Estaba claro que ir al Hot Blood era como invocar al caos, nunca salían de allí sin sufrir daños, aún estaban investigando quién demonios había tenido la gran idea de intoxicarlos mezclando gas lacrimógeno con gas de la risa. Después de intentar interrogar a los testigos sin sacar nada en claro, Ilych recibió una llamada que le hizo replantearse su puesto por enésima vez.
-Diga –dijo al descolgar el teléfono.
-Usted no es van der Rohe.
-Obviamente el director debe estar trabajando en algo importante y ha desviado sus llamadas a mi teléfono, soy Neumann.
-Claro, pues tendrá que asegurarse de que van der Rohe cumpla con su colaboración anual en el congreso de difusión de las ciencias paranormales.
-¿Adelantaron la fecha? –preguntó Ilych con espanto.
-Sí, lo hacemos todos los años para que no puedan poner excusas, pero no se lo diga al director.
-¿Tiene que dar otra conferencia? ¿No podrían encargarle algo para lo que no tuviera que abrir la boca?
-Si le parece le ponemos a explicar con dibujitos…
-Pues no me parece mala idea, dibuja muy bien.
-Claro, estoy segura de que el director van der Rohe es un hombre de múltiples talentos, pero me temo que tendrá que hablar, aunque no se preocupe, esta vez solo tendrá que responder a las preguntas que le hagan, y no tendrá mucha audiencia, solo unos cuantos trasnochados aburridos que no se escandalizaran cuando le escuchen.
-No sé si eso es bueno, el señor van der Roe tiene la capacidad de agitar al público, y si no es algo que lleve preparado para intentar no salirse del guion, sino que tiene que improvisar podría acabar muy mal.
-Bueno pues acompáñale para asegurarte de que no se pasa, te pagaremos las horas extras.
-Eso no hay dinero que lo compense –replicó Ilych antes de colgar e ir en busca de Vince.
Mientras Ilych iba a por Vince, Zurvan se encargaba de controlar el hospital a donde habían mandado a los afectados. Edsel y él, al estar en el sótano se habían librado de acabar intoxicados. Cuando escucharon los gritos y las risas, decidieron huir por la salida de emergencia que daba a la calle trasera. Quiso mandar a Edsel a casa, pero este insistió en quedarse hasta encontrar a Athanasius, así que tuvo que dejarlo en la salida de club, cuando llamó para pedir refuerzos, Ilych le dijo que se marchara a vigilar el hospital cuando fuera a relevarle.
De momento el panorama no era muy alentador, Roy estaba preocupado por su hijo, al que le duraban las ganas de reír, habían tenido que separarlo de Aleix, porque cuando uno paraba el otro empezaba. Otros que estaban risueños eran los neófitos, que se dedicaban a descojonarse en el tejado de una de las casas que estaba frente al hospital, Livius se los había llevado para no aburrirse.
-Vaya estreno que te has marcado como manager Marty –Sonrió Misael.
-No es culpa mía que alguien decidiera ponerse pandillero en el maldito club –Se defendió Marty ofendido.
-Es verdad, por lo menos esta vez no es cosa nuestra el caos que se montó –celebró Julian.
-¿Qué le pasa a Jair? –intervino Salem cambiando de tema.
-El pobre rubito ríe nervioso porque el niño travieso lo besó –explicó Livius mientras balanceaba sus pies en el borde del tejado.
-¡No jodas! –exclamó Misael palmeando a Salem mientras se reía.
-¡Oh, harían una linda pareja! –Sonrió Izhan emocionado.
-Pero qué dices, Jair se pasa la mitad del tiempo con ganas de matar al tarado de Aleix, además se tiró al viejo de su mejor amigo y ahora va a por él, es un maldito degenerado –objetó Julian.
-¿Y se lo dices al tío que se lo montó con unos gemelos hermanos de ese maniaco deslenguado? –bufó Aster.
-Todo eso fueron accidentes provocados por el SPMV, no estaban en sus cabales y no cuenta –se defendió Izhan.
-Tú no lo tenías –contradijo Misael.
-Pero me sentía culpable…
-Oh el pequeño neófito solo quería ayudarles, no seáis malos, ¿quién puede culpar a alguien que solo quiere darle afecto a los necesitados? –intervino Livius con una sonrisa que no acababa de acompañar a sus palabras.
-Así que todas las fulanas del barrio son dignas de imitar –Sonrió socarrón Misael.
-Cortad ya, me refería a que aún con eso de la intoxicación, Jair parecía algo desquiciado, puede que alguien estuviera jugando con su mente –señaló Salem acusadoramente mirando a Livius.
-Un poco de confusión a veces es buena, consigue sacudir los pensamientos que vagan por la cabeza mareándonos sin cesar –replicó Livius sin quitarle la vista de encima a Aleix, que forcejeaba con las bandas que le ataban a la cama.
-Juraría que lo que necesita que le sacudan es otra cosa más mundana –afirmó Misael.
-¿No os da pena que el niño travieso no pueda ir a darle amor? –suspiró Livius ladeando la cabeza para observar mejor la escena.
-Ni se te ocurra ponerlos a flipar otra vez –dijo Salem tajante.
-Pero es que... –intentó protestar Livius.
-No, me acercaré a ver cómo están, y ya veremos cómo ayudarles, después de todo es culpa nuestra que estén aquí –explicó Salem.
-Sé que el rubito teme que le haga daño a papi Roy, pero me portaré bien y para que no lo eche de menos mientras esté conmigo, haré de celestina para que por fin el niño travieso y él sean novios –Aplaudió Livius alegre.
-¿Vas a volver a llevarte a Roy? –bufó Julian exasperado, estaba harto de que secuestraran a todo el que le rodeaba.
-¿Prefiere alguno tomar su lugar? –preguntó Livius suspicaz.
-Por mí puedes pirarte con Roy cuando te apetezca –respondió Aster levantando las manos.
-Eso pensaba –Sonrió Livius-. Y ahora vayan a asegurarse de que esos tortolitos acaben juntos, yo quitaré a Roy de en medio, tiende a ponerse sobreprotector con su bebé cuando el niño travieso anda cerca.
-¿Sabes que la celestina acabó jodida al final? –preguntó Aster a modo de advertencia.
-Bueno, soy viejo pero no estoy indefenso –dijo Livius encogiéndose de hombros, antes de saltar del tejado como si nada, encaminándose a buscar a Roy.
-Puto viejo tarado, empiezo a pensar que le pone mirar a jovencitos montándoselo –dijo Julian negando con la cabeza.
-A lo mejor solo es que es muy romántico –ofreció Izhan esperanzado.
-Bueno dejémonos de chorradas, ¿quién se ocupa de Aleix y quién de Jair? –cortó Misael.
-Yo de Jair –respondió Salem.
-Yo no pienso ir con Aleix –informó Misael-. Y Tampoco deberían ir Aster o Izhan.
-Tampoco parece buena idea que vaya Julian –dijo Izhan preocupado.
-Tienes razón –lo secundó Salem.
-Marty, te tocó –anunció Aster riendo.
-Vale, pero si pasa algo más vale que alguien me cubra –suspiró Marty.
-Descuida, saldremos cagando leches en tu ayuda –aseguró Aster en tono solemne.
Cuando Salem llegó a la habitación de Jair le puso un poco nervioso que el chico estuviera rebuscando por todos lados con uno de esos camisones que dejan la retaguardia al aire.
-¿Estás bien Jair? –preguntó cerrando la puerta con cuidado.
-Creo que no, pero me da igual –respondió Jair con una risilla floja de esas que se alargan innecesariamente, haciéndose contagiosa.
Salem carraspeó intentando mantener la compostura, ver a un chico normalmente cuidadoso con su imagen, como Jair, pasearse de esa manera descojonándose por nada, era algo difícil de ignorar.
-¿Qué buscas?
-Por si no te has dado cuenta voy enseñando la mercancía, y hace mucho frío, necesito poder taparme las pelotas y todo eso antes de pirarme de aquí –dijo volviendo a reír ante lo absurdo de la situación. Estaba con un vampiro y lo único que le preocupaba era el frío.
-¿No crees que estarías más seguro aquí, bajo las mantas de tu cama? –ofreció Salem.
-Claro que no, Aleix va a soltarse y si me quedo aquí acabaremos montándonoslo en el maldito hospital –se carcajeó Jair.
-¿Tan mal va con el SPMV?
-De puto culo…
-Y por lo que veo tú tampoco vas mucho mejor.
-No está todo perdido, aún me preocupa que mi padre esté cerca y el escándalo público, aunque la ironía me resulta jodidamente divertida –observó Jair riendo con ganas.
-Cierto, bueno, creo que lo menos que puedo hacer para ayudarte es sacarte de aquí y llevarte a casa de Roy –se ofreció Salem.
-Eso sería genial, aunque creo que también lo sería que tu abuela nos pillara subiendo a casa de mi madre, se pondría a flipar, y berrearía algo sobre el infierno, el pecado y la sodomía, para luego echarle la culpa al metal –Imaginó Jair descojonándose por enésima vez.
-Eso no sería lo peor…
-Claro, en cuanto te vea notará que están aún más pálido, y entonces te echará la bronca por no alimentarte bien, te mirará a los ojos y notará algo raro, entonces te arrastrará al médico y cuando te haga abrir la boca, le dará un ataque o sacará una estaca del bolso –dijo Jair con intervalos de risa sofocada.
-¿Por qué crees que iba a llevar un estaca en el bolso? –se espantó Salem.
-No lo sé, pero parece el tipo de mujer que podría llevar una, o agua bendita…
-Creo que deberíamos dejar de hablar, pongamos la tele.
-Está estropeada, pero nos queda esa vieja radio.
Salem fue hasta la pequeña mesa y encendió la radio, dejando el primer canal que logró sintonizar después de mucho batallar con la ruedecita. La voz ronca del locutor los sobresaltó:
-Buenas noches noctámbulos, hoy nos visitará un experto de lo sobrenatural, en nuestro programa Más pa’ Allá, contaremos con Vince van der Rohe, es vuestra oportunidad de consultar esas dudas que nadie ha podido resolver con rigor. En media hora empezaremos el programa, estad atentos.
Mientras Salem parpadeaba sin dar crédito a lo que acababa de oír, las risas de Jair retumbaban por toda la planta, había vuelto a tener un ataque, no podrían escabullirse, dos enfermeras iban hacia la habitación para estabilizarlo.
Por su parte, Marty no estaba teniendo demasiado éxito al intentar que Aleix entrara en razón.
-¿Vas a ayudarme a salir o qué?
-Te noto muy tenso, sería mejor que te calmaras antes de desatarte –le sugirió Marty preocupado.
-¿En serio? Porque yo creo que también sería mejor que te pusieras unos horarios más estrictos para comer, antes de lanzarte a la yugular del primero que te quede a mano –bramó Aleix.
-Echarme en cara mis errores no te va a ayudar –suspiró Marty.
-Lo mismo te ayuda a ti, que se te ve muy perdido, empieza a centrarte por cosas básicas como la alimentación.
-Tú también deberías centrarte un poco, respira hondo y piensa que cuanto antes te calmes antes saldrás de aquí. Podemos llevarte con el médico del Covisem para que te aplaque el SMPV –sugirió Marty.
-El único que me va a aplacar algo es Jair, necesito desatarme para ir a buscarlo y llevármelo a casa –protestó Aleix.
-No estás bien, tú no eres tan agresivo, si haces eso ahora te vas a arrepentir.
-Puede que tengas razón en que no es la manera más ideal, pero a veces si quieres algo tienes que aprovechar la oportunidad tal y como viene. Llegado a este punto si me echo atrás puede que no vuelva a tener otra ocasión.
-O puede que Jair decida que eres un aprovechado y no quiera saber nada más de ti.
-Ya sabes lo cabezotas que son en esa familia, y él me conoce mejor que nadie, así que o me ayudas a salir de aquí o te juro que soy capaz de unirme al COVISEM solo para poder pillar el maldito rastrillo de Cat y arrastrarte por todo el jardín hasta que solo seas comida para perros.
-Vale, te ayudaré, pero solo porque soy consciente de que tu determinación es por amor y eso le va a joder tanto a Roy… -afirmó Marty sonriendo de una manera entre malévola y satisfecha que a Aleix le causó escalofríos.
Ilych había amenazado con dimitir si Vince no se comprometía a poner de su parte para hacer la entrevista en la radio, ya era bastante mala la situación como para que el director la empeorase conscientemente, si ni siquiera había buena voluntad por su parte estaban más que jodidos. Intentó razonar con él, pero tampoco había mucho que defender, teniendo en cuenta que los del consejo eran los que manejaban la financiación y tenían la absurda convicción de que alfabetizando a la gente sobre temas sobrenaturales conseguirían concienciarlos para que dejaran de invocar a demonios o poner anuncios en internet ofreciéndose como alimento para vampiros. Sabían que el 70% de su trabajo era frenar esos “accidentes” de carácter doméstico, pero era una batalla perdida intentar que esos descerebrados atendieran a razones, porque si finalmente conseguían que les tomasen en serio simplemente provocarían una grave alarma social.
A veces era peor el remedio que la enfermedad, lo menos que entendía era que se empeñaran en poner a Vince de cara al público, debía ser cosa de Irina, a esa mujer le encantaba hacer que todo el mundo perdiera los papeles.
Para colmo el locutor era un friki que creía que documentarse sobre vampiros era pasarse horas metido en juegos de rol. Si no iba con cuidado estaba seguro de que Vince acabaría usando la ballesta que llevaba en el maletero del coche.
Respiró hondo antes de entrar en la emisora, iba a ser una noche muy larga.
-Joder ya era hora de que aparecieras, el puto locutor es un pendejo de mierda y por si fuera poco tener que aguantarle, se ha traído a una hippy de esas que en vez de estar por ahí fumando y tirándose a lo que pilla, le da por sermonear mierdas sobre qué cojonudo sería todo si fuéramos unos cursis redomados –dijo Vince poniéndolo al corriente de la nefasta situación.
-No lo complique más, muérdase la lengua, conteste rápido y sin quejarse, y será menos doloroso –le advirtió Ilych.
-O puedo ir a buscar la jodida ballesta y hacerlos callar –Sonrió Vince.
-Yo me encargo de la hippy, usted procure comportarse con el locutor.
Y justo después de pronunciar esas palabras Ilych se arrepintió al ver que la hippy era uno de los miembros de los caminantes del amor, era imposible no recordarla cuando vestía esas túnicas horteras y solía estar cerca del líder.
-Buenas noches hermanos noctámbulos -saludó el locutor nada más tomar asiento-. Esta noche contamos con la presencia de Vince van der Rohe, un erudito de lo sobrenatural, de su mano derecha Ilych Neumann y de un miembro de los caminantes del amor que tiene el don de comunicarse con otras dimensiones, Louanne.
-Buenas noches a todos –saludó el locutor dirigiéndose a los invitados.
-Qué el amor te guíe –respondió Louanne.
-Lo que tú digas reina –replicó Vince irritado.
-Buenas noches –repitió Ilych resignado.
-Antes de dar paso a las preguntas de los oyentes, me gustaría abrir un pequeño debate sobre el papel de los seres sobrenaturales en la sociedad actual. ¿Quién es el primero que se anima a darme su opinión?
Ilych parpadeó hastiado mientras maldecía mentalmente al locutor, Vince se dedicó a fulminar con la mirada al estratega, culpándolo en silencio de no haberlo dejado ir a por la ballesta, y por supuesto Louanne fue la que habló.
-Gracias a los avances de la ciencia, y por supuesto siempre teniendo presente el respeto a la madre naturaleza, muchos seres sobrenaturales podrían integrarse en la sociedad enriqueciéndola, saliendo de ese oscuro armario donde se esconden de los humanos, privándose de compartir su vida al constituir un peligro, basado en el desconocimiento y la ignorancia. Todo sería más fácil si se decidieran a abrirse a otras razas, eso sí, buscando el asesoramiento adecuado. No todo el mundo está preparado aún para tratar estos temas. Aprovecho para transmitir que en los caminantes del amor estamos abiertos a todo tipo de seres, creemos en la igualdad de derechos y defendemos que el amor no conoce límites. Estamos capacitados para ayudar a esas almas perdidas que deseen reinsertarse renunciando al mal, para dejar de ser un peligro.
Ilych y Vince tenían los ojos a punto de salirse de las órbitas, y no eran los únicos. Randy y Jordan, estaban en casa de Irina, la habían escuchado reírse, cuando se acercaron para saber el motivo tan divertido que la hacía reír sin control, se sorprendieron al escuchar el programa de radio, y decidieron acompañarla. Al acabar de escuchar la perorata de Louanne, Jordan no podía parar de reír y Randy intentaba contener la risilla que no acababa de abandonarle mientras iba a buscar a Baudalaire. Su dueño se lo había dejado a Irina porque había tenido un imprevisto de trabajo urgente, ellos pensaron en cosas como cazar licántropos o interrogar vampiros, nunca creyeron que se fuera a la radio a dar una entrevista.
-¿Podrías contarnos cómo atienden a los seres sobrenaturales que quieren integrarse en la sociedad? –indagó el locutor.
-El primer proyecto que tenemos es Damphirs Anónimos, un grupo de encuentro donde esto seres, fruto de la unión entre vampiros y humanos, pueden reunirse y compartir experiencias, son una minoría marginada por ambas partes, y es muy importante para ellos tener un lugar donde no sean unos incomprendidos.
Cuando Marty encendió la radio y escuchó la existencia de D. A. se preguntó si habría algún grupo de apoyo para vampiros neófitos, pero la risa estridente de Aleix no le dejaba escuchar. Otra que no podría parar era Irina, solo de imaginarse la expresión que debía estar poniendo Vince se le aguaban los ojos.
-¿Y tiene buena acogida? –prosiguió el locutor ante la mirada perpleja de los otros invitados.
-Cada vez hay más, estamos muy contentos de poder contribuir a su felicidad.
Ilych pellizcó a Vince debajo de la mesa, distrayéndolo para que no interviniese.
-¿Hay algún otro proyecto a la vista? –preguntó el locutor.
-Sí, hay varios, pero ahora mismo estamos centrados en la creación de Vampiros Abstemios, queremos ofrecerles alternativas alimenticias que no conlleven el uso de la violencia.
En ese momento Ilych estaba tan patidifuso que ni siquiera se molestó en contener a Vince, que hizo su primera intervención de la noche.
-¿Qué mierda estás soltando? ¿Cómo coño va un vampiro a ser abstemio? Eso es tan estúpido como una ninfómana que no folla.
-Quieren reinsertarse en la sociedad –replicó Louanne indignada.
-Como mucho querrán insertarle el nabo a su ex -refutó Vince.
-Interrumpimos el debate con la primera llamada de la noche, el amigo noctámbulo Baudelaire quiere aportar algo –dijo el locutor, contento de tener una llamada que los obligase a parar, la cosa se estaba yendo de madre-. Bunas noches Baudelaire, ¿qué quieres contarnos?
-Insertarle el nabooooo -coreó Baudelaire, mientras Randy sostenía el teléfono cerca de la jaula- . Quieren reinsertarlooo.
Jordan e Irina intentaban no reír escandalosamente. El locutor ahogó una carcajada, mientras Vince sonreía, orgulloso de su mascota.
-¿Es esto una broma de mal gusto? –dijo Louanne irritada.
-Lo sentimos, a veces pasan el control y salen al aire –se disculpó el locutor-. Prosigamos, ¿cómo podrían los vampiros dejar la bebida?
-Pueden alimentarse con un sustituto de la sangre.
-O abrir un centro de donaciones para sanguijuelas cívicas, no te jode… qué son depredadores coño –contradijo Vince.
-La raza está avanzando, corren rumores de que algunos pueden salir bajo la luz del sol, incluso les favorece porque les deja un cutis radiante.
-Ya estamos otra vez con esa apestada… si un vampiro sale de día no parecerá una puta bombilla, simplemente se chamuscará quedándose como un jodido churrasco ¿capisci?
-Es usted demasiado escéptico para todo lo que ha visto –protestó Louanne.
-Y usted es una gilipollas que se traga toda la mierda que le cuentan.
-No se ofenda, pero creo que se está quedando algo antiguo, debería modernizar un poco esa mentalidad cerrada.
-Cerrada debía tener la raja la puta que te parió para que salieras tan retrasada. No hay nada nuevo, todo lo que ves ya ha ocurrido sólo que tú eres una ignorante de mierda.
-Esto es el colmo, no voy a permitirle que me insulte, tengo muchos conocimientos, he estudiado estos temas durante años.
-¿Ha tenido algún enfrentamiento con seres sobrenaturales? –intervino Ilych.
-Me llevo muy bien con los miembros de D. A.
-¿Cómo sabe que realmente son damphirs?
-Tienen que rellenar un formulario antes de entrar a formar parte del grupo.
-Me cago en mi puta vida, y nosotros pasando noches en vela y yendo armados, cuando podríamos repartir formularios –ironizó Vince.
-Ríase de nuestros métodos, pero más pronto que tarde le dejaremos sin trabajo –dijo Louanne antes de levantarse y marcharse dando un portazo que dejaba patente su ira interiorizada.
-Bueno, parece que Louanne nos ha abandonado –anunció Ilych con fingida decepción-. Habrá tenido alguna urgencia, como repartir gafas a los licántropos para evitar que miren directamente a la luna –añadió socarrón.
-Ya es la hora de leer las preguntas que nuestros amigos noctámbulos nos han enviado, ¿preparado para responder Vince?
-Después de aguantar todas las mamarrachadas sobre chupasangres abstemios, creo que me la pela.
-Empecemos, la primera pregunta la envía el tío del rastrillo –Ilych estaba bebiendo agua y comenzó a toser, mientras Vince bufaba exasperado-. Vaya, curioso pseudónimo, nuestros oyentes están creativos esta noche, la pregunta es:” Mi vecino le gruñe a mi gatito ¿Es un hombre lobo? “
-Gatito los cojones, tienes un puto maine coon, parece una cría bastarda de tigre, y solo le gruño cuando intenta zamparse a mi puto loro.
Ilych intentaba ocultar su sonrisa mientras le escribía una nota al locutor: “no pase más preguntas del tío del rastrillo, y no le pregunte quién es.”
-Siguiente pregunta, esta la envían los hijos eternos de la noche oscura: “¿Los cachorros de hombre lobo nacen con forma humana o con forma animal?”
-Putos neófitos mamones, ¿es que aquí nadie filtra las preguntas o qué?
-No, somos defensores acérrimos de la libertad de expresión –replicó el locutor.
-Depende de si la madre ha salido a retozar por el puto bosque a cuatro patas, tendrán la misma forma que tenga su jodida madre cuando esté de parto.
Misael y Aster se estaban partiendo la caja, después del desastre del concierto, la noche estaba mejorando.
La siguiente pregunta la envía Edsel von Loar: “Señor Van der Rohe, ¿Usted es gay vampirofílico?”
-No, zorra chupóptera, pero el cabronazo de tu novio sí, así que vete a joderlo a él, eso sí, espera a que acabe su puto turno.
-Sigamos, esta la envía Donna Joe:” ¿Sr. Van Der Rohe, Es usted la reencarnación de Buffy o lo es mi hermana Mary Sue? “
-Me pregunto por qué la mamarracha de tu madre después de engendrarte a ti tuvo más descendencia, ¿tengo pinta de haber sido alguna vez una putilla teñida que pierda el coño cada vez que ve a un chupasangre? Y a lo de la perra de tu hermana no sé ni cómo llamarlo y eso que de vocabulario ando suelto…
-Parece que el señor van der Rohe está familiarizado con la audiencia de esta noche –señaló el locutor-. Pero les aseguramos que aquí no hay censura. La siguiente pregunta nos la envía Tommy, un nombre más común que los anteriores: “¿Por qué los vampiros no se llevan bien con los hombres lobo?”
-Porque los licántropos son unos guarros y se mean donde les viene para marcar el territorio, los vampiros tienen un olfato muy desarrollado y se cabrean como monos por la peste que van dejando esos engendros, además eso de tener que morder a bestias peludas no les suele gustar, aunque hay excepciones, zorras parafílicas hay en todos lados.
-Esta pregunta la envía médico de guardia aburrido: “¿Un vampiro vegetariano, qué chupa?”
-Nabos, pedazo de mamón, ya te lo ejemplificaré cuando vuelva a la sede, te voy a desencajar la puta mandíbula, zorra.
-Pasemos a otra, la envía estafado sin el libro rojo: “¿Si un vampiro muerde a un zombi, el vampiro se convierte en zombi o el zombi se convierte en vampiro?”
-¿Tú no tendrías que estar acostado o metiéndole mano a tu amiguito el cachas? Cuando pille a la petarda de tu abuela se va a enterar.
-Vince, se le olvida la pregunta –puntualizó el locutor.
-Un vampiro jamás se acercaría a un zombi, esos cadáveres andantes apestan y si les hincaran el diente se quedarían con el asqueroso pedazo de carne en la boca, deja de leer cómics porno donde todas las criaturas son follables…
-Otra sobre vampiros, está visto que es el tema que más interesa a los amigos noctámbulos esta noche, la envía adolescente harto de interrupciones: “¿Si un vampiro chupa sangre de un drogadicto, se vuelve adicto y tiene alucinaciones?”
-No sé de qué coño te quejas, si teniéndolo a mano en vez de llevártelo al dormitorio y empotrarlo te pones a escuchar mierda en la radio. Respecto a tu coñazo de pregunta, al principio le afectará y puede que haga alguna chorrada, pero en cuanto drene esa sangre volverá a la normalidad. Puede que el soplapollas que trepó por la fachada de Irina estuviera puesto de coca cuando lo hizo…
Marty había guardado silencio, dejando que Aleix volviera a reír escandalosamente con cada respuesta, pero esto era demasiado, por qué tenían que mentarlo a él. Así que decidió acceder a la petición de este y enviar una pregunta, mientras iban en el coche de regreso a casa de Roy, después de haberse largado del hospital sin firmar el alta. Le pasó su móvil a Aleix para que les enviara su duda y al rato salió en antena.
-Seguimos con los vampiros, esta pregunta la envía como me pone cuando me hablas como un bucanero: “¿Si los vampiros son no muertos pero tampoco es que estén vivos, o no tienen latido cardiaco ni circulación sanguínea, cómo logran empalmarse?”
-Pero qué mierda dices, si no tuvieran circulación cómo iban a aprovechar la sangre, pero si quieres una respuesta más gráfica llama y deja tus datos, que te envío a un par de chupópteros a casa a que te lo expliquen, mamonazo de mierda.
A Jair le había costado contenerse lo suficiente como para marcharse sin que lo sedaran, afortunadamente Salem dejó seca a la enfermera que pretendía dejarlo KO, todo había ido bastante bien hasta que el taxista sintonizó la dichosa emisora donde entrevistaban a Vince. En vista de que lo de Jair no iba a mejorar, y todos estaban jodiéndole la paciencia a van der Rohe, Salem decidió colaborar.
-La siguiente pregunta la envía neófito estresado: “¿Las cruces y el agua bendita funcionan con vampiros ateos?
-Si haces una jodida estaca con la cruz y le añades algún ácido corrosivo al agua bendita sí, puto palurdo de mierda –bufó Vince-. ¿Quedan mucha mierda por contestar?
-No, estamos en la recta final –dijo el locutor sonriendo-. La siguiente pregunta la envía hijo de la furcia secuestrada:” ¿Si un mosquito pica a un vampiro y luego te pica a ti, te vuelves vampiro?”
-Joder, sácate la cabeza del culo antes de preguntar chorradas como esta, los mosquitos prefieren chupársela a víctimas con una temperatura corporal más caliente, así que no creo que vaya a darse ese puto problema.
-A continuación una tanda de preguntas del club de apoyo a los vampiros sensibles, comencemos:” ¿Si los vampiros se queman con el sol, por qué no salen a la calle con sombrilla y abrigados?”
-Y ya puestos que se pringuen en protector solar pantalla total, no te jode…
-Otra: “¿A los vampiros les brilla toda la piel?”
-Si se ponen un condón fosforescente en la minga sí, y dile a tu madre que vaya a que te miren bien la cabeza, no vaya a ser que tengas un retraso y se esté perdiendo una paga.
-Siguiente:” ¿Los vampiros pueden comer otras cosas además de sangre? Y si es así, ¿cagan?”
-Yo sí que me voy a cagar en tu puta madre gilipollas. Lo otro se lo puedes preguntar a tu padre, lo mismo le han comido la chorra alguna vez, y en una se les fue la olla, lo mordieron en las pelotas dejándole la mercancía jodida y por eso tú saliste así de zoquete.
-La penúltima:”Mi nuevo compañero de clase es sexy, tiene súper fuerza y brilla a la luz del sol, ¿es un vampiro?”
-Es una puta maricona vigoréxica a la que le gusta untarse en aceite, así ya está resbaladizo y listo para que le dejen el orto como un abrevadero.
-Y llegamos a la última pregunta:”¿Si un vampiro tiene novia, se siente incómodo cuando ella está en ‘esos días’?
-¿Novia? ¿Humana? Cambia de camello porque el que tienes te está estafando, ¿por qué coño un inmortal con habilidades sobrehumanas iba a querer tener una fulana con esas limitaciones? Si se pillara por una probablemente la convertiría…
-Bueno, pero sigamos la hipótesis, ¿qué pasaría si la tuviera? –insistió el locutor.
-Pues lo mismo se pasaría el día con el morro pegado a su chumino.
-Pero no decía que detestan…-prosiguió el locutor.
-Suficiente –interrumpió Ilych-. El señor van der Rohe tiene que atender importantes asuntos laborales, tenemos que irnos.
-Esperamos volver a contar con su presencia, ha sido una velada inesperadamente entretenida –los despidió el locutor.
-O te puedes comprar un mono y enseñarle a que…
-Vamos señor van der Rohe, está deseando salir de aquí –dijo Ilych halándolo del brazo.
Mientras Marty ayudaba a Jair a subir las escaleras hacia su habitación, Aleix y Salem llegaban.
-Genial, Marty ya llegó, está con Jair en su habitación –informó Salem.
-Pues dile que salga pitando, y más vale que esta vez nadie se atreva a interrumpir –advirtió Aleix.
-¿Y que te deje entrar antes de marcharse? –añadió Salem sonriendo mordaz.
-Sí, no tengo ganas de ir por la escalera de incendio y joderle una ventana a Roy.
-Parece que tienes muy claro que a Jair no le apetece verte ahora mismo.
-Tampoco le apetecía que el memo de Marty le pegara un muerdo, y aquí estamos –replicó Aleix socarrón.
-Cierto, mira ya está en la puerta, corre –indicó Salem.
Aleix echó una carrerita, evitando que Marty cerrara la puerta.
-Gracias por traer a Jair, buenas noches.
-Jair quiere descansar…
-Y lo hará –le aseguró Aleix en tono solemne-. Después que echemos un buen polvo –aclaró con rotundidad-. ¿Tú no tienes que ir a acostarte, ya sabes por eso del amanecer, el sol y las quemaduras?
-Sí, qué te cunda –dijo Marty sonriendo malicioso antes de irse.
Al llegar donde estaba Salem, lo tomó de los hombros y canturreó I wanna be your sexual object.
-¿Por qué estás tan contento? –indagó Salem curioso.
-Porque activé la cámara de seguridad del dormitorio de Jair, a Roy le va a encantar…