13-Lo que pasó después,,,
Kiba no podía enfrentar al rubio. Se ahogaba en largas sesiones de sexo con Hinata para aplacar su dolor y frustración. Mientras menos pensara en el rubio estaba bien. Al siguiente día de clases trató de actuar normal. Como siempre, un "Hola, rubio, ¿qué tal?" y una despedida normal, todo normal, mientras podía. No sabía qué hacer. En la hora de almuerzo, el rubio se iba con Gaara, era doloroso cuando el rubio le entregaba con una amplia sonrisa el bentou que había preparado para él y luego se iba. Uno de esos aciagos días Kiba fue con los chicos a la azotea para almorzar. Al terminar de comerse el bentou, se quedó mirando a la nada, vacío. Shino y Chouji se retiraron al rato. Shikamaru miraba las nubes, tirado en el piso, mientras masticaba goma de mascar haciendo globos, cuando uno de los globos de Shikamaru se rompió, Kiba salió de su trance.
-¿Eh? ¿Y los chicos?-preguntó Kiba.
-Se han ido-dijo Shikamaru.
-Ya veo-dijo Kiba.
-Kiba... estás raro... ¿pasa algo?-preguntó Shikamaru.
¿Si pasaba algo? Pasaba de todo por su cabeza.
-Algo así-dijo Kiba-Shikamaru... ¿qué pasa cuando te enamoras?-preguntó.
Shikamaru se incorporó y se sentó a su lado, exaltado por la pregunta del perro, eso sí que era extraño, de verdad pasaba algo.
-Pues...yo creo que es cuando te gusta una persona, y piensas en ella siempre, te inquieta saber qué piensa, una persona que sea capaz de hacerte sentir todo tipo de emociones...o algo por el estilo, supongo-dijo Shikamaru.
-Mh... ya veo-dijo Kiba pensativo.
-¿Qué pasa? ¿Te gusta alguien en serio?-preguntó Shikamaru-no me lo creo.
-Al parecer...-dijo Kiba mirando el suelo.
-Uhm... yo creía que eras de los que pensaba que el sexo era suficiente-dijo Shikamaru.
-Tal vez...era así, de hecho, me gustaría volver a pensar así-dijo Kiba con sinceridad.
-¿Es Hinata?-preguntó Shikamaru.
-No... no es alguien con quien haya tenido sexo-dijo Kiba.
-¡Uh! Vaya... esto sí que es extraño-dijo Shikamaru.
-Ahá...-afirmó Kiba tratando de esbozar una sonrisa, lo cual no pudo hacer.
-¿La conozco?-preguntó Shikamaru dándose cuenta del pesar de su amigo.
-Ahá-dijo Kiba.
-¿Es del colegio?-preguntó de nuevo.
-Tal vez-dijo Kiba.
-¿De-de la clase?-preguntó Shikamaru esperando lo peor.
-Sí-dijo Kiba.
-¿Es... un chico?-preguntó siendo intuitivo.
-Al parecer-dijo Kiba escondiendo la cabeza entre sus rodillas.
Esto no podía pasar. ¿Por qué la vida era tan cruel? Shikamaru ya había visto a alguien en las mismas condiciones. Recordó la conversación que tuvo con Naruto a los comienzos del curso, que estaba en la misma posición que estaba ahora Kiba.
-Es él... ¿cierto?-preguntó Shikamaru.
-Hum... -dijo Kiba a modo de afirmación.
-Joder...-dijo Shikamaru-¿Eres gay?-preguntó.
-No... nunca me había pasado esto... no sé-dijo Kiba algo molesto-sólo he tenido sexo con chicas, ¿cómo se supone que debería explicarme esto?-preguntó algo enojado.
-Ah... no lo sé-dijo Shikamaru-pero tal vez deberías hablarle-dijo.
-¿De qué serviviría?-preguntó Kiba-el rubio ahora sólo tiene ojos para ese infeliz, se lo ha llevado, se han llevado al rubio, me lo ganó, es su hombre ahora... -dijo Kiba.
-Pero nunca sabes...-empezó Shikamaru.
-Yo no soy como Naru, él es noble, justo, no anda tonteando, como yo, si establece algún tipo de relación es porque es serio, porque es una relación seria...no como alguien que tiene sexo sin compromiso de buenas a primeras-dijo Kiba.
-Eso es verdad-dijo Shikamaru-pero uno mismo decide esas cosas, que seas un guarro, un suelto, un tipo que piensa con su pen-
-Gracias, "amigo"-dijo Kiba cabreado, dándole un puñetazo en el hombro a Shikamaru con una cara agria.
-A lo que voy, es que si lo quieres, si pudieses estar con él, ¿te amoldarías a Naru?-preguntó Shikamaru.
-Posiblemente...no sé-dijo Kiba revolviéndose el pelo a manera de confusión.
-Entonces lo demás no importa-dijo Shikamaru.
-No creo que sea tan fácil... una vez Naru me dijo que jamás saldría con un tipo hetero-contó Kiba.
-Posiblemente lo dijo porque tiene miedo-dijo Shikamaru.
-¿Miedo de qué?-preguntó Kiba.
-De ser abandonado, de que lo usen-dijo Shikamaru-porque la mayoría de los tipos hetero que lo hacen con otros chicos, es por curiosidad o tonteo, la mayoría no se involucra más allá porque la sociedad es crítica y aprensiva, aún hay gente que aparta y segrega a los homo como si fuesen algo aberrante, y Naru no quiere ser humillado, ni tampoco quiere sufrir, ni que le dejen-explicó.
"Rubio... ¿no quieres quedarte solo?", pensó Kiba.
-Mh...-dijo Kiba en modo pensativo-pero yo no haría eso.
-Pero él no lo sabe, ni siquiera sabe que le gustas-dijo Shikamaru.
-Aún así... él está con el jodido mapache, ese, y no creo que lo deje por mí, que deje su relación estable y "perfecta" por mí-dijo Kiba.
-Eso es verdad... pero tienes que decidirlo tú, si arriesgarte o resignarte, si actuar o quedarte con los brazos cruzados-dijo Shikamaru.
-Es difícl... decidir-dijo Kiba
-Cuando es algo que te importa mucho, sí que es difícil-dijo su amigo-te aconcejo que le pidas sinceridad a Naruto, habla con él, eso tal vez te abra algunas puertas-terminó.
-No sé a qué te refieres-dijo Kiba.
-No puedo decir más... piénsalo-dijo Shikamaru antes de dejar la azotea.
-Pensarlo....-susurró el perro-Rubio... ¿qué me has hecho?-se preguntó el moreno recostándose en el suelo con las manos en la cabeza.
Naruto estaba en pleno entrenamiento, desde que había empezado la tecera parte, Temari había estado más dura con él, si es que eso era posible. Aunar la fuerza, el "chakra", en un solo punto era difícil, y más cuando lo combinabas con hebras de viento condensado recorriendo una trayectoria continua. Sí, estaba preparando una nueva técnica de ataque, aunque no se le hacía fácil, si perdía la concentración aunque fuese un segundo, todo se iba al traste. Había probado que apenas se distraía, la brillante esfera de energía en su mano se desvanecía inevitablemente. Aquello lo agotaba, era la quinta vez en el día que intentaba hacerlo cuando de pronto empezó a pensar en Kiba, y en lo poco que había interactuado con el perro las últimas semanas. ¿Se estaban alejando poco a poco? O ¿Kiba le estaba rehuyendo? ¿Había encontrado ya a alguien importante que tomara su lugar? No lo sabía. La esfera refulgente se deshizo.
-¡Ah, sensei! Simplemente no funciona-protestó Naruto.
-Es difícil, requiere de mucha concentración, no sólo tienes que controlar el flujo de energía en tu cuerpo, sino que también tienes que coordinar las corrientes de aire a tu alrededor, no es una técnica de principiantes precisamente-aclaró Temari.
-Me anima muchísimo esuchar eso-dijo sarcástico Naruto.
-No seas flojo, Naru, yo sé que eres capaz, pero también sé que andas con la cabeza en otro sitio, ¿cómo quieres que funcione, entonces?-preguntó Temari.
Naruto sabía que su sensei había dado en el clavo, pero ¿qué iba a hacer? Naruto estaba consciente que todo lo que hacía el perro le afectaba de forma abismante, debía recordar lo que había decidido el primer día de entrenamiento: el entrenamiento era entrenamiento, no podía hacerle perder el tiempo a Temari-sensei mientras divagaba mentalmente por el perro. Recordó el porqué estaba entrenando, la razón principal. Y descubrió dentro de sí que era poder valerse por él mismo, demostrarle a todo el mundo que Naruto Uzumaki no era un inútil, sentirse libre y completo, demostrarle a Kiba que estaba a su mismo nivel y que incluso podía... ¿protegerlo?. Naruto sacudió la cabeza hacia ambos lados. No quería confundirse más, sólo... no pensar en nada que tuviese que ver con el perro. Respiró hondo y exhaló. Puso toda su alma en ello, y de pronto la esfera de energía se templó... adquirió estabilidad, las corrientes condensadas internas de la esfera siguieron moviéndose a un ritmo constante, mezclándose con su energía vital, brillando de forma más intensa.
-Lo... lo has logrado-dijo Temari con la boca abierta.
"Genial, lo que a mí me tomó medio año de arduo entrenamiento, a este pequeño crío le toma casi tres semanas...", pensó Temari con una cara algo seria.
-Genial, Naru, ahora trata de mover tu propio cuerpo con otras corrientes ajenas a la esfera-dijo Temari.
Naruto intentó hacerlo, en cuanto trató de controlar un par de corrientes que impulsaran sus pies, sintió que la esfera se desestabilizaba, si no ponía la debida conectración en ella, seguramente volvería a desaparecer, resultaba más difícil de cómo lo decía su sensei, sí, claro, con esa simpleza abrumante que solía hablar. Trató de impulsarse y volar algunos metros del suelo, aunque no lo podía hacer con la libertad y rapidez que solía hacerlo, el estar continuamente concentrado y preocupado de la esfera lo coartaba, después de un minuto su concentración falló, desapareciendo completamente la esfera irradiante.
-Joder...-masculló Naruto.
-Ha sido genial, Naruto, no te preocupes, estoy sorprendida, pensé que demoraríamos más tiempo en llegar a este nivel de control-se sinceró Temari.
-Asi que... ¿está realmente bien?-preguntó Naruto
-Claro, Naru, eres el mejor alumno que he tenido-dijo Temari.
-¿En verdad?-preguntó Naruto con los ojos brillantes.
-Eso lo dice porque has sido su único estudiante hasta el momento-dijo Gaara entrando a la sala, riendo.
-¿Qué?-Naruto la miró con recelo.
-¡Gaara!-Miró Temari enfadada.
-Es verdad, nunca había tenido uno antes-dijo Gaara.
-Pero... ¿por qué?-preguntó el rubio.
-Porque los usuarios de viento son escasos, además, Naru, si tus intenciones hubiesen sido malas, no hubiese accedido a enseñarte de todas formas-dijo Temari.
-¿Mis intenciones?-preguntó el rubio.
-Venganza, sed de poder, codicia, ambición, egocentrismo, odio... ¿qué crees que salga de estas emociones?-preguntó la sensei.
-Mhh... nada bueno, creo que sembraría más odio en nuestro mundo, más violencia, más infelicidad...-terminó Naruto.
Se había sentido totalmente extraño al decir "nuestro mundo", incorporándose inconscientemente dentro de él. Era extraño, pero emocionante a la vez.
-Brillante, Naru, ahora te pregunto, ¿qué quieres hacer tú con tus poderes?-preguntó Temari.
-Quiero proteger a los que quiero, quiero sentirme últil para ellos, y quiero sentirme pleno conmigo mismo-se sinceró.
-Muy bien, Naru, esas son muy buenas razones... eres un muchacho muy centrado, muy ecuánime, por eso estoy orgullosa de que seas mi alumno-sonrió Temari.
-Sensei-dijo Naruto sonrojado mientras abrazaba a Temari, se sentía reconocido y adulado.
-Ya va, Naru-dijo Temari sonriendo-mi maestro siempre me decía que las intenciones daban a luz hechos, en el mundo escasean esas buenas intenciones, Naru, por eso estamos como estamos-concluyó separándose de su alumno.
-Su maestro es muy sabio, sensei... ¿dónde está?-quizo saber el rubio.
-Mi maestro murió hace algunos años-dijo Temari mirando el cielo-dicen que los usuarios de viento al morir, vuelcan su espíritu al viento, su energía vital vuelve al torrente natural del elemento, por eso cada vez que siento el viento sobre mi piel, puedo ver su rostro en mi mente-concluyó.
-Lo siento por lo de su maestro...-dijo Naruto.
-Ajá y eso nos dice que es más vieja de lo que pensamos-dijo Gaara sonriendo y apuntando a su hermana mayor.
-Morirás por eso-dijo Temari con una venita palpitando en su sien.
Naruto pudo ver otra persecución Temari v/s Gaara, a través del lugar, le hacía mucha gracia verles pelear. Se detuvo un momento a reflexionar sobre lo anterior. "Proteger", pensó Naruto mientras la cara de Kiba apareció rápidamente en su cabeza. "¿Por qué sigues invadiendo mi cabeza?", se preguntó.
Naruto se bajó de la motocicleta de su novio y se despidió de él. Al rato pudo ver cómo Kiba aperecía desde un matorral cerca de la entrada de su edificio.
-Kiba... ¿qué haces aquí?-preguntó Naruto.
-Ahm, yo olvidé devolverte el bentou, hoy...así que venía a dejártelo, y no quería tener problemas con el mapache-terminó.
-Jezz, no le digas así... vale, entremos-dijo Naruto.
-¿Qué? ¿Dónde?-preguntó Kiba nervioso, tragando muy nervioso.
-A mi depa-dijo Naruto.
-Ahm...bueno, es que...-empezó Kiba.
"Maldición, solos en su departamento, qué idea la suya, no sé si puedo confiar en mí mismo", pensó el perro.
-¿Kiba?-preguntó Naruto.
-Es que sólo venía para saludarte, rubio, tengo cosas que hacer así que... nos vemos-dijo Kiba mientras empezaba a correr de ese lugar.
Después de correr unos segundos, Kiba se encontró con Naruto al frente suyo, que lo paró en seco y le puso las manos en el pecho.
-¡Rubio! ¿Cómo...?-empezó Kiba, que no se le explica la rápida aparición del rubio al frente suyo.
-Aquí hay gato encerrado, ¿qué te pasa?-preguntó Naruto con el ceño fruncido.
-¿A-A mí?-preguntó Kiba mientras sentía que su corazón iba a explotar.
-...
Kiba miró las manos de Naruto que se hallaban sobre su pecho, al percatarse de esto, Naruto deshizo el contacto rápidamente, sus palmas estaban calientes al igual que sus mejillas. "¿Por qué ahora?", pensó Naruto. Fue un silencio algo incómodo, Naruto sabía que esos silencios no eran normales, el ambiente era algo denso y ninguno de los dos se estaba mirando a la cara. Naruto sintió las manos hirvientes de Kiba por sus hombros, empezando a tocar su cuello hasta la clavícula, sus rodillas empezaron a temblar. "¿Qué pasa? ¿Por qué me tocas de esta forma? ¿Acaso no sabes que si sigues me voy a quemar?", pensó el rubio. Y entonces en un segundo lo único que sintió fueron los labios tibios de Kiba sobre los suyos. Ah, era más de lo que había imaginado, los labios demandantes de Kiba lo envolvieron, no había vuelta atrás, sus labios encajaron de forma natural. Naruto necesitaba aire, y también un poco de cordura, separó bruscamente a Kiba de sí mismo. Pudo ver las mejillas encendidas de Kiba mientras le desviaba la mirada. Ahí estaban, los ojos de Kiba llenos de angustia, los cuales paralizaron a Naruto.
-Lo siento rubio, me pasé, lo siento...-dijo Kiba, para luego desaparecer en las sombras de aquella tarde a una velocidad inhumana. En ese momento Kiba supo que jamás podría volver a ser amigo de Naruto, jamás.