Sai miraba todo a su alrededor con asombro, estaban en una especie de oficina, el siendo protegido por Gaara ya que había mucha hostilidad a dónde el iba.
El trayecto fue el más incómodo, nunca había Sido morado con miedo, asco, repulcion y odio, quiso llorar al ver cómo la gente que para el era maravillosa y sorprendente, lo miraba con miedo y odio.
Ahora estaban frente a la coneja, y una pantera que quería asesinarlo.
—¿Quien es el mortal?— pregunto Tsunade
—¿Es un esclavo?— pregunto la pantera aún mirándolo con recelo
Sai tembló de miedo, Gaara lo miro colocándolo frente a el tomando su mano —El es mi pareja y está esperando a mi cachorro— informo
Tsunade lo miro como si se hubiera vuelto loco, Kakashi le mando una mirada de desprecio.
Pero alguien interrumpió en la oficina, a grandes zancadas y propino una fuerte bofetada al pelirrojo.
Kakashi sostuvo en sus brazos al moreno que miraba con enojo a Gaara, Sai estaba sorprendido, Gaara simplemente acepto que quizás se merecía eso.
—¿Cómo que tu pareja?— grito el hombre
—Iruka calmante— pidió Kakashi intentando controlar al hombre
Temari miro molesta al hombre, pero por su estado no pudo hacer nada más que hablar — No fue Gaara quien rompió el compromiso — informo la rubia
Sai acunó la cara de Gaara entre sus manos —Estas bien— susurró asustado, el pelirrojo sonrió de forma dulce juntando sus frentes, antes de depositar un suave beso en los labios de Sai quien. Se sonrojo.
El ambiente se aligeró, todos lo sintieron esa armonía, esa dulzura el amor que el lazo entre dos personas que deben estar juntas.
Iruka se calmo, lo sentía por Naruto, pero no podía interponerse entre dos destinos entrelazados.
Una vez que los anihitos encontraban a su otra mitad, no había poder que los separara.
Tsunade carraspeó sacando a la pareja de su ensueño —Asi que estás esperando un cachorro— Hablo Tsunade rompiendo el ambiente
—Si.
—Bien, ¿Porque Naruto y los demás no están contigo?— cuestiono la rubia
Gaara desvió la mirada, fue Temari la que hablo —El se quedó a ayudar a un mortal— respondió
Tsunade la miro intrigada —¿Que mortal? — cuestiono
Gaara mando una mirada de advertencia a su hermana la cual lo ignoro.
—El que Gaara este unido a este mortal es obra de Naruto, el se unió primero a otro mortal de nombre Sasuke.
Iruka los miro sorprendido después suspiro, eran tan de Naruto.
Tsunade llevo una mano a su rostro como le iba a informar esto a Minato sin morir en el intento, la rubia movió su mano para que todos dejarán la sala
—Gaara el mortal es tu responsabilidad— informo — Y tuya también Temari— agrego Tsunade
—Mia porque— se quejo la mapache
— Si tu hermano a alguien por ese mortal será tu responsabilidad — sentenció Tsunade
La rubia miro con odio a Sai haciéndolo estremecerse — De acuerdo — gruño
—Tsunade quiero que revise que todo valla bien con el embarazo— indico Gaara
La rubia se levantó de su silla y camino a una de las habitaciones de a lado, siendo seguida por la pareja.
En lugar más cerrado el olor a leche inundó el ambiente, la rubia suspiro —Acuéstate ahi — indico una cama que estaba en la habitación, Gaara ayudo a Sai a acostarse quién estaba nervioso
Tsunade se sorprendió de ver al mortal acostado se acercó a el, y el olor a leche inundó sus fosas nasales —El está en estado— hablo sorprendida mirando al pelirrojo
—Se lo dije.
—Es la primera vez que veo un mortal en estado— dijo, sus manos se volvieron color verdes cuando palpo el vientre de Sai, trazo círculos y líneas antes de extender ambas manos.
Cómo si fuera un holograma se dejó ver en el aire la imagen de un pequeño ser, Sai estaba sorprendido de lo que veía
—Ese es mi hijo— pregunto el de cabellos negros
Tsunade asíntio —Tiene buena salud — indico — Tienes dos meses— dijo — Una buena cantidad de magia, para ser un mestizo.
—¿Que?— gritaron ambos padres —¿Cómo que dos meses?— se preocupo Gaara, Sai estaba en shock
—Si, por su peso, talla y poder, tiene dos meses.
Gaara se dejó caer en un banquito que estaba en la habitación —Tenemos como una semana que lo hicimos— informo Gaara
Tsunade volvió a checar al mortal — Entonces está creciendo muy rápido, asumo que nacerá en un mes máximo dos.
—¿Cómo es eso posible ?— pregunto Sai
—No lo sé, tendrás que quedarte aquí para estar en control, y que esto no los afecte a ambos— dijo la rubia.
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Itachi estaba en la cocina mirando de reojo al rubio mayor, le atraía mucho ese joven, no sabía porque pero lo quería para el.
Deidara quien meditaba en la sala se sentía observado, estaba siendo desconcentrado cuando abrió los ojos y volteo de a dónde sentía la precencia se topo con la negra mirada del mayor de los Uchiha's, lo hizo sonrojar y desvió la vista.
El hecho de que Itachi fuera inmune a su don, lo ponía en una situación vulnerable a sus ojos, quería estar lo más lejos que pudiera de el.
Itachi no sabía cómo acercarse al rubio, por lo regular nunca se acercó a nadie, todas sus parejas se sintieron atraídas por el.
Pero Deidara era diferente, el no sentía esa atracción, siempre manteniendo una distancia, que frustraba a Itachi.