Tenía en la boca un extraño sabor a sangre, y era muy extraño, se incorporó y vio que estaba en una cama, se asustó, pues estaba solo.
¿Donde estaba Kumo? Se levantó de la cama y buscó desesperadamente una puerta, al hallarla y atrabesarla, se vio en la sala de la noche anterior, donde por la ventana veía la luz de la luna entrar, asi como los relampajos y la lluvia salpicando los cristales.
Kumo estaba sentado tranquilamente en un sofá, apoyando la cabeza en el respaldo, tenía los ojos cerrados, tal vez estaba dormido.
Se le hacerca silenciosamente observado por todos los vampiros, le acaricia el rostro y susurra, intentando contener lagrimas:
- ¿Kumo?
Este abre sus preciosos ojos despacio, enfocando al moreno y sonrriendole le dice:
- Buenas noches.
Mori se le abraza, dejando salir su llanto, Kumo se preocupó, pero el chico de largos cabellos dice:
- Perdoname...
- Y dime... ¿Que hay que perdonar?- Kumo riendo y acariciandole.
Mori se tranquiliza y abrazando el cuello de su mejor amigo y hermano dice:
- Soy lo que soy y no puedo evitarlo, tu eres lo que eres y todo se lia. Ya no se que pensar, ¿Deveríamos separarnos?
Kumo se queda callado, no quería contestar a eso, pero luego dice, casi como si estuviese enfadado.
- Vuelve a hacerte esa pregunta y te arrancaré el corazón con mis propias manos.
Apartó el cuerpo de Mori de si y levantandose del sillón salió por la puerta dando un portazo, Mori se levanta, aun sin mirar a nadie, mira a su alrrededor, sentado en un sillón estaba Hisahide.
Le miró a los ojos y dice, casi sin voz:
- Devuelme el colgante.
- Eres un vampiro, ¿Que hay de malo en ello?
Dijo este ignorandolo y mirando por la ventana, Mori suspiró y entró de nuevo en la habitación.
Kumo estaba fuera de la sala, paseando de un lado a otro, Sachi lo miraba algo extrañada mientras portaba en sus brazos un gatito de color gris, acariciandolo dice:
- Kumo... estas poniendome nerviosa.
- La culpa es de ese idiota... ¡¡Como puede decir cosas así!!
Otros ojos miraban al impaciente moreno, unos de naturaleza extraña.
- Kumo...
Este se volte ante ese llamado, Reno lo miraba desde la base de las escaleras, Kumo sonrríe y dice:
- ¿Si?
- Relajate, te va a explotar el corazón.
Dijo despreocupadamente, pero entonces en un grito, la voz de Hisahide llama al pelirrojo, que camina hasta la puerta del gran salón, pasando junto a Kumo, acariciandole el cabello.
Kumo sonrrío ante la caricia, Sachi dice:
- Sabes que no vamos a estar aqui para siempre.
- Lo se.- Kumo, saliendo por la puerta principal.
Fuera la lluvia le heló pronto la piel y le empapó sus ropas, pero necesitaba sentir el frio para despejarse la cabeza.
Mori estaba en la habitacion, sentado en la cama, conteniendo sus lagrimas, pero entonces Hisahide entra cerrando la puerta y dice:
- Mori... escuchame, te prometo que te lo devolveré, pero, solo... espera un poco, intenta contenerte sin necesitar eso.
Mori le mira y asiente levemente, luego dice:
- Gracias. pero si no tienes pensado ayudarnos, nos iremos pronto. Gracias por tu hospitalidad.
- Veras, acabo de regañar a Reno, a pasado algo entre Kumo y él.
- ¿Se han peleado? -Mori algo preocupado.
- No exactamente, yo, lo he comentado con Reno, pero Kumo, no se que pensará él, tal vez sea bueno que él mismo te lo cuente.
Hisahide se sentó en una silla y miró al vampiro moreno, este dice:
- ¿Es tu cuarto? Puedo ir a otro sitio.
- Solo si tu quieres, hay espacio para los dos.
Mori se levantó de la cama, acariciando el cabello del vampiro mayor, luego salió del caurto, al salir a la sala, vio como Reno asomaba medio cuerpo por la ventana y gritab:
- ¡No seas idiota, entra o te vas a morir de una pulmonía!
Mori se asoma a otra ventana, viendo como Kumo estaba sentado sobre el capó de un Rolls Royce, Mori se acerca a Reno, le aparta y dice:
- ¡¿De que vas idiota? Entra si no quieres que me enfade!
De repente, Kumo miró a las ventanas de donde procedían los gritos, sacudió un brazo y Mori tuvo que esquivar una aguja de color plateado que se incrustó en el marco de la ventana, mira al caza-vampiros y le dice:
- ¡¡¿Te has vuelto loco? Casi me das!!
- ¡¡¡ESO INTENTABA!!!
Gritó Kumo bajando del coche, entró en la casa, dirigueindose a la sala, al entrar ignoró a todos, cogió su aguja y la guardó en su cinto, mira a Mori y dice:
- Mi vida y la de Sachi estan donde tu vayas, nosotros vamos a morirnos, lo menos que podías hacer es disfrutarlo meintras dure.
Kumo estaba completamente empapado y la alfombra empezaba a correr la misma suerte, Reno se rie bajito, Kumo le mira y dice:
- ¿Que te hace tanta gracia a ti?
Este niega y dice:
- Pareces un chachorro furioso y mojado.
- ¡¡IDIOTA!!
Gritó enfureciendose de nuevo, uno de los vampirós dice:
- Vaya, extraño que Reno haga bromas, y más raro, este humano se exalta muy facilmente.
Otros tambien comentaron hacerca de eso y rieron, Kumo se sienta derrotado sobre el sofá tras intentar ensartar al vampiro de cabello rojo, que terminó colgando del techo.
- Me rindo, estoy demasiado agotado y falto de...
Ahí se calló, Reno aterrizó de nuevo en el suelo, le miraba algo preocupado, Mori miró a los dos de forma alternativa.
- Kumo... ¿No será que?-Mori.
Este le mira y dice:
- ¿Que? Tanto ruido hice.
Reno se puso rojo al instante, uno de los vampiros ríe a carcajadas y dice:
- ¡¡Mas de uno se tuvo que contener las ganas de ir a preguntar si podíamos participar!!
Todos ríen, Mori incluido, Reno estaba muy avergonzado, Kumo solo suspiró y dice:
- Oye, oye, vale ya ¿No? A Reno no le agrada que hagais un chiste de algo así.
Todos callaron poco a poco, Mori se acerca a Kumo y dice:
- Si que te ves un poco palido, dejame ver.
Mori hechó un vistazo a la mordedura del cuello de Kumo, la mas reciente, estaba algo morado y rojo, luego suspira y dice, mirando a Reno.
- Pódias haber tenido algo de cuidado.
- Fue el quien me instó.
Dijo Reno en bajito, Kumo ríe y dice:
- Bueno... no soy una dama, ya te lo dije.
Y miró a Reno de nuevo con esos ojos que lo cautivaron pro primera vez, aquellos que le dejaron sediento a pesar de haberse alimentado hacía unos minutos, Reno suspira y le dice:
- Que no me mires así.
- ¿Tanto te provoca?
Reno ni siquiera respondió, permanecó callado, hablar solo lo empeoraría todo. Sus ojos rojos ya tiritaban de sed, las pupilas dilatadas, se mordió el labio aguantandose, incluso se hizo sangre con sus colmillos, el olor de la palpitante sangre de Kumo le trastornaba.
Sintió unos brazos rodearle, suspiro relajandose, Kumo le susurra:
- ¿Estas mejor?
- Si, claro.
Le palmeó la mano y sonrrió. Mori sonrrió tambien, algo contento. Luego dice:
- Kumo, sabes que no vamos a estar aqui eternamente.
- Lo se, Sachi tambien me lo ha recordado.
Dijo Kumo, Reno suspiró, conteniendo una emocion que nadie vio, y luego, apartando de si los brazos de Kumo le encara, le mira la herida del cuello y le dice:
- Ponte hielo.
Luego se marchó, Kumo estaba más que serio siguiendo con la mirada la estela del pelirrojo, algo mojado tambien por averse asomado a la ventana.
Mira a Mori, este suspira, luego dice:
- No era necesario recordarlo de nuevo.
- Lo sieto.
- Reno es mas sensible de lo que parece a simple vista.- Kumo.
Y le siguió mirando a todos, retandoles con los ojos del asesino de sangijuelas que era. Mori los mira a todos y dice:
- Es raro que Kumo se encariñe con uno de vosotros, no le caemos relativamente bien.
- Es más raro que Reno se preocupe por cualquiera, conociendole bien, es un desgraciado idiota.
Dijo Hisa desde la puerta de su cuarto, luego mira a todos y dice:
- Iros a otro lugar, ahora.
Todos le obedecieron, Mori se sienta en el sillo y dice:
- ¿Me devolveras eso que es mio? Nos iremos encuanto podamos.
- Solo te lo devolveré con una condición...
Hisa se acercó a Mori, se sentó a su lado, Mori lo encaró, Hisa acaricia el rostro de Mori, y acercando el suyo le mira directamente a los ojos, Mori estaba algo anonadado y respiraba algo entrecortadamente, así que acerca sus labios a los del otro, pegando los unos con los otros, se separó levemente, lamiendole los labios para susurrarle.
- Quedate conmigo...
Mori le tomó del rostro, mirandole con una sonrrisa le volvió a besar, un poco más fogosamente, le mira sonrriendo aun y le dice, algo apenado.
- Ojalá pudiera, pero no puedo olvidarme de mis intenciones.
Hisa suspiró casi derrotado y dice:
- No se por que deseas algo que no deseas, nunca quisiste el trono de tu padre ¿Por que lo anhelas con tanto ainco?
- Por que se lo debo a los mios, gente sufre bajo la tiranía de mi padre, ¿Crees que lo permitiré?
Dijo Mori, hablando bajito, pero energicamente, Hisa vuelve a tomar sus labios y le susurra, labios contra labios.
- Imparte tu ley conmigo... todos son iguales... ¿No es asi? puedo ayudarte...
- No vas a ayudarme, eres neutral en esto, ¿Por que ibas a cambiar de opinion?
Hisa le mira algo sonrriente y dice:
- Tal vez si me lo pidieras con el incentivo correcto... cambiara de opinion.
Mori se levanta y dice, algo más serio:
- No jueges conmigo, sabes que Kumo y Sachi son lo más importante para mi ahora, no quiero hacerles daño, y no quiero que mueran sabiendo que no llegué a cumplir mi deseo, ellos viven ahora por mi...
- Mi gente tambien es importante para mi, no puedo exponerlos así como así.
Dijo Hisa caminando hasta la puerta de su cuarto, Mori le detiene, justo antes de que entrara en su cuarto, Hisa se voltea, Mori le mira suplicante y le dice:
- Besame, ahora...
Hisa le tomó desprevenido, azotandolo contra la pared, seguro que de no haber sido un vampiro, eso le habría dolido, le tomó los labios de forma brusca, mordiendolos y embriagandose con su sangre, cosa que solo excitaba más al otro, pero de entre sus besos, Mori deja escapar.
- Nos iremos mañana...
Hisa posó su frente con la de él y le dice:
- Quedate, por favor...
- Sabes que no puedo... el tiempo es oro, al menos para mi.
Hisa volvió a besarle y le susurra, esta vez en sus labios.
- Te lo estoy rogando... por favor.
Dijo mientras besaba ahora su cuello, iba agachandose, besó su pecho, sobre la ropa, su estomago...
Estaba de rodillas, abrazado a su cintura y dice:
- Soi capaz de incarme de rodillas para que te quedes...
Mori le miró a los ojos, desde esa posicion y le acaricio el pelo con suavidad, le sonrríe levemente y dejando escapar dos lagrimas dice:
- Sabes que no puedo hacerlo... quedarme solo empeoraría las cosas, si mi padre se enterara de que e estado aqui... estariais en problemas.
Mori se soltó del agarre del vampiro albino, dejandolo de rodillas, apoyado levemente contra la pared, salió de la sala corriendo, fuera, los vampiros conversaban, y al ver subir al moreno escaleras arriba, se asomaron al salón.
Hisahide, su conde, estaba sentado en el suelo, contra la pared, apoyando sus manos en su cara, parecía meditar algo... o tal vez, reteniendo un sentimiento indecoroso para su persona.
Reno pasa sin decir nada, se arrodilla ante su amo y señor y pregunta:
- ¿Cuando?
- Mañana...
Respondió sin casi moverse, Reno suspiró y se levantó para comenzar a paseare por la sala.
Mientras tanto, Mori llegaba al piso dos, donde Sachi acariciaba al gato gris, mientras el mayordomo, humano, la miraba con una sonrrisa, Mori se sienta en una silla de la cocina, mirando como algunas doncellas cocinaban algo para alimentarse, Kumo estaba apoyado contra la pared, tras Sachi.
La observaba como quien observa a su hija, mira al moreno, que sin más y tras negarle con la cabeza, se hechó a llorar, más de una doncella se le acercó para intentar calmarle.
Solo la escucharían, Kumo, el mayordomo y el gatito, pero Sachi susurra:
- Mañana nos iremos... más vale que te despidas Kumo oni-chan... eres un buen gatito.
El mayordomo sonrrie y le dice a la chica:
- ¿Quieres llevartelo? Seguro que sera más feliz contigo.
- Muchas gracias Oba-chan.
Dijo Sachi sonrriendole a ese hombre, Kumo estaba congelado, mirando como Mori intentaba ahogar sus sollozos, mientras una doncella le acariciaba el pelo en un abrazo.
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