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Amor editado o ¿inédito? por senyu

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El timbre sonaba incesantemente. Usami se encontraba sentado en uno de los muebles individuales de la sala con su cigarrillo a medio fumar colgando de sus labios mientras observaba el periódico.

Ignoraba el timbre, no quería abrir ni mucho menos tenia ánimos para soportar a cualquier idiota que estuviera detrás de la puerta, incluso ni quería saber quién estaba detrás ella. Pero no era un hombre de paciencia, a cada sonido del timbre, iba fatigando el nivel de su paciencia y al fin estallo, dejo el periódico en la mesa de centro y se levantó furioso a abrir la puerta, una que le dejo en presencia de su insistente invitado, Isaka.

--¡USAMI!—grito el empresario, logrando con ello que el escritor cubriera sus oídos. El castaño entro al departamento rápidamente antes de que este pudiera cerrar la puerta y entonces le miro.

--¿qué haces aquí? –pregunto Usami molesto.

--solo vine a ver como ibas con Onodera, he estado notando que estas muy cumplido con tus fechas de entrega, una cosa que Aikawa no lograba.

--que rápido te enteras de los chismes.

--es mi trabajo…--sonrió con cinismo el empresario caminando a tomar asiento.—hablemos.

--es necesario?—pregunto Usami con cierto desgano, acercándose al sillón largo sentándose frente a Isaka con la mesa de centro entre ellos.

--es sobre Misaki.

Oir el nombre del universitario le encendio las alarmas ¿Qué quería hablar Isaka de Misa?

--¿de lo mal que te cae? –probo dándole una calada al cigarrillo. --¿Qué no lo quieres en Murukawa?

--todo lo contrario. Creo que es buen material para la editorial Esmerald, está dando muy buenos resultados y Takano está muy encariñado con él.

“muy encariñado con el” esas palabras fueron como un balde de agua fría cayendo sobre el, la confirmación a sus más grandes temores.

--se llevan muy bien, si hasta esta mañana estaban desayunando juntos.—conto Isaka no dándole mucha importancia, aunque por dentro era todo lo contrario, eran una serie de comentarios que prometían desatar una guerra.

--¿ah si?—soltó el peliplata guardándose su enfado.

--si, igual también creo que funcionarias mejor con Onodera que con Aikawa.

--¿Qué piensas que va a ser un cambio definitivo?—pregunto el escritor serio.

--me guio de los resultados—se defendió Isaka sin dejar de mirar la expresión fría y seria del escritor sentado frente a él. La sonrisa  de sus labios se alargó ante la satisfacción de casi leer la palabra celos tatuada en la cara del peliplata. –creo que Onodera hace un gran trabajo y que si eso te mejor escritor y que si Misaki es capaz de hacer mejor el trabajo de Onodera, creo que el destino los puso en los puestos correctos y se ha corregido el equilibrio de las cosas.

--¿Qué? –pregunto Usami con ganas de reírse.—ahora me hablaras de basura cósmica y esas cosas?

--simplemente aprecio lo que veo y me gusta.

--no dudo que te guste,,,,--gruño el peliplata por lo bajo pensando seriamente en que las cosas se estaban saliendo de control.

--igual como te digo, se llevan bien Takano y Misaki, sino mira que comían pastel de frutilla y jugo en el desayuno… muy dulce para mi gusto, pero estaban juntos, eso significa que se llevan mejor de lo que esperaba.

--si no dudo que tu estúpido editor de dibujitos se la debe pasar de maravilla con Misaki…..

***

Sus ojos esmeraldas seguían fijos en el manuscrito de Usami, lapicero en mano que hacia oscilar la movimiento de sus dedos, mientras leía fervorosamente aquella nueva obra literaria, Usami había mejorado sin duda, incluso con esas letras impresas había conseguido hacerle olvidar todo ese odio, esas frustración la impotencia que sentía desde antes de tomar asiento.

Otra vez esa escena en la cafetería agolpaba su cabeza. Pero ¿ahora qué? La confusión que sentía lograba opacar su sueño de quedarse en Literatura. No se sentía tan lleno, era como una victoria vacía y aparte lo que había pasado esa noche… los besos, las caricias de Takano, casi podía seguir sintiendo sus dedos rosando su piel, le recorrió un escalofrió, ahora si estaba volviéndose loco.

Dejo el manuscrito en la mesa y se quedó mirando el teclado de su computadora con los medio recuerdos de esa noche. ¿Qué era lo que estaba pasando? Pasaba la noche con Takano, este decía que lo amaba pero andaba con Misaki y esas miradas acusadoras como el fuera el cualquiera que le estaba robando el novio a alguien. Su vista es volvió bruscamente de la computadora a ese suéter gris. No había sido por voluntad propia claro, su silla había girado violentamente por poder de otra persona externa a él. 

Levanto su mirada y sus ojos esmeraldas se encontraron con esas gafas de marco negro que adornaban los ojos de Takano, como lo miraba fijamente y se quedó sin habla.

--necesitamos hablar…--fueron las palabras que salieron de boca de Takano cuando noto que tenía toda la atención del castaño.

--¿de?—pregunto Onodeera saliendo de su empalme, incluso girándose bruscamente para regresar a su trabajo.

--ahora…--le reto autoritario. –así estés aquí aún sigo siendo tu jefe ¿recuerdas?

--te vas a valer de eso?—pregunto molesto tomando el manuscrito.

--tu dijiste que no dejarías tu trabajo abandonado.

--pues parece que ese chico te sirve mejor que yo.—gruño molesto.

Sin querer mediar alguna palabra más, Takano sujeto el brazo de Onodera, tirando de el con fuerza, obligándole a levantarse con el manuscrito callen en el escritorio.

--¿¡que haces!?—pregunto sorprendido y enojado, mientras era tironeado por Takano a uno de los vacios corredores de la planta de literatura. –Takano! Que haces? Me lastimas!

Takano confirmo que estaban solos en ese momento dando un rápido vistazo y azoto el cuerpo del castaño contra la pared más cercana, terminando por acorralarlo con su cuerpo.

Se quedaron mirando fijamente durante unos segundos que al castaño se le hacían horas, esos ojos… le recordaban tantas cosas, esa primera vez que le vio, los sucesos de la noche anterior, el cómo había roto con su corazón y parecía que jugaba con el…

<<Aléjate, no quiero sentir esto más>> pensaba, mientras sus ojos verdes seguían mirándole a los ojos.

<<sé que aún me amas puedo verlo en tus ojos>> era el único pensamiento que cruzaba por la cabeza de Takano, hasta que Onodera se resolvió por hablar.

--¿Qué?—pregunto tras la insistente mirada.

--que hablemos—dijo Takano, sin dejar de mirarle, el ceño de Onodera se frunció.

--¿de?—pregunto.

--quiero que regreses a Esmerald….

Los ojos de Onodera se entrecerraron ¿Cómo que regresar a Esmerald?

--¿Cómo regresar?—pregunto un poco anonadado --¿Por qué?

--porque necesito que estés cerca de mi…

La respuesta de Takano no podría ser más romántica, había hecho saltar su corazón, su mente pareció quedarse en blanco y estaba seguro que se había quedado con una expresión de “estúpida enamorada” pero ¿solo era eso? ¿solo quería que estuviera cerca para ser un lindo oso de peluche más? Era decepcionante solo hacer falta en un lugar por un amor maniático que porque realmente fuera una pieza importante en Esmerald.

--¿solo por eso?—pregunto. Las palabras de Takano eran algo que siempre había querido escuchar de boca de alguien, pero su mente, su ética profesional era lo que taladraba su cabeza, recordándole que la sección de literatura y un gran escritor era lo que siempre había querido para su vida profesional, ¿esa vida pesaba menos que la amorosa?

Alejo a Takano suavemente queriendo darse espacio, la dualidad de su corazón no era mayo r ala de su cabeza, aun quería resistirse a la idea de que Takano aún le atrajese, que lo amara con locura, pero él no iba a abandonar su orgullo, no iba a pertenecer a un lugar donde no servía, solo por el capricho compulsivo de un acongojado caprichoso.

--¿Qué quieres decir con esa pregunta?—cuestiono el pelinegro sin forcejear en el intento del castaño en poner algo de distancia entre ellos.

--¿me quieres en Esmerald solo para que puedas molestarme? O ¿porque realmente haga falta?—pregunto Onodera algo consternado.

--haces falta.

--hablo como editor!—rectifico en un gruñido airado.

--claro que sí.

--mientes.

Takano se le quedo mirando sorprendido de esa reacción.

--Onodera…

--no… no más, entiende esto Takano Masamune, lo nuestro murió, ya no más, no más de perseguirme, no más de hacerme sentir así….

--¿así cómo?—cuestiono confundido.

--como si fuera un idiota, no soy tu juguete…. Esto es lo que siempre he querido, y no regresare a Esmerald…

--pero Ritsu.

--¡no!—le interrumpió pasando a mirarlo a los ojos con el ceño fruncido expresando todo su enojo su frustración.—¡mi carrera es lo único que me importa, así que déjame en paz!.

Solo pudo echarse a correr después de eso, ya no podía más con todo eso, con toda esa amalgama de sensaciones, ya no era capaz de tener su vida persona y la laboral lejos, que su escapatoria al departamento de Literatura como única salida, no había sido efectiva por que entre más lejos estaba de Takano, más lo extrañaba, más lo amaba, mas necesitaba tenerlo encima de él. Pero no había nada más importante que su carrera que su propio orgullo…

Llego a su puesto de trabajo recogiendo todo rápidamente, sabía que Takano no iba a dejar eso hasta allí, necesitaba irse, pensar un poco más. Colgó su mochila al hombro y corrió, corrió escaleras abajo, no iba a esperar el ascensor y encontrarse con Takano, no, tenía que salir de allí, necesitaba pensar, necesitaba volver a ser el, volver a fijar sus objetivos, volver a calmar su corazón.

***

Aún tenía la mirada de confusión de Onodera gravada en fuego en su mente, reproduciendo una y otra vez todas aquellas escenas que lo habían estado atormentando.

Su conversación con Takano esa mañana no había sido menos productiva para su imperativa imaginación

<> esas palabras volvieron a golpear su mente alborotando nuevamente a su pobre corazón, ¿Usami y Onodera?

Se pasó las manos por el cabello con cierta amargura combinada con frustración. ¿Qué debía hacer? Una de esas tantas preguntas que muy pocas veces tenían respuesta ¿enfrentar a Usami quizás? Bueno, sería un buen plan, pero sabía qué tipo de respuesta obtendría de parte del peliplata, alguna que otra triquiñuela, le creería todo y terminaría con él en la cama cogiendo como conejos…. Si, era un lindo panorama. 

Sacudió la cabeza desechando aquella idea, respirando profundo mientras se acercaba a la recepción de la editorial para recoger algunas cosas que Takano le había pedido antes de desaparecer como fantasma. ¿Qué estaría haciendo el en ese momento?

Recogió el paquete de encima del mostrador y sin mirar siquiera se giró para tomar camino al  ascensor cuando pudo tropezar con algo que casi lo mando al suelo, sus ojos rápidamente se fijaron en su obstáculo tan rápido como pudo recobrar el equilibrio.

--Onodera.—dijo con sorpresa, viendo como la mirada del mayor se endurecía por completo.

--con que eres tu…--susurro con cierto desprecio que no fue desapercibido para el universitario.

Mejor oportunidad no podía tener, hablar con Onodera y salir de una vez por todas de ese problema mental que tenía, calmar esa película que le mostraba su imaginación y volver a estar como siempre le gustaba, tranquilo, relajado, lidiando con lo que más le parecía difícil, mantener a Usami a raya.

--Onodera.

--no tengo tiempo para escucharte.—le interrumpió cuando noto de parte de Misaki ese amago por intentar sostener una conversación con el.—no pienso soportar nada de esto ni un segundo más, lo que tú y Takano piensen me importa un carajo, y sabes que, tú y Takano se ven bien juntos, mejor dicho, Te lo regalo.

--¿qué?—cuestiono tras ese millón de preguntas que comenzaron a agolparse en su cabeza luego de todas aquellas rápidas palabras que habían cruzado por sus oídos

¿él y Takano? No sabía que le sonaba más descabellado pensar en que Usami tenía algo con Onodera, o que este lo acosaba de querer quitarle  a Takano.

--yo sé que Takano es tuyo, que son pareja…

--cállate, él y yo no somos nada!—interrumpió de golpe casi en un grito.—nunca más, jamás volveremos a ser nada, él no me interesa y seguro que ustedes dos se llevaran bastante bien….

Sin querer media una palabra más, Onodera continúo su caminata a pasos agigantados y rápidos hasta la puerta perdiéndose por ella lo más rápido posible.

Misaki estaba en Shock, ¿él y Takano? ¿De dónde ese tipo había sacado tremenda historia más disparatada, de dónde?

--¡Takahashi!—el llamo a su espalda le hizo sentir el escalofrió mas aterrador recorriendo su espalda volviéndose casi de inmediato, topándose entonces con Takano.

--ya iba a regresar a mi puesto…--declaro nervioso.

--¿Onodera paso por aquí?—cuestiono el pelinegro ignorando las palabras de Misaki.

--si, ya se fue él iba muy apurado…

--me pudre cuando se pone difícil.

Sin pensar mucho en cualquier otra cosa que pudiera pasar, Takano tomo camino a la puerta, iba a perseguir a Onodera, él debía, no, debía no, tenía que arreglar las cosas con el castaño, explicarle que todas esas cosas que pasaban por su cabeza no eran así que todo tenía una explicación razonable, pero apenas pudo dar dos pasos antes de que aquel hombre de traje detuviera su camino.

--¿a dónde vas?—cuestiono Yokozawa  enfadado.—necesito las entregas para mañana y tú te la has pasado revoloteando por el piso todo el día ¿Qué tiraras todo tu trabajo por una estupides?

--quítate, esto es importante—reprocho el pelinegro molesto.

--esas entregas también, mañana hay que entregar y si no entregamos, ya sabes que pasara….

--bien, te entregare, pero después de eso no podrás joderme más—suspiro frustrado.

--lo que quieras, pero has tu trabajo!—regaño Yokozawa, tomando camino al ascensor pasando por el lado del editor de Esmerald muy molesto.

Notas finales:

lamento la demora

se que en este momento la historia esta entrando a un ciclo un poco lento tanto de sucesos como de actualizaciones, pero digamos que ha sufrido un poco de reformas y les pido por favor que tengan un poco de paciencia

 

 

GRACIAS


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