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Second Chance por wiz_br0kenztar

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Notas del capitulo:

Disclaimer: Junjō Romantica no me pertenece, solo tomo prestado sus personajes para satisfacción mía y de mis lectores, obviamente, todo sin fines de lucro. Solo me pertenecen mis personajes.

Second Chance

Capitulo 4

Terrorista


"¡Tamiko-san!"

La mencionada levantó la mirada, después de tenerla cubierta con sus manos mientras se seguía culpando de lo sucedido, hacia donde provenía la voz que la llamaba. Miayagi también volteó hacia la misma dirección y se sorprendió al ver a un chico de cabellos castaños y ojos verdes corriendo hacia donde estaban ellos, ya que lo reconoció como un alumno de la universidad.

"¿Misaki-kun? ¿Qué haces aquí?" preguntó la chica cuando el joven ya se había acercado.

"¿Está bien? ¿No le pasó nada?" Misaki preguntó desesperado.

"Estoy bien, Misaki-kun…" le contestó confundida "Pero eso no responde a mi pregunta."

"Lo siento, es que fui a su casa a regresarle los recetarios y su casera me dijo que estaba en el hospital," le explicó apenado.

Embozó una pequeña sonrisa, "Gracias por preocuparte Misaki-kun, pero a la que internaron fue a la hija de un profesor."

"¿Un profesor?" en ese momento notó al pelinegro que estaba detrás de Tamiko "¡¿Eh? ¿Miyagi-sensei?"

"¡Ah! Takahashi, ¿cierto?" le saludo con una sonrisa "Linda noche, ¿no es así?"

"M-Miyagi-sensei… ¿acaso su hija—?" él sabía que el profesor era divorciado, más no sabía si tenía hijos.

"¿Eh? Ah no, te equivocas…" le contestó mientras encendía otro cigarrillo "Se trata de la hija de Kamijou."

Los ojos de Misaki se abrieron completamente al escuchar al profesor, pero antes de que pudiera decir algo, su teléfono móvil empezó a sonar. Por un momento no reconoció el timbre de su celular de lo sorprendido que estaba, después reaccionó al pensar exactamente en quien podría estarlo llamando en ese momento.

"Misaki, ¿dónde estás?" escuchó una seria voz al otro lado de la línea.

"Perdón, Usagi-san…" se alejó un poco de los otros dos "Pero tuve un contratiempo."

"¿Qué clase de contratiempo?"

"Tuve que venir al hospital y— ¿Usagi-san?" se escuchó como se había cortado la llamada "¡Usagi-san! ¡Agh! ¡Odio cuando hace eso!"

"¿Todo bien, Misaki-kun?" preguntó la chica.

"A-Ah sí," se sonrojó un poco avergonzado de su rabieta "Es que mi casero me saca de quicio a veces…"

"Te entiendo completamente," comentó Tamiko con una pequeña risa.

"Suena bastante extraño llamar a su casero por ese sobrenombre…" pensó Miyagi mientras escuchaba a los jóvenes conversar "Usagi-san… sé qué en algún otro lado escuché ese nombre."

"Iré a ver si tienen noticias de Miku-chan," comentó el pelinegro dejando caer el cigarro al suelo y pisándolo con su zapato "¿No se le ofrece algo, señorita?"

"Estoy mejor, gracias," le sonrió "Solo dígame como esta Miku-chan."

"De acuerdo. Te la encargo, Takahashi," el joven de ojos verdes asintió y ambos vieron como el profesor entraba de nuevo al hospital.

Se acercó al escritorio de la recepción, "Disculpe, ¿sabe el estado de Kamijou Miku? La internaron por un ataque de asma."

"Déjeme revisar," la enfermera tecleó el nombre de la paciente en la base de datos del hospital "Por el momento está estable y siendo monitoreada."

"Me alegra saber que está mejor," murmuró aliviado "Vengo con otra persona, ¿podemos pasar a verla?"

"Lo siento, solo una visita está permitida en la habitación y su padre se encuentra con ella," respondió la mujer.

"Entonces vendré en otro momento para visitarla, le agradezco su ayuda."

Nuevamente salió del edificio y fue a donde se encontraban los dos jóvenes, quienes seguían en una animada conversación. Cuando Tamiko vio a Miyagi, quien se acercaba hacia ellos con pasos tranquilos, corrió hacia él y preguntó por la noticias.

"Esta estable, la estarán cuidando hasta que puedan darla de alta," respondió el profesor a lo que la chica suspiró aliviada.

"Que alivio…" Misaki suspiró también ya más tranquilo.

"¡Misaki!"

Más su alivio no duró mucho cuando escuchó a esa grave voz llamándolo.

"¡U-Usagi-san!" volteó a ver al hombre de cabellos plateados que venía hacia él y de repente sintió unos brazos que los envolvían.

"Misaki…" murmuró el nombre suavemente "Me alegra que estés bien, como dijiste que estabas en el hospital… me preocupé…"

Se soltó inmediatamente del abrazo completamente sonrojado, "¡N-No hagas eso! ¡Además es tu culpa que no escuches cuando estoy tratando de explicarte!"

No escuchó al pequeño castaño y volvió a abrazarlo sin importarle que las otras dos personas presentes los estuvieran observando, ambos completamente confundidos. ¿Qué clase de relación casero-inquilino era esa?

"¡¿Ves? ¡Lo estás haciendo otra vez, Usagi-san!"

En ese momento, mientras abrazaba a Misaki, el peliplateado reconoció al hombre pelinegro. Se separó del joven para poder observarlo bien, confirmando que se trataba del jefe de Hiroki. También reconoció a la chica como la niñera de su ahijada. Por su parte, Miyagi también reconoció al recién llegado como el famoso escritor Usami Akihiko y amigo de la infancia de su asistente.

"¡Sabía que de algún lado se me hacía conocido el sobrenombre!"pensó el profesor pelinegro al recordar que la pequeña Kamijou se refería al escritor como tío Usagi.

"¿Se puede saber que sucede aquí?" preguntó Akihiko algo serio.

"La hija de un profesor está internada, Usagi-san," Misaki le explicó.

"¿Internada?" preguntó sorprendido mirando al castano y después dirigió su mirada a la chica "¿Miku está aquí?"

"S-Si señor…"

Sin decir más, el escritor entró corriendo al hospital, dejando al joven de ojos verdes confundido por la reacción de su casero y segundos después corrió detrás de él. Los otros dos restantes, Tamiko y Miyagi, se quedaron en sus lugares sin saber qué hacer. Y como si se estuvieran comunicando telepáticamente, ambos entraron en silencio al edificio.

oOOo

Como aquella vez bajo la lluvia, el tiempo juntos se les hizo eterno. Hiroki ya se había tranquilizado un poco pero un se encontraba sollozando, mientras que Nowaki no lo soltaba de sus brazos. Pareciera que cada segundo que pasaba, este le abrazaba con más fuerza y al castaño no parecía importarle. Aunque estaba consciente que estaba siendo abrazado por el joven médico y que sentía vergüenza al dejar que lo viera así de vulnerable, muy adentro de su ser el profesor sabía que se sentía muy bien estar tan cerca del pelinegro.

Por su parte Nowaki quería memorizar ese momento dentro de su cabeza, que por segunda vez tenía al castaño rodeado por sus brazos. Se sentía tan feliz que casi no podía creer su suerte y rezaba para que el abrazo durara toda la vida. Tristemente sabía que eso no podía ser, simplemente disfrutar el momento hasta el final.

"¡Disculpe señor pero no puede entrar sin autorización!" se escuchaba la voz de una mujer en los pasillos, quien parecía reganar a una persona.

"¡Usagi-san no corra! ¡Estamos en un hospital!" la voz de un joven se escuchó seguida de la mujer.

Hiroki reaccionó al escuchar ese apodo e inmediatamente se separó del joven médico, justo segundos antes de que la puerta de la habitación se abriera de golpe, dejando ver al hombre de cabellos plateados respirar agitadamente y atrás de él estaba un joven de ojos verdes.

"¡Akihiko!" exclamó sorprendido el profesor "¿Qué haces a—?"

"Es obvio porque estoy aquí, Hiroki," le interrumpió el escritor "¿Cómo está Miku?"

"Esta estable," Nowaki contestó a la pregunta con una seria expresión en su rostro, haciendo que Akihiko se diera cuenta que su mejor amigo no estaba solo con la niña.

"Ya veo…" comentó ya más tranquilo el peliplateado.

"B-Bueno muchas gracias doctor por la noticia," comentó nervioso Misaki "Ahora vámonos Usagi-san antes de que nos metamos en—"

"Disculpen pero solo está permitido una sola persona con la paciente," una enfermera entró molesta al cuarto y al ver al pelinegro adentro inmediatamente embozó una sonrisa "¡Doctor Nowaki no lo había visto! Lamento este alboroto, ahora mismo me encargo de ellos."

"No hace falta Junko-san, yo me encargo de esto," sin reclamar, la enfermera dio una pequeña reverencia y salió del lugar "Tienen diez minutos."

Dicho esto, Nowaki salió de la habitación con la misma expresión seria. Hiroki miraba como se alejaba el pelinegro, confundido de su repentino cambio de humor. En cuanto el joven médico se había ido, Miyagi y Tamiko, quienes había escuchado todo desde el pasillo, aprovecharon la oportunidad de entrar donde estaban los demás.

El escritor le preguntaba a Hiroki que era lo que le había pasado a su ahijada y él simplemente no le respondió, no queriendo que la chica se angustiara otra vez al recordar el accidente. Misaki interrumpió diciendo que lo único importante ahora es que Miku se encontraba mejor y que solo era esperar que despertara.

No había mucho de qué hablar, de solo ver a la niña durmiendo tranquilamente hacía que las palabras se atoraran en sus lenguas. Si no hasta que el castaño les agradeció por su preocupación y diciendo que él se encargaría de lo demás.

"Llamaré un taxi para ti Tamiko."

"No hace falta Kamijou, yo la llevaré," se ofreció Miyagi y la chica le agradeció, al igual que el castaño.

"Te llevaré a casa Misaki," Akihiko le dijo al joven de ojos verdes "Después regresaré, Hiroki."

"No hace falta, Akihiko," pero aunque se lo dijera, Hiroki sabía que su amigo de la infancia no le haría caso.

Cuando todos abandonaron el cuarto después de despedirse de ambos, el profesor tomó asiento a un lado de la cama de su hija y empezó a acariciarle la cabeza con delicadeza, murmurándole con ternura que despertara pronto para ir juntos a casa.

oOOo

"¡Vaya que coincidencia! ¡Quién iba pensar que viviéramos en el mismo edificio!" exclamó el pelinegro al reconocer el complejo de apartamentos, agradeciendo mentalmente que ya no tendría que manejar más ese día.

"Muchas cosas han pasado hoy," comentaba la chica mientras el profesor se estacionaba "Usted es el jefe de Kamijou-san, Misaki-kun fue alumno de ustedes y vive con Usami-san, amigo de la infancia de Kamijou-san… ¡todos de alguna manera están conectados! ¡Como una historia!"

"Si que cosas, ¿verdad?"

Ambos bajaron del auto mientras seguían conversando animadamente y así continuaron mientras iban subiendo por las escaleras. Miyagi calló de repente cuando notó que por esa misma escalera venía bajando un adolescente de cabellos castaños claros y ojos claros, quien al ver a los que subían inmediatamente se formó un ceño entre sus cejas.

"¡Shi-Shinobu!" el pelinegro le llamó "¡¿Qué haces aquí tan tarde?"

"Lo mismo me pregunto yo, Miyagi," contestó secamente el adolescente y después miró a Tamiko "¿Y ella quién es? ¿Tu amante?"

La castaña inmediatamente se puso colorada por el comentario, "¡N-No! ¡Es un malentendido! S-Soy Daishi Tamiko y yo solo—"

"No me importa," le interrumpió bruscamente.

"¡Shinobu no seas así!" regañó Miyagi al adolescente "Disculpalo Tamiko, ya sabes cómo son los mocosos…"

"¡No soy un mocoso!"

"Descuide Miyagi-san…" comentó nerviosa y dio una pequeña reverencia "Perdón por la molestia y gracias por traerme."

La chica siguió subiendo las escaleras rápidamente hasta el penúltimo piso del edificio. El pelinegro la siguió con la mirada hasta que ella dio la vuelta a la derecha en unos de los pasillos, mientras que Shinobu solo miraba de reojo al adulto sin dejar de fruncir el ceño.

"Ahora si Shinobu," comenzó Miyagi mientras seguía subiendo las escaleras "Explícame que haces aquí."

"¿Qué no es obvio, Miyagi?" empezó a seguir al profesor "Vine a verte."

"Pues ya lo hiciste," contestó el mayor mientras buscaba las llaves de su departamento "Ahora háblale a tu hermana para que venga por ti."

"No."

Volteó a verlo un poco molesto, "¿Cómo dices?"

"No pienso irme de solo pensar que tienes a tu amante viviendo en el mismo edificio," dijo el joven, cruzándose de brazos.

"En primera, Tamiko no es mi amante. Segundo, solo me ofrecí a traerla y coincidió que— Ugh, ¿por qué tengo que estar dándote explicaciones?" dio un gran suspiro "Por último, no pienso ser niñero de un mocoso."

"Muy bien," comentó Shinobu, sorprendiendo al profesor "Entonces me iré por mi cuenta hasta casa y si llega a pasarme algo… ten por seguro que haré saber que fue tu culpa desde un principio."

"Maldito mocoso terrorista…" pensó irritado el pelinegro.

Aunque Shinobu era el hermano de su ex esposa y que después del divorcio, Miyagi ya no tenía ningún tipo de relación con la familia de esta, el adolescente empezó a buscar a quien fue su ex cuñado diciendo que le amaba y que era el destino quien quería verlos juntos. Al principio el profesor creía que todo se trataba de una broma y solo ignoraba al joven castaño. Tiempo después se dio cuenta que el adolescente, por mas acosador que fuera en ciertas ocasiones, se había convertido alguien importante en su vida. Pero aun no aceptaba bien sus sentimientos.

"De acuerdo, puedes quedarte…" suspiró en resignación "Solo avísale a tu hermana."

Shinobu, satisfecho con la aceptación del pelinegro, entró al departamento y dijo que tomaría prestado el teléfono. Miyagi no le respondió, solo cerró la puerta y empezó a caminar hacia con cansancio hasta a su habitación mientras se quitaba la corbata. Al llegar a la cama, no se molestó en cambiarse de ropas, simplemente apagó las luces, se cubrió bajo las sábanas y reposó su cabeza sobre la almohada.

Después de que hubiera cerrado los ojos y estuviera a punto de caer en un profundo sueño, sintió como alguien se acostaba en el otro extremo de la cama. También la cama se movía lentamente mientras el otro cuerpo se acercaba al del mayor.

Miyagi en ese momento recordó que había olvidado decirle al terrorista que la condición era que debía dormir en la sala.

Continuara…

Notas finales:

Vaya, hasta que puedo entrar a la pagina! El cambio de servidor si que tomo bastante tiempo.

Dejen reviews con sus comentarios.

Mata ne~


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