Después de algunos dias David confirmó mis sospechas y me dijo que en efecto, Cadmia era su novia, se veía feliz y reluciente y me alegré mucho por él, era una situación que no me habría imaginado pero si lo hacía sonreír de esa forma debía ser algo bueno, sin embargo cambié de opinión cuando empezó a ausentarse todos los días, yo a veces las pasaba con Europio y su bola pero resultaban fastidiosos después de un rato, por eso me la pasaba leyendo, escribiendo y componiendo que es lo que más me gusta hacer, debería haber estado feliz pero en realidad estaba muy enojado con mi compañero de cuarto.
En cuanto a Tantalio solo lo veía en las noches, cuando daba la ronda, no tenía mucho tiempo libre esas noches me dejaron una sojeras terribles y mi enfado-alegría no ayudaba en absoluto a mejorar mi aspecto que empezaba a parecerse al de los gemelos.
-te ves terrible-me dijo Europio una mañana
-eres un encanto ¿sabes?
Se sentó en su ligar a mi lado y miró la puerta para ver si llegaba el maestro.
-Jay va a regresar a NY
-¿cuando?-pregunté sin mucho interés
-el viernes pero ellos quieren hacerle una fiesta
Lo dijo mirando la mesa como si fuera lo más interesante del mundo pero acepté su invitación de buena gana.
La fiesta no fue demasiado divertida, David llegó tardísimo y Europio parecía disfrutarla tanto como yo, sin embargo Jay parecía divertirse y esa era la intención, mi compañero se la pasó colgado del brazo de su hermano y yo bebiendo como chica de escuela de monjas desatada, lo que más me interesaba era ver como se despedían después de la fiesta, me daba curiosidad si la frialdad de Europio era real o fingida. Cuando llegué a la habitación prendí la laptop y la conecté a la camarita, David se sentó a mi lado y me tomó del brazo, sentí un ligero confort, la pareja no tardó en entrar, siempre actuaban muy lento pero esta vez se besaron apasionadamente, ansiosamente, se veían tan compenetrados en ese beso que no pude evitar sentir algo de envidia, empezaron a desvestirse, casi con desesperación, se besaban los labios, el cuello, los torsos, cuando estuvieron desnudos deslizaron sus lenguas y sus manos por sus cuerpos, memorizando cada ligar, cada pedazo de piel, los hombros, el hueco de la espalda, las rodillas, los muslos, los omóplatos, jadeaban, Jay se entrelazó con Europio de modo que pudiera masajear y acariciar su entrepierna, el menor se abrazó al mayor como si quisiera realmente fundirse con él, con los ojos cerrados se frotaba sensualmente contra él, sin ninguna palabra Jay acostó boca abajo a su novio, lo penetró con urgencia, Europio cerró los ojos y gritó, el mayor tomó sus manos, entrelazó sus dedos con los suyos y empezó a moverse, el pelinegro gemía y se mordió el labio con fuerza, todavía tratando de contenerse, las embestidas de Jay se hicieron cada vez más rápidas y sus gemidos aumentaron, besó el cuello de Europio, se arqueó y se derrumbó sobre el chico, este sangraba ligeramente, se abrazaro, sudorosos.
-no quiero irme-susurró Jay
-iré a visitarte en 6 meses
Su tranquilidad era falsa, en su cara se reflejaba una verdadera aflicción, 6 meses son mucho tiempo a veces.
-te amo sabes?-dijo Jay lo besó
Europio escondió la cabeza en el pecho del mayor
-yo también dijo con voz casi inaudible
Sentí una pequeña conmoción, me sentía como si quisiera llorar pero eso se hubiera atorado en algún lugar, no supe si estaba conmovido o si estaba envidioso de nuevo, tal vez solo esta asqueado, aunque en efecto el pequeño Europio no era frio ni en sueños.
David soltó mi brazo y fue a acostarse, no parecía muy afectado pero por si acaso lo cubrí con una manta y lo despeiné.
Jay se marchó a la mañana siguiente y el cuarto de Europio volvió a ser individual.
Yo no había hablado sobre la novia de David con Tantalio, de hecho yo casi no hablaba, Tantalio me hablaba de su familia, su pasado, Mercurio, yo a veces le hablaba de la escuela, nuestras conversaciones siempre trataban sobre cosas así, era divertido pero nada más, un día,(bueno una noche) después de comentar que debía empezar a cuidarme más o por lo menos pasarme un peine, me preguntó por mi compañero.
-ah tiene una novia y la visita todo el tiempo-dije como si no me importara
-¿una chica?
Asentí, era obvio que era una chica si no, no diría novia, Tantalio me miraba sorprendido
-¿es dueña de algún establecimiento de comida o algo así?-preguntó
-Sí- me reí- de una pastelería
-eso lo explica-hizo un gesto de desaprobación-las relaciones interesadas no suelen funcionar, terminarán cuando ella ya no pueda darle cosas gratis
Nos reímos y reprimí un bostezo, llevaba semanas durmiendo 2 o 3 horas y estaba agotado.
-tal vez deberías irte a dormir
-sí bueno-gruñí-hay muchas cosas que debería hacer
Se aceró y besó mi párpado, lo mire con cara de "que rayos haces" se sonrojó y bajó la mirada, lo abracé y, tomando su cara entre mis manos, lo besé.
-me voy-le dije y le di una palmadita
Me di la vuelta y caminé hacia la habitación, todavía sentía la sensación de sus labios en los míos y no me agradaba demasiado, me los lamí y froté con mi manga hasta que la sensación desapareció, el cuarto no estaba lejos pero estaba muy oscuro y era peligroso, me pregunté si había llegado a querer a Tantalio, de cierto modo sí, pero querer a alguien por inercia, como un reflejo no cuenta y tenía la impresión de que ese era el caso, era una buena persona y me caía bien pero no lo quería, el imperio no se construyó con hombres como Tantalio, era una tristeza pero las cosas nunca son como deberían ser, eso estaba claro. Llegué y observé a David que dormía profundamente, se veía diferente, mucho más guapo, como si algo en su físico hubiera madurado, me quedé muy sorprendido viendo a mi amigo, era evidente que lo que había provocado ese cambio era su relación con Cadmia y sonreí.
-vaya que adorable-le dije con un dejo de sarcasmo
Sin embargo yo era el que había hecho que hablara después de tantos años y resultaba que ella sí había cambiado su vida, tuve ganas de ir y probar si sus pasteles realmente eran tan buenos y de paso causarle una contusión, pero no tardé en darme cuenta de que estaba siendo irracional, sí, yo era su mejor amigo, pero ¿Qué significa eso?, nada, además los gatos cambian rápido de dueño, empezaba a pensar locuras, me alejé del pequeño ser que dormía ajeno a cualquier cosa, su cara reflejaba tranquilidad, ingenuidad, era adorable pero toda esa inocencia empezaba a parecerme más peligrosa que la promiscuidad de Europio.
Al día siguiente algún descerebrado equipo deportivo tuvo algún partido contra algún otro estúpido colegio (tal vez el Eton), por esa razón la escuela se quedó casi vacía, Tantalio tuvo el día libre y fuimos a tomar un café al pueblo, regresamos en menos de una hora, cuando el partido apenas comenzaba, una suerte, teníamos mucho tiempo.
-Vaya creo que tomas el alcohol aún más rápido que cualquier bebida alcohólica-se burló
-después de los dos años empecé a tomar café cremé en lugar de leche
-¿Qué es un café cremé? -preguntó con pésima pronunciación
-un capuchino
-¿de que parte de Francia eres?
-de Paris, pero viví en un pueblo a unos 300 km de Lyon
-¿Por qué?
Nos sentamos en una banca bajo una ventana.
-larga historia
-tenemos por lo menos 3 horas
Me miraba con una extraña expectación y tuve que contarle la "historia" que no era larga pero no era de mi agrado.
Mis padres ya opinaban que París era una ciudad decadente, y que estaba llena de gentuza, lo peor llegó cuando inauguraron un café muy frecuentado por gente homosexual cerca de la casa en la que vivíamos, (aunque yo era muy pequeño) y empezaron a verse personas negras por el lugar, para ellos alguien que es no-blanco ya es gentuza, alguien que es no-blanco y no-heterosexual es una cucaracha aplastada en su taza del baño, por eso decidieron irse a un pueblo, que ha permanecido casi intacto durante 300 años, donde se encuentra la mansión campestre de los Maunier.
-¿y en verdad piensas trabajar en su compañía?
-aja, soy el único hijo asía que soy el heredero
-¿y tu hermana?
-a ella lo mejor que podría pasarle sería casarse conmigo
-ahhh-Tantalio me miró atónito
-sería un joven y atractivo empresario con una hermosa esposa-me reí-unos lindos hijos, una gran carrera prometedora, amantes secretos, pero uno de ell9os despechado sacaría a la luz nuestra relación y tendría que salir del closet, se armaría un escándalo y mi malvada esposa se divorciaría de mí quedándose con todos los bienes, yo sería desacreditado y humillado, que mal
Aunque estaba bromeando no tardé en darme cuenta de que sí podría acabar así, no era agradable, me sentí como alguien que acaba de salir de la cárcel y le anuncian que tiene una grave enfermedad y que dentro de unos años que dará en estado vegetativo, era deprimente, Tantalio desde unos minutos atrás me miraba con la cara del doctor que anuncia la enfermedad, una sonrisa que augura malas noticias, daba igual, tenía todavía unos años para vivir un poco y, sin importarme que Tantalio me mirara como si en VERDAD tuviera algo que decirme lo jale hacia mí y junte nuestros labios. Se sentía reticente pero no hice caso, me entregué a la sensación cálida y húmeda, bastante placentera de besar a un chico atractivo, con loa experiencia era más divertido, aún no entendía cual era su maravilla porque nunca había sentido el poder de un beso cuando quieres a alguien, seguí besándolo y se relajó un poco, jugué con su lengua, cálida, fuerte, lo abracé inclinándome hacia él, me gustaba la sensación de su cuerpo pegado al mío, sus muslos, acaricié su oreja, su mejilla, su cuello, como no encontré resistencia seguí bajando mi mano y mi boca, besé su cuello y noté que su respiración era más fuerte, movía un poco mi desordenado cabello, con cautela bajé mi mano por su abdomen, nada me detuvo, desabotoné su pantalón y metí mi mano con cuidado, tomé entre mis dedos su ya considerable erección y él con un suspiro se acercó más a mí, sin embargo casi enseguida su cuerpo se tensó y se alejó.
-Andrew...no...olvídalo
Lo miré sin expresión alguna aunque estaba un poco irritado.
-no puedo hacer esto...yo-esquivó mi mirada-quería decirte que volveré con Mercurio
Eso me sentó como una bofetada pero traté de sonreír.
-vaya, que bien
Me explicó que habían decidido darse una oportunidad porque se amaban y todo ese asunto, lo escuché y luego me levante con tranquilidad
Estaba furioso, estaba bien que solo me quisiera para olvidar pero había estado ya algún tiempo conmigo y no podía dejarme como algo desechable, vale, podía usarme pero había ciertas reglas en ese juego, reglas que ponía yo, eso era solo una porción de todo mi enfado, no quería creer que de nuevo era el único bailando solo, estaba siendo irracional de nuevo, en esas situaciones siempre me era imposible pensar, ellos volvían a estar juntos y David estaba todo el tiempo con su novia, yo era el de la enfermedad, no merecía eso, me detuve un momento y me calmé, ellos se querían y estaba bien que se quedaran juntos, yo me sentía solo, eso era todo, encontraría todo lo que necesitaba tarde o temprano, por el momento solo necesitaba divertirme y descargar mi energía, enojo y frustración en otra cosa, una idea fija creció en mi mente y me dirigí al cuarto de Europio, sabía que estaría ahí.