Ya han pasado 4 años desde aquella espantosa noche, la noche de la boda de Wolfram con… Allen, así mismo ya han pasado cuatro años desde la muerte del hijo de la casa von Krauss.
Exactamente hoy se cumplen esos cuatro años. Estoy acompañando a Wolf, cada año, desde entonces, él siempre visita su tumba y le trae un enorme ramo de flores. Se arrodilla frente a la lápida y le habla como si él estuviera aún aquí.
Aún puedo recordar ese día con perfecta claridad, todo fue tan rápido… e injusto, las cosas no debieron ser así. Recuerdo que…
*Flash Back*
Allen me ha pedido que lo matase… no podía hacer eso, además Wolfram nunca me perdonaría.
La batalla en la que nos enfrascamos a continuación era confusa, yo solo podía defenderme, nunca había tenido la intención de matar, eso no es lo mío, y menos a alguien tan peculiarmente conocido.
Escuchaba los gritos ahogados de Wolfram, pero si me detenía iba a morir y no podía permitirme eso, de ninguna manera. Los movimientos de Allen se volvían cada vez más rápidos y comenzaba a resultarme más difícil defenderme sin tener que recurrir a corresponder las estocadas. Allen se apartó repentinamente y estuve a punto de tropezar, y Allen aprovechó para abalanzarse contra Wolf, como pude me incorporé y me interpuse, haciéndole un corte limpio en el pecho que lo hizo retroceder. Wolfram seguía gritando, pero su voz se escuchaba más queda a cada minuto que pasaba.
Allen continuaba en su afán por traspasarme, nuestras espadas chocaron furiosas, nuestras caras quedaron muy cercanas, y un cambio momentáneo se produjo en el rostro de mi oponente, sus ojos recobraron el brillo, y con una voz pastosa me habló.
-… mátame Yuuri… no quiero lastimarlo a él… no quiero asesinarlo… ya no tengo control sobre mí, la única solución es… matándome… hazlo… por favor…
Después de decirme eso, volvió a perder la razón, retrocedió al instante empuñó la espada con toda intención de asesinar, entonces como pude, enterré a Morgif en lo más profundo de su pecho, la sangre comenzó a fluir y a manchar sus ropas, las lágrimas asaltaron mis ojos. Saqué la espada de su cuerpo y éste se derrumbó por completo.
Me sentí mareado, y me desplomé víctima del cansancio.
Escuché unos pasos, alguien se acercaba corriendo, mientras que alguien se acercaba a nosotros, arrastrándose. Era Wolfram, pude reconocer sus intentos por retener las ganas de gritar, él estaba llorando.
Entonces escuché cómo alguien le gritaba a Wolf, ese era Conrad. Mis ojos amenazaban con cerrarse, pero me esforcé por mantenerlos abiertos, entonces vi que Conrad tomaba en brazos a Wolfram y lo estrechaba contra su pecho. Los demás llegaron rápidamente, todos exclamaron de pura sorpresa. Todos se comenzaron a mover.
Gwendal tomó a Allen, al parecer aún respiraba, pero debían atenderlo rápidamente o…
Gunter me tomó a mí en brazos y nos llevaron a todos a la enfermería, alguien había ordenado a un soldado buscar a Gisela de inmediato.
Perdí el conocimiento solo durante el recorrido hacia la enfermería, cuando abrí los ojos ya estábamos dispuestos en distintas camas. Al parecer ya habían atendido a Wolf. Me levanté lentamente de la cama, estuve a punto de caer pero Conrad me sostuvo, todos están ahí. Entonces vi a Wolfram, sentado al borde de otra cama, sosteniendo la mano de alguien… ese alguien era Allen, le pedía a Conrad me llevara un poco más cerca.
Y entonces lo vi, Allen permanecía semiconsciente en la cama, tratando de limpiar las lágrimas de Wolfram. Miré a Gisela, preguntándole mudamente si se repondría, ella me miró angustiada, y con las lágrimas contenidas, negó ligeramente y entonces entendí que le quedaba poco tiempo de vida.
- No me dejes… Allen, por favor, no me dejes- le suplicaba Wolfram con los ojos anegados de lágrimas.
- Sabes que no quiero dejarte… pero era la única forma…- trataba de consolarlo, le era muy difícil hablar.
- No es verdad… pude haber hecho algo, pero fui un inútil- se quejaba Wolf entre sollozos.
La respiración de Allen se volvía cada vez más irregular.
- Escucha muy bien lo que te voy a decir Wolf… debes seguir adelante, recuerda que debes sonreír. No quiero que tus ojos vuelvan a oscurecerse por la tristeza. Me hiciste inmensamente feliz, puedo morir tranquilo sabiendo que te tuve a mi lado, que pude besar tus labios, compartido tus sonrisas y tus lágrimas. Sabiendo que pude tenerte entre mis brazos, sabiendo que también me amas. Estoy tan feliz de haberte conocido, y recuerda lo más importante… te amo, más que a nada y más que a nadie en este mundo y no me importa morir amándote, este inmenso amor que tu provocas en mí, no se irá conmigo a la tumba, estaré siempre cuidándote, protegiéndote, no estarás solo nunca…te amo…Wolfram- Allen cerró lentamente sus ojos.
- Te amo Allen, de verdad te amo- le dijo Wolfram para después darle un último beso en los labios.
Y entonces Allen murió esa noche, con una sonrisa en los labios.
Todos nos quedamos en silencio, agobiados, lo único que se podía escuchar eran los desgarradores gritos del Wolfram von Bielefeld, que no paró de llorar en toda la noche, permaneciendo junto al cuerpo de su amado prometido.
*Fin Flash Back*
Eso fue lo que pasó aquella noche. Me sentí completamente terrible, culpable, yo le había arrebatado a Wolfram la persona a la que amaba. Pero Wolfram nunca me culpó, al contrario, me dio las gracias por haber acabado con el dolor de Allen.
Se fue recuperando poco a poco, después de un tiempo volvía a sonreír, ya no llora tristemente al recordarlo, ahora suelta lágrimas que demuestran que fue feliz con Allen a su lado. Ya no le duele el corazón como hace unos años. Se quedó en Pacto de Sangre, Murata y yo nos hemos dedicado a apoyarlo y consolarlo. Nos convertimos en sus soportes.
Mi relación con él iba mejorando poco a poco, siendo buenos amigos. Hace poco más de un año, el me volvió a aceptar y le pedí que fuera mi novio, como se acostumbra en la tierra. Él no me rechazó. Nuestra relación es cálida y dulce. Se ve más animado. Me dedico a recordarle que lo amo, y hace unos días me dijo que también me ama y anoche le propuse matrimonio, él aceptó muy feliz. Me abrazó y luego me besó.
Así que hoy lo anunciaremos ante todos durante la cena, le dije que si le parecía inadecuado anunciarlo justo hoy, el día de su aniversario podíamos hacerlo otro día, pero él ha insistido en que sea esta noche así que está bien. Ha recuperado su actitud caprichosa e impertinente, pero todos sabemos que ha evolucionado notablemente.
Nos casaremos dentro de dos meses.
- ¿Nos vamos Yuuri?- pregunta, aunque sigue arrodillado en el piso.
- Vamos – le digo dándole la mano para ayudarle a levantar.
Él la toma y me regala una dulce sonrisa, se pone de pie y me mira fijamente, mientras acaricia mi cabello. Toco su mejilla con los dedos y beso sus dulces labios. Me corresponde y se sonroja.
-Te amo… Yuuri- me dice en voz bajita.
-Te amo más que a mi propia vida, Wolf- le digo y después vuelvo a besarlo.
Él es lo que estuve a punto de perder.