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Second Chance por wiz_br0kenztar

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Notas del capitulo:

Disclaimer: Junjō Romantica no me pertenece, solo tomo prestado sus personajes para satisfacción mía y de mis lectores, obviamente, todo sin fines de lucro. Solo me pertenecen mis personajes.

Second Chance

Capitulo 5

Escapar


El escritor Usami Akihiko y su amante Takahashi Misaki entraron al oscuro departamento después de la rápida visita al hospital. El joven castaño se sorprendió al ver que el mayor no le prestara atención ni lo acosara por detrás y que se fuera directamente al su estudio para recoger algunas cosas antes de regresarse al hospital.

Misaki sabía que su antiguo profesor de la universidad y su amante eran amigos de la infancia, ya que el peli plateado ya le había comentado anteriormente cuando los encontró platicando cierto día por los pasillos de la universidad. Más no entendía porque el afamado escritor se preocupaba tanto por la niña que estaba hospitalizada.

Subió al estudio del Akihiko y desde el marco de la puerta observaba como el hombre guardaba algunas cosas en un portafolio.

"U-Usagi-san…"

"¿Qué sucede, Misaki?" preguntó el mencionado sin voltear a ver al de ojos verdes.

"Um… no nada, olvídalo…" no se atrevió a preguntar, pero eso hizo que el peli plateado volteara a verlo.

"Es obvio que quieres decirme algo," caminó hacia él y le abrazó "¿Qué pasa?"

"Umm… ¿porqué te preocupas tanto por esa niña?" no solo sorprendió al escritor sino que también él mismo, sin pensarlo había soltado la pregunta.

"¿Celoso, Misaki?" preguntó burlonamente.

"¡N-No! Simple curiosidad," rió un poco nerviosamente.

Le abrazó con mas fuerza, "Se llama Miku, es hija de Hiroki. Ella sufre de asma desde hace algunos meses, su madre murió de una extraña enfermedad."

"Oh…" murmuró levemente "¿La conocías, Usagi-san?"

"Si…" contestó "Himeko era amiga de la secundaria en la que estábamos Hiroki y yo."

"Woah, ¿entonces ella y Kamijou-sensei llevaban una relación desde ese entonces?" preguntó curiosamente el joven ojiverde.

"No exactamente. Hace once años, Hiroki me llegó con la inesperada noticia de que pediría la mano de Himeko en matrimonio," le contó a su amante "Al año después de eso, ambos decidieron adoptar a una niña con pocos meses de haber nacido. Unos días después de que les autorizaran la adopción, ambos me pidieron que fuera el padrino de Miku."

"¿Por qué Kamijou-sensei decidió casarse así de la nada?" preguntó Misaki en voz alta.

"Ni yo mismo lo sé…"

oOOo

Estaba a punto de quedarse dormido cuando escucho unos golpecitos en la puerta y el joven médico apareció cuando esta se abrió. Hiroki se quedó en su lugar y mientras ingresaban también a la habitación dos enfermeras. Los tres hicieron inspecciones generales de turno, lo que no les tomó mucho tiempo, al poco rato las enfermeras se retiraron.

"Solo quería asegurarme que todo estuviera bien antes de terminar mi turno, Hiro-san," dijo Nowaki mientras revisaba el expediente.

"Si, gracias," respondió quedamente.

"Cualquier cosa que se le ofrezca, puede llamarme con toda confianza," el castaño lo miró y embozó u pequeña sonrisa.

"Gracias…" dijo sinceramente.

Aunque fue una pequeña sonrisa, al pelinegro pensó que era la sonrisa más hermosa que había visto jamás. Las palabras 'tienes una hermosa sonrisa' se cruzaron por su mente y su boca estuvo a punto de pronunciarlas, pero el sonido de la perilla de la puerta al abrirse hizo que contuviera sus palabras. Levanto la mirada para ver quien había sido el que interrumpió y su mirada se tornó muy seria al ver de nuevo al afamado escritor. Lo que le dolió fue al ver la reacción del profesor al ver al recién llegado.

"Akihiko…"

"Buenas noches," saludó el peli plateado.

"Buenas noches," le regresó el saludo "Todo parece estar en orden, las enfermeras pasaran dentro de un rato para verificar que siga así. Con su permiso."

Nowaki salió de la habitación y cerró la puerta, pero no se alejó de esta. Una enfermera pasó y le saludó, él le regresó el saludo y le pidió de favor que llevara el reporte del paciente a recepción. La enfermera accedió con gusto y se retiró. El médico se quedó solo, ya que no había mucha gente en el hospital y el pasillo estaba desierto, e inundado en sus pensamientos. No podía dejar de pensar y de preguntarse, ¿qué tan cercanos eran ellos dos?

"¿Qué haces aquí, Akihiko?" preguntó Hiroki al ver como su amigo de la infancia se acomodaba en otra silla al otro lado de la cama.

"Te dije que regresaría," le recordó y sacó un pequeño oso de su portafolio "De parte de Misaki."

Se levantó y tomó el oso que el otro le había extendido para que lo tomara, "¿Él es hermano de Takahiro? ¿Tu nuevo "inquilino"?"

"Pensé que ya lo sabías," comentó el escritor mientras empezaba a revisar su manuscrito "Ya que fuiste su profesor."

"Sabía que ahora salías con el hermano menor, pero no pensé que se trataba de él," respondió "Hay muchos que se apellidan Takahashi y no se parece mucho a Takahiro así que no lo sospeché sino hasta ahora que llegaste con él."

"¿Varias veces que me has visto con 'él en la universidad y nunca la dedujiste?" preguntó haciéndole burla "Vaya Hiroki, pensé que eras más inteligente."

"Tengo muchas cosas más importantes en que pensar," respondió como excusa "Como el tratar de olvidar todo…"

No hablaron después de eso, Akihiko parecía concentrado en su manuscrito y Hiroki pensó que sería mejor no molestarlo. Miró el pequeño oso de peluche que tenía en sus manos y sonrió un poco sabiendo que a su hija le encantaban los osos.

"Hay algo que me gustaría saber, Hiroki," dijo Akihiko después de unos minutos de silencio.

"¿Sobre qué?" preguntó mientras acomodaba el oso a un lado de su hija.

"Sobre tu decisión de casarte con Himeko," su voz sonaba tan seria que hasta sorprendió al castaño, quien lo volteó a ver.

"No lo discutiré enfrente de Miku," dijo molesto mientras desviaba su mirada de la de su mejor amigo.

"Entonces hablemos afuera," sugirió el escritor.

"No pienso dejar a Miku sola."

"No empieces con pretextos, Hiroki," se acercó a él y lo tomó de una muñeca. Se alejaron un poco de la cama donde estaba la niña y abrieron un poco la ventana para que el ruido de la cuidad evitara que su conversación fuera escuchada por alguien más. Akihiko se cruzó de brazos esperando la respuesta del castaño.

"¿Qué no es obvio? Las personas que se casan es porque se quieren, ¿o no?" contestó Hiroki esperando que esa respuesta convenciera al peli plateado.

"Eso mismo me dijiste hace más de once años," le recordó el escritor "Y es cierto lo que dices, tú querías a Himeko… pero no la amabas."

"¿Qué puedes saber tú de eso?" preguntó fastidiado "Primero dices estar enamorado de Takahiro y ahora estas con su hermano menor, al cual le llevas diez años de diferencia."

"Misaki no tiene nada que ver con esto," le defendió y suspiró antes de continuar "Si hay algo que no quieres decir con tal de proteger a Miku, estás haciendo algo incorrecto. No puedes protegerla de todo."

"¿Y qué quieres que haga? ¿Qué le diga que me casé con su madre solo por lastima—?" Hiroki se cubrió la boca inmediatamente, pero sabía que ya había hablado de más. Los ojos de Akihiko se abrieron en sorpresa al escuchar las palabras de su amigo "No—no, no quise decir eso… yo…"

"Hiroki… ¿enserio solo fue por eso?" preguntó furioso el escritor.

"¡Por supuesto que no!" contestó con voz alta, después recordó que se encontraban en un hospital y habló un poco más bajo "Escucha Akihiko, no mucha gente sabía esto... Himeko nació con la enfermedad que la mató, cuando la conocimos ella nunca nos dijo nada. Nadie lo sabía mas que su familia y los doctores que la trataban."

"¿Entonces cómo te enteraste tú?" le interrogó Akihiko.

"Ya había escuchado a mi madre platicarle algo a mi padre sobre Himeko, más no pude entender mucho," contestó sinceramente "Una vez tuvo una recaída cuando estudiábamos para un examen en la universidad y fui con ella cuando la ambulancia llegó… fue así como me enteré."

Se quedó callado unos segundos y después suspiro para tranquilizarse, "¿Por qué nunca me lo comentaste?"

"Por qué ella misma me lo pidió," contestó el castaño, bajando un poco la mirada "Ella siempre decía que uno de sus sueños era casarse y formar una familia. El día de la recaída, Himeko preguntó cuánto tiempo le daban de vida… el doctor estimó tres años máximo…"

"Después de graduarnos, cuando me le propuse," continuó "Ella sabía el por qué lo estaba haciendo."

"¿Si sabías que ella siempre estuvo enamorada de ti?" le preguntó Akihiko ya más tranquilo, pero con tono melancólico.

"Me lo confesó en su lecho de muerte…" dijo tristemente e iba a decir algo más pero su amigo le tomó la palabra.

"La hiciste feliz Hiroki, sé que fue así," le confesó y le sonrió "Le diste una razón para que pudiera vivir más para disfrutar su familia y su hija."

"Pero no cambia el hecho de que jugué con sus sentimientos,"pensó con culpa y regresó a sentarse a un lado de su hija "Once años pretendiendo que la amaba frente a todo el mundo, no se lo merecía…"

oOOo

Nowaki estaba guardando sus cosas antes de irse a casa, tenía la mirada perdida y no se estaba concentrando, haciendo que sus cosas terminaran desordenas en su casillero. No había querido y no era su verdadera intención escuchar esa conversación. Ahora sabía que la tristeza detrás de esos ojos era la culpa, pero sabía que había algo más a fondo.

Si Hiro-san se había casado sin amar a su esposa, lo más probable era que él amaba o seguía amando a otra persona. Eso le dolía, le dolía que él aun no estaba en la vida del castaño y que este aun seguía sufriendo por algo. Pero decidido, quien quiera que fuese esa persona, Nowaki haría lo posible para que Hiroki olvidara a esa persona.

El sonido de su localizador lo sacó de sus pensamientos y suspiró cansadamente, al parecer no se iría a casa temprano. Cuando vio de que se trataba la emergencia, salió corriendo del cuarto sin siquiera tomar sus cosas.

oOOo

Llovía como nunca, parecía que se trataba de un diluvio. No había mucha gente en la calles y las únicas que estaban bajo la lluvia traían consigo un paraguas. Una persona curiosamente llamaba la atención de esos pocos individuos, sin sombrilla y con las ropas completamente empapadas, caminaba como muerto viviente y con la mirada perdida.

Parecía caminar sin rumbo alguno y sin prisa, siguió ese rumbo hasta llegar a un vecindario y se detuvo en un domicilio en específico. Llamo a la puerta y escuchaba como adentro del lugar se oían pasos de alguien que bajaba las escaleras.

"Alguien llama a la puerta," se escuchaba una voz femenina, que al parecer hablaba con alguien más "¿Quién vendría con esta lluvia?"

Cuando una mujer de cabellos negros abre la puerta, casi se le cae el teléfono que traía en la mano del susto al ver a la persona en su puerta.

"¡Hiroki-kun! Oh, te llamó después," colgó la llamada "Espera aquí, déjame ir por una toalla. ¡Estas empapado!"

Subió la escaleras corriendo y a los pocos segundos bajo a la misma velocidad con una toalla blanca. Cubrió al castaño con la toalla y lo dejó entrar tomándolo de una muñeca, no importaba si dejaba un rastro de agua ya que lo llevó hasta la sala. La pelinegra le dijo que se sentara y que iría por un cambio de ropa.

Hiroki se quedó sentado sin decir nada, con la mirada baja, solo escuchaba como la mujer corría por el lugar abriendo y cerrando cajones. No estaba seguro que hacía ahí en primer lugar, simplemente sus pies lo habían llevado hasta ese lugar después de esa mala experiencia.

"Por suerte encontré algo que puede ser de tu talla," escuchó a la mujer, quien bajaba con una camiseta y unos pantalones deportivos. Los dejó sobre el sillón y se colocó frente al hombre, con la toalla que estaba sobre la cabeza de él empezó a secarle el cabello "Primero hay que secarte un poco."

Le hablaba dulcemente que hacía que el castaño se sintiera culpable de que ella le estaba cuidando cuando él había llegado sin avisar.

"Lo siento, Himeko…" se disculpa con una voz casi audible.

Se hinca para quedar cara a cara con su invitado y le dedica una sonrisa, "No tienes de qué disculparte, Hiroki-kun."

Se le queda viendo a la mujer y se quedan mirando por unos momentos. Ella era muy pálida, como si nunca saliera a la calle y unos ojos color miel que transmitían una tranquila energía. Su cabello negro y ondulado que le llegaba por debajo de sus orejas, aun estaba vestida con su ropa de trabajo y aun traía puesto el maquillaje.

"¿Puedes decirme que pasa?" la pregunta lo sacó de sus pensamientos, haciendo que recordara que lo había llevado ahí desde un principio.

Bajó la mirada y podía sentir como las lagrimas querían escaparse de sus ojos, "Akihiko y yo…"

Pero no pudo terminar su oración, simplemente se soltó a llorar. La mujer se sorprendió un poco cuando Hiroki se apoyó en el hombro de ella. Sin pensarlo, Himeko lo rodea con sus brazos y sostiene con fuerza sin importarle que ella se moje gracias a las ropas empapadas de lluvia.

"Tranquilo, todo saldrá bien…" fueron las únicas palabras de consuelo que pudo pronunciar.

La pelinegra sabía que el castaño siempre había tenido sentimientos profundos por su amigo el peli plateado, pero este último estaba enamorado de alguien más. Ella se encontraba en la misma situación y él único que lo sabía era el susodicho por el cual Hiroki se encontraba llorando en esos momentos. Aunque ella quería que sus dos amigos terminaran juntos y felices, aunque le costara su propia felicidad, le destrozaba ver como las cosas no funcionaron… como fuera que haya pasado, ella no preguntaría. Más su corazón, por un lado, estaba feliz hasta cierto punto.

Días después, tomé la idea equivocada de escapar de mis problemas.

Continuara…

Notas finales:

La verdad detrás de Himeko y Hiroki ya no es más un misterio, ¿cierto? A menos que quiera seguir atormentando a Hiroki, creo que ya todo está explicado. Aunque parece que Hiroki "uso" a Himeko al casarse con ella, no quiero que lo vean de esa manera, Hiroki también quería verla feliz. Pero cree que la "traiciono" (por así decir) cuando él se entera que ella siempre le quiso.

Todo tiene que aclararse cuando se vaya a acabar la historia y Nowaki tiene el trabajo de arreglar el corazón de Hiro-san (Dios, que cursi sonó eso…).

Les debo momentos Egoist, solo denme paciencia, estoy tratando de arreglar mi cerebro. Si tienen alguna sugerencia, me encantaría leerlas.

Espero que les haya gustado y no haber decepcionado a nadie aun. Reviews son más que bienvenidos.

Mata ne~


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