Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mi Tiempo Límite por konaxtakuya

[Reviews - 159]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡Retomando Mi tiempo Límite!

 

 

Estar nuevamente encerrado dentro de esas cuatro paredes me hacía remontar a los años en que mi vida funcionaba en torno a aquel blanco y puro lugar. Fueron millones de experiencias vividas en aquella habitación… en aquel jardín que adornaba la entrada a la clínica para hacerla parecer menos deprimente, en los patios traseros para los pacientes internados… ¿de cuantas aventuras no fui partícipe en ese lugar? Con Maru siempre jugábamos a ser exploradores, y fingíamos buscar sobre la tierra la llamada “fuente de la vida”, sólo era un juego de niños… pero a través de ella nosotros podíamos otorgarnos el poder de vivir. Una lágrima surcó mi rostro ante el recuerdo de esa sonriente Maru, la misma Maru que antes de morir no quería ser vista por nadie.

De una u otro forma, yo no quería que mis días terminaran de la misma forma como terminaron los de Maru; yo quería morir disfrutando, y con las personas que quería a mi lado. Esa vez, por primera vez intenté imaginar cómo estarían mis cercanos a la hora de mi partida, y como intentaría yo despedirme de ellos cuando estuviera en mi límite; pero por más que pensé sólo supe cómo le diría adiós a Reita…

-          Quiero salir de aquí… - decía con voz aburrida – quiero salir de aquí, quiero salir de aquí, quiero salir de aquí..

-          Byo ya te dijo que el Lunes podrás irte – habló algo fastidiado Aoi intentando cambiar el canal de la TV.

-          ¡Pero quiero irme ahora! – exclamé haciendo un berrinche – me trae muchos recuerdos deprimentes este lugar… me quiero ir –fingí un puchero que más que lástima consiguió darle risa a mi amigo. - ¡no te rías!

-          … es inevitable, eres tan patético – se burló descaradamente de mi haciéndome reír. 

-          ¡oye! – dije tirándole un cojín – es suficiente, me voy de aquí… no puedo estar prestándome para burlas – seguí hablando mientras me ponía las zapatillas de descanso y bajaba de mi cama.

-          ¿quieres ir a la cafetería por un pastel? – me dijo notando mis ansias por salir de esa habitación. Asentí con una gran sonrisa.

Salimos de la habitación y caminamos lentamente por los pasillos ya casi vacíos del hospital debido a la hora. Era muy de noche, por lo que eran sólo las enfermeras de turno y los pocos parientes de pacientes críticos los que rondaban el lugar. Habían pasado tres días enteros desde que había ingresado al hospital y ya todos estaban más tranquilos por mi notoria estabilidad; que lo peor ya había pasado era un hecho a vista de todos. Mi madre y mi padre iban todos los días a verme al menos dos horas en la tarde luego del trabajo ya que no podían darse el lujo de dejar de trabajar. Byo-sensei cuidaba de mi por las mañanas hasta que Aoi y Reita llegaban al finalizar la jornada de instituto, y eran ellos quienes se quedaban conmigo hasta el anochecer. 

Seguimos caminando lentamente mientras Aoi me contaba los últimos sucesos acaecidos en el instituto, por lo cual me enteré de que Uruha parecía estar sospechando que en realidad yo no tenía hepatitis como habían dicho mi amigo y mi novio en el instituto. Finalmente llegamos a las grandes puertas de la cafetería, y lo primero que pude ver dentro fue la figura de Reita sentada en una mesa en compañía de su hermana; un escalofrío recorrió mi espina dorsal, e inmediatamente sentí como mi sistema nervioso se aceleraba… estaban muy cerca de la puerta, en una posición que les impedía vernos, y se podía notar que mantenían una acalorada discusión. Me quedé parado dudando si entrar o no, sujeto firmemente  de la mano de Aoi intentando darle conocer mis pensamientos.

-          El amor es poderoso hasta cierto punto, no te obstines con eso Reita – fue la primera frase que pude oír de los labios de Arimi en un tono duro hacia Akira – además quien habla es tu juventud y tu pasión, no puedes decir que eso es amor verdadero, es simplemente un romance – continuó dejándome helado con sus palabras. Podía sentir la tensión de Aoi a mi lado.

-          Puede que sea sólo un romance, pero es mí romance – espetó de inmediato Reita con tono severo recalcando la última frase – para mi él ahora es lo único que importa. Si tuviera que dar mi vida por Takanori, siento que lo haría. – mis manos comenzaron a temblar al oír eso, y la mirada de Aoi se clavó instantáneamente en mí.

-          Date cuenta de lo que estás diciendo Akira – di un paso atrás intentando no oír más. - ¿le tomas el peso a tus palabras?

-          ¡por supuesto que sí! –exclamó – sólo quiero ser feliz a su lado mientras pueda, y si no logro que él haga y conozca todo lo que desea, no dudaría en donarle mi propio corazón para que lo haga – sentí como se me desgarraba el pecho al escuchar hablar a Akira de morir… nada menos que morir, por permitirme vivir.

-          ¡deja de hablar tonterías Akira!, ¡eres más que consiente de que no tienes permitido hacer eso!

-          Lo sé, y aun así estoy dispuesto a  hacerlo… para que te hagas una idea de cuanto lo amo, o de cuan verdadero es mi “romance”. – sentenció

-          Te estás comportando como un idiota

-          No me importa… y quiero que te quede algo claro. Y de verdad que no me interesa si eres mi hermana y quieres protegerme… no quiero, ¿entiendes?, no quiero que saber que volviste a decirle cosas a Taka, porque no quiero que su lindo y puro mundo se vea manchado por tu existencia y por tus pensamientos arribistas.

Ya no podía seguir escuchando, las lágrimas querían salir y mis piernas poco a poco empezaban a flaquear… quise marcharme, pero sólo conseguí dar la vuelta antes de sentir que las piernas no me respondían. Aoi al verme a segundos de caer, me afirmó y abrazó fuertemente mientras acariciaba mis cabellos para darme a entender que él estaba conmigo, y que con él podía llorar todo lo que quisiera hasta sentirme desahogado.

-          Vámonos de aquí – dijo separándose un poco de mi – volvamos a la habitación, alguien puede verte – finalizó besandome la frente. Se volteó dándome la espalda y se arrodilló para que me acercara y montara su espalda. 

Me sentía… un creador de problemas. A pesar de que me lo habían dicho, nunca había escuchado de los labios de Reita cuál era su postura frente a la situación; nunca me dijo siquiera cuales eran sus deseos, y aquel día, en esa discusión descubrí que parecía no tener deseos ni sueños propios… sólo velaba por los míos, sin pensar ni un poco en él. Me hallaba confundido, y ya no sabía por qué lloraba; si por emoción al saber cuán importante era en la vida de Akira, por rabia al ver que las decisiones de Reita no eran apoyadas por quienes él más necesitaba, o si de pena… al darme cuenta de cuan negativo era el efecto que provocaba en la persona que más amaba, y al darme cuenta  de que ni él mismo estaba preocupado de sí, si no de mí.

¡¿Qué mierda era eso de dar la vida por Takanori?!, ¿realmente sería capaz de abandonar algo a mi vista, tan preciado por alguien como yo?... definitivamente, si en algún momento se daba aquella situación, no lo permitiría. Quería que él viviera, que si yo no alcanzaba a conocer algo, quería que él lo hiciera por mí; si no alcanzaba a cumplir un deseo, quería que ese deseo se convirtiera en  el suyo, y que él viviera para poder cumplirlo… en pocas palabras, quería seguir viviendo en él, me rehusaba a ser olvidado; mi mayor deseo era perdurar en su corazón, y que él viviera… que viviera y fuera capaz de conocerlo todo, sin ninguna restricción. Cuando llegamos a la habitación, me metí a la cama para quedarme en un prolongado letargo, siendo constantemente observado por Aoi, que me había guiado de vuelta sin entender del todo la situación.

-          ¿Qué fue todo eso? – inquirió refiriéndose a la conversación de Reita con Arimi.

-          … - permanecí en silencio sin levantar siquiera la mirada. ¿Qué debía hacer?

-          Taka – dijo malhumorado al notar que de mi ni una palabra salía - ¡respóndeme por una mierda!

-          ¿Qué no oíste? – dije saliendo de mi letargo con el ceño fruncido y la mirada clavada en sus ojos - ¡¿tanto te cuesta entender?! … ¡le estoy cagando la vida!, como a ti y como a todos. Estoy harto de esta mierda… mierda, mierda, es una enfermedad de mierda que me hace ser una mierda - el rostro de sorpresa de Aoi consiguió que notara el modo en el cual le hablaba - … lo siento – susurré sujetando mi cabeza con ambas manos y dejando que las lágrimas que tenía aprisionadas en mis ojos salieran para alivianar un poco el peso que en ese momento sentía encima.  Poco tardé en sentir como los brazos de Yuu me envolvían suavemente y como con una voz dulce susurraba a mi oído que no llorara.

-          ¿hay algo que no me hayas contado aún? – dijo cuándo me hallaba algo adormilado entre sus brazos  - …como por ejemplo, ¿Qué te dijo la hermana de Akira? – me tensé de inmediato y me reincorporé provocando que Aoi me soltara.

-          Prefiero no contártelo… no a ti – espeté cauteloso. Sabía que nada bueno saldría de contárselo a Aoi.

-          Vas a contármelo ahora – habló con un tono fuerte y amenazante – si no lo haces tú, iré y preguntaré a Reita o a Arimi que fue lo que pasó… y si descubro que fue algo grave y no me lo dijiste va a ser aun peor mi reacción a que si me lo dices tú.

-          … está bien – tenía razón, mejor de mi boca que de la de alguien más. – ese día antes del partido y de que yo ingresara aquí, Reita me llevó a su casa y ahí fue donde conocí a Arimi. Desde un comienzo ella no me recibió bien, y bueno… luego en un momento que tuvimos a solas se encargo de quitarme la duda de porqué le desagradaba tanto.

-          ¿Qué te dijo? – preguntó Aoi escuchándome atentamente.

-          Básicamente que era un egoísta…- comenté evaluando la expresión liada  de mi amigo. Estaba estático, era completamente visible que no comprendía lo que le decía.

-          …egoísta… egoist ¿ah? – balbuceo confundido

-          Por estar con Reita. Dijo que confundía mis sentimientos de amor con mi egoísmo, o sea, que no amaba Reita si no que no quería morir solo y no me importaba hacer sufrir a Reita con tal de conseguirlo… fue una mierda – dije cerrando los ojos para disipar la escena. Para cuando los abrí tenía a Aoi frente a mí con los ojos muy abiertos y levemente enrojecidos, clara señal de que estaba molesto.

-          ¡Es una hija de puta! – exclamó levantándose rápidamente de su asiento en dirección a la puerta.   

-          ¿¡A dónde vas!? – casi le grité asustado.

-          ¿A dónde voy? – dijo volviéndose a mi – voy a decirle una cuantas verdades a esa zorra maldita. ¿Te das cuenta de lo que provocó?, ¡casi mueres Taka!, ahora lo entiendo. No era posible que de la nada te haya dado un ataque, ella es responsable de esto y te lo tenías muy callado.

-          Y tu maldita reacción me da más y más razones para habérmelo guardado – dije ya de pié a un lado de la cama.

-          No tiene sentido… Reita también va a escucharme, porque él lo sabía y Byo se ha desvivido preguntando si tuviste algún tipo de problema antes del ataque. – habló tomando la manilla de la puerta dejándome helado.

-          ¡Akira no lo sabe!, ¡no se lo digas! – exclamé casi corriendo al lado de Aoi, lo que instantáneamente me hizo toser al impedir el paso del aire a mis pulmones. Me afirmé en los pies de la cama para no caer tras un repentino mareo.

-          ¡Taka! – exclamó Aoi asustado ya a mi lado – lo siento, perdón.

-          Arimi sólo le contó que discutimos. Pero no es tonta, no le ha contado porqué lo hicimos

 

Luego de eso Aoi desertó de la idea de hablar con Reita y Arimi, pero no sin antes hacerme prometer que se lo contaría a Byou y luego a Reita. Él comprendía que no quisiera crear problemas entre Reita y su hermana, pero tampoco podía guardar el secreto para siempre. “¿Qué pasa si algo así vuelve a ocurrir? Fue el argumento que me dio para que aceptara que tenía razón. Pero no tenía cabeza para pensar en eso. Las palabras de Reita daban una, dos, tres y mil vueltas más en mi cabeza. Comprendía cuanto me amaba, sabía que me amaba tanto o más que yo a él, pero aún así creía que no estaba teniendo una manera sana de pensar. Era algo que tendríamos que conversar, un pensamiento que debía derribar de su mente.

Los días seguían pasando y ya se acercaba la hora de salir de ese maldito hospital. Eso no quería decir que podría volver al instituto… aunque muriera de ganas no podría hasta algunas semanas más. Extrañaba de sobre manera poder ver las prácticas del futbol, poder bromear con Aoi en clases, ver a Reita todos los días, y reír a diario con todos mis amigos. Mi mundo estaba ahí.

Me sentía lleno de vida, lleno de energía, y lo único que deseaba era poder salir a gastarla de la manera en que quisiera. Algo había cambiado en mi forma de pensar después de oír a Reita. Y no iba a morir sin hacer todo lo que quisiera… ¿para qué vivir bajo tanto cuidado si al final el resultado será el mismo?, ¿no es mejor  vivir feliz mientras se pueda?

Notas finales:

¡Niñas lo siento tanto!, de verdad no imaginan cuanto. No tengo perdón ya que dejé de escribir primero porque estaba en pruebas finales del colegio y luego no seguí por mera flojera, lo siento :(

Bueno, les contaré que retomo el fic, pero aún así no puedo prometerles que actualice con frecuencia ya que estoy en mi último año de colegio (4° Medio) y debo sacarlo limpio para obtener un buen NEM y así tener mejor acceso al puntaje de PSU para entrar a la Universidad. Pero prometo hacer mi mejor esfuerzo para no abandonarlas por mucho tiempo.

Mil gracias por leerme, y mil gracias a los seguidores del fic que seguirán leyendo a pesar se saber que fui una irresponsable :(

Aprovecho de pasar el dato de que estoy escribiendo otro fic basado en una pelicula Francesa, abajito del dejo el link para que pasen a leerlo si gustan. El primer capitulo reconozco que no está muy interesante, pero les aseguro que a medida que avance le encontrarán todo el sentirdo a la historia :)

Bien, me despido.

Kona ♥

 

Juntos, Nada más

http://amor-yaoi.com/fanfic/viewstory.php?sid=65013


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).