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Confusión en mi corazón por yukimonik

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Notas del capitulo:

Hola!!!!!! Pues ahora sí, aquí está el final de esta historia, me dormí hasta la una de la mañana  con tal de terminarla y subirla hoy pues la había prometido. Espero que les guste.


LES DEDICO EL CAPITULO A TODAS AQUELLAS PERSONAS QUE SE HAN TOMADO EL TIEMPO DE DEJAR UN REVIEW, MUCHAS GRACIAS. Y Pido disculpas a quien  me envió un correo, el antivirus no me dejo abrirlo pero de todas formas gracias.

 

-¿Qué está pasando? ¿Le gusto? No puedes ser, ¿mi profesor me está diciendo que le gusto? Esto parece un sueño- Misaki no se atrevía a moverse de su lugar, de verdad pensaba que todo era producto de su mente y que si hacia algún movimiento la realidad lo envolvería y no quería, él deseaba seguir escuchando la  voz del mayor diciendo aquellas bellas palabras así que opto por quedarse quieto.

-Misaki eres una persona maravillosa, no sé lo que has hecho pero simplemente  no puedo apartarte de mis pensamientos

-

-Si puedes darme una oportunidad -dijo tomado las manos del ojiverde- te aseguro que no te arrepentirás- dijo el peligris sin apartar la vista del pequeño-

-

-Tal vez me he precipitado ni siquiera me detuve a pensar si mi niño ya tenía a alguien a quien querer

-

-Está bien Misaki –expresó el mayor soltando el agarre pero con una sonrisa sincera- no tienes que contestarme ahora, entiendo que mi propuesta es sorpresiva y que ya debes de tener a alguien en tu vida y probablemente esa persona también te quiera

-Eh?

-Pero… te advierto que soy muy persistente y que esa persona tendrá que hacer cosas excepcionales si quiere conservarte a su lado

-¿Qué está diciendo? ¿Acaso soy una cosa o qué? -Lo que acababa de escuchar lo molestaba y a la vez lo inquietaba y entusiasmaba-

-Eres realmente lindo Misaki incluso cuando pones esa cara de enfado –decía el mayor- Quizá se ha enojado al saber que pretendo separarlo de aquella persona a  la que quiere

-Usami sensei yo

-Oh disculpen la tardanza –escucharon una tercera voz, era Midori- aquí les traigo lo que ordenaron-

Coloco el café capuchino el cual era el favorito de Akihiko además de que su nana tenía una receta secreta para preparárselo-

-Huele delicioso, como siempre Midori-san

-Gracias Usagi-san, espero que te agrade pequeño –menciono la señora dirigiéndose hacia el ojiverde-

-S… si, gracias

-Les he traído unos cuantos bocadillos espero los disfruten

-Gracias de nuevo

-Me retiro –dijo la ancianita-

Una vez que Midori se fue, Akihiko procedió a tomar su café, mientras Misaki aun no acababa de salir de su shock. Podía ver como el mayor dirigía su mirada hacia la ventana del lado derecho, al parecer la lluvia había tomado mayor intensidad.

-Usami-sensei –El mayor volteo a verlo con una sonrisa- ¿Qué pasa?

-La verdad es que yo

Akihiko sentía que su corazón no soportaría un rechazo. Ese muchacho tenía que ser suyo, lo había decidido desde el momento en que sus miradas se encontraron, el día anterior, y ¿si el ojiesmeralda le decía que parara?, ¿que ya no quería verlo? ¿Qué haría?

-Ya te dije que no tienes que decir nada, en verdad, solo tienes que dejarte amar,  veras que llegara un momento en que no podrás estar alejado de mi –sonrió el mayor con picardía lo que hizo sonrojara a su acompañante-

Así paso el tiempo rápidamente para Akihiko, quien no quería separarse de su niño, y lentamente para el menor, ya que en realidad no sabía que decir ni que hacer, ese hombre simple y sencillamente despertaba emociones desconocidas para él, que en su vida hubiera imaginado que podría sentir, le parecía maravilloso el poder estar al lado de una persona como su profesor.

-¿Qué es este sentimiento? Acaso ¿lo quiero? ¿Sera posible querer a alguien de la noche a la mañana? ¿Por qué mi corazón late así?

Después de un rato en el que ninguno de los dos dijo una sola palabra el mayor considero que era ahora de retirarse por lo que pago la cuenta y se despidió de Midori.

Salieron del establecimiento y el menor pudo sentir como el frio llegaba nuevamente a su cuerpo, dentro del local hacia un clima tan agradable que se había olvidado por completo que no traía con que cubrirse, en cuanto el mayor se dio cuenta de esto se quito el suéter que traía.

-Póntelo –dijo más como una orden-

-Pero no es necesario

-Póntelo –menciono con una voz aun mas autoritaria, el menor se ruborizo de  nueva cuenta, es que en definitiva cuando el ojilila lo veía parecía que traspasaba toda barrera que existiera-

-Arigatou, el chico se coloco el suéter y obviamente le quedaba grande, hasta podía cubrir perfectamente sus manos pues las mangas se lo permitían

-Vamos, te llevare a tu casa

-No es necesario, puedo tomar el autobús –se apresuro a decir el chico-

-¿Te molesta?

-Nooo!!! Es solo que no quiero causarle molestias al hacer que se desvíe de su camino –dijo agachando la cabeza-

-Ese es mi problema –susurro el mayor en el oído del pequeño, enseguida tomo la mano del menor sin que este se lo esperara y lo condujo rápidamente al automóvil donde le abrió la puerta del copiloto y fue hacia el otro lado para tomar su lugar y dirigirse hacia el hogar del castaño-

Después de 5 minutos en los que ninguno decía nada, Misaki por que estaba demasiado nervioso por estar nuevamente sentado a unos cuantos centímetros de su profesor y el mayor porque quería alargar el momento todo lo que fuera posible, pero un pensamiento no dejaba de rondar por su cabeza

-Lo más seguro es que no quería que lo llevara porque alguien nos puede ver, incluso la persona con la que está saliendo, aunque… eso sería perfecto, para mi claro –esbozando una sonrisa-

Pero sabía que no podía seguir a la deriva por lo que decidió formular aquella pregunta

-Misaki

-¿Si?

-Me vas a decir dónde vives o… ¿tal vez quieres que vayamos a otro lugar? –Dijo en un tono seductor-

-Eh? –Hasta ese momento el castaño se dio cuenta que no le había dado su dirección y pues obviamente Akihiko podía ser todo lo sexy y maravilloso que quisiera pero no era adivino- Ah!! Perdón –dijo bastante sonrojado- mmm… déjeme ver, ah! sí tiene que doblar a la derecha en el próximo semáforo, yo le voy indicando

-De acuerdo

La lluvia parecía que no pararía en lo que restaba del día, era uno de esos “diluvios chiquitos”

-Así que… ¿aquí vives? Pregunto el profesor viendo el edificio frente al que se había detenido por las indicaciones del castaño

-Si –dijo el chico tratando de quitarse el cinturón de seguridad pero dado los nervios que traía se le estaba dificultando la tarea

-Haber deja te ayudo –El peligris se acerco al más chico y procedió a ayudarlo, pero esta acción puso todavía más nervioso al castaño pues en el proceso sus manos habían vuelto a rosarse

-Gr… gracias

-mmm… Supongo que es hora de que subas a tu casa, tu familia debe estar preguntándose donde estas

-Ah! no, yo vivo solo

-Eh?

-Mis padres… murieron cuando yo tenía ocho años. Hasta hace poco vivía con mi hermano mayor pero él se caso y decidí que era hora de independizarme, así que por eso vivo solo

Esa confesión sí que lo había dejado sorprendido, aquel chico era un muchacho feliz a todas luces, nunca se hubiera imaginado que había perdido a sus padres a una edad tan temprana, lo que despertaba aun más su instinto protector.

-Lo siento –atino a decir el profesor-

-Ah!! No se preocupe, ya pasaron muchos años de eso y ya lo he superado –contesto con una sonrisa dibujada en su rostro-

-

-

-Bueno aun así, ya es tarde y no quiero que te enfermes por andar en la calle así que será mejor que subas

-Eh? ¿Se irá así? –Pregunto el castaño-

-¿Así? ¿A que se referirá?

Cuando el castaño noto el doble sentido que podría tener su pregunta se apresuro en agregar

-Es que… bueno está lloviendo muy fuerte, podría tener un accidente, ya sabe el pavimento resbaladizo y eso

-¿Acaso te importaría?

-Claro que si –contesto inmediatamente el menor- bueno, usted es mi profesor-

-Ah!!! Solo eso eh?

-Bueno… eh…. yo

-¿Y qué sugieres?

-¿Le gustaría… subir a mi departamento? –Pregunto tímidamente y rojo a más no poder el pequeño-

Eso sí que no se lo esperaba… Misaki, SU Misaki quería que se quedara con él

-Cálmate Akihiko, el solo lo está diciendo por cortesía

-¿No quiere? –Cuestiono el menor cuando no escucho alguna respuesta de su acompañante-

-¿No te causaría problemas con alguien?

-Claro que no, vamos –contesto de forma natural-

-De acuerdo

Ambos bajaron apresuradamente del auto y se encaminaron al portal de la entrada donde el chico saco sus llaves y rápidamente ingresaron al edificio. Misaki tomo las escaleras mientras el mayor le seguía. Vivía tan solo en el segundo piso a sí que no tardaron nada en llegar a la puerta del moreno, abrió y de inmediato le cedió el paso a su invitado quien entro sin chistar.

Akihiko podía percibir el aroma del pequeño por todas partes, esa esencia que había ansiado la noche anterior. A pesar de ser un lugar pequeño, para su gusto, era bastante acogedor, de alguna manera lo hacía sentir bien.

-Eh? ¿Quiere un café o tal vez un té? –pregunto el chico

-Un té por favor

-Enseguida –El menor se dirigió a la cocina donde rápidamente puso la tetera con un poco de agua, decidió quedarse ahí a esperar a que se calentara, la verdad es que no quería estar de nuevo con el mayor, su presencia solo hacía que sus hormonas se inquietaran y eso no era bueno o por lo menos eso creía. Se dio cuenta de que el suéter del mayor era bastante abrigador, llevo lentamente la manga derecha hasta su nariz y aspiro la deliciosa fragancia de su profesor.

Cuando el agua se hubo calentado no le quedo más remedio que regresar a donde su invitado, acomodo algunas galletas en un plato y regresos a la sala donde el peligris ya había tomado asiento y parecía estar muy cómodo.

-Eh? Usami-sensei aquí está el té –acomodando todo en la pequeña mesita del centro-

-mmm… Sabes Misaki? Empieza a molestarme un poco que te sigas dirigiendo a mí como Usami-sensei, ya te había dicho que no me llamaras así

-Ah! es verdad –se sonrojo el menor-

-¿Entonces como quiere que le diga?

-Quieres –corrigió el mayor-

-¿Cómo quieres que te diga?

-mmm… Usagi estaría bien para mí

-Eh? Usa… Usagi? ¿Cómo le dijo, perdón, como te dijo tu nana?

-Así es como dejo que me llamen las personas que aprecio de verdad… -dijo el mayor de forma sencilla- aunque debo decir que por ti siento algo mucho más fuerte que “aprecio” -El menor no supo que contestar, ¿se estaba declarando?, ¿de nuevo?-

-Yo…

-Perdón otra vez te he puesto en un aprieto, en verdad no quiero incomodarte será mejor que me vaya –se apresuro en agregar el mayor en cuanto vio lo nervioso que se había puesto su anfitrión- Además no quiero causarte problemas con nadie

-Eh?

-Me voy

-Espera… sens… Usagi-san… yo –dijo tomando la mano del mayor- tengo que aclararte algo –dijo el chico dubitativo-

-Eh?

-La verdad es que yo… no… estoy saliendo con… nadie –explico tan rojo como un tomate y desviando la mirada. Esta revelación hizo que la cara del mayor se iluminara de inmediato, las últimas horas se la había pasado maldiciendo a un ser imaginario y ahora venía a enterarse de que el corazón de ese pequeño niño estaba ahí… solo… esperando que alguien llegara a ocuparlo, mayor dicha no podía existir-

-Misaki, -tomando la barbilla del menor para que lo volteara a ver- no sabes lo feliz que me haces.

El menor por otra parte no sabía qué hacer, no quería ver a los ojos a su profesor, así que los cerro fuertemente, sentía que aquellos ojos de hermoso color lila eran capaces de  escudriñar los más profundos secretos de su corazón y eso lo atemorizaba pues creía que si se cedía en este momento seria como ceder su vida entera… abandonarse por completo a una persona que había conocido apenas el día anterior.

-Mírame Misaki –pronuncio el mayor en un tono dulce- tienes unos ojos hermosos no me niegues el placer de verlos

Ya no pudo mas, su deseo era como una orden para el muchacho, había perdido y lo tenía que reconocer así que abrió lentamente sus hermosos ojos.

-Tal vez –prosiguió el mayor- pienses que es muy pronto pero si no te hago esta pregunta probablemente voy a volverme loco

-

-¿Quieres ser mi novio?

-Eh? –el chico ahora abrió los ojos a más no poder, ¿había escuchado bien?

-No digas eh? –dijo esto último imitando al castaño- mejor di que si… o es que ¿acaso no sientes nada por mi?

-Yo…

-

-

-

-¿Por qué las palabras no salen de mi boca? Ah!! Es que es tan vergonzoso, no puedo, me da pena, no, no ¡vamos Misaki! Se hombre

El mayor al no escuchar respuesta cayó en cuenta de que estaba presionado al muchacho; tal vez debería darle más tiempo, a fin de cuentas el castaño ya era suyo y no dejaría que nada ni nadie lo apartara de su lado; ahora sólo tenía ser paciente, sin embargo no podía evitar sentirse afligido, por un momento llego a pensar que Misaki sentía la misma exaltación y necesidad de estar con él.

El más chico de inmediato noto el cambio en la expresión del mayor, ¿era acaso tristeza lo que reflejaba el rostro del peligris?

-¿Se puso así por mi? No, no puedo permitirlo

Su cuerpo también se había dado por vencido, no, más bien eran esos deseos ocultos que el mayor se había encargado de descifrar con su mirada los que al fin habían hecho acto de presencia. Aprovechando el agarre que aun mantenía el mayor de su barbilla rodeo con ambas manos el cuello del ojilila mientras acercaba lentamente su rostro al de su profesor.

Akihiko estaba atónito, Misaki, SU NIÑO, había tomado la iniciativa y lo estaba besando, pero una vez repuesto de la sorpresa decidió que no se iba a dejar manejar, al menos por esta vez, decidido rodeo con sus fuertes brazos la cintura del menor para de esta forma acercarlo más a su cuerpo y profundizara aquel beso.

Aprovechando la inexperiencia que mostraba el castaño en el arte de besar consiguió sin mucho esfuerzo que su lengua ingresara aquella tibia cavidad, deleitándose con el suave sabor vainilla, seguramente los bocadillos que les había dado Midori eran los culpables de este delicioso sabor en la boca del más joven.

Poco a poco aquel beso que había iniciado el menor fue tornándose demandante; el chico solo se dejaba llevar por sus instintos, dejaba que el mayor hiciera con él lo que quisiera, sencillamente no podía pensar en nada, su mente se había quedado en blanco, si por él fuera habría pasado así una eternidad. Pero lamentablemente sus pulmones no opinaban lo mismo así que con mucho esfuerzo tuvo que romper aquel contacto con el peligris y de esta forma brindarle a su organismo aquello que anhelaba.

El mayor mientras tanto estaba rebosante de felicidad, aquel beso había sido el mejor de su vida y quería más… mucho más.

-Misaki, ¿puedo considera eso un sí? –Cuestiono el mayor-

El menor que tenía la cabeza gacha y estaba con las mejillas coloradas solo pudo atinar a dar un leve cabeceo respondiendo a la pregunta de forma afirmativamente.

-Que feliz soy –susurro el mayor al tiempo que abrazaba al ojiesmeralda nuevamente y acomodaba su rostro en la curvatura del cuello de su ahora novio- Te amo Misaki

-Eh?

-¿No crees que es muy pronto para decir eso? –pregunto el menor un tanto desconcertado por tan sorpresiva declaración pero correspondiendo firmemente al abrazo.

-Sólo digo lo que mi corazón esta gritando

-

-Creo… que también te amo Usagi-san.

-Y muy pronto lo confirmaras.

 

FIN

 

 

Notas finales:

¿Qué les pareció? Excelente, muy bueno, bueno, malo, pésimo, no vuelvas a escribir? Je  Estoy abierta a cualquier crítica sea buena o mala.


Alguien se preguntara ¿Por qué no pusiste lemon? Por dos razones: la primera es porque no quería forzar las cosas, digo a penas llevan dos días de conocerse y como que no se me hacía muy apropiado que se acostaran ja, pero eso ya está a critica de cada quien y la segunda es porque aun practico mi escritura de estas escenas, la verdad es que me cuesta trabajo así que no quería arruinar el final con un mal lemon.


Bueno espero que se tomen el tiempo para comentar aunque sea pongan alguna de las opciones que di antes je


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