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Terremoto en el piso 23 por Ruu Ochibisan

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Notas del capitulo:

He vuelto con la Continuación ^^= jeje, espero que les guste, aunque sea algo más corta de lo habitual, pero no quería alargar demasiado el capítulo 4. ¡Besos!~~

 

El albino lo miró a los ojos, sin entender a que se refería, pero aun así su instinto adivinó los pensamientos del pelirrojo, y se acercó para darle un beso.

Haruya lo sujetó fuertemente de las caderas y lo besó con deseo.  Suzuno correspondía sin poner quejas, algo que no solía pasar cuando hacían algo por el estilo en público.

El pelirrojo rompió el beso voluntariamente, ya había conseguido emborrachar al moreno otra vez y ahora solo pensaba en llevárselo a su habitación para ``jugar´´ un rato. Sabía que tres veces en un día era excesivo, pero por una vez no pasa nada ¿No? Además, tenía que aprovechar la ocasión al máximo.

Empezó a caminar hacia la salida, pero a mitad del camino se detuvo al identificar a dos personas que acababan de entrar por la puerta.

 

-Oye Genda… ¿Estás seguro de que es una buena idea? –Preguntó un chico de cabellos azul claro y con un parche en el ojo.

-No te preocupes Saku –El chico con el que había entrado el peliazul le acarició los cabellos con suavidad. –Es prácticamente imposible que Kidou se despierte a estas horas.-

-Pero ¿Y si se levanta para ir al baño y ve que no estamos? –Preguntó Sakuma bastante preocupado.

-Pues… le contamos una trola y ya está.- Dijo tranquilamente el castaño mientras se acercaba a la barra seguido del peliazul.

Sakuma suspiró pesadamente en vista de que a su compañero no le importaba para nada lo que pudiera ocurrir si los pillaban.

 

Nagumo los observó atentamente. Se sentaron muy cerca de él y de Suzuno y comenzaron a hablar. Al parecer no se habían dado cuenta de su presencia.

-Suzu… Salgamos de aquí –Susurró el pelirrojo a su novio mientras tiraba de su mano en dirección a la puerta.

-¡Heeey! ¡Yo a ti te conozco! – Dijo el peliblanco al pasar al lado del ex-portero de la Royal Academy, se agarró a su camiseta y empezó a hablar con él. Nagumo se llevó la mano a la cara. Esto iba a ser más difícil de lo que pensaba.

-¿E-el Capitán de Diamond? –Genda se quedó mirando al chico de ojos azules con sorpresa.

-Llámame… Suzuno –Contestó con una sonrisa alegre en el rostro, que dejó a Nagumo boquiabierto `` ¿Porqué le sonríe así?´´-Pensó el pelirrojo bastante celoso. Fuusuke en su vida diría nada parecido ni actuaría así, pero no hablaba él, sino el alcohol.

-Nee… Tú eres Genda ¿No? –El albino se acercó al portero y se sentó torpemente a su lado. –Que sorpresa encontrarte por aquí… ¿Vienes con tu novia? –Señalo a Sakuma con el dedo índice sin dejar de sonreír tontamente.

Sakuma se quedó perplejo. ¿¿Cómo que novia?? ¡Nadie dudaba de su hombría! Ni siquiera un antiguo jugador de la Academia Alius.

-No es mi novia, es mi novio -Contestó el castaño tranquilamente al darse cuenta del estado de embriaguez del moreno. El amante de los pingüinos esperaba que su novio defendiera su virilidad, pero poco dijo en su defensa y se quedó reflejándose en el contenido de una copa que estaba enfrente suya, pensando ``¿De verdad parezco una chica?´´

-¿En serio? ¡Jo tío! Yo también vengo con el mío… -El moreno soltó una pequeña carcajada y volteó la cabeza hacia atrás. –Nagu, cariño, mira con quienes me he encontrado. –Llamó el albino melosamente a su chico. El pelirrojo se acercó a los demás. Su plan era saludar, despedirse y salir.

-Hola –Saludo secamente el pelirrojo.

Genda los miró durante unos segundos -… ¿¿Él es tu novio??- Preguntó asombrado.

-¿A que es muy guapo? –Fuusuke se levantó como pudo y se tiró a los brazos de su chico para abrazarlo.

Haruya lo sujetó por la cintura para que no acabara en el suelo en un descuido.

-O-oye Suzuno, mejor nos vamos –Insistió el oji ambarino, intentando salir nuevamente del local, pero el moreno empezó a forcejear.

-Pero si ahora empieza lo bueno ~~ - Dijo el albino mientras se zafaba del agarre del chico de fuego y salía corriendo hacia la pista de baile como un niño pequeño huyendo de sus padres.

El pelirrojo salió corriendo detrás de él, pero en seguida le perdió de vista entre la multitud. Se disponía a buscarlo cuando escuchó por los altavoces la voz de Jordan.

-Escuchar chicos, a partir de ahora empieza la fiesta de verdad, pondremos algo movidito para bailar y si alguien quiere alguna canción en especial o dedicársela a alguien, puede pedírsela a nuestro DJ, Miki -El chico señaló a un muchacho rubio sentado al lado de una mesa de mezclas y con unos auriculares puestos, este saludó a la gente con la mano. – Y por supuesto nuestro conocido karaoke ¡Animaros a participar y a divertirse! –Sentenció Jordan alzando el puño, haciendo que la gente imitara su gesto.

Todo el personal que estaba presente en la fiesta empezó a encaminarse a la zona de baile cuando empezó a sonar una melodía marchosa, que invitaba a mover el esqueleto.

El surfista dejó su puesto de trabajo y le entregó su delantal a otro chico de la barra. Su turno ya había terminado y ahora podía divertirse como todos. Divisó a su amigo pelirrojo en medio del barullo y se acercó a él.

-¡Hey Haruya! –Se acercó al chico y apoyó una mano en su hombro -¿Qué tal te lo pasas?-.

-¡Jordan! –Al pelirrojo se le iluminaron los ojos al verle -¡Necesito tu ayuda!

-¿P-para qué?

-He perdido a Suzuno

El surfista lo miró extrañado -… … … ¿Qué?

-Sí, bueno… que no lo encuentro entre toda esta gente –Aclaró el pelirrojo.

-No te preocupes, que ya es mayorcito y sabrá volver ¿No?…-Comentó burlonamente el moreno.

-Está borracho

El surfista abrió los ojos como platos. Sabía que Suzuno en estado ebrio era un peligro para él mismo y para los que estaban a su alrededor.

-¡Haberlo dicho antes! ¿Dónde fue la última vez que lo viste?

-¡Y yo que sé! Hace un momento estaba aquí y luego salió corriendo sin rumbo –Contestó el pelirrojo con una gotita en la nuca.

-Conociéndole… estará haciendo alguna estupidez –Dijo el moreno recordando lo que pasó cuando el moreno se emborracho por primera vez.

En ese momento la música fue interrumpida por los altavoces, donde volvió a sonar la voz de un chico, esta vez era la de un camarero de más o menos su edad, quizá uno o dos años mayor que ellos.

Aquí tenemos la primera petición de la noche! La canción es Gimme more, de Britney  Spears. La petición está a nombre de ``Allan´´ y va dedicada; ``Para el chico peliblanco tan sexy que está bailando en la plataforma´´  Y tiene adjuntado un número de teléfono… -Leyó la notita en la que tenía apuntado la petición.

La dichosa canción comenzó a sonar tan pronto como el chico terminó de hablar por los altavoces

 

Nagumo Empezó a echar humo por las orejas ¿Había escuchado bien? ¿Le estaban tirando los tejos a SU chico? ¿¿Otra vez??

-Bueno… ya sabemos dónde está –Dijo el surfista intentando calmar a su celoso amigo mientras se dirigían a la plataforma, esperando encontrar al albino.

 

 

XxXxXxXxXxXxXxXxX

 

-Hola encanto ¿Quieres pasar un buen rato? –Le dirigió la palabra un joven, tres años mayor que él, con el pelo castaño claro, peinado hacia atrás y los ojos anaranjados.

El albino se detuvo por un instante al oír la voz del chico desconocido, dejó de bailar y le miró con un gesto de interrogación.

-¿Un buen… rato? –Preguntó el moreno acercándose un poco al chico, mirándolo sin entender a que se refería.

El mayor sonrió con prepotencia y pasó su brazo por los hombros del moreno.-  ¿Quieres bailar? He pedido esta canción para ti.

-¿Para mí? –Preguntó inocentemente el menor, mientras era guiado por el chico que desconocía por la zona de baile, hasta detenerse en un punto concreto.

-Sí, sola y exclusivamente para ti, encanto – Lo acercó a su cuerpo y empezó a moverse al compás de la música, sujetando al menor de las caderas, contorneando con sus manos la delgada cintura del moreno.

Suzuno no entendía lo que estaba pasando, Solo respondía al ritmo de la música con su cuerpo, moviéndolo con gracia al compás de la canción. Sentía como otro cuerpo se aferraba al suyo, cada vez más. Estaba totalmente perdido y confuso.

-Hueles muy bien… -Le susurró el mayor al oído.

El chico de ojos azules se separó del mayor con un poco de brusquedad y lo miró con sospecha -A Nagu también le gusta… este olor -Dijo felizmente el albino con una sonrisa tonta pero adorable.

-¿Nagu? –Preguntó con curiosidad el mayor, mirando fijamente al moreno, comiéndoselo con la mirada.

-Sí, él… él es mi… -El albino no terminó de hablar cuando otro chico lo agarró por la espalda y lo separó bruscamente del lado del castaño, abrazándolo posesivamente, y dirigiendo una mirada cargada de odio a la persona que se había atrevido a tocar el cuerpo de SU chico.

-Yo soy su novio –Dijo agresivamente el pelirrojo reafirmando el agarre que tenía alrededor del chico de cabellos blancos, juntando sus cuerpos en un gesto posesión. –Y más vale que desaparezcas de mi vista si no quieres problemas – Le amenazó el oji ambarino con un tono serio y ultratumba, que asustaría a cualquiera.

El castaño lo miró con recelo y comenzó a andar en dirección contraria al pelirrojo, no quería que le echaran de la fiesta por crear una pelea.

El pelirrojo observó como el mayor se largaba con viento fresco y suspiró aliviado, no tenía ganas de pelear, y menos un tío más alto que él.

-Suzuno ¿Estás bien? –Le preguntó preocupado, poniéndose en frente del chico, haciendo que lo mirara a los ojos.

-¡Nagu! –El albino no respondió, solo lo abrazó efusivamente sin que sus típica sonrisa risueña desapareciera de su, ahora, angelical rostro.

-O-oye Suzuno, ¡espabila! –Lo separó con algo de enfado de su cuerpo y lo miró seriamente a los ojos. Estaba enfadado, preocupado, y nervioso. No sabía que podía haber pasado si no llegaba a encontrar a tiempo al moreno. Y eso realmente le asustaba.

Observó como los azulados ojos de su novio se tornaban rojos y las lágrimas se acumulaban en sus orbes. ¿Estaba llorando?

-Lo… lo siento –Murmuro el albino mientras las lágrimas se desbordaban de sus párpados, humedeciendo sus sonrojadas mejillas.

-Suzuno, no… no llores… -Le sostuvo por las mejillas, secándole las lágrimas con delicadeza. Estaba tan adorable e inofensivo… parecía un niño pequeño, tan… inocente.

-No te enfades… P-por favor Nagu –El albino se acercó nuevamente a él, apoyando la cabeza en su pecho.

Al pelirrojo casi le da un derrame nasal de grado supremo al escuchar esas palabras tan dulces salir de los labios del chico de hielo, que en esos momentos no se ganaba ese sobrenombre.

El pelirrojo le acarició la espalda sobre protectoramente, mientras le hablaba con tono meloso.

-Nunca podría enfadarme contigo Suzu-chan –Le besó cariñosamente la mejilla.

El albino lo miró con los ojos desbordantes de alegría, y le dedicó una sonrisa, que para Haruya tenía un claro mensaje oculto ``Viólame´´.

-Dime, Suzu-chan ¿Quieres volver a la habitación y jugar a ``médicos´´?

El moreno lo miró con un gesto de duda al pelirrojo, e inclinó la cabeza hacia un lado.

-Yo podría ser el médico, y tú mi paciente…  -Le aclaró el pelirrojo de forma picarona, jugueteando con el cabello rebelde del ojiazul.

-Oye chicos, lamento interrumpir su intento de sexo en el futuro, pero será mejor volver a la barra antes de que ``Suzu-chan´´ se pierda otra vez –Comentó el surfista, rompiendo la magia del momento.

El pelirrojo lo miró mal, pero le hizo caso y le acompañó junto con el chico peliblanco a un lugar alejado de toda la gente.

Se sentaron en un sitio apartado y pidieron un poco de agua para Suzuno, para que se le despejara un poco la mente.

-Menudo susto nos has dado – Comentó Jordan, acomodándose en su asiento y cerrando los ojos con algo de cansancio.

-Sí, un poco más y a saber que hubiera hecho ese tío contigo…- Le apoyó el pelirrojo sentándose, y sentando encima de su regazo al peliblanco, rodeando su cintura con los brazos, por si le daba por salir corriendo de nuevo.

-¡Yo lo único que quiero es divertirme! –Dijo alegremente el albino dando saltitos sobre el regazo del pelirrojo.

-Suzuno, no hagas eso – Dijo Haruya con un leve rubor.

-¿El qué? –Preguntó inocentemente Suzu-chan.

El pelirrojo al ver que el chico de hielo no era consciente de nada de lo que hacía, decidió olvidar lo ocurrido.- N-nada…

 

Después de ese incidente, se quedaron hablando tranquilamente en el lugar de temas sin mucha importancia.

Jordan les habló de unas amigas que estaban como cabras, que hacían colección de fotos de parejitas de chicos en la playa, y de la suerte que tenían de no haberse encontrado con ellas, y el pelirrojo contó una anécdota un tanto inquietante del día que visitaron por primera vez la casa de Midorikawa.

Luego comenzó el karaoke, y para sorpresa de todos, los primeros en cantar fueron Sakuma y Genda, que también parecían estar bajo los efectos del alcohol.

 

-``El primer participante es Sakuma – Le presentó el DJ, que tenía posesión del micrófono.- Y nos va a cantar… Only girl, de Rihanna- El DJ dio paso a la música, y el chico de cabellos azulados comenzó a moverse con lentitud por el escenario, ahora que el ritmo de la canción era suave. Cuando comenzó el primer estribillo, El chico del parche comenzó a cantar con más fuerza, y la verdad es que no lo hacía para nada mal. Tenía una voz afeminada que alcanzaba las notas de la melodía sin problemas.

Cuando comenzó a sonar el verdadero estribillo de la canción, con la base de fondo, Sakuma comenzó a bailar por todo el escenario con mucho ritmo. Seguro que todos pensaban que se trataba de una chica, menos los que le conocían, claro.

 

-``Want you to make me feel like I'm the only girl in the world 
Like I'm the only one that you'll ever love 
Like I'm the only one who knows your heart 
Only girl in the world... 
Like I'm the only one that's in command 
Cause I'm the only one who understands how to make you feel like a man, yeah~~´´- Cantaba el moreno sin dejar de bailar, haciendo sugerentes movimientos con las caderas,  llamando la atención de todo su público.

De vez en cuando dirigía la Mirada a Genda, como si la canción se la estuviera dedicando a él.

 

-``Take me for a ride, ride 
Oh baby, take me high, high 
Let me take you by surprise 
Oh make it last all night, night 
Take me for a ride, ride 
Oh baby, take me high, high 
Let me take you by surprise 
Make it last all night~~ ´´-
Sakuma seguía bailando insinuadoramente, dando brincos por todo el escenario. Casi se cae un par de veces por su estado, pero lo supo disimular, haciendo que pareciera otro paso más de baile.

-A esa chica la conozco…- Comentó alegremente el albino mientras señalaba a Sakuma con el dedo índice.

Nagumo soltó una pequeña carcajada y se abrazó al cuerpo del moreno con cariño, restregando su mejilla contra su espalda.

-¿Podemos irnos ya? –Preguntó el pelirrojo, rogando porque al moreno no se le antojara nada más.

-Pero… ¡Quiero quedarme y divertirme!

-¿Y no prefieres divertirte en la habitación? Ya sabes… -

-¡No! Yo quiero jugar a esa cosa… -Dijo Gazelle, que ahora señalaba a un grupo de chavales que estaban extendiendo en el centro de la sala una plantilla del juego ``Twister´´. ¿¿Pero qué c*ño hacían jugando al Twister en una fiesta de rock??

-¿¿A eso?? Pero si no te tienes en pie tu solo ¿Cómo quieres jugar? –Comentó el surfista, que estaba de acuerdo con el pelirrojo.

-Nagu me sujetara para que pueda jugar… ¿A que sí? –Preguntó inocentemente el albino, poniéndole ojitos brillantes a su novio.

El pelirrojo lo miró, intentando evadir la tentación de caer ante esa mirada tan adorable y penetrante.

-Bueno…  se… se puede intentar - Haruya no pudo evitar acceder a la petición de su chico.

-Nagumo, eres muy manipulable –Comentó el surfista mirándole con mala cara.

-Déjame en paz –Le respondió el pelirrojo, aun sabiendo que él tenía razón.

Haruya cargó al albino hasta el maldito juego, y después de hablar con el dueño del susodicho empezaron a jugar junto con otras siete personas.

Al principio todo estaba bastante tranquilo. Cada jugador colocaba una extremidad donde le indicaba la ruleta, pero al poco rato todo comenzó a complicarse.

-Tú, El pelirrojo, Mano derecha a amarillo –Dijo el chico que se encargaba de la ruleta.

La única casilla amarilla que estaba libre se encontraba entre las piernas de otro chico de los que jugaban, así que al pelirrojo no le quedó otra opción que meter la mano entre las piernas del desconocido.

El chico de la ruleta hizo que esta girara nuevamente.

-El chico de la camiseta azul, pie izquierdo a verde –Indicó al siguiente participante, que pasó con dificultad el pie por encima del cuerpo de Suzuno, que estaba en medio del tablero, y se posicionó encima del albino, sin llegar a tocarlo, pero a escasos centímetros de distancia.

El pelirrojo observaba en silencio la escena, sin pasar por alto al chico que estaba sobre Fuusuke.

La partida avanzaba y nadie se había caído todavía, haciendo que a cada ronda las posturas se complicaran más y más, y en algunos casos eran un poco comprometidas.

-Oye, quien sea… que deje de tocarme el culo –Se quejó el surfista, que no llegaba a ver quien le metía mano por detrás.

-No sé de qué te quejas tú –Intervino Haruya –Mi novio tiene a dos tíos encima y no me oyes quejarme.

Jordan desvió la mirada y vio que efectivamente Suzuno tenía a dos tíos muy pegados a él, pero para ser sincero, todos estaban muy apretados debido a la falta de espacio.

Cuando la ruleta volvió a marcar el próximo movimiento, se produjo la primera caída, que provocó una reacción en cadena que se llevó por delante a tres chicos y la única participante chica.

Así en poco tiempo solo quedaron en pie Nagumo, el surfista y otro chico, ya que Suzuno había sufrido un repentino ataque de celos por ver a su Nagu rodeado de chicos, y al haber intentado golpearlos había perdido el equilibrio y había acabado en el suelo.

El pelirrojo no quería perder el juego, después de todo era muy competitivo y orgulloso, y no pensaba dejarse ganar, menos delante de Suzuno.

 

Pasaban los minutos, y cada vez requería más esfuerzo mantener el equilibrio. Los músculos que estaban sometidos a mucha tensión comenzaban a agarrotarse y las manos comenzaban a resbalar por el tablero.

Finalmente el surfista se tropezó, empujando al chico desconocido, que a su vez empujó a Nagumo. Los tres se cayeron y quedaron empatados después de tanto esfuerzo.

 

Para entonces Sakuma y Genda ya se había ido del local, o eso, o se lo estaban montando en el baño, porqué no aparecían por ninguna parte.

 

El pelirrojo se levantó con algo de enojo del tablero de Twister y se reunió con su novio. Luego se despidieron de Jordan, que había quedado en otro sitio y tenía que irse, y se encaminaron a una de sus habitaciones, la 69, que estaba a un solo piso de distancia de la fiesta.

 

El pelirrojo llevaba recargado en su hombro al moreno, que casi no se mantenía solo en pie y avanzaba lentamente por las escaleras hasta el séptimo piso. Cuando llegó a su puerta, rebuscó la llave en el pantalón del moreno, a lo que esta respondía con pequeñas risitas.

Encontró la lleva y abrió la puerta con una mano, mientras cargaba al moreno con la otra.

Cerró la puerta tras con seguro tras de sí, depositó con suavidad a Suzuno en la cama y se dejó caer a su lado, totalmente exhausto.

Se quitó la ropa con pereza, menos el bóxer, e hizo lo mismo con el albino. Ya no tenía ganas de nada. Por culpa del maldito juego no le quedaban fuerzas, ni siquiera para ``jugar´´ un ratito con Suzuno.

Rebuscó entre sus ropas su móvil y miró la hora. Las 4:47 de la noche. Hora de dormir.

Se recostó junto al moreno, que se había quedado dormido nada más tumbarse en la cama y lo abrazó con cariño, rodeando su cintura con su brazo y apoyando su cabeza sobre su hombro. Suspiró aliviado y a los pocos segundos se rindió al cansancio, quedando dormido con una leve sonrisa adornando su rostro.

 

 

Notas finales:

¿Les gustó? Espero que si ^^ Comenten si quieren ¡Y muchos saludos a todos!


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