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Medicina Experimental por Izuspp

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Notas del capitulo:

Hola!! Muchas gracias por tomarse el tiempo para leer. Pido disculpas una vez más a quienes estaban esperando el capítulo y a la vez espero no haberlos decepcionado si estaban esperando otra cosa.
Como dije, esta vez sería un tipo one-shot, ya que no creí llegar a los 10 capítulos con esto, pero lo logré!! además que se me antojó el relatar algo más sobre esta pareja que cabe decir me encanta *w*

Me disculpo también porque tengo más de un año de no escribir Lemon por lo que estoy muy oxidada en ese sentido, y me costó un pocoescribirlo.

En fin, como siempre, si leen me encantaría leer sus comentarios, sugerencias o peticiones !! ^o^

 

ESTE CAPITULO CONTIENE LEMON SI NO TE GUSTA NO LO LEAS

Capítulo 11

Y así fue como todo comenzó…

 

Gray solía vivir en la ciudad pero decidió trasladarse al campo a un pueblecito llamado “Mineral Town” en donde vivía su abuelo. El señor Saibara era un herrero muy diestro y talentoso, único a la hora de hacer su trabajo decidió que su nieto Gray sería el heredero de su labor y por tanto decidió enseñarle a ser un herrero como él.

  Para la desgracia del joven pelirrojo, su abuelo era una persona sumamente estricta y fría, quien no le daba ni un momento de descanso al trabajar, y mucho menos le ofrecía alguna palabra de aliento. Muy al contrario vivía diciéndole lo mal que hacía las cosas, y recordándole que era “un inútil” que nunca serviría para ser el heredero de su legado.

  Gray se sentía todo el tiempo sumamente triste y derrotado por esa situación, por más que se esforzaba no podía lograr satisfacer las exigencias de su abuelo, su sueño era llegar a ser el mejor herrero y finalmente escuchar las felicitaciones salir de la boca del anciano, pero al paso que iba, eso se iba a quedar siendo un simple sueño. Realmente se sentía vencido, llegando a creer que era un inútil que no servía para nada y que carecía de talento alguno.

Aunque uno de tantos días, de casualidad una linda jovencita llamada Mary llegó a visitar a Saibara, Gray quien era bastante tímido aún no se había dado a la tarea de conocer bien a las personas del pueblo, únicamente conversaba de vez en cuando con Ann y Doug sus caseros, meramente de cosas relacionadas a pagar su habitación en la posada de Doug, al resto de habitantes del pueblo los saludaba por cortesía solamente.

  Desde que llegó al pueblo nunca se había detenido a conversar ni entablar amistad con nadie, por lo que tampoco lo haría esta vez y se limitó a escuchar la conversación de la joven con su abuelo. Pero al estar distraído no prestó atención a lo que estaba haciendo y se golpeó un dedo con el martillo, a lo que profirió un grito de dolor.

-¡Cielo Santo!- exclamó la jovencita quien corrió a ayudar a Gray, regalándole una bandita para su herida y mostrándole una calidez que el pelirrojo jamás había experimentado. Fue en ese momento en el que Gray comenzó a enamorarse de Mary.

••••••••

  Kai era un jovencito quien tenía demasiados problemas con su familia, por lo que un día harto de todo, decidió vivir su vida libremente y dejó a su hogar y su familia para dedicarse a viajar. Como era un buen cocinero logró sobrevivir de ese modo en los diferentes pueblos y ciudades que visitaba. Dio la casualidad que fue a parar a Mineral Town. Como ya había reunido suficiente dinero, y le encantó el lugar desde que llegó, buscó al carpintero del pueblo y le solicitó que construyera un pequeño local en la playa, en donde montaría su propio restaurante.

  Para ser un “vago” como lo decía su familia, le había ido muy bien desde que los dejó. Kai quien se aseguraba de estar en los lugares en la época más cálida, era un joven bastante apuesto, con su piel canela, su porte masculino y su brillante personalidad. Inmediatamente que llegaba a cualquier pueblo, cautivaba a mujeres jóvenes y mayores, y ¿Por qué no? A unos cuantos hombres. Y esto no le desagradaba en absoluto, desde que había descubierto que era un “rompecorazones”. Decidió que sería un buen pasatiempo el coquetear con quien fuese que se topara en su camino. Claro está eso le hacía ganarse el odio de cuanto hombre habitara en los pueblos. Por su lado, las señoritas siempre esperaban el arribo del moreno a sus pueblos.

  Mineral Town no fue la excepción, Kai de inmediato causó furor entre los habitantes, con el mismo resultado de siempre: admiración por parte de las mujeres y odio profundo por parte de los varones. Kai estaba realmente cansado de que las personas lo malinterpretaran, él solo vivía libremente sin limitaciones de ninguna clase, pero no le hacía mal a nadie, nunca le había faltado el respeto a ninguna mujer, y si bien alguna que otra vez les brindaba sus favores, nunca había sido por iniciativa propia.

  Pero los hombres nunca le daban oportunidad de llegar a conocerlo, aunque eso no impedía que Kai buscara por todos los medios de entablar amistad, él tampoco era una persona que se regía por géneros, por lo que algunas veces si encontraba jóvenes apuestos también intentaba seducirlos, teniendo éxito de cuando en cuando.

  Para aquel entonces, el carpintero no había acabado de construir el local, y Kai tampoco tenía esperanzas de poder ponerlo a trabajar ese verano, por lo que temporalmente pidió empleo en la posada de Doug, quien al reconocer sus excelentes dotes culinarias y un poco forzado por su hija Ann, decidió contratarlo. Por lo que Kai trabajaba medio tiempo con Doug, y el resto del día descansaba y paseaba por acá y por allá en el pueblo, por las noches dormía de igual manera en uno de los cuartos de la posada.

 Y fue ahí mismo en donde se conocieron….

•••••••

 

 Ese día Gray estaba especialmente deprimido, había presentado a su abuelo lo que creía era su mejor trabajo desde que había comenzado a ser aprendiz de herrero. Se trataba de una bonita pieza de joyería, el cual era un trabajo bastante delicado y difícil, por lo que le había tomado mucho tiempo y esfuerzo, pero al fin había terminado su broche y estaba muy contento y orgulloso por ello. Pero como de costumbre, su abuelo encontró miles de defectos y le dijo que era un trabajo mediocre y mal hecho. Por lo que el pelirrojo regresó muy triste ese día a su habitación en la posada de Doug.

  Hacía algunas semanas que Kai había llegado por primera vez al pueblo, pero nunca se habían hablado más que para saludarse, ya que compartían habitación, Kai por su parte estaba bastante ocupado trabajando y también algunas veces iba a ayudar a Gotz con la construcción de su restaurante, por lo que tampoco había hecho esfuerzo por hablarle a Gray.

 Pero ese día no pudo evitar notarlo, se veía tan triste y derrotado, que se sentó en la cama frente a él y por primera vez le habló directamente.

-¡Ey!  ¿Por qué esa cara tan triste? No te pega esa expresión afligida pelirrrojo, es mejor que cambies esa expresión-

-Lo siento, no estoy de humor- dijo Gray en un tono de voz muy bajo y ocultando su rostro bajo la visera de su gorra.

-¡Vamos anímate! ¡Ya sé! Espera aquí…- dicho eso el moreno salió de la habitación.

“Realmente no hay nada que pueda animarme en este momento…"

-¡Estoy de vuelta!- Kai regresó media hora después, Gray continuaba sentado sobre su cama y afligido. -¡Esto es para ti! Sé que levantará tu ánimo- Kai le extendió un plato de comida que olía más que deliciosa, era un tipo de comida que no se podía conseguir en el pueblo.

-G… Gracias…- Gray que por sobre todo era muy cortés aceptó el platillo, aunque no tenía ganas de comer, y no tenía idea de cómo comer eso le iba a ayudar a mejorar su ánimo.

-Verás que te gustará, cuando tenga mi restaurante puedes venir a comer esto y muchos otros platillos que sé preparar, ¡Te haré un buen descuento!-

-Sí, gracias…. ¿Montarás un restaurante?-

-¡Claro! Me encantó este pueblo así que decidí poner un local de comidas con los ahorros que tenía guardados, será un lugar pequeño y probablemente pueda ponerlo en funcionamiento hasta el año próximo pero ¡No importa! Es lo que he soñado hacer desde hace un tiempo y lo estoy realizando, por lo que estoy muy muy feliz.-

-Entiendo… ¡Tienes suerte! La verdad estoy comenzando a admirarte, ya desearía yo poder hacer cosas como esas…- Gray comenzó a comer y se percató de que el platillo estaba exquisito, y abría el apetito así que continuó comiendo mientras escuchaba todo lo que Kai le contaba. Resultaba ser que era un muy buen conversador, muy al contrario de él, pero eso era bueno, porque Gray se estaba distrayendo y no tenía que abrir la boca más que para comer, y Kai podía hablar sin parar.

-¿Qué me dices?¿Ya te sientes mejor?-

-No es por ser malagradecido, pero no creo que una comida pueda ayudarme con mi problema. Pero de todas formas muchas gracias… ¡Estuvo delicioso!- Gray intentó sonreír pero sin éxito alguno.

-¿Puedo saber cual es ese gran problema tuyo?-

-Bueno, es solo que mi abuelo nunca nota el esfuerzo que hago, nunca me alienta y siempre dice que lo que hago es mediocre, que no sirve y que nunca voy a lograr ser un buen herrero-

-¿Y es cierto eso? –

-¿Qué?-

-Te estoy preguntando que si es cierto que no sirves para nada-

-Bueno mi abuelo…-

-No estoy hablando de lo que tu abuelo piensa, eso ya lo dijiste, estoy preguntando ¿Qué piensas tú de tu trabajo?¿Realmente crees que es tan malo?-
-….No, yo estaba muy contento con lo que había hecho, en realidad…- Gray estaba un poco confuso con las preguntas de Kai, pero en ese momento, como para saber si estaba completamente seguro de lo que decía, sacó de su bolsillo el broche que había hecho y se lo mostró a Kai.

-¿Eso lo hiciste tú? ¡Es genial! Realmente eres hábil, te envidio. ¡Tu abuelo necesita comprarse unos anteojos! No entiendo como puede decirte esas cosas luego de ver este trabajo tan bueno-

-¿En serio crees eso?-

-¡Por supuesto! Y no es que te lo esté diciendo para hacerte sentir mejor, yo siempre soy muy sincero y créeme que si estuviera mal te lo diría enseguida-

-G… gracias Kai… En ese caso, me gustaría que lo tuvieras- dijo el pelirrojo entregándole a Kai el broche.

-¡Ey genial! Lo tomaré como pago por la comida ja ja ja-

-Bien…- El resto de la noche Kai y Gray continuaron conversando acerca de sus vidas. A Gray le cautivó de inmediato el hecho de que el moreno fuera una persona tan libre, sin dejarse llevar por lo que dijeran los demás, luchando por cumplir sus sueños. Quiso en ese momento llegar un día a ser un poco como él,  y una gran admiración surgió. Por su lado, Kai que no había notado que Gray era bastante interesante y atractivo, se percató luego que era perfecto para ser una de sus “presas”. Pero ese día ya habían entablado buena amistad por lo que decidió no arruinarlo y su jugada la haría al día siguiente.

 

•••••••••

-Ann, Gray se siente muy mal hoy así que es mejor que no subas a limpiar la habitación, estará cerrada de todos modos puesto que no quiere que nadie entre a molestarlo-

-Entiendo… Aunque no es bueno que se quede ahí solo…-

-¡No te preocupes preciosa, yo me encargaré de cuidarlo! Y si lo escuchas gritar o algo por el estilo, no te asustes, le haré un masaje especial que sé hacer para que los enfermos se recuperen, ¡Ya verás que quedará como nuevo!-  Kai tenía planes para esa noche, y se aseguró de cubrirse las espaldas para que nadie lo detuviera.

-Gray, no te asustes, pero esta noche nos divertiremos mucho…- dijo mirando al pelirrojo que realmente no estaba enfermo, mientras le ponía en cerrojo a la puerta.

-No entiendo a qué te refieres…- contestó Gray inocentemente.

-Tú solo no te resistas pelirrojo, te haré sentir cosas que nunca has experimentado en toda tu vida, y que dudo que vayas a sentir nunca algo igual- el moreno no perdió tiempo y se acercó peligrosamente a la cama de Gray.

-¿Sentir? No entiendo…- Gray no pudo continuar hablando ya que de inmediato sus labios fueron capturados por los de Kai, fuera de la enorme sorpresa que fue haber sido tan de pronto besado por él, también se trataba de su primer beso. Al ser un muchacho tan tímido, jamás había tenido el valor de acercársele a ninguna mujer, y mucho menos de besarla.

-¡¿Qué haces?!- preguntó asustado cuando logró liberarse, además de ser su primer beso, era un hombre el que estaba besándolo, como él venía de la ciudad, eso tampoco era algo que no conociera, pero jamás en su vida había pensado en besar a un hombre, o en su caso ser besado.

-Solo te voy a hacer sentir muy bien. Eres bastante mi tipo ¿Sabes? No es que yo sea totalmente homosexual, las mujeres me encantan también, pero no discrimino géneros ja ja ja- admitió sin vergüenza alguna. –Tú solo relájate y disfruta, tampoco intentes pedir ayuda que Ann cree que te daré un masaje y le dije que ignorara si le gritabas-

-….- Estaba atrapado, y no había nada que pudiera hacer al respecto.  Lo siguiente que supo fue que el moreno rápidamente se deshacía de cada una de las prendas que cubrían su cuerpo, dejándolo completamente desnudo. Su nívea piel le hacía agua la boca al voraz moreno que ahora ya se encontraba sobre él, recorriendo rápidamente con su lengua el torso del pobre y asustado aprendiz de herrero.

-¡Relájate! Ya  verás que si lo haces comenzarás a sentirte  muy bien-  Kai era todo un experto cuando se trataba de relaciones, tanto amorosas como sexuales, su diestra lengua daba atenciones especiales ahora a los rosados pezones del contrario, los cuales vírgenes hasta ahora eran sumamente sensibles a los estímulos que la cálida lengua les proporcionaba, por lo que ya se encontraban erectos. –Deliciosos…- murmuró el moreno para concentrarse en el pezón derecho de Gray, delineándolo con su lengua de manera circular lentamente, para luego succionar de igual modo, y poco a poco haciendo que el color rosado de este se intensificara.

Lo siguiente fue besar lentamente el cuello de Gray, dando pequeños mordiscos indoloros, causando que la piel de Gray respondiera de inmediato a semejante estímulo, enrojeciendo sus mejillas y jadeando un poco. Si bien le resultaba repulsivo estar dejando que un hombre le hiciera eso, no podía evitar que su cuerpo se sintiera bien y reaccionara de distintas maneras.

  Kai, quien no era una persona que perdiera el tiempo, le sonrió pícaramente, indicándole que no cerrara sus ojos ni se resistiera a lo siguiente que iba a hacer. Nuevamente bajó desde el cuello de Gray, lamiendo y dejando hilos finos de saliva a su paso, hasta llegar a la entrepierna del pelirrojo, quien no pudo evitar sentir que moría de vergüenza, se tapó el rostro con las manos a pesar de lo que Kai le había dicho y únicamente quedó a la espera de lo que seguía a continuación.

  El moreno comenzó a lamer con la punta de su lengua el miembro de Gray, quien a la primera lamida reaccionó con un espasmo, y un escalofrío recorrió su espalda ante esta nueva sensación. La ágil lengua recorría toda la extensión de su erección (ya que había comenzado a endurecerse) desde la punta hasta su nacimiento y de vuelta a la punta, en donde de cuando en cuando el moreno también daba pequeñas mordidas. Con su mano mientras tanto, Kai alcanzó el pezón izquierdo de Gray para no dejar su parte alta sin atenciones. Ante tales caricias el novato cuerpo del pelirrojo respondió enviando su semilla hacia el exterior, logrando salpicar el rostro del contrario con ella.

  Gray, muerto de vergüenza pero sintiéndose muy bien luego de haber llegado a su clímax, volteó a ver  a Kai quien se encontraba lamiendo alrededor de sus labios los restos del blanquecino líquido. A Gray esa escena le pareció sumamente desagradable.

-Vamos pelirrojo, no pongas esa cara, que dentro de poco tú comenzarás a disfrutar de este tipo de cosas también. Y no creas que todo termina aquí que aún no ha sido mi turno- al escuchar estas palabras Gray abrió sus ojos lo más que pudo, dejando ver el intenso color azul de sus orbes. ¿Qué mas podía pasar?¿Con su turno se refería a que lo obligaría a hacer lo mismo? Se preguntaba sumamente atemorizado.

  La siguiente acción del moreno fue algo que Gray no se esperaba, al ser totalmente ignorante de ese tipo de cosas. Kai había tomado sus dos piernas separándolas mucho y había comenzado a lamer su entrada muy lentamente, llegando a hacerle incluso cosquillas con la punta. Repasaba despacio con su lengua, mientras Gray sufría de contracciones al sentir el nuevo estímulo del que estaba siendo víctima. Luego de un rato, Kai decidió brindar atención a la nueva erección del contrario, introduciéndola esta vez en su boca, a lo que Gray contestó largando un ahogado gemido de placer, un placer que jamás había experimentado.

  Gray sentía su parte baja muy caliente, y el calor solo aumentaba mientras el moreno movía su cabeza hacia adelante y hacia atrás engullendo su miembro por completo una y otra vez. Gray ya no podía contenerse más y dejaba que los gemidos se le escapasen. Finalmente una vez más regó su esperma ahora dentro de la boca de Kai, quien lo saboreó y lo tragó enseguida.

 El aprendiz de herrero jadeaba y sudaba mucho, su mente ya se encontraba nublada por el placer y se sentía exhausto, pero el moreno no había acabado, después de todo “aún no había sido su turno”. A continuación, Kai tomó un poco de los restos de secreción con sus dedos y los dirigió a la entrada de Gray, lubricándola para luego comenzar a introducir uno de sus dedos lentamente.

  Gray dejó que un grito de dolor saliera, eso no se sentía para nada bien, y ahora estaba muy muy asustado, suponiendo ya a que era lo que Kai se refería con su turno. El moreno mientras tanto, se ocupaba de mover su dedo con lentitud preparando el cuerpo del contrario para recibir lo que venía a continuación, sacando su dedo para lamerlo y volverlo a introducir, repitió este proceso unas cuantas veces, mientras se deleitaba con los gemidos que emitía Gray, los cuales eran música para sus oídos. Finalmente, sacó sus dedos  y para remplazarlos por su caliente erección la cual pedía a gritos por atención.

 El pelirrojo sintió su cuerpo ser invadido, el enorme miembro del moreno se abría paso en sus entrañas, sentía que se desgarraría, el dolor era agudo mientras más el contrario lo introducía, y este solo aumentó en cuanto Kai comenzó a moverse cada vez más rápido en su interior, logrando un ritmo bastante rápido, con cada estocada llegaba más profundo, llegando incluso a tocar ese punto que le hacía arquear la espalda y gemir involuntariamente. Kai continuaba arremetiendo contra el contrario, cada vez más rápido, llegando también a jadear y dejar salir roncos y profundos gemidos, hasta que sintió la necesidad de aumentar mucho más la velocidad, para finalmente culminar derramando su caliente semilla en el interior de Gray, quien gimió largo y grave al sentir su interior ser llenado con el líquido.

  Ahora totalmente exhausto, el moreno se dejó caer sobre Gray, se aventuró a acercarse una vez más a sus labios y lamerlos para luego besarlo por última vez, lento y profundamente. Gray se encontraba llorando, pero ahora bastante cansado como para oponer resistencia alguna, y que en todo caso, ya había dejado que el contrario hiciera todo eso, no tenía sentido refutar su beso.

••••••••

 A partir de ese día, Gray se hizo bastante cercano a Kai, compartiéndole sus alegrías y tristezas, contándole acerca de sus preocupaciones, por extraño que sonara, Kai siempre tenía algo inteligente que responder, siempre podía contar con él para que le diera un buen consejo o le levantara el ánimo. Y Kai tampoco se quedaba atrás, sabía que también podía recurrir al pelirrojo para hablar cuando lo necesitara, siendo su único amigo varón en ese pueblo y en muchos otros de hecho.

 Y por supuesto, esa fue la primera vez pero no la última en la que se acostaron, lo repitieron varias veces a la semana el resto del verano, nunca por iniciativa ni por gusto de Gray, quien de hecho aún odiaba que Kai hiciese eso, y aunque llegara a disfrutarlo, sentía que estaba mal, y aún sentía un poco de repulsión hacia el acto. Pero jamás era capaz de resistirse, simplemente se resignó a que eso fuese algo parte de su cotidianidad  o como un pago a Kai por ser su amigo.

 El moreno dejó el pueblo ese verano, y Gray extrañamente sintió un gran vacío dentro de sí, que ni siquiera la dulce Mary con sus novelas, sus interesantes conversaciones, ni sus palabras de aliento podían llenar. Ese verano, Gray se había olvidado por completo de que estaba comenzando a enamorarse de esa jovencita, y aunque quiso que esos sentimientos regresaran, no pudo lograrlo.

 Un año pasó y Kai regresó a Mineral Town. Su radiante alegría y su calidez nuevamente llenaron el pecho de Gray quien tampoco había cambiado en nada. Y fue de esa manera que durante algunos años llevaron esa extraña relación apoyándose, aconsejándose y teniendo sexo, aunque fueran solo “amigos”.  Eran bastante íntimos en todo el sentido de la palabra, y tal vez esa relación que llevaban, era lo que a los dos les había impedido llegar a casarse, Gray sabía que Mary estaba muy interesada en él e incluso se sentía halagado y feliz por sus sentimientos. Por su parte Kai, había entablado una bonita relación con Popuri, la bella joven de la granja avícola.

 Pero ninguno de los dos se decidía a dar el siguiente paso con esas mujeres, por el simple hecho de que aunque no querían darse cuenta ni admitirlo, estaban profundamente enamorados el uno del otro.

 

Continuará….


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