Matt abrió sus verdes ojos lentamente observando con detenimiento el cuarto en el que estaba. Era muy amplio, totalmente blanco, con una ventana. Obviamente también había un cardiógrafo, entre otros artefactos médicos.
El pelirrojo intento levantarse levemente de la cama donde se encontraba recostado pero gracias a las heridas, no pudo ya que estaba muy débil, pero finalmente logro sentarse. Llamo a la enfermera apretando un pequeño botón que estaba cerca suyo. La enfermera no tardo en llegar ya que estaba rondando cerca de la habitación de Matt.
-¿Qué ocurre?- pregunta la enfermera educadamente-.
-¿Cuál es mi estado? ¿me encuentro bien?- pregunto Matt-.
-Usted señor, se encuentra bien. No tan grave como su compañero, por eso está relativamente “bien” solo algo débil; necesita descansar.- dijo con detenimiento y relajadamente.
-¿Qué?!! ¿Cómo esta Mello?! ¿Dónde esta?!!- dijo el pelirrojo extremadamente preocupado-.
-Ahora mismo, el joven rubio se encuentra en la sala de operaciones; él se encuentra, algo grave… sufrió heridas profundas en el accidente-dijo la enfermera.
-Mmmh… ¿estará bien? – Pregunto Matt con preocupación-.
-Por ahora no se los detalles.
-Mmmh.- dijo Matt cabizbajo, con la mirada triste. Pequeñas lagrimas comenzaron a emerger de sus ojos deslizándose lentamente por sus mejillas, perdiéndose en su ropa.
-No se preocupe, todo saldrá bien.- dijo la enfermera, dándole unas palmaditas en la espalda a Matt, para finalmente salir de la habitación.
Matt, intranquilo por la noticia se recostó nuevamente en su cama. Comenzó a pensar en lo que pasaría, en lo que paso, en lo que estaba pasando; el porqué de las cosas “¿Por qué está sucediendo esto?” se preguntaba así mismo. “¿Acaso es esto lo que me merezco?, la persona a la que más amo, está mal, por MI culpa”. Hundido en sus pensamientos, el ojiverde finalmente quedo dormido.
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Al día siguiente, Matt despertó; cansado aun por las heridas y la preocupación. Llamo a la enfermera nuevamente. Esta llego enseguida y le suministro unos medicamentos ya que ya se los tenía que tomar. El pelirrojo le pidió algo de comida porque ya tenía hambre; la enfermera sale por un pequeño lapso de tiempo y vuelve con un carrito donde se encontraban los alimentos. La joven enfermera inclino un poco la cama donde se encontraba el ojiverde de manera que estaba semi-sentado. Le coloco arriba de la cama una bandeja en forma de mesita para que pudiera comer. La javen ya iba de salida hasta que:
-Disculpe enfermera, ¿Cómo se encuentra mi compañero?
-Mmm… ya salió de la operación, en este momento está descansando, están ambos muy débiles.- Dijo la enfermera.
-Y… ¿Cómo se encuentra el bebé?- pregunta Matt con extremada preocupación.
-Bien, por fortuna, no le sucedió nada pero el que me preocupa es el padre.- Dijo la enfermera, para finalmente salir de la habitación.
“Mmm… que bueno, Mello se encuentra bien al igual que nuestro hijo; en cuanto Mello despierte, necesito ir a verlo”. Pensó Matt antes de meterse una cucharada de sopa en la boca. Continúo comiéndose la sopa, tranquilamente; pensando en lo que será de él.
Cuando termino de comer, llamo de nuevo a la enfermera para que retirara lo que había llevado hace un momento. La enfermera tardo un poco en llegar; porque al parecer, estaba ocupada.
-¿Qué es lo que ha sucedido? –pregunto el pelirrojo.
-Al parecer, el joven rubio ha vuelto a recaer – dijo esto mientras acomodaba de nuevo la cama de Matt- pero ya lo están atendiendo los médicos- finalmente salió de la habitación.
Matt se recostó nuevamente en su cama, estaba preocupado, aun mas que antes. Necesitaba ver al rubio. Necesitaba ver a SU rubio. Se quedo pensando, meditando en lo que pasará.