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Show me your teeth por LadyHenry

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Notas del capitulo:

Funny Birthday Anne! Qué tengas un año cargado de yaoi ;)

 

 

 

 

 

Había pasado mucho tiempo desde la última vez que se había encontrado con otros vampiros, era un incomprendido entre los de su especie, no acababan de aceptar su don. A veces podía ver el futuro pero nunca predecía nada bueno, y eso era algo que ponía de mal humor a los demás, afortunadamente contaba con otras habilidades que le permitían defenderse, como proyectar falsas imágenes en mentes ajenas.

Se había enterado hacía poco de que salía en un libro de vampiros, era célebre por esas habilidades que tantos problemas le habían traído, y quería verlo, le hacía ilusión… Así que había rastreado la vampironet en busca de pistas, y a pesar de toda la información confusa que recibía a través de varios frentes, había dado con ese caserón que todos nombraban.

 

 

Después de fallar en su primer intento de vendetta contra Roy y compañía, Jair había aprendido que los idiotas tienen una peligrosa tendencia a dejarse llevar sin más, así que en lugar de intentar forzar la situación, había optado por esperar a que se diera por sí sola la oportunidad que buscaba. Estaba convencido de que dados los acontecimientos no tardaría mucho, solo tenía que estar atento y contarle a sus secuaces (Randy, Jordan, Aleix y Salem) el objetivo a cumplir. Teniendo siempre en mente que iban a toparse con muchos imprevistos y que debían ir improvisando, lo único invariable sería el objetivo a cumplir. Sabía que eso podía acabar en una debacle, pero no imaginaba ni por asomo lo que iba a suceder.

Después de permanecer alerta a las idas y venidas de Dante y el COVISEM, sin dar crédito mientras veía cómo uno de los hermanos de Vince se fugaba con un vampiro o cómo el vampiro medieval se escapaba de la mismísima sede de COVISEM saltando por la ventana como si nada, Jair no dudó de que por muy alocada que fuera su intervención para jugársela a Roy iba a cuajar. Así que con la confianza de quien tienes las de ganar, la noche en que vio a los caminantes del amor ir hacia la playa para celebrar alguna de sus chorradas de hermandad, decidió llamar a los chicos para que tomaran su posición, y luego avisó al COVISEM y a Roy.

Una vez hechos los preparativos se coló en la sede de los caminantes por el jardín trasero por el que había visto que se escapaban algunos para ir al puticlub de al lado, y se dispuso a esperar. El primero en llegar fue Aleix, que le dedicó un repaso de pies a cabeza finalizando con una sugerente sonrisa, Jair estaba harto de las secuelas del SPMV. Esperaba que cuando se le pasaran Aleix se relajase más y no fuera por ahí en plan Mesalina.

-Buenas noches –saludó Jair sacándolo de su ensimismamiento.

-Podrían ser mejores –sonrió Aleix malévolo.

-Oh no seas impaciente, en cuanto aparezcan los otros estoy seguro de que vamos a presenciar todo un show –respondió Jair pasándose por el forro las insinuaciones fulanescas de su amigo.

-Más vale que sí, porque puedes apostar el culo a que teníamos cosas más interesantes que hacer –dijo Jordan quejándose.

-Vaya, parece que los enanos se van espabilando –dijo Aleix complacido.

-Disculpadle, anda un poco desorientado, no rige del todo –intervino Jair frenando las ansias homicidas de dos adolescentes hormonalmente alborotados.

-Aleix, tesoro, soy consciente de que mi aspecto y edad no ayudan mucho a que se me tome en serio, pero llevo un día muy malo, y estoy jodidamente harto de que me tomen por el pito del sereno, así que procura ser amable o iré a casa a buscar el hacha que mi abuela expone en el salón y te cortaré lo que pille, aunque pueda parecer lo contrario no soy un tío remilgado –dijo Randy con un tono amenazadoramente frío, inusual en él.

-Prepárate bien Jordan, porque cuando te pille…

La frase de Aleix quedó interrumpida, para su fortuna, por la llegada de los hijos eternos de la oscura noche, que venían discutiendo sobre qué actuaciones deberían elegir para el fin de semana.

-Hola chicos –saludó Salem interrumpiendo a Aleix.

-¿Qué tal están? –preguntó Jair mirando al resto del grupo.

-Deseando patearle el culo al abuelete –dijo Misael refiriéndose a Dante.

-Si alguien consigue recuperar el libro, más vale que me lo devuelva –intervino Randy.

-Oh… vale, pero ¿quién eres? –preguntó Izhan extrañado al no reconocer a los dos adolescentes que iban con Jair.

Jair iba a responderle, pero antes de que pudiera abrir la boca la expresión de todos los vampiros cambió súbitamente, a una de completo estupor. La vampironet les había dado una respuesta distinta a la que iban a recibir de Jair. Randy era hijo de una vampiresa, aunque ese dato era algo que el chico desconocía, y B. acababa de pedirles que trataran bien a su pequeño y le hicieran ver las ventajas de ser un vampiro, dejándolos flipados.

Salem fue el primero en darse cuenta de que estaban asustando a los chicos.

-Lo siento, acabamos de recibir un mensaje de Marty, tenemos que ir al tejado a revisar una posible entrada –mintió Salem, buscando una excusa para irse unos minutos.

-Joder, pues parece que les acabara de hablar Vlad el empalador –dijo Aleix desconfiado.

-¿Ese es actor porno? –preguntó Aster risueño.

-Pero qué dices paleto, es Drácula –replicó Randy.

-No jodas, en mi barrio hay un chapero con un nombre parecido –sonrió Misael.

-Genial, ya vemos que están muy curtidos en ese mundillo, pero qué tal si por fin empezamos a hablar de cómo hacernos con el libro –propuso Jordan algo irritado, después de que fastidiaran su velada a solas con Randy no le apetecía nada hablar de sexo.

-Nosotros vamos a mirar el tejado, por si está mejor esa entrada –dijo Salem instando al resto a que le siguiera.

Treparon en silencio por la fachada hasta llegar al tejado, y caminaron hacia la parte delantera hasta desaparecer de la vista de Jair. Misael fue el primero en hablar.

-Esa tía parece peligrosa.

-Sí, pero no nos ha pedido nada malo –sopesó Izhan.

-Y el hijo seguro que no tiene ni puta idea –supuso Julian.

-No, creo que somos los primeros vampiros que ve en directo –dijo Salem.

-¿Qué coño hacemos? –preguntó Aster.

-Mejor no meternos en temas familiares, colaboremos con el chico e intentemos recuperar a Marty –propuso Julian.

-Muy bien, Izhan y yo entraremos por aquí, el resto vayan con los chicos –dijo Salem.

-Vale, y esta vez procuremos no hincarle los colmillos a nadie, lo único que nos faltaba es a fanáticos religiosos cachondos, eso siempre acaba mal –dijo Misael resignado.

Cuando bajaron Jair había desplegado un plano del caserón, señalando las mejores rutas para acceder al libro.

-Salem e Izhan entraron por el tejado –informó Julian.

-Genial, así podrán acceder al despacho del líder por la ruta más corta –dijo Jair satisfecho.

-¿Nosotros qué hacemos? –preguntó Aster.

-Misael acompañará a Randy para buscar el libro por la ruta que va desde el balcón, por si se le adelantaran a Salem, así cortarían a Dante.

-OK pero que el mocoso se ponga las pilas –advirtió Misael.

-Descuida, a nadie más que a mí le interesa recuperar el libro –afirmó Randy.

-Aster irá con Jordan vigilando las entradas para avisar por dónde viene el COVISEM.

-Cojonudo –dijo Aster conforme, le hacía ilusión darle un repaso a Cat.

-Y Julian vendrá con Aleix y conmigo, nosotros nos encargaremos de vigilar a Dante. La idea es que Randy consiga el libro, liberar a Marty de Dante y que el COVISEM los pille para escarmentar a Roy –aclaró Jair.

-Si querías escarmentar a tu viejo haberlo dicho antes, nosotros podríamos haberlo espantado –sonrió Misael.

-Os dejaré como plan de emergencia –asintió Jair, rogando por que el actual funcionase.

-Todos a sus puestos, nos iremos informando con la vampironet, consultaremos antes de actuar –dijo Julian encaminándose tras Jair.

Consiguieron estar en sus puestos antes de que llegara el resto de invitados. Los segundos fueron Dante, Marty y Roy. A Julian le hizo gracia que vinieran de negro riguroso, se preguntaba si tendrían pasamontañas a juego, pero Jair le dio un codazo, pidiéndole que mantuviera sus pensamientos a raya hasta que estuvieran todos en acción, si Dante percibía que estaban allí huiría de nuevo.

Dante estaba seguro de que las cosas se iban a complicar, pero tenía que arriesgarse antes de perderle de nuevo la pista al libro, la simple idea de tener que lidiar con van der Rohe, y con Daniel/Elliot por extensión, no le resultaba nada conveniente. Así que allí estaba, preparado para lidiar con las desagradables sorpresas.

Que Marty tuviera una actitud entusiasta le resultaba inquietante tanto a Dante como a Roy, normalmente iba quejándose y lanzando pullas, pero esta noche estaba más callado y cooperador. Supuso que era porque si al fin recuperaba el libro podría marcharse con su primo y perder de vista a Dante, cosa que Roy también estaba deseando.

Su plan consistía en dejar a Roy vigilando mientras Marty lo ayudaba Dante a encontrar el libro.

Pensaron que encontrar el libro no iba a ser tan complicado, pero por lo visto Xabat lo había escondido muy bien, porque ni Salem, ni Izhan, ni ahora Dante conseguían dar con él.

Salem e Izhan habían registrado el despacho entero, cuando les avisaron de que Dante y Marty iban a entrar decidieron buscar en el dormitorio de Xabat.

-No pienso meter las manos en el cajón de la ropa interior –dijo Izhan mirando a Salem.

-A mí no me mires, yo eso no lo toco ni con un palo –replicó Salem.

-¿Y si está ahí?

-Pues que venga el retoño de la vampiresa a buscarlo.

-¿Cómo logramos llevarnos a Marty?

-Tenemos que esperar a que llegue el COVISEM, y cuando estén huyendo de ellos tomarlo por sorpresa, a nosotros no nos importa que nos pillen pero  Dante preferirá huir.

-Oh ya llegan, será mejor que vayamos tras Marty y dejemos lo del libro.

-Manos a la obra.

En el jardín Zurvan, Vince, CaT e Ilych se bajaban del coche, armados y listos para la acción, o casi.

-Me cago en mi puta madre.

-Jefe…

-Tienes razón, me cago en la tuya, pedazo de mamón, te dije que quería los putos dardos y me has traído una jodida ballesta –protestó Vince.

-Las flechas están envenenadas, no es para tanto –replicó Cat.

-Y todos tenemos un agujero en el culo, pero no es lo mismo clavársela a un puto que a una guarra, no te jode.

-Centrémonos un poco, hay demasiados vampiros aquí –observó Zurvan.

-Mientras no te folles a ninguno todo irá de puta madre.

-No siga por ahí –suspiró Ilych-. ¿Cuántos vampiros hay?

-Ocho –respondió Zurvan.

-Coño, se supone que eran dos –se quejo Cat.

-¿Son antiguos? –preguntó Ilych.

-Solo dos, el resto son neófitos.

-Oh joder, seguro que son esos mariconazos metaleros, qué mierda ¿quieren poner a todos estos pendejos cachondos como monas? No entiendo a los niñatos de hoy…

-No creo que sea esa su intención jefe, seguramente hayan venido buscando a Marty, el rehén de Dante –dijo Zurvan.

-¿El retrasado que intentó trepar por la fachada de Irina?

-Sí.

-Deberíamos quemar la puta casa y pirarnos, con tanto merluzo junto es una oportunidad cojonuda –propuso Vince con entusiasmo.

-Jefe, percibo muy cerca a uno de los antiguos, deberíamos buscar por el jardín –informó Zurvan.

-Yo voy a por el puto libro con Cat, tú quédate con Ilych a buscar al yayo.

A Livius le pareció muy divertido el nuevo director del COVISEM, mucho más que sus antecesores. Estaba resultándole una velada de lo más entretenida. Exceptuando a Dante, al que ya había conocido hacía mucho, el resto eran neófitos bastante peculiares, aunque quién era él para extrañarse por otros.

Después de desentrañar los planes de los distintos grupos, llegó a la conclusión de que el que más le gustaba era el de los neófitos, excepto por el punto en el que le daban el libro al hijo de B. Cambiando ese detalle, para quedárselo él, iba a echarles una mano distrayendo a Dante y a ese tal Roy que estaba en las escaleras.

Sondeó la mente de Roy, estaba a punto de avisar a Dante de que Vince iba a subir, y eso hubiera sido muy aburrido; en cambio mandar imágenes a Roy de que Dante estaba bajando por las escaleras con un libro era más interesante, fue graciosa la expresión sorprendida de Roy cuando “lo vio” saltar por la ventana, Roy consideró que esa manera de marcharse era muy borde. Sabía que en parte era responsabilidad suya la pérdida del libro, pero dejarlo sólo ante el peligro…

Y fue esa sensación de desamparo la que le sirvió a Livius para entrarle a Roy, presentarse como un afable vampiro dispuesto a ayudarle calmaría esas ansias de huir.

-Preciosa noche, las estrellas brillan tanto… a veces me pregunto si algún día brillarán más que el sol y los hijos de la noche tendremos que vestir como astronautas para no carbonizarnos –dijo Livius dejando a Roy pasmado.

Otro que se quedó a cuadros fue Aleix, que se había separado de Jair y Julian cuando Roy se quedó en las escaleras, para vigilarlo, y bajo ningún concepto acercarse a ningún vampiro. Y estaba claro que ese perturbado era uno, así que se limitaría a mandarle un sms a Jair para contárselo.

-¿Quién es usted? –Atinó a preguntar Roy.

-Me llamo Livius, pero puedes llamarme Liv, mi creador lo hacía y me gustaba, también me gustaba pasear bajo la lluvia, pero con el cambio climático es complicado, o hay sequía o diluvia, ya no serena con placidez.

-Qué lástima –replicó Roy cada vez más pasmado-. ¿Necesitabas algo?-preguntó intentando aclararse con las intenciones del peculiar vampiro.

-Todos necesitamos algo, ¿por qué estás aquí rodeado de amenazantes seres de la noche?

Aleix tuvo que contener una fuerte carcajada, no creía que a Roy le resultaran demasiado amenazadores los vampiros que se había encontrado hasta ahora, aunque creyera que estaban todos de frenopático.

-Estoy ayudando a unos amigos –respondió Roy extrañado.

-Oh qué caballeroso, arriesgar tu frágil vida humana por solidaridad, ¿tienes un poco para mí?

-¿Un poco de qué?

-De tiempo, atención… ayuda.

-Bueno, no quiero parecer egoísta, pero me temo que mis amigos necesitan toda mi atención –se excusó Roy.

-Vaya, qué absorbentes, tal vez deberías enseñarles a compartir, a ser buenos chicos.

-¿Qué podría hacer por ti? –indagó Roy captando que el vampiro no iba a dejarle en paz.

-Tantas cosas… de momento me gustaría que me guiaras hasta el sótano, ¿harás eso por mí?

-Sí, sígame y le mostraré el camino –asintió Roy.

-Gracias, y tutéame por favor.

-Claro, Liv –dijo Roy rindiéndose a las excentricidades del vampiro.

-Oh ¿cuál es tu nombre?

-Roy.

-Dime Roy, ¿te importaría que nos acompañase al sótano ese chico tan alegre que nos observa oculto por las columnas?

-Si tú quieres…-aceptó Roy pensando que se refería a una especie de amigo imaginario.

-Puedes salir pequeño niñito travieso –dijo Livius.

-Buenas noches –saludó Aleix.

-¿Se puedes saber qué coño estás haciendo? –bramó Roy.

-Yo también me alegro de verte Roy, no seas maleducado y preséntame a tu amiguete –sonrió Aleix ignorando la pregunta.

-Me llamo Livius, pero llámame Liv porque todos lo hacen ¿a quién tengo el honor de conocer? –se presentó el vampiro extendiendo su mano.

-Me llamo Aleix –dijo estrechándole la mano.

-Y eres muy travieso, ¡al pequeño Aleix le gusta jugar con fuego! –canturreó batiendo palmas.

Roy estaba al borde de perder la paciencia y Aleix reía escandalosamente.

-Y le gusta reír, la risa es el sonido más bello del universo después de los gemidos –celebraba Livius eufórico; mientras Roy empezaba a creer que los vampiros también padecían trastornos mentales.

-Será mejor que vayamos al sótano –cortó Roy intentando volver a la calma.

-Te seguimos Roy –asintió Aleix poniéndose en marcha.

Roy no sabía qué demonios quería Livius, pero presentía que a Dante no le haría ilusión que frustraran nuevamente su oportunidad de recuperar el libro, confiaba en que pudiera apañárselas con Marty para evitar al COVISEM y recuperar el libro.

Pero nada más lejos de la realidad, en cuanto Marty escuchó a Vince gritó para que los localizaran, echando a correr con Dante detrás.

-Marty ven hacia aquí –gritó Izhan al ver cómo Dante estaba a punto de alcanzarlo.

-Deja de correr, sabes que voy a alcanzarte –le advirtió Dante.

-De eso nada –contradijo Izhan arrancándole de las manos el mangual a Cat, que intentaba quitarse a Aster de encima.

Izhan tenía muy buena puntería, así que Dante cayó y Marty pudo llegar hasta él, antes de seguir corriendo hacia fuera. Aster y Salem los siguieron, pero Dante no tardó en ponerse en pie prosiguiendo la persecución.

Vince estaba en el balcón hablando con Zurvan de Livius, cuando vio el desbarajuste que se había montado.

-Pero qué mierda están haciendo –bramó Vince cabreado.

-Lo de siempre…-bufó Zurvan.

-Parad de una puta vez, pelead como vampiros, qué coño es eso de correr como mariquitas.

-Jefe, mejor vamos a zurrarles –propuso Cat.

-¿Ya recuperaste tu arma? –preguntó Zurvan.

-Esa no era mi arma, la cogió el tarado de Aster de una de las paredes.

-¿No son pacifistas los caminantes? –se extrañó Zurvan.

-Sí, debajo había unas fotos ejemplificando... cómo lo llamaron… ¿la barbarie de la violencia?

-Algo así –dijo Ilych al entrar-. Se supone que era un ejemplo de lo que no se debe hacer.

-Qué te cagas, estamos rodeados de lloricas, ¿Podemos seguir  luchando o vamos  a hacernos trencitas “unas a otras”? –preguntó Vince mientras enfocaba a Dante.

Izhan, Marty y Aster lograron escapar por la ventana, pero justo cuando iba a llegar Salem, Dante lo atrajo hacia sí usándolo como escudo humano para parar la fecha de Vince. El neófito se desmayó por la droga de la flecha, y Dante lo cargó en brazos batiéndose en retirada. Había sustituido a un rehén por otro, pero se iba sin el libro y jurando vengarse de Roy por no avisarle.

Randy estaba perplejo junto a Misael, en unos minutos todo se había convertido en un caos. Se quedó Tranquilo al ver que Jordan estaba junto a Jair y Julian.

-Vaya mierda, no hemos encontrado el libro y ese abuelete se ha llevado a Salem –protestó Misael.

-Bueno, Salem tiene pinta de saber cuidarse mejor que Marty –intentó animarlo Randy.

-¿Alguno tiene noticias del libro? –preguntó Jair al acercarse.

-En esta planta no está –afirmó Misael sin dudas.

-Creo que está en el sótano, acaban de llegarme unas imágenes –informó Julian.

Aprovechando que Cat y Zurvan se habían marchado a perseguir a los fugados. Decidieron arriesgarse a bajar con Vince e Ilych pisándoles los talones.

El sótano de los caminantes estaba muy bien acondicionado, con calefacción, puffs, cortinas que actuaban como separadores, y una librería que sería condenada por cualquier inquisidor. Jair, Randy y Jordan se escondieron tras unas cortinas, mientras escuchaban a un desconocido recitar la historia de un vampiro que predecía el futuro.

Julian y Misael se sorprendieron al reconocer a Livius, y decidieron batirse en retirada antes de que les pudiera manipular.

Así que Ilych y Vince tuvieron que lidiar con la situación.

-Buenas noches aguerridos soldados defensores de los frágiles seres humanos –saludó Livius, encendiendo la luz, revelando se presencia y la de Roy y Aleix.

-Hola reina –saludó Vince-. Veo que estás rodeada de putillas… cómo las llamas tú ¿flojas? ¿Tirillas? ¿Debiluchas?

-Pero si es Vince van der Hot en persona –sonrió Aleix guiñándole un ojo.

-No me jodas maricón, ¿te la han vuelto a chupar?

-No lo provoque, se supone que viene a poner orden –bufó Roy.

-Pero tiene razón, Aleix es un niño travieso –rio Livius, para luego acercarse a la oreja de Roy y susurrar:- Y quiere jugar con tu precioso bebé, quiere hacerle cosas indecentes a tu princesa.

-¿A qué coño ha venido eso? –preguntó Roy cortante.

-Shhh no te enfades, ahora eso no importa. Tienes que venir conmigo y explicarme muchas cosas –dijo tomando de la mano a Roy mientras sostenía el libro rojo con la otra, encaminándose hacia la salida con sobrenatural rapidez.

-Joder qué mierda hacían todos arriba si el libro estaba aquí –berreó Vince al verlo de cerca.

-Ha sido un placer Señor van der Hot –dijo Livius al pasar por su lado.

-Es van der Rohe, perra, no te pases o te irás con una flecha en el ojete de recuerdo.

-Disculpa, creí que Aleix le había llamado así.

-Está bajo los efectos del SPMV –dijo Roy quitándole importancia.

-Qué lástima que el alba vaya a llegar, debemos retirarnos, su compañía ha sido muy grata, espero que volvamos a vernos pronto, me llevo a Roy prestado, tiene mucho que contarme.

Y antes de que nadie pudiera replicar llenó sus mentes con imágenes de fuego, y salieron corriendo del caserón, dejándolo a solas con Roy, que se aferró con fuerza a sus hombros cuando comenzó a saltar por los tejados buscando su lugar de descanso.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


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