Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Varados por Iztaxochitl

[Reviews - 20]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Disfruten

 

 

Decir que Mokuba estaba nervioso, era quedarse totalmente corto. Apenas hacia 1 hora que habían despegado del aeropuerto privado de KC, pero el la estaba pasando mal… estaba demasiado impaciente.

-Ya, Moki, tranquilízate…- dijo un sereno Noah. Estaba igual de emocionado que Mokuba, pero la diferencia es que el peliverde sabía que ponerse en ese plan no ayudaría en nada… solo se le haría el viaje más largo y pesado.

-Noah… como puedo estar calmado cuando vamos en camino a ver a Seto?- Dijo el pelinegro mientras el mayor se sentaba a su lado. –Por cierto… y Sora?-

-No te preocupes, cayó bien dormido en cuanto el avión despegó. Ahora, yo se que vamos a ver a Seto, pero… tienes que tranquilizarte. Lo único que vas a lograr es desesperarte más, no crees?- Mokuba suspiró, sabía que Noah tenía razón, pero aún así.

-No sabes lo que fue para mí cuando lo escuche… Por favor! A quien se le ocurre!? Hablan de China, diciéndome que es el Sr. Kaiba… primero pensé que era otra de tus bromitas, y luego, cuando lo escucho, me dice “Soy Seto, estoy vivo…” Cómo quieres que reaccione? Fue traumático- Exasperación sentía, definitivamente. Noah solo lo veía, divertido con las muecas que hacía en su relato.

-Lo se, no es cualquier cosa… por cierto, ya no me dijiste que más te dijo-

-No mucho… que estaba en Shanghái, que necesitaba que fuera por él y que no tardara, que le diría a los rescatistas que ya iba en camino, pero que en verdad no tardara. Y que después me contaría todo-

-Seto siempre ha sido hombre de pocas palabras- exclamó el peliverde.

-Lo sé… siempre ha sido una de sus cualidades más desesperantes… sobre todo en momentos como este- Mokuba tenía razón… a pesar de tanto tiempo sin saber de él, le había asombrado la tranquilidad con la que le había hablado, cuando Mokuba prácticamente le gritaba por teléfono.

-Oye… y que crees que diga acerca… de Sora… y todo el asunto…- Mokuba era un chico voluble, el otro polo de Seto Kaiba, por lo cual a Noah no se le hizo extraño escucharlo inseguro.

-No es que pueda reclamarte nada, ni a mí… digo, va a un viaje y se le ocurre perderse en quien sabe donde durante casi 4 años… y un día aparece como si nada, pidiendo que corramos por él… que podría decirnos?-

-Eres… todo un cínico- dijo Mokuba, sin evitar comenzar las carcajadas después de decirle eso. Noah se le acercó y lo besó, callando la risa y sacando una gran sonrisa del menor.

-Lo sé, y eso te gusta-

-No lo niego-

-Sobre todo mi cinismo en la cama…- Mokuba rodó los ojos, como pensativo…

-Mmm… creo que puedo recordar algo de eso…-

-Sabes?- dijo Noah seductoramente. –Nunca hemos hecho el amor en un avión privado… suena tentador, no crees?- Mokuba rió, sabiendo que por más intentos que hiciera, no se quitaría a su tigre de encima. Así que solo atino a llamar a la cabina por el radio del avión, pidiendo específicamente que nadie los molestara.

 

 

Seto y Joey esperaban pacientemente en una habitación privada en el aeropuerto de Shanghái. Luego de que se enteraran de que era Seto Kaiba, lo trataron como un rey. Como un Kaiba, diría él, pero agradeció enormemente las atenciones. Nunca se había dado cuenta, hasta ese momento, que antes del accidente, cuando alguien era, o intentaba ser amable con él, simplemente lo ignoraba o pensaba que era por intenciones ocultas… siempre pensaba lo peor de la gente, y se propuso cambiar esa actitud.

-Oye Seto- la voz de su cachorro lo sacó de sus pensamientos.

Estaban en una sala privada, con unos cómodos sillones, en los cuales estaban sentados disfrutando de esa suave sensación que hacía mucho tiempo que no sentían, en donde les habían dado de comer como si fueran de la realeza. No se habían podido dar un baño, pues Seto se rehusó completamente a irse de ahí hasta que sus hermanos llegaran, pero la verdad es que a Joey no le importaba eso… había otras dudas en su interior.

-Dime cachorro- Dijo, atrayéndolo más hacia él en su abrazo, uno junto al otro.

-Estoy feliz de que con encontraran, pero… como afectará eso nuestras vidas ahora?- Había un dejo de inseguridad en su voz, y el CEO lo notó. Así que se levantó por un momento, se puso con una rodilla en el suelo frente a él, y le levantó la barbilla para verlo mejor.

-Cachorro… esto no cambia nada entre nosotros… Yo quiero estar contigo para toda la vida- Seto sonrió, y Joey se sonrojó.

-Pero… es que es volver a nuestras antiguas vidas… yo estoy tan acostumbrado a estar contigo todo el tiempo, y… no sé que va a pasar…-

-Mira, número uno, NO es volver a nuestras antiguas vidas, por que en esas vidas tu eras un perro solitario y yo un ricachón engreído que no pensaba más que en mí. Dos, vamos a estar juntos TODO el tiempo, por que te iras a vivir conmigo- Joey abrió mucho los ojos ante esa nueva invitación-orden… pero en su interior algo se sintió cálido.

-Seto… estás seguro? Yo no sé mucho de las grandes mansiones o de la gran vida-

-Así como yo no sabía nada de estar en la isla y tú me enseñaste… Ahora, si te parece mejor, podemos pedir que nos regresen allá…- Rió divertido Seto, recibiendo un golpecito en el hombro.

-Baka, sabes que lo único que yo quiero es estar contigo… aquí o en China…-

-Cachorro torpe… estamos en China…- Unos momentos de silencio, con el menor sintiéndose en la estupidez total, y luego una estruendosa carcajada de Kaiba, que hizo que se aligerara el ambiente.

-Ya, esta bien, está bien, soy medio bruto…-

-Medio?- dijo Kaiba todavía entre risas… cosa que hizo sentir mejor a Joey pues vio que su carácter con él no cambiaba aún en otro ambiente.

-Bueno bueno, ya pues… oye y… crees que… tus hermanos me… acepten?- Ahora sí Kaiba enarcó una ceja.

-Bueno, tú nunca te comportaste tan inseguro en la isla, que te pasa?- El rubio bajó la mirada.

-En la isla éramos tú y yo nada más… no importaba que fueras Seto Kaiba, éramos iguales… aquí es otra historia para mí-

-Claro que no eres igual que yo… Yo soy el amo y tú el cachorro- A Joey le empezaba a molestar tanta broma, más viendo toda la risa que le causaba a su koi. El castaño dio un gran respiro y habló.

-No lo entiendes, verdad?-

-Qué? Que soy tu bufón- Ahora el que enarcó la ceja fue el menor.

-Aparte… no, en serio… cuándo, en todo el tiempo que investigaste sobre mí, supiste que yo siquiera me reía?- Joey no tuvo que ni pensarlo, sabía la respuesta.

-Nunca-

-Baka, pues date cuenta que el motivo de mi felicidad y mi risa, eres tu, mi bello cachorro- se acercó y lo besó, tiernamente, transmitiéndole todo el amor que sentía en ese momento por él.

-Además- dijo mientras se sentaba otra vez a su lado y lo volvía a abrazar. –Mis hermanos siempre me impulsaron a conocer gente, a que saliera con alguien. Si no les gustas es su problema, ellos me dieron al idea, y a mi es al que me tienes que gustar- Joey lo vio a los ojos, y le sonrió.

-A mí también me gustas como eres Kaibaka- Ahí estaba ese apelativo otra vez. Joey lo guardaba para ocasiones en las que realmente quería sacar de quicio a su compañero, siempre lográndolo.

-Prepárate, pulgoso- Lo tumbó sobre el sillón, poniéndose sobre él, haciendo como si lo fuera a besar, pero en lugar de sentir sus labios al cerrar los ojos, lo único que el ojicastaño sintió fueron una cantidad exagerada de cosquillas. No pudo más que revolcarse de la risa, pataleando y chillando para que lo dejara en paz, cosa que por lo visto no iba a suceder pronto. Pero fueron interrumpidos.

Un “knock knock” se escuchó, y fue justo cuando el CEO comenzaba a lamer la oreja de su cachorro, haciéndolo gemir. Se levantó de mala gana, y abrió la puerta. Era un oficial de policía.

-Sir, I´m here to inform you that Mr. Mokuba Kaiba and Mr. Noah Kaiba are arriving the airport in your private airplane. They will be joining you soon- Seto sonrió, y el oficial pensó momentáneamente que había alucinado. El castaño le dio las gracias, y el oficial se retiró.

-Quién osa interrumpir tus deliciosas acciones?- dijo un excitado rubio, todavía acostado en el sillón.

-Un policía. Mis hermanos han llegado, están estacionando el avión- Seto no dejó que Joey dijera nada, siguió con el arte de besar a su cachorro, una de sus favoritas opciones para pasar la vida entera.

 

Después de un par de minutos, decidieron separarse y acomodar sus ropas, que estaban por ningún lado gracias a sus caricias, robando besos el uno del otro a cualquier oportunidad. Y cuando estaban besándose deliciosamente, después de haber terminado, se escuchó la puerta de nuevo.

-Pase lo que pase, tú eres mío, Joey- Le dijo, besando su frente, y el menor tan solo asintió.

Se acercó el ojiazul a abrir la puerta y…

-Buenas tardes- dijo un pequeño niño de cabello negro y largo. Seto Kaiba levantó una ceja.

-Hola pequeño, estás perdido?- Se acercó Joey por un lado, poniéndose en cuclillas a la altura del pequeño.

-No, estoy buscando a Seto Kaiba- Rubio y castaño se miraron a los ojos.

-Ese sería yo- dijo el CEO.

-Los policías están informándole a mi padre acerca de su situación, y mi papá está en el baño… no aguantó los nervios- Padre? Papá? El lenguaje de ese niño era extraño, de seguro se había confundido, pensó el CEO. Pero, por qué informarían los policías de su situación al padre de este niño?

-Y tú como te llamas, pequeño?- preguntó el castaño… más tiernamente de lo que se había propuesto hablar.

-Yo soy Sora Kaiba-

SHOCK…………………………………………

Total y absoluto shock.

-Y usted es mi tío Seto… mi papá y mi padre me han hablado mucho de usted- Joey se paró de inmediato, ayudando al CEO a llegar hasta el sillón y sentarse, pues estaba seguro de que si no lo hacía, azotaría en seguida.

-Y cómo fue que llegaste aquí, Sora?- dijo el ojicastaño.

-Los policías le dijeron a mi padre que aquí estaba mi tío, y quise venir a conocerlo- El pequeño niño volteó a ver a los ojos de Seto, y este sintió como si estuviera viendo a Mokuba de pequeñito. Ya más tranquilo y menos mareado, le habló.

-Pues, yo soy tu tío Seto. Mucho gusto- Se estrecharon las manos, como si el pequeño tuviera 10 años más.

-Por cierto, cuantos años tienes?- preguntó el rubio.

-Tengo tres años- dijo un sonriente Sora… la verdad es que cuando el pequeño sonreía era tan parecido a Moki…

-Y cómo se llama tu papá? Y tu padre?-

-Mi padre es Noah, mi papá es Mokuba- Miles de dudas asestaron la brillante cabeza del CEO, preguntándose por que sus hermanos le habían dicho AMBOS que eran sus papás.

-Oiga… lo puedo abrazar?- A Seto lo sacó de sus pensamientos esa vocecita… y no solo eso, si no que lo conmovió profundamente.

-Pequeño… háblame normal, soy tu tío (“aunque no se por qué” pensó el castaño). Ven, dame un abrazo- Sora se le acercó y lo abrazó, Seto lo levantó y lo abrazó en su pecho. El niño se le acomodó perfectamente.

-Me da gusto de que estés aquí, Seto… así mis papás ya no van a llorar por ti…- El pequeño se aferró al cuello del CEO, y el castaño lo abrazó más fuerte, derramando unas lágrimas al escuchar las tristes palabras del chiquillo. Joey se le acercó y le puso la mano en el hombro, en señal de apoyo, contestada con una bella sonrisa del ojiazul.

-Quien diría que puedes ser tan tierno, Seto?- Fueron las primeras palabras que salieron de la boca de Noah al ver a su hermano mayor… aunque la verdad, es que nunca se esperó ver a Seto como lo veía en ese momento.

Terriblemente delgado, más aún que cuando se pasaba todo el santo día en KC, con la barba llagando a la altura de su corazón, y el cabello más allá de media espalda. Algo sucio, y ciertamente urgiéndole un peine… pero lo más sorprendente, es que estaba sonriendo tierna y sinceramente.

El peliverde estaba recargado en el marco de la puerta viendo la tierna escena, hasta que no pudo contener sus palabras. Y aunque era algo de burla, también era verdad. Y se esperaba una respuesta altanera, de esas típicas de Seto Kaiba, pero no lo que sucedió a continuación.

Noah pudo ver como su hermano le susurraba algo al oído de Sora, y vio como el castaño se levantó. Se dirigió hacia él y lo atrapó en un fuerte abrazo, pegándolo hacia él, sin oportunidad de protestar. Joey y Sora veían divertidos la cara del peliverde, pues Seto les había dicho que lo observaran con atención. Estaba totalmente rojo.

-Ya Seto, ni que fuera un niño… quítate…-

-No hasta que me abraces, Noah…- Descolocado es poco para Noah, así que sin decir más, lo abrazó de vuelta… la verdad es que lo había extrañado, no podía negarlo. Pero no se esperaba la “cariñosa” reacción del castaño al verlo.

Unos momentos después, se separaron.

-Y a ti que te pasa?- dijo el peliverde. El CEO levantó una ceja.

-Tengo quien sabe cuanto tiempo sin verte, y te extrañé… que, no puedo ni abrazar a mi hermanito?- Noah se sintió casi mareado… Seto había dicho que lo extrañaba, y que lo quería abrazar?...

Se dio media vuelta, topándose con alguien que Seto no alcanzó a ver.

-Olvídalo Moki, este no es nuestro hermano… este sí parece un humano-

-Muy gracioso Noah, pero déjame pasar- Mokuba se abrió paso ante el sorprendido Noah, para ver a un muy flaco Seto, con las características que Noah ya había notado, viendo como sonreía divertido ante la reacción de Noah. Pero Mokuba siempre había sido más expresivo que Noah, sobre todo en cuanto a Seto, así que en esta ocasión, fue el pelinegro quien se le abalanzó al mayor de los Kaiba, cayendo ambos al suelo de la impresión.

-SETO!- Mokuba lo abrazó más fuerte, llorando cada vez más.

El castaño solo atinó a acariciarle los cabellos, diciéndole que ya todo estaba bien, que estaba ahí con él, y que todo estaría cada vez mejor.

Cuando Mokuba se hubo calmado, se levantaron ambos hermanos.

-Y él quien es?- dijo un Noah extrañado, notando por primera vez la presencia de Joey en la habitación, quien en estos momentos tenía a Sora en las piernas, y lo abrazaba.

-Soy…- fue interrumpido por su dragón… al parecer uno muy feroz.

-Es Joey Wheeler, estuvo perdido conmigo todo este tiempo- El castaño se limitó a no dar detalles por el momento, aunque su pose era muy protectora.

-Órale, es decir que aguantaste a Seto todo este tiempo? Bueno, haznos saber como podemos recompensar tu ayuda, y a donde podemos llevarte…-

-Él no va a ninguna parte, Noah- El peliverde lo miró extrañado. En verdad, es como si Seto estuviera sobreprotegiendo al muchacho.

-Qué quieres decir con eso Seto?- preguntó el pelinegro.

-Que él va conmigo… es mi novio- …………………………………………………

Silencio sepulcral en la habitación. Joey enrojeció por completo, pero el castaño lo tomó y lo abrazó en señal de “tú eres mío y no vas a ningún lado”.

Nadie supo que decir… hasta la pequeña intromisión.

-Que bien! Tengo otro tío! Mi tío Joey!- dijo Sora, y se le abrazó por las piernas.

Todos habían olvidado que Sora se encontraba en la habitación.

-Bien, bien, vendrá con nosotros, pero tendrán que contarnos todo en el camino… definitivamente no cualquier día aparece Seto Kaiba después de años de desaparecido… y aún más sorprendente, con novio… insisto Mokuba, un día de estos, el mundo se va a acabar…- dijo el altanero peliverde, totalmente conmocionado, pero aligerando el ambiente, mientras salía de la habitación, siendo seguido por los demás.

Atravesaron el aeropuerto sin mayor problema.

Y emprendieron el camino de regreso a casa.

En el viaje, no pudieron conversar mucho… habían sido tantas emociones ese día, que todos cayeron automáticamente dormidos en las camas del avión. Todos menos el pequeño Sora, quien había dormido todo el camino de ida… Él tan solo se dedicó a observar el rostro de sus nuevos tíos, quienes dormían abrazados.

Por unos momentos le pareció que, su tío Seto, parecía un dragón abrazando a un cachorro de ojos castaños…

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).