… casi por instinto se agacho a ayudarla a recoger sus libros
-lo siento tanto- dijo la pelinegra de piel clara con un apenado y torpe tono de voz –disculpe de verdad, lo siento mucho- insistió en sus disculpas
Y levanto la mirada a aquel rostro moreno que sostenía en los labios un cigarro, era casi imposible de creer, estaba mirando frente a frente a aquella chica, no comprendía porque estaba tan nerviosa, se perdió por un largo momento en el rostro de aquella chica, los rasgos estaban perfectamente bien dibujados sobre su cara, como si el rostro de aquella persona hubiera sido hecho por los mismos ángeles, era la figura de la perfección y pensaba que era casi imposible que fuera humana no dejaba de preguntarse por que la asombraba tanto aquella chica.
El rostro moreno de aquel bello angel miro por un segundo ese par de ojos negros sobre aquella piel blanca, casi dejando caer el cigarro de su boca
Sin darse cuenta se lleno de rubor en sus mejillas
-¿Estás bien?-pregunto la delgada chica del cigarro
-s...si…- contesto entrecortada la chica en el piso –lo siento mucho- se disculpo
La morena tomo el cigarro en su mano y con un movimiento de su cabeza acomodo su cabello aoi contemplo desde el suelo el brillo rojizo de la mirada de aquel bello angel que extendía su mano hacia ella, se quedo inmóvil un segundo.
-¿piensas quedarte en el suelo todo el dia?- dijo aquel angel moreno invitándola a tomar su mano
Nuevamente el rubor subió a las mejillas de aoi, tomo la mano de aquella chica y se levanto
Aoi bajo la mirada apenada, y la chica del cigarro tomo su barbilla y la miro a los ojos, y por encima de aquel espeso y desordenado cabello pudo mirar sus ojos aquel hipnotizan te y tétrico brillo rojizo de sus ojos
-¿cuál es tu nombre?-dijo sonriente
-Aoi…- dijo con pena la chica
-Aoi? ¿Ese es tu nombre? Dime tu nombre de pila niña-
-Kodoku, Kodoku aoi es mi nombre- dijo suavemente bajando la cabeza
-Kodoku? Es un bello nombre - respondió la chica mientras la invito a caminar a su lado –el mío es Nanase Kamijou- dijo mientras miraba asía el frente – ahora niña me dirás que hacías en la escuela aun y por qué corrías en los pasillos pudiste lastimar a alguien- pregunto en tono de reproche la chica del cigarro
-etto… etto… yo tenía que dejar unas cosas en el laboratorio- contesto la chica de lentes nerviosa
Salieron del colegio y caminaron un pequeño tramo juntas, el atardecer ponía más bello ese día, se detuvieron en un pequeño parque con muchos arboles
-kodoku…- dijo aquel ángel moreno volviendo a sostener la barbilla de aoi y retirando los lentes de su rostro –tus ojos son tan bellos sin esos estorbosos lentes-
Aoi se sonrojo y volteo un poco su cara, apenada…
Sin darse cuenta un par de cálidos labios se posaron sobre los suyos, no sabía si era la calidez del cigarro o era que aquellos suaves labios tenían la una calidez única que nunca antes había sentido, parecía casi como si estuviera probando el néctar solo digno de los mismos dioses…
Miro un instante a la chica que se separaba de ella y abría sus labios pronunciando unas palabras
-kodo…-
En ese instante despertó, miro el reloj que se encontraba junto a su cama y marcaba la 1:30 de la madrugada, pero en ese mismo momento lo último que le preocupaba era la hora, estaba centrando sus pensamientos en el sueño que acababa de tener, y una serie de preguntas llenaban su mente como el por qué sentía el deseo de recostarse y terminar de soñar, noches atrás que había estado sin poder dormir y esta noche no sería la excepción
Se recostó en la cama cerró los ojos y de manera inconsciente sus labios pronunciaron
-nanase-
En otra parte una chica delgada y alta en blusón daba vueltas en su habitación repasando en su mente el suceso de esa tarde
Al ayudarle a recoger sus libros a la pequeña miro sus ojos negros como la misma noche que por su ventana se observaba su cigarro casi caía de su boca
-lo siento mucho- dijo aquella pequeña apenada
-hmm- musito la morena –niña deberías tener mas cuidado tu torpeza puede herir a alguien- dijo en tono de regaño
-lo siento tanto señorita- dijo triste y aun mas apenada la pequeña
-jum kamijou sama mocosa- dijo mientras se alejaba…
****fin del recuerdo****
Ese hecho no la dejaba dormir, algo en ella la hacia sentirse culpable de tratar asi a tan tierna pequeña pero…
¿desde cuándo nanase kamijou sentía compasión por los demás?
¿Por qué los ojos de aquella mocosa insignificante le parecían reflejarse en ella misma?
Esas eran solo algunas preguntas que rondaban su mente
Miro hacia el reloj 1:45 am
-este maldito insomnio- maldijo y enseguida apago la luz…