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Medicina Experimental por Izuspp

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Notas del capitulo:

Hola hola!!! No puedo creer que ya lleve 8 capítulos de esta terriblemente mala y aburrida historia xD. Si están leyendo esto se los agradezco desde lo más profundo de mi corazón. Y para los que sufrían por los interminables capítulos sin acción, les tengo una buena y una mala noticia: la buena la verán en el capítulo, la mala es que faltan unos cuantos capítulos más para llegar a ver acción de verdad aquí (si saben a lo que me refiero xDD)


En fin,  mejor no adelantar mucho. Recuerden que todos sus comentarios son muy apreciados. Disfrútenlo!!! :D

Capítulo 8

Un segundo comienzo para el granjero

 

-¡En serio eres tan distraído Jack!- exclamó el Doctor, sonriendo tan vigorosamente como nunca. –De todas formas, este no es el momento ni el lugar para hablar de eso,  o al menos no a esta hora cuando todo ha acabado…-

-No entiendo a qué se refiere, si pudiera ser un poco más claro por favor…-

-Dije que este ya no es el momento para tocar ese tema Jack. Te veré a las ocho de la mañana frente al lago mañana. ¿Te parece?- el pelinegro rápidamente había vuelto a su estado de ánimo inexpresivo de siempre.

-Está bien, solo me pregunto  qué puede ser tan importante como para no poder hablarlo cuando sea…- se le escapó decir.

-¡Los citadinos son tan desesperados! Debes aprender que hay un momento y lugar para todo- sermoneó el mayor.

-Entiendo, entiendo… No tiene que regañarme tampoco Doctor…-

-¡Entonces te veré mañana Jack! No llegues tarde, y también puedes ir sin comer, me gustaría que desayunáramos juntos luego de nuestra charla.- dicho esto el hombre se despidió de Jack con un gesto educado y subió por las gradas de piedra hasta desaparecer de la vista de Jack.

El granjero quedó atónito, por más que le daba vueltas al asunto no se le ocurría nada que el Doctor pudiera  hablar con él que fuese tan importante como para haberlo invitado a ese festival solo para contárselo. Y de todos modos ¿Qué demonios les pasaba a todos allí? ¿Ahora él iba a ser el confesionario de todos? Primero tuvo que escuchar a Kai, y para su desgracia el Doctor también tenía algo importante que decirle y se lo perdió por ser tan tonto y no haber entendido al pelinegro.

 Nuevamente esa noche no pudo conciliar el sueño. Pensaba y pensaba pero no se imaginaba que iría a pasar al día siguiente. Luego Jack se quedaba pensando en lo apuesto que se veía el Doctor esa noche, moría de felicidad al hacerse la ilusión de pensar que el pelinegro se había arreglado tan bien solo para pasar el festival con él. Aunque luego se dio cuenta de que parecía una adolescente enamorada y descartó todas sus tontas ideas.

  Al día siguiente comenzó con sus típicas labores cotidianas, tenía bastante hambre, ¡pero por la diosa! Tenía la oportunidad de ir a comer con el Doctor y no la iba a desaprovechar. Acercándose la hora del encuentro el castaño se limpió y se cambió de ropa, a pesar de ser tan temprano ya se había ensuciado y había sudado luego de trabajar en el campo. Salió camino a la montaña, pensó que era un lugar extraño para encontrarse, pero de todas formas el Doctor era un hombre bastante extraño así que no era tan descabellada la idea después de todo.

  Finalmente el castaño llegó al lugar, el pelinegro ya se encontraba allí y miraba distante el lago, como si estuviera completamente perdido en sus pensamientos.

-¡Buen  día Doctor!- saludó Jack enérgicamente al llegar a su lado.

-Jack, ¿Cómo estás hoy?-

-Estoy muy bien, como siempre je je. ¿Qué hay de usted?-

-¡De maravilla!- contestó aunque su mirada no se apartaba del lago y ningún músculo de su rostro se movió ni un poco para al menos simular que se sentía como lo describía. El silencio reinó en ese momento, no había nadie allí salvo ellos dos, entonces Jack pensó que esa era la razón por la que quiso hablar allí, ninguna persona entrometida lo escucharía, fuera lo que fuera que le quería contar.

-Mmm ¿Doctor? ¿Pu-puede contarme que era eso tan importante que iba a decirme ayer?- preguntó Jack un poco nervioso. -¡Estoy aquí para escucharlo!- añadió entusiasta, para darle ánimos al hombre para hablar.

 El pelinegro suspiró y retiró su vista de las cristalinas aguas del lago para voltear a ver al menor. Clavó sus grisáceos orbes en la figura enclenque del granjero que tenía frente a sí e inexpresivo como siempre comenzó a hablar:

-Mi madre y mi padre fueron médico y enfermera. Cuando yo era pequeño ellos no tenían tiempo para estar conmigo, siempre me sentía muy muy solo, pero al mismo tiempo los admiraba porque ellos todo el tiempo trabajaban duro por el bien de todos en el pueblo. Sin embargo, juré que cuando creciera y tuviera hijos no sería igual que mis padres. Pensé en que les daría a mis hijos todo el tiempo que quisieran para que nunca llegaran a sentir la soledad por la que tuve que pasar…-  comenzó a relatar el hombre cuyo rostro comenzaba a mostrar un semblante sombrío y melancólico.

“Nunca creí que llegara a contarme este tipo de cosas…” pensaba Jack quien estaba sumamente sorprendido de que el Doctor comenzara a abrirse con él de esa forma, al punto de contarle algo tan personal. El castaño se preguntaba porque el Doctor estaba contándole todo aquello, pero no se animó a interrumpirlo para averiguar.

-Sin embargo, al crecer y convertirme en médico me di cuenta de que todo era distinto a como yo creía. Estando en esta profesión, tu tiempo no es tuyo en absoluto, tienes que estar atento a cualquier emergencia. Y más en un pueblo como este, donde  no tenemos demasiados adelantos médicos ni científicos, hay que mantenerse constantemente estudiando e investigando sobre cómo tratar las enfermedades de manera natural. Entonces me di cuenta de que no podría nunca cumplir con mi propia promesa. Si llegaba a tener hijos ellos pasarían el mismo abandono que tuve que soportar…-

-Doctor…- murmuró el castaño.

-Entonces me hice una nueva promesa: dedicarme de lleno a mi profesión y a las personas que dependen de mí. Y no enamorarme nunca, o al menos no de una enfermera, aunque cualquier otra mujer no haría la diferencia. Y hasta el día de hoy he podido cumplir mi promesa.  Estoy completamente consciente de los sentimientos que Elli tiene hacia mí, pero nunca podré corresponderla, tanto porque ella es una enfermera, como por la promesa que me hice y lo más importante, porque a pesar de que es una excelente persona, nunca llegaré a tener sentimientos por ella.-

-Eso, es un poco cruel para Elli…- murmuró Jack nuevamente.

-Lo sé, pero no se puede mandar en el corazón, simplemente no me obligaré a quererla solo para corresponder a sus sentimientos. No sería justo para ninguno.  Supongo que me obligué a mí mismo a ser incapaz de enamorarme o querer a alguien, me es difícil también expresar mis sentimientos de manera adecuada, y aunque los aldeanos me respetan mucho, no hay casi nadie a quien yo pueda considerar un amigo. Me sentía realmente afligido por todo esto, a estas alturas de mi vida no tener a nadie con quien conversar. Y en ese momento en donde me sentía realmente perdido, llegaste al pueblo Jack.- al decir esto, el hombre sonrió levemente, pero su semblante daba la impresión de que estaba recordando algo muy preciado para él.

-¿Yo?..-

-Sí- prosiguió el pelinegro, ante un asombrado granjero que no estaba entendiendo nada de lo que escuchaba. –Justo cuando pensaba que no tenía ni un amigo, llegaste tú, y eras una persona tan distinta de todos aquí, que simplemente pude abrirme contigo y tratarte como no he podido hacerlo con nadie más. Y comencé a sentir que realmente tenía un amigo, que podía llegar a tener alguien en quien confiar finalmente-

-Me alegra que piense eso Doctor, yo también lo considero como mi mejor amigo en Mineral Town, y creo que en el resto del mundo je je…- expresó torpemente.

-He ahí el problema Jack. Al principio no quería admitirlo, pero tú tienes “algo” que no sé explicar, y tampoco pude explicarme  lo siguiente que comencé a sentir, porque era algo que jamás nadie me había hecho experimentar, y aunque fuese en muy poco tiempo, me di cuenta que por vez primera en mi vida Jack, estaba enamorándome de alguien-

-¿Enamorándose? ¿Y de quién? ¿Y qué tiene que ver que seamos amigos?- cada vez más incógnitas se formaban en la cabeza de Jack quien no comprendía nada de lo que el Doctor le estaba diciendo.

-Sabía que eras lento de entendimiento Jack, pero no que era tan serio tu problema…- Jack no supo si estaba haciéndole una broma, burlándose de él o diagnosticándolo, puesto que el hombre no daba expresión alguna como de costumbre. – Sé que te va a parecer una locura, pero Jack, escúchame bien que no lo repetiré dos veces y quiero que lo entiendas…-

-Lo escucho…-

-Estoy, muy seguro de que la persona de la cual me he enamorado eres tú.-

-……..-

-Sé que en cierto modo es algo que te puede parecer repugnante tal vez, o que no es natural. Yo mismo no me lo explico, pero estoy convencido de mis sentimientos.- por vez primera Jack pudo ver la pálida piel del Doctor tomando un exquisito tono rosa al sonrojarse producto de las palabras que estaba diciendo, al parecer le estaba costando bastante declararse aunque no lo demostrara. Por su parte Jack no podía creer lo que escuchaba, todo era tan surreal, quería asegurarse de que no era uno de sus extraños sueños de siempre, pero su mano no se movió para poder pellizcarse o algo. Estaba inmóvil, mudo y con los ojos muy abiertos.

-Disculpa que te diga todo esto Jack, pero no pude resistirlo más. Tenía que contártelo y sacarlo de mi mente. Te confieso que tenía planeado hacerlo ayer, y cuando me contaste que estuviste con Kai me puse bastante triste pero a la vez me alegré al pensar que si no tenías problema en estar con un hombre tal vez llegaría mi oportunidad, luego dijiste que era solo un amigo, y al reaccionar de esa forma me di cuenta de que estaba siendo un tonto infantil y que mis sentimientos nunca serían correspondidos. Solo quería contártelo, porque a pesar de todo eres la única persona a quien puedo llamar amigo en este lugar o en cualquier otro Jack.-

-Y-yo…-

-Solo te pido que no me odies, sé que puede parecerte de muy mal gusto y tal vez nunca me vuelvas a ver del mismo modo. Te pido que no me…- el pelinegro no pudo terminar su oración puesto que Jack, en un impulso se lanzó sobre él rodeando su torso con sus brazos, atrapando al Doctor en un fuerte abrazo. -¿Jack?- el mayor estaba anonadado y confuso con respecto a la reacción de Jack.

-¿Cómo podría odiarlo Doctor? ¡¿Cómo podría siendo que usted es la persona más importante en mi vida?!- el castaño nuevamente obedeció a su naturaleza impulsiva e impaciente y poniéndose de puntillas logró alcanzar los labios del mayor con los suyos, profiriéndole de ese modo sus sentimientos hacia él. El pelinegro sorprendido no reaccionó hasta segundos después, correspondió el beso durante poco tiempo, para luego apartar a Jack y quedársele viendo de manera interrogativa

-Le estoy diciendo que yo también estoy enamorado de usted Doctor… No quería decirlo porque usted nunca me correspondería y tenía miedo de que me dijera que era una “loca idea citadina” o algo así, pero por lo visto usted es más valiente que yo y eso me alegra mucho-

-Di- disculpa Jack- el Doctor titubeó por vez primera en todo el tiempo que Jack tenía de conocerlo.  –Es solo que esto cambia totalmente toda mi idea de lo que pensaba que iba a pasar de ahora en adelante- calculador por naturaleza el Doctor ya había planeado las acciones a tomar dependiendo de las diferentes reacciones que Jack podría llegar a tener luego de su confesión, pero jamás se planteó el hecho de que este estuviera sintiendo lo mismo por él.

-Pero de todas formas, ¡Es perfecto! ¿No lo cree así? Yo nunca había sentido tanta felicidad en mi vida…-

-Creo que puedo decir lo mismo Jack, pero esto solo lo hace más trágico…- la sombría expresión volvió al rostro del mayor.

-¿Por qué? – Jack no comprendía por qué el otro hombre no estaba a punto de lanzarse al lago de felicidad justo como él estaba sintiéndose en ese momento.

-En un pueblo como este, una relación de ese tipo no puede entenderse Jack-

-Pero… ¿Qué hay de Kai? A él nadie le dice nada…-

-Eso es porque nadie por aquí siente que Kai es parte del pueblo. Todos lo ven solo como un excéntrico que se queda durante unos cuantos meses al año y eso es todo. Pero el que dos hombres tengan públicamente una relación como esa, intentando que sea normal para los demás, es algo imposible Jack…-

-No pero… Es que no puede ser… Ahora que estaba tan feliz… ¡Es que, escuché al fin las palabras que durante tanto tiempo creí que nunca llegaría a oír! Esto no puede quedarse así Doctor… ¡Simplemente no puedo aceptar el que los dos tengamos ese tipo de sentimientos, y que solo por los demás no podamos estar juntos!- los ojos del castaño se inundaron de lágrimas, no podía creer que la euforia de hace unos instantes se convirtiera en una miseria tan profunda.

-Entiendo cómo te sientes Jack, yo mismo no puedo creer que tú sientes lo mismo por mí. Pero este es un pueblo muy pequeño, y yo soy el único Doctor que hay por aquí…- al ver que sus palabras solo hacían que el llanto de Jack acrecentara, el pelinegro fue esta vez el que estrechó al granjero entre sus brazos. –Está bien, lo haremos al modo citadino…-

-¿Q-que?-

-Te estoy diciendo que intentemos esto, hasta donde podamos, hasta donde seamos capaces de guardar apariencias frente a los demás…-

-¿En serio?-

-¿Alguna vez he dejado de ser serio en lo que digo?- dicho esto, ahora fue el Doctor quien aprisionó los labios contrarios en un dulce beso, queriendo con este transmitirle confianza y que Jack se diera cuenta de que estaba siendo muy serio en su proposición y es que ¿Acaso no tenía derecho a intentar ser feliz ahora que había encontrado a la persona que amaba? La diosa había sido demasiado generosa al enviarle a Jack a ese pueblo, al enviar a la persona capaz de sacarlo de su soledad. Ya les había dedicado su vida a los aldeanos y era hora de comenzar a pensar en él mismo.

- G-gracias… prometo que daré lo mejor de mí para que nadie nos descubra…- el castaño limpió sus lágrimas y sonrió nuevamente. Tan repentino cambio de emociones le había dado un poco de dolor de estómago lo que le hizo recordar…-Espero que realmente no haya desayunado Doctor, porque yo no lo hice y muero de hambre je je je-

-¡Pues vamos a desayunar!- el pelinegro se sorprendió de lo enérgico que era el granjero, pensaba en que su vida iba a ser a la mar de interesante de ahora en adelante. Ese día cuando se levantó no se hubiera podido imaginar que las cosas iban a salir de ese modo. Pero sin embargo nada era color de rosa, estaban metiéndose en algo muy serio y todo sería justo como cuando creaba sus medicinas: experimentar y ver qué pasaba. Ahora probarían suerte y si alguien los descubría, solo la diosa sabía que podía ocurrir después.

 Ya en el restaurante de Doug, Jack pidió huevos revueltos, tostadas con mantequilla, y jugo de naranja para ambos. Ann y su padre además de los demás que estaban en la posada, estaban muy muy sorprendidos de ver al Doctor allí, ya que casi nunca salía de la clínica, era aún más extraño verlo en la posada, ¡y desayunando con el torpe de Jack!, eso era ya motivo suficiente para llamar la atención de todos.

 El Doctor pensaba en que habían comenzado esa relación con el pie izquierdo, aunque tal vez todos se lo tomarían como que al fin había encontrado a un buen amigo, de momento  no había razón para alarmarse y creer que de inmediato todos iban a adivinar qué era lo que tenían esos dos.

 Desayunaron tranquilamente, el Doctor no podía evitar sentirse feliz al ver el iluminado rostro de Jack, a quien le era imposible ocultar sus sentimientos. Ahora que lo pensaba él mismo había sido un gran estúpido al no darse cuenta de los sentimientos de Jack. Probablemente estaba tan ocupado pensando en su desgracia que no podía enterarse de lo que estaba pasando en realidad. Por su parte Jack, aunque sentía que iba a estallar de alegría, sentía un poco de temor, puesto que, a como era el Doctor de inexpresivo, no podía darse cuenta si estaba realmente feliz con todo eso, incluso tenía temor de que estuviera enfadado y que hubiera sentido que llorando lo obligó a arriesgarse de esa manera.

-Gracias por aceptar esto Doctor, sé que ha de ser muy difícil para  usted…-

-Es difícil, ¡pero vale la pena! Y después de todo, fui yo quien inició con esto en primer lugar. Pero Jack…- el pelinegro se acercó a Jack a murmurar a su oído como ya lo había hecho en un par de ocasiones. –Deja de ser tan formal conmigo, y por favor llámame por mi nombre también-

-A-aah…- el color subió rápidamente a las mejillas de Jack, no por el hecho de la petición del Doctor, sino porque no hallaba la manera de decirle que no tenía la más mínima idea de cuál era su nombre. ¿Cómo era posible que no supiera ni como se llamaba la persona que amaba? En ese momento se sintió patético.

-No tienes que ponerte así.- como si pudiera ver a través de él y saber exactamente lo que estaba pensando, el pelinegro se acercó una vez más. –Mi nombre es Trent…-

-T-Trent…-repitió el castaño en un tono casi inaudible. Pensaba en que era un nombre que le iba muy bien al mayor, firme y serio, justo como su personalidad. –Creo que me será un poco difícil llamarlo por su nombre, pero lo intentaré je je-

-También puedes dejar de tratarme de “usted”- añadió el pelinegro para empeorar la situación.

-E-eso, va a ser mucho más difícil Doctor…-

-Tómate tu tiempo Jack, aunque espero que no te incomode si en algún momento comienzo a llamarte “amor”- le dijo nuevamente al oído, lo que hizo que la cara de Jack tomara el color rojo más vivo que hubiese mostrado nunca. El Doctor comenzó a reír quedo, y unos segundos después Jack se unió a su risa, pensaba en que de ahora en adelante el pelinegro iba a cambiar mucho, tal vez poco a poco dejaría por completo de ser un hombre inexpresivo y serio y comenzaría a ser bromista, alegre y amoroso. Eso le hacía muchísima ilusión a Jack.

-Bien, creo que es hora de irnos, yo pagaré la cuenta esta vez Jack, sé que el dinero no te sobra-

-Bien…- Jack sabía que no ganaría nada contradiciendo al Doctor y además, era cierto que necesitaba ahorrar todo el dinero que pudiese.

Los dos hombres salieron de la posada y como quedaba cerca, Jack acompañó al Doctor a la Clínica.

-Bien Jack, espero que pases un buen día-

-¡Usted también!-

-Por cierto, será lo mejor si no te pasas por aquí pronto, creo que una semana será suficiente para guardar apariencias, sería muy extraño si de un pronto a otro comenzamos a vernos todos los días- sugirió el pelinegro seriamente.

-Pe-pero… de acuerdo…- el castaño no tenía nada que objetar, era mejor seguir los consejos del Doctor al pie de la letra a fin de no arriesgar lo que estaban comenzando y además, él conocía a la gente del pueblo y sabía cómo manejarla. –Entonces lo veré en una semana…- dijo sin lograr ocultar su decepción en absoluto.

-Jack…-

-¿Hmm?-

-Te quiero…-

-…….- El pelinegro entró a la clínica dejando a Jack paralizado frente al lugar. Preciosas palabras acababan de escuchar sus oídos, se aseguraría de no olvidarlas nunca, se aseguraría de atesorar durante el resto de su vida aquella dulce frase que era capaz de parar su corazón por unos instantes.

  El granjero regresó a su casa pensando durante todo el camino en lo que recién había ocurrido. No podía creerlo aún pero era tan real, real como esos extraños enanitos, definitivamente lo mejor que pudo haberle pasado en la vida era haber llegado a ese mágico lugar. No tenía idea de qué iba pasar de ahora en adelante, pero fuese lo que fuese continuaría esforzándose y mucho más porque ahora tenía una razón más grande para quedarse en ese pueblecillo.

Casi al llegar a su granja, Jack pudo ver dos personas que tomaban el camino hacia la granja avícola, al ponerles atención logró darse cuenta que eran nada más y nada menos que Gray siendo halado a la fuerza por Kai.

-¡Vamos pelirrojo! Estoy a punto de marcharme en unos días, tenemos que divertirnos un poco más ja ja ja-

-Pero Kai, de verdad que tengo cosas que hacer… ¡Déjame ir por favor!-

Al notar esa penosa escena y en las condiciones de humor en las que se encontraba, brotó de Jack una nueva valentía, rápidamente se acercó a la pareja y tomando a Kai por el brazo pronunció confiado sus palabras:

-Déjalo Kai, ya te ha dicho que no quiere ir contigo- el pelirrojo  con los ojos abiertos a más no poder, dirigía su mirada de Jack a Kai una y otra vez, mientras que el moreno por su parte también se sorprendió, más en unos instantes volvió a su pícara sonrisa y comenzó a reír a carcajadas.

-¡No te pongas celoso Jack, si quieres podemos jugar los tres juntos!-

-N-no gracias… Gray tiene que venir a mi granja a llevarse unas herramientas así que déjalo trabajar por favor…-

-Mmm haberlo dicho antes…- el moreno se encogió de hombros y soltó a Gray. –Pensé por un momento que te unirías a la diversión… ustedes son unos adictos al trabajo ¿sabían? Pero en fin, espero que podamos jugar otro día antes de que deje el pueblo.- Kai les sonrió de una manera extrañamente dulce y salió del lugar.

-Jack… yo…-

-No tienes que agradecer Gray, te la debía por haberte dejado abandonado la otra vez-

-…….-

-¿Te gustaría venir a mi casa? Realmente tengo algunas herramientas que me gustaría que revisaras- Jack mentía, pero pensaba que era buena idea llevar a Gray a su granja por si a Kai se le ocurría regresar a comprobar si estaban trabajando, además, desde la última vez que se vieron, tenían Gray y él una charla pendiente.

-Bien…-

 

 

Continuará…….

Notas finales:

No me maten!!! ;O; planeé tanto esto que al final me salió horrible T^T...
Y también, con respecto al nombre del Doc, tenía planeado que le llamara Tim, puesto que mi primer Harvest Moon fué Back to Nature, y ahí el Doctor se llama Tim y le echa todo ese discurso de enfermeras y Doctores a Jack, obviamente la última vez que leí ese discurso no sabía nada de inglés por lo que no entendía mucho y también fue hace como 8 años por lo que no recuerdo bien como era, así que yo me lo inventé a mi conveniencia xDUu
De todas formas no quedé satisfecha con el capitulo.... Lo compensaré en el futuro!! lo prometo T^T

Gracias por leer!! :D


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