Antes de salir de la cocina, el pálido joven le pidió a Wammy que le comunicara cuando los demás llegaran.
-¿A dónde vas?
-A tomar un poco de aire- y se perdió de la vista del anciano.
-Debo ser el primero- se comento a si mismo el joven policía entrando al ascensor y observando que no había ningún auto estacionado (exceptuando a los de L).
Apretó el botón para subir al piso correcto y espero.
Al llegar se encamino a la sección de habitaciones enfocándose en el cuarto del chico, toco y llamo a la puerta, pero no recibió respuesta alguna.
“Que extraño, ¿seguirá dormido?”, dudoso, tomo la manija de la puerta -Con permiso…- y la abrió lentamente para encontrarse con… “¿…nadie?”. No se hallaba ahí.
Decidió ir a buscarlo, seguramente ya se habría levantado, por lo que empezó por la sala de investigación. Al no encontrarlo allí partió para la cocina, pero tampoco tuvo suerte.
¿Dónde podría estar?, ¿Tal ves con Misa? no, no lo veía posible.
¿Dónde lo buscaría?
Además no se había topado con nadie como para preguntarle por el joven.
“Tal vez él lo sepa” nuevamente se encamino hacia la sección de habitaciones pero esta vez a un cuarto distinto.
Toco y espero ser atendido… pero nada.
¿¡Pero es que no había nadie en aquel edificio!?
Un ruido dentro de la pieza llamo su atención, por lo que nuevamente llamo a la puerta.
Desde adentro se escucho un “Pase” sorprendiéndose por escuchar aquella voz.
“¿Light-kun?” ¿Qué hacia Light en la habitación de L?
“Ah cierto, son parejas… ¡Oh no!” se tenso al instante al pensar que quizás habría interrumpido algo entre ellos, “Ryuzaky va a reprochármelo” lentamente y sin hacer ruido se dispuso irse de ahí, y lo hubiera logrado, de no ser que antes de que diera el primer paso la puerta se abrió exhibiendo al castaño.
-¿Matsuda? ¿Qué haces tan temprano por aquí?- expreso el oji miel sorprendido.
-Li-light-kun yo… nada, solo pasaba hehehe- contesto el policía poniendo su mano derecha en su nuca exponiendo el envoltorio que llevaba consigo y dando una risita muy insegura.
-Si buscas a Ryuzaky él no se encuentra aquí, debió ir a la cocina par… “¡Un minuto!”
En ese instante examino la situación en que se hallaba:
¿Qué tenia que hacer Matsuda a estas horas de la mañana buscando a L? y más aun, ¿Qué era ese paquete que llevaba consigo? ¿Acaso eso era para el detective?
-¿Para que buscas a Ryuzaky?- esta vez su pregunta sonó más molesta y con un toque de celos.
-¡Contesta! ¡Para que lo buscas!
-Eh…?- el pelinegro quedo mudo e inmovilizado por la reacción de Light, sabía que esto podría ser algún efecto a causa de las hormonas por lo que evito exaltarlo -N-no Light-kun te equivocas, no buscaba a Ryuzaky, te buscaba a ti.
-¿A mi?- su semblante cambio a uno mas relajado y sorprendido.
-Si- contesto mas aliviado -fui a tu habitación a buscarte y como no te encontré pensé que Ryuzaky lo sabría por lo que vine a preguntarle… Ah por cierto, e-esto es para ti- dijo sonrojado entregándole el envoltorio al nipón.
Este algo extrañado lo tomo y lentamente comenzó abrirlo y desde adentro saco -¿…un conejo?
-Mas bien es un conejo bebe- explico el policía señalando el babero que llevaba encima el peluche.
-Y esto es…
-Un regalo por lo de tu embarazo- le aclaro el pelinegro.
Light se quedo mirando el juguete de manera rara. Experimentaba una sensación extraña en aquel momento. Era la primera vez que recibía un presente por su gestación, bueno, más bien el primero que recibía en mano ya que sabia por los llamados de su madre que ella había comprado algunos que otros regalos para su nieto/a.
Sin embargo recibir aquello de parte de Matsuda era sorpresivo, ellos eran compañeros de investigación y su única relación era el trabajo. Eso no quería decir que le desagradara recibir un presente del pelinegro, para nada, sino que le cayo de sorpresa la actitud de el hacia su persona. Pero después de todo así era Matsuda, hablador, gracioso, a veces algo metiche, un poco torpe pero siempre amigable y sobre todo con un fuerte sentido de la justicia.
Al mismo tiempo, pensó que ya tenía asumido el tema del embarazo, pero se veía que aun no, ya que cada vez que sacaban el tema no podía evitar ponerse incomodo.
–Gracias- dijo el nipón elevando su vista hasta encontrarse con el del policía
-Hahaha de nada.
Light bajo su vista y siguió contemplando el juguete -…es extraño- soltó de repente llamando la atención del joven que tenia delante.
Además de todo lo anterior no pudo impedir que en su rostro se formara una sonrisa, de alguna extraña manera se sentía feliz al recibir aquel peluche -es muy suave- comento apretando y acariciando con la yema de sus dedos la textura del peluche e imaginando el día en el cual su hijo/a pudiera tenerlos en sus manitos y tocarlo también…
Un suspiro profundo salio de sus labios.
El embarazo lo ponía verdaderamente muy sensible.
-Eto… ¿sucede algo Light-kun?
-¿Eh? ah, no es nada Matsuda. Gracias de nuevo- agradeció nuevamente refiriéndose al “conejo-bebe”.
-Esta bien, ¡por cierto!, eh comprado algunas facturas y masas- levanto su brazo izquierdo exponiendo un nuevo paquete -¿Qué tal si desayunamos juntos?
-Gracias ya desayune, pero puedo acompañarte- propuso el castaño a la vez que salía de la habitación de L para dirigirse a la suya, guardar el peluche entre sus pertenencias y luego encaminarse junto al policía hacia la cocina.
La mañana transcurrió de igual manera que lo habitual. Concentrándose de lleno en la investigación; a excepción de cierto castaño que se encontraba pensativo recordando la platica de hace minutos atrás con el policía.
Flash Back
-Eto… Light-kun, ¿podría pedirte un favor?- pregunto el joven medio inseguro.
Al japonés le llamo la atención la forma dudosa en que se lo decía, de igual manera respondió -Claro, dime.
-Lo que te quiero pedir no seria para mí sino para alguien más…
-¿A que te refieres?
-Es… sobre Misa, quería saber si podrías hablar con ella.
-¿Misa?- el nipón quedo sorprendido por lo que el pelinegro le pedía -Las cosas entre nosotros no quedaron muy bien la ultima vez…
-¡Lo siento, lo siento!, se que es complicado pero de verdad ayudarías mucho, ella realmente te aprecia y no deja de preguntar por vos.
-No lo se… además las cosas entre Misa y Ryuzaky tampoco quedaron muy bien, auque quisiera ayudarte no creo que el me autorice para hacer eso, después de todo el es el detective y el encargado de la investigación.
-Pero tu siendo su pareja no te será tan complicado convencerlo ne?- comento divertido el policía guiñándole un ojo al castaño el cual se puso rojo al instante.
Pero inmediatamente el pelinegro dejo de lado su costado gracioso al notar la incomodidad del universitario.
-Lo-lo siento… quise decir… que no es necesario que te expongas, por el micrófono estaría bien. No quiero obligarte a nada pero ayudarías mucho.
-…lo-lo pensare.
Fin del Flash Back
¿Qué haría?
Realmente no sabia como reaccionaria la rubia ante su presencia o ante una conversación después de tanto tiempo.
¿Se pondría alegre, o aun seguiría resentida por lo que sucedió la última vez?
Pero aun haciéndolo o no, o si Misa reaccionaria para bien o para mal sabia que no le seria fácil obtener el permiso de L ya que se notaba a leguas que al detective no le agradaba del todo la joven.
Es mas, la vigilancia permanente de Misa era trabajo del pelinegro debido a que es una de sus sospechosos, por lo que lo normal seria que el estuviera realizando la observación ¡pero no! ¡Se lo había encargado a Watari!, y cuando el anciano se encontraba ocupado haciendo otras cosas ¡lo dejaba en manos de Mogi y Matsuda!
“Su voz aturde mi cabeza, lo que dificulta mi concentración” era la excusa que había dicho el detective.
A pesar de todo no podía desmentir que no fuera verdad. La voz de Misa era chillona, y lograba aturdir a cualquiera cuando levantaba la voz o gritaba.
-¿Sucede algo Light-kun?, estas algo distraído esta mañana- le hablo L sin girar su rostro.
-Ah, solo estaba pensando- el castaño vio la oportunidad de decírselo, no sabía lo que le contestaría pero se arriesgaría -Ryuzaky… necesito pedirte algo- no pudo evitar que su pedido se oyera medio inseguro.
El pelinegro volteo para mirarlo -¿Necesitas comprar algo? Sabes que me encargo de los gastos.
-¿Eh?, no, no es sobre el… el em…barazo si es lo que piensas…- para el nipón era imposible estar calmado y relajado hablando de ese tema frente al detective -...es otra cosa aparte- obtuvo la atención total del pelinegro -Quería solicitar tu permiso para poder hablar con Misa.
L sin cambiar su semblante tardo unos segundo en responder -¿Por que?
-Solo quiero hablar con ella.
-¿Por que?
-Necesito aclarar algunas cosas.
-¿Por que?
-¡Por que si!- aquella conversación ya lo estaba hartando, aparte de que se encontraba nervioso no distinguía si L estaba hablando enserio o le estaba tomando el pelo, pues era difícil interpretar su voz normalmente monótona.
-¿Por que?- seguía insistiendo el pelinegro volviendo su rostro a la pantalla del monitor que tenia enfrente.
Si no fuera por el poco control que tenía sobre si ya le hubiera dando un golpe en su rostro o un tortazo en la cara.
No sabía si era por la escasa paciencia que le quedaba o efecto de las hormonas, pero si llegaba a decir una vez más la frase “¿Por que?” no respondería de el.
-¿Por qué…
Ahora si.
El japonés no quería llegar a extremos, ¡pero ese sujeto sacaba de quicio!, por lo que se levanto de su silla dispuesto a enterrar su puño en el rostro del detective
-…te quieres arriesgar a conversar con ella sabiendo los conflictos que tiene?
-¿Eh?- el menor parpadeo confuso deteniendo su puño a mitad de camino.
-Su forma de actuar la ultima vez fue previsto pero no en el grado en que se dio, por lo que no se como será capaz de reaccionar esta vez Amane.
Además Light-kun te estas olvidando de algo importante- giro su rostro hasta encontrase con la mirada del universitario -Misa no solo fue capaz de insultarnos sino que también malicio al niño.
Sabia que la modelo estaba profundamente obsesionada con Light y era la clase de individuo que haría cualquier cosa por la persona que “ama”.
Lo cual en ciertas ocasiones era peligroso.
-Se que tu llevas al niño, pero la responsabilidad de su seguridad y protección es tanto tuya como mía.
Por mi parte no me parece buena idea que te presentes ante Amane.
No quiero decir que sea capaz de atentar contra ti- aunque se encontraba diciendo aquello ciertamente tenia sus dudas de eso -pero por lo ocurrido la última vez quizás aun este alterada. Lo mejor seria que por el momento te abstengas de ir a hablar directamente ante ella, pero si en verdad insistes en esto puedes hablar mediante los micrófonos, te doy permiso para hacerlo- y nuevamente enfoco su atención en la pantalla de la computadora.
Light había bajado su puño y se encontraba impresionado por lo que expresaba Ryuzaky.
Eso quería decir que ¡realmente le importaba su hijo!
El miedo que le inquietaba sobre la posibilidad de rechazo del pálido joven hacia el bebe por los hechos en como fue engendrado ¡en estos momentos se estaban esfumando!
No pudo evitar ponerse feliz por aquello.
-Por otra parte no puedo obviar el suceso de que sea una acusada de ser el segundo Kira- añadió L -el hecho de que haya bajado el porcentaje no quiere decir que haya dejado de sospechar.
-Eso me incluye a mí también Ryuzaky- dijo el japonés algo cansado y hastiado de la acusación persistente del pelinegro.
-Ya hablamos de eso Light- contesto con pesadez el detective.
Ya le había aclarado el porque de su sospecha de una forma muy clara: “Todos los datos lo indicaban el asesino”
Que todas la pruebas apuntaran hacia Yagami no era por que el quisiera, sino por que se dieron así, y por alguna razón será.
Por supuesto, si Light no era Kira no tendría de que preocuparse, seria liberado inmediatamente y se disculparía de sus actos… aunque el tema de las disculpas aun no lo tenia muy seguro, después de todo lo que hacia era por una buena causa.
No quería iniciar una discusión con L por lo que resignado y guardándose su enfado se sentó nuevamente en su silla.
“Era de esperarse” todo esto ya se lo veía venir.
Siempre era lo mismo.
Cada ves que Ryuzaky daba la impresión de que le importaba o lograba ponerlo alegre, al final con un acto o algún comentario el pelinegro lo arruinaba todo.
-Gracias, hablare con ella en cuanto termine de analizar esta información- señalo el castaño inexpresivo.
El pálido joven no dijo nada.
Solo deslizo sus ojos hacia el menor por unos segundos y luego continuo examinando los datos de la computadora.
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Light aprovecho el momento del almuerzo para conversar con Misa. Así cuando llegara la hora de la comida, todos se irían al comedor y L como siempre, lo haría en su cuarto de investigación personal.
Por un momento al recordar aquello sobre el detective le preocupo bastante el grado de aislamiento y soledad del joven hacia los demás.
¿Hasta que punto era correcto la falta se sociabilidad?
Mejor dicho, ¿era saludable para la persona este tipo de comportamiento?
“Me gustaría conocer más de Ryuzaky…” pero viendo como eran las cosas sabia que no seria nada fácil acercarse a L.
-¡Muchas gracias Light! Sabía que no te costaría mucho convencer a Ryuzaky- Matsuda no perdía oportunidad para hacerse el gracioso -si necesitas algo llámame- y desapareció de la vista del castaño.
Bien, ya se encontraba solo con el micrófono y las imágenes de las cámaras que había trasladado de la pantalla enorme que se encontraba en la sala a una computadora portátil, solo para más comodidad.
-Misa.
La acción de la joven al escuchar aquella voz familiar y distinguida hizo que se levantara de un brinco del sillón en el que se encontraba recostada.
-¡Light!- la rubia miraba al techo de una en una las cámaras que se encontraban expuestas en la habitación.
-Puedes mirar a cualquiera Misa, te veo en todas ellas.
La modelo se decidió por la que la enfocaba de frente.
-Light…- sus ojos se llenaron de tristeza -¡Misa esta arrepentida por las cosas feas que le dijo a Light! ¡Misa promete no volver hacerlo!
El nipón se quedo estático escuchando a la rubia.
Había sacado el tema más rápido de lo que pensó, incluso le había ganado de antemano.
Eso podría significar que había estado pensando sobre el tema durante su aislamiento.
-Descuida Misa, eso quedo en el pasado.
-¿Light perdona a Misa?
El japonés tardo unos segundos en responder -Claro.
-¿Enserio? snif!- sus ojos de humedecieron de alegría -Misa esta muy feliz.
-Misa, sabes porque estas encerrada ¿verdad?
-¿Eh?, si, lo se… por culpa de ese pervertido- concluyo con el entrecejo fruncido.
-Es por todo lo que dijiste- le corrigió el oji miel.
-¡Pero Light ya perdono a Misa!
-Yo no soy la única persona a la que le debes pedir disculpas.
Además Misa, no solo nos agrediste a mí y a Ryuzaky, sino que involucraste a una tercera persona que no tiene la culpa de nuestros asuntos- en esta ocasión Light se oyó mas severo.
“El bebé…”
La joven solo pudo inclinar la cabeza dolida -Lo siento… Light en verdad esta enojado…- se escucho un sollozo departe de la rubia.
Pero aun así, seguidamente elevo su mirada hacia la cámara -¡Si Light quiere que Misa pida disculpa al pervertido de Ryuzaky entonces lo hará! ¡Misa hará cualquier cosa para que Light no este enojado!
Nuevamente el universitario quedo atónito ante la actitud de la joven.
No sabía si estar satisfecho, o preocuparse.
-Si Misa hace esto ¿Light volverá a querer a Misa?- pregunto esperanzada la modelo.
-No sirve de nada si solo lo hicieras porque te lo pido.
Y sobre lo otro… no te preocupes Misa, siempre seremos amigos- aclaro lo más suave posible.
La joven quedo unos segundos tildada y en silencio observando atentamente la videocámara.
-¡Misa no fue una buena novia, ¿verdad?!- soltó repentinamente -¡Es por culpa del trabajo! ¡Si es eso entonces Misa dejara de ser modelo!
-Misa no es eso, sabes porqu…
-¡Por el pervertido de Ryuzaky!- le interrumpió la rubia -¡El tiene la culpa!
-No metas a Ryuzaky en esto, sabes que entre nosotros nunc…
-¡Mentira! ¡El pervertido te lavo la cabeza!
Diablos, no tenía ninguna oportunidad.
Cada vez que trataba de tranquilizarla o decirle algo Misa interrumpía con sus gritos.
Comprendía que podía alterarse como la última vez que se encontraron antes de su aislamiento y antes de que perdiera el control de si, por lo que trato de dar terminada la conversación con la modelo.
-¡Tu eres el novio de Misa! ¡No del pervertido Ryuzaky!
-Misa…
-Misa entiende que Light no pudo hacer nada para que el pervertido de Ryuzaky no abusara de el, ¡Por eso lo olvidare todo! ¡Vuelve a ser el novio de Misa!
-…
-Podemos vivir juntos como una familia con tu bebe- expresó la joven entusiasmada -Claro, Misa seria su madre, una cariñosa y amorosa, definitivamente mejor que tener al pervertido.
“No sigas…”
-Se que Light se debió sentir muy mal al ser tocado por el pervertido de Ryuzaky- su rostro expreso lamento -debió ser repugnante ser manoseado por un pervertido así…
“Basta…”
-Porque Misa sabe que Light no es ga…
-¡MISA CÁLLATE!- exclamo molesto el nipón -¡Tú no me conoces en absoluto, no sabes lo que realmente siento o pienso! ¡Ni mucho menos a Ryuzaky! ¡NI SIQUIERA LO CONOCES!
¡No tienes el derecho de insultarlo y criticarlo solo porque estés resentida!
¡Y entiéndelo!, ¡NUNCA ME SENTÍ ATRAÍDO POR TI! ¡Solo fue una confusión tuya, entre nosotros nunca hubo ni habrá nada, ya te lo había aclarado y aun así ¿me pides que vivamos como una familia?! ¡ES ABSURDO!
La modelo quedo petrificada en silencio sin poder decir algo ante lo dicho por el castaño.
Al mismo tiempo, Light se encontraba tratando de respirar profundamente y de normalizar su corazón para poder tranquilizarse a si mismo. Había perdido el control y aquella declaración se le escapado de las manos.
-Fue mala idea tratar de hablar contigo y aclarar las cosas- indicó el joven bastante serio –deberías de escuchar a Ryuzaky Misa, piensa antes de hablar. Recapacita en ello y cuando lo entiendas y lo aceptes hablaremos nuevamente.- y sin esperar respuesta corto inmediatamente toda comunicación con la joven.
Se dejo caer hacia atrás apoyándose sobre el respaldo de la silla expulsando un largo y profundo suspiro, “En verdad, fue una mala idea…”
-¿Te encuentras bien?
Un gran susto es lo que se pego el castaño al escuchar repentinamente la voz del pelinegro detrás de él.
¡¿Acaso Ryuzaky tenia la costumbre de aparecerse de repente?!
¡¿A que hora llego?! mejor dicho, ¡¿desde cuando estaba ahí?!
-Si estoy bien, pero Ryuzaky por favor no me des estos sustos- pidió el japonés a la vez que se sujetaba el pecho.
-Lo siento.
Al momento en que su corazón se normalizaba y se recuperaba del sobresalto, se le cruzo por la cabeza la posibilidad de que tal vez L habría escuchado la conversación de el y Misa. Si esto fuera así ¡ya seria el colmo!, ¿ni siquiera privacidad podía obtener de su parte?
-Ryuzaky…- giro junto a la silla hasta encontrarse frente al pelinegro -¿cuanto tiempo estuviste detrás d…- callo al observar que el detective se encontraba con un plato de comida en sus manos, y no los típicos dulces y golosinas con los que se alimentaba el, sino comida verdadera.
-Ryuzaky… ¿te encuentras bien?- pregunto confuso parpadeando varias veces -¿en verdad te comerás esa sopa?
-No es para mi…- extendió sus brazos hacia el menor -…es para ti.
-¡¿Ah?!- expreso sorprendido el nipón.
Ante aquella actitud el joven levanto una de sus cejas considerando que la manera de reaccionar del menor era un tanto exagerada.
De todos modos no se dejo influenciar por ello, y sin perder tiempo expreso:
-Este alimento contiene vitaminas y demás ingredientes útiles para el cuerpo y la salud…- explicaba L mientras depositaba el plato de comida en el pupitre del escritorio delante del menor -…por lo que te brindará gran ayuda en tu estado.
Además, debes alimentarte con una dieta en verduras o componentes que puedan proveerte beneficios a tu organismo tal y como lo ordeno Gassman- lentamente se colocó en su propia silla junto a Yagami adaptando su típica forma de sentarse.
-Nunca he consumido este tipo de comida por lo que no puedo asegurarte que sea de tu agrado; quizás tú si, pero si ese no fuera el caso no te preocupes, Watari se maneja muy bien en la cocina, por lo que puedes comer tranquilo.
Light se encontraba petrificado desde el momento que el detective dijo “para ti”.
Se había prometido que no se dejaría engañar nuevamente con lo de siempre.
Que la próxima vez no se ilusionaría y se pasaría todo el tiempo con ese asunto dando vuelta por su cabeza… pero aun así, no pudo evitar que un sonrojo invadiera sus mejillas.
Giro su rostro hacia un costado para evadir al detective y prevenir que notara su sonrojo -Gracias… no tenías porque traerlo.
-Pensé que no te apetecía almorzar- dijo el pálido joven a la vez que saboreaba un chupetín que había extraído del bolsillo de su pantalón.
-Ya veo…- Light mas calmado volteo su rostro hacia el oji negro -…eso quiere decir que pretendías obligarme si yo tenia la intención de no alimentarme.
-En cierto modo si.
Una media sonrisa de alegría fue lo que se formo en el rostro del menor para seguidamente comenzar a ingerir el plato de sopa.
El detective lo observaba detenidamente de reojo en silencio.
Al mirarlo no pudo evitar pensar nuevamente en todos los sucesos nuevos que vendrían durantes, y después de los nueves meses…
Continuara...