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Lord Roderick por Deilita

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Notas del capitulo:

Lamento haberme retrasado, mi internet estuvo fallando un par de días, en fin, aquí les dejo el capitulo, espero que les guste a todos, gracias por leer.

  Andrei esta ba recostado bocabajo en su cama, ya era bastante tarde y cada vez tenía más sueño, se secó las lágrimas con algo de fuerza y cerró los ojos, no creía que fuera mucho pedir un poco de atención o cariño, era algo que todos necesitaban, justo cuando había logrado dormirse el Lord entró en la habitación y se alarmó al ver el brazo vendado.

 

-Andrei-llamó el Lord.

 

  El chico se revolvió un poco entre sueños pero continuó dormido, Roderick avanzó y observó el brazo, menos mal que el chico estaba dormido en ese momento, si no podría golpearle, ¿Qué rayos se había hecho ésta vez? ya no lo soportaba más, si llegaba a hacerle daño a su bebé lo mataba el mismo, el Lord suspiró negando con la cabeza, no era capas de hacer eso, suspiró sin saber que hacer, tan solo mirar a Andrei en ese momento le molestaba en demasía, salió del curto de nuevo, necesitaba aire, salió de la casa después de tomar su abrigo y Helena le vio.

 

-Lord, no es recomendable que salga  estas horas-dijo la chica preocupada.

 

-Volveré en la mañana-dijo colocándose el saco.

 

-Pero, Lord no debería dejar a su consorte, está esperando un bebé-dijo intentando retenerlo sin ser irrespetuosa.

 

-¡A callar ya! dije que volveré mañana-gritó asustando a la chica que asintió tímidamente, por lo menos lo había intentado.

 

  Roderick salió en su carruaje despertando de mala manera al chofer para que le llevara a alguna taberna a esas horas, necesitaba olvidarse de todo de nuevo, aveces la presión era demasiada, sabía que no estaba bien lo que hacia, pero era un caso desesperado.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 Sally abrió los ojos en un lugar totalmente desconocido para ella, estaba en una mullida cama, cubierta por un camisón que lucía bastante caro, ya no sentía aquella tierra en la cara ni la suciedad de sus ropas anteriores, de súbito recordó todo, había sido recogida por aquel consorte con una fuerza extraordinaria, al principio había pensado que eran la policía, pero ahora no entendía nada, se levanto con lentitud y miró alrededor con cautela, estaba en una gran cama con doncel, era un cuarto bastante amplio, tenía un ropero y una puerta que supuso sería el baño, un tocador a su lado derecho y eso era todo.

 

  La puerta se abrió dejando pasar a una sirvienta y justo detrás de ella el consorte que le había recogido de aquella sucia calle empapada, le miró con ojos desorbitados, era realmente atractivo, con esos ojos azules decididos y ese cabello tan perfectamente cuidado y arreglado, aunque se notase lo costoso y fino de las joyas y las prendas por si solo ya era un manjar a la vista.

 

-Buenos días-le dijo serio, mantenía las manos juntas delante de él.

 

-B-buenos días-dijo insegura y sonrojada.

 

-¿Cuál es tu nombre, preciosa?-preguntó sentándose en la orilla.

 

-Sally, señorito-respondió inmediatamente.

 

-Sally-repitió sonriente-Pareces más coherente que ayer, ¿Estabas drogada?

 

-No, señorito estaba asustada-dijo causando las risas del rubio.

 

-Es entendible-le sonrió y le hizo un gesto a la sirvienta que asintió y sacó un vestido del armario junto con un corsé-¿Tienes idea de donde estás?

 

-No, señorito-dijo mirándole agazapada entre las cobijas.

 

-Estás en mi casa, soy Lord George el consorte de Lord Benjamin Pevensie-se presentó correctamente.

 

-Sally Anderson-dijo tímidamente.

 

-Quiero proponerte algo, Sally-dijo sonriéndole-pero tendrá que esperar, mi marido está ya levantado y tenemos que presentarte.

 

  La sirvienta abrió las cortinas para que entrara más luz y de inmediato llevó las vestimentas y a la chica al baño para arreglarla mientras que George salía del cuarto sonriendo satisfecho, desayunó junto a su marido que lucía bastante serio, no parecía gustarle la idea del todo, pero había accedido, quería que todos pensaran que George era consorte, podrían fingir un embarazo, que nadie se enterara de la mujer, sería algo un poco difícil, no estaba de acuerdo del todo, pero por lo que veía su consorte tenía algo que él aún no conocía de él, siempre había sido el dócil George, el tímido y obediente consorte, para nada el hombre decidido y seguro que se mostraba ahora, aunque seguía siendo obediente con él exceptuando cosas pequeñas y el haber subido a la mujer al carruaje.

 

-¿Soñaste lo mismo?-preguntó el Lord.

 

-Sí, estoy seguro de que es ella-le sonrió.

 

-No sé si sea buena idea hacer caso de los sueños-dijo bebiendo su té.

 

-Vamos, Benjamin por favor, cariño-dijo suspirando mientras miraba a su marido.

 

-De acuerdo, pero yo no quiero... -se interrumpió al ver que llegaba una sirvienta acompañada de una mujer.,

 

  Inmediatamente el Lord se limpió la boca y se levantó de la mesa, hizo una corta reverencia a la mujer y su consorte sonrió complacida mente, no la había reconocido, se levantó de su asiento y corrió a la sirvienta de nuevo con un gesto mientras su marido tartamudeaba un poco al ver a la mujer que le sonreía tímidamente.

 

-Ella es Sally-le presentó orgulloso-Sabía que ese vestido te venía bien.

 

-¿Es ella a la que...?-preguntó sorprendido Benjamin.

 

-Sí es ella, por un tiempo será nuestra invitada, cariño-dijo colgándosele al cuello y le besó.

 

-Muy bien-aceptó sin devolver el beso por ver a la mujer, cosa que molestó un poco a su consorte, pero lo dejaría pasar, tenía lo que quería.

 

-Pasa a desayunar-pidió Benjamin educadamente a la mujer.

 

-Muchas gracias, Lord-dijo en voz baja y con una reverencia.

 

  Se sentaron a la mesa y George sonrió satisfecho al ver que ya no iban a haber más replicas en contra de sus planes para con esa chica, no estaba loca después de todo, todo iba a pedir de boca en esos momentos, la chica aceptaría, estaba seguro de eso.

 

 

 

 

 

 Andrei se despertó y se encontró con la no muy agradable sorpresa de que su marido no se hallaba en la casa, desayunó de un humor pésimo, inclusive las sirvientas decidieron no acercarse mucho al chico, gritaba por todo y de la nada parecía querer llorar, únicamente Helena le animó a que recapacitara un poco sobre lo que hacía, no tenía porqué desquitarse con la servidumbre, su problema era con Roderick no con ellas.

 

-¿Está mejor, señorito?-preguntó la chica llevándole el té a la sala en donde estaba.

 

-Sí, lamento haberte gritado-se disculpó tomando la taza.

 

-No se preocupe, ¿cómo va la herida?-preguntó viendo el vendaje.

 

-Duele bastante, mi torpeza no tiene límites-suspiró mirando su brazo.

 

-Señorito, no diga eso-dijo sentándose a su lado para cambiar el vendaje.

 

-¿Cómo se ve?-preguntó cerrando los ojos.

 

-Está algo hinchado-dijo sin atreverse a tocar la herida.

 

  El castaño abrió los ojos y casi grita al ver eso, era una herida muy grande, podía ver la sangre seca en los vendajes y lo rojo que estaba alrededor, se animó a rosar la piel con sus dedos y descubrió que estaba un poco caliente, suspiró preocupado, si se infectaba podía poner en riesgo tanto su vida como la del bebé, tal vez si le decía algo a Roderick podría llevarle al médico, pero no quería pedirle nada.

 

-Señorito-llamó otra de las sirvientas entrando

 

-Dime-respondió volteando.

 

-Su marido acaba de llegar-avisó y dejó entrar a Roderick a la estancia.

 

-Buenos días, Andrei-dijo avanzando y notó la herida.

 

-Buenas días-respondió dejando que la sirvienta le curase.

 

-Necesito hablar contigo-dijo seriamente causándole un escalofrío al chico.

 

-¿Podrías darme unos minutos?-preguntó señalando la herida.

 

-Creo que necesitarás eso después-gruñó el Lord dando a entender que no pretendía esperar.

 

-¿Estuviste engañándome?-preguntó levantándose sorprendiendo a la chica que seguía vendando pero le soltó.

 

-No, fui a beber-dijo arrastrando un poco las palabras.

 

-Oh, así que estás borracho-dijo poniendo ambas manos en su cintura-Muy bien, Roderick,maldito alcohólico.

 

-¿Qué dijiste?-preguntó tomándole del cuello fuertemente.

 

-Maldito alcohólico, incluso tu hijo deja de importarte-dijo apretando los dientes por el dolor y el coraje.

 

-Largate de aquí-le dijo a la sirvienta que no tardó en salir de aquel lugar cerrando la puerta-No vuelvas a insultarme frente a la servidumbre nunca.

 

-¿Qué si te desobedezco?-preguntó provocandole, confiaba en que no le haría nada por el bebé.

 

  El Lord le dio un fuerte bofetada tirandole al sillón, el chico detuvo la caída con su brazo y gritó al sentir el punzante dolor de la cortada, volteo a ver su brazo y notó que volvía a sangrar, pero por desgracia eso no detuvo al Lord que arremetió de nuevo levantandole por el cabello y le dio otra bofetada dejando al chico lloroso.

 

-Espera, Roderick-lloró intentando hacer que le soltase.

 

-¡¿Por qué no puedes aceptar ordenes y ya?!-preguntó soltándole.

 

-¡Roderick!-lloró por las sacudidas su brazo se manchaba cada vez más de sangre.

 

-¿Te hiciste daño a propósito?-preguntó dejandole caer de rodillas al suelo.

 

-No-dijo tembloroso-Me harás perder al bebé, deja de golpearme.

 

-Deja de utilizarlo para defenderte-gruñó el Lord.

 

-Y tu deja de utilizarlo para engañarme lloró levantando el rostro-yo sé que no me quieres más que por el bebé, pero deja de fingir no puedo vivir en una farsa.

 

  Roderick se molestó en demasía y cerró el puño golpeando al chico fuertemente repetidas vecess en el rostro hasta dejarle semi-inconciente. El mayordomo entró alarmado por los gritos, nunca había interferido, pero sabía que Andrei estaba esperando un bebé y que el Lord estaba pasado de copas, el chofer tuvo que intervenir también para detenerle mientras las sirvientas asustadas sacaban al chico de aquel cuarto y le recostaban en su lecho mientras llamaban a un doctor para que le atendiera de emergencia.

 

-Señorito deje de gritar-pidió Helena intentando detenerle el brazo que sangraba.

 

-¡Duele!-lloraba mientras intentaban limpiarle la sangre de la cara-¡Déjenme!

 

-Señorito por favor-pedían las sirvientas deteniendole para limpiarle el rostro.

 

  Mientras, el Lord se había calmado un poco, le habían llevado café para bajarle el efecto del alcohol y el médico estaba por llegar, igualmente habían mandado a un lacayo por Lord Benjamin, pronto llegaría junto con su consorte.

 

-¿Cómo está Andrei?-preguntó preocupado al caer en la cuenta de lo que había hecho, justo en ese momento el chico profirió otro alarido y un sollozo.

 

-No se preocupe, joven amo-pidió el mayordomo al ver la mortificación-Estará bien.

 

-¿Y mi bebé?-preguntó dejándose caer pesadamente en el sillón más cercano.

 

-Estará bien, no se golpeó el estómago-le tranquilizó el mayordomo.

 

-Buenos días-saludó el médico llegando a la sala.

 

-Buenos días-dijo el el Lord distraidamente.

 

-El señorito está en su cuarto-dijo el mayordomo antes de que se escuchara otra maldición gritada.

 

-Ya lo noté-comentó serio y subió las escaleras a revisar al chico.

 

  Después de revisar al chico determinó que no era nada grave, sólo tendría el ojo con un pequeño derrame y el pómulo estaba bastante hinchado y tenía una pequeña herida que tuvo que coser, revisó el brazo y le dio unas pequeñas inyecciones para que no se infectase y después le dejó dormir, el chico necesitaba descansar bastante.

 

-¡¿Qué le hiciste?!-preguntó George entrando furico en la estancia en donde estaba el Lord.

 

-George-advirtió Benjamin tomándole con el brazo sano.

 

-¿Qué le hiciste a Andrei?-volvió a preguntar pese a la advertencia de su marido.

 

-Lo golpee-respondió sin mirarle o levantarse del asiento.

 

  George salió corriendo de inmediato a ver en qué estado estaba su primo, no podía creer lo que el Lord había hecho, venía un bebé en camino por el amor de Dios, llegó al cuarto y el doctor le miró extrañado mientras vendaba el brazo del chico. George se apresuró al lado de su primo y se sentó a su lado tomándole la mano con cariño.

 

-¿Estás bien?-preguntó preocupado.

 

-Tengo sueño se quejó adormilado-y me duele la cara, seguro me veo horrible.

 

-Te ves hermoso-dijo acomodándole unos mechones de cabello.

 

-No mientas-pidió Andrei.

 

-No lo hago, tu eres muy bello, Andrei-dijo halagándole.

 

-Le recomiendo que le deje dormir-dijo el médico y George asintió.

 

  El castaño se quedó profundamente al cabo de hablar unos minutos con su primo que no pudo evitar ver con algo de envidia la barriga de Andrei, él también deseaba estar así, lo había deseado toda su vida, ¿Por qué Dios le castigaba de esa manera?¿Qué había hecho de malo?

 

-Es probable que el bebé se adelante un poco-dijo el médico limpiando sus lentillas.

 

-¿Qué tanto?-preguntó George y calló al ver que había hablado sin permiso, pero estaba tan preocupado con su primo.

 

-Sabemos que los consortes dan a luz a los 6 meses ya que su cuerpo es más fuerte que el de una mujer y el bebé se desarrolla antes, así que yo diría que cercando a los 5 meses-dijo el médico.

 

-Ya en unos días cumple cinco meses-dijo Lord Roderick.

 

-Entonces será cosa del tiempo, días, semanas no lo sé con certeza-dijo el médico.

 

-Muchas gracias-dijo el Lord y despidió al médico.

 

-¿Qué vas a hacer?-preguntó Benjamin mirando seriamente a su hermano.

 

-¿Sobre qué?-preguntó frotándose el puente de la nariz.

 

-Escucha, George y yo debemos volver a casa, no hagas ninguna tontería-pidió Benjamin.

 

-Esperaré a que Andrei despierte y le pediré una disculpa-suspiró.

 

-Bien, nos vemos-dijo el Lord tomando a George del brazo y lo llevó de vuelta  su hogar.

 

  Andrei abrió los ojos notando que ya era de noche, no había comido nada y se sentía bastante débil, intentó levantarse y le llegó un mareo que le tumbó de vuelta en la cama, suspiró y volvió a intentarlo, quería ver su rostro, le llegó un dolor en el bajo vientre y se quedó paralizado, por fortuna había logrado controlar el grito de dolor, se llevó la mano al vientre y recordó sus clases de ya casi un año atrás, esos eran contracciones, lo que significaba que si no se controlaba el bebé nacería en cuestión de horas, se recostó en el lecho y esperó a que pasaran los dolores que le habían hecho sudar del dolor.

 

-Todavía no, bebé-dijo acariciando su vientre con cariño-necesito recuperare un poco de lo que me hizo tu padre, no tengo fuerza, espera un poco más.

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Listo, gracias a todos, espero RR XD gracias a Neither a sakura77 y todos los que han seguido la historia hasta aquí, aprecio mucho todos sus comentarios, no es vemos en el próximo capitulo.


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