso, tan ensimismado estaba que no notó cuando Izhan clavó sus colmillos en la lengua y succionó con fuerza consiguiendo un sustancioso brote de sangre que lo llevó al clímax.

Y Viktor no pudo contener el sonoro gemido que escapó de sus labios cuando notó una fricción aplastante que le proporcionó un placer absolutamente extremo.

Definitivamente había sido el mejor cumpleaños que  hubieran podido tener, no olvidarían jamás su entrada en el mundo adulto.

 

Después de haber mandado a Mary Sue con Ilych- que había puesto una expresión de desconcierto donde la incredulidad y el desagrado se mezclaban a partes iguales- para que se encargase de supervisar su encuentro, Vince se había marchado al COVISEM para seguir la evolución de los gemelos. Al llegar saludó a Edna, su secretaria, preguntándole en qué sala se encontraba Benjamin.

Edna parpadeó impertérrita, sabía bien lo que iba a pasar y no le apetecía demasiado escuchar a su jefe bramar desaforado, así que en lugar de responderle directamente, le dijo que bajaría a consultarlo porque su ordenador estaba bloqueado. Media hora después lo llamaba desde su coche, estaba rumbo a casa cuando le comunicó que Banjamin no se había personado con Viktor y Virgil, lo disculpó diciendo que había tenido algunos inconvenientes para llegar, pero que al día siguiente estarían de vuelta, o eso le aseguró el Dr. Mitcham en un mensaje en el contestador. Y sin darle tiempo a replicar cortó la comunicación apagando el móvil.

Vince llamó a Cat, pero el mensaje de su contestador decía que era su día libre, que esperara 24 horas para recibir una respuesta. Y eso era sagrado en el COVISEM, una cláusula inviolable de sus blindados contratos, tenían un día de descanso a la semana en el que no se les podía requerir para absolutamente nada, así se estuviera desatando el mismísimo apocalipsis. Luego llamó a Ilych.

-Neuman dónde hostias está el cabronazo de Mitcham.

-No lo sé, creía que estaba con sus hermanastros y el vampiro pequeño en el COVISEM.

-Pues aquí no está ninguno de esos engendros malnacidos.

-El último que los vio fue Cat, pero hoy descansa... Será mejor que venga y los busque, aquí hay liada una gorda.

-Y más que se va a liar cuando vaya, no ha pasado un jodido día y esos bastardos ya me están puteando, como los pille se van a cagar encima.

-Muy bien señor, ahora si me disculpa tengo que ayudar al batería a librarse de esas fans enloquecidas antes de que se las cene-se despidió Ilych resoplando.

Al llegar Vince se encontró con una especie de campo de batalla donde había dos bandos, uno que se estaba dando de leches para intentar alcanzar a alguno de los vampiros metaleros y otro que se dedicaba a tirar como conejos. En medio de ambos estaba Tommy ligando con un vampiro pelirrojo, uno de los primeros con los que Vince tuvo que lidiar cuando ingresó en el COVISEM. Trent Jensen un hedonista que tenía fijación con los jovencitos algo perdidos.

-Pelirrojaaa-llamó Vince tratándolo en femenino por su larga melena y obvia tendencia al mariconeo.

Trent se volteó sonriendo, siempre le había hecho gracia el director van der Rohe, era uno de los pocos maduritos a los que le hincaría el diente de buena gana, el que no puso tan buena cara fue Tommy, estaba a punto de conseguir que un tío bueno cumpliera su sueño guajiro, y de pronto llegaba ese inglés excéntrico y los interrumpía.

-Así que eras tú zorra mamona, ¿se puede saber por qué mierda la has jodido de esta forma?

-¿De qué forma señor van der Rohe?-preguntó Trent curioso.

-Pues convirtiendo a esta panda de mocosetes punkeros atolondrados.

-No será para tanto-le restó importancia

-Le has chupado la sangre a un drogata o qué, mira a tu alrededor coño, están todos para encerrarlos, eso es lo que deberíamos hacer meterlos en potros de tortura hasta que aprendan a comportarse.

-Eso no suena nada mal-rió Trent.

-Ahora no tengo tiempo para tus soplapolladas, pero cuando solucionemos este lío vamos a ir a por ti, chulito mariconazo.

-Debo admitir que me siento algo decepcionado al saber que no soy una de sus prioridades, pero estaré esperando gustoso nuestro próximo encuentro, mientras tanto le dejaré algo para que se acuerde de mí-dijo Trent a modo de despedida.

A continuación se aproximó con una rapidez inhumana a Vince y lo besó con una ferocidad desmedida, rajándose los labios para dejar correr un poco de su sangre. A pesar de que Vince intentó retenerla en la boca tragó una buena parte.

Tommy lo miraba furioso, acababa de levantarle el ligue, Trent había desaparecido de un salto mientras Vince escupía toda la sangre que era capaz. Vale era un vampiro y lo había salvado, pero era injusto... o puede que no tanto, iba a ser muy divertido ver a ese estirado deslenguado sufriendo el síndrome Post Mordedura Vampírica...

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Esta vez fue largo el capítulo...

Gracias a Julxen por su asesoramiento ^^


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