La batalla en el santuario marino finalmente llego a su esperado final.. los santos de Athenea consiguieron de nueva cuenta salvar a su diosa y a toda la tierra de un trágico final que parecía inminente por parte del dios de los mares, quién finalmente fue sellado de nueva cuenta en la vasija de Athena, concediéndole una nueva victoria a los guerreros de la protectora de la tierra.
Pero.. es verdad?... Poseidón fue sellado por completo? el reino de los mares cayó rendido? eran las preguntas que carcomían el interior de la sirena más fiel de Poseidón: Siren, quién yacía en compañía de un muy silencioso Kanon, mientras miraba la vasija en la que estaba el dios del mar.. trayéndole recuerdos de la primera vez que liberó. Y devolviéndole la idea de abrir la vasija para que lo Poseidón cumpliera su venganza.. sin embargo aunque sabia que estaba dispuesto a seguir hasta el final a su señor sin importar su decisión, Siren dudaba si era una buena idea.. para ser franco Sorrento al saber que Kanon era el responsable del despertar del dios del mar, no estaba de acuerdo desde el principio en que su dios combatiera contra la joven Athena, pues al darse cuenta del gran poder y decisión de los caballeros de bronce para salvar a su princesa no quería; sobretodo, que se librara de nuevo una batalla que él consideraba inútil; al mismo tiempo que a su mente divagaron los recuerdos de sus fallecidos compañeros.
Mientras esos pensamientos invadían la inquieta mente de Siren, Kanon intentaba fallidamente de abrir la vasija, cuando estaba por rendirse de la nada un desconocido cosmo se hizo presente detrás de los restos del templo, consiguiendo que los guerreros se pusieran en guardia preparados para atacar de ser necesario, sin embargo la presencia al dar señales de no querer pelear contra los generales, estos bajaron su guardia sin descuidarse del todo. Este desconocido cosmo le pertenecía a un santo fantasma quién haciendo cortés reverencia se presento:
- por favor permitanme presentarme: soy Maya de la flecha, soy un santo fantasma enviado por mi señora..
- tu señora?- pregunto curioso Sorrento.
- Se puede saber caballero a quién es quién sirves?- pregunto ahora Kanon.
- Disculpen pero por el momento no puedo revelar la identidad de mi señora, lo que si les puedo asegurar es que ella está más que dispuesta a ayudarles a traer de vuelta a la vida a su señor- mencionaba Maya con un misterioso destello en la mirada.
- Revivir a nuestro señor Poseidón!?- exclamaron ambos generales marinos..
- Pero a cambio de qué?- intuyó Kanon imaginándose que a cambio de tan gran favor el santo contrario pediría algo igualmente valioso a cambio.
- Mhp.. eso lo sabrán después de que Poseidón regrese a la vida.. eso claro si aceptan el trato, ustedes tienen la decisión final: aceptan o no?- presionaba el santo fantasma para acelerar la respuesta.
- Esta bien, aceptamos- concluyó Kanon sin tomar en cuenta la opinión de Siren ante la atónita mirada del susodicho.. a lo que con una sonrisa socarrona el santo gira dándoles ligeramente la espalda a los presentes para inclinarse y mencionar
- Eris-sama.. han aceptado su oferta- cuando ambos guerreros escucharon ese nombre sintieron que por momentos el corazón se les detenía.. mientras que de las sombras y los escombros la figura de una mujer se dejaba ver ante los generales marinos..
- Así que.. ustedes son los generales de Poseidón que sobrevivieron a la batalla contra Athena y sus santos?- miraba la diosa fijamente a los impresionados jóvenes.
- De acuerdo, ahora que aceptaron mi trato.. voy a cumplir con mi palabra de traer a la vida a su dios- Dijo en lo alto Eris mencionando un conjuro que con un rose de su tridente a la vasija, el sello que Athena colocara con anterioridad perdiera todo su poder y que de la misma vasija un potente brillo seguido de ruidos estridentes invadieran el lugar.
Cuando alzaron la vista los generales marinos quedaron pasmados ante lo que sus ojos presenciaban, todo el templo marino se había restaurado por completo.. como si nunca hubiese dado señales de guerra en el mismo, y frente a ellos nada más y nada menos que Poseidón; ocupando de nueva cuenta el cuerpo del joven Julián Solo y vistiendo su respectiva armadura; cuya imponente presencia hizo temblar al más frío de sus guerreros, quienes le hicieron una reverencia en respeto a la presencia de su dios.
Al girarse para ver a quién lo había regresado fijo sus ojos en Eris, quien le regaló una malévola sonrisa de bienvenida.
Aunque todo les parecía tan repentino Poseidón recién revivido accedió a tener una pequeña reunión a solas con Eris quién iba a exponerle al dios de los mares sus planes de venganza contra Athena y sus santos, al mismo tiempo que le especificaba al dios de los mares qué era lo que ella esperaba a cambio de haberlo regresado a la vida.
Mientras tanto Kanon y Sorrento: por órdenes del dios de los mares decidieron esperar junto con Maya y los ya revividos generales marinos, reunidos junto con los santos fantasmas; protectores de Eris. Para conocer el acuerdo y los planes de los dioses para llevar a cabo su venganza contra quienes los vencieron tiempo atrás.
Cuando ambos dioses se presentaron frente a sus guerreros, sonriendo amplia y malignamente Eris fue quién hablo:
- santos fantasmas así como generales marinos: ustedes los guerreros presentes ante nosotros son considerados los santos más fuertes y fieles a nuestras ordenes, nuestro poder y nuestra sed de venganza nos ha dado una nueva oportunidad de vivir para tomar revancha sobre Athena y sus protectores.. a quienes les haremos pagar por su descaro al enfrentarnos- al mismo tiempo que Eris mencionaba esto en ella y en Poseidón se reflejo una mutua sonrisa que la única palabra que podía describirla era.. sádica..