Naruto comenzó a caminar hasta llegar a su casa, no quería quedarse para nada en casa del Uchiha y, después de la forma en la que había despertado, menos que nada. Así que como ya era de tarde, pasó frente a la tienda de ramen para verificar que el castaño no estuviese ahí. Por suerte no estaba.
-Que extraño. Es la primera vez que no se queda a comer- comentó el hombre mientras miraba hacia afuera de la tienda.
-Tal vez no tenía dinero…-
-No lo creo… ¿Se habrá cansado?-
-No te preocupes, seguro lo veremos mañana- sonrió su hija.
El rubio llego a la casa que le correspondía y abrió la puerta suavemente. Desde la entrada miró todo el ambiente que alcanzaba su vista, había algo que le daba mala espina, aunque no estaba seguro de lo que era. Paso a paso se interno en la vivienda hasta llegar a la habitación que estaba en penumbras, solo algunos delgados hilos rojizos de luz se internaban por las cortinas.
-¿Dónde estabas, dobe?-
El chico se sobresaltó y dio varios pasos hacia atrás. Sasuke lo miraba con el ceño completamente fruncido, estaba sentado en la cabecera de la cama con los brazos cruzados. De haber tenido ruleros en la cabeza, podía parecer una esposa furiosa.
-“No te incumbe” Estaba paseando con Kiba, dattebayo- dijo con su sonrisa zorruna característica. Por suerte la había practicado.
-¿Qué tanto haces con ese idiota?... Te dije miles de veces que no te acercaras tanto a él, se te pegaran sus costumbres-
-“¡Maldito infeliz, que te pasa conmigo!” ¿Estás celoso, Sasuke?- rió- No te cambiaría por nadie, no te preocupes-
-Claro que no me cambiarías, por su bien- de un solo movimiento se ubico detrás de él y lo sujetó de los brazos dejándolo inmóvil.
-¿Qué… qué crees que haces, teme? “Si no me sueltas te matare”- forcejeaba- “No puedo soltarme, maldición”-
-Te haré arrepentirte por haberme preocupado-
-¡Suéltame!-
Dicho eso el azabache acarició con la punta de la nariz el cuello del ojiazul, sorprendentemente, seguía resistiéndose a pesar de que casi siempre se rendía con ese tipo de caricias. Pero se le hacia más interesante que estuviese con esa actitud, Naruto siempre era demasiado dócil.
-¿Qué pasa?- metió la mano debajo de su playera- Si no te resistes vas a ser mío ahora, usuratonkachi…- susurró en su oído.
El rubio no estaba dispuesto a dejar que el otro chico le hiciese nada, así que debía apartarlo. Tiró su cuerpo hacia atrás de forma brusca, se giro lo más rápido que pudo y lanzó un golpe a las piernas del azabache. Sasuke casi termino en el suelo, no se esperaba eso de su novio.
-¡Eres insoportable, teme!- se acomodó la ropa- si te digo que me sueltes, suéltame-
-… estas raro hoy, dobe… no me agrada esa mirada tuya-
El ojiazul se quedó en silencio, lo meditó un momento y llegó a la conclusión de que era cierto: Naruto jamás haría algo así con el azabache. Las cosas no podían empeorar, así que debía hacer algo para que se arreglara ese pequeño desperfecto.
-Hoy no… ¿si?- puso su mejor expresión de uke tierno y asustado- por… favor, Sasuke…-
-¿Por qué?... si solo me dijeras eso- se quedó callado al ser abrazado por el otro- qué te pasa, Naruto?-
-Tu… me quieres de ¿Verdad?... tanto como yo a ti…- se abrazó aun mas fuerte- y lo hacemos tanto que… pienso que tal vez es todo lo que quieres de mi…-
-Eso es ridículo- intentó apartarlo pero era inútil- ¿De dónde sacaste esa idea tan absurda?-
No podía mostrarle su rostro o de alguna manera vería la cara de homicida que tenia en ese momento al tener que comportarse de una manera tan vergonzosa. Ni siquiera Shino lo había visto comportarse de esa forma tan tímida.
-“Esta me la pagas Naruto…” Ki… Kiba…- apretó los dientes- es que… Shino y él no necesitan eso para estar bien…-
-¿Sabes lo de Shino y Kiba?... no me sorprende, después de todo son amigos- rió- entre nosotros. Shino quiere que el idiota ese sea más parecido a ti-
El otro chico se quedó en un pequeño shock al oír las palabras del ojinegro. Con un tic en el ojo y muchas ganas de matar a la pulga que tenia de novio, se separo de Sasuke y lo miró confundido.
-¿Por qué quiere que se parezca a mi? Si ellos están bien, dattebayo-
-No, lo que pasa es que el otro no es dulce como tu- sonrió de medio lado- ese chico es un animal, obviamente Shino se conformaría con que fuera un 10% lo de dulce que tu… mi dobe-
-“Así que quieres ponerte romántico, bastardo. Yo te demostrare lo que es dulzura”… Sasuke… yo- hizo una pausa- te amo mucho…- se acerco a su oreja y susurró- da…tte…ba…yo- finalmente le dio una pequeña mordida al lóbulo y se sentó en la cama con las piernas bastante separadas.
El dobe tenia que ser muy dobe para ponerse así cuando había dicho que no, la tentación era demasiado grande para cualquier ser humano. Pensándolo detenidamente, el chico no le había prohibido besarlo. Sin hacerse esperar más Sasuke se acerco al chico y quedo muy cerca de su rostro.
-Teme…- pasó sus brazos alrededor del cuello del pelinegro-… ¿Qué estas pensando?...-
-Nada sano… y algo que te va a gustar mucho-
-¿De veras?... entonces…- pasó sus labios por las mejillas del azabache- Sasuke…- susurró casi gimiendo-… necesito descansar hoy. Vete a casa y que te vaya bien- lo sacó por la ventana casi a rastras- Y algo más…”MUERETE!!!!!!!” que descanses- y después de darle un beso en la mejilla le cerró las ventanas, la persiana y las cortinas.
El Uchiha se quedo con cara de “WTF” parado sobre el pequeño tejado mientras el rubio no se aguantaba la risa. Eso se ganaba por idiota, realmente ese Sasuke era insoportable, esperaba que los ANBU encontraran pronto a esa chica y volvieran con el dichoso pergamino.
-“Y tu Shino”- apretó la almohada imaginándose que era el blanco cuello de su novio- “¿Qué es eso de que no soy dulce?”- y comenzó a estrangular a la pobre almohada que no había hecho nada.
EN ALGUNA PARTE DEL BOSQUE DE KONOHA (N/A: que precisión XD)
-¿Pasa algo, Shino-sempai?...- preguntó Kira mientras sacudía el polvo de su ropa después de su entrenamiento.
-Una mala premonición de mis insectos- respondió levantando su vista al cielo casi nocturno- “Supongo que Kiba esta enfadado por algo… otra vez” Vamos, Kira. Por cierto, buen trabajo… aunque deberías controlar mejor tu chakra…-
-¡Gracias, sempai!- se colgó de su espalda- Mejoraré mucho desde ahora, lo prometo….-
-Por cierto…-
-Diga… X3-
-Ahora que estas sola eres mi responsabilidad, por eso quiero que trates de estar tranquila…-
-No sacrificaré a nadie, lo prometo- sonrió de medio lado, miró a su maestro y comenzó a hablar con tono muy casual- ¿Por que no va a visitar a Kiba?... hace unos días que no se ven tranquilamente... de seguro lo hecha de menos…-
-Creo que podría…-murmuró- de todas formas, mañana tenemos que reunirnos. Adiós y…- se giró- no hagas ninguna tontería-
-siiiiiiiiiiiiiiiiiip…- el Aburame se marcho- “Bien, Naru… veamos como te va con Shino y, ahora que lo recuerdo, cuando Sasuke-baka esta celoso es capaz de violar al rubio… hora de despertar los celos y ver como te las ingenias Kiba”-
Con sus planes bien definidos, la chica de cabello violeta se fue cantando “celos” sin prestarle atención a nada. Ni siquiera a la idea remota de que su hermano podía estar volviendo a la villa. Y mientras tanto, el cabello dorado de Knife se mecía al contacto con el viento que lo rozaba en su carrera de regreso.
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