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Entre la espada y ustedes dos por Thirteen Wilder

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Notas del capitulo:

Que bueno que les haya gustado el primer capitulo...dare todo de mi para que esta historia continue :)

Los meses habían pasado en un parpadeo, Camus se sentía muy feliz, a pesar de verse obligado a mantener su relación como un secreto, no podía confesarle a nadie el verdadero motivo por el cual había estado tan feliz, era una persona de poco amigos así que no había mucho que decirle a los demás.

Ese fin de semana fue planeado por él y Saga como una celebración de su cumpleaños, iban a pasar todo el día juntos y quizás pasarían una noche especial para ambos. Convencer a sus padres era una tarea fácil, ellos le tenían mucho cariño a su sobrino y sabían que ambos eran buenos “amigos”, su hijo era su adoración así que no le iban a dar un no por respuesta

- Jamás me había pasado esto…-Camus no dejaba de observarse, estaba nervioso, estaba ansioso, quería ver a Saga lo más pronto posible y quería que todo fuera perfecto.

El timbre sonó con fuerza y lo sacó de sus pensamientos, Camus fue tratando de disimular su apuro en abrir, puso su rostro serio y monótono para abrir la puerta, al hacerlo vio a Saga, y su mirada monótona había cambiado por completo,  sus ojos desprendieron ese brillo especial, era la única manera en que podía ver al peli azul y no había lugar para su actitud fría cuando se trataba de él.

-¿Qué haces así vestido?- el mayor no solía vestirse de manera tan fresca, iba con una camiseta de algodón blanca y unas bermudas de tono verde oscuro, se veía como un vacacionista que estaba listo para ir a nadar

- Hace buen tiempo, vamos al rio a nadar- le ayudó con su maleta y caminaron directo al auto

-¿No es peligroso?- lo siguió y se subieron, los padres de Camus no estaban pero sabían bien que no estaría cuando llegaran a casa.

-Conozco muy bien un área donde podemos nadar sin problemas, el agua no es profunda, muy apenas me llega al pecho-

-Te recuerdo que yo también apenas te llego ahí- fruncía el señor mientras cruzaba los brazos

Saga solo comenzó a reír mientras se sentía enternecido por la actitud del joven que amaba. Camus realmente no había crecido mucho en comparación con él, su cuerpo, aunque bien formado, era más delgado y sus facciones eran mucho más finas, sin duda alguna era hermoso. Sin tener algún tipo de problema, le dio un beso fugaz dentro del auto, y arrancó antes de que el otro pudiera quejarse al respecto. Puso la música en un volumen alto y condujo como si no hubiera un mañana hasta la finca. Aquel lugar era una casa de dos pisos, que era mucho más grande por dentro de lo que aparentaba, al menor le fastidiaba ese lugar por ser de un color excesivamente blanco, pensaba que era un color que solo servía para darle paz a los enfermos mentales.

Tras llegar al lugar, dejaron las maletas en la habitación que iban a compartir. No tardaron mucho en salir directo al lago que Saga mencionaba. Se alejaron del jardín que era quizá innecesariamente grande y lleno de adornos, bajaron hasta un pequeño bosque que se encontraba a unos cuantos metros, encontraron un pequeño riachuelo que a pasados los centímetros se convertía en un lago no muy profundo.

Ambos dejaron sus cosas a orillas del rio y de un simple clavado entraron al agua, esta estaba muy helada, pero se disfrutaba bastante. Jugaron un tiempo con una pelota, se tiraban agua el uno al otro, todo era perfecto, como un matrimonio de recién casados que disfrutaban de una luna de miel. Camus buceó un poco mientras Saga descansaba y lo miraba nadar, de pronto vio como el acuario comenzó a brasear, el alarmado entro al agua por él, lo tomó en sus brazos y lo miró fijamente.

-Me dijiste que todo el terreno era plano- jadeaba Camus mientras recuperaba el aliento.

- Camus...-miro levemente sus labios, delgados y hermosos, le tomo el rostro y comenzó a besarlo.

El llamado correspondió de la misma manera aquel beso, rodeando el cuello de su amado con ambos brazos, juntó su cuerpo y lo abrazo por la cadera con las piernas, el beso se tornó más sensual y acaparador, Saga sin dudarlo ni un momento introdujo su lengua en la boca de este, luego dejo sus labios tranquilos y besó poco a poco su cuello, sintiendo como estaba empezando estremecerse y tener una que otra reacción secundaria a todas esas caricias recibidas en poco tiempo.

-Tenemos que parar- Camus se separó difícilmente

-No pasará nada malo...-Continuó besándolo.

 Lentamente salió del agua y lo recostó a orillas del rio, con su mano derecha acariciaba el abdomen de Camus, besó su pecho y se hacía espacio entre sus piernas, lo abrazaba y besaba sin detenerse, solían besarse así desde hacía ya un tiempo, pero no habían llegado a más de lo que pudieran desear, ese era el momento oportuno para los dos. No se dieron cuenta cuando los trajes de baño habían quedado en el piso, ellos seguían besándose y disfrutando el roe que sus pieles hacían, la fricción entre ambos miembros era totalmente placentera. El menor pasaba sus manos por la espalda del otro, apretando de vez en cuando y mordiéndole el hombro cada que podía. Estaba sonrojado, quería continuar esto durante muchas horas más, pero su cuerpo le pedía contacto mayor y no iba a aceptarle un no por respuesta.

Dejándose llevar por la pasión, Saga lo ayudo a sentarse sobre sus piernas, lo abrazó con fuerza desde la espalda y masajeaba ambos miembros durante esos besos húmedos y apasionados. Sus manos se enredaban en el cabello del otro y las piernas de Camus hicieron más fuerte la unión que había entre ellos.

-¿Quieres que continue?- preguntó con un tono de voz cargado de lujuria

- No sé para qué me lo preguntas-

Saga bajo lentamente su mano hasta llegar  las nalgas de Camus, encontrando poco  poco el lugar, primero lo acariciaba sin introducir nada y luego empezó a meter un dedo con cuidado, el menor solo se estremecía con fuerza y apretaba los ojos por el dolor que estuvo sintiendo al recibir más dedos. Al sentir la entrada un poco más dilatada, Saga acomodó su miembro y lo fue penetrando poco a poco. Suspiraba y besaba a su amado para tratar de aminorar el dolor, le abrazaba y degustaba la piel que ahora le pertenecía en su totalidad. Le penetró hasta que Camus ya no podía bajar más y se quedó sin movimiento durante unos segundos, esperando a que se acostumbrara a la invasión, poco a poco se movió lentamente, sin despegar sus labios de los otros.

-Mmm...Eres tan estrecho- se dio un respiro y besó su cuello nuevamente

-Ahh...Saga…- se mordía los labios por todas las sensaciones que estaban recorriendo su cuerpo, poco a poco empezó a sentirse diferente, aquellas raras descargas que tenía en su cuerpo se fueron directamente a su parte baja, movió sus caderas con más fuerza en contra del otro, golpeteando su próstata durante todo ese movimiento, aumentando la velocidad y suspiros y gemidos que ambos estaban haciendo en ese instante.

- Te amo Saga- se detuvo entre toda esa emoción y lo miró a los ojos de la manera más sincera que tenia

-Y yo a ti- beso la frente de Camus y se puso encima de él, aumentando la velocidad y sintiendo como poco a poco la cordura abandonaba su cuerpo al llenarse de placer, miró a su amante, aquella escena tan erótica que sus ojos veían era más que suficiente para culminar su acto, tuvo un orgasmo que terminó en un gemido ronco de su parte y uno bastante agudo por parte del aguador, quien también no tuvo de otra tras todo aquello.

Se miraron un tiempo indefinido, perdidos entre los ojos del otro, refugiándose en la piel de quien tanto amaban, sonrieron en complicidad y cuando Camus logró ponerse de pie regresaron a la casa. Compartieron un par de caricias mientras cenaban y veían televisión, poco a poco estas volvieron a subir de tono y por un camino de besos y abrazos fueron guiados a la habitación, donde continuaron todo aquello que ya había empezado y que no tenía intención de parar.

Ya entrada la noche Saga se había quedado dormido, y Camus recostado en su pecho  enredado sus dedos en el cabello del geminiano, perdido en sus pensamientos le miró con amor, depositó un beso en su mejilla y sonrió con melancolía.

- Esto es demasiado bueno...como para ser cierto...                                              

 

Notas finales:

No soy muy buena cuando de Lemon se trata, pero espero y les haya gustado...ya comenzaran a ponerse las cosas un tanto dificiles y Milo no tarda en llegar


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