Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Wild Wild Inu! por Shotaro

[Reviews - 98]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Vale. Pido disculpas públicamente por todo el tiempo que ha pasado y yo sin actualizar. Pero, me han pasado han pasado tantas cosas...tantas que no sé por donde empezar, y si empiezo dudo que termine. Estoy algo estresado, no sé, me han pasado cosas muy fuertes. Terminé con mi novio, salí del clóset, mi familia me rechaza, las notas en la universidad no son lo que esperaba, mi autoestima cada vez más baja, y un montón de otras mierdas que no vale la pena explicar porque son parte de la putada que tengo por vida (Y) Pero eso no me exime de haber dejado botado el fic, sí, porque adoro a estos personajes, y son los únicos que no me han hecho daño alguno sino que me traen entretención y placer intelectual. No los volveré a dejar, aunque muera en el intento xD

El capi de hoy me ha costado sacarlo, ojalá les guste, ok, pasan muchas cosas, tendré que ir hilando cabos sueltos. Espero que me perdonen y que les guste :) Sólo soy un humilde chico a su servicio :D Besos. -3-

 

14-El ser onírico del bosque y la lluvia de aquel día

 

Gaara había vuelto a su casa después una de las tantas citas con Naruto. Suspiró con pesar, nunca se había encontrado en una situación igual, sus ojos miraban al vacío. Iba entrando mecánicamente a la casa después de estacionar su motocicleta, cuando sintió una voz que lo llamaba.

-¡Gaara!-dijo una voz grave.

Entonces Gaara rápidamente volteó su cabeza en busca de la fuente de sonido, que ya conocía.

-Kankuro...-dijo Gaara al toparse con aquel hombre.

Su hermano fue a su encuentro y lo abrazó efusivamente. Kankuro era bastante cariñoso con Gaara, tal como un hermano mayor debería ser. Gaara lo estimaba mucho.

-No te ves muy bien, Gaa-chan-dijo Kankuro.

-Es que la verdad no me siento muy bien-dijo sinceramente-a todo esto, ¿cuándo llegaste?-interrogó.

-Acabo de llegar, los abuelos te mandan saludos desde el desierto, Temari me dijo que habías ido a ver una peli con su pupilo... y  tu nuevo novio-dijo Kankuro.

-Ah, sí, así es-respondió.

-¿Quieres que hablemos?-inquirió Kankuro.

-Vale...-dijo el menor.

Juntos subieron a la habitación de Kankuro, Gaara le tenía mucho respeto, sabía que era alguien en quién podía confiar ciegamente, su hermano jamás le traicionaría, al contrario, siempre estaría allí. Kankuro era apuesto, tenía un aire a hombre maduro, su voz gruesa y grave era agradable de escuchar, porque tenía en ella un tono muy templado. Era alto y de contextura elegante, de pelo castaño y ojos de igual tono. Se sentaron y pidieron un café a Shizune. Y por fin habló Kankuro.

-¿Qué es lo que pasa?-dijo.

-Es sobre Naru...en realidad es sobre todo-empezó a explicar.

-Sabes que voy a escuchar por entero lo que tengas que decir-apoyó el mayor.

-Hace algunos meses que salgo con Naruto, un adorable chico rubio dos años menor. Cuando lo vi, sentí que algo en mí se empezó a mover, tuve el presentemiento de que pertenecía a nuestro mundo aunque se viese como un chico normal, le empecé a buscar y a conocerlo. Me sorprendió varias veces, es muy honesto y valiente, con sólo decirte que se fue a meter al Mizu no Ryuu sin saber nada de nada. El caso es que yo sabía que Naruto estaba prendado de otro chico... el perro, sabes de quién hablo...y todo esto, sin Naru saber ni pizca de nuestros asuntos. Entonces le empecé a buscar más, a enamorarlo lentamente, mientras yo caía en su juego al mismo tiempo. He aprendido tanto de Naru y de la vida estos últimos meses, he superado muchas cosas, no solo, sino con él. Lo he tenido en mis brazos muchas veces, también he llorado en su pecho. Naruto es simplemente el ser mágico que trae una enorme paz a mi vida, que la equilibria y le saca a relucir lo bueno. Pero hace dos semanas...que las cosas no están funcionando en mí como quisiera, siento culpa, siento felicidad maldiciéndome por dentro, siendo que estoy haciendo la peor bajeza que puede llegar a hacer un ser humano sin ser capaz ni yo mismo de detenerme-hizo una pausa.

-¿A que te refieres con lo último?-inquirió Kankuro.

-Todo empezó hace más o menos dos semanas...

 

*Flashback*

-¿Dónde vas Gaara?-inquirió Temari.

-Voy a dar una vuelta, necesito caminar un rato-contestó.

Gaara salió de la casa y empezó a caminar en dirección al bosque, le gustaba explorar el denso bosque de la provincia, y si se perdía, siempre podía regresar a casa convertido en un balde de arena flotante.

 

"Hum, un poco más y llegaré al lago, genial. Aunque ya se está haciendo tarde, debo regresar luego.", pensó el pelirojo. Rocorrió el último gran árbol para al fin tener acceso al lago, ahí estaba, tan azul y vivo como siempre. No fue sólo después de unos segundos que Gaara se dio cuenta de otra presencia aparte de la suya. Era un chico, de unos 17 años, se estaba bañando en el lago. Era moreno, de piel blanca, con ojos color ébano. El agua le llegaba hasta las caderas, dejando ver parte de su trasero bien moldeado, todo su cuerpo estaba lleno de pequeñas gotas de agua que con el poco sol que quedaba brillaban hermosamente. "¿Un ser con piel de diamante?", se preguntó Gaara. En eso, el muchacho se percató de la presencia de Gaara, lo miró, lo evaluó, entonces le extendió una mano. Gaara estaba hipnotizado, sin control de sus propias extremidades avanzo en el lago hasta alcanzar la mano de aquel ser tan místico. Vio sus ojos, negros como la noche, y sus pestañas, Dios, eran tan largas y agraciadas. El chico le puso una de sus manos en su cintura. Vio cómo los labios bermellón se acercaban a él con el mismo brillo singular que poseía todo su cuerpo, se veían apetitosos, y lo besó. La amargura asfixiante de un beso, un beso lleno de una pasión abrasiva recién descubierta. En una fracción de segundo también estaba desnudo, el tiempo se hizo acrónico, la noche cayó, regalando un matiz perlado al cuerpo del chico. Gaara sabía que ya no se podía detener, comprendía que la situación no se podía regresar hacia atrás.

-Antes de hacerlo, por lo menos dime cómo te llamas-demandó el pelirojo.

El chico misterioso acercó sus labios al oído de Gaara, y con una voz cantarina e irreal, declaró...

-Sai.

Al escuchar su voz, sintió que la sangre en su cuerpo bajaba y subía súbitamente, sentía que su cuerpo estaba pansando por algún tipo de metamorfosis, aunque sabía certeramante que probablemente el 50% de su sangre se encontraba concentrada "ahí abajo", no dejó de sentirse dentro de algún tipo de cuento onírico.

 

Le devoró la boca. De pronto, explotó dentro de él un tipo de pasión inusitada, abrumadora, dolía, ardía. Recorrió cada parte de su cuerpo con sus manos, exploró cada una de ellas, a su antojo. Su excitación empezó a doler, ambos estaban desesperados. De un momento a otro, sin previa preparación, Gaara dio vuelta a Sai, y lo penetró súbitamente.

-Ahhh- se quejó Sai ante la intromisión repentina de Gaara.

-Joder-artculó Gaara, la sensación fue única, era como si sus cuerpos hubiesen sido hechos el uno para el otro. Era simplente perfecto. Empezó a jugar con los pezones de Sai mientras envestía por detrás. Los gemidos de Sai no se hacían esperar, y para Gaara, no había nada más que pudiese escuhar en esos momentos, había desaparecido todo y sólo estaban ellos. Del vaivén extasiante disfrutaron, hasta que los gemidos de Sai se volvieron descontrolados.

-Ah...ah, me vengo, Gaara...-gritó el moreno.

-Sai...-gimió por lo bajo el pelirojo.

Llegaron al clímax, no había nada que hacer, la vista se le volvió borrosa a Gaara, aún estaban en el lago, después de eso salieron a recostarse a las orillas del lago.

-¿Cómo sabes mi nombre?-preguntó Gaara- porque yo no te lo he dicho.

-Ehh... eso no importa-declaró el moreno.

-Sí importa, Sai, quiero saber-fue interrumpido.

-¿Acaso no te gustó el polvo?-preguntó Sai.

-Obvio que me gustó, fue alucinante-dijo con sinceridad Gaara.

-Entonces no hables.

Sai era un chico muy extraño, pero la curiosidad de Gaara no se iba a detener ahí. Entonces el chico se vistió y fue por sus cosas, Gaara hizo lo mismo y lo siguió. Entonces se detuvo al ver una tela y pinturas de muchos colores. En la tela estaba pintado un hermoso atardecer de vista panonrámica del lago.

-¿Eres pintor?-interrogó Gaara.

-¿Acaso no se ve?-declaró Sai.

Entonces, con un gesto de su mano, la pintura derramada sobre el papel para mezclar pasó a un frasco. Gaara abrió los ojos.

-Tu elemento es el agua...-declaró Gaara.

-Vaya, eres listo-dijo Sai-nadie sabe que la pintura está hecha a base de agua- terminó dejando salir una pequeña risita al final. Sai se levantó.

-Bueno, adiós-dijo.

Gaara lo tomó de un brazo, pero Sai no dio vuelta su rostro.

-¿Cuándo nos veremos otra vez?-preguntó Gaara.

-No habrá otra vez-dijo quedamente Sai.

-¿Qué? Eso no puede-

-Sigue con tu vida, pelirojo, es lo mejor-dijo Sai deshaciéndose del agarre.

Entonces, Gaara formó una pared sólida al frente de Sai.

-No puedes, no puedes hacer como si nada hubiese pasado-dijo Gaara.

-¿Por qué no?-preguntó Sai.

Gaara se acercó sigilosamente por detrás y puso sus manos en los hombros de Sai, besando su cuello.

-Porque sabes que lo que pasó fue demasiado fuerte y significativo como para pasarlo por alto, porque lo sentiste igual que yo...-

Un rubor se posó en las mejillas y orejas del moreno.

-No sabes lo que dices, es mejor que todo siga igual, un polvo es un  polvo-concluyó el moreno.

Entonces el moreno esquivó la pared y se dirigió al lago y empezó a deslizarse sobre su superficie.

-Adiós, Gaara-susurró.

*Fin del Flashback*

 

-Así ocurrió...-termino de relatar con la cabeza gacha.

Kankuro tenía el ceño fruncido, y un silencio sepulcral reinaba en la habitación, hasta que el hermano mayor decidió hablar.

-Quisiera saber... qué es lo que sientes por Sai, y que trates de compararlo con lo que sientes por Naruto-dijo pausadamente Kankuro.

-Sai... no sé cómo me atrapó Sai, pero nunca había tenido una química tan intensa con alguien, todo me atrajo de él, me sentí como en el sueño de una noche de verano, no sé cómo explicarlo, pero removió cada célula de mi ser. Por otro lado, Naruto... él me ha dado mucho, es un chico muy lindo, le quiero mucho, he podido conversar de muchas cosas con él que nunca antes he podido hacer con otros, su cercanía me tranquiliza...-fue interrumpido.

-Y el punto es...-dijo Kankuro.

-...Que no me pasa lo mismo cuando estoy con Naruto-confesó cayendo derrotado sobre la cama.

-La descripción que me diste de tu relación con Naruto ha sido como la de dos mejores amigos, no como de amantes...-dijo Kankuro.

-Hum, creo que me encapriché con él... joder, el sexo con Naru es genial, pero lo que pasó con Sai no puedo pasarlo por alto, tampoco es justo para Naru...-terminó Gaara.

-Entonces, lo que debes hacer es...-dijo en forma pausada Kankuro.

-Debo... contarle esto a Naru, y terminar con él, Naru no se merece esta canallada, no después de todo lo que me ha dado, él se merece a alguien mejor-terminó el pelirojo.

-Muy bien Gaara, estás madurando...-dijo Kankuro.

Luego de eso, Kankuro tomó a Gaara y de una patada lo lanzó escaleras abajo.

-¡Ouch! ¿Qué demonios te pasa?-le gritó a su hermano.

-Eso es por engañar a tu novio-dijo Kankuro-y agradece que no fue Temari.

Gaara, se puso azul, si Temari sabía que le había hecho algo malo a su querido alumno, de seguro lo capaba. Kankuro miró cómo su hermano menor se iba poniendo de un tono azulado.

-No te preocupes, hablaré con Temari, le diré que ya te di tu merecido, tú sólo haz lo que tengas que hacer-dijo Kankuro.

-Gracias, hermano-dijo Gaara.

-Bah, ni lo menciones, es emocionante de vez en cuando lanzar a alguien desde las escaleras-sonrió el mayor.

-Que no se te haga costumbre-respondió el menor.

Ambos sonrieron.

 

Naruto suspiraba en su cuarto, había salido con Gaara esa mañana, pero definitivamente su cabeza se encontraba en otro lugar. Hace una semana el perro le había besado, sí, besado, y desde ese entonces que le dirigía la palabra escasamente, le rehuía. Naruto no entendía el comportamiento del perro. Su mayor acercamiento era cuando le entregaba el bentou cada mañana, entendía que lo del beso había sido algo raro en el comportamiento de su amigo, pero... ¿de verdad tenía que evadirlo, no mirarlo a la cara? Eso le desesperaba y deprimía, no, definitivamente no sabía qué estaba pasando por la cabeza del perro. Cada vez que se acordaba se ese beso sus labios temblaban, sentía que se quemaba por dentro, era imposible que el perro sintiese "eso" por él, ¿verdad? Pero entonces, si fue un beso de broma, ¿por qué lo evadía el perro? Todo esto daba vueltas en la cabeza del rubio sin cesar.

 

De pronto sonó su móvil. Era un mail de Gaara.

 

Naru:

 

Necesito verte, quiero hablar algo importante contigo. Te paso a buscar hoy mismo en la noche.

 

Gaara.

 

Algo se le hacía extraño a Naruto, Gaara nunca le mandaba mensajes tan serios ni fríos. Miró al cielo, estaba nublado, entonces tuvo la sensación de que algo se aproximaba aunque no sabía muy bien qué era, ya empezaba a hacer menos calor, el final del semestre estaba cerca.

 

El perro se encontraba frente el espejo, había salido de la ducha hace algunos minutos y ahora tenía la vista fija en su reflejo. "Kiba, ¿qué estás haciendo?", se preguntó mirándose fijamente. Sabía que después de ese beso no iba a poder detenerse, sabía que si volvía a tener a Naruto muy cerca no iba a poder resistirse a besarlo otra vez, o quién sabe qué más. Por eso, había decidido mantenerse alejado del rubio. Suspiró y comenzó a secarse. Abrió la puerta y salió del baño desnudo.

 

-¡Dios, Kiba! ¡Que no estás sólo en la casa!- gritó su hermana tapándose los ojos.

-Dah...si ya me conoces completo, Hana, ¿qué más da?-reprochó su hermano algo desganado.

-Esa no es excusa-le dijo Hana.

-No estoy de ánimo para discusiones, Hana, tengo muchas cosas dando vueltas en mi cabeza...o tal vez sólo una-dijo Kiba.

"Sí, sólo una cosa, y su nombre es Uzumaki Naruto", pensó el perro mientras entraba a su habitación. Hana lo miró extrañada, mientras una espalda fuerte, un trasero bien formado, y unas piernas fibrosas desaparecían tras la puerta de la habitación de su hermano menor. "Esto me huele a un adorable rubio de ojos azules...", pensó Hana.

 

Naruto estaba sentado mirando fijamente a Gaara en la mesa de un restaurant, hacía media hora que lo había pasado a buscar y habían ido a aquel lugar, pero Gaara miraba hacia abajo y no había pronunciado palabra alguna, se le hacía extraño pues Gaara siempre solía hablarle mucho. Mientras le daba pequeñas lamidas a su helado se decidió a hablar.

-¿Qué pasa, Gaara?-miró fijamente Naruto.

El pelirojo levantó suavemente la cabeza y le miró con ojos angustiados. "Ah, esto no debe ser bueno...", vaticinó Naruto.

-Tengo que hablarte de algo serio, Naru...-empezó el pelirojo.

-Te escucho-respondió Naruto.

-Comprenderé si después de esto no quieres volverme a hablar por algún tiempo, pero he de decirlo, tú sabes que el doble estándar no va conmigo-dijo.

-Di lo que tengas que decir de una vez, Gaara, me pones nervioso-le dijo el rubio.

-Te he engañado-dijo por fin.

Naruto soltó la cuchara que sostenía en su mano, dejando que cayera sobre la mesa. No, no había escuchado bien, ¿cierto?

-¿Q-Qué?

-Lo has oído, te he sido infiel-dijo Gaara.

-Sí...lo escuché, pero no lo comprendo-respondió-¿cómo? Eh...¿cuándo?...¿por qué?-empezó a balbucear.

-Hace dos semanas, salí de paseo y me encontré con un chico que inevitablemente me sedujo...yo me dejé llevar y sucedió-contó el mayor.

Naruto se levantó súbitamente de la mesa y puso las manos sobre el mantel.

-¿Quién es?-le preguntó desesperado.

-Se llama Sai...-dijo Gaara.

-¿Por qué me hiciste esto?-preguntó Naruto mirando hacia abajo mientras sus ojos se nublaban-yo...confié en ti, no sabes lo que he pasado, creo que he sido un buen novio, no creo que...-no pudo terminar sus ideas, se sentía traicionado, usado. Vinieron a modo de flashback todo los buenos momentos con el pelirojo, y luego se quebraron, y apareció en su lugar una imagen de Gaara con un desconocido en una atmósfera íntima, una atmósfera que él solía compartir con él, y no un extraño.

-Es una putada, ¿sabes?-dijo Naruto apretando la mandíbula mientras contenía sus lágrimas.

-Lo sé, no sabes cuánto lo siento, no sabía que esto iba a terminar así, yo de verdad te quier-

¡PAF! Gaara no pudo terminar la frase, la mano de Naruto se había deslizado fuertemente contra su mejilla izquierda.

-Ni te atrevas a decirlo-dijo Naruto.

La gente en el restaurant se quedó viéndolos. Gaara se levantó de su silla.

-Estoy siendo sincero contigo, Naruto, si lo digo es porque es verdad-dijo el pelirojo.

-Definitivamente no sé qué pasa por tu cabeza-dijo Naruto mientras miraba a Gaara con los ojos aguados, en eso salió a paso rápido del restaurant. Gaara dejó dinero sobre la mesa, más del que costaba el helado que había pedido Naruto, y salió tras de él. Ya fuera del restaurante Gaara agarró al rubio.

-¿Qué quieres? ¿No te basta el daño que me has hecho?-dijo Naruto.

-No es eso, te quiero, Naruto-dijo Gaara.

Naruto se dio vuelta y golpeó con sus puños el pecho de Gaara.

-No lo digas si no lo sientes, no lo digas para hacerme sentir mejor-reprochó el rubio.

-No es eso, Naruto-le dijo Gaara mientras rápidamente le daba un beso fugaz en los labios-te quiero, de verdad creo que somos almas gemelas, pero también ahora mismo estoy seguro que el vínculo que tenemos no es precisamente de amantes, ¿o tal vez tú sí?-dijo Gaara mientras abrazaba al rubio. Naruto abrió los ojos súbitamente. ¿Qué era lo que le estaba diciendo Gaara?

-No sé qué es lo que estás diciendo...-dijo Naruto-realmente no puedo pensar en este momento, me duele el pecho-concluyó.

-Sé que te he hecho daño, Naru, pero también quiero que sepas que te quiero, me importas, muchísimo, estar contigo me ha enseñado tanto...-dijo Gaara.

-Yo también he aprendido mucho contigo Gaara, pero no puedo pensar con claridad en estos momentos, tengo que irme, Kakashi se va a preocupar...-dijo otra vez con los ojos aguados.

-Espera, te llevo-dijo Gaara.

-Descuida, quiero rime solo, esto se terminó, Gaara, no te sientas comprometido conmigo-informó el rubio.

-Naru, nosotros siempre vamos a estar vinculados de algún modo, no trates de hacerte el ciego...-dijo Gaara con una sonrisa malograda por la tristeza.

-Tal vez tengas razón, como la has tenido muchas veces, pero quiero alejarme de ti por ahora, gracias por todo, supongo...-dijo finalmente el rubio y empezó a caminar en dirección a su casa. Comezó a llover, a Naruto no le importaba, era agradable cómo la lluvia lo mojaba, sus lágrimas se perdían con la lluvia, pedía al cielo que la lluvia se llevara todas las emociones truncadas y el dolor del momento, como un hechizo purificador, porque no podía pensar con claridad con todo aquello dentro. Iba a mitad de camino, las calles estaban vacías. Con un mínimo impulso logró elevarse hasta cierta altura del suelo, empezó a flotar mientras avanzaba vertiginosamente por el camino desierto. Ah, el viento en su cara, cuánto le agradaba aquello, casi lo había olvidado. El viento siempre esclarecía todo, dejaba entrever lo bueno, descubría la verdad, viento con partículas de agua, todo su cuerpo estaba mojado, pero auquello no le impidió seguir avanzando, hasta que llegó cerca de su edificio paró las corrientes bajo sus pies y entro caminando como cualquier persona normal a su departamento, como cualquier persona normal empapada. Abrió la puerta. Kakashi lo miró de pies a cabeza.

-Naru, ¿por qué estás todo mojado? ¿Qué demonios te pasó?-preguntó Kakashi.

-No estoy de ánimos, Kakashi, si quieres mañana hablamos, por hoy sólo quiero dormir, sólo eso.

Kakashi sólo lo observó hasta que se metió en su cuarto, Naruto nunca le había hablado así, tan apagado y confuso, le preocupó bastante, pero sabía que tenía que dejarle su espacio, después de todo era un adolescente. Pero al otro día no le dejaría ir sin una buena explicación.

 

 

Notas finales:

Dejen reviews con sus opiniones, porque estoy de vuelta :) a ver si suelto otro capi la semana que viene porque estoy con miles de cosas por hacer, claro, ya se me está terminando el semestre y hay mucho por hacer :B Suerte a todos(as)

 

-3-


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).