-Yo voy-ofreció Roderick despertándose en medio de la noche por el llanto del bebé, su consorte había intentado levantarse pero él quería ir a revisar a su hijo, le gustaba mucho cuidar de él, fuera de toda obligación le gustaban mucho los niños y toda la vida había querido una familia, sonrió volteando a ver a Andrei que le miraba ojeroso, aun no se había recuperado del todo, apenas había pasado una semana, y después de la visita de su familia lucía especialmente cansado.
-¿Te sientes bien?-preguntó sentándose a su lado.
-Sí-respondió intentando tomar al bebé.
-¿Seguro?-preguntó negándoselo, parecía a punto de dormirse.
-Dámelo-dijo algo espantado por la negación del otro, e intento alcanzar al bebé.
-No te veo bien-dijo el Lord levantándose mirando a su consorte con sospecha.
-Roderick, por favor-pidió levantándose tras él-Dámelo.
-No, recuéstate.
-por favor, es mi bebé también-dijo comenzando a llorar-Tu me lo hiciste.
-Andrei, deja de llorar-pidió tomando al bebe con un solo brazo y tomó a su consorte por la barbilla.
-¿Por qué me lo niegas, Roderick?-preguntó tomándole el brazo con mirada suplicante-¿Disfrutas de verme sufrir?
El Lord se quedó un poco en shock, los golpes de la vez pasada aun tenían sus secuelas en el chico, él mismo tenía la secuela en su brazo, un bebé de una violación y un consorte temeroso y sumiso, como un robot, atrajo a Andrei hacia si asustándole y recostó al bebé dormido en su cuna.
-No quería molestarte-dijo Andrei dejándose llevar.
-No lo hiciste-dijo recostándole en la cama.
-¿Vamos a hacerlo de nuevo?-preguntó el chico cuando su esposo le besó la frente y luego el cuello.
-No-dijo cansado de esa actitud-¿Tanto miedo me tienes, cariño?
Andrei quería abstenerse de dar una respuesta siquiera en su mente, no quería admitir que el Lord le había quebrado, tanto física como mentalmente, había doblegado su voluntad en menos de un año, y eso no le gustaba nada al chico. Miró al Lord y cerró los ojos esperando que no le exigiera una respuesta o tendría que contestar.
-¿Por que temes tanto que te aleje de Loren?-preguntó su siguiente duda.
-No me lo quites-dijo volteando rápidamente-Por favor, todo menos eso-dijo levantando el rostro para besarle.
-¿Qué haces?-preguntó estaba actuando como cuando le había propuesto volver con su familia.
-No te lleves a Loren de mi lado, Roderick-pidió incorporándose.
-¿Por qué haría algo así?
-Si crees que no soy buen consorte, o buena madre, o te enojo o algo...-comenzó y bajo el rostro.
-¿Qué hay si pasa eso?-preguntó levantándole el rostro de nuevo, quería verle a los ojos.
-No quiero perder a mi bebé tan joven, él solo me rechazara después-lloró-y tu me cambiaras por alguien más joven.
-Pero que dices-dijo incrédulo a lo que escuchaba, eso sí que le molestaba, que dudara de él de esa manera-¡¿Por eso estas así?!¡¿Tienes miedo de que te cambie? que egoísta.
Se levantó dejando al chico en la cama y Andrei se levanto inmediatamente detrás de él y caminó hacia la cuna para mirar a su bebé casi en silencio, sólo los sollozos interrumpían el silencio que se había establecido en el cuarto. Roderick le dio un beso en la coronilla al chico que intentó sonreír y después se fue a recostar, estaba demasiado cansado ya y tenía mucho que pensar al día siguiente.
-¿Andrei?-preguntó al levantarse y no ver al chico, era demasiado temprano.
Caminó hasta la cuna y soltó una maldición al no encontrar al bebé, abrió el armario y notó que faltaban varios trajecitos del bebé tanto como del chico, buscó alguna maleta faltante y efectivamente la encontró.
-El maldito huyó-dijo azotando la portezuela del mueble con coraje.
El Lord se colocó su traje y salió del cuarto especialmente de malas con las sirvientas, seguramente ninguna le diría nada, se encerró en su oficina tirando varias cosas intentando en pensar qué hacer, Andrei se había llevado a su hijo y no sabía a donde, si estarían seguros, si algo podría pasarles, suspiró y se recargó en el escritorio notando un papel que antes no estaba ahí, un documento para firmar que se había recibido y enviado una carta a Estados unidos.
-Maldito perro-gruñó arrugándolo en su mano y salió de la oficina-¡Helena!
-Dígame, señor-respondió rápidamente.
-¡¿En donde esta Andrei?!-preguntó furico.
-Salió en la mañana, señor-dijo espantada.
-¿A dónde fue?-preguntó mirándola con amenaza.
George estaba sentado con su primo, apretaba la boca fuertemente al ver Salí encimándose en su marido, había intentado hacer algo, interrumpirlos, pero el Lord le había soltado un golpe amenazándole con más si no le dejaba divertirse, se tragó su orgullo y dio otro sorbo a la taza viéndoles desaparecer en el pasillo.
-¿George?-preguntó Andrei al ver que miraba a otro lado.
-Sí, dime-respondió.
-¿Quieres cuidar a Loren un rato?-pidió con el niño en brazos.
-¿Yo?-preguntó sorprendido-¿A dónde vas?
-Debo conseguirme unas cosas y no quiero dejar a Loren con Roderick, él tiene demasiado trabajo-dijo terminando su té.
-Bien, ¿A que hora vuelves?
-A las doce en punto debo estar aquí-dijo mirando el reloj, eran las nueve.
Se colocó uno de los vestidos que llevaba en la maleta y salió cubriéndose bien la cabeza, no quería que le reconocieran en el lugar al que iba a ir.
-¿Roderick?-preguntó Benjamin al verle abrir la puerta de su despacho.
-¿En dónde está?-preguntó a su hermano.
-¿Qué cosa?-preguntó extrañado.
-Mi hijo, en donde está-dijo preocupado-Andrei escapó.
-¡¿Qué?!-preguntó levantándose de inmediato y entrecerró los ojos.
Cuando Benjamin entró a su cuarto se quedó helado unos segundos al ver a George con el bebé en brazos, así había querido verle desde que le había conocido, pero con un bebé suyo, no de su hermano.
-George-llamó severamente.
-Benjamin-respondió meciendo al bebé.
-Loren-dijo Roderick avanzando a revisar al bebé.
-No te preocupes, está bien-dijo George extrañado.
-¿En dónde está Andrei?-preguntó Roderick.
-No lo sé-respondió automáticamente-Sólo me dejó la ropa del niño.
Roderick abrió la maleta descubriendo que efectivamente sólo estaba la ropa del niño y algunas de sus cosas y el vestido que le había regalado a Andrei antes de casarse, había sido una cortesía, y yacía abandonado en aquella maleta en esos momentos. Roderick tomó a su hijo y le meció pensando en donde podría estar su consorte.
-¿A donde fue?-preguntó Benjamin.
-No lo sé-repitió.
-¡Dinos a dónde demonios fue!-mandó el Lord mayor tomando al chico de la nuca.
-Te juro que no sé, Benjamin-dijo algo asustado-No lo sé.
-Mientes-dijo dándole una bofetada volteándole el rostro y sin soltarle el cabello-¿A donde fue? No tiene caso que lo encubras.
George se había llevado ambas manos a la boca, tenía algo de sangre dentro, lo que significaba que se había hecho alguna herida interior, miró a los ojos de su marido sin responder aún y el Lord le sacudió por el cabello haciéndole gritar.
-¡Piensa, George!-mandó gritándole.
-No recuerdo-repitió su respuesta entre lágrimas.
-Más te vale que recuerdes-le advirtió bajo la atenta mirada de Roderick.
-No puedo recordar-lloró después de caer por segunda vez en la cama.
Su marido le estaba intentando sacar la información por medio de duras bofetadas y que le arrancaban cada vez más lagrimas y sollozos por el dolor, pero por más que intentaba no recordaba en donde iba a estar su primo, comenzaba a desesperarse, era humillante que le golpeara, pero lo era aún más cuando su cuñado miraba y presionaba psicológicamente.
-¿Estás seguro?-preguntó Benjamin viendo al despeinado chico.
-Debe estar aquí a las doce, es todo lo que recuerdo-Lloró sin ver a su marido, no se atrevía.
Dio otro grito cuando el Lord le levantó por el brazo lastimándole bastante, despeinado, con el maquillaje corrido y las mejillas bastante inflamadas le sacó al pasillo obligándole a andar velozmente, pero estaba mareado y tropezaba constantemente así que Benjamin le levantaba a ratos por el brazo lastimándole aún más.
Justo llegaron a la puerta, Benjamin la abrió y Andrei que estaba apunto de tocar detuvo el puño en el aire.
-George-dijo impactado por como le traían ambos Lores, parecía prisionero de guerra-¿Qué te pasó?
-¡¿En dónde estabas?!-preguntó Roderick llevándole al interior del edificio.
-Fui por unas cosas que necesitaba-dijo avanzando entre tropezones por los jaloneos del Lord.
-Esto no termina aquí, George-advirtió Benjamin en su oído-Vete al cuarto, allí te quiero ¿Entendido?
George asintió efusivamente y cuando su marido le soltó se recargó en la pared adolorido para irse a su cuarto, fue a la sala y se asomó discretamente; Andrei estaba sentado en la sala con el bebé en brazos que lloraba y Roderick le estaba gritando, el chico tenía la mejilla sonrojada así que asumió que su hermano ya le habría dado un buen golpe en aquella zona.
-Déjame ver a George-pidió Andrei.
-No-negó el Lord.
-Déjame verlo, por favor, necesito pedirle perdón-dijo con voz temblorosa.
Roderick asintió resignado y su consorte subió las escaleras de aquel lugar corriendo, abrió la puerta de su primo y le abrazó sorprendiéndole. George dio un pequeño brinco al sentirle pero le devolvió el abrazo conteniendo un gemido de dolor, el cuerpo entero le torturaba.
-Perdóname-pidió Andrei.
-No te preocupes-dijo asintiendo.
-Fue mi culpa, no pensé que te harían esto-se disculpó de nuevo.
-Me gustó cuidar a Loren mientras duró-le sonrió-Tienes que irte.
Andrei volteo a ver a la puerta en donde su marido esperaba con el bebé en brazos, se mordió el labio con algo de fuerza y besó la mejilla de su primo antes de levantarse.
-Nos vamos ya-dijo Roderick levantando al chico que no decía nada.
Roderick se despidió de su hermano dándole las gracias por encontrar a su consorte y salió de aquel lugar en carreta, le esperaba una buena a Andrei en cuanto llegaran a su casa. Mientras tanto Benjamin subió las escaleras y abrió su cuarto encontrándose con su consorte recostado en la cama.
-George-llamó entrando y cerró la puerta con llave.
El chico volteo con el rostro lleno de lágrimas y volteo a otro lado después de que el Lord supiese que le estaba escuchando atentamente. Benjamin caminó hacia la cama y notó los temblores del cuerpo del chico y el brinco que dio cuando sintió el peso en la cama.
-Ya no me golpees-pidió incorporándose únicamente con los brazos pero sin ver a su marido.
-Dame tres razones para no hacerlo-dijo severo.
-Mira como me tienes, Benjamin-reclamó alzando el rostro lleno de lagrimas y con mejillas hinchadas-Consiento que estés con esa mujerzuela, ¿Qué más quieres?
-Sabías que Andrei quería huir-dijo sin inmutarse.
-Por supuesto que no, sólo me pidió que cuidara a Loren-dijo entre lágrimas y se volvió a recostar-Tengo sueño.
-Duérmete-dijo el Lord besándole la coronilla y acaricio el rostro con cuidado-lo siento.
George escuchó a su marido salir y volvió a llorar con más fuerza, no sentía ya las suficientes fuerzas para seguir con eso, su cabeza daba vueltas por los tremendas bofetadas que le habían propinado ese día y se sintió aún peor al saber que el Lord iría a acostarse con esa mujerzuela como siempre, había sido su peor error.
Roderick aventó al chico al interior del cuarto después de encargarle a Helena el bebé, no quería hacerle daño, pero sí quería castigar a Andrei por su atrevimiento y el haber intentado huir con su hijo.
-¿Con quién ibas?-preguntó gritándole.
-Fui a recoger una carta-dijo sin levantarse del suelo en donde había caído.
-¿De quien?-preguntó el Lord.
-De... -dudó en decirlo.
-¡¿De quién?!-preguntó levantándolo por el cabello únicamente hasta la cintura.
-De Mortimer, me mandó una carta-lloró por el dolor-Roderick, suéltame por favor.
-¿Seguro no querías escapar?-preguntó el Lord sosteniéndole de las axilas al verle tan sumiso, parecía muñeca de trapo.
-¿Por qué me iría del único lugar seguro que tengo?-le devolvió el juego inexpresivo.
-Pareces un maldito zombi-dijo soltándole en la cama.
-Ya no quiero que me golpees, debo obedecerte-dijo automáticamente sobre la cama.
-Duérmete ya-ordenó molesto.
-Mi bebé-exigió primero-Déjame arrullar a mi bebé.
-No puedes verlo.
-¡¿Cómo que no?!-recuperó aquella chispa en los ojos que el Lord creía perdida-¡Dame a mi bebé!
-No-dijo con tal de ver más esa ira, ese antiguo Andrei, al que tontamente había sometido, pero le gustaba antes.
-¡Eres un maldito, mi bebé!-exigió levantándose y se hecho a llorar perdiéndolo de nuevo-Dame a mi bebé, por favor.
-No-dijo para enojarlo más.
-Te lo ruego-dijo humillándose penosamente poniéndose de rodillas frente al Lord-Te lo ruego, Roderick.
-Vete a dormir-ordenó indiferente a ese zombi de consorte.
-Por favor, por favor-pidió colgándosele del cuello para besarle-por favor.
-Lo pensare-dijo algo atontado por los besos.
-Te lo suplico, dame a mi bebé-pidió pegándose más al Lord besándole y le desabrochó los primeros botones de la camisa.
Roderick reaccionó de un momento a otro, el chico se estaba prostituyendo a cambio de ver a su bebé, le empujo a la cama dejando a Andrei un poco confundido hasta que se colocó encima de él.
-Deja de tratarte así-le dijo-O no volverás a verlo, te lo juro.
-No, Roderick-reprochó y comenzó a llorar amargamente-¡Dame a mi bebé!
Andrei comenzó a gritar y a sacudirse en un berrinche por que le dieran a su hijo, tenía tanta ira contenida en su interior que no sabía qué hacer con ella. Roderick le vio fascinado unos momentos antes de volver a echársele encima bloqueándole los brazos, sabía que el chico intentaría hacerle daño.
-Eres un maldito, tú y todos los hombres son unos malditos-lloró intentando liberarse-suéltame ya.
-¿No puedes volver a ser el de antes?-preguntó en voz baja.
-¿Qué?-dijo impactado.
-Que vuelvas a ser el de antes, te quiero como eras antes-dijo serio.