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Second Chance por wiz_br0kenztar

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Notas del capitulo:

Disclaimer: Junjō Romantica no me pertenece, solo tomo prestado sus personajes para satisfacción mía y de mis lectores, obviamente, todo sin fines de lucro. Solo me pertenecen mis personajes.

Second Chance

Capitulo 8

Reemplazo


Miku eventualmente supo que algo no estaba bien. Después de que Nowaki asistiera a la cena con ellos, no volvió a verlo por el edificio o en la clínica cuando fueron por un repuesto para su inhalador. Su padre estaba distraído y regresaba más temprano de su trabajo cada día. Lo último no le molestaba, ya que así podía pasar más tiempo con él; pero eso no le hizo creer que las cosas estaban cambiando…

Hiroki había empezado a tener citas.

Al principio decía que se trataban de reuniones con profesores de la universidad, pero la pequeña Kamijō supo que no era una reunión con varias personas si no con una cuando escuchó a Tamiko desearle buena suerte en su cita al castaño cuando este había dejado a su hija con la joven. No lo comentó con su niñera e hizo como si no hubiera escuchado nada, pensando que solo era un cambio de rutina de su padre y que después todo terminaría.

Eso fue hasta que su abuela paterna le preguntó, por primera vez después de la ida de su madre, que si quería otra mamá.

Ahora sus abuelos lo sabían y seguramente estaban de acuerdo a lo que estaba haciendo su padre, peor aún… su padre ya había conseguido un reemplazo.

Comenzó a llorar en ese momento y Hiroki apareció inmediatamente para consolar a su hija. La pelinegra no le dio oportunidad de preguntar qué era lo que pasaba, sus palabras fueron bastantes claras para dar a entender sus sentimientos.

"¡Nadie puede tomar el lugar de mamá!"

Hiroki se sintió de lo peor, no sabía qué le había dado por empezar a salir con profesoras de la universidad y conocidas de estas con el fin de buscar el perfecto prospecto de madre para su hija; pensando que estaba haciendo lo correcto pero en cambio la había hecho llorar. Abrazó fuertemente a Miku mientras le pedía perdón una y otra vez. Desde esa vez, ahora las citas eran con su hija.

oOOo

"¡Tierra llamando a Nowaki!"

Sintió una mano sobre su hombre que lo hizo resaltar, volteó sobre su hombro para encontrarse con su colega del hospital, quien se veía algo preocupado. "Ah, lo siento Tsumori-senpai…"

"Estas bastante distraído," comentó mientras recargaba su cuerpo en el casillero "Mas bien, te ves cansado. Escuché que estas tomando doble turno."

"Uh sí, con eso de que el hospital esta corto de personal me pidieron que hiciera doble turno."

Su mentor se le quedó viendo en silencio por unos segundos, como si no creería en las palabras de Nowaki. Pero el de ojos azules decía la verdad, en parte, el hospital si estaba corto de personas pero él se había ofrecido a cubrir más turnos. Así pasaría más tiempo en el hospital y con menos probabilidad se toparía con los Kamijō, a menos que estos fueran a la clínica y casualmente el pelinegro estuviera atendiendo en esos momentos; más nada de eso había ocurrido durante el mes que ha pasado desde lo sucedido en la cena.

"Tan noble como siempre," comentó finalmente Tsumori "Solo no sobrepases tus límites. ¡Ya sé! Pondré a alguien que cubra tu turno de esta noche para que salgamos por un trago."

"Gracias senpai, pero no creo que será necesario," le agradeció con una pequeña sonrisa, tomó algunas de sus cosas y cerró su casillero.

"¿Seguro? Bueno tienes hasta el final del turno para decidirte," dijo y ambos salieron de la sala de empleados "Por cierto, ¿qué harás en las fiestas decembrinas?"

El pelinegro se sorprendió un poco, casi lo olvidaba, faltaba casi menos de un mes para las fiestas navideñas. "Probablemente trabaje esos días—"

"Nowaki," le interrumpió, deteniendo sus pasos y mirando seriamente al de ojos azules "Sucede algo, ¿cierto?"

Por supuesto que pasaba algo y Nowaki estaba más que consciente de eso. Las palabras del profesor le habían afectado, pero no podía culparlo a él porque si no fuera por la pregunta que le había hecho, posiblemente las cosas estarían de otra manera. Por eso trabajaba horas extra, para evitar con cualquier encuentro con el amor de su vida. Le dolía, no podía mentir en eso, y se aguantaba las ganas de salir corriendo en ir en busca del castaño. Hacía un gran esfuerzo y no sabía por cuánto tiempo más soportaría estar así.

Intentaba que eso no afectara en su vida laboral, pero quedo impresionado cuando su mentor lo había leído tan fácilmente aunque no era tanto de sorprenderse, ya que llevaban más de un año de verse casi todos los días, durante largas horas, trabajando juntos.

"No es nada importante, senpai," respondió y a la misma vez, mintió "Perdón si lo hice preocuparse." Continuó con su camino dejando al rubio atrás, no era que no confiaba en su mentor solo no quería su vida personal y laboral se mezclaran.

"Sea lo que sea, Nowaki," escuchó decir a Tsumori "Toma cartas en el asunto y enfréntalo. No puedes estar escondiéndote toda la vida."

Tenía tiempo de no escuchar a su mentor hablar tan sabiamente, pero en realidad él tenía razón. Se había estado dejando consumir por el trabajo para tener que dejar de pensar en otras cosas y eso no le estaba haciendo bien, aunque el mismo profesor le había pedido que se alejara, no podía dejar las cosas así. Le sonrió a Tsumori como agradecimiento y le dijo que pronto solucionaría las cosas. En ese momento sus localizadores comenzaron a sonar y ambos doctores salieron corriendo a atender la emergencia.

oOOo

"Por cierto, Kamijō," le llamó su supervisor mientras ambos se encontraban trabajando en la oficina que compartían "Shinobu me comentó sobre un doctor que es amigo de sus padres, es homeópata y escuchó que ha tratado pacientes con asma. Si te interesa, le pediré que me pase sus datos."

"¿Homeópata?" preguntó mientras revisaba unos documentos y después suspiró "Esos doctores son carísimos y no podría cubrirlo. El seguro paga las visitas a la clínica y los medicamentos, dudo mucho que quieran pagar a un doctor privado."

"Le pediré a Shinobu que le pida un descuento, dudo mucho que se—"

"Profesor," le interrumpió y volteó a verlo "Gracias por preocuparse por Miku, pero no es necesario."

Miyagi lo miró en silencio por unos segundos, "Has estado raro, Kamijō, ¿sucedió algo? ¿Las citas no salieron como esperabas?"

"Creo que no estoy hecho para salir otra vez," respondió cerrando los ojos y frunciendo el ceño "Además Miku no lo tomó de la mejor manera, cree que quiero reemplazar a Himeko."

"Vaya… lamento tener que escuchar eso," pasó una de sus manos por su cabello negro.

"Descuide," comenzó a guardar sus cosas en su maletín "Me adelantaré hoy también, le prometí a Miku que adornaríamos el árbol de navidad."

"Claro, Kamijō."

Cuando Hiroki terminó de guardar sus cosas, se despidió de su supervisor y salió de la oficina donde se encontró al hijo menor del decano afuera de esta esperando. Solo se dedicaron cortas miradas antes de que el joven adolescente entrara a la habitación y el castaño se dirigiera a la salida.

"Ah Shinobu," en realidad no estaba de humor para atenderlo "Estoy algo ocupado hoy así que no puedo hacerte caso."

"Miyagi," le llamó mientras se encontraba parado frente al hombre con un sonrojo en sus mejillas "Q-Quiero que adornemos el árbol de navidad…"

"Debió escuchar a Kamijō," pensó mientras seguía trabajando "Lo siento, tengo mucho trabajo y no tengo tiempo para eso."

"¡Eres un idiota!," le insultó mientras le reclamaba "Te dije que tenías que hacerte responsable."

Fastidiado se levantó de su lugar y volteó a ver al joven, "Escucha Shinobu, nunca dije que le tomaría prioridad a esa 'responsabilidad' antes que a mi trabajo. Lamento no tener que cumplirte cada capricho pero eso sucede cuando estas con un persona que te dobla la edad, así que deberías buscarte a alguien más adecuado."

"¡Pero yo solo te quiero a ti!" exclamó con lagrimas a punto de salir de sus ojos "¿Por qué no puedes entender eso?"

El adolescente salió corriendo de la oficina antes de que el pelinegro pudiera decir algo más. No fue detrás de él, tampoco quería armar un escándalo en una universidad llena de gente, así que volvió a tomar asiento y regresó a lo que estaba haciendo mientras su conciencia trabajaba cruelmente para hacerlo sentir culpable en cuestión de minutos. Sin poder concentrarse más, se levantó nuevamente, salió y cerró la habitación con llave para salir en busca del hijo del decano.

oOOo

Tres días antes de Noche Buena la cuidad se había vestido de blanco. Las personas se alegraban de que tendrían una blanca Navidad ese año y esperaban con más ansias la celebración. Los niños disfrutaban de juegos en los parques cubiertos de nieve, ya siendo guerras de nieve, construir un muñeco de nieve o hacer ángeles de nieve.

Miku había esperado pacientemente porque el fenómeno sucediese y cuando se dio cuenta desde su ventana la cantidad de nieve que se había juntado por la noche, le rogó a su padre que la dejara salir a jugar. Hiroki tuvo la suerte de que, días antes, Tamiko le llamara diciendo que ella pensaba sacar a pasear a su hija ese día; así él podría aprovechar para envolver los regalos y esconderlos para que la niña no los viera.

"Abrígate bien, Miku," le decía el padre a su hija mientras ella se colocaba su gorro de color rosa "Y por nada en el mundo vayas a quitarte algo."

"¡Sí papi!"

"Diviértanse las dos," les dijo y después se dirigió a la joven "Llámame cuando vengan de regreso."

"Descuide, Kamijō-san," contestó sonriente la castaña y ambas salieron del departamento.

El profesor se dirigió a su armario y sacó los regalos, llevándolos hasta la sala. Después fue por el papel decorativo con el que envolvería los regalos y nuevamente regresó a los sillones. Estaba comenzando a recortar el papel cuando escuchó que tocaban a la puerta lentamente.

Soltó un suspiro y se levanto, "Espero que no se te haya olvidado algo, Miku," decía fuertemente con la intención de que fuera escuchado desde afuera, caminó hasta la puerta y comenzó a abrirla "Ya hemos hablado—"

Las palabras se le ahogaron en la garganta cuando se dio cuenta que quien estaba en su puerta no era su hija, si no el pelinegro. Intentó cerrar la puerta pero Nowaki fue más raido e impidió que eso sucediera, dándose el mimo permiso de entrar al departamento.

"¿Qué haces aquí?" preguntó bruscamente el profesor "Creo que fui claro al decir que te alejaras."

"Lo lamento, Hiro-san, pero no puedo dejar las cosas así," contestó seriamente pero se podía notar un tono de tristeza.

"Las cosas están como están por tu rudeza y falta de sensibilidad," le recordó.

El joven pediatra conocía su error, pero le dolía aun más que el amor de su vida se lo recordara con esas palabras. "Y me disculpo por eso, sé que no estoy en posición de preguntarle pero debo admitir que estaba hablando enserio."

"Mocoso insolente," le insultó "Primero te metes en asuntos que no son de tu incumbencia y después pretendes entrar en mi vida como si nada," bajó la mirada "¿Por qué simplemente no me dejas en paz?"

"No lo juzgo por su matrimonio con Himeko-san, ni por sus sentimientos hacia Usami-san. Lo que haya sido solo es el pasado, Hiro-san, y tiene que salir adelante."

"¡Lo estoy haciendo, idiota!" exclamó.

"Pero está dejando su propia felicidad a un lado—"

"Mi felicidad es ver a mi hija crecer feliz y que salga adelante," le interrumpe "Yo siempre estaré en segundo plano, primero esta Miku."

"Además," pensaba "No soy digno de darme una segunda oportunidad."

Lo último lo dijo en un susurro pensando que solo su conciencia lo sabía, pero al ver la cara del pelinegro se dio cuenta que habia abierto la boca y que el menor había escuchado.

"Hiro-san…" intentó acercársele para abrazarlo.

"No…" cabizbajo daba pequeños pasos hacia atrás pero titubeaba en cada uno, inconscientemente quería ser sostenido por esos brazos, no había duda de ello… pero no entendía porque aun así se quería alejar de él.

Tantos pensamientos en su cabeza lo distrajeron y una fuerte opresión rodeó su cuerpo haciendo que se des estresara un poco. Sentía que todo estaba mal, pero esa fuerza… tomándolo y brindándole calor hacía ver que las cosas eran tan sencillas.

"Solo pido una oportunidad, Hiro-san," le susurraba tiernamente Nowaki "Prometo que nunca lo haré llorar o sufrir. Si por algunas razón piensa que esto no funciona… pelearé para arreglar eso… no pienso darme por vencido."

Se separaron solo unos centímetros y Hiroki seguía con la mirada baja por lo que el joven de ojos azules colocó su mano bajo la barbilla del mayor para que este le mirara. Nuevamente esos centímetros se cerraron cuando el médico posó suavemente sus labios sobre los del profesor, quien ni siquiera hizo un movimiento brusco al tacto. Como si de verdad quisiera que todo eso sucediera.

Nowaki se sentía en el paraíso al por fin probar esos labios, eran mucho mejor de lo que soñaba; porque si, eran varias las noches en las que fantaseaba en probar esos labios una y otra vez. Ahora que la realidad era mucho mejor que la fantasía.

Hiroki, por su parte, inconscientemente sus ojos dejaron caer unas pequeñas lágrimas. No entendía porque, se suponía que estaba molesto y que iba a correr al joven de su departamento y de su vida, ¿por qué su cuerpo reaccionaba de esa manera?

Sintió escalofríos cuando el beso comenzó a profundizarse y la lengua del menor pedía acceso. Tenía que terminar esto de una buena vez, su cuerpo se tensó por un momento mientras sus manos se aferraban a la camisa del menor con la intención de empujarlo pero simplemente no hallaba las fuerzas para hacerlo, como si todas estas fueran succionadas por el beso. Estaba experimentando sensaciones que hacía años había dejó a un lado para hacerse cargo de su familia.

Poco a poco su mente se fue poniendo en blanco y se dejó llevar por la corriente. Lo último que recordaba antes de perder el control fue su espalda contra la pared y los labios del joven pelinegro poseyendo los suyos al igual que todo su cuerpo.

Por primera vez en tantos años, si hija dejó de estar en primer plano.

Continuará…

Notas finales:

Oh vaya, mucho tiempo sin aparecerme por aquí. Lamentablemente las actualizaciones serán muy lentas de ahora en adelante así que ténganme paciencia. Gracias a los que siguen la historia a pesar de mis desapariciones.

Ahora, para el siguiente capítulo voy a necesitar mucho sus opiniones. Ya se imaginarán, por como terminó este capítulo, puede que exista o no un lemon y eso va a depender de ustedes. ¿Por qué? Yo no escribo lemons en mis historias a menos que sean realmente necesarios. Aquí estoy en un dilema y necesito opiniones.

En su review, aparte de su opinión del capítulo, denme una buena crítica de porqué o porqué no debería haber lemon en el siguiente capítulo. Ojo, no tomaré en cuenta comentarios que solo digan que quieren lemon y punto. Dependiendo de sus respuestas, yo decidiré si este fic continua como planeado o agregamos un lemon.

Pido mucho su cooperación, también acepto cualquier tipo de sugerencias. Gracias por adelantado.

Mata ne~


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