-¡Goten! ¡Goten abre la puerta! Por favor ¡Goten, Goten!
En su habitación, Goten sintió el ruido y se despertó, había dormido toda la noche, pero entre sollozos y siempre que pasaba eso le costaba levantarse por la mañana, y este día estaba especialmente triste, aunque con lo despistado que es no recordaba por qué, bajó las escaleras hasta la puerta -¿Por qué hacen tanto ruido? – murmuró mientras se rascaba su cabeza alborotando aún más su cabello
Trunks por su parte estaba tan angustiado de que algo le hubiera pasado a su chico que decidió empujar la puerta, dio unos pasos atrás y se abalanzó contra la puerta, justo el momento en que Goten abría…
- AHHH! – gritaron al unísono mientras caían
-¡Auch! – Se quejó Goten con los ojos cerrados, se había golpeado su trasero al caer - ¿Qué te pasa?
Trunks estaba con la mente en blanco y sus ojos muy abiertos: estaba encima de Goten, a unos cinco centímetros de sus labios, todo su cuerpo estaba en contacto con el cuerpo de Goten, si no hubiera puesto la mano en el momento adecuado… lo habría besado. El pelinegro abrió los ojos y se sorprendió al ver a Trunks tan cerca, un suave rubor apareció en sus mejillas -¿Qué es esta sensación? –pensó y desvío la mirada sintiéndose confundido
- puedes quitarse de encima mío, por favor – no era una pregunta, era una orden, parecía molesto por algo
- eh? C-claro – Trunks se quitó inmediatamente, miró fijamente las mejillas de su amado pelinegro -¿acaso está ruborizado? – Pensó - ¿será por mí? – y su corazón saltó de alegría, pero nuevamente lo ignoró, ya no quería sufrir más, no quería hacerse ilusiones
Goten se había puesto de pie, molesto
-¿Qué haces aquí? – preguntó mirándolo desafiante, y entonces recordó lo que había pasado ayer, el cómo lo había dejado solo, diciendo adiós como si fuera la última vez que se verían, volvió a sentir ese dolor y desolación, las lágrimas aparecieron en sus ojos, Trunks se dio cuenta y trató de acercarse para consolarlo, pero
-¡Eres un idiota! – Estalló, lanzándole un cojín al rostro, dejando a Trunks asustado por la reacción de su amigo - ¡me dejaste solo! – Continuó y las lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas sonrosadas - ¿en qué estabas pensando?... creí que nunca volverías a verme… creí que me odiabas… - y bajó la vista, avergonzado de cómo actuaba. Trunks no sabía que pensar, la confusión era mucho mayor ya que no podía dejar de pensar en lo lindo que se veía Goten con las mejillas rojas, pero no pudo seguir viéndolas ya que Goten le dio la espalda
- Lo siento – murmuró – no sé lo que me pasa…
Y en verdad no sabía, un mar de preguntas se agolpaban en su mente y la confusión era cada vez mayor:
- ¿Qué es esto? ¿Por qué me siento así? ¿Acaso es Trunks quien me hace sentir así? – y sus mejillas se ruborizaron mucho más - Pero eso no puede ser… es… es incorrecto… él es un chico… solamente estoy confundido, es solo eso… pero entonces ¿Por qué me duele el corazón aceptarlo?... ya deja de llorar - se dijo, limpiando sus lágrimas- él es tu mejor amigo – y entonces reaccionó – “amigo” – pensó – esa era la palabra que estaba de más, la que no quería aceptar nunca más… - Te amo – escuchó decir tras de sí, se asombró tanto que giró la cabeza sin pensar y miró a Trunks con los ojos muy abiertos…
- Te amo – repitió Trunks, sin rodeos esta vez, dejando de lado el romanticismo, fue directo y sincero, sus mejillas estaban coloradas pero no dejó de mirar a Goten, por muy nervioso que estuviera, sabía que Goten entendería sí o sí, lo que le preocupaba era su respuesta, si lo rechazaba su amistad de años se destruiría por dos simples palabras, pero ya no lo aguantaba más, no podía seguir escondiendo sus sentimientos ni mucho menos ignorándolos, se quedó ahí, de pie, esperando la reacción de Goten, “su” Goten.
Goten se quedó ahí, con los ojos muy abiertos mirando al que por años había sido su mejor amigo, sus palabras resonaban claras en su mente “te amo” “te amo” “te amo”, cada vez que lo repetía su corazón latía con más fuerza y más emocionado, tanto que sin quererlo y sin entender muy bien la razón se puso a llorar. Trunks lo miró, y creyó entender su reacción, cerró los ojos, triste, tratando de no ponerse a llorar, al menos no frente a él y se dispuso a salir lo más rápido posible de ese lugar, pero algo lo detuvo, se volteó y vio a Goten, más dulce de lo que nunca lo había visto: se veía más pequeño de lo usual, con sus mejillas sonrosadas y las lágrimas cayendo incontrolables por su rostro, con su mano izquierda trataba inútilmente detener su llanto y con la otra sujetaba la manga de Trunks para evitar que se fuera
-¿G-Goten?
- Yo también te amo, Trunks – dijo entre sollozos. Trunks se lanzó sobre él, abrazándolo con todas sus fuerzas, estaba más feliz que nunca, su Goten lo amaba y ahora que lo sabía nunca lo dejaría ir. Goten correspondió el abrazo tímidamente
-Trunks - murmuró y lo apartó un poco de sí
-¿Qué pasa? – se preocupó al sentir como Goten lo apartaba
- yo… te amo, pero aun estoy muy confundido y me cuesta un poco aceptarlo – dijo alejándose de él y sentándose en el sofá de la sala. Trunks lo miró y sonrió cálidamente
- está bien – contestó – iremos despacio, al ritmo que te sea más cómodo, ¿te parece? – mientras se sentaba al lado de Goten
- de acuerdo – sonrió Goten, ofreciendo su mano a Trunks, éste la cogió con ternura y solo entonces se dio cuenta:
- ¡Goten, estás empapado! – la camiseta blanca de Goten estaba bañada en un líquido de tono naranja y ni siquiera él se había dado cuenta
- ah – dijo tranquilamente – creo que fue porque me quedé dormido en el piso junto con los vasos de jugo, de seguro los boté mientras dormía y por eso estoy todo mojado
- tienes que quitarte la camiseta – dijo Trunks alarmado - ¡te puedes enfermar!
Goten se asombró un poco ante esas palabras y miró hacia el frente, dibujando una gran y pícara sonrisa en su rostro volvió a mirar a Trunks, arqueando una ceja
- ¿Qué? - preguntó sin entender porque Goten lo miraba así
- Dijiste que iríamos despacio – y Trunks asintió – pero ya quieres que me quite la ropa – continuó Goten divertido. Trunks se puso muy rojo y avergonzado
- no, no me refería a eso, no me malinterpretes, por favor – dijo alarmado, no quería que su Goten pensara que solo lo quería para “eso”
- Está bien – dijo Goten poniéndose de pie, y poniéndose justo enfrente de Trunks, comenzó a quitarse la camiseta, cuando terminó se la tiro en la cara de un boquiabierto Trunks que no podía creer lo que estaba pasando: estaba en el paraíso, esto era mucho mejor que Gotenlandia, porque era real, y además que por fin veía el torso de Goten, después de mucho tiempo y vaya que había cambiado, estaba mucho más sexy que antes
- ¿Y? – preguntó Goten mientras sonreía divertido de la expresión del pelilila
Trunks no pudo aguantarlo más y tomó a Goten del brazo y lo jaló hacia sí, besando esos labios que tanto había deseado, de forma muy apasionada y salvaje, metiendo su lengua y mordisqueando un poco, Goten se apartó lo más rápido que pudo de él y se cubrió los labios, asustado. Trunks no entendía porque había hecho eso
-¿Qué…? – empezó a decir, pero Goten lo interrumpió
-¡Era mi PRIMER beso! – gritó alarmado
- ¡Ay no!, Goten lo siento, yo nunca hubiera querido que tu primer beso fuera así, lo lamento, en serio – y agregó – yo creí que ya habías besado a alguien, ya que has salido con muchas chicas
- que salga con muchas chicas no significa que me besuquee con todas – explicó bastante decepcionado de que su primer beso fuera así: sin control y sin haberlo previsto, miró a Trunks quien estaba muy alarmado y sonrió, lo único que le agradaba es que había sido con él. Se abalanzó sobre su chico y comenzó a besarlo, Trunks se dejó llevar de inmediato, Goten se sentía bastante incomodo, ya que él estaba de pie mientras que Trunks estaba sentado en el sofá, así que inocentemente se sentó sobre él con las piernas abiertas para estas más cómodo, eso hizo que Trunks se ruborizara al máximo y un escalofrío, el peor de su vida, le recorriera la espalda hasta llegar a su entrepierna, no pudo contenerse más y comenzó a besar apasionadamente a su inocente niño, en los labios, bajando por el cuello, mordiendo su hombro, Goten sintió un calor insoportable en todo su cuerpo, en especial en su entrepierna, donde algo comenzaba a despertar, sintió lo incomodo que era sentir la camisa de Trunks contra su cuerpo así que la quitó de un tirón, los botones saltaron por todas partes, Trunks se sorprendió de que Goten hiciera eso y lo quedó mirando:
- Quiero que me hagas tuyo – murmuró ruborizado y mordió la oreja del pelilila tal y como había hecho el día anterior.
Esas palabras y mordisco hicieron que Trunks perdiera por completo la razón, de un movimiento acostó a Goten en el sofá, se puso sobre él y comenzó a besarlo, lamerlo, morderlo, en su cuello, sus hombros, su pecho, se detuvo un poco cuando llegó a sus tetillas, se puso a lamerlas delicadamente, mientras Goten lo abrazaba con fuerza y se retorcía de placer, en el momento en que el pelilila mordió un poco su tetilla, Goten tuvo su primer gemido lo cual hizo que Trunks se sonriera entusiasmado, comenzó a bajar por su pecho, lamiendo y chupando, dejando su marca en cada lugar, los gemidos de Goten eran cada vez más altos, cuando de repente Trunks se detuvo y lo quedó mirando con deseo, Goten no entendía porque se había detenido, quería que siguiera, su cuerpo se lo pedía
-s-sigue por favor – rogó con la respiración agitada
Trunks no tuvo que oírlo dos veces, pero en lugar de seguir besándolo, arqueó una ceja y le bajó los pantalones al pelinegro, incluyendo los bóxers
- ¡guau! – murmuró sin quitar la vista ni un segundo del miembro de Goten, haciendo que éste se pusiera muy nervioso – estas muy bien dotado – y terminó de quitarle los pantalones. Goten estaba digno de una postal, se veía tan tierno, al estar ahí desnudo, nervioso y ansioso y bastante asustado, por suerte su chico de cabellos lilas se dio cuenta:
- no te preocupes… seré suave – lo reconfortó y Goten asintió como toda respuesta…
Trunks se abalanzó sobre su miembro, comenzó a lamer la punta, suavemente, mientras escuchaba atentamente los gemidos de su chico que lo hacían ponerse cada vez más excitado, de pronto y sin miramientos se metió todo el miembro de Goten a su boca
-¡AH! – gimió Goten abriendo los ojos, sorprendido y excitado al máximo, nunca había sentido eso antes, Trunks succionaba su miembro rápidamente, humedeciéndolo con su lengua, eso hacía que se pusiera cada vez más duro, si seguía así se correría en cualquier momento, pero no podía decirle que parara, era demasiado el placer que le hacía sentir, afirmaba la cabeza de Trunks con fuerza contra sí y con la otra mano se sujetaba del sofá, tanto que ya lo estaba rompiendo. Ya no pudo aguantar más ese delicioso placer que Trunks le hacía sentir y se vino en su boca, arqueando la espalda y gimiendo muy fuerte, su respiración agitada se empezó a regular poco a poco.
Trunks quitó de su boca el miembro de su amado, lo quedó mirando con una sonrisa tierna y se tragó su esencia, lo cual sorprendió a Goten y se sorprendió más cuando Trunks se tiró encima de él y lo besó aun con el sabor de su esencia en los labios.
Al sentir al pelilila encima Goten volvió a sentirse excitado, y bastante molesto: Trunks aun llevaba puestos sus pantalones y lo que más quería Goten en ese momento era sentir su entrepierna contra la de su amado y sexy chico. Con frenesí lo apartó de encima y rápidamente le bajó los pantalones, revelando el excitado miembro de Trunks, se agachó y se quedó largo tiempo mirándolo, acercó su dedo, curioso, y tocó la punta, haciendo que el nerviosismo de Trunks aumentara, sostuvo con firmeza el miembro y comenzó a masturbarlo, primero lento, asegurándose de que Trunks lo disfrutara, y luego más rapido, escuchando los suaves gemidos que el chico pelilila daba, Trunks ya estaba muy excitado y sin pensarlo se corrió, dejando el rostro de Goten empapado con su esencia, empujó a su chico contra el sofá y lamió todo el viscoso líquido que tenía en la cara, mientras su miembro se frotaba contra el de Goten volviéndose a excitar. Lo único que Trunks quería era estar dentro del pelinegro, con firmeza volteó a Goten, él no sabía muy bien lo que Trunks iba a hacerle, pero instintivamente levantó su trasero, Trunks se puso a acariciarle las piernas con una mano y con la otra lo masturbaba, con fuerza, haciendo que los ojos de Goten se pusieran llorosos, acarició sus glúteos y sin previo aviso metió un dedo. Goten se sorprendió, una lágrima rebelde corrió por su mejilla y apretó los dientes con fuerza reprimiendo un gemido que al final no pudo evitar cuando Trunks metió el otro dedo y comenzó a moverlos. Le dolía y era una sensación muy extraña, aunque se apaciguaba al sentir cómo Trunks lo masturbaba, cuando ya se había acostumbrado un poco a sentir el movimiento de los dedos del pelilila, éste los quitó y acercó su miembro a la entrada de Goten, éste entendió en un instante lo que Trunks iba a hacer, sería mucho más doloroso que sentir sólo los dedos, pues Trunks estaba muy bien dotado, se tensó de sólo pensarlo
-Tranquilo – murmuró Trunks acariciando su espalda, presionando a la vez contra la entrada de Goten, metió la punta lentamente, ignorando las quejas y el dolor de Goten, esperó un poco y de un momento a otro y de una sola vez introdujo el resto de su miembro, haciendo que Goten quedara en shock durante una milésima de segundo para luego dar el grito más fuerte y gutural de su vida, su cuerpo se estremeció y cayó contra el sofá, con su rostro bañado en lágrimas por el dolor. Solo entonces Trunks reaccionó, se asustó de ver a Goten en ese estado, quería que disfrutara al máximo su primera vez, no hacerlo sufrir, acarició su rostro suavemente
-¿e-estas bien? – preguntó con recelo, no queriendo escuchar la respuesta
- mmphhh… s-si – contestó Goten con voz ahogada
-¿quieres que pare?
-… n-no… por favor… ah… s-sigue
Trunks empezó a moverse con lentitud esta vez, atento a cualquier signo de dolor de Goten, como él no decía nada comenzó a moverse cada vez más rápido, Goten apretó un cojín del sofá, Trunks siguió moviéndose y a la vez masturbando a su chico, movía sus caderas rápidamente hasta que Goten gimió fuertemente esta vez, Trunks se detuvo pero no tuvo tiempo de preguntar
-sigue – ordenó Goten con un dejo de deseo en su voz
Trunks obedeció y su chico comenzó a gemir con mucho placer, sonrió al oírlo: había encontrado el punto exacto. Dejó de preocuparse mientras seguía moviéndose, penetrando a Goten como tantas veces lo había soñado, alucinando con los gemidos que por fin escuchaba y tocando ese miembro tan bien dotado, era tanto el placer que sentía que de un momento a otro se corrió dentro de su amado chico, presionándolo con fuerza hacia sí. Al sentir el líquido dentro de él, Goten no pudo aguantar más y se vino en la mano de Trunks, quien se salió del interior de Goten, con una sonrisa. Ambos jadeaban extasiados, Goten se levantó con dificultad y abrazó a Trunks, pero estaba tan cansado que se desplomó contra el sofá llevando a Trunks consigo, se besaron con pasión y ternura y se durmieron así como estaban, abrazados, desnudos, olvidando que los padres de Goten podrían llegar en cualquier momento, estaban felices y eso era lo único que les importaba.
Cinco meses después…
Trunks estaba concentrado estudiando en la biblioteca del instituto, mañana tenía exámen, pero no había podido estudiar por culpa de un pelinegro de hormonas alborotadas, por eso se había escondido en la biblioteca, lugar que sabía Goten no encontraría, de hecho dudaba que él supiera que existía una biblioteca en el instituto. Para su desgracia una respiración en su oreja lo hizo estremecer
- hola amor – sonrió alegremente Goten, sin preocuparle que alguien lo escuchara tratar de esa forma a su “amigo”
-¿Qué haces aquí? – preguntó un desesperado Trunks, ignorando las miradas curiosas que se posaban en él, al verlo tan cerca de Goten.
- vine a buscarte, hoy es un gran día – respondió alegremente el pelinegro.
-Goten – replicó algo triste – no puedo acompañarte, mañana tengo examen y no he podido estudiar porque tu siempre me interrumpes…
-pero han sido interrupciones exquisitas – contestó Goten arqueando levemente una ceja y sonriendo de forma picara. El rostro de Trunks se ruborizó un poco
-tengo que estudiar… además, no me has dicho cual es la gran noticia del día – replicó Trunks, en ese momento Goten sacó de su bolsillo un cartel:
“HOY: Gran Inauguración de la heladería más grande de la ciudad”
-me vas a decir que esa es la gran noticia… ¿una heladería?
-no es cualquier heladería – contestó algo enfadado el pelinegro – es la más grande de la ciudad y tiene sabores nuevos
- no voy a reprobar esta asignatura sólo porque tu quieres ir a comer helado – replicó Trunks con seriedad – y de nada servirá que infles tus mejillas, mis notas son más importantes que un simple helado – y volvió a concentrarse en sus libros, ignorando a un enfadado pelinegro, tanto que no notó una astuta sonrisa que se dibujaba en su rostro. De pronto sintió algo húmedo, algo húmedo en su oreja, el rostro de Trunks se puso rojo como un tomate: Goten le estaba lamiendo y mordiendo la oreja, e inevitablemente su cuerpo comenzaba a reaccionar
- me acompañaras a la heladería ¿verdad? – preguntó susurrando Goten, mientras mordía juguetonamente el lóbulo de su chico.
Trunks trataba de mantener la calma, pero un bulto muy notorio pedía atención en su entrepierna y si Goten seguía haciendo eso, perdería el control y le haría el amor allí mismo en la biblioteca. Se paró de su asiento respirando agitadamente
-e-esta… está bien – murmuró – iré contigo a la heladería – y tomando sus cosas salió rápidamente de la biblioteca.
Goten sonrió y salió alegremente tras su amado Trunks, a ese paso conseguiría lo que fuese, solo con tocar esas deliciosas y delicadas orejas.