Cap. 1 Nuevos amigos y nueva casa
Cuando llego Harry al nido de las serpientes, se encontró con Blaise Zabinni, Pansy Parkison y Theodore Nott —Chicos—llamo el rubio atención de los presentes, los aludidos de reojo lo vieron pero al ver que Draco abrazaba por encima del hombro a alguien desconocido, dirigieron completamente sus miradas curiosas, aunque eso era apenas imprescindible —Les presento a mi amigo Harry Potter— comentó emocionado Draco.
La chica del grupo vio detenidamente la sonrisa de Draco y la cercanía que tenía con su nuevo amigo, por lo que entendió que pasaba, así que sin más, se levanto para abrazar y besar al nuevo miembro del grupo —Un gusto en conocerte Harry, soy Pansy Parkinson pero tú me puedes decir Pan, después de todo ya eres uno de los nuestros— lo último lo dijo con una sonrisa misteriosa.
—Bienvenido al Olimpo— saludo y abrazo un moreno —Soy Blaise Zabini también conocido como Dionisio— comento sonriendo para después señalar a la chica —Pan es Afrodita.
Theo que hasta minutos atrás leía un libro se acerco lentamente a los recién llegados —Theodore Nott— expreso mientras le estrechaba la mano —Y mis supuestos amigos me dicen Theo o Atenea— comento un tanto indignado lo último aunque se veía feliz.
—No te quejes Theo— dijo Blaise —Era la única que tenía semejanza contigo, que sea mujer no es nuestra culpa— defendió el chico mientras los demás afirmaban con la cabeza divertidos dándole la razón, Nott ignoro eso para seguir leyendo, pero si mirabas bien, te podrías dar cuenta que detrás del libro escondía una sonrisa.
—Nosotros somos Ares y Artemis — Expreso Vicent señalando primero a Gregory y después a él, dando a entender les correspondía respectivamente los nombres.
Harry se quedo estático ante eso luego con una sonrisa ladina miró al rubio —Y tu Draco ¿Eres Zeus?— pregunto aunque su pregunta más bien era una afirmación.
El heredero de los Malfoy soltó una risita divertida —No, soy Apolo el dios del sol, la danza, las artes, la música, la arquería, la prudencia, las profecías, la medicina y la belleza masculina— comento con orgullo mientras iba enumerando las características de ese dios griego.
—Valla— fue lo único que pudo expresar Harry.
Draco lo miró detenidamente a Harry, lo que lo hizo sentir incomodo al moreno, después de unos segundos soltó —Tú serás Zeus— menciono viendo a sus amigos quienes afirmaron ante su idea —Después de todo ya tienes un trueno en la frente— su voz se torno un tanto gruesa para darle mayor formalidad —Así que serás el señor de los rayos— terminó de decir divertido y con una carcajada.
Ante tal ocurrencia los demás se pusieron a reír divertidos gesto que imito el ojiverde, ya que esas palabras no las sentí como una ofensa ni burla, más bien, eran para integrarlo al grupo y por primera vez en mucho tiempo Harry Potter se sintió que realmente pertenecía a un lugar.
Mientras el tiempo pasaba y Harry convivía con los slytherin se dio cuenta, de que no era como pensaban, para empezar entre ellos se hacían bromas pero no eran crueles ni humillantes como luego ocurría con los gryffindors, sino divertidas, que tenían dos caras, aunque para descubrir eso tuvo que escuchar a Pan, quien le explico que las serpientes siempre se comportaban diferente entre los suyos.
En el trascurso del viaje Draco y Blaise le explicaron a Harry que era eso del Olimpo, descubriendo que era un juego, que los jóvenes inventaron a los siete años, ya que ellos se conocieron desde pequeños; el juego consistía que entre ellos controlaban al mundo de los mortales y ellos como dioses les hacían ver su suerte. Un juego divertido en opinión de Harry aunque si un tanto difícil, a Merlín gracias que Theodore Nott fuera mejor en explicar, sino el pobre del ojiverde no hubiera entendido nada.
Al llegar a la estación todos se empujaban por salir, por supuesto las pequeñas serpientes esperaron hasta que todos hubieran salido para salir con elegancia, al hacerlo apareció una lámpara moviéndose sobre las cabezas de los alumnos, y Harry oyó una voz conocida:
—¡Primer año! ¡Los de primer año por aquí!— cuando Hagrid lo vio pregunto —¿Todo bien por ahí, Harry?— el chico solo asistió —Venid, seguidme... ¿Hay más de primer año? Mirad bien dónde pisáis. ¡Los de primer año, seguidme!
Con un poco de dificultad el grupo de novatos de Hogwarts seguían al imponte hombre, durante ese trascurso todo era silencio, nadie sabía si era por los nervios o el miedo a la oscuridad que los cubría, lo cierto era que nadie decía nada. Entonces el silencio que hasta segundos atrás los cubría fue roto por el guardabosque —En un segundo, tendréis la primera visión de Hogwarts —exclamó Hagrid por encima del hombro —Justo al doblar esta curva.
Entonces frente a ellos se veía el imponente castillo asiendo que todos exclamarán —¡ooooooh!
—¡No más de cuatro por bote! —gritó Hagrid, señalando a una flota de botecitos alineados en el agua, al lado de la orilla. Harry se subió con Draco, Theo y Blaise, ya que Crabbe y Goyle se encargaban de cuidar a la chica del grupo.
—¿Todos habéis subido?— continuó Hagrid, que tenía un bote para él solo— ¡Venga! ¡ADELANTE!
Haciendo que la pequeña flota de botes se movió al mismo tiempo, deslizándose por el lago, que era tan liso como el cristal.
Todos estaban en silencio, contemplando el gran castillo hasta que uno de los botes se movió bruscamente, fue en ese momento que los habitantes del navío gritaron ante eso; en esa oscuridad que solo era alumbrada por el reflejo de la luna, se percibió la figura de un ser emergiendo de las aguas, lo que causo que más de uno gritara de miedo, pero el grito más fuerte, vino de Draco Malfoy.
Ya que lo que sea que emergía estaba cerca de él, cuando por fin pudo ver con claridad, se percato que era un calamar gigante. Dicha criatura encontró cierta fascinación en el rubio al grado de querer tocarlo, pero para alegría de Draco esto no paso, ya que Harry lo jalo protectoramente a su cuerpo y con determinación le apunto un “lumos” directamente a los ojos, lo que deslumbro a la creatura y regreso hasta la profundidad del mar.
—¿Estás bien?— preguntó preocupado Harry, aun abrazando al rubio.
—Si— respondió un tanto aturdido —Gracias— le susurro aferrándose al abrazo.
Después de eso nadie dijo nada y la tranquilidad volvió, dejando impresionados a todos los pequeños jóvenes y al semigigante por el hechizo que hizo, ya que a pesar de que el encantamiento era de lo más simple, aun así fue visible el potencial mágico del dueño.
Al llegar a la puerta del castillo esta se abrió de inmediato, dejando ver a una bruja alta, de cabello negro y túnica verde esmeralda, esperaba allí.
—Los de primer año, profesora McGonagall —dijo Hagrid.
—Muchas gracias, Hagrid. Yo los llevaré desde aquí.
Abrió bien la puerta dejando ver un inmenso vestíbulo iluminado con antorchas en las paredes, el techo era tan alto que no se veía y una magnífica escalera de mármol, frente a ellos, conducía a los pisos superiores.
Siguieron a la profesora McGonagall a través de un camino, ella los llevó a una pequeña habitación vacía, fuera del vestíbulo, ya que se encontraban reunidos hablo.
—Bienvenidos a Hogwarts, el banquete de comienzo de año se celebrará dentro de poco, pero antes de que ocupéis vuestros lugares en el Gran Comedor deberéis ser seleccionados para vuestras casas. La Selección es una ceremonia muy importante porque, mientras estéis aquí, vuestras casas serán como vuestra familia en Hogwarts. Tendréis clases con el resto de la casa que os toque, dormiréis en los dormitorios de vuestras casas y pasaréis el tiempo libre en la sala común de la casa. Las cuatro casas se llaman Gryffindor, Hufflepuff, Ravenclaw y Slytherin. Cada casa tiene su propia noble historia y cada una ha producido notables brujas y magos. Mientras estéis en Hogwarts, vuestros triunfos conseguirán que las casas ganen puntos, mientras que cualquier infracción de las reglas hará que los pierdan. Al finalizar el año, la casa que obtenga más puntos será premiada con la copa de la casa, un gran honor. Espero que todos vosotros seáis un orgullo para la casa que os toque. La Ceremonia de Selección tendrá lugar dentro de pocos minutos, frente al resto del colegio. Os sugiero que, mientras esperáis, os arregléis lo mejor posible. Volveré cuando lo tengamos todo listo para la ceremonia, por favor, esperad tranquilos.
Mientras eso ocurría varios se encontraban nerviosos aunque este no fue ni el caso de Harry ni el de sus nuevos amigos slytherin que se veían tranquilos, segundos después la bruja volvió aparecer.
—Ahora formad una hilera —dijo la profesora a los de primer año— y seguidme.
Salieron de la habitación, volvieron a cruzar el vestíbulo, pasaron por unas puertas dobles y entraron en el Gran Comedor.
Al entrar Harry escucho la cara de asombro de muchos y como Hermanie trataba de impresionar a unas cuantas chicas, diciendo lo que ella sabía por haber estudiado la historia de Hogwarts, cuando escucho eso el ojiverde solo pudo rodar los ojos y tratar de ignorarla se me había olvidado lo fastidiosa que es cuando cree que lo sabe todo pensó irritado Harry.
Al llegar hasta el frente todo se hizo un silencio, entonces el sombrero seleccionador se movió y comenzó a cantar:
Oh, podrás pensar que no soy bonito,
Pero no juzgues por lo que ves.
Me comeré a mí mismo si puedes encontrar
Un sombrero más inteligente que yo.
Puedes tener bombines negros,
Sombreros altos y elegantes.
Pero yo soy el Sombrero Seleccionador de Hogwarts
Y puedo superar a todos.
No hay nada escondido en tu cabeza
Que el Sombrero Seleccionador no pueda ver.
Así que pruébame y te diré
Dónde debes estar.
Puedes pertenecer a Gryffindor,
Donde habitan los valientes.
Su osadía, temple y caballerosidad
Ponen aparte a los de Gryffindor.
Puedes pertenecer a Hufflepuff
Donde son justos y leales.
Esos perseverantes Hufflepuff
De verdad no temen el trabajo pesado.
O tal vez a la antigua sabiduría de Ravenclaw,
Si tienes una mente dispuesta,
Porque los de inteligencia y erudición
Siempre encontrarán allí a sus semejantes.
O tal vez en Slytherin
Harás tus verdaderos amigos.
Esa gente astuta utiliza cualquier medio
Para lograr sus fines.
¡Así que pruébame! ¡No tengas miedo!
¡Y no recibirás una bofetada!
Estás en buenas manos (aunque yo no las tenga).
Porque soy el Sombrero Pensante.
Terminada la canción todo el comedor estalló en aplausos, luego la profesora McGonagall se adelantaba con un gran rollo de pergamino.
—Cuando yo os llame, deberéis poneros el sombrero y sentaros en el taburete para que os seleccionen— dijo —Abbott, Hannah!
—¡HUFFLEPUFF!— gritó el sombrero.
Después de unos minutos fueron pasando los alumnos Moon... Nott... Parkinson... Más tarde Perks, Sally-Anne... y, finalmente:
—¡Potter; Harry!
Mientras Harry se adelantaba, los murmullos se extendieron súbitamente como fuegos artificiales, pero al chico no le importaba, ya que caminaba con elegancia y gracia. Al colocarse el sombrero este le tapo los ojos y miro el oscuro interior del sombrero.
—Mm —dijo una vocecita en su oreja —Tuviste que regresar en el tiempo para darte cuenta que tenía razón y tu lugar es en Slytherin, curioso ¿No crees?
Harry rodo los ojos ante eso, en primera instancia por cansancio y en segunda por que le pareció desesperante que el sombrero lo regañara —Podrías solo decir mi casa, por favor— comento un tanto enojado.
Harry oyó al sombrero reír súbitamente en su cabeza antes de que gritara —SLYTHERIN—
Lo que hizo que muchos se quedaran mudos incluyendo el director, el único que en ese momento aplaudió fue Draco y además lo hizo de pie, cosa que animo a los demás miembros de esa casa a aplaudir al nuevo integrante.