Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Lord Roderick por Deilita

[Reviews - 177]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Ya quí estoy por fin, mi bebé ya está bien, gracias a todos por leer, les dejo el capitulo aquí, aunque creo que está un poco corto espero que lo disfruten.

El chofer se detuvo ante el grito del chico y todo quedó en silencio, Benjamin no sabía que decirle a su consorte, el chico abrió la puerta y se bajó antes de que su marido lograra detenerle, así que el Lord bajó tras el directo hacia la lluvia.


-¿Qué haces, George?-preguntó siguiéndole-¿Estás loco? Nos enfermaremos.


-¿Cuál es tu nombre?-preguntó George a la mujer que le miró con temor.


-¿Son la policía? No hice nada, no hice nada-dijo arropándose más con su chal.


-Súbela al carruaje-le pidió al chofer.


-Pero señor...-Dijo impactado.


-¡Hazlo!-le ordenó empapándose.


-No lo hagas-le dijo Benjamin y se puso frente a su consorte-¿Qué haces? esa mujer es una vagabunda, mírala seguro está drogada.


-Necesito que venga con nosotros-dijo cargándola y la metió al carruaje pese a la molestia de su esposo.


-¡Dije que no!-gruñó el Lord levantándole la mano y se detuvo en el aire al darse cuenta-Lo siento, George.


-Vámonos ya-dijo superando su miedo y se subió al carruaje.


  En cuanto entraron a su casa Benjamin corrió a toda la servidumbre hacia sus cuartos, George cargó a la asustada mujer y la metió en un cuarto vacio para dejarla en el suelo y volverse hacia su marido que le miraba exigiendo una explicación que más le valía dar.


-Es ella-dijo antes de que el Lord hablase.


-¿Qué?-preguntó sin entender de qué hablaba.


-Es ella, tu hijo será de ella, mi bebé-dijo señalándola, la emoción apenas le dejaba hablar.


-No, no, no-dijo deteniéndole los brazos a su consorte-Estás siendo incoherente.


-Es ella, la de mi sueño, Benjamin-dijo mirándole a los ojos con decisión.


-¿Quieres decir que tengo que embarazar a... una loca?-preguntó mirándola por encima de la cabeza de su consorte.


-Dijeron que no eran la policía-reprocho haciéndose más a la pared.


  George volteo a verla y tras soltarse suavemente de los brazos de Benjamin fue hacia ella arrodillándose, los tres estaban totalmente empapados por la lluvia pero le sonrió con tal cariño que la mujer se tranquilizó un poco temblando envuelta en las prendas empapadas y gastadas que intentaban calentarla.


-No somos policía, queremos proponerte algo-dijo con toda la tranquilidad que le fue posible.


-¿Qué pueden querer de alguien como yo?-preguntó ocultando el rostro en su chal.


-De eso hablaremos después, ¿Te parece venir conmigo y cambiarte esas ropas?-preguntó bajando las manos del rostro de la mujer.


  Asintió tímidamente y George la levantó, pasó a un lado de su marido que le observó con severidad pero al final bufó y les siguió, después de todo le había prometido un bebé a su consorte, el chico sacó un vestido verde con bordados dorados, seguro le quedaría a la chica, pero primero sacó unos interiores y un camisón, no podía dormir vestida. La metió en su cuarto después de llamar a una sirvienta, todo bajo la atenta mirada de Benjamin que no le interrumpía.


-¿Qué pretendes hacer?-le preguntó a su consorte.


-Bañarla, la pobre mujer está hedionda-dijo a su marido.


-Que la bañen las sirvientas-dijo el Lord con gesto molesto.


Oh, vamos no pasará nada-dijo riendo y se metió al baño con ella y un par de sirvientas.


 


 


 


 Roderick estaba algo cansado ya, llevaban cerca de 15 minutos en la tienda gracias a que Andrei había cambiado de opinión tres veces ya, llevaban cerezas, chocolates, galletas y otras cosas por el estilo. Andrei se dio por satisfecho con lo que llevaba y por fin pudieron regresar a su casa.


-Cárgame las escaleras-pidió el chico.


-¿Qué?-preguntó incrédulo.


-Que me cargues hasta el cuarto, no quiero subir las escaleras-dijo de nuevo.


  El Lord gruñó y levantó al chico en vilo, le llevó hasta la cama y le sentó con cuidado, sólo hacía eso para que el chico no hiciese más corajes y le hiciera pataletas sobre su bebé.


<< ¿Por qué te comportas así, Andrei?>>se preguntó mentalmente.


<>-se dijo tristemente a sí mismo.


-¿Podrías traerme un té?-preguntó el chico recostándose.


-Mandaré a una sirvienta, ponte la pijama-mandó dándosela amablemente.


-Bien-aceptó poniéndose el pijama y el Lord suspiró, por lo menos no le había obligado.


  En cuanto el castaño se recostó suspiró acomodándose, no se había dado cuenta de lo cansado que estaba hasta ese momento, comenzaba a quedarse dormido cuando de pronto sintió unos brazos rodearle la cintura dejándole helado, no podía creerlo, instantáneamente el recuerdo de la primera vez le vino a la mente y se alejó.


-¿Qué haces?-preguntó enderezándose.


-Abrazarte-respondió recostándolo de nuevo.


-No lo hagas-pidió sonrojándose por el atrevimiento.


<>-pensó aliviado, le gustaba estar en los cálidos brazos del Lord.


-No te haré daño-le prometió besándole junto al oído.


  Andrei sintió como si una corriente le recorriera desde el beso hasta los pies, se encogió un poco nervioso, no entendía qué era lo que sucedía allí, su marido hizo un lento recorrido con  la mano hacia el vientre del chico y fue besando lentamente desde debajo de la oreja hasta la comisura de los labios del chico, notaba la confusión en los ojos del adolescente y sonrió con tristeza, no sabía qué era lo que le estaba haciendo, la vez pasada había sido tan violento con él y ahora el Lord estaba arrepentido de no haberle valorado antes.


-Vayamos de día de campo-propuso el Lord sin pensarlo mucho.


-¿Día de campo?-preguntó con la respiración un poco acelerada.


-Sí, ¿No te apetece? Podríamos invitar a Benjamin y a George-propuso el Lord.


-Sí, es buena idea, Roderick-dijo intentando calmarse-Ya quiero ese té.


-Iré a ver qué pasa-aceptó suspirando y salió de la habitación.


   El castaño aprovechó y se levantó en cuanto la puerta se hubo cerrado, se posó frente al espejo y se miró sorprendido, su cara estaba muy sonrojada y respiraba rápidamente, cierta parte le provocaba sensaciones  extrañas y eso le incomodaba, como su pancita ya no le dejaba ver se subió el camisón y descubrió algo preocupado que su miembro estaba endurecido, sólo un poco, pero lo bastante para causarle molestias.


-Maldito Roderick ¿Qué me hiciste?-preguntó bajando el camisón y se sentó en la cama, tenía que pensar.


  Se pasó una mano por el rostro, cosa que hacía desde que vivía con su marido, cada vez se entendía menos a sí mismo, tenía claro que Roderick le gustaba, y también que casi le odiaba, haberle hecho eso sin su permiso, podía soportar golpes e insultos, pero no perdonaría aquello, pero visto desde otra perspectiva quería a ese bebé, al igual que George siempre había deseado uno, se acarició el vientre con una sonrisa enorme, durante un mes completo creyó comenzar a querer al Lord, pero su padre tenía razón, eso era una tontería, sólo quería al bebé.


-Aquí está tu té-dijo el Lord entrando.


-Gracias-dijo tomándolo con cuidado y sopló para enfriarlo un poco.


-¿Estabas llorando?-preguntó el Lord al ver los ojos cristalinos.


-Claro que no, sólo bostecé-dijo con molestia.


-Vamos, no pasa nada si te dieron ganas de llorar-dijo tranquilamente al chico.


  Roderick le tomó la barbilla y le giró el rostro para que le mirara a los ojos, se quedaron mirando unos instantes antes de que el Lord bajara su rostro para besar al chico, se acercó cerrando los ojos y se extrañó cuando sintió la suave barbilla resbalar de sus dedos.


-No, Roderick-dijo el chico firmemente y depositó la taza de porcelana en el velador.


-Anda, es sólo un beso-le dijo atrapando el hermoso rostro de nuevo.


 -Que no-dijo intentando quitarse de nuevo pero solo logró que el otro apretara con mayor fuerza lastimándole un poco.


-Sólo uno-pidió el Lord aflojando el agarre inmediatamente.


  Andrei suspiró y se quedó quieto, su marido sonrió satisfecho y se acercó a los tiernos labios del chico, le besó y jaló un poco con los dientes los rosados y suaves labios obligándole a abrir la boca para poder profundizar el beso.


-¡Roderick!-dijo sorprendido de sentir una mano entre sus piernas.


-Tranquilo, ¿No sientes bien?-preguntó acariciando por encima del camisón-Oh, pero si ya estabas listo.


-Déjame-pidió intentando alejarle las manos.


-Vamos, Andrei no es desagradable-dijo masajeando lentamente a su consorte.


-Para ya-pidió siendo recostado en la cama y un gemido se escapó de sus labios.


-Acéptalo, te gusta-le dijo comenzando a masturbarlo gracias a que había colado la mano debajo del camisón y los interiores.


-Roderick, para… yo… tengo miedo-dijo comenzando a llorar sin moverse.


-¿Miedo?-preguntó colocándose a cuatro sobre él.


-Siento raro, para ya-pidió cubriéndose el rostro avergonzado.


-Andrei-susurró quitándole las manos-Está bien que sientas placer, así es como debe ser, no te asustes, pequeño.


-¿Placer?-preguntó deteniendo los sollozos gradualmente.


-Concéntrate en lo que sientes-le dijo el Lord y continuó su labor.


   El castaño asintió tímidamente y cerró sus ojos relajándose un poco, gimió quedamente al sentir toda su extensión ser acariciada por dos dedos expertos se sentía bien, ahora que sabía que no estaba mal podía disfrutarlo, se sujetó de las sabanas jalándolas al sentir más placer, el Lord estaba tomando sus genitales y los frotaba con maestría haciéndole perder el aire.


-Roderick-gimió lleno de gotitas de sudor por el esfuerzo que hacía de no gemir.


-Relájate-dijo de nuevo y frotó con más ímpetu.


-AAA… ya no-pidió intentando detenerlo y de pronto sintió algo tibio saliendo, eran como corrientes de placer recorriéndole el cuerpo entero.


-¿Estás bien?-preguntó Roderick recostándose a su lado.


-Sí-dijo jalando aire-El té está frío.


    Roderick se quedó atónito por aquello, su consorte simplemente se había sentado y dado un sorbo a la taza para después tirar el contenido en el suelo quejándose, el Lord se levantó sin creerlo, había exigido tanto ese té para desperdiciarlo de ese modo, estaba a punto de explotar, se recargó en la cama respirando pesadamente para soportarlo, tenía ganas de darle un buen golpe.


-Lo siento-dijo el chico tirando la taza que se hizo añicos en el  suelo.


-¡¿Qué demonios haces?!-preguntó levantando la  voz.


-Se me resbaló de la mano-mintió descaradamente.


-La tiraste a propósito-gruñó llegando a su lado.


-Se me resbaló-insistió llenando sus ojos de lágrimas falsas.


-¡No es cierto!-le gritó más que molesto.


-No me grites, Roderick, fue sin querer-dijo en el tono más inocente que pudo.


-Casi había olvidado lo insoportable que puedes llegar a ser-dijo mirándole con rencor y se dirigió hacia la puerta de su habitación-Yo pensé que ambos habíamos mejorado esta relación, buenas noches.


-¿Roderick, a dónde vas?-preguntó levantándose rápidamente.


-Iré por ahí, duérmete ya-dijo esperando en la puerta.


-No puedes dejarme sólo, estoy embarazado-le dijo tomándole la mano y la puso en su vientre-es tu hijo, no puedes dejarnos.


-No los estoy dejando, me voy ésta noche, regreso en la mañana-dijo quitando la mano un poco brusco.


-¡Espera!-pidió deteniéndole por el brazo.


<>-dijo Andrei mentalmente, se sentía algo culpable al ver la expresión tan sombría del Lord.


-Escucha, te traté bien, y el trato era un acuerdo mutuo, no unilateral-le recordó.


-Lo  lamento, no te vayas-pidió intentando acercarse un poco más.


  Roderick sacudió su brazo para que el chico le soltara y le provocó caer hacia atrás, pero no tenía tiempo para compadecerse de las lágrimas de su consorte, no iba a golpearle, se lo había prometido, pero tampoco iba permitirle tratarle de un modo tan grosero, cerró la puerta después de salir y se quedó helado al escuchar los sollozos.


-Ahora sí que lo hiciste, Andrei-se reprendió el chico en voz alta sin dejar de llorar en el suelo-Eres un idiota, echaste todo a perder.


  Andrei se levantó del suelo limpiándose las lágrimas y fue a levantar los restos de la preciosa taza, levantaba los trozos con cuidado, tenía todos los fragmentos recogidos en uno más grande cuando una ventana azotó haciéndole dar un pequeño brinco, los pedazos cayeron y uno le hizo un corte algo grande en el antebrazo sacándole bastante sangre


-Demonios-dijo viendo la  sangre brotar y se tiró a la cama a llorar con fuerza.


-¿Señorito, Andrei? Vengo a limpiar-dijo una de sus sirvientas ya en pijama.


-Apresúrate, por favor-pidió abrazándose a una de las almohadas que tenía debajo.


-o supuesto-dijo limpiando lo más rápidamente posible y se levantó-¿Se encuentra bien?


-Eso creo-dijo entre sollozos y mostró el dedo.


-¿Me permitiría curarle, señorito?-preguntó al ver la herida.


-Claro-dijo sentándose y la sirvienta miró el camisón manchado-¡Es mucha sangre!


-No te preocupes, estoy bien-le dijo estirando el brazo tembloroso.


-Señorito, es un corte muy feo-dijo utilizando un trapo para bloquear la salida de la sangre-Voy por agua tibia y una venda.


-Claro-aceptó el chico.


  La sirvienta no tardó mucho, cosa que Andrei agradeció ya que le ardía demasiado la herida con aquel paño, la chica limpió cuidadosamente y le aplicó un ungüento para que curase rápidamente, había sido contratada en esa casa recién cumplidos los catorce años, había llegado el día antes de la boda y había sido testigo de todos los maltratos que sufría el chico.


-¿Cuál es tu nombre?-le preguntó a la chica.


-Helen Parr-se presentó.


-Tienes un lindo nombre, igual al de mi madre-le dijo sonriéndole.


-Gracias, señorito-dijo algo sonrojada.


-¿Puedo pedirte algo, Helen?-preguntó sonriéndole.


-Por supuesto, señorito estoy para servirle.


-Quisiera que te cerciores de que Roderick no traiga a ninguna mujer a la casa ni vaya a verse con una-pidió seriamente.


-Señorito…-dijo algo sorprendida-Le avisaré cualquier cosa.


-Muchas gracias, Helen vete a descansar-pidió recostándose.


-Con permiso, señorito-dijo con una reverencia y tomó todas las cosas para sacarlas.


-¿Qué llevas ahí?-preguntó el Lord al ver el camisón de su consorte.


-Unos trapos, Lord-dijo bajando la cabeza con respeto.


-Déjame ver-pidió tendiendo la mano.


  La chica se extrañó y le tendió el camisón y todo lo que traía en las manos, que era un trapo con sangre, la pequeña cubetita de agua tibia y el ungüento que le había aplicado.


-¿Quién se lastimó?-interrogó curioso el Lord.


-El señorito Andrei-respondió.


-¿Qué?-preguntó sorprendido y corrió hacia las escaleras dejando a la muchacha sonriente, el Lord se preocupaba por su consorte.

Notas finales:

Gracias por leer, espero subir el proximo el viernes, y me gustará saber si les gustaría un capitulo sólo para Benjamin y George y otro para Mortimer, gracias, nos leemos, hasta luego.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).