4- Consolidando sentimientos
La semana pasó con normalidad, Naruto se amoldaba a las clases y profesores, y aunque era fatal para matemáticas, a las otras materias ya les iba tomando ritmo. Naruto siguió juntándose con Kiba y su grupo, y los demás no se explicaban cómo un chico tan simpático como Naruto se juntaba con el grupo de "matones" de segundo grado, siendo que el chico rubio era la contraparte del castaño. En clase de educación física Kiba brillaba. Era bueno para todos los deportes, gozaba de un gran físico y fuerza. Naruto, a su pesar, en los deportes no destacaba mucho, pero en la unidad de gimnasia dejó a más de uno con la boca abierta. Si bien, Naruto no era de mucha altura ni fuerza, por cual al compararse con otros chicos en deportes, estaba bajo el promedio. Pero su flexibilidad, resistencia, equilibrio y precisión, lo hacían el mejor de los chicos a la hora de saltar en trampolín, dar volteretas en el aire, acrobacias en la barra, etc era totalmente hábil en la gimnasia artística.
Ya era viernes, el último día de clases de esa agotadora semana. Y los chicos disfrutaban del receso en sus puestos comiendo alguna que otra cosa, o en el caso de Naruto, tomando zumo. De pronto aparece Shino frente a ellos.
-Kiba, Hinata te busca afuera-le avisó Shino al perro.
-Umh-afirmó Kiba y salió a fuera del salón.
-¿Quién es Hinata?-preguntó Naruto.
-La chica que está buenísima, esa, de la clase de al lado, también va en segundo año, es la chica de pelo azulado y ojos aperlados-dijo Chouji. Mientras Naruto se asomaba para ver a la chica, se dio cuenta que era bastante mona y de linda figura.
-Ahh... ¿de qué hablarán?-preguntó Naruto, al aire.
-No sé-dijo Chouji-decían que estaba saliendo con Kiba pero él nunca habla de esas cosas, así que no estamos seguros, pero como se ven con regularidad no se puede descartar-terminó Chouji. Naruto sintió como si su corazón se estrujara. La verdad, nunca había pensado en la posibilidad de que el perro tuviese una chica. Bueno, Hinata, estaba guapa, y era una chica...lo más importante, era una chica. Suavemente la mirada de Naruto se fue apagando. Siendo que el único que lo percibió, fue Shikamaru.
-Ahhh...ese tipo de cosas son problemáticas...hay que restarle importancia, ¿verdad Naruto?-sentenció Shikamaru. Naruto salió de su trance, y se dio cuenta de lo dicho por su amigo Shikamaru, y aunque no sabía si lo decía porque había leído su mirada o sólo por ser uno de sus típicos comentarios, Naruto le sonrió.
-¿A que sí son problemáticos?-dijo Naruto mientras le regalaba una sonrisa a Shikamaru, quien imperceptiblemente sonrió. "Gracias, Shikamaru..." pensó el rubio. Naruto, después de eso, fingió ir a botar algo al basurero que quedaba cerca de la puerta del salón, para escuchar algo de la conversación de Kiba y Hinata.
-Sí, está bien entonces...el sábado...-decía Kiba algo cansado.
-Ahá, Kiba-chan espérame ¿vale?-dijo Hinata sonriente.
-Arghh...no jodas Hinata-dijo Kiba molesto.
-Jajajajaaja-se rió Hinata.
No alcanzó a escuchar más, o sino se iban a notar sus propósitos. Sólo regresó a su asiento y dejó pasar el día. Terminaron las clases, y no había podido dejar de pensar en la relación extraña de Kiba y esa chica, caminaba hacia el paradero del bus pensando que la próxima semana tendría horario completo en la escuela, qué mal... cuando en eso, fue interrumpido.
-¿Rubio, vas a tu casa?-preguntó Kiba mientras se acercaba al rubio.
-Ehm...síp-contestó Naruto.
-Tomemos el bus juntos, voy en la misma dirección-dijo casi mandando el perro. Naruto sólo asintió, la repentina compañía del castaño era algo bueno. Tomaron el bus y se sentaron atrás.
-¿Vas a almorzar?-preguntó Kiba como algo trivial.
-Ehm...síp-dijo Naruto sorprendido porque haya sido el castaño quien inició la conversación.
-¿Tu madre está en casa?-preguntó Kiba.
-No-respondió secamente Naruto.
-Entonces ¿tu padre?-preguntó el castaño.
-No-una vez más el rubio contestó.
-¿Hermanos?-inquirió el perro
-No-dijo Naruto-mis padres murieron...y no tengo hermanos-mencionó el rubio mientras veía el paisaje por la ventana. Kiba se sintió abrumado por tal cantidad de información, no supo que decir, sentía que debía hacer algo, pero no sabía qué.
-Yo...eh...-articuló el castaño-
-Ah...no tienes que decir nada, pasó ya hace mucho-dijo Naruto.
-Vale-dijo el perro.
-¿Y tú almuerzas?-preguntó Naruto.
-Hmm...no-mi madre está trabajando y llega tarde, y Onee-chan está en la universidad, y yo no sé cocinar ni un huevo frito.
-¿Y qué comes?-inquirió Naruto con los ojos abiertos.
-Lo que encuentre...-dijo Kiba.
-No seas tonto, ven a mi departamento a almorzar-dijo sonriente el rubio.
-¿Qué, en serio?-preguntó Kiba.
-Sip-dijo Naruto-¿cuál es tu comida favorita?
-Humm-sushi-dijo con algo de corte Kiba.
-Bien, vamos-concluyó el rubio. Pasaron a comprar uno que otro ingrediente para el sushi antes de llegar al departamento de Naruto, al entrar Naruto dejó las bolsas en la cocina, e hizo pasar a Kiba, mientras sintió que alguien más demandaba su atención.
-Mauu....-
-¡Kyuu-chan!-exclamó el rubio al ver a su adorado compañero, se agachó y le extendió los brazos y el felino se lanzó a su pecho.
-Jajajajaa....Kyuu-chan, tu lengua es áspera, jajaja-reía el rubio-Rrrrrrrrrh-imitaba el ronroneo del felino. Kiba se quedó medio pasmado al darse cuenta de la ternura de la escena.
-¿Es tuyo?-inquirió el perro.
-Sip, se llama Kyuubi-dijo Naruto.
-Ya veo...Kyuu-chan-dijo lentamente Kiba. Naruto dejó a Kyuu-chan en el suelo y se fue acercando lentamente a Kiba, con precaución. Kiba se agachó y le extendió la mano al felino, quien después de olfatearla, le regaló una caricia pasando su mejilla por la mano de Kiba, empezando a ronronear. Kiba se sonrojó ante tal muestra de cariño, la verdad, era débil ante los animales.
-Le agradas, Kiba-dijo el rubio mientras se agachaba junto a él.
-Rrrrrrrh-hizo Naruto-¿lo sientes?-preguntó Naruto tomando la mano de Kiba y poniéndola cerca del cuello del gato.
-Mh...sí-dijo Kiba tratando de sellar su emoción-a mí...me agradan los animales, yo tengo un perro, se llama Akamaru-dijo Kiba.
-¡Genial!-dijo Naruto- a mí también me agradan-sonrió.
Luego de eso Naruto le dijo a Kiba que prendiera la televisión por mientras él preparaba el sushi. Para cuando estuvo listo, Naruto fue a llamar a Kiba. Lo que encontró fue muy lindo. Kiba y Kyuu-chan se habían quedado dormidos, Kyuu-chan sobre Kiba. Naruto fue corriendo a buscar su cámara digital, y sin que se dieran cuenta les hizo una fotografía. "Se ven tan lindos...Kiba salió guapo" pensó Naruto. Después de eso despertó a Kiba y le dijo que ya estaba el almuerzo. Kiba accedió y dijo que moría de hambre. Se sentaron a la mesa y empezaron a comer.
-¡Waaaaaa!-gritó Kiba-
-¿Qué? ¿Está malo?-preguntó Naruto preocupado.
-¡Está genial!-dijo Kiba comiendo con más ganas. Naruto sólo sonrió. Después de comer, Naruto recogió la mesa. Con Kiba y Kyuu-chan se pusieron a ver televisión, encontrando nada bueno...
-Kyuu-chan-dijo Kiba.
-¿Mh?-inquirió Naruto
-Kyuu-chan, tiene tus mismos ojos-dijo Kiba.
-Ahhm...creo-dijo Naruto. De pronto Kiba se puso encima de Naruto y lo miró fijamente a los ojos, lo cual puso nervioso a Naruto.
-Gracias...Naruto-dijo Kiba-por cuidar de mí esa vez.
-Ahm...no fue nada Kiba, lo volvería hacer, si hiciera falta-dijo el rubio. El castaño se dejó caer sobre el rubio en una especie de abrazo.
-Nunca antes alguien había hecho una cosa así por mí, Naruto, tú no me juzgaste por mi apariencia ni por el contexto en el cual me encontraba y sólo me brindaste tu ayuda sin interés-dijo Kiba-y la verdad es que tampoco sé como demostrar lo que siento, soy...algo torpe en ese sentido, pero gracias, rubio, gracias-concluyó el castaño. A pesar de que Naruto sabía que el castaño no sentía nada más que amistad con ese abrazo, por su parte era diferente, por un lado Naruto quería quedarse así para siempre, pero por el otro temía que su cuerpo reaccionara al calor de Kiba, además ¿desde cuándo eran tan tierno con él?.
-Siempre estaré aquí, perro, soy tu...amigo-dijo Naruto mientras sonreía y le daba un toque en la frente al castaño, y después este le estiraba una mejilla, y así empezaron a jugar... A Naruto le deprimió la palabra que usó..."amigo" por que si bien lo hacía feliz, sabía que nunca podría traspasar esa línea con Kiba. Pasaron el tiempo jugando, o hablando tonterías, después de almorzar. Luego sonó el timbre.
-Espérame, Kiba, iré a abrir-dijo Naruto.
-Ahá-dijo el perro. Naruto abrió la puerta y encontró a Kakashi.
-¡Naru-chan!-exclamó el peliplateado abalanzándose sobre Naruto, mientras lo alzaba en el aire y le besaba.
-¡Kakashi!....jajaja, ¡ahora no, Kakashi!-le decía hasta que Kakashi se dio cuenta de la presencia de una tercera persona. Kiba estaba con unos ojos en forma de puntos y una cara sin expresión. "¿Qué es esto? ¿Desde cuándo Naruto tiene un amante? ¿Homo? Es un hombre mayor..." pensaba Kiba en su cabeza. Después Kiba lo miró con cara de poco amigos. "Jodido pedófilo" pensó Kiba.
-¿Quién es?-preguntó Kakashi.
-Kiba, él es Kakashi, mi tutor legal, y es... como un segundo padre para mí-le dijo Naruto al perro. Ahora las piezas encajaban mejor en la cabeza de Kiba, aunque igual no supo por qué, le molestó un poco esa cercanía de Kakashi con Naruto.
-Kakashi, él es Kiba, un compañero de escuela, lo invité a almorzar-informó el rubio a su tutor.
-Encantado-dijo Kiba por cortesía-aunque su voz sonó plana.
-Igualmente-dijo Kakashi-mhh... eso quiere decir que va en ¿segundo grado?-preguntó el peliplateado.
-Síp, estamos en la misma clase-dijo el rubio.
-Se ve mucho mayor que tú, Naru-chan.... Tú te ves más pequeño, más bajito, más delgado, tu voz es más suave, tu-
-¡Ya entendí!-lo cortó Naruto enfadado.
-Jajaajjaaja-se río Kakashi mientras revolvía el pelo del menor.
Kiba se rió ante esto, era divertido molestar al rubio, y Kakashi lo sabía hacer muy bien. Aunque prefería molestarlo él mismo...
-Bueno, ya me voy, Naru-dijo Kiba.
-Cl-Claro-asintió Naruto sonrojado al darse cuenta que Kiba lo llamó "Naru"-te voy a dejar abajo-finalizó el rubio. Salieron juntos y tomaron el ascensor, ya en la salida del edificio, se despidieron, corría mucho viento, el cual le desordenaba el cabello a Naruto y arrebolaba su camiseta.
-Cuídate, Naru-dijo Kiba mientras le ponía una mano en la cabeza al rubio y revolvía su cabello.
-Claro, tu también, Kiba- le dijo el rubio mientras sonreía.
-El sushi estuvo genial, tu sushi es el mejor-sonrió el perro-¡Adiós!-dijo mientras desaparecía corriendo. "El perro me sonrió...me sonrió...te quiero, perro"-pensó el rubio con una sonrisa sincera en los labios.