Capítulo VI
La oscuridad reinaba en los cielos, pero pequeñas estrellas luchaban contra la luz artificial que emanaba la ciudad siendo muy pocas las que lograban ser detectabas por el ojo humano. La luna acompañaba a las estrellas, pero ya pocas personas se detenían a contemplar su bello esplendor, ya casi nadie se dejaba seducir por la sublime belleza de aquel astro nocturno. Pocos dedicaban miradas al cielo, pero dentro de esos pocos, un chino se perdía en la inmensidad de la luna. Su cabeza era un verdadero remolino de ideas, pensamientos, sentimientos y emociones, no sabía siquiera como acomodarlos no tenía ni la más mínima idea de cómo poner en orden su propia cabeza. Sentía que la luna podía darle las respuestas, pero cuán equivocado estaba, la única persona que iba a responder las mil y un preguntas que rondaban por su mente y ese era Kai.
Sin embargo, el ruso llevaba dormido prácticamente todo el día, la fiebre había cedido por completo pero imaginaba que el cansancio y el estrés acumulados en el ruso lo hacían dormir tanto tiempo. Kai era muy tranquilo incluso en el aspecto de dormir puesto que en todo lo que llevaba en cama se había movido muy pocas veces, se preguntaba si no sentía su cuerpo adormecido por estar en la misma posición por horas.
Se sentía tranquilo, por que su bicolor amigo estaba fuera de peligro aunque en realidad su situación no había sido tan grave si se había asustado, mira que ver al gran y estoico Hiwatari postrado en cama por una enfermedad no era algo que pasara muy seguido, aunque según Kenny, Tala le había informado que Kai había estado enfermo en un par de ocasiones debido a la carga física y emocional que el ojirojo se ponía a sí mismo. Y aparentemente él era el culpable de aquel estado por el que pasaba Kai. ¿Sería cierto todo lo que le dijeron Max y Kenny? ¿En verdad Kai había estado enamorado de él desde hace años? No podía ser cierto, de ser así él lo hubiera notado ¿Cierto? ¿Cómo no iba a darse cuenta de eso si él pasado la mayor parte del tiempo con Kai? Pero… por otra parte la poca comunicación de su amigo en el pasado no ayudaban mucho, o ¿Kai se había acercado a él precisamente por sentir aquello? De nada valía atormentarse de esa manera, ansiaba que Kai despertara pero debía dejarlo descansar.
Max, Kenny y Tyson habían permanecido en la sala prácticamente todo el día, y es que no había mucho que hacer, y por la situación en la que estaban no se encontraban con el ánimo suficiente para dar un paseo por la ciudad, tan solo habían ido al comedor a la hora de la cena para comer algo ligero que el americano se había encargado de preparar. Sus conversaciones habían sido pocas y cortas, Tyson se encontraba jugando en la consola de video juego extrañamente callado, Max había tomado un libro de la biblioteca de los Kinomiya y Kenny seguían tecleando en su laptop como habitualmente lo hacía. No había escuchado ruido alguno de la parte de arriba, por lo que suponían que Rei había dejado descansar a Kai, y que éste aún no despertaba.
Se habían tratado de comunicar con Tala, pero no habían tenido suerte debido a las diferentes ocupaciones del pelirrojo en las empresas de los Hiwatari, ahora entendían un poco por todo lo que debía pasar el bicolor, pero sabían que la disciplina y el temple de Kai eran inigualables y por eso, las empresas Hiwatari eran de las más importantes del mundo.
- Yo ya tengo sueño, creo que me iré a la cama – comentó Tyson mientras guardaba todo
- Te acompaño – habló Max
- Lo mejor será que yo también me vaya a la cama, ha sido un día pesado para todos –
- En especial para ti Kenny –
- ¿Saben? – preguntó el menor – Yo siempre he sentido que me falta algo para ser verdaderamente parte del equipo –
- ¿De qué hablas jefe? – preguntó Tyson sorprendido – tú siempre has sido un Bladebreaker
- Yo no soy un beyluchador, y siempre he buscado la manera de ayudarlos –
- Rei entenderá todo mañana, debemos dejar que piense las cosas y que hable con Kai – dijo Max dándole ánimos a su amigos
- Me siento muy mal con Rei por que creo que malinterprete sus sentimientos, pero… - se detuvo un poco antes de continuar pues sus lágrimas amenazaban con querer salir nuevamente – me duele el hecho de saber que le hice más daño a Kai del que ya sufría
- Yo creo que no estabas tan equivocado Kenny –
- ¿Por qué lo dices Max? –
- ¿Por qué mejor no esperamos a mañana para ver como van las cosas? –
- Tan solo espero que las cosas vayan bien –
Después de eso, los tres subieron a las respectivas habitaciones que ocupaban en completo silencio, no sabían si Kai y Rei estaban dormidos, lo que era probable puesto que ya pasaban de las once de la noche.
Mientras tanto, gracias a su agudo sentido de audición Rei se había percatado que sus amigos ya se habían retirado a descansar, lo agradecía pues necesitaba bajar a la cocina por algo de comer, agua y a preparar algún caldo para Kai para cuando éste despertara pero no quería verlos, al menos no esa noche. Aún se encontraba molesto y para evitar mayores inconvenientes prefería alejarse temporalmente de ellos.
Salió de la habitación en completo silencio no sin antes mirar nuevamente a Kai, su pose tranquila y serena seguía siendo la misma desde hacía dos horas en las que había cambiado de posición, lenta y pausadamente. Su respiración era normal y el color natural de su piel había vuelto a su rostro, solo era cuestión de dejarlo descansar. Caminó lentamente hacía la cocina sin hacer nada de ruido, al llegar a ella se percató que sus amigos le habían dejado algo para cenar, pero no tenía mucha hambre por lo que solamente tomaría un café y prepararía un caldo de pollo a Kai ¿Le gustaría ese tipo de comida al callado chico? Sabía a la clase social a que pertenecía el ruso, pero ignoraba por completo sus hábitos alimenticios, cuando eran niños Kai solía comer muy poco con ellos, y lo que comía eran casi siempre ensaladas, pastas y pescado, muy pocas veces lo había visto comer carne o dulces, sin embargo en esa ocasión el bicolor no podía poner peros, si no le gustaba el caldo de pollo tendría que aguantarse, debía comerlo por su bien.
Después de un poco más de una hora el caldo estuvo listo, y el reloj marcaba veinte minutos para la una de la mañana, asombrosamente no tenía sueño, y eso que acostumbraba a dormir temprano para poder despertarse antes de amanecer. Sin más llenó un tazón con caldo, sirvió jugo de mango en un vaso grande y de vidrio y tomó los utensilios necesarios para que Kai pudiera comer en cuanto despertara, limpió rápidamente la cocina y apagó todas las luces de la parte de abajo no sin antes percatarse de que todas las puertas estuvieran perfectamente cerradas.
Cuando entró de nuevo a la habitación, notó que nada había cambiado, Kai seguía dormido en la misma posición. Dejó la comida en la mesita que fungía de escritorio y se encamino hacia la ventana que daba al pequeño balcón. No dejaba de mirar al cielo como queriendo encontrar las respuestas que necesitaba, ¿Cómo era posible que Kai durmiera tanto? Ya iba para veinticuatro horas si no es que ya las había superado. Lo miró por última vez antes de girar su vista nuevamente al firmamento.
Cerca de las tres de la mañana, escuchó un pequeño quejido, ¿Había pasado todo ese tiempo contemplado al cielo?, Si lo había dicho y no había notado que habían sido más de dos horas sin hacer nada, solo ahí mirando la luna y las estrellas, perdido completamente en su mundo hasta que Kai lo había sacado de ahí. Ese ruso bicolor por fin se dignaba a despertar.
- ¿Kai, cómo te sientes? – preguntó acercándose a la cama
- ¿Eh? – preguntaba aún aturdido – me siento un poco mareado
- Es normal, has dormido mucho y no has comido nada - comentó Rei con una sonrisa en sus labios
- ¿Qué hora es? – preguntó el ruso tratando de sentarse en la cama aunque los mareos casi no lo dejaban por lo que Rei se había acercado a ayudarlo
- Faltan diez para las tres – habló – pero de la mañana
- ¿Y qué haces despierto? –
- No tengo sueño – admitió el oriental – además te estoy cuidando ¿Así me agradeces?
- Lo siento, solo vine a causar molestias –
- No te preocupes, eres un paciente bastante tranquilo –
Kai bajó la mirada tratando de recuperarse, los mareos bajaban poco a poco y la sensación de pesadez en su cuerpo aún estaba presente, giró su vista hacia la mesita de noche y vio algo que lo descoló por completo.
- ¿Y ese pedazo de cebolla? –
- Tú me has dicho que en Rusia es común hacer eso –
- ¿Yo? – preguntó asombrado – Yo no creo en esas cosas
- Pues cuando despertarse me lo has dicho – dijo Rei confundido ¿Acaso Kai no se acordaba que había tenido unos minutos de lucidez la mañana pasada? – Es más me suplicaste que la pusiera
- Debes estar bromeando –
- No Kai, no bromeo –
- No recuerdo haberte dicho algo referente – dijo Kai
- Me dijiste que Tala te había dicho eso – soltó Rei con molestia en la voz – Incluso él me lo remarcó
- ¿Hablaste con Tala? – preguntó Kai mirando directamente a Rei
- Tuve que hacerlo, debía saber si eras alérgico a algún tipo de medicina o comida –
- Soy alérgico al melón – afirmó Kai
- Tu “esposo” no me supo decir a lo que eras alérgico – comentó Rei – incluso me atrevo a decir que no sabe que tipo de sangre eres
- ¿Y para qué quieres saber eso? –
- Es algo básico –
- ¿Básico? – preguntó Kai confundido por la actitud de Rei que había pasado de amable a molesta
- Si te has casado lo mínimo que tu esposo debe saber es el tipo de sangre en caso de accidente, si eres alérgico a algo, y ese tipo de cosas ¿No crees? –
- Hablas de Yuriy – sonrió Kai con burla – Es un completo idiota
- Igual que tú –
- ¿Disculpa? – preguntó Kai ante las palabras de su amigo
- ¿Cómo se te ocurre jugar a que estás casado con Tala cuando no es verdad? – preguntó Rei levemente enojado
- ¿Cómo dices? –
- ¿No se te ocurrió pensar como me sentiría yo cuando me enterara de todo? –
- Rei… -
- Kai, me sentí terriblemente mal cuando me enteré que aparentemente habías juntado su vida la de Tala, ¡Estabas comprometido! – comenzó a decir Rei reclamando a su amigo – Me sentía desplazado de tu vida, sentía que me habías dejado fuera de tu mundo, habían pasado los años y pensé que me habías extrañado un poco, pero al enterarme que estabas casado ese pensamiento se borró, ¿Cómo ibas a extrañarme que si ya compartías tu vida con alguien? – Rei continuaba hablando sin dejar que Kai dijera una sola palabra – Llegué a odiar a Tala por haberte alejado de mi lado, mi mejor amigo me dejaba.
- Rei, yo… -
- ¿Tú que Kai? – preguntó plantándose cerca de él – Tú no pensaste en mí cuando decidiste hacerle caso a Kenny, ¡Lo sé todo! Y no sabes, no tienes ni la más remota idea de lo agradecido que estoy con ellos, con Max, Kenny, Tala y sobre todo contigo…
- ¿Agradecido? – preguntó el ruso perdiendo el hilo de la confidencia del oriental, sus palabras lo habían desorientado
- Todo esta novela que se han montado solo por mí – decía Rei con una sonrisa – me ha hecho sentir la persona más querida en el mundo ¿Sabes? Y además me ayudaron a darme cuenta de que en realidad siempre te he querido mucho Kai – las palabras que el soviético escuchaba en ese momento creía que las estaba soñando – cuando niños yo sentía una gran admiración por ti, cuando regrese a China con la esperanza de pasar mi vida con Mao, me di cuenta de que te extrañaba mucho, decía que era por el hecho de que te habías convertido en mi mejor amigo, y que era normal… pero que por lo menos te vería todos los años… sin embargo, nunca apareciste después de nuestra despedida hasta ahora – Rei se había sentado en la cama de Kai y mientras le confesaba todo miraba hacia las sábanas evitando el contacto visual con el ruso – Todos los años tenía la esperanza de que esa vez si llegarías… me sentía verdaderamente deprimido al darme cuanta que había pasado un año más sin saber de ti… de no ser por lo que planearon ustedes tú y yo seguiríamos sufriendo – declaró colocando su mano encima de la de Kai
- Rei… -
- No Kai, aún no he terminado – interrumpió – prometo que cuando termine de hablar dejaré que me digas lo que quieras incluso te dejaré decirme: “Oh Rei, te amo demasiado que siento que tanto amor no me cabe en el cuerpo”, pero ahora escúchame… Te amo, y no tengo duda de ello, siempre lo he hecho pero no me había dado cuenta, supongo que por que en el fondo también temía a tu rechazo, y prefería estar a tu lado que perderte… pero ahora, lo puedo decir con la seguridad de que aceptaras mis sentimientos… ¿Los aceptas verdad?
Kai sintió como su mano era ligeramente apretada por la de Rei, ¿De verdad todo aquello era cierto o el efecto de haber estado tanto tiempo lo había afectado de alguna manera que ahora estaba alucinando? Miraba los intensos ojos ambarinos del chico que estaba frente suyo.
- ¿Por qué no me respondes? –
- Estoy… estoy sorprendido – fue lo que atino a decir Kai sin dejar de mirarlo a los ojos
- Te aseguro que no tanto como lo estuve yo hace unas horas –
- Rei nunca quise engañarte… ni… -
- Lo sé, lo sé, lo sé – habló el chino – si me enojé fue por que… fue por que me encontraba confundido y además dolido, eran tantos los años perdidos
- Desde que me enamoré de ti, mis sentimientos por ti no han cambiado Rei – se animó a decir Kai – nunca imaginé que tú me corresponderías
- Y yo nunca imaginé que estabas enamorado de mi –
- Totalmente –
- ¿Eh? –
- Estoy totalmente loco por ti, Rei –
- ¿Me amas? –
- No tienes idea de cuanto –
Lentamente el ruso se acercó hasta Rei, le sonrió genuinamente y le besó en los labios, su beso estaba cargado de sentimiento, lleno de un amor que estaba necesitado de correspondencia, ese amor que ansiaba concretarse y que ahora lo había logrado. Rei recibía ese beso y le transmitía a Kai el amor que sentía por éste. Era lo que necesitaban para ser felices, por que ahora realmente lo eran.
- ¿Tienes hambre? – preguntó Rei cuando se separaron
- Un poco –
- Hice un caldo de pollo para ti –
- No me gusta el pollo – afirmó Kai
- Pues lo siento por que lo tendrás que comer para mejorar –
- Solo por que lo dices tú –
- Así me gusta – Rió Rei mientras acercaba la comida a Kai
- ¿Y los chicos? –
- Supongo que estarán dormidos – contestó el oriental – mañana hablaremos con ellos, los dejé bastante… pensativos
- ¿Pensativos? –
- Cuando Kenny me contó todo me molesté y los dejé en la sala – contaba Rei – y en toda la tarde no hicieron nada de ruido
- No te creo –
- Pues así fue –
- ¿Rei? –
- Gracias… -
- ¿Por qué me agradeces, Kai? –
- Por ser la persona que eres… Te amo –
Ante las palabras dichas por el ruso, Rei le ofreció una sonrisa, y colocó su mano en la mejilla derecha, ¡Tantos años y su amor siempre había estado cerca!
- Termina de comer por que después te encargarás de cuidar mi sueño - habló Rei
- ¿Ya tienes sueño? –
- Claro que tengo sueño Kai, he estado todo el día al pendiente de tu salud –
- Te recompensaré por eso – habló el ruso como todo un hombre de negocios
- ¿Ah si? ¿Y cómo? –
- Ya encontraré la forma – afirmó Kai dejando la bandeja de comida en la mesita de noche en donde se encontraba la mitad de cebolla – Por lo pronto ven aquí – pidió Kai levantando las cobijas con las que se encontraba tapado e invitando a Rei a recostarse a su lado
- ¿Ya vamos a dormir? –
- Ya –
- Pero Kai…. –
- Shh, Rei no rompas este mágico momento – hablo Kai acariciando el cabello de su lindo neko
- Has dormido mucho ¿Puedes dormir más? –
- Seguro que estando a tu lado podré hacerlo –
- Te amo Kai –
- Y yo te amo a ti Rei – dijo besando la frente del chino quien se acomodo en el pecho de Kai para descansar pues verdaderamente lo necesitaba.
Pero Kai no había podido dormir durante el resto de la noche, sin embargo estaba muy al pendiente del sueño Rei, le encantaba verlo dormir era lo mejor que le había pasado en toda su vida. Y cuidaría que así fuera de ahora en adelante.
Las horas pasaron y la mañana llegó, pero Rei seguía descansando plácidamente en brazos de Kai, de pronto unos golpes de escucharon en la puerta y con voz suave Kai dio el pase.
- Buenos días – dijo Kai mientras Kenny se asomaba por la puerta
- Buenos días Kai – saludó con una sonrisa en su rostro al ver tan tierna imagen de sus amigos – veo que ya te sientes mejor
- Como nunca –
- Los dejo descansar – dijo Kenny
- Gracias – agradeció Kai con una sonrisa
- Ni que lo digas amigo –
Kenny dejó solos a sus amigos que, por lo que se veía habían arreglado las cosas, Kai se veía feliz y por la expresión que tenía Rei, seguramente el también lo era. Las cosas se habían salido de control por un momento, pero el final había sido el esperado. Kai y Rei estaban juntos, por que lo de ellos era un amor real.
Terminado el martes 18 de Enero de 2011. A las 03:02 horas