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Escritor VS Escritor por yukimonik

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Notas del capitulo:

Hola!!!!!!!!!!!! Como prometí, aquí está el nuevo capítulo.


 


Ah!!! Y ya saben los personajes no son míos

 

 

 

 

Shuichi se encontraba bastante apurado y es que hacía apenas un par de horas había recibido la llamada de su novio, Usami Akihiko, quien le aviso que a medio día llegaría a Tokio. Así que llamo a la disquera diciendo que se encontraba enfermo, obviamente a K le sonó a excusa pero dado que iban bastante avanzados en la grabación del disco y al ver que el pelirosa últimamente se encontraba más animado que de costumbre no hallo motivo para negarle dicha petición.

 

 

 

Ahora Shuichi se encontraba frente a su mayor reto: Cocinar el paffet, tenía que salirle perfecto, no podía estar desperdiciando los ingredientes, de otra forma no estaría listo para la hora en la que llegara Akihiko. Pero confió en lo que Misaki le había dicho, sólo tenía que cocinar con su corazón… y seguir las instrucciones.

 

Después de 1 hora y uno que otro errorcito de cocción, Shuichi por fin metía el paffet al horno, ahora debía estarse al pendiente, no fuera que se le quemara.

 

 

 

Estaba sumamente feliz por la llegada de su novio y es que  a pesar del poco tiempo que había pasado al lado del novelista, sentía que un sentimiento muy especial ya había nacido entre ellos, no sabía exactamente cómo explicarlo, bueno aunque era obvio normalmente uno no puede traducir en palabras un sentimiento, esté simple y llanamente se vive. Sólo sabía que las emociones que Akihiko despertaba en él eran algo que Yuki nunca había logrado, probablemente su frialdad y su orgullo tenían la culpa de eso. Pero ya que mas daba, hacía tiempo él había decidido continuar con su vida y lo más seguro es que Yuki también lo hubiera hecho, y eso… en el fondo…lo inquietaba.

 

 

 

Un par de horas después escucho la puerta abrirse, supuso de inmediato que Usa-chan estaba de vuelta

 

 

 

-¡¡¡¡¡¡¡USA-CHAN!!!!!!!!!!!!!! -grito el pelirosa y de inmediato se lanzo a los brazos del mayor quien lo recibió gustoso aunque al momento se separaron-

 

-OH! Shu-chan, pero que haces aquí –inquirió impresionado el peliplata-

 

-Ah!! mooo, ¿cómo qué que hago? –Replico el menor con un puchero-

 

-Ja ja ja, no te enojes ¿sí? Me refiero a que pensé que estarías trabando, no creí que te quedarías a esperarme

 

-Ah!! Es que tenía muchas ganas de verte –contesto recuperado de su pequeño enojo y mas sonriente que nunca-

 

 

 

El escritor estaba impresionado, lo único que pudo hacer es volver a estrechar al pequeño; La verdad es que también lo había echado de menos; En las pocas semanas que estuvieron juntos había aprendido a querer al pelirosa, y es que como no hacerlo, si siempre andaba lleno de vida, y contagiando a los demás de esa misma vitalidad. Pero no dejaba de parecerle alguien indefenso que necesitaba que lo cuidaran y que estuvieran al pendiente de sus necesidades. Era una sensación extraña la que despertaba Shuichi en su interior y no sabía cómo interpretarla.

 

 

 

-Tal vez con el tiempo –fue algo que pensó descuidadamente el mayor-

 

-Te tengo una sorpresa –manifestó el cantante- ¿recuerdas que te lo dije antes de que te fueras?

 

-Ah!! Claro que si –declaro sonriente el escritor-

 

-Espera un minuto

 

El ojilila sólo vio como el chico se dirigió a la cocina muy contento, no pasaron ni dos minutos cuando ya lo tenía de vuelta pero traía una bandeja con algo que reconoció enseguida

 

-¡Toma! Lo hice para ti –le dijo el ojivioleta expectante- espero que te guste

 

 

 

El mayor estaba atónito, era su postre favorito, bueno de hecho era su único postre favorito, no le gustaban mucho los dulces pero es que el paffet tenía un sabor especial… porque eso era ¿no? Aunque no podía olvidar que la primera vez que lo probo fue gracias a Misaki, este lo había hecho para festejar el cumpleaños del escritor así que no lo pudo ni quiso rechazar. En aquella ocasión el sabor simple y sencillamente lo había conquistado… Misaki definitivamente era un buen cocinero.

 

 

 

Pero volviendo a la realidad.

 

 

 

-¿En serio lo hiciste tu? –Interrogo el mayor-

 

-¡Sí!!

 

-Tiene muy buen apariencia

 

-Pues espero que digas lo mismo del sabor –rio nervioso el menor-

 

 

 

 

 

 

 

Por otra parte Misaki se encontraba frente a un imponente fraccionamiento, era igual de lujoso que el lugar donde vivía Shuichi, aunque había algo que no terminaba de comprender el castaño: ¿Por qué Yuki Eiri lo recibía ahí?, si tenía un enorme departamento no muy lejos

 

 

 

-Y yo que pensaba que Usagi-san era el único al que le gustaba malgastar el dinero. Ahora que lo recuerdo Shuichi quería aprender a prepara el paffet para su novio… ¿ya se lo habrá dado?... espero que le haya salido bien –pensaba muy sincero el ojiverde- Bien es hora de presentarme, no quiero que mi nuevo jefe vaya  a pensar que soy impuntual

 

 

 

Y cuando estaba a punto de tocar la puerta, sonó el celular del chico, de inmediato reviso el número para ver quién era la persona que lo llamaba pero no reconoció aquellos dígitos, no le dio importancia y tomo la llamada

 

 

 

-¿Bueno?

 

-¡Buenas tardes! –Escucho una voz cantarina- Hablo con Takahashi Misaki?

 

-Hai

 

-Mucho gusto, soy la editora de Yuki Eiri, mi nombre es Mizuki Fujioka

 

-Ah!! Mucho gusto

 

-¿Tú serás el nuevo asistente de Yuki-sensei verdad?

 

-Así es

 

-Que bien, déjame decirte que Yuki-sensei ahora mismo se encuentra ocupado, surgió un compromiso de última hora, te aviso por que supongo ya debes de estar por llegar a su departamento

 

-Ah!! Bueno de hecho ya estoy aquí –contesto rápidamente Misaki

 

-Que mal, quería evitarte la pérdida de tiempo

 

-Bueno, el punto es que él todavía tardara en llegar un par de horas, así que tendrás que esperarlo

 

-Está bien, no hay problema

 

-Espero conocerte muy pronto, hay varias cosas que necesitas saber, aunque supongo que Yuki-sensei te dará un adelanto de lo que harás

 

-Se lo agradezco mucho

 

-Ah!!! Ya tengo que colgar, hasta luego Takahashi-kun

 

-Hasta luego

 

 

 

Misaki dio por finalizada la llamada, ¿qué haría en dos horas que tenía libres?

 

 

 

Decidió ir a dar un recorrido por la zona, después de todo tenía que familiarizarse con su entorno y así mataba dos pájaros de un tiro.

 

Aunque después de 20 minutos ya se estaba aburriendo, por aquel sitio sólo había minisupers, tiendas exclusivas, y alguno que otro bar, aunque el café que había visto en la esquina le parecía acogedor.

 

 

 

Estaba bastante tranquilo hasta que escucho a un par de chicas gritando como locas frente al puesto de periódicos, al parecer alguna noticia debió haberlas dejado en aquel estado y como no tenía nada mejor que hacer se acercó también a aquel puesto. Dirigió su mirada al mismo punto que las chicas y leyó aquel encabezado.

 

 

 

 

 

“LA PAREJA DE ORO DE JAPON HA TERMINADO”

 

Fuentes confiables aseguran que el renombrado escritor Yuki Eiri y el vocalista de la banda Bad Luck han terminado su relación desde hace varias semanas. Además se ha visto al novelista en compañía de diversas acompañantes en los ultimos dias, TENEMOS LAS FOTOS.

 

 

 

 

 

-¿Qué? -dijo el ojiverde incrédulo- No puedes ser, esto tiene que ser mentira

 

 

 

Aunque estaba empezando a dudar de sus palabras pues en la portada aparecía el rubio en compañía de una pelirroja y… la foto era bastante comprometedora

 

 

 

-No, no, no, debe ser un fotomontaje, si eso es… de otra forma Shuichi no estaría tan feliz… aquí está pasando algo muy raro

 

 

 

El menor, aun sumamente sorprendido, resolvió que lo mejor era no hacer caso a estos chismes, mejor se ocupaba de lo suyo. Vio su reloj y se dio cuenta de que ya casi se cumplían el par de horas que le había mencionado Mizuki-san, así que se encamino de nueva cuenta a aquel departamento.

 

 

 

Pasaron 2 horas más y ni luces de su jefe, ya estaba pensando seriamente en irse y es que ya comenzaba a anochecer, ¿qué tal si no llegaba? ¿Pero? ¿Y si llegaba y no lo encontraba?, seria que si andaba metido en problemas y por eso no llegaba.

 

 

 

-No, ya dije que eso es una mentira, además en la revista decía que ellos habían terminado hace semanas, si eso fuera cierto Shuichi no hubiera estado hablándome maravillas de él

 

 

 

Unos minutos después vio como se detenía frente a él un taxi. Del auto salía un rubio, alto y elegantemente vestido; a pesar de traer unas gafas oscuras lo reconoció al instante.

 

 

 

-Es él,

 

 

 

 

 

 

 

Yuki Eiri venia llegando de una reunión muy importante; Hacia unas 20 horas que no había probado alimento, es que no cualquier comida llenaba su exigente paladar y aunado a los “chismes” que se estaban esparciendo poco a poco, su humor no era el mejor del mundo. Bueno no es que se caracterizara por tener buen humor (obvio P) pero es que este día especialmente había sido uno de los peores, lo único bueno era que por fin había llegado a su departamento, donde podía apartarse del resto de la civilización.

 

 

 

Salió del auto, tomando su maleta y le pago al chofer quien sonrió al ver que había recibido una generosa propina.

 

Pero en cuanto puso un pie fuera pudo ver que en la entrada de aquel edifico estaba un chico: estatura mediana, castaño, de bastante buen ver, aunque no era su estilo. De inmediato noto el cambio de postura en el muchacho por lo que concluyo que lo estaba esperando.

 

 

 

-Ja, desde cuando a mi me importa que sean de mi estilo o no, -mientras examinaba al chico de arriba abajo- sólo espero que no sea un estúpido fan o peor aun un reportero porque lo mando al demonio –saco un cigarrillo y lo encendio, con paso firme se dirigió a la entrada pero aquel muchacho lo intercepto-

 

 

 

-¡Buenas tardes! –Saludo cortésmente el menor-

 

-mmm

 

-Eh? Bueno mi nombre es Takahashi Misaki

 

-

 

-

 

-¿Y? ¿Qué quieres? –Respondió escuetamente el malhumorado escritor mientras ponia su equipaje en el suelo-

 

-¡Qué carácter! Pues me enviaron de la editorial, soy su asistente –dijo un poco temeroso el menor-

 

-

 

-

 

-Ah! vamos, si ya me acuerdo que Mizuki me comento algo –respondió el novelista- Eh? ¿Cómo dijiste que te llamas?

 

-Takahashi Misaki –contesto rápidamente

 

 

 

El ojiverde se confundió todavía más de lo que ya estaba, ¿Por qué su jefe traía una maleta? No se suponía que tendría que llegar con Shuichi? Salió de sus cavilaciones cuando vio que el rubio comenzaba a caminar hacia la entrada

 

 

 

-¿Qué esperas para cargar la maleta, es tu trabajo no?

 

-Ah!! Si claro

 

 

 

Como pudo el chico cargo la pesada valija y siguió a su jefe

 

 

 

Tan solo unos momentos después el rubio entro en uno de los apartamentos sin siquiera voltear a ver a su ahora empleado.

 

 

 

-Deja la maleta en aquella esquina –le indico el rubio, mientras este se quitaba el saco y lentes; y los aventaba al sofá-

 

-Hai

 

 

 

El escritor mientras tanto se dirigió a la cocina, ya ansiaba tomar su tan bendita cerveza por lo que abrió el refrigerador pero no encontró ni una sola, se había olvidado de que antes de irse termino con todo lo bebible que había en su departamento. Y ahora su estomago comenzaba a dolerle así que opto por sacar “algo” con que alimentarse

 

 

 

-Maldita sea –grito enfurecido al no hallar nada decente, pero tal gesto espanto al castaño quien se volteo temeroso hacia el lugar proveniente de aquella voz

 

-Pa… pasa algo?

 

 

 

El escritor volteo a verlo con  cara de pocos amigos, encima del maldito día que había soportado, la mala suerte no se le terminaba; tenía un hambre atroz, no había comida, no había cerveza, que mas podía salirle mal. No contesto a la pregunta de su asistente. Tenía 2 opciones: a) mandar al chico por algunos ingredientes y cocinar… pero no tenía ganas de hacerlo y b) ir a su restaurante preferido.

 

¿Pero? ¿Qué iba a hacer con el muchacho? No podía dejar a un completo desconocido en su departamento de lo que él iba a degustar una maravillosa cena; además tenía que aclararle ciertas cosas… así que con un poco de enfado…

 

 

 

-¿Ya cenaste?

 

-¿Eh? –Se sorprendió el menor-

 

-¿Qué si ya cenaste o acaso estas sordo? –bufo el rubio, cosa que molesto al castaño, pero que podía hacer si era su jefe

 

-No, aun no –contesto lo más cortes que pudo y conteniendo su enojo por tan ofensivo vocabulario-

 

-Tengo hambre así que vamos –le contesto su jefe al tiempo que tomaba su saco-

 

 

 

El chico practicante se vio arrastrado por el novelista, quien sin esperarlo abrió la puerta del departamento y salió no sin antes tomar sus llaves.

 

 

 

 

 

Mientras tanto Shuichi ya le había hecho un interrogatorio a Usagi sobre su viaje, y aunque este normalmente no le gustaba hablar sobre las cosas que hacía, más que nada porque para él era aburrido, en esta ocasión hizo una excepción al ver la emoción con la que el pelirosa le cuestionaba sus actividades.

 

 

 

-¿Y? ¿Qué más hiciste en Kobe? –Pregunto el pelirosa-

 

-Pues asistí a un coctel, era para celebrar la fusión de la editorial.

 

 

 

Usagi pensó que lo mejor era omitir la parte del enfrentamiento con Yuki Eiri, lo más seguro era que a Shuichi a un le afectara hablar de aquel tipo, así que no había porque arruinar el ambiente

 

 

 

-¿Sabes qué? -Expreso el mayor- el paffet me abrió bastante el apetito, que te parece si vamos a cenar a algún lugar

 

-¡Ah! Me parece perfecto la verdad es que yo me estoy muriendo de hambre –declaro el ojivioleta llevándose una mano al estomago-

 

-Entonces vamos, conozco el mejor restaurante de la zona –respondió el mayor al tiempo que tomaba la mano del pequeño y se dirigía a la puerta para enseguida abrirla y dar pasó al cantante, quien se ruborizo ante tal acción-

 

 

 

Fueron al estacionamiento y abordaron el deportivo del escritor para dirigirse a aquel restaurante.

 

 

 

 

 

Continuara…

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

¿Qué les pareció?


 


Estaré al pendiente de sus comentarios


 


Hasta dentro de 8 días P


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