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yOu aRe tHe oNe por Tori Marutinesu

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Notas del capitulo:

Como mi hijo. . *Cough* *Ahem* ''Kaidoh'' enfermó, sus amigos decidieron ir a verlo y ocurrió algo totalmente inesperado que tal vez todos los presentes sean afectados de alguna manera, pero que seguro lo olvidarán luego.

 

Capítulo 2: La visita

 

 

En el capítulo anterior: Los titulares decidieron armar una reunión dividida en dos grupos en las canchas del club: en uno se hablaba sobre qué hacer después de marcharse del lugar en el que se estaban en ese momento de la reunión y en el otro se preguntaba ¿por qué faltaba alguien entre ellos?

 

 

-Tezuka, ¿qué sucederá si Kaidoh… no vuelve?- Oishi demostraba su gran preocupación, mientras que el capitán no lo hacía. Pero en verdad, por dentro, si estaba muy preocupado también.

 

-Estuve pensando que deberíamos visitarlo para ver como sigue y averiguar si se encuentra en condiciones de volver.- Mirando a otro chico. –Momoshiro, tú que eres compañero de clases de Kaidoh, ¿Sabes si sigue concurriendo a la secundaria? Yo estoy ocupado con algunas cosas así que no podría darme cuenta de su presencia.-

 

-No, capitán. Kaidoh… tampoco lo veía en clases. Quizás deba estar enfermo y es por eso que ni siquiera se lo ve por ahí.-

 

-Entonces es más que seguro que esté en casa y no entrenando al aire libre.- Añadió Fuji.

 

-Tezuka, ¿está bien si lo visitamos ahora? Hace tanto que no lo vemos y ni si quiera sabemos si ha mejorado o no. Además él es muy importante aquí en el club al igual que todos nosotros.- La madre de Seigaku insistía en ir a ver a Kaidoh. –Sería buena idea que fuéramos todos.-

 

-Sí. También opino lo mismo.- El director volteó para ver al otro grupo que se había formado.

 

-Hmm…- El pequeño se acomodaba la gorra.

 

-¿Sucede algo, bajito?- Como siempre curioso el gato del club.

 

-Nada. Sólo me preguntaba si ellos estarían en la misma que nosotros. Digo, ¿para qué se habrán ido hasta allá en lugar de estar aquí también?-

 

-Bueno, Momoshiro, Fuji, Oishi y Tezuka se encuentran allí pero…- Kawamura buscaba por todos lados con la vista. –No veo a Inui, amigo.-

 

-¡¿Ehe?! Claro, ese tonto de Inui seguro se fue para preparar sus jugos extraños.- Kikumaru se pone de brazos cruzados mientras visualiza la imagen en su mente a Inui preparando unos zumos de extraños aspectos con una sonrisa malévola de científico loco. Tezuka se acerca a los otros titulares y les propone que fueran todos juntos a visitar a Kaidoh. –Esa es una grandiosa idea, pero la verdad es que si fuéramos todos juntos Inui se quedaría atrás. No está por ningún lado.-

 

-No te preocupes, Kikumaru. Inui fue el primero en irse de aquí. Me pidió autorización para ir a verlo desde poco antes que las prácticas terminaran. Así que él ya debe de estar con Kaidoh en este momento o quizás esté por llegar a su casa.-

 

-¡¡KYAAAA!! No me di cuenta de que se había desaparecido desde ese momento.-

 

-Como dijo Tezuka, será mejor que nos apresuremos nosotros también. Así que ya vamos a los vestidores.- Hablaba gentilmente como siempre lo hacía el muchacho que era tímido sin su raqueta en mano.

 

 

Es así. Todos quedaron de acuerdo en ir a visitar a su compañero que parecía no presentar buenos síntomas de salud. Por su puesto que primero entraron a los vestidores, se cambiaron, guardaron sus cosas y de allí fueron camino a casa de la serpiente. Pasó el tiempo y ya se encontraban frente a la puerta de la residencia.

 

 

-Escuchen, quiero recordarles que Kaidoh no está en buenas condiciones, tal vez. Así que quiero que se comporten, que no hagan tonterías, tampoco desastres y que no hagan comentarios que pudiera afectarlo ni nada por el estilo. ¿Escucharon bien, Kikumaru, Momoshiro, y por si llega el momento en que tomes algo con tus manos, Kawamura?-

 

-Sí.- Los últimos tres nombrados contestaron al unísono. Acto seguido Tezuka llama a la puerta a lo cual atiende un joven casi como Ryoma.

 

-¿Sí? ¿Se les ofrece algo?-

 

-Buenas tardes. Vinimos a visitar a Kaoru Kaidoh.-

 

-Estamos muy preocupados por él porque no lo vemos hace semanas y queríamos saber como estaba.- Intervino Oishi.

 

-Sí, ya veo. Esperen un momento, por favor.- El otro pequeño cierra la puerta quedando dentro de la casa y dentro de ella, al otro lado de la entrada, se oye un grito. -¡MAMÁ, ¿CABRÁN SIETE TENISTAS MÁS EN LA HABITACIÓN DE KAORU?!- Después se deja escuchar una voz femenina que afirma a la pregunta de su hijo menor, entonces éste vuelve a abrir la puerta. –Muy bien. Pueden pasar.- Los que estaban afuera yacían dentro de la casa y recibieron las indicaciones del chico que los había atendido. –La habitación de Kaoru se encuentra hacia allá, detrás de esa puerta.- Caminó un poco para mostrar lo que estaba señalando. –Bueno, ya saben como llegar hasta él. Voy a la cocina y luego paso por su habitación. Con permiso.- Se retira hacia la cocina y muchos se preguntaban si iba por algunas medicinas o algo parecido.

 

 

En fin, los siete jugadores se dirigieron hacia la habitación de Kaidoh. Al estar frente a la puerta de la entrada de la recámara, Tezuka volvió a darles instrucciones a los demás, repitiéndoles los que ya les había dicho antes de entrar a la casa. Llamó a la puerta y tras cinco segundos se abrió la puerta. Era la madre de Kaidoh quien recibía a los muchachos con una sonrisa abriendo más la puerta para que pudiesen pasar.-

 

-Hola. ¿Cómo están? Ya veo que todos ustedes también son los compañeros del club de Kaoru. Por favor pasen y pónganse cómodos. Siéntanse como en su casa.- Todos accedieron a esa demanda y cuando entraron lo primero que vieron fue a Kaidoh sentado en su cama de brazos cruzados con una rodilla flexionada casi tocando su pecho, destapado con una musculosa roja y unos shorts negros, sin su bandana puesta, e Inui estaba sentado al lado de la cama, en una silla, de piernas cruzadas con su libreta en mano y abierta. Parecía estar hablando con Kaidoh o al menos la serpiente sólo oía. La mujer salió de la habitación dejando a su hijo con sus amigos, pero antes le pronunció unas palabras: ‘’Avisa si necesita algo, Kaoru. Cualquier cosa estoy abajo.’’ Los siete regulares que habían entrado a la habitación se acercaron a la cama: cuatro se pararon junto a un lado de la cama mientras que los otros tres (Momoshiro, Kawamura y Kikumaru) estaban cerca de Inui, del otro lado de la cama.

 

 

-¿Por qué se tardaron tanto?- Cerrando su libreta.

 

-¿Por qué decidiste irte tan temprano, querrás decir?-

 

-¡Kikumaru!- Oishi sabía que Kikumaru haría otro comentario innecesario y por eso se había molestado.

 

-¡Jeje! No te preocupes, Oishi. No creo que a Kaidoh le afecte, ¿verdad?

 

-¡Fhusuuu!-

 

-*Ahem* Bueno, Kikumaru.- Tezuka trató de cubrir al acróbata, pero si seguía lo castigaría con veinte vueltas o quizás hasta más, porque él lo hizo al propósito. –Kaidoh, ¿cómo te sientes?-

 

-Sí, serpiente. Tienes que dar señal de vida. ¿Te acuerdas de nosotros, no?-

 

-¡Momoshiro!- Esta vez le tocó a Momoshiro.

 

-Pero si es la verdad.-

 

-¡Fshuuu!-

 

-*Cough*- Tezuka miraba enojado a Momoshiro de brazos cruzados, a lo cual el que recibía la mirada mostraba miedo en su cara. El capitán miró luego a Kawamura con los ojos un poco más cerrados como queriendo decir: ‘’Si eres el próximo… ¡recuerda que serás el próximo CASTIGADO!’’, a lo que el pobre busca a su alrededor asustado para ver si no había algo que pudiera sujetar, y si lo había se alejaría inmediatamente.

 

-Quiero proceder con lo que Kikumaru decía.- Hasta que habló el genio. –Inui, ¿por qué no viniste con nosotros?-

 

-Sí, amigo. ¿Por qué te adelantaste? … - El último que faltaba ser amonestado miraba al director con cara de niño que espera la aprobación de un mayor por algo hecho.

 

-Es que tenía que hablar con Kaidoh sobre algo en especial. Pero… -Mirando a Kaoru. –Ahora que me doy cuenta, aún no has contestado a mi pregunta.-

 

-¿De qué pregunta hablas, Inui?- Pregunta Ryoma a lo que presiente la mirada de la serpiente y, después de mirarlo, nota que se había sonrojado y cierra los ojos agachando la cabeza.

 

-Fushuuu…- Ese siseo fue el más suave de todos, casi inaudible.

 

 

Silencio. Nadie más habló después hasta que sonó un celular en el bolsillo izquierdo de los shorts del enfermo. El dueño del equipo atiendo la llamada y después de decir: ‘’¿Hola?’’ es obvio que le responden, pero al recibir respuesta del otro lado de la llamada mira a todos nervioso hasta que termina por clavar sus ojos en la puerta. Estaba sudando y quería salirse de ahí. Después, cuando volteó hacia Inui, quien lo miraba de brazos cruzados con una ceja levantada como si estuviera molesto, se puso más nervioso.

 

 

-¿Quieres que continúe la conversación telefónica por ti, Kaidoh?-

 

-N-no. No e-es… neces-sario…- Lo decía mientras tapaba el celular.

 

-Mejor dicho conversación celularia, ¡jejeje!-

 

-¡Jejeje!- Tezuka oyó perfectamente cuando Kikumaru le dijo ese ‘’chiste a Momoshiro, quienes se pusieron a reír luego, pero cuando voltearon hacia el capitán, sólo vieron un fondo de luz, su cuerpo era una silueta y sus lentes parecían reflectores de luz y aún así adivinaron que estaba de brazos cruzados y MUY molesto. La conversación ‘’celularia’’ (XD) duro sólo un minuto. Kaidoh guardó nuevamente su celular en el bolsillo después de haber colgado, pero antes de todo eso dijo: ‘’Te llamo luego. Ahora no puedo hablar con tigo.’’.

 

 

-Me parece que hay más personas preocupadas por ti, Kaidoh.- Como siempre Fuji sonriente.

 

-Bueno, es que…-

 

-Eso está bien.- Mira a Tezuka, quien no deja de mirar a sus dos víctimas hasta que lo hace volver en sí apoyando su mano izquierda sobre el hombro derecho del amenazador.

 

-Claro que está bien. ¿Kaidoh, estás enfermo o tienes que reposar para evitar enfermar?- Oishi demostraba por qué realmente todos fueron a visitarlo.

 

-Sí, Kaidoh. Por si ya estás enfermo espero que te recuperes pronto. De vez en cuando hace falta que… ¡¡AAAAYYYY!!- Se pone a lagrimear de dolor sujetando la mano que presionaba su oreja.

 

-¡Kikumaru, me parece que ya es suficiente!- Una madre siempre debe corregir a sus hijos ;)

 

 

Se escucha que golpean y por eso todos los que estaban en la habitación en seguida miraron a la puerta. Algunos pensaron que alguien llamaba porque escuchó ruidos, quejas y llantos del otro lado. Kaidoh, como si nada, se levanta de la cama y se dirige hacia la puerta y la abre.

 

 

-¿Qué sucede?-

 

-¿Qué no viste la hora que es? Mira lo que traje.- En una mano tenía una pequeña botella de 3,5cm y en la otra mano, un vaso con juego, o al menos eso parecía.

 

-No me estuve fijando en la hora.- Toma la pequeña botella y coloca una gota dentro de la bebida. Devuelve el pequeño frasco y toma el vaso ingiriendo todo su contenido, pero antes hizo movimientos circulares con el recipiente para que el jugo se mezclara bien con el medicamento que le había agregado. Cuando empezó a beber, todos se le quedaron mirando: Oishi con su mano en la oreja de Kikumaru, el último nombrado tenía lágrimas en los ojos pero quedó como petrificado cuando empezó a ver a Kaidoh, Tezuka de brazos cruzados, Ryoma con las manos en los bolsillos, Fuji sólo sonreía, Momoshiro tenía cara de espanto recordando los jugos de Inui y Kawamura sólo miraba, sin expresar nada. Una vez terminó le pasó el vaso a su hermano menor, quien se retiró luego cerrando la puerta.

 

-Ya veo. Con que esa es tu medicina. Debo averiguar los ingredientes que tiene.- Dijo el chico data que estaba al lado de Kaidoh mientras escribía en su libreta.

 

 

Algunos se espantaron gritando: ¡¿QUEEÉ?! (Entiéndase Momoshiro, Kikumaru, Oishi y Kawamura.), otros no cambiaron de expresión (Entiéndase Kaidoh, Tezuka y Fuji) y Ryoma sólo abría más los ojos sacando las manos de los bolsillos quedando en boquiabierto. Temían que Inui fuera a DROGARLOS la próxima vez que ingieran uno de sus jugos especiales, pero también otra cosa…

 

 

-¡¿Cómo fue que llegaste hasta ahí, Inui?!- Momoshiro lo señalaba cubriéndose detrás de Oishi a la vez que lo sujetaba.

 

-¿A caso no te diste cuenta? Él se vino a mi lado luego de haberme levantado de la cama. ¡Fushuuu!- Era más que obvio que todos prestaban más atención cuando Kaidoh ingería su medicina a los movimientos que hiciera Inui, aunque eso es muy raro… -¿Y para qué quieres averiguar los ingre... ¡Agh! Mejor olvídalo. Después de todo no sabe tan mal si es que planeas algo.- Caminó hacia la ventana y levantó el vidrio para ver por fuera.

 

-Oye, Kaidoh, ¿te sientes bien?- Oishi pensó que Kaoru se había puesto sentimental o algo parecido, pero no recibió respuesta. Era como si no le hubiera escuchado o simplemente no iba a contestarle. –Kaidoh.- Sigue con su indiferencia. –¿Hay… algo que podamos hacer por ti?- Hasta que al cabo de tres segundos decide darse la vuelta y se puso a observar a cada uno de sus compañeros, lo que preocupó más a Oishi. –Kaidoh…- Se acercó a su compañero porque no sabía qué hacer con toda esa preocupación y encima se preocupaba cada vez más. –Por favor, dime algo.- Lo sujeta de los hombros y la serpiente agacha la cabeza.

 

-No tardará en venir…- Es todo lo que alcanzó responder.

 

-¿Quién? ¿De quién estás hablando?- Todos empezaron a acercarse cada vez más, a excepción de Inui que seguía donde había quedado después de acompañar a Kaidoh.

 

-Estoy hablando de ella. Dijo que venía para acá. No tardará en venir y es por eso que…-

 

-¡¿Es por eso que QUÉ, serpiente?!-

 

-Kaidoh quiere que nos vayamos. Vendrá una visita especial.-

 

-Inui…- Oishi lo mira y estaba de brazos cruzados. Se oye que vuelven a llamar a la puerta, pero la de la entrada de la casa. Vuelve a mirar a Kaidoh. –Quieres que nos vayamos, ¿no es así?

 

-Yo no iba a decir eso.-

 

-¿Cómo? ¿Entonces qué ibas a decir? ¡Dilo!- Es sujetado con fuerzas por el cuello de su abrigo y le habla al oído.

 

-Inui… él tiene problemas con Yohei. No puede llevarse bien con ella. Es de ella de lo que estábamos hablando y es por eso que decidió venir temprano.- Se aleja de su superior, quien lo suelta y se queda boquiabierto como shockeado. Los demás se preguntaban por qué Oishi ponía esa cara, como: ‘’¿Qué le había dicho Kaidoh para que sostenga esa reacción?’’

 

 

La mamá de Kaoru dejó pasar a alguien que también venía a ver a su hijo mayor, pero esta visita desconocía la presencia de ocho personas más dentro de la habitación. Inui seguía parado junto a la puerta de brazos cruzados y serio, el resto trataba de hacer que Oishi reaccionara y Kaidoh sabía que Yohei se estaba acercando a su habitación debido a los pasos que se oían y por eso caminó hasta el de lentes.

 

 

-Inui.- Todos, hasta Oishi, se quedaron viendo la escena.

 

-Kaidoh.-

 

-Ella vendrá y no hay nada que puedas hacer al respecto.-

 

-No estés tan seguro de eso. Todavía no me he rendido. Y tampoco entiendo por qué tomaste esa absurda decisión.-

 

-… ¿De qué estás hablando…?- Quedó un tanto atónito. De verdad no sabía de lo que su superior estaba hablando.

 

-Kaidoh, yo se lo que realmente te pasa. Se por qué estás en este estado. Ya que ella vendrá yo tendré que irme, ¿no es así?-

 

-Yo no dije eso…- Cabizbajo. Después tomó coraje y le miró a los ojos con furia que ocultaba su tristeza. -¡YO JAMÁS QUISE QUE ACTUARAS DE ESTA MANERA!- Nadie sabía lo que pasaba entre esos dos, por su puesto que algunos sospechaban algo. Oishi no lo hacía, pero entendía perfectamente la situación al igual que Fuji y que Tezuka.

 

-Entonces…- Se le acerca cara a cara provocando un leve rubor en el menor. -¿De qué manera quieres que actúe?-

 

-Kaoru, Yohei está aquí. ¿Puede pasar a tu habitación?- Del otro lado de la puerta ya se encontraba Yohei y Oishi empezó a sudar y por eso se acercó a Inui. Cuando estuvo a su lado le tomó del brazo derecho porque no se despegaba de la posición que había adquirido.

 

-Inui, Kaidoh quiere que nos quedemos. Pero por favor, debemos comportarnos y recibirla.- Los dos de noveno se retiraron un poco para que Kaidoh abriera la puerta, pero no se movía. -¡Kaidoh!-

 

-¡Ah, sí!- Se apresuró en abrir la puerta y cuando lo hizo había una figura femenina aguardando en la entrada de su habitación. –Yohei…- Se le quedaba mirando y no movía ningún músculo, como si se hubiera quedado paralizado.

 

-Kaoru, ¿qué sucede? ¿Esa es la forma de saludar a tu…?- Se fijó que estaban los otros cerca de la ventana, a excepción de dos personas quienes estaban de espaldas a la puerta mirando a los otros. Oishi les hacía gestos a sus compañeros, gestos que los dos próximos a la puerta no veían. -¿Tienes alguna clase de reunión o qué? … ¡¿Qué?!- Por fin se dio cuenta de que el ‘’metiche’’ estaba también en la habitación. -¿Kaoru, qué está haciendo él aquí? ¿Estás bien?- Se acurrucaba en el pecho de su novio. Sabía que eso no podía soportarlo el otro chico que tanto le molestaba a ella y viceversa y por eso quería provocarlo aprovechando que estaba ahí cerca para mostrarle lo que le pertenece.

 

-Inui, tienes que calmarte. Sólo…- Voltea a ver a la pareja y ella sólo miraba a Sadaharu. -… sólo no voltees. Ya verás que todo esto acabará pronto.-

 

-Te equivocas. Esto no acabará sino hasta que alguien le ponga fin.- Se acomodó los lentes y volteó y su cara expresaba mucho… bueno, quien sea que viera esa cara seguro se pone piel de gallina, sentirá hielo recorrer su columna y tal vez quede helado, con suerte se lograría huir.

 

-Oye, mi querido Kaoru,- Un brazo tenía colgando del cuello de su novio, mientras que con su mano derecha se ponía a jugar con su cabello oscuro y le daba varios besos en la mejilla izquierda. –no me gusta nada como me está mirando ese compañero tuyo. Dime, ¿lograste hablar con Fuji?-

 

-…- Cuando volteó lentamente, se dio cuenta de la cara de terror que ponía Inui, hasta se sentía asustado de tan sólo ver ese rostro que expresaba demasiada furia y tal vez, si no tuviera esos lentes puestos, ¡sería PEOR! –Yohei, te dije que te llamaría luego. ¿Por qué viniste?-

 

-¿Cómo dices? ¿Crees que no hubiera venido? Estuve demasiado preocupada por ti. No sabía lo que te había pasado. ¿Por qué no me lo dijiste?-

 

-Por eso mismo. No quería que te preocuparas. Pero, por favor, te pido que vuelvas más tarde, cuando yo te llame.-

 

-¿Pero a caso los que se tienen que ir no son ellos? ¿Qué ya no tuvieron su tiempo para estar con tigo? Yo también quiero disfrutarte, Kaoru.- Volteó el rostro de su novio y lo besó. Pensaba profundizarlo cada vez más. Había un problema y ella lo estaba provocando. Alguien se estaba acercando y eso no estaba bien.

 

-¡NO, INUI! ¡DETENTE!- Todos corrieron hacia él que ya sólo estaba a medio paso de la pareja, provocando la separación de sus labios y Yohei se aferró con fuerzas a Kaidoh, quien la abrazaba con fuerzas también. La iba a proteger a toda costa sin importar si salía lastimado. Sentía que el cuerpo de su novia estaba temblando. De verdad estaba asustada y él no hacía más que mirar desafiadamente a Inui.

 

-¡Suéltenme…!- Kawamura le sujetaba el cuerpo, Oishi tomaba su brazo izquierdo, Momoshiro su brazo derecho, Fuji le tomaba el puño derecho, Ryoma el puño izquierdo y Kikumaru intentaba que retrocediera empujándole de los hombros. Tezuka hizo una señal a la pareja para que se alejara, siendo obedecido y se puso en frente de Inui.

 

-Inui, no hagas una tontería de la que te arrepentirás después.-

 

 

¡Era increíble! Kaoru estaba acompañando a Yohei hasta su casa, pero lo que digo que era increíble es que seis personas tenían que sujetar a un solo individuo para que se detuviera. Cuando el aprisionado por sus compañeros se calmó su mirada cambió, se rindió quedando cabizbajo y fue cuando todos lo soltaron.

 

 

-Inui.- Tezuka estaba muy serio y de brazos cruzados. Iba a castigarlo. –Lamento que estés pasando por esta situación, pero no voy a permitir que te comportes así.– Estaba furioso, pero sabía que de nada serviría liberar esa furia. Entonces cerró los ojos y comenzó a calmarse. –El lunes quiero verte correr cien vueltas alrededor de las canchas.-

 

 

Nadie sabía como reaccionar o qué hacer después de lo ocurrido. Realmente fue terrible y aún más para Inui. Se preguntaba ¿por qué había protagonizado esa escena? De seguro tampoco era la manera en que Kaidoh quería que actuara. Era PEOR. Sus celos lo transformaban en otra persona. Se convirtió en el villano de la película en lugar de convertirse en el príncipe de su amado: Kaidoh Kaoru.

Notas finales:

No se por qué ni cómo, pero también sentí la misma presión que Kaidoh en el momento en que tenía que ponerse como defensor sin importar lo que pase con él.


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