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Lord Roderick por Deilita

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Notas del capitulo:

 Lo prometido es deuda aquí está el capi XD gracias todos por leerlo y por los comentarios jejeje en algunas partes se cambio la letra ¬¬ pro no es nada importante n.nu gommen los dejo bye bye

Unas semanas habían pasado desde que el Lord había dejado de dirigirle la palabra a su consorte, dormía en otra habitación molestando cada vez más al chico y no coincidían en nada a ninguna hora. Andrei jugaba mucho al criquet en su jardin o leía algunas novelas para pasar el rato, despues de todo no tenía mucho que hacer con las sirvientas, ya que a ellas las dirigía el ama de llaves y Roderick la dirijía a ella, así que disponía de todo el tiempo que desease para si mismo, incluso se preguntaba si alguna de las sirvientas ya se había dado cuenta de su estado.Serró el libro que había estado leyendo en su habitación y bajó por las por las escaleras hacia el comedor para desayunar cuándo para su desgracia se encontró con su marido en el camino, como ya era inminente el tener que cruzar palabras se sentaron frente al otro sin mucho ánimo pero resignados, después de todo no podían ignorarse durante meses.
Buenos días, Andrei-saludó el Lord con voz indiferente.
Buenos días-respondió sin interés.
¿Te has visto con él?-preguntó el Lord fríamente mientras comía un bocado casi con coraje.
¿Con quién?-preguntó el chico sin entender.
Con tu amante-respondió como si fuese lógico.
No he salido de casa-respondió como si le diera lo mismo.
Estás engordando-dijo intentando lastimar al chico con sus palabras.
¿Tu crees?-preguntó indiferente.
<<Por supuesto que estoy engordando, idiota>>-pensó Andrei con molestia.
Sí, comes como si se te fuera la vida en ello-comentó mordazmente-deberías pensar en tu salud.
Me da lo mismo, es tu deber alimentarme hasta saciarme-dijo cortando la carne con más ímpetu-y de todas formas, Lord ¿Qué te importa mi salud? serías feliz si me muriera.
Deberías cuidar tu lengua, Andrei-dijo soltando los cubiertos.
Resulta que no me da la gana, Lord-respondió con burla-¿O es que no te basta con intentar ahorcarme? ¿También intentas matarme de hambre ahora con ese pretexto?
Suficiente, Andrei-dijo al notar que el chico levantaba la voz.
<<Intenté que fuera obvio>>-suspiró el chico para sus adentros.
No tenemos ganas de verte-dijo recalcando el plural mientras se levantaba.
¿De qué demonios hablas?-preguntó yendo detrás del chico-¿Tú y quién más?
Déjame en paz, vuelve a ignorarNOS como antes-dijo recalcando el plural de nuevo.
Ven acá-dijo tomándole bruscamente del brazo-explícame de qué demonios hablas.
Eres increíble-musitó molesto, el hombre simplemente no se daba cuenta.
    El chico se soltó con fuerza cuando unas nauseas terribles se apoderaron de él, claro llevaba casi tres meses de embarazo, era lógico que ya empezara con los síntomas, si con eso el Lord no se daba cuenta era un completo y verdadero idiota, algo debía verse ya, o por lo menos los síntomas eran más que suficiente para sospechar que algo iba mal, pero lo cierto era, también que no se habían casi visto esas semanas, por lo cual notar los sintomas sería algo extraordinario en el Lord. Andrei sacudió esos pensamientos de su cabeza, se iba a dar cuenta tarde o temprano.
Déjame-dijo intentando soltar su brazo pero le aprisionaba con fuerza.
¿Qué tienes? estás pálido-dijo frunciendo el entrecejo.
  Andrei no soportó más e hizo acopio de toda su fuerza por liberarse y corrió hasta el retrete para devolver lo último que había comido vaciando su estómago, sintió que su marido le quitaba los rizos castaños de la cara en un gesto de amabilidad que le pilló por sorpresa pero agradeció ya que no quería ensuciarse el pelo, era realmente extraño que él tuviese un gesto de ese tipo para con él, por lo general no le importaba en absoluto, pero se sentía tan bien estar entre unos brazos fuertes y protectores, unos brazos amables...
<<Que Rayos estoy añorando, el me odia y así será siempre>>-se reprendió-<<No tiene caso darme falsas esperanzas con éste... éste... Señor>>
Demonios-dijo enjuagándose la boca con asco.
¿Estás enfermo?-interrogó el Lord sosteniéndole aún por la cintura.
Podría decirse-dijo débilmente, estaba mareado.
Ven, vamos a recostarte-le llevó hasta la habitación y le recostó con una toalla húmeda en la frente para que no le subiera la fiebre.
Debería llamar a un médico-comentó el Lord.
No-dijo el chico rápidamente-es sólo un recargón, he comido demasiado.
Te lo dije-el Lord se levantó acomodando los puños de su camisa-Iremos a una fiesta la próxima noche.
No me siento bien-replicó el chico-No tengo deseos de ir.
Si yo digo vamos, es vamos-dijo acercándose.
No deseo ir-insistió bajando la mirada.
¡He dicho que vamos!-le gritó levantándolo por el cabello.
¡Suéltame!-pataleó con lágrimas, su marido era mucho más alto que él y le estaba prácticamente arrancando el cabello alzándolo del suelo-Me lastimas.
¿Acaso planeabas traer a tu amante mientras yo no estaba?-interrogó sacudiéndolo.
Suéltame, Roderick-lloró tomándole el brazo con fuerza.
   El Lord le soltó y el pobre chico casi cae intentando mantener el equilibrio, se tambaleó un poco  y se agarró del Lord cerrando los ojos fuertemente, éste al ver eso y aún con coraje le agarró el brazo fuertemente provocando que el chico se quejara por el dolor.
Eres...un... imbécil-le soltó Andrei aún con lágrimas.
¡Cierra la boca!-mandó dándole una fuerte bofetada.
   Andrei protegió su preciado vientre antes de caer al suelo de lado, se apoyó contra el suelo con ambas manos y sintió su cuerpo tembloroso, estaba harto de los golpes de Lord. Se llevó una mano a la boca y descubrió algo de sangre en su labio y en su nariz.
<<Lo que me faltaba, que me rompa la nariz>>-pensó sin moverse aún.
Ayúdame-mandó tendiendole la mano y desconcertando al Lord.
    Roderick le levantó por la cintura bruscamente y el chico tomó el trapo para limpiar la sangre, le aventó el trapo al Lord que no cabía en sí por el enojo pero no hizo nada, en cuanto Andrei tirara la gota que derramara el vaso no iba a levantarse en mucho tiempo, de eso se encargaba el mismo, el chico tenía que aprender cómo tratarle.
Ya no puedo salir con la nariz rota-le dijo el chico furioso.
No la tienes rota-gruñó acercándose al chico.
Inútil, ¡Eres muy poco hombre, Roderick! golpeándome de ese modo-lloró humillado en su cama-Me humillas, ¡Soy tu consorte! me debes un respeto
¿Poco hombre? Tú eres el que me humilla al no darme un bebé-dijo intentando calmarse pero con el chico le era imposible.
Aunque hubiese estado en cinta seguro ya lo hubiese perdido-sollozó abrazando una de las almohadas.
<<No volverás a tocarme, Roderick>>-juró mentalmente-<<Y no permitiré que le hagas daño a mi bebé>>
¡¿Qué?!-preguntó el Lord levantándolo por el cuello-¿Qué hiciste?
Qué hiciste tú, me golpeaste en el estomago-lloró mirándole a los ojos.
Yo no he hecho tal cosa-reclamó.
Me tiraste al suelo, me golpee, lo hiciste-le retó-Aparte intentaste asfixiarme.
Me darás un hijo, Andrei-amenazó tomándole por los hombros.
S-si me v-v-violas una vez más me mato-le juró ocultando su miedo.
<<Tartamudeo, está apanicado>>-se dijo el Lord soltándole-<<Hacer algo así de nuevo sería estúpido, no quiero lastimarlo más>>
Te propongo algo-dijo de pronto extrañando al chico que le miró por respuesta-Si me haces caso no volveré a ponerte un dedo encima, te llevaré al doctor por tu nariz, y vamos a la fiesta.
M-me parece bien-aceptó.
-¿De verdad? 
Es una tregua, después de todo estás en la política, no conseguiré nada mejor de ti-respondió.
No sabía que pudiera razonar tan fácil contigo-comentó algo sorprendido.
Si no soy estúpido-frunció el entrecejo-Sé lo que me conviene.
Para serte sincero, siempre pensé que los donceles eran... seres sin voluntad-dijo levantándose.
Te equivocaste-dijo por lo bajo aún intentando detener el sangrado de su nariz.
-De eso ya me di cuenta.
Serías estúpido si no-reclamó con un enorme dolor nazal.
Será mejor que me mantengas contento por lo menos hasta mañana-advirtió tomándo un libro-Todavía puedo cambiar de opinión.
Como sea, déjame solo, deseo dormir-dijo dándole la espalda al recostarse.




  George estaba sentado frente a su espejo intentando ver que joyas combinaban con su vestido para esa noche, no se podía decidir, su cabello iría suelto, era un acuerdo con Andrei, siempre suelto con caireles, suspiró cerrándolos ojos, se moría por ira a aquella fiesta y ver a su amigo, como eran cuñados eran invitados siempre a los mismos lugares, era de las pocas veces que sus maridos les permitían verse, aunque si lo pensaba bien Benjamin le trataba con mucho cariño, y la última vez que le había hablado su corazón había dado un extraño brinco.
¿Qué me sucede?-se preguntó en un murmuro mirándose al espejo.
Que no te decides-Rió Benjamin desde la puerta.
¡Lord!-dijo llevándose una mano al pecho por la sorpresa.
Sigues llamándome así, George-le reclamó abrazando la cintura del chico.
Lo siento, es costumbre-se excusó.
Así que perlas, oro o rubíes ¿Eh?-preguntó mirando las joyas.
Es lo que va a tono con el rojo-dijo alzando la falda para observarla.
Entonces...-dijo tomando los rubíes-éste luce mucho en tu cuello tan largo y blanco.
   El chico sonrió y alzó la melena para que su marido le abrochara el collar con cuidado, sus ojos se encontraron en el espejo y se quedaron mirándose embobados, parecían amantes, verdaderos amantes, para nada los prometidos que nunca se habían conocido, los que se habían casado casi odiándose por el arreglo entre las familias, tal vez, sólo tal vez comenzaran a quererse.
Se ve hermoso-dijo Benjamin de pronto rompiendo el silencio.
Gracias-dijo el chico bajando la mirada sonrojado, algo se sentía en el aire.
   Como habían quedado llegaron a las 6 en punto al castillo del Rey, como era Tradición se quedarían la noche del cumpleaños, debían estar allí por el cumpleaños número cinco del hijo del Rey. En cuanto estuvieron acomodados en la mesa real George no dejaba de mirar hacia la entrada sin poner atención a la plática que se desarrollaba.
¿Cariño?-preguntó Benjamin por tercera vez.
¿Disculpa?-preguntó poniendo inmediata atención.
Te preguntaba a que te sucede, estás muy serio-repitió con paciencia.
Lord Roderick tiene que venir ¿Cierto?-preguntó preocupado.
Tranquilo-dijo sonriéndole.
Es que...-dijo torciendo su servilleta, se notaba su preocupación en los ojos.
Ya llegaron-informó a su consorte cuando alzó la vista.
¡George!-dijo Andrei al verlo y se abrazaron afectuosamente.
¿Cómo está tu bebé, traes corsé?-le susurró al oído.
Está bien, y sí, pero no muy apretado-le aseguró y se separaron.
¡¿Qué te pasó?!-preguntó por el labio nuevamente partido y el puente de la nariz con un ligero moretón.
Platiquemos afuera-pidió Benjamin arrastrando consigo a su hermano.
Dios mío, Andrei-dijo George evaluando la nariz.
No está rota como pensé-le aseguró a su amigo-Aunque duele un poco.
Ya te pedí una disculpa-dijo el Lord.
¿Una disculpa?-preguntó George indignado.
¡George!-reprendió Benjamin y al ver el brinco del chico se arrepintió-Deja que hable, cariño.
Lo lamento-se disculpó el rubio con su cuñado.
De verdad estoy bien-dijo Andrei a su amigo-No te preocupes.
Te apuesto a que ni siquiera le has dicho a Mortimer-dijo George.
Aún no, no he podido escribirle-respondió bajando la mirada como si el hecho le apenase terriblemte.
   El ambiente se tensó a la mención de ese hombre. Roderick reconoció de inmediato aquel nombre al igual que su hermano y se dirigieron una mirada elocuente, no les hacía gracia alguna que le nombraran en esas circunstancias.
Se solicita su presencia en el salón, señores-dijo un mayordomo con una reverencia.
Enseguida vamos-respondió Benjamin-Hablemos mañana, tenemos que volver a la fiesta, nuestros cuartos están en el ala Este del castillo.
Perfecto, nos vemos mañana-dijo Lord Roderick algo friamente.
   Benjamin tomó a George por la cintura y entró en el salón, Lord Roderick hizo exactamente lo mismo después de dirigirle al chico una mirada que decía que le debía una explicación, y esta vez ningún trato o malestar lo libraría. Durante las horas siguientes bailaron, comieron y bebieron, Andrei no probó ni un trago, sabía algo de lo que no se debía hacer en un embarazo, aunque para ser sinceros le preocupaba el hecho de que su vientre no estaba tan hinchado como debería, otras personas a los tres meses y tenían barriga, y a él seguía como si nada.
Vámonos ya-mandó Roderick.
Sí-aceptó dejándose conducir hacia su cuarto, por lo menos su marido no estaba tan bebido como en otras ocasiones.
Lord Mortimer es tu amante ¿No?-preguntó bebiendo de la botella de vino, sin etiqueta alguna.
Ya no tomes-pidió el chico yendo a por la botella.
Sólo responde-pidió quitándola de su alcance-Tu querido Lord Mortimer... Me siento un ingenuo, me sentí culpable por haberte engañado en parís ¿Sabes?
Roderick-musitó sorprendido.
Respóndeme ahora, Andrei quiero respetar nuestro trato-exigió dando otro largo trago.
No es mi amante-dijo seguro.
    El castaño retrocedió cuando su marido se levantó de la silla empujándola hacia un lado, ahora si  estaba más bebido, dudaba que fuera a tenerle piedad en cualquiera que fuera el castigo que deseara imponerle, cerró los ojos fuertemente al ser tomado por el cabello, aunque no le jalaba con fuerza sabía que pretendía, el Lord se sentó en la cama arrastrando a Andrei con él, le obligo a ponerse de rodillas frente a él y se terminó la botella de un solo trago.
No podría ser más... estúpido ¿sabes?-preguntó dejando la botella a un lado-Supongo era obvio que me engañarías.
Deja de tomar-pidió nervioso al ver que abría otra botella.
Whisky-le mostró-¿Lo conoces? supongo que sí.
Roderick, por favor-pidió sin moverse por el agarre.
Déjame beber, ya estoy harto de todo-Dio un trago y cerró los ojos fuertemente por el ardor en su garganta-es escocés, del mejor.
Mira, podemos hablarlo y...-fue interrumpido por un jalón que le sacó un grito.
Tu peinado estaba bonito-le comentó ya algo bebido.
G-gracias-sólo podía seguirle la corriente una vez borracho.
Pero... eres un niño, Andrei-dijo comenzando a arrastrar las palabras.
Lo soy-aceptó sintiendo cómo apretaba el agarre.
Yo tengo...-se quedó pensativo.
-26
Eso, te llevo unos diez años-dijo y se rió-estoy muy enojado contigo.
Perdón, déjame explicarte-pidió.
No-negó con la cabeza abrazándolo arrodillándose con él.
Roderick, no-dijo al sentir que le levantaba la falda.
¿Por qué no?-sonaba cada vez más borracho.
Porque podrías lastimarnos-dijo con voz temblorosa.
Sigues usando el plural-notó bajándole las bragas con brusquedad.
R-roderick, no me hagas esto-pidió comenzando a llorar.
Shhh shhh shhh, ya sé cómo no te va a doler-dijo con voz pastosa mientras agarraba al chico arañándolo un poco.
¡AH!-se quejó por el araño intentando separarse pero Roderick era bastante más fuerte.
¿En donde esta?-preguntó riéndose intentando encontrar la entrada del chico.
¡No!-lloró intentando apararse de los besos del otro, le daban asco, olían a alcohol-Suéltame ya.
Necesito un hijo ¿No entiendes? vamos a hacer uno-dijo desistiendo en su búsqueda.
Mírame, no hagas esto-pidió intentando que le mirara los ojos.
¡Déjame!-se soltó y le levantó por el brazo y le azotó en la cama.
Por favor, nos vas a lastimar-lloró intentando escapar.
No, no te muevas-dijo jalándole de la pierna.
¡Ah!-gritó el chico por la nalgada-¡Ayúdenme!
Deja de gritar-regañó tapándole la boca.
    El chico se revolvía algo histérico pidiendo ayuda, sabía que lo más probable era que no la recibiera, debía hacer algo rápidamente, ya se había golpeado en el estomago y eso le aterraba, temía por su bebé, logró zafarse después de otras cuantas nalgadas que le ardían, puso la silla en medio de los dos pero su marido la tiró a un lado para abrazarlo levantándolo del suelo.
Por favor ya déjame-suplicó.
Necesitamos un hijo, yo no quiero hacerte daño-le explicó frunciendo el entrecejo.
  Andrei respiró profundamente y tomó el rostro de su marido entre sus manos obligándole a que le mirara.
Ya vamos a tener uno, ya tengo un hijo tuyo-le dijo como si a un niño se lo dijera.
-¿Qué?
Me entendiste-dijo entre lágrimas.
  La puerta se abrió dejando pasar a Lord Benjamin seguido de George, éste último había escuchado los gritos de Andrei y había ido por su marido. El lord avanzó hacia su hermano y bajó al chico que corrió junto a su amigo para salir  de cuarto algo dolorido del cuerpo.
¿Estás bien?-preguntó.
Sí, no me ha hecho casi nada-dijo y de pronto una alarma se encendió en sus ojos-Me golpee el estómago.
¡¿Qué?! Vamos por un doctor ¡Ya!  Corre-dijo jalándole.
No, no puedo correr-dijo con mortificación-creo que está bien, no me duele ni nada.
-¿Seguro?
Esperaré a mañana-asintió secando los restos del llanto.
 
 
¿Sabes lo que hiciste, Roderick?-preguntó Benjamin a la mañana siguiente.
Por lo que veo me pasé de alcohol-dijo con un dolor de cabeza enorme.
¿Recuerdas algo? no importa lo que sea-insistió serio.
Sólo que estaba hablando con Andrei sobre... sobre su amante-dijo-¿En dónde está Andrei?
Con el médico, hiciste algo muy peligroso ayer-comentó molesto-Vamos a verlo.
¿Què hice?-preguntó sentándose en la cama con gesto preocupado.
Eso, mejor velo tú, querido hermanito-dijo saliendo del cuarto sin hacer mucho caso del Lord.
    Roderick se incorporó inmediatamente y siguió a su hermano, si había hecho algo era mejor tomar responsabilidad, ya se sentía culpable por lo que vería, incluso su hermano estaba enojado, así que efectivamente era algo grave, en cuanto llegó al cuarto se detuvo en la entrada, se estaba acobardando, ¿Le habría causado demasiado daño?  Entró descubriendo que el doctor comentaba algo con ellos y se quedaba callado al verle entrar.
¿Qué sucede?-preguntó Roderick.
Lord, tengo que hablar con usted-dijo el doctor educadamente.
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  Roderick se incorporó inmediatamente y siguió a su hermano, si había hecho algo era mejor tomar responsabilidad, ya se sentía culpable por lo que vería, incluso su hermano estaba enojado, así que efectivamente era algo grave, en cuanto llegó al cuarto se detuvo en la entrada, se estaba acobardando, ¿Le habría causado demasiado daño?  Entró descubriendo que el doctor comentaba algo con ellos y se quedaba callado al verle entrar.
¿Qué sucede?-preguntó Roderick.
Lord, tengo que hablar con usted-dijo el doctor educadamente.

Dígame qué sucede-pidió mirando a su consorte de reojo.

Primero me gustaría que se sentara, lo que le voy a decir no es fácil de… asimilar-dijo el doctor señalando una silla junto a la cama.

      El Lord se sentó después de dirigir una mirada interesada a todos los presentes, incluyendo al doctor, se sentó algo impaciente y se acomodó en la silla, no podía esperar el diagnostico, pero por los rostros deducía que no era algo bueno en absoluto



 

Notas finales:

Espero que le haya gustado jejeje estaré por aqui unas horas más jejeje (eso que ¬¬) jajaja emmm gracias por leer y actualizaré en cuanto tenga el otro capitulo, probablemente el viernes bye bye


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