La escuela tenía 3 edificios principales, en el primero se encontraban los salones de las clases normales y la dirección, exceptuando el horario obligatorio solíamos evitar ese edificio, el segundo albergaba los salones de clases especiales y el comedor, er4a donde pasaba la mayoría de mi tiempo, en el tercero, que estaba casi pegado al segundo estaban los dormitorios y 2 pequeños salones de invitados, eran como mini departamentos. Los encargados de los dormitorios no eran muy estrictos (obviamente) y prácticamente podíamos hacer lo que queríamos siempre y cuando no molestáramos a los demás estudiantes, sin embargo, uno de los encargados tenía una extraña manía con el tabaco, si encontraba a alguien fumando lo castigaba con trabajos forzados por 3 meses, por eso en esa escuela casi nadie fumaba. Nunca expulsaban a nadie o llamaban a los padres, era una escuela "respetable" y no querían que la gente supiera que una porción de sus estudiantes eran un pequeño desastre, sin embargo cuando recibíamos visitas los encargados de poner una buena cara éramos nosotros.
Esa mañana me desperté y decidí bañarme, entre al baño y me miré al espejo, mi cabello estaba muy largo y enredado, mis labios tenían una perpetua sonrisa burlona de aire triste, mi piel estaba palida y se notaba que había estado mal-alimentándome, me veía un poco enfermizo pero a mi me parecía elegante, me desvestí sin quitar la vista del espejo, unos ojos azules muy oscuros me miraron con descaro, aparté la mirada mi reflejo, estaba pensando tonterías, al meterme en la regadera mis rodillas tronaron, hacía frío, me rasqué la pierna, tenía vellos muy delgados y rubios.
Me puse un traje gris con rayas, mis padres tienen la loca idea de que quien se presente ante ellos sin un traje es un sirviente o un mendigo, eso era un problema porque David no tenía ni siquiera una camisa, lo desperté y lo obligué a bañarse mientras escogía algunas de mis prendas, era más bajo que yo pero esperaba que le quedaran aceptablemente, se las pasé para que se vistiera. Salió del baño con la camisa mal abrochada y sin fajar, con la corbata anudada como una agujeta y el saco mal acomodado.
-ummm... ¡¿podrías ayudarme?!
Sonreí (no estaba pensando nada extraño lo juro) y me acerqué, desanudé la corbata y desabroché la camisa, su pecho era muy blanco y se veía muy suave, se abrochó la camisa bien y me coloqué detrás suyo para que viera como anudaba la corbata.
-mira, tiene que quedar como una sonrisa abajo ¿ves?
Abrí su pantalón y traté de no mirarlo a la cara, los dedos me temblaban mientras acomodaba la camisa alrededor de sus piernas, estaba demasiado cerca, y estaba respirando en mi cuello, rogué que alguien le bajara a la calefacción, me alejé y evalué el resultado, ese traje no le quedaba. Si hubiera sido por lo que gritaba mi piel habríamos tenido sexo de todas las formas posibles pero David era una persona muy importante para mi como para eso, cuando alguien es demasiado importante como para exprimir las posibilidades sexuales de su cuerpo debes preguntarte que hace a esa persona tan importante, sin embargo no había tiempo para pensarlo, saqué mis otros trajes, uno azul, uno negro y uno gris claro que mi padre odiaba. Totalmente ajeno a mi perturbación se desvestía y se dejaba vestir con la mayor tranquilidad, o eso me parecía, el silencio era incómodo, se veía como un gato mojado e indefenso o como un pastelillo de hojaldra cubierto de crema abandonado, me concentré todo lo que pude en que podría comer deliciosos panques después, no tenía muchas ganas de tener una carpa rayada de pantalón, se probó todos los trajes pero ninguno le quedaba, finalmente tuve que darle el que tenía puesto, yo me puse el gris claro, nos peinamos y tratamos de vernos lo más respetables posible, me puse de mal humor porque me gustaba mucho más como se veía normalmente, fuimos con Europio que vestía un traje beige y un pañuelo, se veía muy bien.
Fuimos a buscar a mis padres y en un pasillo cerca de la entrada nos encontramos a una chica, usaba lentes y llevaba el pelo recogido, era a todas luces una buena chica, David casi corrió hacia ella y la tomó tímidamente de la mano, levanté una mano casi dispuesto a lanzarme sobre la cara bonita de la niña pero me contuve a tiempo y me acomodé la corbata, consideré muy seriamente la opción de ahorcar a la roba-gatos-niña-tonta-posesiva, mi problema no era tanto que estuviera con ella sino que estaba con ella y conmigo no, era una gran diferencia entre los dos, se tomaban de la mano con timidez pero bailaban en el templo del respeto que se les debe a lo buenos amigos.
-Ella es Cadmia-la presentó con el dedo entre los labios y dirigiéndose a mí
El rostro de David tenía una sonrisa amplia y sincera, sus ojos oscuros estaban brillantes, sabía muy bien porque me la presentaba específicamente a mí (y lo sabe cualquiera que haya estado en el club eres mi mejor amigo y solo mi mejor amigo) por eso ignoré el nudo que sentía en mi garganta y le sonreí alegremente, no me importó que terminaría con alguna enfermedad gástrica si seguía así, David se merecía un buen amigo y los buenos amigos no ahorcan a tu novia con una corbata.
-tócalo si quieres- refunfuñé sin pensarlo
Los dos me miraron extrañados y Europio soltó una risita.
-¿Cadmia puede venir con nosotros?
-claro-la miré y le sonreí, ella bajó un poco la mirada
Caminamos mientras Europio le hacía preguntas a la chica, en la entrada nos encontramos a Cesio y lo que se hacía llamar mi familia.
-¡Andrew ¡ querido-mi madre me besó la mejilla
-Andrew que diferente estás- mi hermana es abalanzó sobre mi en un abrazo innecesariamente estrecho.
Me la quité de encima y noté que Cesio parecía miraba a mis acompañantes con sorpresa, mi padre me saludó diciéndome que me veía increíblemente marica, a mi lado David y Cadmia miraban sin entender nada, Europio solo se sonreía, procedí a hacer las presentaciones en inglés claro.
-él es David mi compañero de cuarto -saludó-ella es Cadmia, su novia- ella saludó- y el es Europio el gemelo de David-él sonrió
Mi hermana miró encantada a Europio y lo besó en las mejillas con coquetería, él, un poco incómodo se quitó un poco de lipstick de la cara.
-Pierdes tu tiempo-le dije a mi hermana-a Europio no le gustan mucho las chicas
Hubo un silencio incómodo y Cesio me miró con reprobación.
-David ¿Andrew no ha estado comiendo bien? Esta pálido ¿Los hacen trabajar mucho?
-ahh... eto ... -mi compañero se sonrojó
-Hizo un trabajo especial hace poco y trabajó mucho en él-Europio salió al rescate
En el pequeño salón nos acomodamos y mi madre hizo algunas preguntas más, David apenas contestó con monosílabos pero Europio lo hacía bastante bien, Cesio escuchaba y comentaba algo de vez en cuando mientras preparaba té.
-y tú Cadmia ¿eres de aquí?- preguntó mi hermana
-sí- Cadmia sonrió nerviosa-estoy estudiando pero ayudo a mis papás, tenemos una pastelería
Sonreí, mis padres seguro se imaginaban una pastelería enorme y gourmet y aquella chica les parecía exótica.
Cesio sirvió el té, mi madre enseguida hizo un espacio para que se sentara junto a mí, él ocupó si lugar con toda la tranquilidad del mundo, no como si me hubiera ignorado los últimos 3 meses, me molesté pero empecé a contarles a mis padres la historia de los gemelos, Cesio contaba las pocas cosas que sabía ellos bebían su té tranquilamente, Cadmia, en cambio, abrazó a David compungida y sorprendida, como si no supiera, me alegré de que él me confiara eso y a ella no.
-lo lamento mucho-dijo mi madre mecánicamente
-Andrew-mi hermana me miró con aburrimiento-una amiga mía se muere por conocerte, pensaba invitarla pero eres tan huraño con las chicas...
Enseguida mis padres se mostraron interesados e ignoraron completamente a los gemelos, por dentro me enfurecí, si no sientes algo no dices que lo sientes pero cambiar de tema de ese modo es increíblemente falso e hipócrita.
-Europio-mi padre se levantó y se acercó al chico- no quiero meterme en tu vida pero... ¿es cierto que...bueno...tu...ya sabes le bateas al otro lado?
-Europio me miró pidiendo ayuda, yo creí que sería lindo incomodar a los Maunier y asentí con la cabeza.
-bueno-dijo en voz baja-no es algo que me guste divulgar
-lo lamento... aunque con tu pasado era de esperar algo así- mi padre le habló como si tuviera cáncer-mi hijo nunca ha sido lo que esperaba, ni muy masculino y no quiero ser grosero pero no me gustaría que se le pegara, no se si me entiendes... no quiero que...
Escuché un rechinar de dientes y noté que era yo, estaba llegando al límite de mi paciencia pero de cierto modo era liberador.
-tranquilo papá- me reí- si quisiera acostarme con un hombre sería con Cesio
Mi madre y mi hermana se atragantaron con sus tés.
-¡ay! Mira la hora tengo que irme-Cadmia se levantó-bye
Se veía muy cohibida cuando besó a mi amigo en la mejilla y salió de la habitación, me sentí culpable por arruinar su cita pero me alegré de que se fuera, la atmósfera estaba increíblemente tensa.
-Por cierto Cesio ¿Cómo esta tu novia?-pregunté
-tienes novia???-mi madre pareció aliviada de cambiar de tema
-se llama Catherine -dijo Cesio -¡que bonito nombre!- exclamó mi hermana
-Sí y ella es muy linda-dije- me los encontré por casualidad Cesio no parecía feliz de presentármela
Mi familia miró a Cesio como diciendo "te enviamos a cuidarlo no a que estés por tu cuenta" , él me dirigió una mirada de enojo.
Seguimos platicando a pesar de la creciente tensión, los gemelos no parecían darse cuenta de que mis padres tenían el deseo de regresarme a casa y castigarme a pesar de que nunca lo habían hecho, sin embargo nadie podía decir que estuviera portándome mal, no les dije nada grosero ni les hablé mal, solo deje de finir que era el hijo perfecto.
Generalmente trataba de mantenerlos alejados de mi vida y lo lograba siendo simpático y mable con ellos, pero en ese momento estaba tan enojado que no pensé en lo que podía provocar.
-Hay....Andrew el miércoles pasado el veterinario y tuvo que visitar a Müller (mi caballo)
-¿Por qué?- pregunté notando que mi madre quería cambiar de tema por décima vez
-no quería comer, pensamos que estaba enfermo pero al parecer solo esta muy viejo, ya no le queda mucho tiempo.
Me entristecí, ese caballo estaba conmigo desde que era pequeño.
-que mal.... Aunque en realidad yo siempre quise una yegua-comenté con aire distraído
Mi padre frunció el ceño, un hombre no debe montar una yegua jamás
-Una vez trataste de montar a Krishna-Cesio se rio recordando a la super agresiva yegua de mi hermana-te advertí que no era muy amable pero no me hiciste caso
-sí lo recuerdo- me sobé el hombro-pero no es mi fuerte hacer caso
David me miraba de un modo ligeramente reprobatorio, negó suavemente con la cabeza pero me volteé no porque fuera David tenía que obedecer.
-También debí hacerte caso cuando fuimos al pueblo en día de fiesta, todo estaba cerrado y tuvimos que ir hasta Lyon, el transporte estaba llenísimo y todo el camino tu rodilla estuvo en un lugar muy incómodo.
Mi madre se atragantó y escupió un poco de su té, Cesio me miraba con tanto odio que creí que me golpearía, me estaba divirtiendo mucho.
-¿ese traje no es tuyo?-dijo Cesio repentinamente señalando a David
-ahh....no- palidecí
Para explicar lo que sucedió a continuación debo decir que mi madre jamás presta nada pues lo considera algo muy sucio e insano, incluso en nuestra casa teníamos una vajilla, juegos de sábanas, cortinas, plumas, baños, toallas, jabones e incluso una lavadora para cada uno, mi madre es una maniática.
-Andrew-mi madre se volteó hacia mí-entiendo que es tu amigo y que has convivido con él en condiciones de poca higiene pero no puedes compartir tu ropa con él ¡es asqueroso! No sabes que tipos de enfermedades podría tener.
-las mismas que nosotros-repuse.
-no me parece adecuado-miró de reojo a mi padre- creo que esos chicos son mala influencia para ti- mi padre asintió en silencio
-lo mejor será que te cambiemos de habitación, con Cesio me parece más adecuado.
La conversación se estaba desarrollando en francés y David miraba con cara de no entender nada y se mordía la uña con gesto nervioso.
-no voy a cambiarme de habitación-le dije a mi padre
-Siempre hemos sido muy complacientes contigo pero no voy a permitir que mi único hijo se contamine juntándose con los vástagos de científicos inútiles que chupan el dinero de los gobiernos, o con personas sin apellido, sin futuro, anormales, pervertidos e inmorales-me gritó
Noté un dolor en las manos y vi que llevaba ya un buen tiempo con las uñas clavadas en las palmas de las manos, las últimas palabras habían sido pronunciadas con un total desprecio, ya sabía que mis padres no me apreciaban mucho pero nunca pensé que podrían llegar a odiarme de tal forma, no me entristecí pero enfurecí, me levanté para poder decirles con tranquilidad todo lo que quería, les hablé de todo lo que pensaba, de lo patético que me parecía su mundo, de lo mucho que los detestaba, de cómo despreciaba todo en lo que creían, todo lo que buscaban, Cesio trató de calmarme pero lo ignoré, les dije que preferiría no haber nacido a tener que vivir con sus normas y que no permitiría que me alejaran de lo que me agradaba, mi padre me golpeó y me sangró el labio, me limpié con la manga y salí.
Más calmado, mientras me lamía la sangre noté que no había sido muy amable al dejar a los gemelos en confusión semejante, pero ya era tarde para eso, en mi habitación escribí una carta hueca para disculparme con mis padres y me acosté en mi cama, nunca le había gritado a mis padres nunca me habían pegado.
David llegó y se sentó a un lado de mi cama, miré sus ojos oscuros que estaban a 20 cm de los míos y resistí el impulso de mandarlo lejos.
-Cesio y Europio te excusaron diciendo que estabas muy estresado
-¿mi padre no le dijo a Europio nada acerca de que no trate de inculcarme sus deseos contranatura?
-si algo-David se rio
Sonreí pero me podía imaginar perfectamente el tono de su voz al decir eso, fruncí el ceño, es difícil parar un torrente de ira guardada durante años.
Me miré la mano y no me agradaron las cicatrices curvas que había en ellas, mi compañero extendió su mano blanca y pequeña y entrelazó sus dedos con los míos, no estaba acostumbrado a ese tipo de tacto y lo normal hubiera sido que me lo quitara e encima pero hay momentos en la vida en que no están malo bajar la guardia, aun así evité mirarlo.
No permitiría que nadie más se tomara la libertad de hacer eso pero desde que David había entrado en mi todo lo que era mi mundo, mi vida y mis deseos se habían trastornado, y ahora hacía cosas que de otro modo nunca hubiera hecho, eso explicaba porqué ya no me molestaba despertarme en las mañanas, estar enamorado es algo impresionante, te da la impresión de que puedes cambiarte pos la persona que amas y es una sentimiento muy fuerte, oprime como si te metieras en un corsé muy apretado.
David se acostó y lo observé hasta que se durmió
-Je t´aime chat-dije entre dientes
Es cierto, estar enamorado le levanta los ánimos a cualquiera.