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Solos tú y yo… y los demás por Paz

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Notas del capitulo:

Volví de mis vacaciones y estoy actualizando este fic hoy lunes, porque el viernes no me fue posible...

Solos tú y yo… y los demás

 

Basado en Slam Dunk de Inoue Takehiko, cuyos derechos de autor le pertenecen

 

By Paz

 

Capítulo 5: Una generosa oferta

 

Hanamichi cumplió su promesa y pasado ese tiempo comenzó su vida en común. Vivir juntos fue todo un descubrimiento para ambos, si creyeron que les resultaría incomodo compartir un mismo espacio pronto descubrieron que se complementaban al punto que ninguno de ellos  echó de menos la anterior vida que llevaban.

 

Kaede descubrió que su koi era bastante desordenado, dejaba su ropa tirada en cualquier lugar, sin importarle donde caía. El iba detrás recogiéndola, porque no podía ver nada fuera de su sitio, aún así su convivencia era maravillosa, lo que uno tenía le faltaba al otro, sin que ninguno protestara, aceptándose tal como eran, sobre todo cuando Kaede descubrió que su novio tenía una mano excelente para cocinar, una comida casera en lugar de bocadillos era una verdadera delicia, por lo que cualquier otra falta que pudiera tener Hanamichi le era disculpada.

 

Por su parte, Hanamichi aceptaba de buen grado el hecho que Kaede fuera tan ordenado y que tuviera su apartamento impecable. Lo limpiaba dos veces a la semana, a el le parecía exagerado, pero cuando descubrió las ventajas de la limpieza admiró la perseverancia de Kaede para llevar a rajatabla esa tarea. En el único lugar que él mantenía limpio era la cocina. Su refugio.

 

Su vida en común transcurría con normalidad, quienes les conocían, cuando les veían juntos no podían compatibilizar la imagen que tenían de ambos, les era difícil imaginarse que eran los mismos chicos que estaban siempre a la gresca, ahora, pobre de aquel que se metiera contra Hanamichi porque enseguida tenía encima a Rukawa para protegerle. Cuidaba de él como si el fuera incapaz de defenderse a si mismo, aún siendo capaz de hacerlo, el pelirrojo agradecía todos sus gestos, porque le hacía bien saber que era amado hasta ese extremo.

 

Fue en aquellas fechas cuando un ojeador de un equipo americano que estaba de vacaciones les vió jugar, quedo muy impresionado por el estilo que tenía Kaede y pensó que podía alcanzar la cima si accedía a trasladarse a los Estados Unidos, habló con él algunas personas de su entorno, el entrenador Anzai, sus ex capitanes en Shohoku, todos ellos tenían palabras de elogio hacia Rukawa. Entonces formaba parte del equipo universitario y todos ellos eran muy buenos, pensó que el carácter individualista del chico podía pulirse con un buen entrenador o con un equipo mucho mejor. Fue el entrenador Anzai quien le dijo que el muchacho tenía el sueño de jugar con la NBA.

 

Sabiéndolo se decidió a llamar a su jefe comentándole lo que había visto y pidiéndole permiso para ofrecerle la oportunidad de ir a jugar con ellos.

 

Una vez que consiguió las condiciones y los beneficios que podía obtener viajando con él a Virginia, le salió al paso cuando cruzaba el campus de su universidad, iba solo y supo que era el mejor momento para hacerle su propuesta.

 

-Hola… te he visto jugar y me has impresionado… -la mirada del chico no le animaba a seguir hablando, pero lo hizo- Me llamo Alan Parker, soy ojeador de… -mencionó un conocido equipo de Virginia, ahora si que su mirada mostró cierto interés por lo que prosiguió con total confianza- Estoy autorizado a ofrecerte una beca durante los años que te quedan de estudios, formarías parte de nuestro equipo, se te dará alojamiento en el edificio habilitado para estudiantes sin recursos, durante el tiempo que se prolonguen tus estudios, es una gran oportunidad para alcanzar la categoría de profesional.

 

-¿Quién más? –preguntó impávido.

 

-Solo tú… -comprendió el sentido de su pregunta- En tu equipo he visto buenos jugadores, pero tú eres especial, tienes un don increíble, una intuición para saber las jugadas de tus contrarios. –le lisonjeó.

 

-No me interesa… -dijo dispuesto a continuar su camino.

 

-Espera… -la agarró del brazo deteniéndole.

 

Le dirigió una mirada capaz de congelar al sol, mientras silabeaba una sola palabra.

 

-Suélteme…

 

-Disculpa… -Alan Parker se quedo parado, demasiado sorprendido para reaccionar, era la primera vez que le sucedía que alguien rechazara la oportunidad de jugar en América y en esas condiciones, cualquier otro hubiera aceptado con los ojos cerrados.

 

Se quedo mirándole marchar, luego sonrió, pensando que el chico era demasiado bueno para dejarlo escapar, iba a ir tras él hasta conseguir que firmara el adecuado contrato para que fuera a jugar a Virginia.

 

Por tanto, durante los días que le quedaban allí continuó insistiendo, pero el muchacho si le veía siempre encontraba el modo de evitarle, finalmente llegó su último día y se fue con las manos vacías, no había conseguido convencerlo a pesar de darles todas las garantías de las ventajas que iba a obtener si accedía a viajar con él.

 

Cuando estaba ajustándose el cinturón observó que su compañero de asiento era un chico joven y que iba leyendo una revista de basquetball. Lo supo por las imágenes porque no comprendía el idioma.

 

-Disculpe… ¿comprende mi idioma?

 

-Si, ¿en qué puedo ayudarle? –el sonriente chico se mostró muy dispuesto a conversar.

 

-No he podido dejar de ver esa revista que lee. Me ha parecido que conoce al chico de la imagen superior.

 

-¿Rukawa? He jugado contra él…

 

-¿Es usted jugador? –preguntó sorprendido por la coincidencia.

 

 -Si… ¿por qué me pregunta por Rukawa?

 

-Me llamó Alan Parker y soy ojeador –mencionó el equipo para el que trabajaba- Vine aquí a pasar unos días y me invitaron a ir a ver un partido universitario, allí le vi jugar. Es muy bueno ¿no le parece? –quería saber que opinaba de él otro jugador.

 

-Si, muy bueno, individualista eso si, por eso le impide alcanzar la elite de los jugadores excepcionales. Nunca desde que lo conozco no ha podido ganar un partido  contra uno de sus rivales –dijo con una sonrisa divertida por la curiosidad de ese tipo.

 

-¿Rivales? ¿Más de uno?

 

-Si.

 

-O sea que esta en pugna con otros jugadores mejores que él?

 

-Si

 

-Y ese otro jugador, ¿es bueno? –lamentó no haberse informado mejor.

 

-Lo es.

 

-¿Le conoce también?

 

-Bastante.

 

-Lastima no haberme enterado antes, podía haber intentado llevarle conmigo a América.

 

-Imposible, ha sido contratado por los Lakers. Por sus palabras imaginó que intentó contratar a Rukawa.

 

Si, le hice una oferta muy tentadora, pero se negó.

 

-Es extraño… su mayor deseo era ir a jugar a la NBA. –le miró pensativo.

 

-No lo demostró.

 

-Acaso no fue convincente, que dijo Sakuragi de todo.

 

-¿Quién? ¿Se refiere al pelirrojo? –Preguntó luego de hacer memoria- Él no me interesaba.

 

-Ahí tiene la causa de su negativa.

 

-Él me preguntó si llevaba a alguien más –recordó.

 

-Por eso se negó…, ellos son la Dupla de Oro de la secundaria, están juntos desde entonces.

 

-Se refiere que son…-bajo el tono de voz, mirando a su alrededor con cuidado- … homosexuales.

 

-¿Tiene algo contra ellos? –preguntó a su vez borrando la sonrisa de sus labios.

 

-No… no… por favor no me malinterprete… -se apresuró sacar un libro y se puso a leer sin embargo no pasó de la primera página, su mente estaba en lo que había hablado con ese muchacho que por cierto no se había presentado. ¿Quién será se preguntaba? –echando miradas de reojo hacia él que permanecía indiferente a su compañero de asiento mirando hacia la ventanilla.

 

No podía saber que Sendoh veía todos sus movimientos en el reflejo del cristal.

 

Continúa en el próximo capítulo…


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