Athanasius había decidido huir, no le habían gustado nada los artilugios con los que el médico iba a tratarlo, y después de escuchar al loro de Vince, sobre el que tenía la firme convicción de que estaba endemoniado, estaba saturado. Necesitaba despejarse, habían sucedido demasiados cambios desde que lo convirtieran en la versión vampírica de la bella durmiente.
Así que cuando Benjamin salió a buscar más instrumental aprovechó para saltar por la ventana, una vez en la calle decidió ir hacia al mar, parecía una zona más tranquila que el centro. Había menos luces y bullicio, pero la gente del muelle tenía un aspecto un tanto grotesco. Una de las cosas a las que se había acostumbrado con facilidad era a la ropa, mucho más cómoda que la de su época, le gustaban los pantalones vaqueros y los jerseys de cashmere.
Le gustaba el silencio de la zona, estar solo le ayudaba a despejarse, tenía que ejercitar nuevamente la telepatía y el control mental, estaba oxidado en demasiados aspectos y hasta ahora sólo había remediado la alimentación, el sexo y la ropa. Era lógico que comenzara por remediar las necesidades básicas, se sentía como un maldito neófito. Las primeras señales que recibió de la red vampírica le resultaron un tanto chocantes, no entendía por qué demonios acababa conectando con esos neófitos alborotadores, aunque esta vez visualizaba a uno nuevo, un chico rubio de ojos claros, parecía más calmado que los otros, aunque notaba un fuerte resentimiento hacia el que podría ser su mentor. Por primera vez desde que despertase, notaba la presencia de un vampiro tan antiguo como él, tenía que encontrarlo, sólo un semejante podría comprender su situación y ayudarlo a adaptarse al caótico presente.
Decidió seguir el rastro de su discípulo, aunque se mezclara con los alborotadores, era su única oportunidad. No debía estar muy lejos, esa bahía podría estar a unos pocos kilómetros. Decidió preguntar, esperando que tuviera la amabilidad de interesarse por su situación. Era hora de ejercitar la telepatía, se concentró en la figura de Marty y lanzó su pregunta.
-Necito dar con vos y vuestro maestro, indicadme cómo llegar –Pensó mientras mandaba una imagen del muelle donde estaba.
-¿Quién eres? –preguntó Marty confuso por esas palabras.
-Es el yayo medieval –respondió Aster mientras el resto reía.
-Mi nombre es Athanasius –dijo molesto por la intromisión-. Deberían respetar las conversaciones y no inmiscuirse.
-Eh que nosotros estábamos charlando y fuiste tú el que se metió –contradijo Julian.
-Mi mensaje era para uno y así lo formulé, si se filtró no es mi culpa.
-Hay que joderse, ahora critica nuestras habilidades cuando es él quien pide ayuda –bufó Misael.
-¿Alguno me explica que está pasando? –Interrumpió Marty.
-Verás, Athanasius sale en el libro rojo, es un vampiro que fue hechizado por una bruja, no sé qué coño le hizo, pero la cabreó bien, porque lo puso a hibernar durante siglos. Hace un par de días Tommy lo despertó y acabaron montándoselo –explicó Salem.
-Vaya siempre pensé que lo conseguiría con Roy –Se sorprendió Marty.
-Ya ves, la cosa se le complicó. El punto es que Athanasius está estancado en su época y necesita que lo actualicen –dijo Julian.
-No hablen de él como si fuera el windows vista, el pobre debe estar muy perdido –Lo compadeció Izhan.
-Ya te digo, largarse del COVISEM para ir al muelle no tiene mucho sentido –observó Aster.
-Necesitaba un lugar tranquilo donde pensar –explicó Athanasius.
-Coño pues el muelle está petado de camellos, puteros y demás fauna –objetó Misael.
-Mas son silenciosos –replicó Athanasius.
-No tienes ni idea de lo que acabo de decir, ¿cierto?
-La verdad es que desconozco a qué os referís.
-Ven al centro de la cuidad, hemos quedado en la terraza del centro comercial –Le indicó Marty.
-¿Vas a invitar a la yayo a la reunión con la pirada chupa vírgenes? –Se sorprendió Aster.
-Necesita ayuda, y es peligroso que vaya así por la ciudad –explicó Marty.
-Claro y de paso jodes al capullo de Dante –Rió Misael.
-Le conviene conocer gente nueva, y seguro que le encanta encontrar a un coetáneo –aseguró Marty con un tono que rozaba la ironía.
-Os lo agradezco, será un placer tratar con vos –dijo Athanasius aliviado.
-Claro que sí reina, te lo vas a pasar de puta madre –Se descojonó Misael.
-Dile a Dante que te lleve de marcha –Le sugirió Julian.
-Hasta luego Athanasius –Se despidió Marty, dando por terminada la conversación, no quería acabar riéndose con el cachondeo de los chicos.
Por su parte Randy después de hablar con Jair y enterarse del paradero del libro llamó a Vince, iban a pedirle documentos para presentar a su aseguradora.
-COVISEM, velamos por su seguridad, ¿en qué podemos ayudarle? –dijo la secretaria de Vince.
-Hola, necesito que me pase con Vince.
-El Señor van der Rohe es un hombre muy ocupado, deje un mensaje y se lo daré.
-Me consta que lo es, y la clase de ocupaciones que tiene, pero es información confidencial.
-Le aseguro que su información está en buenas manos.
-¿Quiere que me presente ahí y aporree la puerta hasta que Vince salga bramando vulgaridades?
-Colabore un poco que tenemos mucho lío.
-Cuelga el teléfono coño que tengo que llamar a los cabrones del chino para que me traigan la puta comida –Interrumpió Vince.
-Vince necesito que mandes los documentos para la seguradora.
-¿De qué mierda hablas? ¿Y quién coño eres?
-Soy Randy.
-¿El nieto de la zorra de Irina?
-Sí…
-¿No ha ido a verte tu yaya?
-No, que yo sepa está de viaje.
-Pues vete a buscarla, la muy guarra volvió.
-¿Qué tiene que ver ella con los documentos que le pido?
-Pues que estuvo aquí coño.
-¿Y para qué?
-Me cago en todo, tengo que comer ya joder, me voy a pasar la noche fuera sacándole información a unos mamones estirados, y buscando al calientapollas bastardo, pregúntaselo a ella y deja de tocarme los cojones, mariconazo estrecho.
-Vale, pero eso último se lo podía haber ahorrado.
-Es la verdad coño, hazte un favor y fóllate de una vez a tu amiguito, el deportista calentón, que llevan una pinta de necesitados que tira pa’ atrás, eso es lo que tendrías que hacer en lugar de meter las narices en cosas de vampiros.
-Creo que puedo hacer ambas cosas, gracias por la sugerencia.
-La puta que te parió, si vas a ser clavadito a esa zorra.
-¿Disculpe?
Pero Vince había colgado dejándolo con la palabra en la boca. A Randy no acababa de gustarle que su abuela estuviera involucrada, ni ese último comentario. Pero ya era hora de investigar por su cuenta, así que llamaría a Jordan, tal vez debería hacerle caso a Vince. Estaba harto de esa tensión que había cada vez que él y Jordan se quedaban a solas, no habían hablado de ello, lo evitaban, pero era demasiado obvio.
-Hola Randy.
-Hola, ¿puedes quedar conmigo ahora?
-Mi madre salió con mi tía, le llamaré para decirle que voy a quedarme contigo.
-Te espero en mi casa.
-¿Pasó algo?
-Digamos que es hora de que pasemos a la acción, hasta luego –dijo antes de colgar, dejando a Jordan confuso y agitado.
Mientras tanto B. acompañada de Jarek y Virgil espiaban la escena.
-Parece que tu retoño se está espabilando –dijo Virgil contento.
-Tenemos que irnos en media hora como muy tarde –Les recordó Jarek.
-Yo puedo quedarme aquí grabando –Se ofreció Virgil.
-Acabarías corrompiéndolos a los dos –Sonrió B.
-¿Y eso qué tiene de malo? Es tu hijo y su amigo, no vas a ir a chupársela a ninguno.
-Sería un cambio muy brusco- objetó B.
-Quieres convertirlo en vampiro, eso sí que es un cambio brusco…
-¿Y tú cómo lo sabes?
-Capto pensamientos sueltos.
-Por enésima vez, no es un obseso sexual, tiene el síndrome PMV –Le recordó Jarek a B.
-Si quieres que nos llevemos bien no vayas estrenando mercancía.
-Con el calentón que llevo no estoy por la labor, prefiero a gente experimentada.
-Me alegra que nuestros gustos diverjan ¿cómo te llamas?
-Virgil.
-Oh es un nombre precioso.
-No sé cómo no se lo pusiste a tu hijo –Sonrió Jarek.
-El nombre lo escogió su padre.
-Será mejor que nos vayamos, ya sabes lo que planea, y yo estoy empezando a imaginar lo sexy que se vería desnudo con la sombra de ojos corrida –les advirtió Virgil.
-Bien, pero no ataques a Dante ni a su acompañante-Pidió Jarek.
-¿Alguna restricción más?
-No.
-Genial, si me largué de la casa de mi hermano fue para ir a pillar cacho.
-No te preocupes, te he conseguido una entrada para la fiesta del leather –dijo B. mientras se la extendía.
-Genial.
-Empieza en una hora.
-Te da tiempo de acompañarnos al centro, así te compras algo mono.
Dante y Marty acababan de llegar al centro comercial. Estaban esperando en la terraza, Marty seguía sin dirigirle la palabra más de lo necesario, pero tenía una inquietante sonrisa que no le estaba gustando nada, y que se amplió cuando un vampiro tan antiguo como él se les acercaba.
-Marty qué coño has…
-Pensé que te vendría bien tener amigos de tu edad, ya sabes, para que puedas rememorar cosas como la caza de brujas y eso.
-Permitidme que me presente soy…
-¿Athanasius? –Interrumpió Dante sorprendido.
-¿Me conocéis?
-Algo así, sales en un libro-respondió Marty-. ¿Es cierto que te has pasado siglos, dormido?
-Así es.
-¿Cómo despertaste? Preguntó Dante intrigado.
-Un joven me besó y me llevó a sus aposentos.
-¿Lo mataste?
-No soy un desagradecido.
-Es cierto, Dante cómo puedes pensar algo así, Athanasius no es de esos que la chupan, la clavan y luego…
-¿Se llama Dante?
-Sí.
-¿Mattia?
-Sí.
-¿Usted mantuvo un romance con Daniel von Loar?
-¿Conoció a Daniel?
- Era mi tío abuelo.
-Marty…
-No tenía ni idea, esto es más interesante aún.
-Así que eres un von Loar.
-¿Cree que debería ponerme en contacto con mi familia?
-Me consta que hay dos vampiros más en ella, uno está viajando y de momento dudo que regrese, pero hay otro que no vive lejos de aquí.
-¿Podría llevarme a visitarlo?
-Por supuesto, pero ahora tengo una cita.
-Puedo esperar.
-Si quieres yo lo entretengo mientras hablas con B.
-Mejor que nos acompañe, así va conociendo a los vampiros que están en la ciudad.
-Será un placer –aceptó gustoso Athanasius.
-No deben tardar mucho en llegar –dijo Dante consultando la hora.
Dante quería matar a Marty, lo último que necesitaba era retomar el contacto con los von Loar, bastante tenía con evitar la tentación de acercarse a Daniel, aunque ahora se llamase Elliot, había tenido el mal gusto de volver a ser un jodido cura. Pero ahora tenía que enfrentar a B. y dejar a un lado sus turbulentas emociones.
Unos minutos después B. llegaba, Dante suspiraba por enésima vez en la noche, no sólo la acompañaba ese pequeño cabronazo de Jarek, sino que iba con un humano que parecía estar flipado, y como no creía que B. ni su amiguito se llevaran con drogatas, podía apostarse lo que fuera a que estaba sufriendo las secuelas de haber sido mordido por un vampiro. Lo que tenía que ser una reunión discreta se les estaba yendo de las manos.
-Dante, querido estás estupendo, y muy bien acompañado –dijo B. al llegar donde estaban.
-Lo mismo digo –respondió Dante mientras estrechaba la mano de B.
-¡Eh tú también te escapaste! –exclamó Virgil al ver a Athanasius.
-¿Quién es tu “amigo” y de dónde se escapó?
-Oh esta ricura es Virgil, no crees que tiene un nombre precioso.
-Ese doncel es el que buscan los estudiosos de lo sobrenatural –dijo Athanasius maravillado por la coincidencia.
-¿Qué? –preguntó Dante rogando porque no se refiriese al COVISEM.
-Es uno de los hermanastros de Vince van der Rohe –simplificó Jarek-. Fui a espiar a su casa y una cosa llevó la otra y aquí estamos… mejor nos centramos en el motivo por el que nos hemos reunido.
-¿No me presentas a tus acompañantes?- preguntó B. curiosa.
-Este es Marty, era mi asistente, y este es Athanasius, acabo de conocerlo hace unos minutos.
-Encantada –les dijo B. sonriente-¿Marty es tu nuevo compañero?
-No, yo no lo convertí, es una larga historia.
-¿Athanasius es quien yo creo?
-Si te refieres al del libro sí.
-Vaya estoy ante una celebridad.
-No quisiera ser descortés con una dama, pero el tiempo apremia y debo encontrar a mi familia antes del amanecer.
-Claro querido, sólo voy a pedirle un favor a Dante, nosotros también tenemos que ir a una fiesta.
-¿Qué favor? –preguntó Dante temiendo la respuesta.
-Quiero que conviertas a mi hijo.
-Perdona…
-Necesito a un vampiro antiguo, fuerte, y que no esté pirado.
-¿Por qué quieres convertir a tu hijo?
-Pensaba esperar hasta que fuera mayor, pero se me ha adelantado, se hizo con el libro rojo, ha visitado antros de vampiros, y ahora está investigando con su amiguito. Está claro que ha nacido para la inmortalidad.
-Además es gótico y tiene pinta de nenaza, da el perfil y le vendría de lujo contar con fuerza sobrenatural –añadió Virgil.
-Creo que deberías pensarlo mejor, por lo menos pregúntale si es lo que quiere –Pidió Dante indignado con la idea.
-Bueno, me parece que mis opciones acaban de ampliarse –dijo B. mirando a Athanasius-. Aunque tendría que esperar a que recuperase la buena forma, de todas maneras piénsalo, estaría en deuda contigo. Y ahora si nos disculpan tenemos que ir a una fiesta, Virgil tiene que aplacar sus ganas y nosotros nuestra sed- Se despidió B.
-Pasad buena noche –Les deseó Athanasius.
Zurvan estaba perplejo, cuando dio con el paradero de Virgil se sorprendió al ver que estaba con B. y se dedicó a hacerle una ficha a su nuevo amigo, Jarek. Pero no esperaba acabar haciendo crónica sobre una reunión en la que B. se encontraría con Dante, Marty y Athanasius. No entendía cómo había acabado ahí con esa compañía. Ni siquiera sabía a quién seguir si volvían a separarse. Era consciente de que el jefe ya estaba bastante cabreado, así que lo llamó para informarle y que le diera instrucciones.
-¿Qué coño quieres gilipollas?
-Di con el paradero de Virgil, está con el vampiro de la ventana, que se llama Jarek y con B.
-Maldito bastardo cuando lo pille se va a…
-Jefe –lo interrumpió Zurvan- eso no es todo, B. ha ido a reunirse con Dante, y no sé cómo pero Athanasius está con él y Marty.
-Pero qué mierda me estás contando, a ver si entendí esa mamarrachada, la chupa vírgenes, su compi mariquita y el bastardo de Virgil han ido a ver al cretino de Dante que sigue con el retrasado y ahora también con el mamonazo durmiente .
-Sí, pero creía que Athanasius estaba con Benjamin en la sede central.
-Ese comemierda saltó por la ventana, el capullo de Benjamin lo acojonó con sus juguetes, ¿dónde coño estás?
-En el centro comercial.
-Hay que joderse, esos chupópteros antes tenían más estilo, se reunían en bares clandestinos...
-¿Qué hago si se separan?
-Sigue al bastardo y si intentan clavársela de nuevo párteles los piños y tráetelos que les voy a enseñar lo cojonudo que es cabrearme.
-Y eso de dejarlos sueltos para sacarles información…
-A la mierda, si atacan a la chusma del curro o la familia hay que hacerles entender que la han jodido.
-¿Y los otros?
-Con el mamón durmiente y el retrasado no creo que vayan a llegar muy lejos…
-OK.
-Nosotros vamos a ver a esos petardos de lo von Loar.
-Jefe se van a separar, de momento se dirigen a la zona recreativa.
-¿Te refieres a la de las putas y los antros?
-Sí.
-Pues ándate con ojo, que en esos garitos la iluminación apesta y se puede liar gorda.
-Estaré atento.
-¿Quieres que le dé recuerdos a tu golfa chupóptera?
-Mejor no, y relájese, estoy seguro de que puede sacarlo de quicio con facilidad, tómelo con calma.
-Como tu guarra me toque los cojones que se prepare, que llevo un día muy tonto y no tengo el pito pa’ silbidos
-Vale, van a entrar en un club sado, cuelgo.
-Ni se te ocurra sacar las esposas y ponerte a dar caña que te conozco pedazo de zorra, y me puedo chivar a tu fulana.
-No me molan estos sitios, yo voy por libre jefe, ciao.
Donna Jo estaba muy preocupada, no podía ponerse en contacto con su hermana Mary Sue y desde que perdiera el conocimiento se notaba alborotada. Mary Sue la había llamado a diario para saber cómo evolucionaba, pero como le habían dado el alta antes de lo esperado no tuvo tiempo de avisarla, pensó en darle una sorpresa, pero no la encontró en la reunión parroquial y su móvil no tenía cobertura. Pensó en recurrir a Aleix, se acordaba de donde estaba su casa, y aunque ese chico le parecía un depravado, estaba en una situación desesperada. Apresuró el paso cuando vio la furgoneta de los caminantes del amor parada en un semáforo en rojo, recordaba que Mary Sue había decidido colaborar con ellos, así que se acercó para tomar su número de teléfono, puede que estuviera con ellos. Sacó de su bolso una pequeña agenda y cuando iba a anotarlo se quedó petrificada. En el asiento del copiloto iba una chica vestida de una forma exuberantemente indecente, iba de rojo, luciendo un escote demasiado amplio y ajustado, llevaba el cabello suelto, y no podía ver su cara, pensó que sería una pobre descarriada a la que habrían recogido con el fin de reconducirla por el buen camino. Pero cuando giró la cabeza hacia la calle, pudo ver que era su hermana, que iba maquillada como una puerta, con un aspecto de chica guarra y facilona que jamás hubiera imaginado que pudiese tener.
No podía creerlo, la culpa seguro que era de Aleix, que había conseguido corromper a su linda hermanita. Sabía que la ciudad era peligrosa y debía haber estado más atenta. Pero iba a remediarlo, los seguiría y después de ponerse al día de su estado preguntándoles a los caminantes del amor, la ayudaría a recuperarse. Aunque primero iba a ir al médico, necesitaba que le bajasen esos calores que le estaban dando causándole unas preocupantes ganas de darse a la depravación.