Saori aterrada y Sorrento impactado; además de la igual impactada mirada de los malheridos santos, alcanzaron a ver la figura del responsable del ataque y quien ahora tenía a Shun; quién forcejeaba por liberarse de su agarre, en brazos: nada más y nada menos que el mismo Poseidón.
- Poseidón..- apenas podía pronunciar Saori..
- Athena… he venido a reclamar mi venganza- los azules ojos del dios marino se tornaron brillantes centelleando una poderosa energía que paralizo a los presentes incluso a la misma athena y lanzo un ataque directo de su gran poder contra ellos sin embargo antes de que el ataque los alcanzará la cadena de Andrómeda apareció y los protegió con la defensa rodante.
Con sus amigos a salvo Shun invocó el poder de la cadena cuadrada para zafarse de Poseidón consiguiendo a su vez herir al dios marino, provocando su furia. Cuando Shun se unió a sus amigos y recuperaron fuerzas los santos de bronce lanzaron sus mejores técnicas contra su atacante pero este los interceptó sin mucha dificultad, el dios sonreía arrogante al ver como los ataques de sus oponentes no eran nada ante él, pero antes de dar un paso una punzada de dolor lo detiene abruptamente, al mirar su armadura tenía una profunda abolladura en el abdomen, el dios estaba impactado no podía creer que simples caballeros lo hubiesen herido con un solo ataque que él juzgó débil, el dolor era tan fuerte en se momento que obligaron a la deidad a doblegarse frente a sus adversarios. Para los santos era la oportunidad para detener a Poseidón sin embargo los generales marinos aparecieron justo delante de ellos protegiendo a su señor y detrás de los santos de bronce los santos fantasma de Eris quienes ya tenían en sus manos a Saori amenazando con matarla, y no era la única: Seiya, Hyoga, Shiryu, Shun, e incluso Ikki y Sorrento estaban rodeados por un enemigo inmovilizándolos e impidiéndoles liberarse.
- vaya tardaron demasiado- reprochó Poseidón a sus generales
- mis más sinceras disculpas mi señor, respondía Kanon con una mueca hipócrita en el rostro mientras miraba fijamente a los santos y dirigiendo la mirada a uno en especial..
- Andrómeda, hemos regresado por ti, así que ven y permíteme guiarte de regreso al templo marino- ante el ofrecimiento de Kanon todos quedaron sorprendidos a que grado estaban dispuestos a llegar los malvados con tal de cumplir con su ambición.
- no lo hagas Shun, no creas en sus palabras- al ver que el peliverde titubeaba un poco Kanon hablo de nuevo:
- a menos que quieras ver morir uno a uno a tus amigos te sugiero que accedas a nuestra proposición-
- ¿¡que rayos pretendes Kanon!?- dijo Ikki con un tanto de dificultad por el agarre de Krista de Krisao.
-nada fénix… solo cumplir con los deseos de nuestros señores en devolvernos lo que nos pertenece- miro Kanon riendo al notar la cara de furia de fénix
-¡no!- exclamó Shun al momento,
- esta bien Kanon, hago lo que me pidan pero les ruego que no los lastimen.. déjenlos fuera de esto..- rogó el menor
-Hmp.. – deben estar agradecidos con su amigo, después de todo le importa muy poco su vida con tal de proteger sus patéticas vidas- sonrió malignamente Kanon.. Poseidón recuperado alzó su tridente y desplegó un potente ataque que dejo fuera de combate a athena y los santos, mientras al mismo tiempo el dios marino, los santos fantasma y los generales desaparecían dejando a los santos; a diferencia de la vez anterior, casi muertos y llevándose a Shun con ellos.
-de vuelta al templo marino-
Una impaciente Eris se hallaba dando vueltas molesta esperando el regreso de los santos y Poseidón, a punto de perder la paciencia su cosmo energía comenzó a notarse cada vez más molesta más ante ella aparece Orpheus informando su exitoso regreso. La voz de Poseidón es la que hace que la mirada de la diosa se pose en él.
-vaya empezaba a impacientarme- respondió molesta Eris
-deja de quejarte, tu no fuiste a buscarlo ¿o si?, además por si ya lo haz notado tenemos a Andrómeda de regreso con nosotros- miró el peliazul al menor como este forcejeaba contra su agarre
-si ya lo noté.. y esta vez- dijo la diosa siniestramente mientras sostenía del mentón al peliverde, - yo misma me aseguraré de que no salgas de aquí- sentenció soltando a Shun
-ah! Eris, antes de iniciar con el ritual.. debo arreglar un asunto pendiente con este pequeño- miró lascivo Poseidón a Shun al cuál le recorrió un escalofrío por el cuerpo al escuchar esas palabras.
-hmp… por mi haz lo que quieras con él, al cabo que no me interesa… pero te lo advierto: lo quiero completo para el sacrificio- con esas palabras Eris se retiro seguida de sus santos fantasma.
Poseidón ordenó a sus generales hacer guardia y proteger tanto el pilar principal como el templo marino, a lo que estos accediendo se retiraron de la vista de la deidad marina. Poseidón por su parte se llevaba a Andrómeda con él arrastrándolo a la habitación principal abrió las puertas abruptamente y arrojó al menor a la cama bruscamente, aturdiéndolo un poco pero antes de que Shun pudiera levantarse ya tenía a Poseidón encima suyo, sin dejar que se liberara le arrancó la ropa exponiendo su pálido cuerpo, Shun estaba aterrado pues temía lo peor y trato de liberarse del agarre de Poseidón pero este se lo impidió propinándole una bofetada y sujetando ambos brazos del menor, Shun seguía luchando por zafarse del peliazul pero le costaba mucho trabajo, el mayor por su parte se deleitaba con las expresiones de pavor de Andrómeda y del fallido intento de este por liberarse, solo consiguiendo que al dios le diesen más ganas de desquitarse por el “asunto” que había dejado atrás con su víctima.
Sin más se apoderó de la boca de Shun, obligando al menor a abrirla más y el dios introdujera su lengua; recorriendo toda aquella boca a la fuerza mientras sus manos depositaban obscenas caricias el cuerpo de Andrómeda, Shun seguía luchando; se negaba a dejar que el dios marino abusara de él, pero Poseidón tenia más fuerza que él y lo obligaba a hacer lo que el no deseaba.. el peliazul por su parte besaba cada centímetro de piel que tenía enfrente, lamiendo y mordiendo: dejando dolorosas marcas en la blanca piel del peliverde, sacándole a su vez gemidos de dolor. El dios marino solo se excitaba más con cada mueca de color y cada quejido de Andrómeda le daba, aquello era un cuadro hermoso que plasmaba en su memoria con cada caricia, cada beso… hasta que quiso culminar con su espera y sin más penetró a Shun de una sola estocada, sacándole ahora; no un alarido, sino un grito de dolor que incluso provocó que de aquellos azules ojos emergieran abundantes lágrimas. Por un momento el peliazul no se movió y contemplo al pequeño bajo suyo el cuál no se movía, ni emitía sonido alguno, solo mantenía los ojos fuertemente cerrados tratando en vano de no llorar. Sin importarle lo demás el peliazul comenzó a embestir rápida y bruscamente a Andrómeda.. este le suplicaba que parara, por desgracia sus súplicas cayeron en oídos sordos. Shun rogaba que aquella pesadilla terminara.. deseaba que su mente se separar de su cuerpo y no seguir sintiendo todo ese dolor, más que nada porque el dolor que sentía su alma no se comparaba con el que sentía su cuerpo el cuál era tomado despiadadamente por aquella deidad. Más poco duro su tortura pues el dios terminó finalmente viniéndose dentro del menor, llenándolo de su esencia. A Poseidón le provocó un sentimiento extraño el ver aquel rostro triste y el cuerpo ultrajado a la fuerza de ese pequeño ángel que se encontraba inmóvil en la cama pero no le tomo importancia, se vistió y salió de la habitación, dejando a Shun llorando en silencio sintiéndose completamente humillado.
La mañana había llegado, y con ella el inicio del sacrificio: para este el mismo Poseidón había cargado a un dormido Shun y lo había colocado en el altar; formando con su cosmo energía y la de la diosa unas cadenas que le impedirían definitivamente escapar.
Los generales marinos y santos fantasma se encontraban reunidos junto al altar de sacrificio donde al mismo tiempo yacían tanto el dios del mar como la diosa de la discordia con una amplia sonrisa saboreando ese momento de triunfo absoluto. Shun por su parte aunque estaba consciente de lo que ocurría a su alrededor ya no luchaba.. se mantenía inerte y quieto ante aquel tétrico escenario, para ese momento ya se había resignado a morir y perdió todo sentido de lucha; incluso haciendo de lado a su hermano, sus amigos, más aun a Sorrento. Eris sostenía en sus brazos un libro que contenía el conjuro a usar mientras Poseidón por su parte exclamaba palabras de victoria a sus súbditos subiendo los ánimos ente los caballeros. Mientras Eris pronunciaba el conjuro con una daga dorada ella y Poseidón cortaron levemente su mano dejando caer algo de sangre de ambos en el cuerpo inmóvil de Andrómeda. Una vez más Shun cerró sus ojos evocando la imagen de sus seres queridos, no para que lo salvaran.. sino pidiendo perdón por haber perdido la voluntad de vivir, solo deseando que su sacrificio no los perjudicara. En eso aún tenía los ojos cerrados esperando que la daga apuñalara su corazón, sin embargo solo alcanzo a escuchar un golpe en seco; cosa que le extraño, abrió los ojos y lo que visualizo fue la imagen de Ikki a la izquierda y Sorrento a la derecha luchando, ambos por un momento giraron a verlo y al mismo tiempo le regalaron una gran sonrisa al menor.
Athena se había acercado al altar inmovilizando una vez más a Eris y Poseidón advirtiéndoles a ambos que esta vez no les permitiría definitivamente tocar a su santo
-¿crees que con esto podrás detenernos?- preguntó Poseidón, pero no recibió más que una mirada neutra de la diosa
- no creas que me vas a detener Athena, mi odio.. ¡¡es más grande que tu!!- la diosa soltó su cosmo energía de tal modo que alejó a todos a su alrededor del altar; incluyendo a Poseidón, y tomando la daga en sus manos pronunció la parte final del ritual y clavó la daga en el corazón de Andrómeda, impactando a Saori y a los demás…
¡¡¡¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!- Ikki y Sorrento gritaron al unisono con horror al ver como los ojos de Shun perdían vida.. y como en su último aliento este inútilmente estiro su mano hacía ambos cayendo pesadamente, susurrando:
-perdonen..me-
Un silencio sepulcral llenó el escenario, Eris sonreía triunfante y saco como si nada el filoso instrumento del pecho de un Andrómeda sin vida, miró a Athena y se divertía con su expresión de inmenso dolor; Seiya y los demás por su parte habían quedado impactados de haber visto al más joven del grupo morir frente a sus ojos, por un segundo se llenaron de impotencia al creerlo todo perdido, sin embargo Ikki no se movía, Sorrento de había desplomado al ver a su amado muerto frente a él, Leunades iba a atacar a Ikki pero este reacciono rápido y aún con lagrimas en sus ojos atacó con tal fuerza a Leunades que lo mató de un golpe, el resto de los santos no se quedó atrás y se abalanzaron sobre Ikki pero tanta era la ira dentro del fénix que continuó matando uno a uno tanto a generales como a santos, al observarlo el resto por momentos recuperaron las fuerzas y salieron a combatir de nueva cuenta.
Se desató un feroz confrontamiento entre ambos bandos, Athena lanzaba bolas de energía contra ambos dioses habiendo un choque inmenso de poderes… sin embargo algo detuvo a los dioses.. de la nada ellos y los santos presentes comenzaron a sentir que el suelo se movía, hubo un temblor que los sacudió acompañado de un feroz rugido que se escuchó por todo el templo.
Miraron en dirección de aquel estruendo y contemplaron unos con horror otros con dicha la aparición de la pesadilla: el Leviatán se había levantado.
Eris y Poseidón le aclamaron su despertar y enseguida le ordenaron la inmediata destrucción de la tierra, a lo que la bestia accedió. Los santos de bronce encendieron su cosmo energía al máximo para detener a la bestia, pero no la pudieron detener, Athena realizo el mismo paso pero fue en vano, la bestia parecía ser invensible. Ahora es cuando athena y sus santos más debían luchar y no se detenían seguían lanzando sus mejores golpes contra la inmensa bestia pero nada resultaba.. aun así ellos no perdían la esperanza, aun y con las burlas de las deidades malignas sobre sus hombros.
Sin embargo, algo más retumbó en la batalla, de la nada una fuerte cosmo energía se sentía alrededor, una poderosa pero extrañamente familiar, algo centelleaba al lado de Eris y la diosa sorprendido vio como el cuerpo de Shun se iluminaba, los presentes no podían creer lo que presenciaban: aquel cuerpo sin vida brillaba intensamente elevándose a gran altura de tal modo que el mismo Leviatán lo notó. Los ojos de Shun se abrieron dejando ver un brillo diferente, todo su cuerpo había sido rodeado por una cosmo energía que no era la de él.. desconcertando a todos
-esto.. esto.. no.. no puede ser..- trató de mencionar Eris
-acaso es..- Poseidón trató de descifrar
-Andrómeda- finalizó la frase Saori, al escucharla tanto ris como Poseidón no podían creerlo, pues entre sus planes no estaban descubrir que junto con el leviatán el alma de la princesa Andrómeda también despertara
-Saori no entiendo..- no se explicaba Seiya
-¿que quieres decir con que Andrómeda? ¿el que esta ahí es Shun?- interrogó Shiryu
-me temo que no…- respondió la que parecía ser la princesa Andrómeda, -el alma de Shun ha muerto, pero mi alma; la cuál yacía dentro de él desde que nació… solo esperaba el momento para tomar su cuerpo y combatir contra el Leviatán- finalizó Andrómeda
- no.. no es posible.. quieres decir que.. mi hermano…?- Ikki no procesaba aquella información
- esa es la realidad fénix, tu hermano esta muerto y ahora yo tengo el control sobre su cuerpo- dijo fríamente
-noo… - dijo derrotada eimpotente Shiba, Andrómeda vio al Leviatán frente a ella y este solo se limitó a soltar un feroz rugido frente a ella tratando de intimidarla, sin embargo ella inmutada por la bestia invocó el poder de sus cadenas y se dispuso a lanzar un poderoso golpe contra el la bestia, capturándola y estrujándola hasta destruirla..
Los dioses malignos miraban impactados como su bestia era fácilmente destruida por la princesa Andrómeda, tras matar al leviatán fijó su mirada en los dioses:
-Eris, diosa de la discordia y Poseidón, dios de los mares, en mi nombre y en el de Athena yo los sentenció a pagar con sus vidas su pecado- sentenció de nuevo Andrómeda lanzando sus cadenas contra Eris y Poseidón que nada podían hacer para liberarse, y al igual que el Leviatán sus almas fueron selladas y destruidas por las cadenas de la princesa Andrómeda.
La misma miró a Athena y a sus caballeros e hizo una reverencia frente a la misma
-Athena, diosa de la justicia… me honra decir que fue un honor combatir a su lado-
-lo mismo puedo decir de ti, te agradezco en verdad tu ayuda pero..- Saori no pudo concluir ya que el fénix se arrojó sobre Andrómeda
-no digas tonterías, no me importa quién o que seas, regrésame a mi hermano ahora mismo- sacudía el fénix a la joven alma
-¡Ikki por favor tranquilizate!- insistió Hyoga
- al menos debemos agradecerle el hecho de que gracias a ella derrotamos a los malos- mencionó Seiya
-Ikki tiene razón-..
-Sorrento- miró la pelilila a la sirena
-quizás hayas destruido al Leviatán, condenaste a Eris y Poseidón.. pero.. de nada sirvió todo eso.. si la persona por la que luchamos ya no esta..
-regresa a Shun- dijo Shiba,
-regrésalo..- dijeron Seiya, Hyoga y Shiryu
devuélvemelo!!- reclamó Sorrento al borde del llanto, Andrómeda no se inmutaba por los sentimientos de ambos caballeros, parecía indiferente ante sus ruegos..
-Andrómeda, te lo ruego.. Shun no solo era uno de mis santos protectores.. también es un amigo, y parte de lo que consideramos “nuestra” familia- dijo melancólicamente Saori sorprendiendo al mismo Ikki, a lo que la chica levantándose los miró a cada uno y dijo:
- si es el deseo de todos ustedes… - consiguiendo con sus palabras la afirmación al unísono de todos.. la princesa entonces cerrando los ojos y sonriéndoles a los presentes dejo elevar su cosmo energía iluminando su cuerpo como la primera vez, los demás cubrieron sus ojos por la intensidad de la luz, al bajar esta vieron que el cuerpo inmóvil de Shun iba a caer al suelo pero este fue sostenido por Sorrento quién acurrucó el cuerpo junto a él, esperando que aquellos hermosos ojos se volviesen a abrir. Más mayor va siendo su sorpresa y la de los demás al ver como los ojos de Shun de abren pesadamente.. al abrirlos sonrió tiernamente tratando de hablar:
- nii.. nii-san, sorren..to- al escuchar la voz de Shun de vuelta los aludidos sonrieron ampliamente y sus ojos se inundaron de lágrimas al igual que los demás; incluso la misma Saori, todos emocionados se abalanzaron sobre Shun abrazándolo fuertemente entre todos mencionando que estaban felices de tenerlo de vuelta… tras el regreso de Shun todos dieron por terminada aquella cruel pesadilla, decididos y aliviados regresaron a la tierra.
-2 años más tarde en la mansión Kido-
-Seiya trae acá- perseguía un molesto Hyoga a un Seiya altamente hiperactivo
-ven por el si puedes.. – seguía corriendo Seiya por el jardín de la mansión con la camisa de Hyoga
- jajaja Seiya no es gracioso, regrésasela- dijo Shiryu muriéndose de risa junto con Shiba al ver esa persecución
- noo.. tengo rato sin divertirme un rato asi que..- el castaño sin embargo se detuvo abruptamente al tener frente a él a Ikki quién sin más le arrebató la camisa de las manos y se la regresó a su dueño
-ahhh… con lo que me estaba divertiendo- se quejo Seiya haciendo puchero
-jijiji.. es más divertido ver tus infantiles expresiones- se desquito Hyoga
-jaja solo era broma cabeza de chorlito- dijo Shiba frotándole amistosamente la cabeza al castaño a lo que este correspondió sonriente a la muestra de afecto de la bicolor, en eso Saori entra en el jardín viendo divertida la escena de como sus jóvenes amigos jugaban
-oh, Saori volviste- mencionó Seiya sonriente
-si y ¿adivinen quienes vienen a visitarnos?- en eso tanto Shun como Sorrento salen tras Saori dejándose ver por los demás y siendo bien recibidos por sus amigos
-vaya hasta que se deciden a visitarnos- dijo Hyoga en broma
- jajaja perdón.. los viajes ocupan mucho tiempo- dijo sonriente Sorrento
-si como no, déjenme decirles que aún cuando estén casados- dijo Ikki apuntando a las manos entrelazadas de Shun y Sorrento que mostraban en los dedos correspondientes las sortijas de matrimonio que tenían.. – que no deben olvidar a la familia- dijo regañadientes el fénix a ambos jóvenes, a lo que ambos se miraron y sonrieron suponiendo que ese era el “extraño” modo del peliazul de mostrar su afecto
-¿¡oigan me están escuchando!?- reclamo Ikki viendo que casi se reían en su cara
- claro que te escuchamos hermano, descuida- dijo Shun regalándole a su nii-san una hermosa sonrisa que ni él mismo fénix podía resistir
-oigan románticos y hablando de planes..- ahora era Seiya quien tomaba la palabra.. - ¿y para cuando tendremos el gusto de un bebé de ustedes dos?- dijo el pegaso sacando un notorio rubor en Shun y una mirada lujuriosa de Sorrento sobre su pequeño esposo..
-¡SEIYAA!- reclamaron todos al castaño
-¿que? Solo preguntaba- bajo la mirada levemente sonrojado
-deja de decir tonterías, bruto- el fénix le soltó un fuerte coscorrón y los demás se le aventaron encima al susodicho jugando con él…
Shun reía con todo eso, por un momento alzando la mirada al cielo mientras rozaba con sus dedos un pendiente en su cuello miraba lo que parecía la figura de la princesa Andrómeda.. susurrando al cielo sonriendo ampliamente..
-gracias-