Trató de abrir los ojos, pero la luz lo lastimó en exceso. Parpadeó varias veces hasta que por fin logró entreabrirlos, finalmente los abrió con un poco de trabajo debido a la luz blanca a su alrededor. Lo primero que vio fue la cara de un desconocido, supuso de inmediato que se trataba del doctor que lo atendía. Todavía no estaba muy seguro de lo que estaba pasando, pero era más que claro que estaba en el hospital.
Se sentía agotado, como si hubiera corrido muchos kilómetros, le dolían las piernas, probablemente por estar tanto tiempo en una misma posición. Paseó la mirada tanto como su condición lo permitía, de inmediato vio a Reita y a Kai parados frente a la cama. Trató de hablar pero algo se lo impidió.
-señor Takashima, le voy a retirar el tubo que tiene en la garganta, lo ayudaba a respirar, cuando yo le diga, quiero que tosa muy fuerte ¿de acuerdo? – le dijo el doctor.
Uruha solo asintió. El doctor le dio la indicación y sintió el tubo rasparle la garganta al salir, una sensación bastante incomoda y dolorosa.
-¿Qué pasó? – dijo con voz ronca y apenas audible.
-tuvo una congestión alcohólica, su cuerpo fue incapaz de filtrar el alcohol que consumió. Estuvo a punto de morir asfixiado lo cual ocasionó que cayera en coma – explicó el médico.
El castaño lo miró sorprendido, ni siquiera recordaba haber bebido tanto - ¿Cuánto tiempo? – preguntó asustado.
-cuatro días – contestó Reita con los ojos cristalinos.
El doctor se despidió, no sin antes anunciar que Uruha se debía quedar unos días mas en el hospital para mantenerlo bajo observación y asegurarse que estuviera bien.
Con ayuda de sus dos compañeros, Uruha se sentó en la cama, no habló durante varios minutos, permanecía con la mirada baja, buscando una buena manera de decir lo que tenia que decir.
-lo siento – dijo al fin – han de haber estado vueltos locos por mi culpa – hizo una mueca.
Los dos se alzaron de hombros – lo importante es que estas bien – dijo Reita desordenando su cabello – y que no lo vas a volver a hacer pedazo de idiota, casi me matas del susto, ¿Cómo carajos se te ocurre? – el tono de su voz iba en aumento.
-¡Akira! – Alcanzó a decir Kai – estas un poco alterado, vas a asustar a Shima – dijo tranquilamente antes de que el bajista descargara su ira sobre el recién despierto.
Reita suspiró y Uruha sonrió, conocía perfectamente el temperamento volátil del bajista, no esperaba menos.
-¿Por qué no buscas un café? – sugirió el baterista esperando que la petición lograra sacar a Reita del cuarto.
Afortunadamente resultó, el bajista salió un poco agitado.
Uruha se revolvió en su lugar - ¿Dónde esta? – preguntó, no tuvo que decir el nombre para que el baterista supiera perfectamente de quien hablaba.
Kai suspiró – Reita no ha dejado que te vea, pero él ha venido. Lo sabe todo, no quedó de otra mas que decirle, todo ha sido un caos. Corrió a Megumi de su casa, quiere hablar contigo, la compañía quiere que se case – explicó rápido por temor a que el bajista regresara.
-¿quiere verme? – El castaño se mordió el labio – Kai ¿Cómo hago para dejar de autodestruirme? – preguntó con los ojos muy abiertos.
El baterista se sorprendió ante la pregunta.
-entiende que no estas solo – fue la respuesta del bajista, quien regresaba con un café para Kai – aprende a quererte a ti mismo, date cuenta que todos a tu alrededor se preocupan por ti y te quieren – se sentó frente al guitarrista y Kai salió de la habitación para darles mas espacio.
Uruha lo miró sin saber que decir.
-¿te acuerdas como eras cuando éramos adolescentes? – Reita sonrió ante el recuerdo.
El castaño también sonrió y asintió – tuve como mil novias, hasta que me violaste en el campamento y las novias se volvieron novios – se rió.
-¡yo no te viole! – Se defendió el bajista indignado – era obvio que eras gay, solo tenias que descubrirlo – se excusó riendo.
-¡¡por tu culpa soy uke!! Por creerte el macho, a pesar de que eres un gay de primera – se quejó.
-¡¡bien que te gusta!! – Uruha soltó una carcajada y no dijo nada mas – el punto es que tu decías, que no tenías una relación seria porque no estabas listo. Que cuando fueras mayor podrías dar lo mejor de ti, no era por miedo, ni mucho menos, sabías perfectamente lo que querías y lo que podías ofrecer. Y cuando por fin estuviste listo…-.
Uruha hizo una mueca – conocí a Yune – no miró a Reita, veía sus manos.
Reita frunció el ceño – y ese maldito se encargó de destruir aquella parte de ti. Tu seguridad, tu autoestima, todo. Te hizo creer que estaba mal ser como tu eras, cuando no era cierto en lo mas mínimo, nunca fuiste un fácil, es mas solo te acostaste conmigo antes de conocerlo, nunca fuiste nada de lo que él dijo, hasta que empezaste a creerlo. Cuando por fin lo dejaste, tenías este sentimiento tan grande de culpa, que en lugar de abrirle tu corazón a quien en verdad te ama, te empezaste a castigar; pensando que era lo que merecías. Todavía lo piensas – hizo una pausa – la verdad Aoi hace muchas cosas que me sacan de quicio, y también te ha hecho mucho daño, pero él te ama Shima. Odio verte así, odio que todo haya acabado así, pero independientemente de lo que pase, sal de ese hoyo en el que estas metido, ser feliz depende nada mas de ti no de Aoi, ni de mi. No eres nada de lo que ese bastardo dijo que eras, demuéstralo, sé el Kouyou Takashima que yo conozco y deja de tener miedo, ve que tan lejos has llegado con temores, imagínate que tan lejos llegaras si dejas todo eso atrás – los ojos de Reita estaban cristalinos, mientras al guitarrista se le escapaban traviesas lagrimas.
-¿te vas a ir de todas formas verdad? – no era un reclamo, sabía la razón por la que Reita le decía aquello que al parecer se había guardado por algún tiempo. Se iba a ir. Y lo comprendía, comprendía lo que era sufrir por amor, pero ahora entendía algo. Si lo que había dicho Kai era cierto significaba que él y Aoi tenían una oportunidad, la oportunidad de dejar todo atrás, de ceder y dar todo aquello que deberían haber dado desde un principio.
Reita asintió – no me iré a menos que me necesites – tomó la mano del guitarrista.
Uruha negó – no creo que sea lo mas fácil, pero creo que podré. No por ti, no por Aoi, sino por mi; por primera vez en mucho tiempo me siento tranquilo de cierta forma – se mordió el labio – lastima que casi haya muerto para entenderlo ¿verdad? – rió.
-eres un tarado Shima – le revolvió el cabello. Se levantó y le dio un ligero beso en los labios. Un beso completamente de amigos. La despedida.
-x-
Despertó. Hace dos horas que había despertado y él no se había decidido ir al hospital, había ido todos los días aunque significaba pelearse con Reita cada vez, pero no le había importado, quería verlo. Ahora podía hacerlo y se sentía inseguro ¿con que cara podía verlo? Pedirle perdón, decirle todo aquello que tenía atorado en el pecho. No sabía si Uruha querría verlo ¿Qué haría si no? No lo soportaría, no quería perderlo, no podía perderlo. No por su culpa, no así.
Su teléfono comenzó a sonar, rezó porque no fuera de nuevo Megumi. Lo tomó y le asombró el número.
-Taka…- dijo sin aliento.
Ruki suspiró, iba a hablar pero Aoi lo interrumpió.
-perdón. Sé que debí de hacerlo antes, pero es que…
-eres un necio, orgulloso, idiota – completó Ruki sonriendo aunque no podía verlo. El vocalista ya lo había perdonado, después de todo eran mejores amigos, tenían que hablar las cosas, era obvio, pero con el simple hecho de que Aoi pidiera perdón, era un gran avance, significaba que había dejado el orgullo de lado y de verdad estaba arrepentido.
Aoi también sonrió – lo sé. Taka, yo… - de nuevo volvió a ser interrumpido.
-tu y yo estamos bien Yuu. Ahora enfócate en recuperar a Shima y ya déjate de tonterías y cosas sin sentido. Que en serio ya me tienen harto – tan directo el vocalista.
El guitarrista hizo una mueca - ¿Cómo se supone que lo haga? – preguntó con amargura.
-eso no depende de mi. Pero yo te puedo ayudar en lo que planees hagas o lo que sea. Así tenga que encerrarlos en un closet, solo quiero verlos felices – dijo al final.
El pelinegro por fin se sentó, después de andar caminando en círculos por toda la sala de su departamento - ¿Quién tiene que hacer la primera promoción del sencillo? – una pregunta bastante fuera de lugar, para aquel momento, pero necesitaba saberlo, después de todo lo que había pasado, el sencillo había pasado a segundo plano y era algo que no se podían dar el lujo de hacer.
Ruki al principio no contestó.
-¿ya terminaste de hablar? – Aoi escuchó una voz que no reconoció, al principio.
-¿con quien estas? – preguntó el pelinegro curioso.
-con nadie que te importe – contestó nervioso – Kai y yo haremos la promoción – trató de desviar el tema.
Aoi sonrió – es Nao ¿verdad? ¿Pasó la noche ahí? – se burló.
-ya te dije que no te importa – tartamudeó.
-entonces si es Nao y pasó ahí la noche, ¿Cuántas noches? O estas en su departamento, de hecho eso es mas probable dado que vives con Kai – sacó sus conclusiones – el punto es cuanto llevas ahí – se quedó callado pensando.
-¡Shiroyama! ¿¡Podrías enfocarte!? Mi vida personal no es en este momento de tu incumbencia, y si lo necesitas saber, si, es Nao. Si, es su departamento y llevó aquí algunos días ¿ok? – soltó el vocalista con molestia.
El pelinegro soltó una carcajada – tranquilo – volvió a reír – nadie te esta juzgado, histérico. Al contrario, me da gusto. Bueno, respecto a la promoción necesito un favor…
-x-
Tocaron a su puerta y sin esperar respuesta Tora se asomó a través de esta. Uruha tembló por inercia, a pesar de que ya había pasado bastante tiempo, las pesadillas y los recuerdos seguían aun presentes.
-si no quieres no entro – dijo el guitarrista de Alice Nine.
-pasa – contestó el castaño tratando de sonar calmado.
Tora entró y se sentó en la silla mas próxima a la cama de Uruha, no estaba muy seguro de cómo proceder o que hacer, pero necesitaba hacer algo o no podría seguir viviendo consigo mismo.
-Shima yo…
-te dije aquella vez que te perdonaba – se apresuró a decir.
-lo sé, pero no es suficiente ¿sabes? En ese momento yo no estaba pensando claramente y nunca pensé que podía acabar así – se alzó de hombros – no lo pensé en lo absoluto, no quería hacerte daño, pero me sentía tan acorralado, no quería perder a Saga, así que hice cosas estúpidas. Cosas que al final resultaron peor – no se atrevía a ver al castaño – y además ¿para que? Resulta que Saga siempre estuvo dispuesto a estar conmigo y a aceptarme como soy – sonrió levemente – dejé que el miedo me dominara y destruí tu vida de paso. Si hubiera confiado en el amor de Saga – suspiró.
Por alguna razón esas palabras le generaban una mezcla de sentimientos, confiar en el amor.
-Saga es una gran persona – dijo Uruha tranquilo, mientras Tora asentía sonriendo – no destruiste mi vida, mi vida ya estaba bastante jodida – sonrió de lado – tal vez si Aoi hubiera confiado en mi y yo hubiera confiado en mi mismo, no estaríamos teniendo esta platica. Solo te hubieran golpeado mucho – resumió con una sonrisa – los problemas que generó lo que tu hiciste, eran problemas que hubieran surgido de una forma u otra, solo fue el detonante. Aoi y yo tenemos muchas cosas que arreglar, lo que pasó con nosotros no fue tu culpa. De lo que tu hiciste, ya estas arrepentido, ya te perdoné. No puedes tener control de todo lo que pasa a tu alrededor Tora, definitivamente la vida sería mas fácil pero no es así. De ti no dependen las demás personas, lo que hagan, hicieron o harán, solo somos una pequeña parte de la ecuación – terminó de decir.
Y sin querer, Uruha le dio a Tora la clave para perdonarse acerca de todo. Aun si en ese momento no se dio cuenta.
-x-
-no me voy a casar – lo dijo como por décima vez en la reunión. Por todas las formas habidas y por haber trataba de mantener la calma, no le convenía pelearse con los ejecutivos de la compañía, ni con el manager, ni con nadie.
-no te estamos preguntando – dijo al fin uno de los ejecutivos importantes – si la chica esta hace un escándalo, podría dañar seriamente la imagen de la banda ¿quieres eso? – advirtió.
Aoi se acomodó en su asiento –por supuesto que no, pero no voy a casarme solo por que esta tipa quiere que lo haga. Ya les dije, ese niño es mío y me haré cargo, eso es todo lo que debería de importarles – finalizó cruzándose de brazos.
- no es tan fácil Aoi – dijo el manager – quien sabe que se le podría ocurrir decir, desde que te acostaste con ella a la fuerza, a que cuando supiste que estaba embarazada te trataste de zafar del problema -.
El guitarrista comenzaba a perder la paciencia -¡pero no me estoy zafando! Y no creo que sea un problema – frunció el ceño, pues a pesar de las circunstancias, le gustaba la idea de tener un hijo. Mucho – ustedes saben amortiguar los daños, ¿no es ese su trabajo? – preguntó ya molesto.
-harás lo que se te dijo – sentenció el ejecutivo – tienes un contrato, nosotros decidimos-.
Aoi se levantó furioso - ¡mi contrato no dice que pueden decidir con quien me caso o no! No me trate como estúpido – salió de la sala dando un portazo.
-x-
Tocaron el timbre, casi se mata al ir abrir, pues tardó bastante en escucharlo al estar cocinando con suma concentración. Abrió la puerta agitado, esperando que fuera Ruki, puesto que el vocalista había olvidado sus llaves al irse hace días. Sin embargo la persona que menos esperaba se encontraba parado frente a él.
-Rei…- dijo en un suspiró.
-¿puedo pasar? – se veía tan serio y tan tranquilo. Una fase que muy pocos habían visto del bajista, una fase que le encantaba al baterista.
Kai le concedió el paso y los dos se sentaron en la sala, cada uno en un sillón distinto. No dijeron nada durante unos minutos, solo se miraban intensamente. Kai quería hablarle pero las palabras no salían.
-Kai, vine porque quiero que estés enterado, porque pienso en ti – dijo Reita al fin, sus codos recargados sobre sus rodillas – me voy de Japón – lo dijo sin mas.
A pesar de que ya lo sabía, la confirmación la sintió como un golpe en el estomago y un dolor en el pecho se instaló de inmediato. Quería llorar, quería gritar, quería rogarle a Reita que no se fuera; sin embargo no mostró ninguna reacción. Trató de controlarse.
-¿Cuánto tiempo? – preguntó con una voz casi inaudible. Temblaba ligeramente.
-regreso cuando empiece la gira – contestó. Esperaba una reacción de Kai, esperaba que lo detuviera, que le dijera que no se fuera, que resolvieran todo, pero no llegó.
Kai asintió y sonrió, pero no era aquella hermosa sonrisa de la que él se había enamorado, era una sonrisa triste, cargada de emociones indescriptibles. Tal vez, en esa sonrisa el baterista decía todo lo que quería decir, pero ninguno de los dos hizo alguna mención.
-espero que te vaya bien y que encuentres lo que sea que estas buscando – dijo Kai con la voz un poco quebrada.
Reita lo siguió observando, era obvio que Kai ya no podía ocultar lo que sentía, su lenguaje corporal lo delataba. Sus ojos cristalinos y su aparente incomodidad, las ganas de decir algo eran evidentes, pero se quedó callado.
-Kai – la ultima oportunidad antes de irse, no habría vuelta atrás después - ¿puedes pensar en algo que me quieras decir para que no me vaya? – preguntó.
El baterista abrió mucho los ojos, ¿a que venia la pregunta? ¿Reita esperaba que lo retuviera? Bueno, si había ido hasta ahí para avisarle y decir que le importaba, eso decía muchas cosas ¿no? Entonces ¿Por qué parecía que se le había olvidado como hablar? Por supuesto, podía pensar en mil y un razones que decirle a su bajista para que se quedara, pero ninguna parecía querer salir en palabras.
-no – dijo después de cinco minutos de silencio – nada-.
-x-
Su ultimo día en el hospital, el primer día de promoción del sencillo y sinceramente se estaba volviendo loco. Ya no quería estar ahí encerrado, quería dormir en su propia cama, quería fumar, quería comer comida de verdad y sobre todo quería hablar con Aoi.
Reita estaba ahí, su último día juntos en algún tiempo. El bajista le propuso esperarlo en Sidney si él quería ir, pero Uruha decidió quedarse a solucionar las cosas, a ponerle un poco de orden a su vida. No le dijo nada mas, no se quedaría a menos que una persona en especial se lo pidiera.
-Akira Suzuki, prende la tele, quiero ver al enano – le reclamaba el castaño, pues este se oponía a prender la tele solo para molestarlo.
-no me digas enano – Ruki entró a la habitación como si fuera lo mas normal del mundo. Ignorado las miradas sorprendidas de los otros dos.
-¿Qué haces aquí? – Preguntó Reita alzando una ceja – se supone que tienes la entrevista, en este instante – dijo mirando su reloj.
Ruki tomó una silla y la acomodó para ver hacia la tele, cerca de Uruha – ya ves, es que puedo estar en dos lugares a la vez – se sentó tranquilamente.
-Ruki…- comenzó a decir el bajista.
-prende la bendita tele y averigua que hago aquí – movió las manos molesto.
Reita hizo lo que le dijeron, de inmediato buscó el canal deseado. En la pantalla solo aparecía el conductor, al parecer aun no había salido el anuncio de la banda, afortunadamente. En menos de dos minutos, el conductor presentó a Kai y para sorpresa del castaño y el rubio, también presentó a Aoi.
En un movimiento rápido, el vocalista le quitó el control remoto a Reita de las manos, impidiendo que le cambiara. El bajista iba a pelear por el aparato, pero con una mirada de Uruha se quedó sentado.
La entrevista no fue la gran cosa, hablaban de las fechas de lanzamiento, el significado de la canción principal, cosas normales. Preguntas superficiales como su canción favorita, experiencias en gira, etc. hasta que al final de la entrevista, Aoi pidió la palabra unos minutos, los cuales le concedieron sin dudar. Uruha sintió un hueco en el estomago.
-eh… -dijo el guitarrista pelinegro – es la cosa mas extraña que he hecho en mi vida, pero quiero hacerlo. Hay una persona, que estoy seguro que me esta viendo en este momento, no puede estar conmigo porque tuvo problemas de salud y bueno, por diversas circunstancias no la he podido ir a visitar. Solo quiero decirle que quisiera estar ahí, te extraño mas que a nadie en el mundo, soy un estupido y cometí el error mas grande de mi vida al no confiar en ti y decirte esas palabras tan hirientes. Tenia miedo, lo acepto, pero ya no. Quiero estar contigo siempre, te amo mas que a nada en el mundo – tuvo que hacer una pausa, pues las fans presentes, Kai y los conductores lo miraron sorprendidos e hicieron un escándalo – quiero que lo sepas, que el mundo sepa que mi corazón es tuyo. Que estoy dispuesto a apoyarte en lo que sea, que no voy a abandonarte otra vez, me abrieron los ojos y resulta que sigues siendo mi mundo entero, aun después de todo. Te amo, por favor no me desprecies cuando vaya a hablar contigo, por favor dame una oportunidad, déjame demostrarte que podemos ser felices. Confío en ti, ahora confía en mi, por favor. Vamos a estar juntos, por favor dime que si cuando vaya a verte – dejó de hablar porque no pudo seguir haciéndolo.
Había un enorme escándalo en el programa, fans que lloraban con las palabras de Aoi, otras mas que le aplaudían y gritaban. Los conductores no sabían que decir y Kai, quien miraba a su compañero a punto de estallar el también en lagrimas.
Ruki apagó la tele.