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Por Amarte Así por Evan_Lylu

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Notas del fanfic:

Bien, aqui les traigo un fic mas. Como explicarlo, no se si les valla a agradar el contexto del fic. Espero que lo entiendan. Despues de todo tendra todo lo que les gusta en una historia HANARU. Pero tambien mucha promiscuidad.

Todo salio, cuando me encontre con un viejo amigo, y me lleve una sorpresa al ver que ya no era el mismo. Pero cada quien lo suyo.

lo discuti con algunas personas y creio que si no les gusta, lo quitare jajajajaja. pero aqui lo tienen.

Y lo importante: Los peronajes de slam dunk no me perteneces, y solo los tomare prestados para este fic, sin fines de lucro.

Notas del capitulo:

No hay mucho que decir, solo lean... ah, pero no olviden dejar sus comentarios.

Caminaba por las calles de kanagawa con la pereza marcando su rostro, era sábado y no tenía nada que hacer, había caminado toda la tarde sin encontrar nada productivo o entretenido, sus amigos se encontraban inmersos en esos momento en sus trabajos. Los chicos habían conseguido una manera de ganar dinero.

 

El tenia sus gastos pagados ya que aunque sus padres ya no se encontraban con el, su tutor se encargaba de darle una suma de dinero cada semana por lo que de gastos no se preocupaba.

 

En fin, que ya era tarde y seguía aburrido, lo mejor era ir a casa y recostarse para el día siguiente seguir buscando que hacer, las practicas con el equipo las habían cancelado dándoles tiempo para despejarse antes de un nuevo partido.

 

Dio un paso mas pateando una piedra cuando vio al frente a Rukawa, este caminaba apurado. Portaba unos jens ajustados, una playera azul sport y tenis, traía al hombro una mochila y se notaba mas despierto que nunca. Se detuvo y lo vio meterse en un callejón junto a un lugar que remarcaba un letrero con el nombre de "flor de cerezos".

 

- "¡¡Sorpresa!!" - fue lo primero que paso por su mente - ¿Que demonios hace el zorro en un lugar así?!

 

Era fácil, si suponemos que como todos también tenia una vida y seguramente tenia sus motivos para salir a la calle como todos los jóvenes en un fin de semanas, además de que era libre también de divertirse de la forma en que mejor le pareciera. Pero si que era extraño que un chico de 16 frecuentara esos lugares, más si eres conocido como un ser dormilón y perezoso, que amaba el baloncesto más que a su propia vida, ya era extraño que anduviera en la calle a esas horas de la noche en un callejón como ese y no en una cancha practicando. Por lo que decidió que había encontrado el motivo indicado para distraerse un rato.

 

Se acerco apresurado al edificio, abrió la puerta y se topo en el interior con un hombre fortachón que lo miro de pie a cabeza.

 

- Se te perdió algo? - le pregunto serio viéndolo a los ojos.

 

Hanamichi lo miro de la misma forma y sin tomarle mucha importancia dio un paso para seguir a dentro.

 

- Necesitas pagar para entrar... - dijo el tipo extendiendo su mano con un sonrisa torcida.

- Hanamichi apretó la quijada, esperaba que cobraran pero aun no sabia por que debía pagar, aun así saco la billetera y pregunto - ¿Cuánto?

- Dependiendo lo que busques?  - dijo sin disimular viendo la billetera con ojos brillantes.

- ¿Qué puedo encontrar? - pregunto serio apartando de la vista del tipo su billetera.

- Si es simple compañía, serán 100 yens, si quieres algo mas lo arreglaras con quien escojas.

- Hanamichi no comprendió mucho a lo que se refería e imagino que era algo como un espectáculo, tal vez un teatro o algo por el estilo, así que extendió los 100 yens e ingreso al lugar, había pocas personas, la mayoría hombres mayores, había una barra y vistosas meseras con cortos kimonos. Había un escenario por lo que reafirmo su idea de que abría un show. - valla, no sabia que hubiera un lugar como este en Kanagawa... deberé decirle a los chicos, claro, si me gusta el espectáculo.

 

Se acerco a la barra y pidió una soda, el barman levanto una ceja pero aun así se la paso junto con un vaso de cristal con hielos. Hana se sirvió su soda y regreso la mirada a las mesas, había hombres charlando con hermosas mujeres que vestían el atuendo tradicional de kimonos, se encontraban en mesas largas y sentados en cojines sobre el suelo. Las mujeres hablan recatadamente, había poca iluminación, y una música aburrida para su gusto, hablan en susurros, decidió esperar el show pero este no parecía importarle a los presentes.

 

Pasaron unos minutos en los que de sorbo en sorbo se tomaba su soda, cuando el sonido de un metal se escucho. Las luces iluminaron la tarima que era en forma de L, y un sonido de cuerdas musicales inundo el lugar, de entre las cortinas salió una mujer muy alta, portando como todas un kimono ajustado pero mas llamativo, llevaba esas tradicionales sandalias de madera que se veía muy incómodas, su cabello negro estaba atado en un moño flojo dejando caer por su rostro algunos cabellos lacios, su rostro estaba maquillado de blanco pero se notaba que aun así la piel de la joven era pálida, sus labios estaban pintados de un rojo muy tentados y sus ojos fijos y fríos delineados de negro, en sus manos llevaba un par de abanicos blancos, tenia mangas largas y con forme a la música comenzó a abrir los abanicos deleitando sus ojos con una agradable danza.

 

Tenía vagos recuerdo de haber escuchado hablar de esa danza en historia, mas no le puso importancia, solo la observo embelesado con sus movimientos, eran tan seductores que todos los presentes tenían la atención puesta en ella, "arte" esos movimientos artísticos lo envolvían.

 

Fueron 30 minutos los que pasaron cuando las luces volvieron a ser tenues y distribuidas por todo el local.

 

- Es sensual, no? - pregunto una voz tras el.

- Se giro para ver que se trataba del barman - Disculpa...?

- Es una geisha muy asediada... te puedo decir que es la mas cara. Muchos vienes a verle y contratan sus servicios, desde que esta aquí este local se ha hecho de fama.

- Como... como se llama? - pregunto nervioso y algo sonrojado, en verdad era hermosa.

- Le dicen yūwaku (tentación), bajara en unos minutos... - el hombre miro al frente al ver que algunos hombres se levantaban - Mejor dicho ahí le tienes...

 

Hanamichi se giro para ver como era asediada por los clientes, y elegantemente se dejaba guiar por algunos a las pequeñas mesas largas, se sentaba sobre sus talones y pegaba los dedos de sus manos en el suelo de forma sumisa.

 

- Es alta... - susurro asombrado, y recordó el por que estaba ahí, su mirada estaba puesta en la mujer cuando sus miradas conectaron por breves instantes y como si una corriente eléctrica pasara por su cuerpo se giro impactado hacia el barman.

- Estas pálido... ¿Sucede algo?

- Dame lo mas fuerte que tengas - dijo aun asombrado por lo que su cerebro reconoció al ver esos ojos azules.

 

El barman sonrió y le extendió el trago que pidió, Hanamichi se lo tomo de golpe y aun así no cavia en el asombro de descubrir de quienes era esa mirada tan fría. Era imposible, se dijo pidiendo otro trago más, cuando vio que no ejecutaban su pedido vio al barman a los ojos y este solo giro para seguir con sus cosas.

 

- Ey! Que te eh pedido otro trago...! ¡Lo pagare!! - grito

- Como siempre llamando la atención, Do'aho.

 

Un frio intenso recorrió su columna vertebral, y casi petrificado se giro para toparse con esa alta mujer.

 

- Kit-kit- kitzune!!? - casi grito perturbado.

 

Y de inmediato tubo a dos hombre fortachones a los lados, la geisha extendió su mano y tomo la del pelirrojo calmando a los guardias.

 

- Tranquilos... es mi invitado - dijo con una voz que desconocía el pelirrojo aun asombrado con lo que sus ojos veían - Ven conmigo - dijo jalándolo con el.

- Hanamichi camino como autómata y fue dirigido a una puerta, ahí se encontraba un hombre vestido con un traje negro. Hanamichi sintió una mano en su costado y vio como la geisha sacaba su billetera, iba a gritar nuevamente molesto pero se quedo callado cuando esta se pego a su cuerpo mostrándole la billetera al tipo.

- Tomaremos un privado - susurro con voz delgada y relajante.

 

El tipo le extendió una llave dorada y entonces caminaron por un largo pasillo tras unas puertas de tatami, ya solos Hanamichi reacciono y le arrebato la billetera.

 

- DAME ESO ZORRO TAIMADO!!! - grito molesto.

- No pensaba robarla idiota!! - esta vez si reconoció esa voz perezosa - Que haces aquí!!? - le espeto pegándolo contra la pared de forma nada femenina.

- Estas disfrazado de mujer Kitzune!! - grito alarmado con los ojos abierto de la impresión.

- Esa no fue mi pregunta!! - gruño entre dientes, pero al ver que el pelirrojo no decía nada lo volvió a jalar por el pasillo y detenerse ante una de las puertas, tomo la llave y entro jalando al pelirrojo de la playera para cerrar tras el - Habla!

- Es increíble... eres una geisha... ¡¡una prostituta...!!

- Do'aho... soy una dama de compañía... por si no lo has notado...

- No es verdad, damas son las de abajo... tu me has traído a una habitación.

- QUE DEMONIOS HACES AQUÍ!!? - grito ya un poco molesto, pero entonces se relajo y dejando aun lado las sandalias de madera camino hasta el futon sentándose sobre sus talones. - Ya, ¿eres de los que les gustan estos servicios? - Sonrió de lado dejándose caer de espaldas - Seguro que no esperabas encontrarme aquí. ¿Quién te recomendó este lugar? - pregunto flexionando las piernas colocando los talones sobre el futon y viendo el techo algo perdido.

- QUE PIENSAS QUE SOY, MALDITO PERVERTIDO...!!  - grito Hanamichi ofendido y Kaede sonrió de lado - solo caminaba por aquí y me tope contigo, te vi entrar aquí. Creí que era un simple teatro.

- Torpe... - Se levanto viéndolo de pie a cabeza y entonces sonrió - Y como entraste?

- Por la puerta - dijo simple viendo lo mucho que cambiaba con ese vestuario, se veía tentador, tal como el  nombre que le daban.

- Idiota, como entraste si eres menor de edad...? - dijo algo extrañado por la mirada que le dirigía - este lugar es para adultos y personas con dinero. - hizo un ademan con los dedos.

- Ah...!! page en la entrada y me dejaron ingresar... - Hanamichi curioso y burlón al mismo tiempo se acerco al futon y gateando se quedo frente a el, observándolo como si fuera la cosa mas maravillosa y extraña del mundo - Y... ¿Qué es todo esto?

 - Kaede suspiro derrotado, Hanamichi parecía un niño curioso, por lo que molesto le aparto la mirada disimulando un poco su desconcierto, para luego extender sus pies que portaban unos calcetines blanco los cuales quedaron entre los brazos de Hanamichi tocando sus piernas - es simple entretenimiento... viste lo que hice en el honhanamichi (escenario donde bailan las geishas) vio a Hana y bufando agrego - En la tarima con forma de L, mi espectáculo es de baile, vamos que no creo que seas tan estúpido para no saber lo que es una geisha, y el arte que realiza.

- Se lo que hace... pero no el por que tan fácilmente me has traído a una habitación. Acaso también te... prostituyes...? - pregunto incrédulo sin darse cuenta en la posición en la que estaban, el tenia sus manos sobre el futon y a ambos costados de Kaede.

- le vio serio pero no molesto y respondió quedamente - Solo si así lo quieren? - le era algo vergonzoso que ese metiche se enterara de su profesión - ¿Pero lo hago por necesidad?

- Desde cuando? - pregunto quedando de rodillas asombrado.

- Desde que estoy en preparatoria... tengo un año en esto... - encogió sus piernas de costado, el Kimono le quitaba soltura - solo se puede ingresar después de secundaria. Total que de algo debo vivir y aquí me pagan muy bien por lo que hago.

- Como puedes decirlo así de fácil... zorrito - levantándose se cruza de brazos - ¿y que dicen tus padres?

- Que pueden decir... ellos no saben nada... - encogió sus piernas junto a su pecho viéndolo serio - y espero que tu no sea un bocón como para decir algo en la preparatoria! - en esa posición se levanto del futon amenazante.

- Tranquilo, no diré nada - le vio levantarse - pero... - le vio que se acercaba a su lado quedando frente a frente.

- Que...? Quieres que te haga callar? - Levanto la mano en puño, pero luego sonriendo se acerco mas a él intimidante - aunque tengo medio bastante buenos para hacerte callar - susurro junto a su rostro tocando con sus manos finas su pecho de manera sugerentemente.

 

Hanamichi retrocedió sonrojado y casi corrió hacia la puerta ante la risa burlona del moreno.

 

- Serias capas?!! - pregunto todo rojo.

- jajaja - sonrió cubriendo su boca - Solo si quieres, pero debes pagar por ello... - entonces tocaron a la puerta - Adelante... - hablo con delicadeza.

- Disculpe - ingreso una niña de unos 13 años también vistiendo kimono - Miko me manda a decirle que Hiromishi-sama se encuentra abajo. - termino de decir sin levantar el rostro.

- Ahora bajo - dijo serio y algo tenso, Hanamichi le miro y pareció ver desilusión en su semblante.

 

La joven se despidió y salió cerrando la puerta.

 

Kaede se acerco a tomar sus sandalias de madera y colocárselas. Luego se coloco firme dándole la espalda al pelirrojo, el silencio era tenso, Hanamichi solo podía ver esa tentadora espalda descubierta por el escote.

 

- Quien es ese tal Hiromishi-sama? - pregunto curioso.

- Mi danna... (Apoderado) - susurro triste - Te pido que no digas nada de esto a nadie... Sakuragi, prometo recompensarte. - Abrió la puerta y le regreso a ver - Sal por la puerta de atrás, diles que eres amigo de  yūwaku y que solo venias a dejar un encargo.

- Pero...

- Así no te cobraran cuando salgas... - dijo retirándose y cerrando tras el.

 

Minutos después Hanamichi salió por la puerta trasera del local y  ahí dijo lo que Kaede dijo que dijera y sin problemas lo dejaron salir sin pedirle dinero.

 

Se retiro a su casa pensando aun en lo que había visto, no podía creer que el zorrito fuera una geisha, pero no estaba soñando y el poco alcohol que había consumido no era el suficiente para divagar. Todo cambiaria el sentido de las cosas como las conocía ahora.

 

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Notas finales:

DEJEN SuS COMENTARIOS...

bye.


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