--bueno, lo que sucede es que tal vez regrese tarde a casa….
Fue lo único que Misaki pudo sacar de su garganta ante su idea de la posible ira y reprimenda que tendría que recibir de parte de Usami. Habían cosas que habían estado marchando realmente mal esa semana, entre lo que creía pasaba entre Usami y Onodera, como el hecho de que Takano le pisaba los talones precisamente para evitar ese tipo de cosas, era lo que lo mantenían nervioso.
El silencio al otro lado de la línea fue duradero, un par de minutos que confirmaban la ira del siempre posesivo Akihiko.
--ósea que tendré que cenar solo…--gruño en un suspiro de total contención el peliplata.
--lo siento Usami, pero me necesitan aquí, intentare volver lo más pronto que se pueda.
--bueno—rezongo el hombre en calma.—si necesitas algo no más me avisas…
--¿Cómo?—pregunto sorprendido tal vez impactado. –ósea que…. ¿No estas enfadado?
--pues es algo a lo que tenía que acostumbrarme.
Colgando el teléfono Usami se acomodó el saco de paño que traía puesto en ese momento, se disponía a salir para arreglar temas pendientes, y saber que Misaki no regresaría pronto, le daría el suficiente tiempo para concluir esos asuntos pendientes sin que él lo notara.
***
Seguía tendido en la cama boca abajo, con la cabeza enterrada en la almohada, las escenas seguían reproduciéndose en su cabeza una y otra vez.
<<Te amo…>>
Retumbaba en su cabeza desesperándolo.
<<Te molestare hasta que consiga que vuelvas a decirme que me amas>>
Una promesa rota que le aseguraba volver a hundirlo en lo más profundo del infierno, de esa manera en la que lo unido hacia diez años atrás.
Se volvió quedando boca arriba clavando sus ojos en el techo sintiendo ese ardor en la nariz característico de esa sensación de llorar y no poderlo detener, nublándosele la vista ante las lágrimas que comenzaban a formarse en sus ojos.
<<y simplemente esta vez, no es un mal entendido…>> pensó colocándose de costado, ahora mirando la pared contra la cual su cama estaba arrumada. Sentía frio pero las ganas de moverse eran tan nulas como el querer pensar, aunque no dejaba de hacerlo.
Todas esas imágenes borrosas de esa noche pasada donde había tenido relaciones sexuales con Takano, mezclándose incluso con su primera vez, las estupideces que hizo y dijo todo eso logro que cerrara los ojos con fuerza sujetando de golpe la almohada y cubriéndose la cabeza con ella, como si con eso consiguiera alejar todos esos pensamientos.
--maldición, basta, no quiero seguir pensando en todo esto… en algo tan perdido y vacío…
Quería convencerse de que no sentía nada por Takano, que no volvería a caer en un amor tan vano donde solo el saldría lastimado. Pero, ya había caído, ya estaba enamorado otra vez y era lo que más le dolía, estarlo y ver que ya estaba pasando, era nuevamente el estúpido del cuento, un cuento de hadas que obviamente no estaba escrito para él.
El timbre sonó en ese instante y lo obligó a desviar su mirada a la puerta de la habitación, el desánimo de tener que levantarse y darle la cara a una visita inesperada no era exactamente su prioridad en ese momento. Su mente se debatía entre si abrir la puerta o fingir que no escuchaba el timbre para no abrir, el que estuviera allí daría por sentado que no se encontraba en casa y para él era mejor así, pero la insistencia en el timbre le hizo pensar que tal vez, solo tal vez era algo grave, aunque la idea de que fuera Takano también se alojó por largo tiempo en su mente.
<<No quiero seguir escuchando sus mentiras>> pensó para sí terminando por sentarse en la cama sin saber realmente que hacer. Abrir y ver que realmente no se trataba de Takano, abrir y ver que era quien sabe alguno de esos tantos enemigos de los que se había hecho o tal vez…. Solo tal vez….
Se levantó de la cama de un tirón pensando en esa posibilidad, de que tal vez se tratara de Usami. Se apresuró arreglándose el cabello y restregándose la cara intentando de que se viera de mejor aspecto aunque no era uno de sus mejores días, y así se detuvo delante de la puerta respirando profundo y abriéndola.
--Onodera, pensé que no estabas en casa.
<<Hubiera dejado que el timbre siguiera sonando.>> pensó desanimado encontrándose con su inesperado acompañante.
--Hasegawa—saludo con una sonrisa forzada.—no esperaba verte.
--pensé en venir, ya sabes por el inconveniente de la otra noche.
--fue evidente que no era tu noche.—comento en un suspiro recordando esos accidentes inusuales.
Haciéndose a un lado y con un ademan de su mano, le dio paso a su visitante.
--lamento el desorden, no he tenido mucho tiempo libre --se disculpó cerrando la puerta.
***
El noveno leve campanazo se hizo presente sin siquiera interrumpir aquella amena conversación. Ritsu continuaba riendo y asentando con la cabeza entretenido escuchando la animada historia de su amigo. Cuando al fin un sonido externo a ellos logro interrumpir la conversación. El timbre había sonado por unos segundos logrando que con ello Hasegawa se callara.
--¿esperabas a alguien?—cuestiono el azabache mirándole fijamente.—de haberlo sabido, no te hubiera entretenido tanto tiempo.
--no te preocupes—dijo levantándose, apresurándose a abrir la puerta. Aunque por alguna razón sintió ansiedad al ver la puerta tan cerca y se detuvo.
¿Era posible… sería posible…? Su corazón se aceleró de solo pensarlo que su mente le mostraba una imagen peliculesca rosada de que abriría la puerta lentamente encontrándose en un recuadro a Takano, iluminado por una luz rosa-magenta, con brillantes a su alrededor tipo anime, una mirada seductora, diciéndole que solamente estaba allí por él, que lo necesitaba… que lo amaba.
Suspiro sintiendo su cara arder, quería creer que él estaba detrás de esa puerta por el solamente por él y así con el corazón en la mano, tomo la manija de la puerta y sin querer pensar algún tipo más de cortometraje mental de él y Takano en una reconciliación tipo Disney abrió la puerta, encontrándose con cierto escritor peliplata que sin saberlo había destrozado todas sus ilusiones, pero incremento su sorpresa.
--Usami sensei…--apenas soltó en un exabrupto.—que sorpresa.
--espero que no esté interrumpiendo algo importante.—se disculpó el escritor sin quitarle la mirada de encima.—me permite.
Sobresaltado, se alejó de la puerta, invitando al escritor a entrar.
--¿qué puedo ofrecerle, Usami Sensei?... ¿un té? ¿Café?
Pasando a la sala entonces los tres personajes se encontraron, una visita que Usami no se esperaba encontrar.
--lo siento, no sabía que interrumpía algo importante.
--no tranquilo Usami Sensei—remitió de inmediato.—él es Hasegawa un compañero de la sección de Literatura.
--Akihiko Usami… no pensé estar frente a un escritor de su categoría.--saludo entonces el azabache colocándose de pie, presentándose al escritor.—supongo que su visita es importante, yo me retiro.
--¿estás seguro?—cuestiono Onodera mirándole acercarse al corredor que llevaba a la puerta.
--¡hey!, es tu escritor, cualquier cosa es irrelevante cuando se trata de él, además es tarde. Nos vemos mañana.
Tras esas palabras y unos cuantos segundos más, Onodera y Usami, escucharon la puerta de la entrada cerrarse, confirmándole entonces que estaban solos.
--lamento molestarlo tan tarde…
--no, no, Usami, está todo bien, cuénteme que pasa.
--de hecho es lo que no pasa, ¿sabe…?
--¿perdón?...—cuestiono titubeante el editor mirando fijamente al escritor.—me asusta, ¿pasa algo?
--me interesa usted—le aclaro.—de una manera profesional claro, no lo piense mal. Compartimos algo en común en este momento… y me sentía algo aburrido en casa y sabe…--se detuvo un rato y suspiro.—tengo una buena relación con la loca de Aikawa… y bueno pensé que si serás mi editor indefinido teníamos que llevarnos igual de bien.
--no le entiendo….—dijo confundido, aunque sí que lo entendía bien lo que escuchaba.
--que salgamos, un par de copas, como amigos, ya sabes… charlar. ¿Aceptas?
***
Abrió la puerta del apartamento sintiéndose tan cansado, que no noto la soledad de la sala, hasta toparse con la oscuridad del lugar.
--Ya llegue—anuncio mirando a su alrededor, apreciando la estancia solitaria y vacía.--¿Usami?
Encendió las luces dejando sus cosas sobre la mesa de la estancia, esperando respuesta alguna.
--debe estar en su estudio.—se dijo a si mismo antes de encontrarse con esa nota que lograba vislumbrar sobre la mesita de centro de la sala.
“MISAKI
Salí de copas un rato con unos amigos… llego tarde, no me esperes despierto.
Usami.”
Al leer la nota frunció el ceño extrañado. Usami jamás salía sin él, y aún más extraño era el hecho de que Usami jamás salía de improvisto.
Suspiro dejándolo estar, seguro lo había hecho porque estaba molesto por que se había quedado trabajando hasta tarde, ya mañana seguro podrían hablar del asunto y esperar que Usami se comportara como una persona civilizada, o al menos madura.
--seguro esta con Onodera…--susurro con cierto fastidio.
***
--espero que este sitio sea de su agrado.—dijo tomando asiento con Onodera siguiéndole el gesto.
--sí, no se preocupe, está bien.—dijo apenado apreciando el lugar tan elegante y más porque habían terminado en una sala privada.
--no parece tan cómodo.— aprecio con una sonrisa.
--bueno, jamás había venido a un lugar así. Ya sabe estoy más acostumbrado a los bares.—admitió avergonzado.—pero no se preocupe estoy bien.
Riendo por lo bajo, el escritor descorcho la botella de vino sirviendo ambas copas.
--espero que te guste el vino…--dijo mientras serbia, fijando sus ojos lilas sobre Onodera quien no se sintió en la posición de decirle que el vino no era exactamente la bebida que más le gustaba, solo sonrió complacido, dejándole servir.
--así está perfecto, gracias.
--más tarde podemos subir a algo más fuerte.
<<Parece más que quiere embriagarme>> pensó a sus adentros divertido.—claro eso estará bien, si así lo prefiere.
--¿siempre eres tan conformista?—cuestiono el escritor dejando la botella a un lado.
--no, no es eso—dijo exaltado negando con sus manos y plasmando en su cara una de esas sonrisas nerviosas que bien le daban la razón al escritor.—solo, evito lo más que puedo los conflictos…
--claro, conflictos…--sonrió divertido.—¿como el de Takano y Misaki?
Genial, no estaba pensando en eso, en Takano y nuevamente todo el día regresaba a su cabeza, bajando está decepcionado.
--esa es otra cuestión diferente.—dijo abrumado.—es duro ver todo lo que está pasando y no poderlo controlar no cree?
--bueno, sería bueno que me contaras que ha pasado, estas más tiempo en Murukawa que yo—invito el escritor oliendo levemente el vino, para catarlo.
--bueno es que… esta mañana, Takano y Misaki…--se detuvo volviendo a sentir la rabia.—fue una pesadilla…
--¿qué paso?—cuestiono interesado el escritor.
--ellos, estaban desayunando esa mañana parecían muy animados.—comenzó a contar dándole un trago al vino sin siquiera catarlo. Sintiendo el fuerte sabor en su boca, intentando que su expresión de desagrado ante el sabor no fuera evidente solo intento continuar.—eso no quiero verlo como un problema o una confirmación de lo que ambos queremos creer. Es solo que cuando nos vimos los cuatro, por que Isaka estaba conmigo cuando nos acercamos, Takano y Misaki, me miraron tan extraño, como si ellos me acusaran de algo, y me sentí tan incómodo.
--¿acusándole de algo?—cuestiono Usami sin entender.
--no sé qué era, pero me hicieron sentir como si fuera yo quien estuviera haciendo algo malo, y no ellos y fue muy…--se detuvo sin saber que palabra usar.—frustrante.
--¿y qué hizo?—cuestiono Usami un poco molesto.
--preferí salir de allí… usted pensara que pudo ser cobarde de mi parte, pero no me sentí con ganas de decir ciertas cosas y menos con Isaka presente… así que evite la confrontación.
--¿no cree que esto ya se nos está saliendo de las manos?.
--bueno, al principio creí que sí, pero después pensé si es que no estamos pensando lo que queremos pensar, realmente en ese momento no pasaba nada trascendental, Misaki con Takano desayunando, nada raro, ha desayunado hasta con Kisa…
--cree que solamente estamos levantando falsos entonces.
--nosotros y ellos.—explico pensativo.—esa manera en la que miraron fue digna de “!hey!, me estas quitando mi novio” de parte de su apoderado que realmente me hizo hervir la sangre.
--Misaki no es una persona conflictiva—dijo dándole un nuevo trago al vino, pensando.—pero si es algo difícil de imagina a Misaki en esa posición y no muy imposible de que pase realmente.
--y me lo dice a mi…--gruño por lo bajo el castaño.—¿no cree que es mejor dejar que esto se desenrede solo?
--¿que nos sentemos a esperar?
--si lo ve de esa forma…
--ya veremos… y muy en el fondo espero que tenga razón sobre lo que me dice.
***
Llevaba 2 minutos paralizado delante de esa puerta indeciso de si debía tocar o no.
El día había sido uno de los tantos eternos días pesadilla que amenazaban con no querer terminar.
Eran las diez de la noche, aún seguía con la maleta en mano.
--¿debería?—se preguntó sin dejar de mirar la puerta.—¿y si abre que le digo?
Ese día había tenido un serio tropiezo en su intento por conquistar a Onodera nuevamente. El solo recordar todo eso que se dijeron, la ira en sus ojos… su orgullo herido, todo eso se estaba convirtiendo en una bomba punto de explotar.
Recapitulando una y otra vez esa fuerte discusión en su cabeza intentaba entender que era lo que había hecho mal.
***(ON FLASH BACK)***
--¿Qué?—pregunto tras la insistente mirada.
--que hablemos—dijo Takano, sin dejar de mirarle, el ceño de Onodera se frunció.
--¿de?—pregunto.
--quiero que regreses a Esmerald….
Los ojos de Onodera se entrecerraron ¿Cómo que regresar a Esmerald?
--¿Cómo regresar?—pregunto un poco anonadado --¿Por qué?
--porque necesito que estés cerca de mi…
--¿solo por eso?—pregunto.
Alejo a Takano suavemente queriendo darse espacio.
--¿Qué quieres decir con esa pregunta?—cuestiono el pelinegro sin forcejear en el intento del castaño en poner algo de distancia entre ellos.
--¿me quieres en Esmerald solo para que puedas molestarme? O ¿porque realmente haga falta?—pregunto Onodera algo consternado.
--haces falta.
--¡hablo como editor!—rectifico en un gruñido airado.
--claro que sí.
--mientes.
Takano se le quedo mirando sorprendido de esa reacción.
--Onodera…
--no… no más, entiende esto Takano Masamune, lo nuestro murió, ya no más, no más de perseguirme, no más de hacerme sentir así….
--¿así cómo?—cuestiono confundido.
--como si fuera un idiota, no soy tu juguete…. Esto es lo que siempre he querido, y no regresare a Esmerald…
--pero Ritsu.
--¡no!—le interrumpió pasando a mirarlo a los ojos con el ceño fruncido expresando todo su enojo su frustración.—¡mi carrera es lo único que me importa, así que déjame en paz!.
Solo pudo echarse a correr después de eso, ya no podía más con todo eso.
***(OFF FLASH BACK)***
Suspiro incómodo, sí que había sido una serie de errores tras errores, a veces el decirle a ese castaño estúpido lo mucho que sentía por él, solo le traía más enfrentamientos que beneficios, ¿que acaso estaban destinados a no volverse a juntar? ¿Estaba forzando algo que tal vez como decía Yokosawa podía hundirlo en lo más profundo del infierno como hace unos años? ¿podía evitarlo?
--tenemos que hablar de esto.—se dijo decidiéndose al fin, levantando su mano para tocar el timbre. Quería por una vez en la vida que hablaran no que pelearan, que se aclararan, dejar claro que si sentían algo, un algo que bien podía definir si debía continuar luchando o solamente rendirse.
<< No más de hacerme sentir así….>> esa frase había sido una de las que Onodera había soltado que más le había impactado, la única que había capturado mejor su atención, él sabía que no se trataba del fastidio de Onodera por que le acosara, no sabía que había algo más dentro de él que sentía algo aun por él, ese algo que lo obligaba a seguir luchando.
Los minutos seguían pasando, con Takano dándole vueltas a la idea concreta de lo que aria de llegar a abrirse la puerta, pero eso nunca paso.
Volvió a tocar el timbre en un intento por que tal vez Onodera no lo hubiera escuchado, pero tras otros par de minutos sin respuesta no había tardado en darse cuenta de la realidad del asunto.
--no está en casa…-- dijo en un suspiro.—¿dónde estará ahora? Seguro debe estar con ese escritor de quinta.—suspiro regresando a la puerta de su propio apartamento, abriéndolo para introducirse en él.
***
Las puertas del ascensor se abrieron. Eran pasadas las doce de la noche y Onodera solo pensaba lo difícil que se le aria levantarse para trabajar. Pero había pasado un buen rato con Usami cuando decidieron dejar de pensar en el asunto de Takano y Misaki un tiempo y compartir más bien un buen rato, Editor – escritor.
--me la pase muy bien esta noche, Usami Sensei, gracias—dijo abriendo la puerta.—espéreme un segundo saco el cronograma que prepare para las entrevistas y las firmas de autógrafos para que pueda manejar el tiempo.
Usami espero hay un momento sin pensar nada realmente desviando levemente la mirada a la puerta contigua a donde estaba, ese era el apartamento del editor de dibujitos. La idea de tocar y que saliera solo para meterle un buen golpe se le hizo una idea que aunque disparatada y fuera de cualquier razonamiento, bastante apetitosa.
--aquí está el cronograma, Usami.
El escritor se volvió a ver a su joven editor, quien le tendía una carpeta con unas hojas, no había nada más satisfactorio que un trabajo organizado y con tiempo de aviso lo suficientemente prudente como para que no le diera una pereza absoluta hacer las cosas.
Sujeto la carpeta , dispuesto a irse, cuando sorpresivamente sintió un golpe plano en su espalda que lo obligo a perder el equilibrio e imposibilitarle el abalanzarse sobre el joven Editor, cayendo abruptamente los dos al suelo.
La escena ahora era incomoda, había quedado nariz con nariz con Onodera en el piso, sus manos a pesar de que habían evitado una caída y golpes peores, lo había dejado en una postura muy comprometedora. Casi por reflejo sin siquiera levantarse ambos miraron a su lado encontrándose con la última persona que querían ver, y que podía volver un accidental momento como ese en una situación totalmente equivocada.
--Takano…
***(Continuara)***