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Consecuencias de una investigación por Miry Lawlliet

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Notas del capitulo:

Death Note no me pertenece, y hago esto por mera satisfacción y diversión.

Lean, solo lean y nos vemos en las notas finales n.n

 

 

Primero que nada trataría de no hacerse ilusiones, si bien no era nada fácil para él, pero realmente estaba muy agradecido por las atenciones que le brindaba el pelinegro, sobre todo –y sorprendentemente- aquellos masajes en su vientre que aliviaban el dolor.

Aunque las intenciones del detective eran buenas, pocas eran las veces en que pedía su ayuda. Ya que en una ocasión, al sentir las pálidas manos sobre su piel por poco se larga a llorar sin saber porque.

 

Sin embargo necesitaba agradecerle, y que mejor para eso que un presente de su parte.

 

Esta mañana se había despertado más temprano de lo normal y con una extraña inspiración de elaborar algo comestible.

Algo sumamente raro, pues nunca antes había cocinado y no tenia idea por donde comenzar.

 

Salio de su habitación camino a la cocina y se alegro bastante de no encontrarse con el pelinegro en el camino; seguramente estaba en su cuarto investigando con su notbook.

 

Mejor así, le daría una sorpresa.

 

Al adentrarse en la cocina se encontró a Watari quien terminaba de guardar algunos víveres en ambas heladeras.

Estaba tan entusiasmado que sin vergüenza ni pena le indago sobre las preferencias alimenticias de L.

 

—Un pastel— le contesto con una sonrisa el anciano —esponjoso y con crema.

 

Bien, eso sonaba fácil, no obstante, su realización quizás no fuera tan simple.

 

—Permítame ayudarle— ofreció el anciano amablemente.

 

—La verdad es que… quería hacerlo yo mismo, sin la asistencia de nadie, si no le molesta.

 

—Para nada. Al menos deje que le anote los ingredientes y los procedimientos.— dijo para luego sacar del bolsillo de su traje una pequeña libreta de notas y comenzar a escribir.

 

—Se lo agradecería mucho.— quien mejor que Watari para proporcionarle una receta según los azucarados gustos de L.

 

Antes de que el anciano abandonara el lugar, le dejo los utensilios e ingredientes a mano para satisfacerle el trabajo.

 

 

Presto suma atención a los pasos de la receta, y para su sorpresa, la preparación del bizcochuelo no resulto muy compleja.

Lo último de la lista era la etapa de cocción, por lo tanto, se encontraba golpeando con sus pies al suelo esperando impacientemente a que se completaran los minutos.

 

— ¡Perfecto! — exclamo orgulloso al ver su creación ancha y esponjosa.

 

Inclusive el aroma de: “recién salido del horno” invadió por completo sus fosas nasales, a tal grado, de no percatarse de que había cortado una porción de pastel y se encontraba engulléndola.

 

“¡Mierda!” ¡Estupido él y sus incontrolables antojos!

 

Había arruinado su obsequio… ¿y ahora qué?

 

No tendría tiempo de hacer otro. En unos minutos Ryuzaky se dirigirá a su habitación a buscarlo para desayunar, y si no lo encontraba allí comenzaría a buscarlo. Y si la suerte no estaba de su lado, el primer lugar al que se encaminaría seria la cocina, arruinando así la sorpresa.

 

“¡Lo tengo!”

 

Relleno el bizcochuelo con dulce de leche, luego lo decoro con crema para al final cortarlo en porciones y acomodarlos de forma amplia sobre el redondeado molde, de esa manera seria menos notoria el hecho de que faltara una fracción de pastel.

 

 

—¡Ah! ¡Qué rico huele eso!— se escucho comentar a alguien adentrándose en la cocina — ¡Quiero un poco!

 

El menor volteo su rostro encontrándose con —¿Matsuda-san?

 

—¿Light-kun? Lo siento, creí que se trataba de Watari haciendo los pastelillos de Ryuzaky— dijo el policía para a continuación fijar su vista en las porciones de torta decorada.

 

—Light-kun tú, ¿hiciste eso?

 

—Si— contesto Yagami satisfactoriamente.

 

El nipón al observar como miraba bobamente su creación, y escuchar el rugido de vientre del pelinegro, decidió ofrecerle lo que quedaba de la porción -no decorada- que él había comenzado a consumir.

 

—Ah, muchas gracias Light-kun.

 

El policía comenzó a devorar la rebanada feliz, pero de repente dejo de masticar para inconscientemente escaparse de su boca un comentario nada lindo…

 

—Esta crudo.

 

 

 

“¡Imposible!”

 

 

Arrebato bruscamente el trozo de bizcochuelo de las manos del pelinegro para cerciorarse de que no fuera verdad.

Por desgracia, lo que decía el policía era cierto, en algunas zonas de la rebanada la masa estaba cruda.

 

 

—Lo siento, yo n- no sabe tan mal, la crema podría cubrir el sabor…— Matsuda trataba de reparara inútilmente su error.

 

—Pero… pero…— balbuceaba el menor.

 

Había usado los ingredientes correctamente, había seguido las instrucciones al pie de la letra, incluso el aroma y la apariencia del pastel eran perfectos, y aun así ¿estaba crudo?

 

—¿Li-Light-kun…?— el pelinegro, comenzó a tartamudear al ver los ojos lagrimosos del nipón.

 

 

Estaba a punto de llorar.

 

 

—¡Waaa! ¡Espera, espera!— chillaba el policía elevando y moviendo sus manos sin sabe que hacer.

—Bus-buscare a Watari ¿De acuerdo? El sabrá que hacer, ¡espera aquí!— y sin más, salio corriendo en busca del anciano.

 

Mientras tanto, Light se quedo mirando su creación “casi” perfecta.

—Fue un fracaso…— susurro tristemente —Lo único que me queda hacer, es tirarlo.

 

 

—¿Qué vas a tirar Light-kun?

 

 

Se sobresalto al escuchar aquella voz detrás de él.

 

 

“¡Ryuzaky!”

 

 

Esto no podía ir peor.

 

 

—¿Qué haces aquí?

 

 

El detective sintió fuera de lugar la pregunta del castaño.

Si bien, había dejado que los policías y Light se instalaran en el edificio de investigación, el lugar seguía perteneciéndole a él, por lo tanto, tenía el derecho de pasearse por donde se le diera la gana.

Sin embargo, esa no era la razón por la cual se había dirigido a la cocina.

 

—Escuche los gritos histéricos de Matsuda-san y supuse que habría pasado algo— la vista de L pasó de Yagami al pastel de chocolate con crema que, sin éxito, el oji miel trataba de esconder detrás de su espalda.

—¿Sucede algo Light-kun?

 

—…— el menor no contesto, su voz permaneció paralizada en su garganta.

 

—Acaso, ¿tú lo hiciste?

 

Light trago grueso antes de poder hablar normalmente.

—Si… era un presente para ti de mi parte…— la vergüenza empezaba a invadirlo y su mente comenzaba a cuestionar su actitud. ¡¿Por qué diablo había hecho un pastel?! Por Dios que no era una mujer para llegar a realizar algo tan -por decir de una manera- cursi y sentimental.

Que sentía algo por el pelinegro era verdad, pero no era necesario llegar a esa demostración por medio de un bocadillo, podía haberlo hecho como el hombre que era, como echarle una mano en algo que necesitara ayuda o incitarlo salir a festejar fuera de casa como lo haría cualquier adolescente normal… ¡pero L no era un adolescente, ni mucho menos normal! Ayudarlo en la investigación no valía por que siempre lo hacia, quedando solo el favoritismo que le tenia a los dulces, porque otra cosa no conocía, porque Ryuzaki no era una persona abierta como para saber algún otro gusto de interés que tenia este, y aquella reflexión fue el estimulante que le permitió continuar hablado con más calma— …por las veces que me ayudaste y me sigues ayudando, pero no salio como esperaba. Si pudieras esperar un poco podría hacer otro y entonces… ¿Ryuzaky?

 

Percibo como el detective se acercaba a él y estiraba su brazo hasta tomar una de las tantas porciones de torta.

Y a pesar de que el nipón trato de evitar que comiera la rebanada con la advertencia de que estaba cruda, L hizo caso omiso y sin perder tiempo engullo la fracción.

 

Light miraba la escena aterrado.

 

Si apenas pudo enfrentar el comentario del policía, no sabia como reaccionaria ante una critica del detective.

 

—Está rico.

 

—¿Eh?— el castaño parpadeo confuso —Pero Matsuda-san dij-

 

—Matsuda es un idiota— dijo el pelinegro en un arrebato que ni él mismo comprendió.

 

Nuevamente Light lo hacia sentir extraño.

 

Los casos que resolvía, sino era por interés propio, era solicitado por las distintas autoridades de estados que requerían sus habilidades, ocurría, que luego de cada caso concluido le llegaban llamadas o mensajes en escrito agradeciéndole su compromiso.

¿Por qué hacer tal cosa? si era su trabajo, para eso lo habían llamado, para eso le pagaban, además, ¿no se daban cuenta que todas las cartas o comunicación verbal decían exactamente lo mismo con la diferencia de que los nombres o países cambiaban? que ilusos.

Los mensajes que recibía los borraba o los tiraba como si nada, porque precisamente eso era, nada, puras palabras repetidas que no le veía sentido y más que agradecimiento aquellos envíos lo sentía como una obligación.

 

Pero con Yagami no.

 

Era la primera vez que recibía un presente de agradecimiento tomando en cuenta sus gustos alimenticios para la creación de este.

Y lo que sobresalía de esta acción de los demás, es que verdaderamente sentía la gratitud del menor, porque lo había echo para él, pensando en él y solo para él. ¡Eso era suyo y de nadie más!

 

Sin saber muy bien que hacer a continuación, tomo la bandeja en sus manos y se encamino hacia la salida.

 

—Gracias Light-kun me lo llevare para acompañarlo con el té. Por cierto, debo realizar unas llamadas y no se cuanto demorare, ¿Te importaría desayunar solo esta vez?— se detuvo para escuchar la respuesta del castaño pero no volteo a mirarlo.

 

—No hay problema Ryuzaky, entiendo.

 

—Bien.

 

Y sin más que agregar Light lo vio alejarse de la cocina ignorando lamentablemente aquellas sonrojadas mejillas del pelinegro que logro ocultar escapando del lugar.

 

 

 

 

 

≈≈≈≈≈≈≈≈≈≈

 

 

 

 

—Serás liberada pero permanecerás bajo vigilancia hasta que atrapemos a Kira y todo haya terminado.— indicó el detective.

 

Misa era muy popular y requerida en el mundo del espectáculo. Por tal razón, su ausencia generaba que los rumores comenzaran a surgir.

 

—Ya veo… bien, ya que no soy el segundo Kira, pensaré que tengo nuevos guardaespaldas.— comento tranquilamente la joven.

 

Aunque L estaba cien por ciento seguro que la modelo había mandado los videos a Sakura TV, -videos paranormales según Amane-, había tan poco margen de error que por esa misma razón estaba comenzando a dudarlo.

 

—Como sea— continuó —te pondremos bajo vigilancia. Cuando necesites salir, comunícate con nosotros por favor. Hemos dado a conocer a Matsuda-san como Matsui-Manager…

 

El policía la saludo para presentarse.

 

—… y él estará contigo en todo momento. No hemos dicho que él es un oficial así que no dejes que nadie lo descubra.

 

—Bien.

 

Por otro lado, al pelinegro le llamaba la actitud razonable con que la rubia estaba tomando las cosas.

Sabia que la relación de ella y Light no había quedado muy bien la ultima vez que hablaron.

¡Ni se diga de él! Seguramente la rubia lo aborrecía desde el momento en que se entero que había embarazado a su novio.

 

—Eto… ¿Ryuzaky-san?— llamo Misa algo insegura.

 

—¿Qué?

 

La joven hizo una reverencia —¡Lo siento mucho!— y volvió a erguirse. —¡Misa ah dicho muchas cosas feas de los dos y del bebe de Light, pero estoy muy arrepentida! 

 

L la observaba en silencio y sin expresión alguna.

 

—¡Misa hará lo que sea para que la perdonen! ¡Incluso pueden usarme en cualquier circunstancia para atrapar a Kira!

 

Estaba claro que Amane no lo hacia para obtener su perdón, sino el perdón de Yagami.

 

—Lo pensare.— dijo el pelinegro, teniendo cierta sospecha de lo dicho por Misa —le informare a Light-kun que apeteces hablar con el. Sin embargo la decisión es de Yagami-kun, no mía.

 

Al no tener nada más que agregar, salio de la habitación seguido de Matsuda.

 

 

Para alegría de la rubia, Light si se permitió hablar con ella, aunque le tomo como dos días para tomar la decisión.

No quedaron en nada concreto, ya que la joven se la paso hablando durante toda la reunión pidiendo disculpas al japonés, recibiendo de este ultimo un: “aún es muy pronto” 

 

Todos estaban algo estresados por culpa del caso. Por ende, se aconsejo permanecer tranquila y paciente antes de intentar reconquistar al castaño.

 

Además, Light estaba muy sensible y cualquier cosa podría afectarle, y lo que menos quería era lastimar a su novio. De manera que decidió no hacer nada…

 

 

…por el momento.

 

 

 

 

 

≈≈≈≈≈≈≈≈≈≈

 

 

 

Acostado boca arriba, se quedo observando el techo llevando sus manos hacia su abdomen. Ante esta acción, una mezcla de sensaciones entre el miedo y la felicidad lo invadieron por completo.

Su vientre ya estaba tomando forma, demostrando de esa manera que su hijo crecía normalmente y de paso, proveyéndole una inmensa alegría por la noticia.

Aunque por el momento su barriga no era tan abultada, con el pasar de los meses crecería y entonces ahí, comenzarían las complicaciones.

 

¿Cómo seria soportar el peso del niño? Seguramente en los últimos meses no podría ni levantarse de la cama.

 

¡Mucho menos quería darse una idea sobre el parto!

 

Había hablado con Gassman de que prefería una cesaría. Un parto normal seria un acto imposible, que el niño saliera por… ahí, era abrumador con solo imaginarlo.

 

—Yo me encargare de todo.— le había dicho el hombre con una divertida sonrisa.

 

Aunque Ryuzaki confiaba en el medico, por su parte, comenzaba a tener ciertas dudas en el sujeto.

En ocasiones sentía que el doctor hacia lo que quería sin escuchar siquiera su opinión.

 

“Ryuzaki”

 

Últimamente había notado que el detective se encontraba aislado -más de lo normal- y deprimido.

Aunque entendía sus dudas no estaba de acuerdo con sus actitudes.

Sobre todo aquel día, donde ambos platicaban sobre los datos del caso obtenidos hasta el momento en unas de las tantas habitaciones vacías.

 

 

 

Flash Back.

 

 

Al pelinegro le causo una gran impacto saber que sus deducciones sobre Kira fueron erróneas.

Sobre todo, le cayó como un balde de agua fría la posibilidad de que el poder de Kira pueda ser transmitido entre las personas y sus recuerdos sean borrados, en ese caso seria realmente imposible lograr atraparlo.

 

 

—Según esa deducción nosotros fuimos controlados o incluso pudimos haber sido Kira.— hablo Light refiriéndose a él y a Misa.

 

—Si, no tengo dudas de eso. Ustedes fueron Kira.

 

 

Nuevamente había comenzado con la acusación de Kira.

Y nuevamente, comenzaron sus peleas.

 

 

—¡Lo dices como si jamás podrás estar satisfecho hasta demostrar que yo soy Kira!

 

—Pude que tengas razón. Acabo de darme cuenta… siempre quise que tú fueras Kira.

 

 

El muy maldito se había atrevido a decirle algo como eso.

Sin pensarlo dos veces, le estampo su puño contra la mejilla del detective, mandándolo a volar fuera del sillón en donde se encontraba sentado.

¿Dónde había quedado su “equilibrante” relación? ¿Qué paso con todos esos momentos juntos? ¿Acaso esos días solo significo algo para el castaño?

La única respuesta que encontró, y quiso encontrar fue: estrés por la investigación.

 

Ryuzaki lo miro resentido.

 

No respondió al golpe de Yagami, pero en sus ojos podían notarse que ganas no le faltaban.

 

 

—No abuses de tu condición Light-kun.

 

 

A la mierda si era estrés o no, Light hecho una furia se abalanzo contra L. Sin embargo no pudo ni tocarlo debido a que Mogi y Aizawa entraron a la habitación y lo detuvieron a tiempo.

 

Habían captado todo a través de las cámaras. 

 

 

Fin del Flash back.

 

 

 

Su falta de ánimo estaba afectando al equipo, por eso, y porque no le agradaba verlo de esa manera -a pesar de todo-; durante las últimas noches se escabullía de su habitación hacia la sección de investigación, con el objetivo de encontrar alguna pista que le devuelva el entusiasmo.

 

 

Transcurrieron alrededor de 2 meses de investigación con el mismo resultado negativo.

L continuaba con su autoestima baja; ya no analizaba documentos ni tocaba su netbook. Más bien, se pasaba el día entero meditando en silencio.

 

Aquella actitud afectaba sus reuniones, ya no desayunaban ni comían juntos. En ocasiones hizo el intento de darle plática al detective para sacarlo de su estado de depresión, pero no lo logro. Desgraciadamente, ni sus queridos dulces lograban subirle el animo.

Sin embargo, Yagami no dio el brazo a torcer y continuo buscando alguna pista que les sirviera de utilidad.

 

 

Una mueca de regocijo se formo en el rostro del nipón al examinar en su computadora unos datos curiosos que llegaban a una conclusión bastante interésate.

 

Light observó de lado al detective que se hallaba junto a él, sentado en silencio y mirando perdidamente a la nada.

En ocasiones se preguntaba el porque de su presencia sino realizaba ninguna investigación, ¿seria por costumbre? ¿Por qué era el cabecilla de la investigación, y por ende debía estar presente? o porque ¿aun tenia una leve esperanza de que se encontrara alguna pista útil?

Bueno, si fuera lo ultimo entonces no lo haría esperar más.

 

—Ryuzaki, siento llamarte cuando estas tan desmotivado pero ven aquí un momento.— hablo lo más calmado posible.

 

El pelinegro haciendo andar las ruedillas de su silla se acerco al castaño, sorprendiéndose ante la información que veía en la pantalla.

 

Tres personas situados en lugares cruciales dentro de los negocios de Japón habían muerto de un ataque al corazón. Beneficiando especialmente al grupo Yotsuba cuales acciones subieron mientras que el de los demás bajó estrepitosamente.

 

—De acuerdo a esta investigación, esto ocurre en 13 casos.

Solo puedo pensar que Kira esta de lado de Yotsuba.— comento el menor.

 

—Si, pero si eso es cierto entonces el verdadero motivo de este Kira no es juzgar a los criminales.— expreso Ryuga algo animado.     

 

—Se podría decir que esta utilizando la muerte de los criminales para camuflar estos asesinatos beneficiosos para Yotsuba.— una pequeña risa de entusiasmo escapo de los labios del japonés, pero aparentó toser para disimularla — ¿Qué te parece? ¿Estas un poco más motivado?

 

El ojeroso joven fijo su vista en el castaño.

 

—Si, gracias Light-kun.

 

Y esta vez, Yagami no pudo frenar una sonrisa de satisfacción.

 

 

Gracias al trabajo de Light, la pista de la conexión de Kira con el grupo Yotsuba estaba avanzando sin problemas.

Pero durante ese trayecto, un inconveniente surgió entre los policías. Kira había ofrecido un soborno al gobierno, dictando que no mataría a ningún político siempre y cuando la policía abandone su búsqueda.  

 

Mogi, Soichiro y Matsuda renunciaron a su puesto de policías a excepción de Aizawa, que luego de escuchar a Watari explicar que si llegara a ocurrir algo que los dejara sin recursos económicos, el detective había prometido ofrecerle suficiente ayuda financiera y cubrir los gastos de cada uno. Enfadado con L por haberse atrevido ponerlo a prueba con tal decisión -que no pudo tomar tan rápido como los demás- abandono el equipo de investigación.

 

El seguimiento sobre Yotsuba estaba dando sus frutos.

En primer lugar, el pedido del segundo detective más importante del mundo -Eraldo Coil- exigiendo que se revele la identidad de L; investigador, contratado por el director del departamento del grupo Yotsuba, exhibía que había conexión entre los accionistas y el asesino.

 

—No se preocupen, hasta ahora yo soy los tres detectives más importantes del mundo: L, Coil y Donuve. Será muy difícil que pueda atraparme a mi mismo.— comento el genio para el asombro de todos.

 

Ryuzaki había vuelto hacer el mismo de antes.

Sus ánimos de encontrar a Kira hicieron que pidiera ayuda a criminales profesionales.

 

Luego, por una torpeza de Matsuda, confirmaron que el grupo estaba aliado con Kira, ya tenían fichados a los culpables e incluso podían observar sus reuniones secretas a través de cámaras donde decidían a quienes matar; posible por la ladrona Wedy y su habilidad de desmantelar cualquier sistema de seguridad.

 

Sin embargo, aquella última información traía más discusiones que alegría por estar cada vez más cerca de Kira.

 

Por un lado, los Yagami pretendían arrestar a los culpables antes de que pudieran matar a otra persona. Una vez presos y a su disposición, los interrogarían todo el tiempo que quisieran.

 

Por otro, L quería que los involucrados continúen con sus reuniones sin que sospechen que eran investigados. No deseaba arrestarlos, si lo hacia perdería la oportunidad de averiguar quien era Kira, como mataba o si solo eran usados por este.

 

—¡No podemos permitir que esas personas mueran es amoral!— le recrimino el castaño.

 

—¿Dices que averiguaras quien es Kira sin importar como?— indago Soichiro.

 

—Si, este caso nunca se resolverá si no capturamos a Kira…— luego de pensarlo por unos segundos el pelinegro bajo lentamente de su silla adentrando sus manos a los bolsillos de su pantalón, y ante la mirada de todos comenzó alejarse de ellos.

 

—Ryuzaki ¿A dónde vas?— pregunto el nipón.

 

—A la habitación de Amane.

 

 

………

 

 

La curiosidad de saber porque Ryuga tenía la necesidad de hablar con Misa le gano a Yagami, por tal razón, decidió acompañarlo.

 

Al pelinegro no le molesto en absoluto sentir las pisadas del menor detrás de él siguiéndoles, es más, estaba satisfecho.

 

 

—¡Light que sorpresa no sabía qu-! Oh, debí suponerlo— comento decepcionada la rubia divisando al castaño entrar a su habitación junto a Ryuzaki.

 

—Misa Amane…— hablo el detective tomando asiento en el sofá de tres caras junto a la modelo —Dime ¿aprecias a Light-kun con todo tu corazón?

 

—Si, así es— contesto la joven algo inhibida por tener a L tan cerca.

 

—Pero también idolatras a Kira, si tuvieras que escoger entre Light-kun y Kira ¿a quien elegirías?

 

 

“Pero que…”

El castaño se hallaba confundido. Creyó que Ryuga volvería a inculparla de ser el segundo Kira o algo por el estilo, fue por eso que opto por acompañarlo, porque tratándose de L y su forma tan suya de decir las cosas la joven terminaría disgustada de cualquier modo.

Pero nunca imagino que se pondría hablar sobre él. Nunca.

 

—Pero tu apreciado Light quiere atrapar a Kira…— continuaba hablando el detective —¿Qué vas hacer?

 

—Si eso es lo que Light quiere entonces sin importar que pase lo apoyare.

 

—Entiendo, si tuvieras la oportunidad de unirte en la investigación ¿Aceptarías la oferta?

Recuerda el ofrecimiento que me propusiste Misa-san.

 

Los pensamientos del japonés se aceleraron al máximo al escuchar lo ultimo dicho por el pelinegro.

Estaba enterado que ellos habían platicado, pero tenia entendido que solo era para hablar sobre la liberación de Amane.

¿Qué necesidad tenia Ryuzaki en pedirle ayuda a Misa?

¿Qué era esa tranquilidad con el que se hablaban? Si mal no recordaba, la joven detestaba al detective.

Y sobre todo ¿Qué rayos era lo que la modelo le había propuesto a Ryuga? ¿Acaso había una doble intención por parte de L al hacer esto?

 

 

—¡Si, claro que si!— fue la contestación entusiasmada de la rubia.

 

—Espera un segundo— el castaño finalmente hablo dirigiéndose a la joven, luego observó al pelinegro algo molesto —¡¿A dónde vas con esto?!

 

—Quiero que Aibert se haga pasar por Eraldo Coil y les diga a los miembros de Yotsuba que mientras investigaba a L, descubrió que arresto a Misa bajo la sospecha de ser el segundo Kira, y tal vez ella sepa quien es. Gracias al error de Matsuda ya la están considerando su bosera, seguramente usaran la excusa de su publicidad para interrogarla.

 

Los celos habían hecho que Light olvidara ese pequeño detalle con la actriz.

—No podemos hacer eso, el plan es muy arriesgado. Si sospechan que sabe quien es L, no sabemos que clases de cosas son capaces de hacer por conseguir esa información.— comento más calmado el oji miel.

 

La joven, emocionada, corrió abrazar a Yagami al sentir como este se preocupaba por ella.

 

—Light— lo llamo Ryuga —olvidas que si le ganamos a Kira Misa-san no correrá peligro. O perdemos y morimos juntos o atrapamos a Kira— realizo una pausa para dirigirse a la muchacha —¿Qué será?

 

—¡Atrapamos a Kira! ¡Misa no puede imaginarse vivir en un mundo sin Light!

 

—¡Ya basta! ¡Es una locura!— Yagami estaba comenzando a perder la paciencia.

 

¡Esto era demasiado!

L intentaba usar a la rubia para llegar hasta Kira poniéndola en peligro, y peor aun, estaba aprovechándose de los sentimientos que tenía la joven hacia él.

 

El detective fijo su vista en el nipón.

 

—Se acaba el tiempo y me estoy desesperando. Y en cuanto a Misa Amane…— dio media vuelta y se alejo de los adolescentes un par de pasos —…recurro a ella porque se que su valentía y su firmeza no tienen limites.

 

La joven elevo y entrelazo sus manos a la altura de su mentón —¿En verdad lo piensas?— las pupilas claras de la chica comenzaron a temblar de la emoción —Ay no, después de todas la cosas feas que dije… creo que te juzgue mal todo este tiempo. Pero si entiendes como Misa se siente ¿no es así?

 

—Si— contesto el pelinegro sin voltear a mirarla —…Misa-san es sin discusión alguna la mujer perfecta que cualquier hombre desearía tener.

 

 

¿Por qué, Ryuizaki decía eso?

Acaso L…

 

La mujer perfecta que cualquier hombre desearía tener.

 

Quizás lo había imaginado, pero sintió como si Ryuga expresara que era uno de esos hombres.

 

Su desconcierto aumento aun más, al divisar como la joven soltaba su brazo y se dirigía al detective para propinarle un beso en la mejilla.

 

—Eres muy tierno. Gracias Ryuzaki— expreso Amane.

 

El detective llevo una de sus manos a la mejilla asombrado, situando sus dedos en el lugar donde había sentido el contacto, seguidamente, volteo a mirar a la chica que se hallaba a su lado.

 

—Podría enamorarme de ti.

 

 

Light abrió sus ojos quedando atónito y paralizado ante la declaración de L. ¿Qué era todo esto? ¿Qué es lo que insinuaba Ryuzaki? Por un instante tuvo ganas de llorar.

 

—Podemos ser amigos— propuso la actriz.

 

Pareciera ser que la relación tensa y el desagrado mutuo de L y Misa de hace meses atrás, había desparecido.

En estos momentos no solo sentía celos de Amane, también la odiaba y -aunque sonara feo- tenía ganas de estrangularla.

 

¿Qué habría pasado sino hubiera elegido seguir al pelinegro a la habitación de la modelo?

Las insinuaciones y el beso, ¿se hubieran dado de la misma forma o en un nivel más elevado?

 

—¡Combinando nuestros poderes atraparemos a Kira!

 

—Por desgracia— comento el detective —Light-kun hará una investigación por su cuenta trabajando con su padre y los demás. Temo que seremos solo tú y yo.

 

 

“¡No!”

 

 

— ¡No! — manifestó algo alterado el nipón, llamando la atención de los presentes —…esta bien, me uniré a ustedes.

 

 

 

Ante esa afirmación el detective sonrió por dentro.

Su plan, había salido a la perfección.

Quizás sus acciones de usar los sentimientos de las personas no eran vistas con buenos ojos, pero en ocasiones resultaban muy útiles.

 

Si bien al principio dudo si poner a Light celoso era buena idea por su condición -y porque no ansiaba involucrarlo más en el caso- no encontró otra opción.

Sino descubría la verdad de una vez por todas Kira desaparecería, y de nuevo el número de victimas seguiría aumentando, posiblemente el actual Kira perdería sus recuerdos y el poder seria pasado a otra persona, lo que significaría que volvería al principio.

 

Con respecto a la joven, sabía que no rechazaría la oportunidad de estar cerca de Yagami. Ella nunca desobedecería ni traicionaría al castaño, por eso, necesito actuar de esa manera.

Lo mas extraño de todo esto fue la actitud de la muchacha, no esperaba que reaccionara de esa manera teniendo en cuenta que lo despreciaba, pero aun así le sirvió de mucho, no obstante se mantendría atento, ya que tenia una leve sospecha de que la chica tramaba algo.

 

Si tan solo L supiera que no se encontraba tan lejos de la realidad, pues ciertamente la modelo quería mantener una imagen de “chica buena y amiga de Ryuga” frente a Light esperando el momento en el que debiera actuar.

 

 

 

≈≈≈≈≈≈≈≈≈

 

 

Estaba contento que Ryuzaki haya recuperado su ánimo.

Estaba más que satisfecho que por su causa el detective se reincorporara nuevamente en la investigación y dejado de lado la depresión…

 

Sin embargo, comenzaba arrepentirse de este último.

 

L se encontraba tan metido y entusiasmado con el caso que ya no le prestaba atención a ÉL en lo más mínimo.

No era que le molestara, pues era su trabajo, pero el también… también ansiaba algo de su atención.

 

Y aquella falta de interés fue aun mayor esa mañana.

 

 

 

 

Flash Back

 

 

Exhalando un suspiro de fastidio subía lentamente las escaleras.

Gassman lo había llamado informándole que no podía ir al edificio de investigación para sus exámenes diarios; no obstante deseaba verlo para controlarlo, de tal manera le sugirió -más bien ordeno- que lo viera en el hospital donde trabajaba.

 

—Te espero en una hora niño.— le había dicho para seguidamente cortar la llamada, sin esperar una respuesta a su propuesta. Acción, que molesto a Yagami.

 

“Estupido Gassman” gruño mentalmente mientras se encaminaba a la habitación de la modelo.

 

Al adentrarse en el cuarto encontró a Ryuzaki, Misa y Aibert improvisando la entrevista que la joven tendría en unos días con el grupo Yotsuba.

 

Cerró la puerta evitando hacer ruido lo menos posible evitando que lo notaran e interrumpir a los demás.

La joven y el delincuente se situaban enfrentados en los sofás, mientras que el detective observaba el ensayo un par de pasos distantes detrás de Misa.

 

Le comentaría lo que había ocurrido con el doctor y le pediría permiso para salir, ya que aun seguía siendo un sospechoso y no quería que L le reprochara nada ni le aumentara más puntos Kira.

Además, tendría su primera ecografía y tenia la esperanza de que el pelinegro quisiera acompañarlo porque a decir verdad, una de las cosas que más miedo tenía, era enfrentar las miradas de la gente cuando tuviese que presentarse en la sección del obstetra y notaran su vientre.

 

Suavemente se acerco al pelinegro —Ryuzaki — susurro colocándose detrás de él.

 

— ¿Qué sucede Light-kun?— respondió en murmullo el aludido sin voltear a mirarlo.

 

—Gassman no podrá venir aquí hoy, y me pidió que fuera al hospital donde trabaja. Vine a pedirte permiso.

 

—Le diré a Watari que te transporte.

 

—Esta bien…— con algo de duda continuo hablando —am… por si te interesa, Gassman me realizara la primera ecogra-

 

— ¡Alto!— exclamo el detective deteniendo el ensayo y a la vez a Light —Misa-san no re relajes mucho, recuerda que no conoces a Aibert.

 

—Lo siento— dijo la joven sin apartar la mirada en la persona que tenia enfrente y volviendo a comenzar del principio con sus líneas.

 

 

El japonés quedo algo sorprendido por la actitud de Ryuga ¿Al menos, lo había escuchado siquiera?

 

 

—Light-kun— hablo L.

 

— ¿Que?

 

—No lo tomes a mal pero me harías un gran favor si salieras de la habitación, si Misa-san se percata que estas aquí no podrá concentrase.

 

—…esta bien…

 

Con su vista en el suelo y las ilusiones echas trizas lentamente se dirigió a la puerta, marchándose de aquel cuarto totalmente decepcionado.

 

 

Fin del Flash Back

 

 

 

A la mierda Ryuzaki tenía ganas de decir, sin embargo no podía evitar pensar en él.

¿Qué sucedería si el niño llegara a tener algo malo? ¿Cómo haría frente ante tal situación?

No podría, no solo.

 

—Suspiró—

 

Debía tranquilizarse, aquellos sentimientos no solo lo afectaban a él, sino también al bebe, como buen “padre” debía pensar primero en la salud de su hijo y no en sus propios problemas sentimentales.

 

—Partiremos de inmediato— gracias a Dios, la voz de Watari lo saco de sus pensamientos.

 

—Bien.

 

Light se acomodo en el asiento trasero recostándose en la butaca, mirando hacia fuera por la ventanilla izquierda, haciendo que el rayo del sol fuera lo primero que viera cuando el auto salio del estacionamiento del edificio.

 

Aquel resplandor lo cegó por unos segundos, sintiéndose como un recluso que luego de varios años, al salir libre, vuelve a ver la luz del sol.

 

Algo emocionado se apego más a la ventana contemplando el hermoso día que se presentaba. Nada había cambiado, sin embargo, para el castaño luego de estar encerrado durante varios meses entre cuatro paredes, todo le parecía nuevo.

 

Mientras circulaban por calles con edificios de altos niveles, departamentos antiguos y comercios, a Yagami le llamo la atención una pequeña tienda de artículos de infantes donde se contemplaba al “Conejo-bebe” de Matsuda en la vidriera del local.

 

Ante este acontecimiento una sonrisa divertida se formo en su rostro. Luego de saber el sexo de su bebe iría a esa tienda, por alguna razón deducía que tendrían todo lo que necesitaría.

 

Watari giró en una esquina, y pronto ellos se encontraron frente a la entrada del hospital.

 

—Ya hemos llegado— indico el anciano girando sobre su asiento y mirando al japonés —Debo atender un par de asuntos. Notifíqueme cuando haya terminado su revisión e inmediatamente vendré a buscarlo.

 

Le sorprendió lo dicho por el anciano, conociendo a L estaba seguro que le habría ordenado que no lo dejase solo en ningún momento como a todo sospechoso. Pero no le dio mucha importancia, pues su mente estaba centrada en algo más primordial.

 

—De acuerdo, Gracias— Light descendió del auto cerrando la puerta tras de él.

 

Camino hasta la entrada del establecimiento tomando la manija de la puerta e ingresando al lugar. Permaneció unos segundos en la entrada verificando por la ventana superior del portón, como Wammy se alejaba del lugar perdiéndose entre los demás rodados que circulaban por la zona.

 

Al divisar a su alrededor que se encontraba solo, sin perder tiempo se despojo de su campera que llevaba puesta, para quedarse solo con su ancho y largo buso de hilo, tomando la capucha que incluía su indumentaria para cubrirse el perfil, y cruzando los brazos sobre su pechosostuvo su campera con la intención de tapar su apenas redondeado vientre de 4 meses.

 

Era la primera vez que entraba en aquel sanatorio, por tal razón permaneció observando detenidamente el cartel que contenía las ubicaciones de los variados salones del hospital.

 

Camino derecho adentrándose al pasillo que según el grafico, lo llevaba directamente a la sala del obstetra.

Luego de varias habitaciones, del lado izquierdo, encontró el lugar indicado.

La puerta se hallaba abierta del todo, permitiéndole observar disimuladamente a los demás pacientes que esperaban su turno.

 

No entro, pero tampoco se alejo. Apoyo su cuerpo contra la pared mientras miraba discretamente a los demás presentes.

 

Hurgo en el bolsillo de su campera buscando su celular, dispuesto a llamar a Gassman para comunicarle que ya había llegado, pero el condenado doc-tor-ci-to no contestaba ninguna de sus llamadas.

 

—Yagami Light.

 

Se sobresalto al escuchar su nombre. No se atrevió a elevar su rostro del suelo con la sospecha de que aquella persona que lo había nombrado fuera algún conocido que se percato de su presencia.

 

—Yagami Light.

 

En esta ocasión pudo oír mas de cerca la voz femenina de quien lo llamaba, dejando de lado por un segundo su obsesa persecución comprobó que la persona se trataba de una simple enfermera de cabellos negros que lo miraba intrigada desde la entrada del salón.

 

—¿Es usted Yagami Light?— pregunto la muchacha de forma amable.

 

—…s-si— contesto el castaño con voz baja evitando mirarla.

 

—El doctor me ah mandado a buscarlo, lo esta esperando.

 

¡Maldito Gassman! si sabia que estaba ahí ¿por qué no contesto sus llamadas? ¿Qué pretendía?

 

—Soy el último en llegar— se excuso, prefiriendo esperar a que el salón se vaciara que exhibirse entre los pacientes los cuales podía escuchar susurrar platicando sabe Dios que cosas de él, por que estaba seguro que era sobre él.

 

—El doctor dio prioridad a su caso especial.

 

Genial, no solo se sentía ajeno al lugar y mal con el hecho de haberse colado del turno de los demás, sino también ahora se sentía como una especie de paciente anómalo al escuchar “prioridad a su caso especial”.

 

Al observar su situación y la forma de vestimenta, la joven se dio cuenta de la incomodidad del castaño, y se dirigió nuevamente a él con una tierna sonrisa.

 

—Si lo desea podemos entrar juntos, lo escoltare hasta el interior de la habitación. De todos modos…— se acerco al nipón para hablarle en susurro —…ellos no lo percibieron sino hasta ahora, así que no saben si fue el tercero, el cuarto, o el último en llegar, no se preocupe.

 

Yagami le dedico una sonrisa agradecido, sentía una especie de sentimiento acogedor con aquella muchacha, y, aunque aun tenía sus dudas, se aventuro junto a la pelinegra dentro del salón.

 

La próxima puerta a entrar quedaba a 10 pasos de distancia, pero para el nipón lo sentía como el triple de ese número.

Durante el camino, la enfermera le hablaba sobre la revisión que le darían el día de hoy, con la intención de despejarlo de los comentarios prejuiciosos de los cónyuges hombres que esperaban juntos a sus esposas su turno.

 

—Bien, ya hemos llegado— comento la muchacha abriendo la puerta e invitándolo a entrar en la habitación, acción que Light accedió algo intranquilo —Por cierto, felicidades— fue lo ultimo en susurrarle después de cerrar la puerta.

 

—¡Yagmi-kun!— instantáneamente a su encuentro se presento el medico palmeando el hombro del menor como si se conociesen de siempre —¿Qué ocurrió? ¿No pusiste la ropa a lavar y tuviste que improvisar?— se burlo al observar la vestimenta extraña que poseía —Por un momento pensé que te habías escapado ya estaba a por qué me miras así?— la mirada enfadada que le dirigía el japonés no le inmutaba en lo más mínimo sino todo lo contrario, le causaba risa, pero supo disimularlo muy bien.

—¿No quieres hablar? bueno, mientras se te pasa el enojo te pido que te recuestes por favor— hizo un ademán con su mano hacia la camilla.

 

El nipón accedió a dicha orden, sin embargo el enfado aun  seguía patente. 

 

—Lo siento— hablo el hombre tomando asiento cerca del castaño —normalmente apago el celular para impedir interrupciones durante las revisiones— suponía que algo habría ocurrido con Yagami, en los últimos días era fácil de hacerlo enojar o en un caso peor tornarlo melancólico. Noto la falta de L, y tenia pensado cuestionarle sobre el tema, pero conocía al detective como para tener una leve sospecha del porque de su ausencia.

—Muy bien comenzemos— comento el medico retirando el cobertor de plástico del monitor que se situaba al lado de la camilla —Súbete la camisa o lo que sea que tengas ¿no sientes calor?— mientras el menor exponía su vientre sin contestar a su pregunta, del bolsillo de su delantal saco un tubo de crema, y los guantes y toallas de papel los obtuvo de una pequeña mesa próxima al ordenador.

—Si tienes este humor ahora, no quiero imaginar cuando debas venir para las próximas revisiones.

 

Light abrió grandes sus ojos, ¿eso quería decir que durante los siguientes meses tendría que presentarse al hospital?

Cuando estuvo a punto de reclamar su cuerpo respingó al sentir el frió gel sobre su piel.

 

—Ah culpa mía, olvide decirte que sentirías frió.

 

Aquellos comentarios y acciones ya lo estaban fastidiando, se tentó de mandar al doctor a la miércoles pero se contuvo y solo le dedico una mirada de irritación.

“¡Estupido Gassman!”

 

El hombre tomo una extremidad del monitor con forma de cilindro alargado (transductor), el cual se encontraba unido al aparato a través de un largo cable gris, y lo poso sobre el estomago del castaño esparciendo el gel por todo el vientre transmitiendo ondas de ultrasonido.

Miraba atentamente a la pantalla del monitor esperando que saliera la figura del niño, la búsqueda daba la impresión de que seria larga, sin embargo…

 

—¡Aha! te encontré— expreso victorioso el medico para luego mirar a Yagami —puede que solo veas una mancha blanca, pero esa manchita blanca es tu hijo.

 

Light sintió su pecho comprimirse y su vista nublarse.

No necesito escuchar ni ver la descripción de la anatomía del infante que le otorgaba el doctor, porque él veía perfectamente a su pequeño.

Se sorprendió como el cuerpo de su hijo se encontraba ya algo formado y crecido, no caía en la idea de que tuviera aquello dentro de él ¡y eso que aun faltaba meses para que se desarrolle completamente!

De repente, sintió ganas de que Ryuzaki estuviera ahí, junto él, para compartir entre los dos la emoción del “premio bendito” como lo catalogaba Gassman. Pero tan solo con recordar al pelinegro, la opresión en su pecho comenzó a ser dolorosa y molesta.

 

El clínico noto la melancolía en el rostro del joven y comprendía su sentir, pues en momentos tan lindos como estos, cualquier persona gozaría compartirlo con la persona que más aprecia. Y por un momento temió que el pelinegro cometiera el error que especulaba.

 

—¿Quieres saber el sexo?— lo mejor seria distraerlo de aquellos pensamientos dañinos.

 

Light lo miro por unos segundos para seguidamente asentir entusiasmado.

 

Unos segundos más de reexaminación y…

 

—Bien felicidades, es un niño.

 

Una ancha sonrisa se formo en el rostro del castaño, sabia que estaba la posibilidad de que el bebe viniendo de dos hombres rompería la continuidad del sexo masculino dando luz a una niña, pero pareciera ser que el legado masculino continuaría, y la verdad no le importaba en lo mas mínimo porque era su pequeño, su niño.

Por un momento se enfoco en la probabilidad de que él siendo hombre con la capacidad de gestar, ¿le heredaría a su hijo esa misma facultad? Bueno, era demasiado pronto para pensar en eso, el niño ni siquiera había nacido como para imaginar que inclinación sexual tendría, más bien lo que más le intrigaba era saber que rasgos poseería. ¿Su cabello seria de tono claro u oscuro? ¿Su piel seria pálida o algo bronceada? ¿Sus ojos serian pequeños y orientales como los suyos, o los tendría ancho y occidentales como L?

¡Aahh! ¡Tanta curiosidad y debería espera 5 meses más para descubrirlo!

 

Un extraño sonido acelerado, iguales al sonido de tambores golpeandose llamo su atención.

 

—Es su corazón— se adelanto a contestar Gassman, y al ver la cara de preocupación del menor volvió aclarar —y es normal que palpite rápido.

 

Luego de verificar que no hubiese falla o alguna anormalidad en el infante y de tomar algunas fotos del ecograma dio finalizada la revisión satisfactoriamente.

 

De regreso al edificio de investigación su mente estaba tan concentrada en las imágenes de su niño que se olvido completamente de cuestionarle a Gassman sus próximas visitas al hospital y de pasar por la tienda de bebes que tanto ansiaba visitar.

 

………

 

Light se hizo presente en la sala de investigación realizando un saludo en general para los presentes, y con la excusa de sentirse cansado se dirigió a su habitación sin hacer contacto visual con nadie.

 

Sin embargo cierto pelinegro no ignoró la presencia del castaño, bajo de su silla y lo más rápido que pudo lo siguió hasta su cuarto, pero solo a un paso de alcanzarlo la puerta de la habitación le fue cerrada en su cara, y por la fuerza en que fue arremetida suponía que la acción fue hecha con intenciones.

Ignoro lo ocurrido y decidió llamar a la puerta, no quería entrar sin permiso por temor a que Yagami se molestara, si lo hacia enfadar daba por seguro que seria un laaaargo día.

 

La puerta fue abierta dejando ver a un castaño inexpresivo, y antes de que pudiera articular palabra el menor lo invito a ingresar a la pieza.

 

El silencio reino en el lugar, y la actitud de Light ignorando a L mientras depositaba su campera en el armario y realizaba sus cosas como si nada hacia que la tensión aumentara cada vez más.

 

Fijo su vista en el buzo gris largo y ancho que el menor se despojaba, extrañándole pero comprendiéndole a la vez su forma de vestir, sintiéndose en ese instante miserable por abandonarlo solo en tal momento de etapa de embarazo, pero tenia sus razones por el que se obligó a faltar.

 

O eso creía él.

 

—¿Todo, esta bien?— finalmente el primero en hablar fue el detective tratando de cortar tan denso clima —la revisión ¿salio bien?

 

Hasta que recordó que seria padre, pensó de forma sarcástica el japonés recostándose sobre la cama —Si, todo bien— fue su corta y tosca respuesta.

 

—La investigación esta avanzando, más de lo que imaginaba.— no supo porque lo había dicho, aquello le salio involuntariamente.

 

—Lo se ¿y?— ¿acaso osaba poner como excusa al caso? o lo único en que podía pensar en estos momentos ¿era en Kira? Que idiota.

 

—Bien…— de alguna forma la actitud de Yagami le había dolido, no sabía muy bien que decir, pero si entendía que no quería comenzar una discusión —dejare que descanses— dio media vuelta orientándose hacia la salida, pero cuando sostuvo la manija de la puerta en sus manos el castaño lo interrumpió.

 

—Espera Ryuzaki— se levanto del lecho encaminándose hacia el armario, removió un par de cosas dentro del mueble para luego exhibir un sobre marrón, el cual le ofreció con vergüenza al detective —Son fotos de la ecografía, le pedí a Gassman que hiciera dos copias por si querías una.— a pesar que estuviera enfadado con L no podía negarle el derecho de conocer a su hijo, en esta ocasión a través de fotos. Estaba en Ryuga rechazar la información o no, pero no seria él que lo excluyera de los exámenes.  

 

El pelinegro abrió sus ojerosos ojos mirando el objeto de forma intrigada, mientras lentamente tomaba el sobre con todos los dedos de su mano, como si tal elemento se tratase de algo delicado que debía cuidar —Gracias.

 

—De nada ahora…— abrió la puerta invitándolo a salir de una manera más amigable —…enserio estoy cansado.

 

—Si, disculpa— atravesó la salida comenzando a marcharse.

 

Pero antes que Ryuga se distanciara lo bastante lejos realizo un ultimo comentario.

 

—Por cierto es un varon— cerro la puerta con suavidad dejando a L con una extraña sensación en el pecho.

 

 

Desde ese momento ansiaba la llegada de cada noche, ya que de ese modo se trasladaba a su cómodo y solitario cuarto, donde contemplaba las imágenes de su hijo sin interrupción alguna.

Se llamo la atención el mismo, desconociendo la razón que lo impulsaba a examinar durantes largas noches las ecografías.

Aquel sentir en su alma era sumamente extraño, raro, pero agradable, en ocasiones lograba sorprenderlo al sacarle una sonrisa. ¿Acaso el embarazo de Light comenzaba afectarlo de forma más intensa? ¿Podría ser que aquella extraña sensación que percibía su ser y que aún no alcanzaba a interpretar era a lo que llamaban instinto paternal?

No hallo respuesta para eso, quizás más adelante podría llegar a alguna conclusión, pero ansiaba tener pronto un resultado porque no solo desconocía lo que sentía por el niño, sino también por Yagami.

 

Últimamente la imagen del castaño se presentaba en su mente de forma involuntaria y no entendía porque.

Tuvo la sospecha de que se debía a lo poco que se trataban últimamente y que dicho trato afectara negativamente al menor…

 

Si eso era, definitivamente era eso, ¿Qué otra explicación había? él no sentía nada por el nipón, no estaba enamorado a pesar de que no sabia que era “estar enamorado”.

 

Se tomo unos minutos para acomodar las ideas que venia meditando hace días.

 

Estaba decidido, no quería enamorarse de Light, pero tampoco quería seguir tratándolo con indiferencia, después de todo tendrían un hijo y aunque tuvieran diferencias, discutieran o no les gradara el concepto de verse las caras constantemente deberían comenzar a acostumbrarse a la idea.    

Ryuga podía llegar a ser más amable y atento con Light, claro esta sin llegara a amarlo.

 

 

¿Verdad…?

 

Maldición, su mente no sabía hacer otra cosa más que pensar en el castaño pero por fortuna estaba el caso Kira, seria una buena distracción. Sin perder tiempo guardó las fotos del ecograma y seguidamente asentándose en su cama tomo su notbook para comenzar a examinar la información que disponía.

 

………

 

 

Yagami despertó sobresaltado. Estaba sudando y su respiración se encontraba alterada.

 

“¡Maldición!”

 

Preferiría una, y mil veces más sus ataques de ira, su sensibilidad, y sus antojos.

 

 

Todo.

 

 

Menos el deseo sexual.

 

 

Se sonrojo al recordar el sueño húmedo que tuvo junto a Ryuzaky.

 

Para su suerte, se despertó antes de eyacular en sus interiores… otra vez.

 

Cada día que pasaba era más complicado enfrentar a la lujuria.

No lo atraía la idea de “consolarse” por si mismo.

Lo hizo las primeras veces, pero se sintió tan patético que para evadir aquel método comenzó a tomar duchas tibias cada vez que se sentía apasionado.

 

Agradecía que le agarrase durante la noche, y que durante la tarde su mente estuviera ocupada con el caso, de lo contrario seria más difícil resistir la excitación.

 

Se levanto dirigiéndose al baño, donde empapo su rostro para despejarse, luego se recostó nuevamente en la cama dispuesto a dormirse, pero la posibilidad de volver a tener ese tipo sueño lo puso intranquilo.

 

Se removió en la cama tratando de despejar su mente sin éxito alguno.

 

Pensó en el niño y en los mil rasgos que podría llegar a poseer, le encantaba meditar en eso, y no menos importante, en los nombres que quizás tendría, además, era otra oportunidad después del caso para distraer su perversa mente.

 

 

“Ryuzaki…”

 

 

Sin embargo en esta ocasión no funciono e imprevistamente escenas de su primera vez junto al pelinegro durante su encierro volvieron a él.

 

L tocándolo y rozando su piel con esas frías y fantásticas manos.

 

Lambiéndole con su húmeda y caliente lengua.

 

Besándolo.

 

Penetrándolo…

 

 

“¡¿EN QUE ESTOY PENSANDO?!”

 

 

Yagami sacudió su cabeza para quitar aquellas imágenes de su cerebro. Pero no podía evitarlo.

Recordar a Ryuga chupando y devorando su miembro hasta beber toda su semilla, era realmente excitante.

 

“¡Maldición!”

 

Se levanto del lecho dispuesto a darse una ducha tibia para suavizarse. Pero ni con agua fría lograría calmar el éxtasis que su cuerpo empezaba a sentir.

 

 

………

 

 

L seguía en su habitación, sentado en su cama con vista exclusivamente a su notebook, restándole importancia a todo lo demás a su alrededor. Por tal razón, no se molesto en elevar su mirada al percatarse que alguien entraba en su habitación. Normalmente, Watari era el único que ingresaba sin tocar a la puerta, y solo sucedía cuando le llevaba sus dulces, en casos de emergencia o situaciones realmente interesantes para él.

 

—¿Qué sucede Watari?— indago sin siquiera despegar sus ojos de la pantalla.

 

Pero no recibió ninguna contestación.

 

Sin aviso alguno su notebook fue cerrada frente a sus narices para seguidamente sentir una mano en su pecho empujándolo para atrás hasta tumbarlo boca arriba sobre la cama.

 

Los ojerosos ojos se abrieron de asombro al distinguir a su “atacante”.

 

—¿Light-kun?

 

El menor se poso sobre él, permitiéndole notar las mejillas sonrojadas y los ojos cristalinos de Yagami.

 

—Ryuzaky…

 

El nipón se apego al cuerpo de Ryuga, quien se encontraba estático sin poder dar crédito a lo que pasaba.

 

—Ya no aguanto más…— susurro en la oreja derecha del detective —…por favor, hazme el amor.

 

Los latidos del corazón de L comenzaron acelerase rápidamente.

 

“Esto no esta bien”

 

La respiración de Light era agitada y su piel había pasado de bronceada al rojo éxtasis.

Lo descoloco la idea que cruzo su mente por unos segundos al admitir que Yagami se veía realmente apetecible.

 

“Esto es malo”

 

Sentir los labios del nipón sobre los suyos logro sacarlo de sus pensamientos; tardando unos escasos segundos para reaccionar y deshacer el tacto.

 

—Light-kun.— L percibió el cuerpo enardecido de su sospechoso aún a través de la ropa.

 

¿Acaso era otro síntoma del embarazo?

 

—Ha…h-ha…— el castaño gemía mientras frotaba su miembro contra la pelvis del pelinegro.

 

—¡¿Qué est-?! ¡Espera Yagami-kun!

 

Ryuga tomó ambos brazos de Light con intención de apartarlo de él.

 

—¡Ah!

 

Ante el contacto, el menor clamo nuevamente haciendo que el detective lo soltara asustado.

 

Medito por unos momentos la situación en que se encontraba. Debía actuaba enseguida, podía observar en la mirada del nipón que este no estaba del todo conciente de lo que estaba haciendo.

 

Pero, si su mente intentaba intervenir en la realidad entonces, ¿porque su cuerpo reaccionaba ante las acciones del menor? ¿Intentaba llegar a “ese” tipo de resultado con el castaño?

Y si lo hacia, ¿seria para ayudar a Yagami o por deseo propio?

 

—¡Light-kun!

 

Sin importarle que el oji miel gimiera, nuevamente lo tomo de los brazos intentando quitárselo de encima.

 

No, el no sentía nada por Yagami. Su cuerpo reaccionaba ante las sensaciones, como lo haría cualquier persona.

 

—Espera, yo no…

 

 

 

Tenia que hacer algo, de lo contrario…

 

 

 

—L…— el menor aprovecho un momento en que la fuerza del pelinegro flaqueo para hundir su rostro en el cuello de este.

 

—Yo…

 

 

 

De lo contrario…

 

 

 

—¡Yagami-kun a mi no me gustan los hombres!

 

 

Pareciera ser que su frase causo el efecto que esperaba.

 

Porque Light frenó en seco sus acciones.

 

—¿De…de que hablas?— el castaño levantó la cabeza, sorprendido; mirándolo insistentemente a los ojos, como si tuviera la esperanza de encontrar alguna señal que desmienta lo que acababa de decir.

 

Su respiración volvió a sincronizar normalmente, sus ojos perdieron el brillo que hace minutos lo caracterizaba y su temperatura descendió.

 

El nipón se salio encima de él de un sopetón permaneciendo parado sin despegar los ojos de Ryuzaki, mientras este ultimo se incorporaba suavemente.

 

De repente el menor giro dándole la espalda.

No estuvo seguro, pero creyó escucharle susurrar un: “Oh por Dios”.

 

— …lo siento, lo siento much- — salio de la habitación a paso rápido, sin siquiera terminar su disculpa.

 

Ryuzaki lo vio partir sin expresar nada. De todos modos ¿Qué iba a decir? ¿Qué especulación sacaría de lo que ocurrió? No lo sabia, ni tampoco quería pensarlo; solo quedo en silencio en su solitaria y aislada habitación.

 

 

………

 

 

No pudo controlase, y por su falta de voluntad había echado a la borda todo lo que había conseguido hasta el momento.

 

Aseguro la puerta de su habitación para prevenir que no entrara nadie, no tenía ganas de ver a Ryuzaki ni a ninguna otra persona.

 

Se tumbo de rodillas contra el suelo y dejo salir las lágrimas que mantenía retenidas.   

 

No debía sorprenderse por la confesión del pelinegro, siempre sospecho que era una de las posibilidades, pero así también siempre intento no tomarla en cuenta.

Sin embargo ahora la realidad se le estaba planteando delante de él y esta vez no podría ignorarla.

 

Así que esa fue la razón. El muy hijo de perra se había acostado con él solo por el caso, por su maldita investigación.

 

Cuando escucho aquellas palabras salir de la boca del detective le entraron ganas de golpearlo hasta quedarse sin fuerzas. Pero no lo hizo, porque muy a su pesar también había sido su culpa.

Había cedido al juego del pelinegro conociendo de ante mano sus tácticas de investigación y su persistente acusación de ser Kira.

 

 

—…—

 

 

Una carcajada mordaz salió de su boca.

 

 

¡¿En que diablos estaba pensando?! ¡¿Qué clase de cuento de hadas se estaba haciendo en su cabeza?! ¡Por Dios!

¿Como había imaginado siquiera que el detective lo amaba?

Nunca le dio indicios para que llegara a pensar en eso, ni un beso, ni una declaración… y él tan estupido, ¿acaso no se daba cuenta que no tendría ninguna posibilidad con L?

Sus entupidas ilusiones lo habían confundido al descifrar que las atenciones que Ryuzaki le brindaba a él era una manera más íntima de acercarse.

 

Sintió su labio inferior temblar y su vista nublarse debido a las lágrimas, y hubiera permanecido así de no ser que repentinamente su cuerpo comenzó a temblar involuntariamente.

 

Se aterro. Con miedo de que se tratara de algún ataque de pánico o algo parecido que pudiera afectarle al niño, se abrazo a si mismo tratando de mantener la calma y las sacudidas.

 

Pasados unos minutos con una respiración profunda, el ataque se mitigo completamente.

Ya más calmado, determino que debía hallar alguna solución para esta situación que estaba viviendo, de lo contrario corría el riesgo de que no solo un arranque como el que paso volviera a ocurrir, sino que el accidente fuera aun más comprometido.

 

Camino hacia la cama gateando sobre esta colocándose de costado y en posición fetal meditando sobre la medida que tomaría al respecto.

 

Consiguió dormir unos minutos, la decisión que había tomado lo estaba carcomiendo, apenas estaba amaneciendo pero no aguantaba más, se encamino hasta el cuarto del pelinegro y entro en ella sin llamar a la puerta, estaba seguro que el detective seguía despierto, y así fue.

 

Sus miradas se encontraron, y pareciera ser que esta acción no hizo más que dificultar la determinación de Yagami. Sin embargo el castaño logro controlarse, y sin más hablo:

 

 

—Ryuzaki, me salgo del caso.

 

 

Ryuga entendió la decisión de Light y la respetaría, pero aun así tenia una pregunta al respecto.

 

Y como si el nipón leyese la mente acallo su duda.

 

 

—Me voy del edificio de investigación.

 

 

 

Notas finales:

Ok aquí termina el Cáp. tenia pensado seguir un poco mas pero no, les dejo en la intriga de que dirá L XD

 

Por cierto la primera parte es un capricho mió, quería escribir a Light haciendo un pastel >.<

 

En la anterior actualización había dicho que no tardaría tanto en actualizar y bueno era cierto, tenia pensado actualizar el 6 de Enero (Día de Reyes) pero no se si son imaginaciones mías o que pero siento que algo esta impidiendo que haga mis cosas y no solo me refiero a los fics… Aunque en esta ocasión no me molesto para nada es más me asusto, ya que se trataba de mi madre. Me eh demorado porque estuve cuidando de ella mientras estaba internada por una infección en el pie, porque soy la única que no trabaja (por ahora). Es diabética, tiene chagas y asma y la lleve con alta fiebre a guardia.

Al final ya esta mejor, pero hace pocos días que le dieron el alta y aproveche a escribir el fic y terminar el Cáp.

 

Este Cáp. en mi opinión me salio raro, porque en algunas partes me sentía inspirada y en otras no, inclusive llevaba mi cuadernillo al hospital por si me agarraba ganas de escribir, de echo lo hice solo una noche en donde apenas dormí. Maldita silla del demonio, era mas dura que no se que, me hizo doler la espalda, inclusive hasta ahora me vienen ciertos dolores por culpa de eso, es bastante molesto.

 

Creí que el hospital me inspiraría para la escena donde Light va al obstetra, pero fue todo lo contrario XDD

 

Además de lo ocurrido con mi madre estaba media deprimida porque siento que mi forma de escribir no es muy buena, y creo que por una semana no escribí ni media palabra de ningún fic ni de mis otras historias imaginativas.

 

Pero ya estoy mas tranquila, pude dormir y me siento con ánimos n.n por cierto gracias a todos por dejarme comentarios eso me levanto mucho el autoestima y sobre todo el reviews de KagamineKailen me dio algo de confianza para seguir escribiendo, arigato!

 

Gracias por los reviews que recibí, los leí a todos pero lamentablemente no pude contestarlos pero ya estoy algo libre así que no creo que haya problema esta vez.

 

Bueno al fin se sabe el sexo del bebe. ¡Un varoncito! ah yo no se porque pero prefiero un nene que una nena y ansió que el bebe de mi hermana sea varón jajajaja, si seré tía de nuevo u.u

 

En uno de los reviews me comentaron que el hijo va terminar siendo Near, la verdad nunca se me cruzo por la cabeza y me siento tonta de no haber pensado en eso jajajajaja porque Near si queda para bebe de ellos!!

Pero bueno ya tengo a quien se parecerá y el nombre (aunque aun no me decido XP).

 

Yo quiero mucho a L, pero en estos momentos hasta yo le daría un golpe ¬¬

Pobre castañito, a veces me reto a mi misma por ser tal cruel cuando lo hago (y haré) sufrir, deberá tener fuerzas para afrontar lo que vendrá.

 

Light: eres una perra.

 

Oh Light ¿Que haces aquí? ¿Estas bien?

 

Light: no, estoy deprimido ¡¿como crees que me siento?!

 

Bueno, yo sol-

 

Light: ¡DÉJAME EN PAZ! *sale corriendo*

 

No se muy bien que escribir después de lo que acaba de pasar, así que terminare con esto.

 

Gracias por leer mi fics y el dejarme reviews, no saben como me entusiasma!!

 

También quería agradecer a las personas que se tomaron el tiempo de solicitar por correo mi otro fic, pronto les enviare el segundo cap.

 

Ahora si los dejos tranquilos, perdón por este mazacote de palabras jejejee.

 

Cuídense y muchos besos ¡¡¡Nos vemos!!! ;)

 Por cierto FEliz Dia de San Valentin!!!


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