.
Los del COVISEM estaban reunidos en la sala para emergencias del cuartel general, esperaban a que Benjamin tomase medidas para aplacar a Vince, que se dedicaba a canturrear una canción de los hijos eternos de la noche oscura.
" I wanna be your sexual object, i wanna fuck you all night and day, but i can't in the day ‘cause i burn too much , i'm a true vampire and i don't shine under the light"
-¿Tenía que cantar precisamente eso?-bufó Ilych exasperado.
-Hay que reconocer que es pegadiza-rió Cat.
-No tiene gracia, encima no contamos con Zurvan para atajarlo.
-¿No va a volver pronto?
-Qué va, Vince lo mandó a vigilar a Mary Sue.
-No creo que esa mema constituya un peligro relevante.
-Te recuerdo que nos birló el libro en nuestras narices, los idiotas son los seres más peligrosos por su inconsciencia.
-Visto así... pobre Zurvan.
-De eso nada, somos nosotros los que estamos expuestos a Vince.
-Cierto, la última vez no dejó títere con cabeza-suspiró Cat.
-Vamos chicos, no será para tanto-interrumpió Benjamin al entrar.
-Debes tener una memoria nefasta, pero lo que está claro es que esta vez va a ser peor, no hay más que ver su estado, cuando sufrió el SPMV por primera vez tardó horas en llegar a insinuarse, ahora está cantando que va a matar a polvos a la gente... esto va a terminar en un festival de la obscenidad oral en dolby sorround.
-Es que es muy pegadiza, además la acaba de escuchar en el concierto.
-Bejamin...
-Lo siento, sólo voy a sedarlo, tengo que aprovechar para estudiar la evolución del síndrome.
-Vale, pero que experimete con tu culo, así lo estudias a fondo-advirtió Cat.
-Hijos de perra ábranme la puta puerta coño, esas fulanas chupópteras están por toda la ciudad jodiendo, tengo que ir a pasármelas por la piedra-bramó Vince.
-Si me disculpan voy a sedarlo-se despidió Benjamin dejando a Cat y a Ilych bastante descontentos.
Benjamin fue a su consulta, revisó que los gemelos estuvieran bien, ambos dormían, lo que le daba margen de actuación con Vince. Preparó la dosis de sedante y fue a su encuentro, lástima que Vince estuviera ya ocupado acosando al chico de los recados.
-Suéltalo Vince, es menor de edad-advirtió Benjamin.
-Qué coño dices, no podemos contratar a mocosos-protestó Vince, mientras lo apresaba contra la pared para meterle mano.
-No tiene contrato.
-Entonces no puede joderme poniéndome una denuncia.
-Laboral no, pero de otra índole...
-Nate, no te preocupes y vete, ya me encargo yo-le indicó Benjamin al chico al tiempo que lo apartaba del furioso director.
Vince entornó la mirada viendo cómo su presa escapaba y Benjamin le administraba un sedante.
-Esto va a costarte muy caro zorra cintífica.
-Venga Vince, no tenía nada de interesante ese niñato-se defendió Benjamin.
-No te creas, es como uno de esos seat panda con tubo de escape doble, la carrocería es un asco, pero tiene un buen boquete-aclaró Vince sonriendo al recordar la perturbada agitación del chico cuando lo abordó por sorpresa besándolo salvajemente. Lo había dejado sin aliento-. Además se estaba poniendo muy perraca, seguro que era de esos que se hacen los estrechos y después son más putas que Agripina.
-Relájate, ahora necesitas calmarte , el sedante te ayudará.
-Lo que necesito es un folleteo cojonudo, tu mierda para atontarme no me a servir de mucho-se quejó Vince.
-¿Comparado con la primera vez que sufriste el síndrome, estás peor?
-La primera vez no estaba tan cachondo, ahora voy peor que Mesalina con las legiones romanas. Y huelo la sangre, la otra vez sólo la sentía agitarse en el cuerpo de la guarra que me estuviera jodiendo... Aunque lo peor es la vampironet, esos mamones no paran de hacer el guarro.
-Es que hubo mucha gente contagiada en el concierto...
-Tengo que centrarme joder, vamos a por la mojigata.
-De momento es peligroso que salgas, espera unas horas.
-¿Y qué coño hago? ¿Cáscarmela como un mandril?
-Vamos a la enfermería, ya idearemos algo.
Mientras tanto en el otro extremo de la ciudad Tommy flipaba, después del calentón del concierto se había decidido a ir a un pub donde estaba seguro de que encontraría algún chulazo que quisiera lío. Hot Blood, con ese nombre estaba claro que allí se iba a pillar cacho.
Lo que no se esperaba era encontrarse con Mary Sue en la puerta, mientras hacían cola para entrar le había contado que su hermana mayor estaba en el hospital, pero que no era nada grave, sólo una lipotimia, pero ella era la elegida, así que había antepuesto su deber con las fuerzas del bien al familiar. Tommy no podía creerse que esa lerda fuera a estroperale la noche, ¿es que su karma era tan malo que nunca podría consumar?
-¿Y por qué vienes a un bar de ambiente? ¿No luchabas contra los vampiros?-cuestionó Tommy.
-Oh este es uno de sus puntos de encuentro, ¿por qué crees que se llama así el local?
-Vaya, no me había fijado-sonrió Tommy incrédulo ante lo corta que podía ponerse Mary Sue.
-¿Y qué vas a hacer?
-He venido a estudiar las costumbres de los vampiros, Xabat dice que hay que saberlo todo del enemigo para encontrar sus puntos débiles.
-Entonces sólo vienes a mirar...
-También recopilaré información para dejar constancia, y tener pruebas.
-¿Tienes puesto un micrófono? ¿Llevas microcámaras?
-Oh no, voy a sacar fotos con el móvil y haré anotaciones aquí-explicó Mary Sue agitando una pequeña libreta.
-Entiendo-respondió Tommy parpadeando, mientras se preguntaba qué clase de retrasados formaban los caminantes del amor.
-¿Y tú a qué has venido? ¿Estás ayudando al padre Elliot?
-Digamos que llevo a cabo mi propia búsqueda...
-Qué valiente, podemos intercambiar información después.
-Claro, pero dentro será mejor separarnos, si nos ven juntos sospecharán.
-Cierto, eres muy astuto.
-Gracias, por cierto, bonito vestido.
-Oh, es otra sugerencia de Xabat, me los elige él, le encanta ir de tiendas, le pedí algo más discreto. El mono rojo era demasiado... llamativo.
-Te queda mejor ese corset, el tono granate es más discreto, y el encaje negro es de lo más elegante, eso sí la minifalda es un poco corta ¿no deberías cambiarte?-preguntó con la esperanza de que se marchara por pudor.
-Me dio a elegir entre ésta y otra más entubada, pero si tengo que luchar es mejor tener movilidad.
-Es verdad, estás trabajando...
La conversación fue interrumpida por el portero, que les dejó pasar después de mirar sus identificaciones. Una vez dentro se desearon suerte y fueron en direcciones opuestas.
Había muchas parejas bailando, pero todas de una manera llamativa y provocadora, Mary Sue se sacó el movil del bolsito y empezó a fotografiar, para después abrir el pequeño cuaderno y comenzar a anotar sus impresiones.
Modus vivendi de los vampiros:
1. Hacen rituales en los que bailan restregándose provocativamente, es una especie de versión del perreo pero con buena música, además no se visten como cerdas sin estilo, tienen una imagen cuidada e higiénica aunque llamativa, no admiten canis ni chonis.
2.La mayoría está junto a personas de su mismo sexo, otros están con uno de cada, y hay otros que no se sabe bien con lo que están... hay algunos que tienen una pronunciada nuez, pero tienen unos pechos enormes y llevan ropa de mujer, no tienen celulitis en las piernas... pero a veces se les nota algo abultado bajo la falda... podrían tener pene.
3.Carecen de moralidad, algunos pasan de restregarse con unos a irse con otros, otras o lo que sean... no pueden conocerse todos, lo que me lleva a pensar que son promiscuos y exageradamente sociables.
4. Muchos van a un cuarto que se encuentra algo escondido, no sé qué van a buscar, tengo que investigarlo, de momento me acercaré a la barra para sonsacarle información al barman.
Una vez en la enfermería Benjamin se dispuso a preparar los aparatos con los que iba a examinar los cambios fisiológicos que el SPMV estaba produciendo en Vince. Le pidió que se quitara la camisa para colocarle unos electrodos con los que mediría sus constantes. Le sacó una muestra de sangre para analizarla y compararla con otra anterior. Por último iba a colocarle un gorro en la cabeza con numerosos cables, pero a Vince se le disparó el pulso al sentir el contacto, uno de sus puntos débiles era la nuca, con mucha habilidad se deshizo de algunos molestos cables y apresó a Benjamin antes de que pudiera ponerse en guardia.
-Vince aún no.
-Tú te lo has buscado puto calientapollas, voy a ponerte mirando a la meca para clavártela hasta el fondo, y sacudirte fuerte hasta sacarle los resortes al colchón.
-Aquí no hay colchón Vince, como mucho está la camilla.
-Pues se va a descalabrar, al igual que tu jodido culo, porque te voy meter la chorra y no la saco hasta que reviente.
-Qué romántico te pones...
-¿Quieres que te diga mariconadas?
-No te censures por mí.
-Te voy a dejar el culo más caliente que el horno de un panadero, mamonazo.
Acto seguido empezó a cumplir su promesa, haciendo gala de una rapidez y agilidad encomiables desvistió al médico, que desistió en su empeño en proseguir con las pruebas y se dejó llevar, después de todo nada como poner su cuerpo al servicio de la ciencia para estudiar las consecuencias en terceros que acarreaba el síndrome, además de medir con exactitid los cambios en la resistencia y la intensidad sexual del sujeto infectado.
Vince tenía una actitud indómita, dominaba la situación por completo, sus caricias rozaban lo salvaje, sobando la piel, amasándola en las zonas más prietas sin darle tregua.
Benjamin obervaba la exquisita rudeza de la que era víctima cuando Vince le haló del cabello haciéndole exponer el cuello, que succionó y mordisqueó sin piedad, haciéndole estremecer y agitarse al sentir el peligro. Vince se estaba comportando como un auténtico depredador, debía haber ingerido más sangre de la que calcularon. Pero todos esos pensamientos quedaron ópacados cuando sintió los sonrojados labios abriéndose paso en su boca, envolviéndola en un beso impregnado de sensual ferocidad. La lengua acariciaba cada rincón con vehemencia, los dientes se enlazaban a sus labios mordisqueándolos en una intensa degustación que hubiera acabado en algo poco sangriento si Benjamin no hubiera acariciado su rígido miembro en ese instante.
Vince se separó unos milímetros jadenado sobre sus labios, animándolo a seguir mientras se posicionaba para hacer un 69. Benjamin sintió de nuevo el peligro, si con un beso casi lo contagia quien sabe qué podría pasar en una felación, además sería muho más complejo mantener el control así que decidió voltearse para que Vince lo lubricase y acabara la tortura de tener que mantener el control.
-Así que la zorrita calentona quiere que le enculen ya-rió Vince.
-Ya me extrañaba que te mantuvieras calladito-respondió Benjamin.
-Follar no es una actividad donde haya que usar la puta lengua para hablar.
-Hay gente a la que le pone decir guarradas... o escucharlas.
-Si yo fuera de esos estaría todo el puto día cachondo.
-Cierto...
-Pues deja ya de dar la vara y usa esa bocota de guarra para comerme la polla.
No tuvo nada más que decir, sólo cambió de postura poniéndose de costado y mientras Vince le hurgaba con maestría en los bajos el se dedicaba a darle a la lengua. Sólo paraba en momentos puntuales para dedicarle alguna lindeza como "más fuerte cabronazo" o "gírate ya maricón".
Vince se alzó hasta quedarse sentado, mientras tomaba a Benjamin de las caderas.
-Ahora vas a ser una buena perra, moverás esas caderas con fuerza hasta dejarme seco-ordenó mientras lo colocaba sobre su henchido miembro.
Benjamin no tuvo problemas en delizarse sobre él, Vince lo había dejado bien dilatado y mojado, usando la lengua y los dedos, adoraba esos estilizados y largos dedos, capaces de provocarle un orgasmo con sus certeros movimientos, pero en esta ocasión lo había dejado al borde, para que estuviera tan caliente como él.
Así ambos estaban al borde del delirio, sufriendo una exitación que les debordaba, ansiando llegar al clímax desesperadamente. Benjamin comenzó a ondular sus caderas vigorosamente, consiguiendo estocadas profundas a buen ritmo, cosa que le provocaba un intenso placer, nublándole los sentidos hasta el punto de apenas comprender las soeces palabras que le dedicaba su acompañante.
-Joder, más rápido.
-Mmm...
-Muévete más hijo de la gran puta.
Pero Benjamin quería ponerlo en su límite, tenía que cerciorarse de la capacidad de resistencia y del grado de desesperación y necesidad que realmente tenía.
En menos de diez minutos lo volteó, dejándolo en el borde y separando sus piernas al máximo.
-Te vas a enterar zorra traidora-dijo Vince antes de enterrarse de nuevo en su interior con embestidas desbocadas.
Para provocarlo más, antes de perder el resquicio de autocontrol que tenía Benjamin repondió.
-Vamos Vince, no voy a quebrarme, dale duro.
Y esa fue la gota que colmó el vaso, Vince dejó a un lado cualquier rastro de consideración, dando rienda suelta a sus mal contenidas ganas.
-Voy dejarte el orto como un jodido abrevadero, furcia avariciosa.
Arremetió con tal intensidad que por un momento Benjamin pensó que sí podría quebrarse, atrás quedaba la flemática expresión habitual de sus ojos para dar paso a una puramente bestial, sus ojos azules parecían llamear, atravesándolo mientras se deshacía en gemidos, sentir como martilleba su próstata sin piedad le hizo perder la noción de todo.
Poco después sentía como el calor acumulado en su cuerpo se liberaba, expadiéndose en una oleada de placer que le llevaba al orgasmo más potente que hubiera experimentado. Por su parte Vince, gritó "Sí, joder, aprieta ese puto culo para que me corra" antes de terminar.
Benjamin estaba deshecho, con unas ganas horribles de dormir, pero Vince seguía frenético, estaba mucho más relajado, pero no podía conciliar el sueño.
-Necesito concentrarme en el trabajo, o lo putos chupasangres me volverán loco con sus chorradas-dijo Vince mientras se vestía.
-Está bien, pero llévate a Ilych contigo, coge ese maletín pequeño, si ves que pierdes los papeles más de lo normal tómate otro sendante.
-De puta madre, me voy a ver si pillo a la zorra huevona de Mary Sue.
-Hasta luego Vince-se despidió Benjamin antes de caer en un profundo sueño, ya se ocuparía después de anotar los cambios observados en Vince, dudaba mucho de que fuera a olvidarse de ellos alguna vez.
Cuando llegaron al Hot Blood Ilych maldijo su suerte, contener a Vince en un antro lleno de gente manoseándose iba a ser complicado.
-Será mejor que respire hondo, esto es...
-La puta fiesta de la hormona-gritó Vince alterado por el volumen de la música y el panorama visual.
-Algo así, ¿no le parece algo arriesgado permanecer aquí en su estado?
-En cuanto vea a la meapilas se me van a pasar las ganas, las estúpides me la ponen floja.
-Entiendo... creo que está hablando con el barman-señaló Ilych con expresión resignada al ver su look.
-Vaya pintas de putona, como se agache se le va a ver toda la raja.
-Sí, es extremadamente corta esa falta.
-Acerquémonos a ver qué coño hace.
Se sentaron en los taburetes contiguos y permanecieron callados, escuchando el interrogatorio que estaba haciendo Mary Sue sobre los hábitos de la clientela, el barman estaba estupefacto, creía que después de dos años trabajando en ese local ya había visto de todo, pero una chica remilgada, que hacía preguntas dignas de una monja y vestida como una guarra dominatrix... eso jamás creyó presenciarlo, al principio pensó que era una broma de alguno de sus colegas, pero cuando vio que la chica anotaba lo que decía supo que a ninguno se le ocurriría semejante cosa.
Vince fruncía el seño desaprobadoramente, mientras Ilych no sabía si echarse a llorar o cagarse de risa, lo mejor de todo era la libretita donde anotaba las respuestas que le iban dando. Cuando Vince se puso en pie para interrumpirla Ilych se le adelantó, era mejor que él le aclarase unos detalles esenciales a la chica, si lo hacía el director iba a arder Troya.
-Mary Sue, ¿podrías dedicarme unos minutos?-saludó Ilych.
-Ahora estoy ocupada, tome sus propias notas si quiere investigar.
-Precisamente de eso quería hablarte, serán sólo unos minutos.
-Está bien.
Una vez fuera alejados de los demás, Ilych suspiró antes de intentar abordar el tema.
-Verás, llevo unos cuantos años trabajando en este campo, en cierto modo estamos en el mismo bando, investigamos cosas paranormales.
-Supongo que sí, aunque con distintos métodos.
-De eso mismo quería hablarte.
-Pues deberías hacer callar a tu jefe, da mucho el cante-sugirió Mary Sue, haciendo que Ilych alzara las cejas con una mueca de asco.
-Eso intento, pero mejor centrémonos en ti.
-Adelante.
-La discreción es esencial en estos temas, la primera regla es no levantar suspicacias.
-Lo sé, por eso voy vestida así, no es para nada mi estilo.
Ilych estuvo tentado de darse media vuelta, pero desistió, tenía que molestarse en hacerle entender por el bien de la misión.
-El punto del vestuario lo dejamos para otra ocasión, lo primero es que dejes de interrogar a la gente de esa manera tan directa, hay que ser más sútil.
-Yo creo que estaba siendo educada y sólo se me veía como una curiosa forastera que quiere saber de las costumbres locales.
En ese momento Ilych entendió que no iba a conseguir nada, así que se limitó a hacerle una sugerencia corta y directa, igual que su mente.
-No lo anotes en la libreta, nunca vuelvas a usar papel para eso, lleva una grabadora oculta o un micro, y no saques fotos tan descaradamente, pídele a alguien que te saque una delante de lo quieres fotografiar ¿me explico?
-Oh bueno, es que no tengo tantos medios.
-Pues usa la memoria, y cuando llegues a casa lo escribes.
-No me diga lo que tengo que hacer, ya tengo un lider espiritual-protestó Mary Sue.
-Se puede saber qué coño te pasa retrasada de mierda-irrumpió Vince sobresaltándola.
-¿A mí? ¿Qué le pasa a usted?
-Que no aguanto tus gilipolleces, te están dando un consejo, escucha a tus mayores coño.
-¿Pretende que les tome en serio?
-Lo que me faltaba por oír, que la lerda pueblerina nos cuestione, hay que joderse.
-Deje de agredirme verbalmente.
-¿Tienes la regla o hace mucho que no te sacuden el felpudo?
-No le consiento que menosprecie mi condición femenina con su machismo recalcitrante.
-Pero qué mierda dices, si a mí me doliera la próstata, sangrara por la polla y la tuviera que tener pegada varios días a un trozo de mierda sintética húmeda, estaría de los nervios.
-No es para tanto.
-Claro que lo es, si es que las hormonas se os ponen pandilleras, coño.
-En fin, intentaré tener en cuenta sus consejos, ¿puedo retirarme?
-Mientras no vuelvas a sacar la libretita haz lo que te parezca, pero deberías ser más cuidadosa-le advirtió Ilych.
Mary Sue decidió volver dentro, le quedaban algunas cosas por investigar, tenía que meterse en el cuarto del fondo, pero antes anotó la última conclusión sacada de las declaraciones del barman.
5. Los vampiros son unos depravados que se reúnen en antros de perdición para satisfacer su naturaleza viciosa y carnal.
Una mujer imponente la observaba divertida mientras terminaba de escribir, había tomado interés en Mary Sue por su peculiar comportamiento, hacía años que no se divertía tanto, y es que la vida de vampiresa podía perder emoción con el tiempo, por eso había que buscar nuevos juguetes con los que entretenerse.