CAP 2 _EL PLAN DE KANKURO
Kiba termino de desayunar con desgano, de hecho, de no ser por los regaños de su madre no hubiese probado un solo bocado. Parte del alimento había terminado en el estómago de Akamaru que se ubicaba sobre las piernas de su dueño y comía cuando las mujeres no veían al chico. El castaño abrió la boca con la intención de decir algo que lo librara de salir de misión ese día, pero no podía hacerlo, era un ninja y aunque le doliera debía seguir.
Salió de la casa y camino en dirección al lugar donde siempre se encontraban con la sensei. Cuando llegó se encontró con que estaba solo, no había señales de nadie más y eso lo puso algo tenso porque si había llegado tarde los demás ya se habían ido… tal vez había llegado demasiado temprano. Como no tenia la mínima idea de lo que pasaba, decidió hacerle frente a lo que mas le dolía e irse a la casa del Aburame.
La casa de Shino, si se le podía llamar casa a una edificación con mas de treinta habitaciones y que sólo ocupaban dos personas, quedaba bastante lejos y del lado contrario a la de Kiba. En cuanto llegó, se adentro al largo patio de entrada y, después de cruzarlo, llegó a la puerta de la residencia.
-buenos días- dijo Shino con su tono de voz pasivo de siempre. Kiba no daba señales de vida- quieres pasar?- y se hizo a un lado para permitirle el paso al chico.
-no… gracias. Ehhh… que pasó, no teníamos misión?-
-no lo recuerdas. Ayer te avisé que se había cancelado y Kurenai sensei tenia una misión particular-
-lo había olvidado- dijo bajando la vista un momento- bueno… lamento molestarte y nos vemos-
-espera, Kiba- dijo el chico de lentes. Se le había hecho extraño que el chico no hiciera todo un berrinche al enterarse que había madrugado por nada- pasa algo?-
-no, la verdad es que…-Kiba apretó los puños al sentir el aroma del chico de Suna en el ambiente- voy a aprovechar el día libre- y se fue realmente furioso.
-que carácter, verdad?- dijo Kankuro “colgándose” del cuello de Shino una vez que el castaño se fue- esta muy raro… yo pensé que era solo conmigo. Entrenamos?- sonrió- ya concluí las modificaciones en Karasu-
-… si…- ambos salieron hacia el bosque.
El entrenamiento de ambos muchachos era una batalla de vida o muerte, la forma en la que peleaban era sorprendente y no se guardaban ningún tipo de precaución. Kankuro había colocado un sistema de trampas en su marioneta, las había dispersado por el suelo. Shino termino con un brazo enredado en un hilo de una resistencia asombrosa.
-te atrape- dijo el de negro mientras apoyaba un kunai en el cuello del chico de tez blanca- Aburame- se acerco mas abrazándolo por la espalda.
- hum, ten cuidado- murmuro sonriendo.
-cuidado?- miro el suelo- rayos!!!!- un enjambre de kikai surgió desde el suelo y envolvió las piernas del muchacho, los mismos insectos cortaron los hilos de todo el perímetro.
- ja! Esto no es nada- con una bola de humo espanto a los insectos- estas hiervas son algo asi como repelentes, cierto?-
-de donde las sacaste?- dijo tosiendo mientras se recostaba contra el tronco de un árbol.
-estuve estudiando…- Shino lo señalo y este se puso en guardia- demoños…- se quejo al sentir como había sido atacado por una especie de araña- y esto que es?- cayo de rodillas.
-solo parálisis- sonrió y se sentó en el suelo- enseguida lo arreglo-
Varios minutos después el chico de Suna se refrescaba el rostro en un arroyo, el chico de los insectos estaba pensativo. Kankuro sonrió de medio lado, era hora de ponerse a trabajar para que supiese la dolorosa verdad de que Kiba estaba seduciéndolo.
-sabes, tu compañero es extraño- comento con aire casual- me persigue bastante…-
-hablas de Kiba?-
-si- Shino frunció el seño- me vigila y se cree que no me doy cuenta. Desde que lo salve de los ninjas del sonido, es como si quisiera que este pendiente de él- rio levemente- no te comento nada?-
-la verdad, no- miro hacia el arroyo- pero si lo he notado muy pendiente a lo que haces… tal vez se siente en deuda-
-… me provoca- dijo sonriendo de medio lado- quiere que no responda de mis actos… digamos que-
-se insinúa?- estaba realmente molesto, Kiba era un cachorro en todo el sentido de la palabra… pero no podía creer que dijera eso.
-no lo había tomado así, pero tienes razón- rio un poco- se habrá enamorado de mi, me vio como su caballero de la brillante armadura. Ya veo por que busca controlar con quien estoy-
-si… lo noto molesto cuando estoy cerca de ti- su idea era que Kiba estaba celoso por Kankuro… jamás de él y lo confirmaba- deberíamos regresar- se puso de pie.
-es cierto- lo siguió- te invito a comer algo, de seguro ya es hora… además estoy realmente cansado-
-esta bien… - caminaron dentro del bosque.
Durante el camino la atmosfera era muy pesada, Shino tenia un aura oscura en él. Se debía a el hecho de que había confirmado sus peores sospechas, al castaño le gustaba el marionetista y no podía hacer nada mas que aceptarlo. Después de todo no merecía estar con él, Kankuro lo había salvado de una muerte segura. Cuando fue a visitarlo al hospital y le conto lo que había ocurrido se sintió mal consigo mismo.
Suspiro y recordó que “si lo amas déjalo libre”… sin duda esa era la verdad mas dolorosa de todas.
Kankuro miraba al Aburame, no podía estar mas conforme con sus palabras, de seguro, Shino estaría planeando renunciar al castaño. Y cuando eso pasara, él entraría en acción. El chico de los insectos tendría que escogerlo, después de todo Kiba y él no tendría oportunidad.
-por cierto…- dijo Kankuro- perdón por lo de tu chaqueta-
-no te preocupes- le respondió el de lentes- no es como si fuese única. Además me salvo- miro hacia el suelo donde varias hormigas transportaban juntas una hoja con dificultad- es tan difícil y pesado para ellas… sin embargo a pasos lentos llegan a lograr su objetivo-
-es un buen ejemplo, por mi parte creo que de a poco voy a derrotarte. Cada nueva pelea es una oportunidad- sonrió y “accidentalmente” sus manos se tocaron. Shino no rompió el contacto inmediatamente en su cabeza sólo existía una idea- “no merezco a Kiba… yo… no hice nada por él”-
El marionetista se quedó conforme con el resultado de sus comentarios y agradecía al cielo por haberle enviado el regalo perfecto para comenzar con sus planes. Durante la pelea anterior, sujeto a Shino de tal manera que tuvo que deshacerse de su chaqueta para escapar… ocasión que aprovecho el shinobi de la arena para hacerse con ella y utilizarla después. El olfato Inuzuka no era infalible después de todo.
-por cierto, crees que deba preocuparme por el castaño?- comentó casualmente.
-eh… no, no creo- definitivamente tenia que renunciar a el y dejarlo ser feliz a su manera.